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miércoles, 25 de marzo de 2020

Operación Rositas: los falsos culpables a los que la izquierda cargará con el coronavirus (Elentir)



Si algo ha demostrado hasta ahora la izquierda española es su irresponsabilidad, una palabra que suele interpretarse en el sentido de torpeza, olvidando cuál es su significado más profundo.

¿El Gobierno español debe ser llevado ante la Justicia por negligencia grave?
El lío que montaron el PSOE, Podemos e IU en 2014 ante un solo contagio de ébola en España

La izquierda política y mediática se juega mucho con esta crisis

Cuando llamamos a alguien irresponsable, lo que en el fondo queremos decir es que actúa como si no le importasen las consecuencias. La izquierda española viene actuando como si todo lo malo que hace siempre fuese culpa de los demás, y no duda en buscas chivos expiatorios para colgarles a otros los muertos que va dejando por el camino. Hará lo mismo con la crisis sanitaria que estamos viviendo. Es más: lo hará de forma más organizada, descarada y desesperada, porque partidos como el PSOE, Podemos e Izquierda Unida se juegan su futuro político, y sus medios afines se juegan su futuro empresarial; algunos políticos incluso se juegan su futuro penal. Por eso van a ser implacables en el señalamiento de chivos expiatorios.

El frente mediático de la Operación Rositas ya ha comenzado

El primer paso de este proceso, que podríamos llamar “Operación Rositas” (porque lo que buscan en el fondo es irse de rositas y no pagar por sus actos) pasará por comprar el silencio de los grandes medios. No le costará demasiado. El descenso en los ingresos publicitarios a causa del estado de alarma ya ha llevado a grandes medios a pedir ayuda al Gobierno, y éste va a jugar esa carta para silenciar las críticas. Ayer mismo ya vimos el caso de la censura a Alfonso Ussía en La Razón, medio propiedad del Grupo Planeta, uno de los grandes accionistas de Atresmedia (grupo que engloba a Antena 3, La Sexta y Onda Cero).

