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miércoles, 27 de mayo de 2015

Apostasía y rechazo de Dios (2 de 2)


Pongo aquí algunos ejemplos que ilustran lo que digo (aunque lo expreso en futuro, podría igualmente escribirlo en presente, pues se trata de realidades que se están dando ya hoy; si no todas, al menos casi todas ... es cuestión de tiempo)

-El aborto ya no será visto como un crimen sino como una "interrupción voluntaria del embarazo" (IVE) y un derecho de la mujer.

-La eutanasia no será ningún crimen sino un acto de compasión hacia una persona que está sufriendo y que merece tener una "muerte digna". Si se practica la letal con los animales para que no sufran, ¿no es acaso más importante una persona que un animal?

-El matrimonio no consistirá ya en la unión entre un hombre y una mujer con vistas a la procreación, sino en la unión de dos personas que viven juntas: se hablará de pareja, no importando que quienes estén "casados" sean del mismo sexo; y aunque de ahí no se derive, de modo natural, la posibilidad de tener descendencia.

-La fecundación in vitro se considerará como algo normal y signo de progreso y de civilización; y será utilizada por aquellos que deseen tener hijos, de modo que los niños serán producto de un experimento de laboratorio y no una consecuencia natural del amor de sus padres. Y lo que es peor, eso será visto en la sociedad como algo normal ... y la manera natural de tener hijos (la que siempre ha sido) será considerada por el común de las gentes como una rareza, propia de gente inculta e ignorante.

- Habrá diferente tipos de familia y esto se verá como algo normal y "natural": hombre con hombre, mujer con mujer, un hombre y dos mujeres, dos hombres y una mujer ... y así todas las combinaciones posibles. Curiosamente, la familia de siempre, la familia cristiana, considerada como un tipo más de familia, del mismo rango que las otras, será llamada familia tradicional. Y los medios se encargarán de ridiculizarla lo suficiente como para que la gente -idiotizada ya al máximo- la vea como algo superado y propio de épocas arcaicas y retrógradas. 

La "ideología de género" será una especie de dogma intocable, que se enseñará en los colegios, de manera obligatoria, como única visión posible de la realidad del ser humanoComo ya se sabe, según esta ideología perversa, el ser hombre o ser mujer no será algo que dependa de la naturaleza. Se dirá que el ser hombre o ser mujer es algo de tipo cultural y no natural, para convencer a los incautos, cuyo número irá en aumento. En pocas palabras, según esta ideología, lo que determina el sexo de una persona y la identifica como hombre o como mujer ... será el cómo "se sienta" o se considere esa persona a sí misma. De modo que una mujer será reconocida legalmente hombre, aunque no posea los atributos masculinos, si se siente hombre ... e igualmente un hombre será reconocido como mujer si se siente mujer. Predominio del sentir sobre el ser. Intento de subvertir el orden natural; es decir, de destronar a Dios, autor de la naturaleza, tal como está constituída. El hombre es el único dios.

Este pensamiento único acerca de la falsa "realidad inventada por el hombre" en contra de la naturaleza, será enseñado como la única realidad posible ... y como un "signo de progreso". Pensar así se convertirá en una imposición totalitaria del Sistema, aplicable a todos los ciudadanos (aunque nunca se usará la palabra totalitarismo).  Quien piense de otro modo será relegado al silencio, maltratado, perseguido, vilipendiado e incluso muerto, si fuese necesario, por aquello de que "el fin justifica los medios", expresión atribuida a Nicolás Maquiavelo, en su obra "El Príncipe".

Se hablará de libertadpero ésta habrá dejado de existir, pues nadie podrá argumentar ni pensar otra cosa diferente de la ya establecida por el Sistema ... se podrá "ser libre" sólo para pensar según esta manera artificial e inventada, que se transformará en la nueva naturalidad a seguir por todos.



Un auténtico trabajo de ingeniería social, para construir una sociedad humana "perfecta", creada por el mismo hombre, según sus propias normas ... las que el propio hombre se da a sí mismo y que, además, podrán ir variando con el tiempo, arbitrariamente, según sea quien se encuentre en el Poder. 

Y como trasfondo "feliz" de toda esta parafernalia aparecerán por todos los lugares públicos las palabras paz, libertad, serenidad, alegría, democracia, comprensión, etc..., palabras que habrán sido despojadas de su verdadero significado. 

