Declaraciones de Santiago Abascal ante el Tribunal Constitucional tras presentar un recurso de inconstitucionalidad contra la sectaria ley de memoria democrática:
Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios (1 Cor 2, 12), el Espíritu de su Hijo, que Dios envió a nuestros corazones (Gal 4,6). Y por eso predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los gentiles, pero para los llamados, tanto judíos como griegos, es Cristo fuerza de Dios y sabiduría de Dios (1 Cor 1,23-24). De modo que si alguien os anuncia un evangelio distinto del que recibisteis, ¡sea anatema! (Gal 1,9).
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sábado, 14 de enero de 2023
VOX recurre la ley memoria democrática ante el Tribunal Constitucional
Declaraciones de Santiago Abascal ante el Tribunal Constitucional tras presentar un recurso de inconstitucionalidad contra la sectaria ley de memoria democrática:
lunes, 11 de julio de 2022
Las cosas que Feijóo apoyó en Galicia y que empañan su anuncio sobre la ley de amnesia
domingo, 20 de septiembre de 2020
La ley de Carmen Calvo omite toda mención a los crímenes de la izquierda en la Guerra Civil
Hace ya cinco días que Carmen Calvo anunció la nueva ley que ha preparado para imponer a los españoles la visión sesgada de la izquierda sobre la Guerra Civil.
Así fue el golpe de Estado de 1934 contra la 2ª República que el PSOE no quiere condenar
Los 50 niños asesinados a los que Sánchez no recuerda y su relación con las 13 Rosas
El Gobierno ha filtrado el texto del anteproyecto a dos grupos de izquierdas
He estado esperando estos días a que el anteproyecto de ley se publicase en el BOE o en las webs de La Moncloa o del Ministerio de la Presidencia, pero nada. Hasta el momento, lo único que conocíamos es el resumen de la ley que el Gobierno ha presentado a los medios. Para mi sorpresa, la web “Todos los nombres” del sindicato anarquista CGT y la página de Facebook de la “Asociación Recuperación Memoria Histórica Aranjuez” publicaron lo que parece ser el texto del anteproyecto este miércoles 16 de septiembre (de hecho, el documento de la primera web citada incluye el membrete oficial). Cabe suponer que el Gobierno les ha facilitado el texto del anteproyecto antes de publicarlo en el BOE. Curioso sentido de “lo público”…
El anteproyecto identifica al bando republicano con «la democracia»
Podéis leer el anteproyecto en cuestión pulsando aquí. Su contenido coincide básicamente con los fines autoritarios anunciados por el PSOE. Viene a ser un intento ampliado de reescribir la historia al gusto de la izquierda que provocó y perdió la Guerra Civil Española. Por ejemplo, así es como el texto explica los motivos del estallido de la Guerra Civil:
“Hasta la Constitución de 1978, esos periodos democráticos eran abruptamente interrumpidos por quienes pretendieron alejar a nuestro país de procesos más inclusivos, tolerantes, de igualdad, justicia social y solidaridad. El último de ellos, protagonizado por la Segunda República Española y sus avanzadas reformas políticas y sociales, fue interrumpido por un golpe de Estado apoyado por las potencias fascistas del Eje y una cruenta Guerra Civil que tenía como objetivo poner fin a la democracia y acabar con los demócratas”.
Los hechos y datos que no cuadran con esa visión de la historia
Como vimos ayer, en 1934 el PSOE, junto con los comunistas y anarquistas, dieron un golpe de estado antidemocrático en reacción a la entrada en el Gobierno de ministros de la derecha, que había ganado las elecciones de noviembre de 1933. Antes de la guerra el PSOE ya abogaba por instaurar una dictadura socialista en España, y unos días antes del inicio de la contienda, fuerzas policiales afines al PSOE y a las órdenes del gobierno secuestraron y asesinaron a uno de los líderes de la oposición, el derechista José Calvo Sotelo, un crimen de Estado que muchos historiadores señalan como el hecho detonante del alzamiento del 18 de julio.
Por aquel entonces, mucha gente en España tenía la percepción de que la izquierda pretendía instaurar una dictadura socialista. Como he señalado, el propio PSOE lo anunció sin rodeos. Ya desde 1932 el Partido Comunista venía defendiendo la implantación de una dictadura soviética en España. Tras la victoria del Frente Popular, se desató una brutal ola de violencia política que fue denunciada el 16 de junio de 1936 desde la tribuna de las Cortes por José María Gil Robles, jefe de la CEDA, señalando que desde el 16 de febrero al 15 de junio de 1936, 269 personas fueron asesinadas y 1.287 heridas de diferente gravedad, 160 iglesias fueron destruidas totalmente y 251 templos sufrieron asaltos, incendios, destrozos e intentos de asalto. Muchos de esos crímenes fueron provocados por la propia izquierda.
