Duración 5:27 minutos
Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios (1 Cor 2, 12), el Espíritu de su Hijo, que Dios envió a nuestros corazones (Gal 4,6). Y por eso predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los gentiles, pero para los llamados, tanto judíos como griegos, es Cristo fuerza de Dios y sabiduría de Dios (1 Cor 1,23-24). De modo que si alguien os anuncia un evangelio distinto del que recibisteis, ¡sea anatema! (Gal 1,9).
Páginas
- EL RINCÓN CATÓLICO (Aprendamos Latín)
- EL RINCÓN CATÓLICO 2 (Aprendamos Latín)
- APRENDE LATÍN ON-LINE
- Latín padre Francisco Torres
- Historia sacra en latín
- FIDUCIA SUPPLICANS
- CURSO BÍBLICO
- TOMÁS DE AQUINO
- SUMA DE TEOLOGÍA
- FILOSOFÍA Y LITERATURA
- HISTORIA
- CONSERVANDO LA FE
- LA VENDÉE
- P. ALFONSO GÁLVEZ
- P. JAVIER OLIVERA
- P. SANTIAGO MARTÍN
- AGENDA 2030
- EL TORO TV
- EL ROSARIO EN FERRAZ , por José Andrés Calderón
- TEOLOGÍA DEL CUERPO DEL PAPA JUAN PABLO II ... Y RELACIONADOS
BIENVENIDO A ESTE BLOG, QUIENQUIERA QUE SEAS
Mostrando entradas con la etiqueta "VACUNA" OBLIGATORIA. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta "VACUNA" OBLIGATORIA. Mostrar todas las entradas
miércoles, 15 de marzo de 2023
viernes, 21 de octubre de 2022
Carta de Viganò a la Congregación para la Doctrina de la Fe: Corrijan la nota sobre el suero mRNA
19 de octubre de 2022
A Su Eminencia Reverendísima Monseñor Cardenal Luis Francisco Ladaria Ferrer, SJ. Prefecto de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe
Con copia adjunta a:
Su Eminencia Reverendísima Monseñor Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de Su Santidad, Su Eminencia Reverendísima Monseñor Cardenal Peter Turkson, Canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias, y de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales y Su Excelencia Reverendísima Monseñor Vincenzo Paglia, Presidente de la Pontificia Academia para la Vida
18 de octubre de 2022
Eminencia reverendísima:
El año pasado, concretamente el 23 de octubre de 2021, dirigí una carta al presidente de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos en la que expresé –como ya había hecho públicamente– mis grandísimas reservas hacia algunos aspectos sumamente polémicos en cuanto a la licitud moral del empleo de suero génico experimental producido con tecnología mRNA. En dicha carta, redactada con la ayuda y consejos de eminentes científicos y virólogos, puse en evidencia la necesidad de actualizar la nota sobre la moralidad del uso de algunas vacunas contra el cóvid a causa de las pruebas científicas que para entonces habían salido a la luz y previamente declaradas por las propias compañías farmacéuticas.
Permítame Vuestra Eminencia que renueve mi llamado en vista de las recientes declaraciones de Pfizer al Parlamento Europeo y de la publicación de datos oficiales por parte de organismos sanitarios internacionales.
Recuerdo ante todo que el documento del dicasterio que Vuestra Eminencia preside se promulgó el 21 de diciembre de 2020 cuando no había datos completos sobre la naturaleza del suero ni en cuanto a sus componentes, y se desconocían totalmente los resultados de las pruebas de eficacia y seguridad. El objeto de la mencionada nota se limitaba «al aspecto moral del uso de aquellas vacunas contra la Covid-19 que se han desarrollado con líneas celulares procedentes de tejidos obtenidos de dos fetos abortados no espontáneamente». La Congregación subrayaba además: «No se pretende juzgar la seguridad y eficacia de estas vacunas, aun siendo éticamente relevante y necesario, porque su evaluación es competencia de los investigadores biomédicos y las agencias para los medicamentos». La seguridad y la eficacia no eran por tanto la finalidad de la nota, que al hablar de la licitud moral del empleo no consideró oportuno pronunciarse ni siquiera sobre la moralidad de la fabricación de los fármacos mencionados.