Si todas estas cosas llegaran a cumplirse en su totalidad, sería la señal clara y evidente de la negación de todo lo sobrenatural y la sustitución de la Religión de Dios por la religión del hombre. El mal llegará a extremos insospechados y lo hará, además, con apariencia de bien. Todo estará justificado (cualquier tipo de violencia, mentiras, difamaciones, etc...) si se hace por la causa, para cumplir los objetivos propuestos por los promotores de este nuevo "enfoque" absurdo de la existencia.


Y, en realidad de verdad, no hace falta esperar al futuro próximo, porque todas estas cosas, en mayor o menor grado son el pan nuestro de cada día, en todos los lugares de la tierra

Un ejemplo de candente actualidad: mientras que todos los Gobiernos, a nivel mundial, no paran de hablar de paz, paz y más paz ... , sin embargo, no existe paz, porque no hay justicia. Dicha "paz" es otra farsa más y una gran mentira


Sirva un botón de muestra para demostrar lo que digo. Hoy se está produciendo -y esto lleva ya mucho tiempo- un exterminio y una masacre de los cristianos de Oriente Medio, a los que se quiere borrar de la faz de la tierra por el mero hecho de confesar su fe y no renegar de ella. Y todo ello con el silencio culpable y cómplice de Occidente que calla cobardemente y no actúa


Pero eso sí: mientras estos verdaderos cristianos y hermanos nuestros en el Señor, mueren por dar testimonio de su fe, a manos de aquellos que llevan a rajatabla lo que está escrito en el Corán, lo único que llega a nuestros oídos es que el verdadero Islam es una religión de paz (¡gran mentira, mentira contumaz: los hechos son los que cantan, los que dicen la verdad).


Como solución a esta barbarie y a estos asesinatos en masa de personas inocentes, que no han hecho daño a nadie, sino todo lo contrario; cristianos a quienes se les arrebata violentamente su vida, sin piedad, tan solo por el mero hecho de ser cristianos y no renegar de su fe en Jesucristo ... en Occidente no se nos ocurre otra cosa que continuar hablando de diálogo, diálogo y más diálogo entre religiones;  y de consensos y más consensos ... ¡todo mentira, cobardía e hipocresía!. Tal diálogo es imposible ... ¡y lo sabemos!, si es que la palabra diálogo sigue conservando todavía su auténtico significado ... ¡no hay tal diálogo! 




Eso sí: podemos cerrar los ojos como el avestruz y mirar a otra parte, como si lo que está ocurriendo no fuera con nosotros, pero la verdad y los hechos son tozudos. Lo cierto acerca de lo que está ocurriendo, si llamamos a las cosas por su nombre, es una claudicación de la propia identidadSe ha perdido la fe en Jesucristo, como verdadero Dios y verdadero hombre. 

El hombre de hoy, en su inmensa mayoría, ha rechazado a Dios y se ha construido su propia "religión", una religión (llámese "islam", "socialismo", "marxismo", "comunismo", "masonería", etc...) que es, en cualquier caso, diabólica. Pero "de Dios nadie se burla" (Gal 6, 7) ... y si bien es verdad que "al que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará" (Mt 12, 32a), sin embargo, "al que hable contra el Espíritu Santo no se le perdonará ni en este mundo ni en el venidero" (Mt 12, 32b). 


El pecado contra el Espíritu Santo es la soberbia de aquél que no sólo no reconoce su pecado ni, por lo tanto, se arrepiente de él, sino que tergiversa la realidad, niega el pecado y construye su propio mundo y su propia "religión". Para ellos no hay salvación posible ... y no porque Dios no quiera salvarlos, que lo quiere, sino porque ellos mismos se han rebelado contra Dios, a quien odian; y promueven este odio en la gente hacia aquellos cristianos que luchan por mantenerse fieles al Evangelio, a la Tradición y al Magisterio de la Iglesia de veinte siglos.


Decía el profeta Isaías: ¡Ay de los que llaman al mal bien y al bien mal, de los que ponen tinieblas por luz y luz por tinieblas, de los que cambian lo amargo en dulce y lo dulce en amargo! (Is 5, 20). Y el Apocalipsis coloca en boca de Jesucristo estas palabras terribles: "Los cobardes, incrédulos, abominables y homicidas, fornicarios, hechiceros, idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el estanque que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda" (Ap 21, 8), en clara alusión  al Infierno, una realidad que el mundo de hoy ha olvidado, pero que ahí está. Y es un dogma de fe. [Sobre el tema de la Justicia y de la Misericordia en Dios puede verse algo en este mismo blog pinchando aquí y aquí]