Así pues, si en julio de 1936 media España se alzó contra la otra mitad fue por miedo a ser exterminada por ésta, como ya había ocurrido 19 años antes en Rusia a causa de la revolución bolchevique. De hecho, la propia izquierda empujó a muchos católicos a apoyar a los alzados al lanzar contra ellos una brutal persecución anticatólica que se saldó con el asesinato de 13 obispos, 4.184 sacerdotes, 2.365 religiosos, 283 religiosas -muchas de ellas, además, violadas por los izquierdistas- y muchos seglares que fueron llevados al paredón por el mero hecho de ser católicos.
A partir del 18 julio de 1936, la España republicana se convirtió en una dictadura soviética, en la que no había libertad de religión ni de expresión, salvo para aquellos afines a la izquierda. De hecho, esa dictadura soviética que se implantó en media España recibió el apoyo del dictador y genocida comunista Stalin, cuyos agentes en el bando republicano -la mayoría de ellos miembros de la temible NKVD, la versión soviética de la Gestapo- no sólo se encargaron de dirigir la acción de las chekas (los centros de tortura de presos políticos gestionados por socialistas, comunistas y anarquistas) contra católicos y derechistas, sino también contra los comunistas trotskistas del POUM, opuestos a Moscú y cuyo líder, Andreu Nin, fue desollado vivo en una de esas chekas, situada en Alcalá de Henares y controlada por el NKVD. Identificar a esa dictadura soviética con la “democracia” es un brutal acto de cinismo.
El texto omite toda referencia a los crímenes del bando republicano
Pero además de sus manipulaciones para blanquear al bando republicano y presentar la Guerra Civil como una contienda entre demócratas y antidemócratas (cuando en realidad ambos bandos eran abiertamente antidemócratas), lo más llamativo del texto son sus omisiones. He repasado sus 69 páginas y en ellas no aparece ni una sola mención de los crímenes cometidos por el bando republicano ni a las víctimas de esos crímenes. Alguien podría alegar, lógicamente, que no procede detallar hechos concretos en una ley. Es cierto. Pero el caso es que el texto de la Ley Calvo sí menciona, por ejemplo, a las “personas privadas de libertad o que padecieron deportación, trabajos forzosos o internamientos en campos de concentración, colonias penitenciarias militarizadas, dentro o fuera España, por su defensa de la República o por su resistencia al régimen franquista dirigida al restablecimiento de un régimen democrático”.
La ley omite toda mención a los crímenes izquierdistas en esa guerra
Alguien que no conozca los hechos ocurridos en la Guerra Civil Española, y que sólo sepa de ellos lo que pueda leer en ese anteproyecto, sacará la falsa impresión de que en España hubo una guerra en la que un bando era fascista y mató a mucha gente, y el otro bando era demócrata y no cometió ningún abuso. Es la visión manipulada de la historia que viene reiterando la izquierda en general y el PSOE en particular desde hace décadas, y que ya quedó plasmada en la “Ley de Memoria Histórica” de 2007.
Significativamente, la mayor matanza de la Guerra Civil, cometida por la izquierda en Paracuellos, no es mencionada en el anteproyecto, ni ningún otro crimen cometido por miembros de los partidos de izquierda en el bando republicano, incluso contra otros izquierdistas. De hecho, no se reconoce en ninguna parte del texto que la izquierda hubiera hecho nada malo: no hay ni una sola autocrítica, lo cual es insultante para los familiares de los que fueron torturados y asesinados por socialistas, comunistas y anarquistas.
Una ley elaborada por un partido que se vio implicado en muchos de esos crímenes
Es evidente el motivo de esa visión manipuladora de la historia que se aprecia en ese anteproyecto: una considerable parte de los crímenes de guerra cometidos por los republicanos son imputables a miembros del PSOE, incluyendo dirigentes tan relevantes como la diputada y chekista Margarita Nelken, a la que el PSOE ha dedicado 20 calles en otras tantas localidades españolas. La propia masacre de Paracuellos fue perpetrada siendo presidente del Consejo de Ministros el socialista Francisco Largo Caballero, que entre 1932 y 1935 había sido presidente del PSOE y que hoy tiene dos monumentos dedicados a él en Madrid.
