BIENVENIDO A ESTE BLOG, QUIENQUIERA QUE SEAS



Mostrando entradas con la etiqueta Padre Santiago González. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Padre Santiago González. Mostrar todas las entradas

jueves, 7 de julio de 2022

Ha fallecido el querido padre Alfonso Gálvez



Ha fallecido el Padre Alfonso Gálvez y por caridad lo mejor que hacemos es rezar por su eterno descanso en la firme esperanza de tener un fuerte intercesor en la eternidad. Doy gracias a Dios por el don de haberle conocido y tratado en tres visitas a su casa. Defensor de la tradición católica es su mayor fama, pero yo quiero resaltar su testimonio vivo de alegría, sano humor, naturalidad libre de toda afección artificial, y por último los buenos consejos espirituales que me dio en momentos duros de mi vida.

Descanse en paz.


Padre Santiago González

viernes, 3 de diciembre de 2021

Consejos para vivir la Navidad como católicos (Padre Santiago González)



Estamos en diciembre y avanzado el adviento se acerca la navidad. Y en este breve artículo me permito compartir algunos consejos para vivir este tiempo litúrgico tan fuerte y entrañable para todo cristiano a la vez que resistimos la oleada de secularismo agresivo desde lo mundano y sutil, en parte, desde el modernismo religioso. Por supuesto que lo primero y principal para un discípulo de Cristo es preparar esta y cualquier otra fiesta de la mejor forma posible: con una confesión contrita. Pasemos a los consejos de forma concreta y clara:

1: No comencemos la decoración navideña al menos hasta el domingo de gaudete, III de adviento, que es anticipo de la navidad, o como muy pronto en la Inmaculada. Las formas no son lo importante pero nos “hablan” de nuestra disposición interior; y la disposición ha de ser vivir el adviento como tiempo de espera y penitencia.

2: Huyamos del consumismo como del mismo demonio (que es de hecho quien lo alienta). Es normal que en la familia se hagan regalos, comidas especiales…claro que si, pero con sobriedad y decoro. La navidad no puede convertirse en objeto de márketing creador de necesidades que solo existen en la calculadora del negociante.

3: Acudamos a Misa del gallo; sí, recuperemos esa preciosa tradición. Hay que movilizarse para ello y expresar el deseo a los párrocos y rectores de templos. La Misa de nochebuena a las 12 de la noche del 24 de diciembre. Nada de “misas del pollito” celebradas a las 6, 7 u 8 de la tarde. El argumento más miserable que me han dicho para suprimir la Misa de medianoche es que “como ya en las familias son mayoría los no practicantes…”….signo típico del pensamiento débil dentro de la cristiandad. Volvamos a la tradición más entrañable y nada mejor como colofón de la cena familiar que ir todos a la Santa Misa del gallo.

4: Si estamos de vacaciones y disponemos de mayor tiempo libre hagamos nuestros el espíritu auténtico de la navidad a la hora de acompañar, visitar, confortar, a nuestros amigos y conocidos que más estén sufriendo. Dediquemos menos tiempo a comidas/cenas mundanas y más a vivir la caridad fraterna en estos días navideños.

5: Enseñemos a los niños que el 24 de diciembre por la noche viene el Niño Jesús y NO papá noel. Y si preguntan les contamos de donde viene la tradición del que parece haber usurpado el cumpleaños de Jesús: un obispo de la actual Turquía llamado san Nicolás y cuya memoria celebramos el 6 de diciembre y no el 24.

6: Felicitemos con la palabra NAVIDAD, y no con la mundanizada expresión de “felices fiestas”.

7: El 31 de diciembre por la noche busquemos en nuestro entorno donde se celebre Misa a las 12 de la noche: magnífica forma de empezar el año nuevo. No con borracheras ni fiestas insanas sino con el Santo Sacrificio de Cristo por amor a nosotros. Y sí: hay Misas en muchos lugares a esa hora. El que firma este artículo la celebra cada año en una céntrica Iglesia de Sevilla dedicada a san Onofre, y cada año acuden más fieles.

8: Celebremos la Epifanía con verdadero espíritu de Fe y Amor. Enseñemos a los niños que la alegría no se basa solo en recibir sino en compartir igualmente. Y sigamos la estela de la sobriedad y el decoro frente al secularismo consumista.