La seguridad y eficacia de las vacunas en cuestión habría debido determinarse tras un periodo de experimentación, que habitualmente dura varios años. Pero en este caso las autoridades sanitarias decidieron experimentar en toda la población anulando la práxis científica, las normas internacionales y la legislación interna de los diversos países. Los resultados que se extraen de los datos oficiales publicados en todas las naciones que adoptaron la campaña masiva de vacunación han resultado incontestablemente desastrosos: se observa que las personas que se sometieron a la inoculación del suero experimental no sólo no estuvieron en ningún momento protegidas del virus ni de las formas graves de la enfermedad, sino que también se vieron más expuestas al cóvid 19 y sus variantes al haberse comprometido irreversiblemente su sistema inmunitario por la tecnología mRNA. Los datos ponen de manifiesto igualmente efectos adversos graves a corto y a largo plazo, como esterilidad, abortos espontáneos, transmisión del virus a los lactantes por la leche materna, dolencias cardiacas graves como miocarditis y pericarditis, reaparición de tumores previamente curados y muchas otras enfermedades debilitantes. Los casos de muerte repentina, que hasta hace poco se insistía en que no guardaban la menor relación con la inoculación del suero, están evidenciando por el contrario los efectos de las dosis de refuerzo en individuos sanos, jóvenes y en buena forma física. Entre los militares, rigurosamente controlados por personal médico por razones de seguridad, se hace patente la misma incidencia de efectos adversos a la administración del suero. Infinidad de estudios confirman que el suero puede causar formas de inmunodeficiencia adquirida. El número de fallecimientos y de enfermedades graves a raíz de la vacunación aumenta exponencialmente a nivel mundial: estas vacunas han causado más muertes que todas las administradas en los últimos treinta años. Es más, en numerosos estados el números de fallecimientos entre los vacunados supera al de los muertos por cóvid.
Si bien vuestra congregación no ha expresado su parecer sobre la eficacia y seguridad del suero, no obstante lo califica de vacuna dando por sentado que produce inmunidad y protege del contagio activo y pasivo. Esto último queda desmentido por declaraciones procedentes de autoridades sanitarias mundiales y de la propia OMS, según las cuales los vacunados pueden contagiarse y contagiar de forma más grave que los no vacunados y ven radicalmente mermadas o incluso neutralizadas sus defensas. Esos fármacos oficialmente denominados vacunas no se ajustan a la definición oficial de vacuna a la que suponemos que se refiere la Nota. Una vacuna se define como un preparado destinado a producir anticuerpos por el propio organismo brindándole una resistencia específica a una enfermedad contagiosa determinada, ya sea producida por virus, bacterias o protozoos. La OMS ha modificado esa definición, ya que de lo contrario no habría podido incluir también los fármacos anticóvid, que no generan anticuerpos ni proporcionan una resistencia concreta a una enfermedad contagiosa como es el SarsCoV-2.
Es preciso resaltar que la presencia de óxido de grafeno tanto en los lotes de vacuna como en la sangre de los vacunados ha quedado probada más allá de toda duda razonable, a pesar de no haber la menor justificación científica para ello y de que esté prohibida su utilización farmacológica en humanos debido a su toxicidad. Los devastadores efectos del óxido de grafeno en los órganos de los vacunados son palpables, y es de suponer que las empresas farmacéuticas habrán de responder pronto de ello. Vuestra Eminencia sabrá que el empleo de esas tecnologías con nanoestructuras autoensamblantes de óxido de grafeno han sido patentadas además con el objeto de permitir el seguimiento y control remoto de personas, en concreto con miras a monitorear los parámetros vitales del paciente, conectado a la nube mediante señales bluetooth emitidas por dichas nanoestructuras. Para que vea que estos datos no proceden de elucubraciones conspiracionistas, sepa Vuestra Eminencia que la Unión Europea ha declarado vencedores de un concurso dos proyectos de innovación tecnológica sobre el cerebro humano y el grafeno. Ambos proyectos serán costeados con mil millones de euros cada uno a lo largo de los próximos diez años.