Las preguntas que deberíamos hacernos todos los españoles ante una ley como ésta son varias: ¿cómo esperar que sea imparcial un partido que se vio implicado en aquellos crímenes, por los que nunca ha pedido perdón y de los que ni siquiera quiere hablar? ¿Cómo creerse que el PSOE tiene la sincera intención de velar por la “memoria democrática”, si ese partido abogaba por una dictadura socialista durante la Segunda República y ahora gobierna de la mano de comunistas que tienen como referente a un dictador tan brutal como Lenin?
¿Cómo esperar que haga un censo de víctimas de la Guerra Civil -como afirma el anteproyecto- un partido incapaz de contar los muertos de una pandemia en 2020? ¿Y cómo esperar que ese censo sea completo e imparcial cuando muchas de esas víctimas fueron torturadas y asesinadas por miembros del PSOE, y aún hoy ese partido se niega a reconocer aquellos crímenes?
miércoles, 16 de septiembre de 2020
La masonería y el Nuevo Orden Mundial son los enemigos principales d la Iglesia: P. Gabriel Calvo
Alto y Claro TV entrevista al sacerdote e historiador Gabriel Calvo Zarraute acerca de su obra “Verdades y mitos de la Iglesia Católica. La historia contra la mentira”.
Se trata de un libro importante, una obra ambiciosa y rigurosa que desenmascara y rebate, de un modo divulgativo y accesible, las raíces históricas del anticatolicismo e hispanofobia actuales.
La Edad Media, el Islam, las Cruzadas, la Inquisición y la expulsión de los judíos, la conquista y evangelización de América, la Ilustración y su proyección en la Revolución Francesa y el liberalismo posterior, la relación con el nazismo son vistos con una luz que, en nuestros días no es común, debido a la serie de interesantes y reveladoras reflexiones que realiza.
Duración 16:05 minutos
Entrevista al P. Gabriel Calvo, historiador y sacerdote en la que aborda las grandes mentiras que se han transmitido alrededor de la Iglesia (Inquisición, Leyenda Negra, Las Cruzadas, la Edad Media como época oscurantista, etc.) y quienes han sido los responsables de la elaboración y difusión de dichas mentirasdomingo, 23 de agosto de 2020
8 cosas que no verás en la nueva ley que prepara el PSOE para manipular la historia
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Golpistas armados con fusiles de asalto durante el golpe de Estado encabezado por el PSOE en octubre de 1934, durante la Segunda República. |
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El cadáver de José Calvo Sotelo, uno de los líderes de la oposición parlamentaria, en el Cementerio del Este de Madrid después de su asesinato el 13 de julio de 1936 a manos de pistoleros del PSOE. |
3. Los crímenes de miembros del PSOE en la Guerra Civil
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La cámara acorazada del Banco de España fue objeto durante la Guerra Civil del mayor robo de la historia de nuestro país a manos del PSOE. |
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El actual ministro de Consumo, Alberto Garzón, en un mitin del Partido Comunista de España en 2017 junto a un gran retrato del sanguinario dictador soviético Lenin (Foto: Alberto Garzón). |
5. Los crímenes comunistas
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Una representación artística de la ejecución de los mártires hospitalarios de Calafell, que murieron asesinados por milicianos rojos en esta población de Tarragona el 30 de julio de 1936. |
6. La brutal persecución religiosa perpetrada por la izquierda
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La página 2 del número 7.634 del periódico oficial del PSOE, “El Socialista” (ver PDF), publicado el 25 de julio de 1933, recogiendo un discurso del presidente del PSOE, Largo Caballero, apoyando una “dictadura socialista”. |
8. No hablará de retirar honores a criminales de guerra de izquierdas
sábado, 11 de mayo de 2019
Se dan a conocer las aberraciones cometidas por los aztecas al sacrificar a los hombres de Hernán Cortés
«Los sacrificados solían ser guerreros»
«Donde se los comieron»
sábado, 2 de febrero de 2019
La Celestina, el Quijote y la Inquisición (Pío Moa)
Sobre la progresiva acumulación literaria y artística anterior, el gran siglo cultural de España empieza con La Celestina (Tragicomedia de Calisto y Melibea) y culmina con El Quijote. Son seguramente las mayores obras literarias españolas y se cuentan entre las realmente grandes de la literatura universal.