9: Mantengamos la decoración navideña en nuestros hogares hasta el domingo posterior a Epifanía. El tiempo litúrgico de la navidad no acaba el 6 de enero sino con la celebración del Bautismo del Señor. En la tradición católica incluso se extendía el plazo hasta el 2 de febrero, día de la Presentación en el templo de Jesús.

10: Por último….que la navidad sea una verdadera fiesta cristiana en forma y fondo; que crezcamos en amor a Dios y al prójimo y que ese amor no se avale en emociones que se lleva el viento sino en obras de virtud. 

Si así lo hacemos habremos vivido una navidad cristiana y no una mera fiesta consumista.

Padre Santiago González

miércoles, 17 de noviembre de 2021

Nuevo lenguaje: arma diabólica para narcotizar la conciencia (Padre Santiago González)



En el siglo pasado el escritor George Orwell nos dejó su obra literaria “1984”: una novela terrible de carácter profético sobre lo que podría llegar a ser una realidad autocrática a nivel mundial basada, en gran parte, en la aniquilación de la verdad objetiva suplantada por la ideología de la mentira al servicio del partido único. El medio de hacerlo era a través del cambio del lenguaje: la llamada “neo-lengua” por medio de la cual se iba transformando el mismo pensamiento de la población pasando de conceptos reales a los conceptos que interesaban al partido. Pues bien: AQUÍ y AHORA está sucediendo sin que muchos se den cuenta: el cambio lingüístico está cambiando la forma de pensar y narcotizando moralmente las conciencias. Y si cree el lector que exagero lo demostraré por medio de algunos ejemplos muy significativos:

1º: La palabra ABORTO es suplantada por “Interrupción voluntaria del embarazo”. Una palabra que define el peor de todos los crímenes (contra el que no se puede defender y se le niega el derecho a vivir) se cambia por un concepto menos agresivo al oído y más afín a lo jurídico y a lo “humano” (desde la óptica actual).

2º: La palabra MATRIMONIO es suplantada por “Pareja” que a su vez acapara a toda situación de vida en común. Una palabra que define el compromiso definitivo entre un hombre y una mujer, ambos solteros, se cambia por un concepto donde caben: novios, casados, divorciados vueltos a casar, parejas de homosexuales…; y se hace más afín a la ideología actual que pretende socavar la familia cristiana y el matrimonio natural, a la par que diluye toda diferencia entre una pareja bendecida por Dios en el santo matrimonio con una pareja que opta por vivir en pecado mortal.

3º: La palabra SEXO (referida a masculino/femenino) es suplantada por “Género”. Una palabra que define la genética humana (que es masculina y/o femenina, ya que la ciencia nunca ha demostrado que exista otro gen) se cambia por un concepto que implanta una cantidad interminable de tendencias (l, g, t, b, i, q, r…etc) en aras a sustituir la ley natural por una ley ideológica que por motivos meramente oportunistas enarbola hoy la izquierda junto a la derecha liberal. De ese modo se implanta la idea de “libre elección de género” que desplaza la libre voluntad del mismo Dios que nos da a cada uno un sexo desde la concepción.

4º: La misma palabra DIOS es suplantada por “Trascendencia”, de forma que se elimina de raíz la esencia personal de Dios para suplantarla por una mera visión del ser humano que trasciende de si mismo para seguir alrededor de si mismo. De ese modo se deja de creer en CRISTO (que es Dios encarnado) para, si acaso, creer a modo de adhesión ideológica a conceptos tales como “justicia social, ecología, sostenibilidad, humanismo…etc” y se vacía la fe de su propia esencia cayendo de forma inmediata el concepto de “Iglesia” reconvertida en ong o empresa con solo fines sociales.

Pero sigamos ahora con ejemplos más propiamente “intra-eclesiales”:

5º: La palabra MISA es sustituida por “Eucaristia”. Es decir: el fruto de la Misa, que es la Eucaristía, acapara todo el árbol. Al decir solo “Eucaristía” se suprime el carácter sacrificial de la Misa, se obvia nuestra responsabilidad moral dada por los pecados personales, se diluyen los mismos fines de la Misa, y lo que es peor: es como una invitación global a comulgar: que todos comulguen ya que es una cena de invitados. Esta sustitución, de matiz claramente protestante, es causa de innumerables sacrilegios.