Las vacunas contra el cóvid 19 han sido presentadas como única solución posible a una dolencia mortal. Esto era falso desde el primer momento, y dos años después se ha confirmado su falsedad: había y hay otros remedios, pero han sido sistemáticamente boicoteados por las compañías farmacéuticas porque eran muy baratas y no les resultaban rentables. Las publicaciones científicas, financiadas por las grandes casas farmacéuticas, los han desacreditado también en artículos que fueron retirados poco después por basarse en datos claramente falsos. Por otra parte, el cóvid 19 ha demostrado ser –como ya se sabía y era científicamente evidente– una forma estacional de un coronavirus curable, no mortal, salvo en casos porcentualmente insignificantes de una gripe estacional cualquiera, y aun así relativamente, en pacientes aquejados de otras dolencias. El monitoreo de coronavirus a lo largo de los años no deja lugar a la menor duda al respecto, y tira por tierra el argumento de emergencia sanitaria que servía de pretexto para imponer la vacunación.
Según las normas internacionales, no se puede autorizar la distribución de un fármaco experimental a no ser que no exista otro remedio eficaz. Por eso las agencias del medicamento de todo el mundo han vetado el uso de la ivermectina, el plasma hiperinmune y otras terapias de demostrada eficacia. No es necesario que recuerde a Vuestra Eminencia que todas esas agencias, junto con la OMS, están financiadas en casi su totalidad por empresas farmacéuticas y por fundaciones asociadas a éstas, y que hay un gravísimo conflicto de intereses a todos los niveles. En los próximos días, la presidenta de la Comisión Europea Ursula von Leyden habrá de responder ante el Parlamento de la financiación del Plan de Recuperación y Resiliencia que obtuvo para los laboratorios de Italia y Grecia por la empresa farmacéutica en la que trabaja su marido. No olvidemos tampoco que la misma presidenta se ha negado a facilitar al Tribunal de Cuentas europeo el texto de los mensajes intercambiados con el presidente de Pfizer Albert Bourla sobre los contratos de suministro, hasta hoy secretos.
La imposición del suero experimental se ha verificado mediante un despliegue de medios sin igual en la historia reciente, recurriendo a técnicas de manipulación de masas bien conocidas por los especialistas en psicología social. En tal operación de terrorismo mediático y violación de los derechos naturales de las personas mediante sobornos y discriminaciones intolerables, la Jerarquía católica ha optado por alinearse con el sistema, promoviendo supuestas vacunas y llegando a recomendar como un deber moral inocularse con ellas. La autoridad espiritual del Romano Pontífice y su influencia mediática, hábilmente utilizada por los medios para confirmar la narración oficial, han sido esenciales para el éxito de principio a fin de la campaña de vacunación y para convencer a numerosos fieles para que se sometan a ella por la confianza que tienen en el Papa y en su misión ante el mundo. La obligación de vacunarse impuesta a los empleados de la Santa Sede siguiendo la norma impuesta en otros estados confirman la adopción sin reservas del Vaticano de posturas sumamente imprudentes y apresuradas, carentes de toda validez científica. Esto expone al Estado Vaticano a posibles juicios compensatorios por parte de sus empleados, con posibles graves daños al erario. No es imposible tampoco que se incoen causas colectivas de los fieles contra unos pastores que se han convertido en expendedores de medicamentos peligrosos.
Han pasado más de dos años y la Iglesia no ha considera que tenga que corregir la Nota, que en vista de las evidencias científicas ha quedado superada y contradicha por la cruda realidad. La Congregación para la Doctrina de la Fe se limitó a valorar la moralidad del uso de las vacunas, y no tuvo en cuenta la proporcionalidad entre los beneficios de un suero génico, que brillan por su ausencia, y los efectos colaterales adversos a corto y a largo plazo, ya a la vista de todos. Siendo patente que medicinas vendidas como vacunas no aportan ningún beneficio significativo, sino que al contrario, pueden causar un elevado porcentaje de muertes y enfermedades graves incluso en pacientes para los cuales el cóvid no supone un peligro, no es posible ya seguir considerando válida la proporción entre riesgos y beneficios. Esto tira por tierra uno de los supuestos en que se basaba la Nota: «La moralidad de la vacunación depende no sólo del deber de proteger la propia salud, sino también del deber de perseguir el bien común. Bien que, a falta de otros medios para detener o incluso prevenir la epidemia, puede hacer recomendable la vacunación, especialmente para proteger a los más débiles y más expuestos» (nº 5). Sabemos de sobra que no hay falta de otros medios, y que el suero no impide ni previene la pandemia. Esto hace que la vacuna mRNA producida a partir de líneas celulares procedentes de abortos no sólo sea moralmente inaceptable, sino también peligrosísima para la propia salud, y en el caso de las embarazadas, para su descendencia.