El tema de La Celestina es el amor sexual, tratado en tres niveles o facetas: el sublime (Melibea) el vulgar (Calisto) y el sórdido (de la prostitución en torno a la hechicera y “puta vieja” Celestina): los tres terminan en tragedia. Su crudeza se disfraza como lección moral contra “el loco amor”, pero recuerda más bien las frases no moralizantes del coro de Antígonasobre “el amor invencible que enloquece a aquel a quien posee”.
Celestina es un personaje muy sugestivo. Completamente cínica, entiende que la sociedad funciona por el vicio y la mentira, lo cual no impide desenvolverse en ella a una persona hábil y sin falsas ilusiones éticas. Su aguda penetración psicológica, un tanto demoníaca, le permite captar y explotar los motivos reales de mucha gente bajo declaraciones hipócritamente moralistas. Entiende además la verdad como un mal, como algo dañino y peligroso. Para ella el amor es (o encubre) simplemente un deseo instintivo de placer, cuya explotación le permite ganarse la vida; y su vida consiste en eso. Será precisamente su codicia la causa de su perdición, al morir asesinada.
Calisto es un chisgarabís bien parecido, arrogante, inescrupuloso y algo estúpido. La belleza de Melibea le suscita en algún momento sentimientos elevados, pero “se vuelve loco” por ella, por poseerla sexualmente en realidad, como un trofeo halagüeño para su ego. En suma, su visión se parece a la de Celestina, solo que, al ser rico, no precisa ganarse la vida con las miserias de la vieja: esta resulta más simpática por vivir en la necesidad y por su agudeza, aunque perversa, ausente en Calisto. La muerte de este no es trágica sino trivial como su vida: se descalabra al caer de una escalera.
Melibea viene a ser lo contrario de Celestina y también de Calisto. Es inteligente, culta y posee una delicadeza espiritual y moral en su concepción del amor, incluso cuando acepta la eventual posición de barragana. ¿Por qué, entonces, se enamora de un sujeto como Calisto, y lo hace hasta el punto de que la vida sin él le parece vacía y sin sentido y le lleva al suicidio? Son cosas que ocurren realmente, difíciles de explicar, por eso se dice que el amor es ciego, o que enloquece. Tendemos inconscientemente a asociar la belleza exterior, que posee Calisto, con una belleza interior que no posee. Seguramente el tiempo la haría desengañarse, pero no hay tiempo porque Calisto se cae de la escalera, y con él todas las ilusiones de Melibea.
Las grandes obras literarias lo son porque nos obligan a acercarnos o entrever problemas de nuestra condición humana que normalmente rehuimos o apenas percibimos en la preocupaciones de la vida corriente. No somos como esos personajes ficticios y no obstante sentimos que sus destinos nos afectan en algo profundo.
El Quijote, primera novela moderna, pertenece también a esa clase de obras geniales. Hace reír, y en el fondo de nosotros mismos. El ser humano anhela una vida elevada, “plena”, o feliz, cuyo sentido intuimos sin comprenderlo racionalmente. Anhelo esencial, frustrado en mayor o menor grado por la dureza de la vida y la relación con los demás; dureza propia de tiempos de desgracia general, pero también de los pacíficos y tranquilos, y pese a que el individuo no puede sobrevivir sin la compensación de la sociedad. Ante el choque con la realidad, la aspiración va perdiendo fuerza, llevando a la depresión o al cinismo. O más a menudo a un conformista “ir tirando”, no forzosamente mortecino, pues la mediocridad puede ser “áurea” según Horacio. La experiencia dolorosa nos induce a burlarnos de las ilusiones por lo común concebidas en la adolescencia o expresadas candorosamente. Pero “ilusión” tiene en español un doble sentido, como idea falsa e ingenua de la realidad, propia de “ilusos”; pero también como impulso a superar la mezquindad de la vida limitada a las pequeñas ocupaciones utilitarias. Ahí están los políticos parloteando de “ilusionarnos”
Don Quijote se parece en eso a Melibea, aunque sus anhelos sigan muy distinto derrotero. Él no se resigna a la existencia anodina de mediano hidalgo de pueblo, cree que tiene que haber “algo más” y aspira a una vida heroica arrostrando los peligros, sufrimientos y sacrificios anejos. En ese heroísmo, definible como una lucha épica por el bien, quiere encontrar la plenitud y el sentido. Pero no lo consigue: el ambiente social rechaza con mofas y golpes su rebeldía contra la mediocridad, aunque no consigue doblegar al caballero, que insiste una y otra vez.
