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domingo, 14 de abril de 2019

La santidad (Cardenal Carlo Caffarra)



Queridísimos jóvenes, no os conforméis con realizaros de alguna manera, no disminuyáis la medida de vuestra vocación. Cristo quiere daros la plenitud de la vida, es decir, la santidad. En el fondo, creedlo, sólo hay una verdadera infelicidad en la vida: la de no ser santos. No dilapidéis el patrimonio más valioso de vuestra juventud: vuestra capacidad de entregaros definitivamente a Cristo tanto en la vida consagrada como en el santo sacramento del matrimonio.

(...) Nuestro corazón no está hecho para odiar, sino para amar. Pero nosotros, cada uno de nosotros, podemos malograr esta fuerza para el bien que el Señor ha puesto en nosotros, podemos dilapidar el que es nuestro mayor patrimonio, a saber: nuestra capacidad de amar

Escuchad lo que dice el Señor en la Biblia: «El pecado acecha a la puerta y te codicia, aunque tú podrás dominarlo» (Gén 4, 7). Cada uno de nosotros puede convertirse en un santo o en un criminal. 

Habéis visto, veis cada día lo que sucede cuando el corazón de un hombre renuncia a su dignidad más grande: ser capaz de amar. 

Me dirijo en especial a vosotros, los jóvenes. ¡La libertad es un “caso serio”, podéis verlo! No confiéis en quien intenta convenceros de que el hombre no es libre, que sus elecciones están totalmente predeterminadas por las condiciones sociales en las que vive. ¿Es que acaso el hombre está inexorablemente atraído por el mal que, al final, resultará siempre vencedor? Intentad ahora elevar la mirada: mirad al Crucificado. Es la víctima más inocente de la violencia humana. Pero precisamente por medio de Su muerte entregó al hombre la fuerza de vencer el mayor mal del hombre: la incapacidad de amar. Nosotros, cristianos, estamos seguros: el hombre ha sido salvado. Sin embargo, si uno tiene una enfermedad mortal, no basta con que exista la medicina que lo pueda curar; es necesario que se la tome
Y la medicina que nos cura de nuestra herida más grave es Cristo: tenemos que “tomarla” acercándonos a Él, haciendo que entre en nuestra vida.
Cardenal Carlo Caffarra

Tomado del libro: "No anteponer nada a Cristo: Reflexiones y apuntes póstumos" (Spanish Edition) . Homo Legens.