A la hora de expresar una valoración moral de las vacunas, la Iglesia no puede dejar de tener en cuenta los numerosos factores que se deben tener en cuenta para formarse un juicio completo . Esta Congregación no puede limitarse a teorizar genéricamente sobre la licitud moral del fármaco en sí –licitud totalmente discutible en vista de la ineficacia, la falta de pruebas de genotoxicidad y cancerigenocidad y la evidencia de los efectos secundarios–; deberá pronunciarse cuanto antes sobre el hecho de que, habiendo quedado demostrada la total inutilidad para detener o incluso prevenir la epidemia, no puede seguir suministrándose. Es más, las autoridades sanitarias y empresas fabricantes tienen la obligación moral de retirarlo por dañino y peligroso, y los fieles de rechazar la vacuna.
Creo además, Eminencia Reverendísima, que ha llegado la hora de que la Santa Sede se distancie definitivamente de las entidades privadas y las multinacionales que han querido aprovecharse de la autoridad moral de la Iglesia Católica para avalar el proyecto maltusiano de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas y el Gran Reinicio del Foro Económico Mundial. No se puede tolerar que la voz de la Iglesia de Cristo siga haciéndose cómplice de un plan de reducción de la población del mundo basado en la patologización crónica de la humanidad y el fomento de la esterilidad. Y se hace todavía más necesario dado el escandaloso conflicto de intereses al que se expone la Santa Sede al aceptar el patrocinio y financiamiento de los artífices de esos planes criminales.
Vuestra Eminencia será consciente de las gravísimas consecuencias para la Santa Iglesia de su temerario respaldo de la narrativa psicopandémica. Aprovechar las palabras e intervenciones de Francisco para inducir a los fieles a someterse a un suero que no sólo ha demostrado no servir para nada sino ser gravemente perjudicial es algo que ha perjudicado gravemente la autoridad del Vaticano al llevarlo a hacer propaganda de una terapia basada en ausencia de datos o datos falsos. Este proceder precipitado y no carente de sombras ha supuesto una injerencia de la suprema autoridad de la Iglesia en un terreno de estrecha competencia científica que «es competencia de los investigadores biomédicos y las agencias para los medicamentos». ¿Con qué tranquilidad, con qué confianza van a poder los fieles católicos y quienes buscan en la Iglesia una orientación segura seguir considerando confiables y dignos de crédito sus posturas después de semejante traición? ¿Y qué reparación podrá remediar el daño infligido a quienes por carecer de formación y competencia se han sometido a un tratamiento que ha comprometido su salud o les ha causado una muerte prematura, solo porque se lo recomendó el Papa, su obispo o su párroco? Todo porque al no estar vacunados no se les permitía frecuentar la iglesia, ayudar a Misa o cantar en el coro.
En estos años la Jerarquía ha sufrido a una decadencia directamente proporcional al apoyo que ha concedido a la ideología mundialista. Su firme apoyo a la campaña de vacunación no es un caso aislado, dada la participación de la Santa Sede en proyectos sobre el clima –también basados en falsas premisas sin el menor rigor científico– y el transhumanismo. Pero no es ese el fin para el que Nuestro Señor ha puesto a la Iglesia en la Tierra. Ante todo su misión es proclamar la Verdad, manteniéndose bien apartada de peligrosos intereses compartidos con los poderosos de este mundo. Y con más razón cuando éstos se oponen palpablemente a las enseñanzas de Cristo y la moral católica. Si la Jerarquía no se aparta de estas actitudes serviles, le faltarán el valor y la dignidad para alzarse contra la mentalidad del mundo, se verá arrollada y será víctima de su incapacidad para ser piedra de tropiezo y signo de contradicción.