Los falsos culpables a los que la izquierda cargará con el coronavirus

Lo siguiente será desplegar una campaña de ataques contra falsos culpables. Medios afines al Gobierno, dirigentes de partidos de izquierdas y sus internautas afines ya se han puesto a ello. En Twitter, Facebook y grupos de WhatsApp ya se está desplegando la campaña para lavarle la cara al Gobierno y cargarle los muertos a otros. Éstos serán los elegidos:
  • El capitalismo. Algunos medios de extrema izquierda ya empezaron a señalar ese blanco hace semanas. La gran ventaja que tiene el capitalismo como hombre de paja es que le puedes atribuir toda clase de males porque, como un concepto difuso, no tiene personalidad y no va a defenderse. Además, la izquierda ya tiene una larga experiencia en atribuir todos los males al capitalismo, incluso a costa de ocultar los crímenes del comunismo. Poco importa que en este caso, de hecho, estemos ante una pandemia surgida de una dictadura comunista que se dedicó a ocultar la verdad durante semanas.
  • Los recortes. Es uno de los grandes mantras de la izquierda para culpar al PP. Lo que no suelen recordar políticos, periodistas e internautas de izquierdas es que Zapatero dejó un agujero de 16.000 millones en la sanidad en 2011, motivo por el que el gobierno de Rajoy se vio obligado a hacer recortes en ese ámbito. Tampoco recuerdan que el verano pasado, Pedro Sánchez exigió por carta recortes en gasto sanitario a 11 gobiernos autonómicos.
  • La Iglesia Católica. El visceral anticatolicismo de la izquierda española ya la está llevando a colgarle el muerto a la Iglesia. Podemos ya empezó con ello en Cádiz, usando el IBI como excusa: el mismo IBI del que están exentos los partidos políticos, la SGAE, el Ritz y el Palace, instituciones de las que la izquierda rara vez se acuerda al hablar de ese impuesto.
  • Vox. Alguien podrá pensar que sería mucho cinismo culpar a un partido de la oposición de una pandemia que ha alcanzado unos niveles terribles gobernando tres partidos de izquierda. Quien piense así no conoce bien hasta qué extremos puede llegar el cinismo de la izquierda… De hecho, tuiteros de izquierdas llevan semanas culpando a Vox del coronavirus por su acto de Vistalegre. Lo de menos es que el acto pudiese celebrarse porque el Gobierno no dictó ninguna prohibición al respecto, y que reuniese a mucha menos gentes que las manifestaciones del 8M. Poco importa también el hecho de que Vox ya pidió medidas contra el coronavirus desde el mes de febrero, una petición que fue ignorada por el Gobierno de Sánchez. Lo único que les importa a nuestros progres es tener una excusa.
  • Amancio Ortega. El dueño de Inditex es el blanco del odio de la izquierda porque tiene la costumbre de hacer donaciones a instituciones públicas. Según la izquierda, lo que tendría que hacerse es que el Estado le quitase vía impuestos lo que él libremente exige donar. Y es que la izquierda es incapaz de aceptar que haya algún mérito en las donaciones de Ortega, tal vez porque no es un millonario de izquierdas como Jaume Roures, que no ha anunciado ninguna donación por el coronavirus, pero al que ningún izquierdista le pide cuentas porque es amiguete.
Son muchos los españoles que van a colaborar en esa Operación Rositas sin darse cuenta. Entre ellos, muchos espectadores de La Sexta, oyentes de la Cadena SER y de Onda Cero, y lectores de diarios como El País, Público, Eldiario.es y El Plural. Les están manipulando de tal forma que todos aquellos que no sean un poco críticos se convertirán en fieles transmisores de las consignas. Lo que muchos serán incapaces ya no sólo de aceptar, sino de planteárselo siquiera, es que el Gobierno del PSOE, de Podemos y de IU tenga alguna culpa en esta crisis, a pesar de que ellos mismos culparon al PP de un solo contagio de ébola en 2014.
ELENTIR

Cardenal europeo: “El latín es indispensable como lenguaje litúrgico”



El futuro pertenece a la religión ortodoxa, dijo el 24 de marzo el cardenal Willem Jacobus Eijk en el sitio web Paix-Liturgique.com.

“Las religiones que se adaptan a la cultura y a la época se pierden, y después pierden a sus seguidores”. Es lo que aprendió Eijk por experiencia.

“Las parroquias que tienen una identidad fuerte y un liturgia dominical solemne tienen la mayor aceptación. Allí vemos familias y gente joven”.

Eijk admite que la Misa Tradicional en latín atrae a fieles jóvenes.

Él cree que "la Liturgia Antigua tendrá un rol en el futuro de la Iglesia".

“El latín es indispensable como lenguaje litúrgico, incluso en la forma ordinaria de la liturgia”.

NOTICIAS 25 de marzo de 2020



THE WANDERER


La peste: un sano ejercicio de la memoria

ADELANTE LA FE 


LA PESTE (Así de simple) Dardo Juan Calderón


GLORIA TV NEWS 


Presidente della República: "No cerramos las iglesias" (Video)

 
Obispo italiano derrotado: Basílica será reconstruida 

EL ORIENTE EN LLAMAS

Coronavirus y neomodernismo 

  
INFOVATICANA

Cardenal Eijk: “las religiones que se adaptan a los tiempos pierden a sus fieles” 
Selección por José Martí

El Papa Francisco y la rabieta de la pachamama, ¿cuatro casos de coronavirus en el Vaticano?, una ficción demasiado real.




Solemnidad de la Anunciación del Señor. 
 