6º: La palabra PECADO es sustituida por “Error”, despojando así del pecado su misma esencia que es la ofensa a Dios. No pocos teólogos opinan que quien crea poder ofender a Dios se expresa con soberbia ya que nadie es capaz de ello. Suprema contradicción: niegan que haya pecado a la vez que califican de pecado esa negación (el modernismo siempre usa un razonamiento absurdo). De ese modo se narcotiza la conciencia y ya casi nadie tiene sentido de pecado. Al eliminar la “ofensa a Dios” y desde una catequesis ridícula, por ejemplo, se impone el tópico de “faltar a Misa dominical no es pecado ya que no hago daño a nadie”…, o por ejemplo se preparan las confesiones personales obviando por completo los tres primeros mandatos del decálogo referidos a la relación del alma con Dios.

7º: La palabra APOSTOLADO es sustituida por “Diálogo”, despojando así de la misión toda la tensión positiva que afecta a la voluntad del cristiano a la hora de rezar por la conversión del hermano, ofrecerle el camino de la fe verdadera, invitarlo a bautizarse (o a confesarse, confirmarse…). De ese modo vemos como muchas misiones se transforman en acciones centradas en la promoción social de los destinatarios y reduciendo al mínimo (o a la totalidad) el sentido real del mandato de Jesús sobre las misiones: “Id por todo el mundo y bautizad…”

8º: Con la palabra INFIERNO sucede algo peculiar. No se suplanta por otra pero si se le cambia el significado dejando igual el significante. El infierno es solo intraterreno: el conjunto de todos los sufrimientos injustos que se dan en el mundo a causa de los males estructurales. Una vez escuché a un teólogo que “un exorcismo es hacer una huelga ante una injusticia ya que el diablo no existe”. Es un ejemplo representativo de lo que hoy tenemos. Ese vaciamiento del significado real provoca en muchos cristianos la falsa seguridad de la salvación eterna sin contar con la libre respuesta a la Gracia de Dios.

Conclusión: es urgente desenmascarar la estrategia diabólica de “cambiar” la verdad a través del uso falso del lenguaje, y hacerlo no solo de puertas afuera sino empezando por las palabras que usamos en la misma Iglesia. La labor destructiva empezó hace muchos años y sus efectos son ya una contundente realidad. Y, a modo de posdata añado: que dentro de poco nos saludemos con cariño con un “feliz navidad” y no con “felices fiestas” (otro ejemplo más de la perversidad nacida de esta revolución silenciosa y sutil).

Padre Santiago González

sábado, 25 de septiembre de 2021

Las trampas del diablo en el “mundo tradicional” (Padre Santiago González)

ADELANTE LA FE


Comienzo este artículo evocando una cita del nuevo testamento: Hechos 17, 22-23 (capítulo del discurso de san Pablo en el aerópago ateniense). Esta es la cita:
Pablo, erguido en el centro del Areópago, tomó la palabra y se expresó así: — Atenienses: resulta a todas luces evidente que ustedes son muy religiosos. Lo prueba el hecho de que, mientras deambulaba por la ciudad contemplando los monumentos sagrados, he encontrado un altar con esta inscripción: “Al dios desconocido”. Pues al que ustedes adoran sin conocerlo, a ese les vengo a anunciar.
Pablo llega a Atenas y se encuentra una ciudad plagada de templos dedicados a los “dioses” (ídolos hechos de manos humanas) y él sabe que su misión es evangelizar a una población que no conoce a Cristo. Pablo sabe muy bien el error tan grave de la idolatría y el mal que causa en las almas. Lo sabe y quiere remediarlo con una predicación exhortativa que provoque la conversión plena de los atenienses. Y, con todo ello, comienza su sermón elogiando la virtud religiosa de sus oyentes; desde ahí los oyentes abrirán sus oídos no solo para “oír” sino para escuchar el mensaje, y con esa estrategia tan audaz Pablo irá logrando, poco a poco, que las almas se acerquen al único Dios verdadero.

Pues bien: en este artículo hago la invitación a todos los que amamos y respetamos la tradición católica para que advirtamos los peligros sutiles que el diablo convierte en tentación muy efectiva para anular y/o deformar nuestro apostolado en estos tiempos tan difíciles que vivimos. Aprendamos de san Pablo:

1: Pablo no comienza su discurso con una contundente condena de las prácticas idolátricas de sus oyentes. Al contrario: elogia una virtud que no está bien encauzada. Primera tentación del diablo hacia el mundo tradicional: presentarnos en todo momento con la bandera cargada de agresividad al defender si, la verdad, pero de la forma menos acogedora para un público que quizás nunca haya tenido la suerte de recibir una buena formación. O lo que es lo mismo: convertir en insoportable para la gente lo que es la mejor medicina de las almas, habida cuenta de que en nuestra manera impera más el deseo soberbio de imponernos que la humilde responsabilidad de transmitir una verdad que no poseemos sino que nos posee (lo cual es una sensible diferencia).