Tengo la certeza, Eminencia, de que tendrá en consideración la particular gravedad de estas cuestiones, la salud de una intervención sabia y fiel a las enseñanzas del Evangelio y la salud de las almas, que es y sigue siendo la ley suprema de la Iglesia.
In Christo Rege,
+ Carlo Maria Viganò, arzobispo
ex Nuncio Apostólico en los Estados Unidos de América
Traducido por Bruno de la Inmaculada
miércoles, 17 de agosto de 2022
El Vaticano renueva su mensaje de vacunación como “acto de amor” (Carlos Esteban)
Pese a que la eficacia de la vacuna contra el Covid se ha demostrado sobradamente insuficiente para detener la transmisión de la enfermedad y crecen las dudas sobre su seguridad, el Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral reitera el llamado del Papa a los fieles de que inocularse es ‘un acto de amor’ en nuevo material promocional.
Las autoridades han levantado el pie del acelerador en su campaña de vacunación universal. El pase vacunal, hace poco obligatorio para realizar muchísimas actividades normales en buena parte del mundo, se va levantando en un país tras otro, a medida que casos inocultables como los de Justin Trudeau, Joe Biden o el mismísimo Albert Bourla, CEO de Pfizer, demuestran que la promesa de las vacunas de parar la transmisión de la enfermedad no se ha cumplido en absoluto.
Por otra parte, los efectos secundarios, mucho más numerosos y graves que los de cualquier vacuna de los últimos decenios, amenazan con convertirse en una emergencia sanitaria y con colapsar los tribunales con demandas judiciales.
Pero en el Vaticano siguen erre que erre y acaba de publicar nuevo video que renueva los llamados para el desarrollo y distribución de vacunas para el coronavirus como un “acto de amor”.
“La pandemia y el magisterio del Papa Francisco” es la tercera parte de una serie de materiales creados por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral del Vaticano, en colaboración con su Comisión COVID-19 , informó el viernes Vatican News .
El objetivo expreso del proyecto es “explorar las enseñanzas del Papa sobre la crisis sanitaria mundial, reafirmando que de la crisis no se sale igual, sino mejor o peor”.
Uniendo imágenes archivadas del Santo Padre, el video destaca el aliento del Papa a los fieles a tomar las inyecciones de COVID «como un acto de amor», a pesar de que las tomas disponibles se derivaron de líneas de células fetales abortadas.
“Estar vacunado con las vacunas autorizadas por las autoridades competentes es un acto de amor”, se muestra diciendo al Papa al comienzo del video, “y contribuir a que la mayoría de las personas estén vacunadas es un acto de amor. Amor por uno mismo, amor por la familia y los amigos, amor por todas las personas”.
El video también destacó el llamado del Papa para que las vacunas contra el COVID-19 se distribuyan primero entre los “más pobres y vulnerables”, denunciando la posibilidad de que “se dé prioridad… a los más ricos”.
“Sería triste que esta vacuna se convirtiera en propiedad de esta nación o de otra, en lugar de ser universal y para todos”, dijo el Papa.
Carlos Esteban
miércoles, 9 de febrero de 2022
DECLARACIÓN de Mons. Carlo Maria Viganò, Arzobispo en respuesta al Ordinario Castrense
EL 31 DE ENERO se publicó ( aquí ) la Declaración del Ordinario Militar sobre las posiciones de negación en referencia al COVID-19 y la campaña de vacunación relacionada , en la que SE Mons. Santo Marcianò menciona "posiciones extremas, en disonancia con las directivas de los autoridades públicas, así como en abierto conflicto con las indicaciones de la Iglesia”, con particular referencia a una “carta con la que un obispo, ex nuncio apostólico, conocido por sus declaraciones conspirativas, exhortaba a la desobediencia de los hombres y mujeres de las Fuerzas del Orden”. "( aquí ).