Día soleado después de una fría noche Roma. Siguen los contagiados y los fallecidos de la peste que empieza a hacerse muy presente en la ciudad y sus alrededores. Hoy empezamos a tener algún obispo que se desmelena y nos empieza a decir que con todo lo que estamos viviendo Dios no solo está hablando, está gritando. Para otros Dios no tiene nada que ver con todo esto y es simplemente un grito de la naturaleza para que los malvados humanos la cuidemos mejor. El Papa Francisco nos ilustra sobre este hecho con afirmaciones inequívocas: «Hay un dicho, que ustedes han escuchado: ‘Dios siempre perdona’. A veces perdonamos. La naturaleza nunca perdona», «Incendios, terremotos… la naturaleza hace una rabieta para que la cuidemos». Si creemos estas tonterías podemos acabar pensado que la erupción de un volcán es por falta de caricias. Estamos volviendo al paganismo naturalista que ofrecía sacrificios para aplacar la ira de la naturaleza desatada. Es evidente que la naturaleza tiene sus leyes, esas que ahora negamos y que los clásicos llamaban la ley natural. Los seres humanos la vamos descubriendo y la utilizamos en nuestro beneficio y para nuestra utilidad. Las tormentas existen y pensar que son provocadas por una perversa nube a la que hemos maltratado y se ha enfadado con nosotros no deja de ser una imbecilidad o, lo que es peor, una monumental falta de fe y una apostasía sin precedentes.
 
En los tiempos idolátricos interpretaban que las catástrofes tenían que tener un motivo y tendían a sacrificar a los dirigentes a sus dioses culpándolos, por su actuación, de tanta desgracia. Podían ignorar muchas cosas que ahora pensamos que hemos descubierto pero tontos no lo eran y razón no les faltaba.

La oficina de prensa del Vaticano nos informa de cuatro casos confirmados de infección por coronavirus en el pequeño estado papal y, como siempre, tarde y mal. El primer caso nos dijeron que era una visita de un sacerdote que estaba haciendo las pruebas previas a su contrato. El segundo, lo adelantamos los medios, es un trabajador del negocio instalado en la estación de ferrocarril, los otros dos nos confirman que son empleados de los Museos Vaticanos.
 
El Vaticano no cuenta con una estructura sanitaria y esto hace que todos los casos se traten en hospitales fuera de su territorio. Es un juego peligroso porque se tiende a jugar con los datos y a no ser claros respecto a los verdaderos contagios. No podemos seguir más tiempo martirizando a los pocos trabajadores que siguen en sus puestos, sobre todo en la Secretaría de Estado, y que ven cómo colegas suyos desaparecen con extrañas dolencias. La decisión que se ha tomado es cerrar, de hecho, todos los dicasterios y organismos -quedan los porteros en sus puestos- y proteger la Secretaría de Estado. Se reconocen casos en la periferia que tanto gusta, pero se niegan cuando afectan al corazón.  
 
Tenemos información fiable de que el virus ha entrado en Santa Marta y que toca a persona que está al frente de una importante sección de la Secretaría de Estado. De esto ni palabra aunque todo el mundo lo comenta. El secretismo se convierte en complicidad que puede afectar muy seriamente a la salud de las personas, nunca tiene justificación, y es un crimen. Todo apunta a que el Papa Francisco está conviviendo con el virus en la misma casa. Es muy complicado controlar una residencia colectiva como Santa Marta en la que, se quiera o no, requiere para su funcionamiento la presencia de decenas de personas que se turnan en sus oficios y conviven fuera del Vaticano con sus familias. Esperemos lo mejor, pero mucho nos tememos que los contagios no son cuatro y no afectan sólo a la periferia. El miedo se palpa y no nos parece que sea sin fundamento.

Son tiempos apocalípticos en los que se han introducido en nuestras vidas las plagas bíblicas y las peores pesadillas
 
Gotti Tedeschi nos ofrece una reflexión en la que vuelve su mirada sobre el mensaje de Fátima para interpretar lo que estamos viviendo. Es evidente que Dios no es ajeno a nada de lo que sucede, ni en la gran historia de la humanidad, ni en la pequeña historia de cada ser humano creado para la eternidad con un alma inmortal. Los hechos que estamos viviendo se pueden interpretar muy acertadamente como un enorme grito de Dios. Sin ir más lejos, del evangelio de ayer tomamos la frase del final de nuestra presentación: «Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor». 
 