Parte del genio de Cervantes consiste en diseñar dos personajes arquetípico, con Sancho de servidor realista que acaba contagiándose en parte de las ideas de su amo, personajes los dos que van evolucionando en su interacción. Incluso en sus empresas más disparatadas, Don Quijote combina los rasgos de persona sensata e inteligente con los del loco, que interpreta la realidad de acuerdo con sus deseos. Y una y otra vez recibe escarmientos que no lo escarmientan, porque el anhelo de una vida superior es demasiado fuerte en él y le domina. Y ahí radica su peculiar grandeza: hay belleza en sus acciones y fealdad en las reacciones que provoca.
Se trata, como La Celestina, de una obra melancólica sobre la condición humana. Incluso depresiva: el crítico inglés J. Ruskin le achacó ser una mofa de los más nobles sentimientos humanos, y Lord Byron vio en ella el final del heroísmo español. Pero la mofa es solo aparente, y la parodia de las novelas de caballerías solo un pretexto. También es probable que Cervantes se esté burlando, con humor sin amargura, de su vida llena de avatares y aventuras, y de ansia de gloria, para terminar en un ambiente poco glorioso, del que solo podía evadirse por su afición literaria y sus amigos quizá de taberna: “Adiós donaires, adiós regocijados amigos, que yo me voy muriendo…”. Sea cual fuere el motivo concreto de una obra genial, esta desborda siempre la intención del autor. Pocas, si alguna, expresan con mayor acuidad un rasgo definitorio de la condición humana: el misterioso anhelo psíquico de sublimidad frente a la oposición a ella, también misteriosa, del mundo real.
Entre la publicación de La Celestina a finales del siglo XV y la del Quijote media algo más de un siglo, el de mayor potencia de España en todos los órdenes, y es forzoso citar al menos a algunos de los escritores más conocidos, Garcilaso, Santa Teresa, San Juan de la Cruz, Lope de Vega, Boscán Fray Luis de León, los pensadores de la Escuela de Salamanca, y tantos más. y tantos más. En esa época nacen géneros originales como la picaresca o la poesía mística y se cultivan otros como la literatura pastoril, amorosa, de caballerías… La intensa actividad tanto artística como intelectual compone el original Renacimiento español. Una eclosión que se prolongaría por gran parte del siglo XVII. Aunque según los distinguidos críticos hispanófobos actuales ni España existía o era un país enfermo, ni su cultura tenía mayor relevancia.
Cabe señalar que este fue también el período de mayor actividad de la Inquisición, lo cual evidencia la falsedad de la acusación de haber paralizado por el terror la cultura y el pensamiento. Pese a lo cual lo repiten impertérritos mil personajes. La Inquisición es parte esencial de la leyenda negra, propiciada ante todo por los protestantes.
Conviene, pues poner las cosas en su punto: la Inquisición fue un tribunal político-religioso que duró tres siglos largos, con mucha actividad en el primero y escasa o muy escasa después. Nació cuando en toda Europa se estimaba la disidencia religiosa un grave peligro para la estabilidad social, lo cual se acentuó con el protestantismo. Toda Europa sufrió persecuciones y tribunales, ninguno tan longevo como el español, lo que compensaban con un carácter mucho más sanguinario. En sus tres siglos, la Inquisición causó la muerte documentada a unas 1.000 personas, y posiblemente de otro millar o dos millares en las etapas no documentadas. En los países protestantes las víctimas fueron muchas más en mucho menos tiempo. Contra las leyendas, la Inquisición era más garantista que los tribunales civiles europeos y practicaba mucho menos la tortura. No se olvide que la idea de la tolerancia nace mucho más tarde en Inglaterra (Locke), para frenar las persecuciones entre protestantes, pero manteniéndolas contra los católicos. Y recuérdese que en nuestros ilustrados días las policías políticas de muchos estados han causado más víctimas en breve tiempo y empleado mucho más la tortura.
Aunque la idea de la Inquisición no sea hoy aceptable debe contemplarse dentro de las condiciones de su tiempo. Y a su favor pueden decirse al menos dos cosas s: que evitó a España la masiva quema de brujas (se han estimado en más de 100.000 víctimas) de otros países, en especial protestantes; y contribuyó a impedir en España las guerras civiles que solían acompañar a la expansión protestante.