Una vez más observo que la condena de las "posiciones extremas" se limita a una petición genérica de principio, sin refutarlas con argumentos científica y jurídicamente válidos. El "sentido de gran responsabilidad" evocado por el Ordinario Militar parte del supuesto de que la Covid-19 es una enfermedad grave y que el único medio para contener la infección es el uso de un suero genético experimental mal definido como "vacuna", que además no protege ni del contagio activo ni del pasivo. Este suero, como lo confirman ampliamente las declaraciones de ilustres científicos y las mismas indicaciones de los fabricantes farmacéuticos, se produce con líneas celulares abortivas, por lo que su uso es inmoral. Además, otro material fetal, como se desprende de las intercepciones de los gerentes de las compañías farmacéuticas, es necesario para el mantenimiento del cultivo de suero y su producción en grandes cantidades. Las pruebas de estos hechos desactualizan la Nota de la Congregación para la Doctrina de la Fe, pues agregan elementos que en primera instancia no se conocían (aquí ).
Si el Ordinario Castrense cree -como debe ser- que las fake news debe ser refutado, primero debe considerar la validez de sus afirmaciones sobre la eficacia del suero génico, que se basan en pruebas aún parciales e incompletas (ya que el ensayo del fármaco finalizará el próximo año), pruebas realizadas por las compañías farmacéuticas. o por las agencias de drogas que financian, cuyos ejecutivos a menudo se encuentran en serios conflictos de intereses. Además, las publicaciones de los ensayos clínicos las pagan las propias compañías farmacéuticas, al igual que los "científicos" que realizan estos estudios. Finalmente, en Italia, el Istituto Superiore di Sanità y el Comité Científico Técnico llevan dos años tomando decisiones que van más allá de las ya temerarias indicaciones de la EMA y la OMS, como en el caso de la administración de la cuarta dosis de la "vacuna" -el llamado refuerzo- que la EMA no recomienda. Por lo tanto, afirmar que la vacunación es "no sólo un deber sino un" acto de amor "" es esencialmente falso, ya que el suero inoculado no es una vacuna, no es eficaz, tiene efectos secundarios a corto plazo, incluso graves y hasta letales -como confirmado por datos de VAERS, y los efectos a largo plazo aún se desconocen.
En las últimas semanas, una investigación periodística de un diario católico estadounidense ha revelado las reiteradas reuniones de Bergoglio con el CEO de Pfizer, además de los patrocinios de Pfizer y Moderna en conferencias del Vaticano sobre la pandemia ( aquí ). Este grave conflicto de intereses de la Santa Sede quita la necesaria imparcialidad en las posiciones a favor de las llamadas vacunas y demuestra cuán extenso es el poder de BigPharma sobre los organismos e instituciones mundiales, incluida la Santa Sede y casi la totalidad de los Jerarquía Católica.
Si hay por tanto una actitud de "negación", hay que identificarla en la propaganda que la Santa Sede hace a las vacunas, ocultando deliberadamente la evidencia de su inmoralidad por la presencia de líneas fetales abortivas y las implicaciones de la modificación genética que provoca el suero. en el ADN Humano de la persona que está siendo inoculada; negando su ineficacia a los efectos de contener la pandemia y callando culpablemente su peligrosidad al aplanar los datos oficiales de las autoridades sanitarias, sobre cuya fiabilidad ya existe amplia evidencia.
En el ensordecedor silencio de los medios del régimen, cabría esperar un grito de alarma de la Iglesia, para dar voz a esos 38.983 muertos y 3.530.352 dañados a consecuencia de las vacunas contra el Covid, según reconoce EudraVigilance. Porque estamos hablando de personas, seres humanos, con hijos, padres, parientes, amigos, trabajo, aspiraciones, hoy considerados como insignificantes víctimas sacrificiales en el altar de un genérico y absurdo "acto de amor" suicida. En cambio, hemos llegado al punto en que el sacrificio humano puede justificarse en nombre de un interés mayoritario que recuerda inquietantemente al colectivismo vigente en la dictadura china. Tras el silencio de Bergoglio sobre las violaciones de los derechos humanos y sobre la persecución de los católicos leales a la Iglesia de Roma, la Jerarquía también guarda silencio sobre el nivel infernal del Gran Reseteo y sobre la extensión a todo el mundo del sistema de crédito social vigente. en la China comunista.
Cualquier voz de disidencia, debido a esta red de connivencia e intereses económicos, es sistemáticamente excluida y censurada. La Declaración del Ordinario Militar se suma al coro de conformismo y subordinación propensa al sistema, limitándose a tildar a cualquier opositor de “teórico de la conspiración”, aunque esté respaldado por pruebas oficiales.