La salud del alma y del cuerpo están muy unidas, no somos máquinas, ni somos espíritus puros y es evidente que el pecado nos puede traer cosas peores, personalmente y a toda la humanidad. Vivimos en tiempos que las legislaciones de nuestros países, en una espiral sin fin de imbecilidad y locura, han convertido pecados gravísimos en derechos y pensado que son los reyes de la ley natural que pueden manipular a su antojo. Pensar que esto no tiene consecuencias y que Dios es una especie de bobalicón al que nada le importa, es absurdo. Dios quiere a sus hijos y porque los quiere los ha creado para la santidad, no hay otro destino posible para el ser humano y, como buen padre, hará lo posible y lo imposible para empujarnos en la justa dirección.
«En Londres, el editor Juan Diego Vargas está examinando un gran archivo del FBI sobre un complot en el Vaticano. El hombre acusa a Michael Wilson, un periodista independiente, de investigar. Al irse a Italia, el joven reportero comienza una investigación que destacará los eventos delicados y de alto secreto. ¿Quién impidió la elección de Gregorio XVII? Y por que ¿Quién estaba en el sótano de una sinagoga en Estrasburgo en el invierno de 1962? ¿Qué enormes trastornos causaron las altas jerarquías católicas? Pero, sobre todo, ¿qué sucedió realmente la noche del 28 al 29 de junio de 1963 en la Capilla Paulina y al mismo tiempo en un pequeño pueblo de Carolina del Sur? En la primavera de 1999, durante una cena privada en un prestigioso restaurante de Manhattan, el jesuita Malachi Martin, exorcista, teólogo y profesor del Pontificio Instituto Bíblico en Roma, contó algunos detalles impactantes sobre lo que sucedió esa noche.»
Esto es sólo la presentación de la novela que acaba de publicar Philip Evans, «Satanás en el Vaticano». Otra novela de ficción demasiado real en tiempos de una realidad que parece de ficción.

«Mi Padre sigue actuando, y yo también actúo».

Buena lectura. 
Specola 
 

GOTTI TEDESCHI: RIPENSIAMO AL MESSAGGIO DI FATIMA, IN QUESTI GIORNI.

“Ex malo bonum”. Ma il male occorre prima riconoscerlo

Vescovo rompe il silenzio: «Dio non sta parlando, sta urlando»

satana-in-vaticano-un-altro-romanzo-infernale

Il Vaticano non chiude gli uffici «allo scopo di evitare il contagio»: la gaffe nel comunicato, 4 i positivi

Madonna dell’Arco, sesto decesso nella residenza anziani. Due positivi. Tampone anche al priore

Coronavirus, nel Lazio boom di morti e guariti. Corrono i contagi: 188 i nuovi

VATICANO, I DICASTERI LAVORANO A RANGHI RIDOTTI E DA REMOTO

Coronavirus: Vaticano ‘non sospendiamo attivita’ dicasteri ed enti’

Giornata vocazioni, il Papa: «Coraggio, anche quando il mare è in tempesta»

Papa Francesco: «Medici, preti e infermieri morti sono esempi di eroicità»

Ciudad del Vaticano tiene 4 casos de coronavirus

APPELLO AI VESCOVI PER LA SANTA MESSA. GRIDATELO DAI TETTI!