2: Pablo sabe argumentar su discurso de forma que no parezca afectado o artificial. Asume la prioridad del mensaje al pueblo por encima del orador que lo expresa. En su argumentación no busca el aplauso de sus amigos sino la comprensión de aquellos que desea sean convertidos por efecto de la Gracia. Segunda tentación: mantener una forma pietista (artificial en el fondo) que de modo inconsciente busque la llamada de atención no tanto de la Palabra manifestada como si de la fama personal so pretexto de ser un buen representante de Dios.

3: Pablo otorga a los oyentes una actitud buena a modo no consciente. Les anuncia al Dios verdadero al que “ya adoran sin conocer”. Magistral forma de exhortar los corazones hacia una conversión llena de alegría interior. Tercera tentación: suplantar la Gracia de Dios por una especie de “victoria apostólica” que anula por completo la acción de esa Gracia de Dios en el corazón de aquel a quien nos dirigimos que, quizás, esté más cerca de la verdad (en su vida) que nosotros en la nuestra.

Vivimos tiempos muy recios: es evidente. Pero no podemos olvidar que el diablo trabaja sin descanso no tanto para evitar que los católicos tradicionales obvien su misión apostólica sino más bien para deformarla y evitar así sus frutos espirituales. Y el ejemplo del discurso paulino nos debe hacer reflexionar sobre estas tentaciones encaminadas a impedir el efecto del Espíritu Santo sobre los corazones y, a la vez y sumado a ello, a potenciar una vanidad espiritual personalista que perjudica notablemente a la imagen de la tradición católica. Por tanto eliminemos de nuestra vida cristiana estas actitudes (si se dieran):

1: El gesto continuamente agresivo y lleno de celo amargo; el Padre Jorge Loring (q.e.p.d.) enseñaba que “con cara de cementerio es imposible hacer apostolado”

2: La permanente tensión interior que anula la paz del espíritu y ahoga la alegría de ser cristiano

3: La falta de empatía con las almas que Dios pone en nuestro camino para que las acerquemos a Él

4: El “quietismo” que convierte la vida espiritual en una especie de torre de marfil donde no dejemos entrar al prójimo desde un falso concepto de piedad

5: El ardiente deseo de lucha contra los pecados ajenos (y los males de la Iglesia) sin reparar que ese deseo debe iniciarse por la lucha contra nuestro pecado

Si advertimos, y luchamos, contra esas tentaciones con las que el diablo pretende errar nuestro camino, viviremos de verdad el mandato de las misiones a la vez que en nuestra conciencia resonará de forma permanente esta cita de Nuestro Señor con la que concluyo: estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo (Mateo 5,1-12a).

Padre Santiago González

domingo, 3 de mayo de 2020

¿Pretendo salvarme sin convertirme?… la gran mentira de hoy (Padre Santiago González)


Duración 23:31 minutos

En este tiempo de Pascua meditamos sobre Jesucristo resucitado camino de la Ascensión, y en esa reflexión debemos aprender a tener los pies en la tierra a la vez que los ojos del alma en el cielo. La tentación de hoy es caminar fuera de la realidad y a la vez mirar solo a la tierra. ¡Urge la conversión!

domingo, 26 de abril de 2020

El buen pastor (padre Santiago González)


Duración 18:41 minutos

Domingo del Buen Pastor: Nuestro Señor Jesucristo es el buen pastor que da su vida por sus ovejas; reflexionamos hoy sobre la Redención de Cristo en la Cruz y sobre la Divina Providencia, a la par que constatamos la ausencia de sentido de pecado en nuestras conciencias y el peligro que ello supone para nuestra salvación.

domingo, 19 de abril de 2020

Jesucristo instituye HOY el sacramento de la confesión


Duración 14:56 minutos

En el II domingo de pascua escuchamos la palabra de Dios: Jesucristo instituye el sacramento de la confesión y otorga la potestad de perdonar los pecados al sacerdote. Es CRISTO quien perdona los pecados y lo hace a través del sacerdote. Quien diga que se puede confesar “directamente” con Dios se miente a si mismo.

Padre Santiago González