Las palabras de Mons. Marcianò confirma la existencia de una iglesia profunda subordinada al estado profundo . Pero si bien tergiversan por completo el contenido de mis declaraciones, sin duda dejarán en claro a los miembros de las Fuerzas Armadas y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que la única preocupación de su Ordinario no es proteger su salud e incluso antes de su salvación eterna, pero para obedecer .servilmente a las órdenes de la oligarquía globalista que, casualmente, considera a Bergoglio como uno de sus mejores aliados. Esto sería suficiente para formarse un juicio al respecto.
+ Carlo Maria Viganò, Arzobispo
8 de febrero de 2022
viernes, 21 de enero de 2022
"No será la Constitución sino la Fe lo que os salve" (Monseñor Viganò)
El pasado sábado, 15 de enero, miles de personas salieron a la calle en Roma para manifestarse contra la imposición del pasaporte covid y la vacunación obligatoria en Italia. El ex Nuncio apostólico de Estados Unidos, Carlo María Viganó, quiso mandar un mensaje a los allí presentes para alentarles a seguir adelante con sus reivindicaciones y defenderse de «las absurdas restricciones impuestas por gobiernos sumisos al Gran Reinicio».
Discurso completo del arzobispo Carlo María Viganó:
Alabado sea Jesucristo. Queridos hermanos: permitidme que me dirija a todos como un pastor que se preocupa ante todo por la salvación de las almas. Dirijo estas palabras a cada uno de vosotros: a quien tiene la gracia de ser cristiano y a quien todavía está alejado de Dios; a quienes son conscientes de la dimensión espiritual de esta batalla y a quienes creen que se trata simplemente de un atentado contra las libertades civiles; a quienes conocen el cariz anticristiano de lo que sucede y a quienes están exasperados por las absurdas restricciones impuestas por gobiernos sumisos al Gran Reinicio.
Vuestra protesta se une a la de millones de personas más. Es una protesta valiente que ha brotado porque compartís algunos principios fundamentales como el derecho a las libertades naturales, el conocimiento sobre tratamientos y el respeto a las convicciones personales en materia de salud y en lo relativo a la sociedad civil. Si sabéis manifestaros con firmeza y pacíficamente en defensa de vuestros derechos inalienables, cuando todo esto acabe este día será digno de ser recordado. Os exhorto, pues, a no ceder a las provocaciones de quienes no desean otra cosa que reprimir por la fuerza vuestro disentimiento.
Esta batalla no puede ni debe terminar en una reivindicación de derechos y libertades que prescinda de la Verdad y de la Justicia. Como he dicho ya en otras ocasiones, la libertad sólo es libertad si se ejerce dentro de los límites del Bien. Quienes hoy os discriminan, os impiden trabajar, ir a clase, viajar y entrar en restaurantes y tiendas, son los mismos que desde hace décadas os dicen que tenéis libertad para ofender a Dios, quebrantar sus Mandamientos, divorciaros y matar a los niños en el vientre materno y a los ancianos y enfermos en la cama del hospital; que sois libres para decidir cuándo vivir y cuándo morir, o para determinar qué está bien y qué está mal; que podéis renegar de vuestro pasado, de la civilización cristiana, de vuestra identidad de católicos e italianos. Porque todo esto responde a la ideología de la muerte, el pecado y el vicio que motiva sus acciones.¡Pero eso no es libertad! La libertad a la que debéis aspirar, hermanos, se funda en Nuestro Señor Jesucristo, que dijo: «La verdad os hará libres» (Jn.8,32), y de Sí mismo, «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida» (Jn. 14,6).
¡Volved a Dios! Dejad que reine en vuestros corazones, manteniéndolos en su gracia por medio de la oración y los sacramentos. Dejad que reine en vuestra familia, donde la fidelidad de los esposos, la educación de los hijos y el cuidado de los ancianos y los débiles constituye una defensa formidable ante quienes se proponen destruir el tejido de la sociedad. Dejad que reine en la sociedad civil, ajustando las leyes del Estado a la Ley de Dios, empezando por respetar la sacralidad de la vida y del bien común. Dejad que reine en los tribunales de justicia, los colegios, las universidades, los puestos de trabajo y los hospitales.