Jn 13, 12-16



Así como Jesús lavó los pies a sus apóstoles, hemos de lavar los pies a los demás… Y para aquel acto de tanta humildad de lavarles los pies, primero Jesús se quitó el manto. Es curioso cómo el evangelio nos explica tanto que se lo quitó como que se lo volvió a poner. El quitarse el manto era quitar aquello que le vestía, quedar a la vista de todos, y con el aspecto de sirviente, ceñido con una toalla. Para rebajarse a ese nivel, es necesario quitarse el manto de todo aquello que me viste, y si dejamos de lado el manto físico, hay un manto que consiste en esa idea que tengo de mí mismo en donde confluyen mi orgullo, mi vanidad y esa idea tan grandiosa que tengo de mí mismo. Para rebajarme a hacerme el último de entre todos los demás, tengo que despojarme de ese manto. Tragarme mi orgullo, olvidarme de mi vanidad, apagar esa estima tan alta en que me tengo. Total, nunca será tanto lo que me tengo que rebajar como el Hijo de Dios que se hizo hombre, y luego que se hizo sirviente. Y la gran diferencia es que Su dignidad era real, se despojó de un rango y una altura que le correspondía. Mi “rango” y mi “altura”, por lo general, lo fabrica mi propia vanidad y se basa en lo que yo creo que los demás deben pensar de mi y cómo me han de estimar.

Ese manto no se cae con tanta facilidad. Pero una vez que logramos quitárnoslo, entonces lavar los pies a los demás ya no cuesta tanto. Y no solo vemos que ése es nuestro sitio, el de sirviente, sino que podemos llegar a entender que sí somos capaces de amar a aquellos a quienes tanto nos cuesta.

Es la imitación de Cristo: “Pues si yo, que soy el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros os pies unos a otros”. Pero, como bien explica la biblia… primero hay que quitarse el manto. “Os he dado ejemplo para que como yo he hecho con vosotros, así lo hagáis vosotros.”

Y, por si acaso encontramos que tenemos demasiado pegado el manto, o si creemos que en nuestro caso sí está justificado que no nos lo quitemos por nuestra propia y tan gran dignidad, el Señor remata la enseñanza poniendo nuestros pies bien asentados en la tierra: “Os lo aseguro, no es el siervo más que su señor, ni el enviado más que el que lo envía.” Si lo hizo Él. Si Él se quitó un manto verdadero, y se rebajó de verdad… cuánto más ese manto ficticio que nosotros mismos fabricamos para nuestra supuesta gloria mundana ha de caerse al suelo. Qué gran gracia sería que ese manto se quedara desintegrado, de una vez por todas, en el suelo.

Suficiente por hoy. 
misatradicional

Otro Kolbe (Capitán Ryder)




Julio de 1941. Un prisionero ha escapado del campo de concentración de Auschwitz. Todos los prisioneros saben qué ocurrirá.

Al día siguiente forman en el patio largas horas hasta que al atardecer se selecciona a 10 de ellos para ser ejecutados. Es el precio a pagar por la fuga.

Cuando señalan a uno de ellos este grita «He perdido a mi mujer y ya no veré a mis hijos».

El padre Kolbe da un paso al frente y se ofrece en lugar de ese prisionero. El director del campo acepta.

Son confinados en un bunker subterráneo y privados del suficiente alimento y agua mueren antes de 2 semanas. Todos excepto el padre Kolbe que es sacado nuevamente y asesinado mediante inyección letal.

Dice Romanos 5:20 que donde abundó el pecado sobreabundó la gracia.

Y sí, esta crisis que ha sacado lo peor de muchos, empezando por nuestros gobernantes(1), también ha sacado lo mejor de otros.

El P Giuseppe Berardelli, sacerdote de 72 años de Casnigo (Bérgamo), renunció al respirador que necesitaba y que su comunidad parroquial había comprado solo para él. Y lo hizo para que el respirador pudiera ir a otra persona. Alguien más joven, pero enfermo como él. Alguien que no sabía del sacrificio del sacerdote.

DEP(2).

Capitán Ryder

 
(1) Hablo de los españoles que es a quienes he visto actuar, con una responsabilidad claramente criminal.

(2) A este sacerdote, a los más de 3.000 españoles y al resto de fallecidos «Dales Señor el descanso eterno y brille para ellos la Luz eterna»