Si pensáis que podréis zafaros de las cadenas de esta tiranía por vuestras propias fuerzas, os equivocáis; porque precisamente si dejáis de lado al Señor todas vuestras acciones estarán abocadas al fracaso, por muy loables que sean. Tened, por el contrario, la valentía para reivindicar con denuedo vuestra identidad, dar testimonio de vuestra Fe y hacer valer vuestros derechos como cristianos. Y sobre todo, queridos hermanos, tened el valor para colocaros bajo la protección de Jesucristo, que dijo: «Yo he vencido al mundo» (Jn.16,33).
Si libráis esta batalla espiritual bajo la bandera de Cristo Rey, la victoria está asegurada, y se retirarán los sicarios de esta dictadura infernal, porque Satanás no puede vencer a Aquel que con su Sacrificio anuló el poder del Diablo, ni a Aquella que por decreto divino le aplastará la cabeza.
Os ruego, os lo imploro: cerrad filas bajo la Cruz de Cristo, y colocaos bajo el manto de la Virgen Santísima. Lo que os salve no será la Constitución, ni la Declaración de los Derechos Humanos, sino la Fe. Aquella Fe que hizo grande a Europa, que edificó la civilización cristiana, que hizo florecer las artes y las ciencias. La fe que nos mueve a tender la mano a los pobres, a consolar a los enfermos y moribundos y a consolidar en la Caridad los vínculos de hermandad que hoy en día vemos destruidos y negados por una ideología que todo lo permite, todo lo tolera menos el Bien.
Exhorto también a quienes están comenzando a reconocer los engaños y mentiras que llevamos dos años denunciando: ¡tened un gesto de orgullo, honradez y honor!
Médicos y demás personal sanitario: no violéis el juramento que hicisteis callando ante lo que sucede en los hospitales.
Magistrados y fuerzas del orden: no os hagáis cómplices de traidores y corruptos que obedecen a la oligarquía mundialista para destruir las naciones y esclavizar a los ciudadanos.
Políticos y representantes de las instituciones: denunciad los abusos perpetrados por autoridades que nadie ha elegido y conspiran contra vuestro pueblo.
Periodistas: defended la verdad y no seáis cómplices de autoridades que se cimentan en mentiras y crímenes.
Comerciantes, hosteleros y tenderos: abrid vuestros establecimientos y dejad de apoyar los delirios de unas autoridades que intentan imponerse mediante la fuerza y la intimidación.
Sacerdotes, párrocos y obispos siempre dispuestos a la acogida de inmigrantes e irregulares: no olvidéis que el Señor nos mandó amar al prójimo, o sea al próximo; no sigáis el discurso de la pandemia, no cerréis los templos a los fieles, y sobre todo tened presente que quien salva es Nuestro Señor Jesucristo, no un suero experimental producido con fetos abortados.
Cada uno de los que hoy estáis congregados en esta plaza, y en toda Italia, que descubra la humanidad que se ha visto comprometida en estos meses de locura colectiva. Cese la discriminación, y con ella la odiosa marginación de los sanos, la segregación de los disidentes, la criminalización de quienes hasta ayer eran nuestros hermanos y hoy se ven privados de trabajo y medios de subsistencia. ¡En nombre de Dios, salgamos de esta locura!
Cuando las autoridades conspiran contra las naciones y abusan de su autoridad contra sus ciudadanos, son obligadas la desobediencia civil y la objeción de conciencia. Vuestros hijos os agradecerán cuanto hagáis, siempre y cuando actuéis iluminados por la Fe e inflamados por la Caridad. Si lo que queréis es volver a ser libres para ofender a Dios y quebrantar su Ley, no saldréis jamás de esta infernal distopía.
Cada vez que pedimos al Señor que nos dé nuestro pan de cada día, antes de hacer esa petición material le decimos: «Venga a nosotros tu Reino, hágase tu voluntad». Porque solamente donde reina Cristo hay justicia, paz, concordia y prosperidad.
Por eso, os invito a recitar todos juntos con Fe y confianza filial en la ayuda de Dios la oración que el Señor nos enseñó: Padre nuestro que estás en el Cielo…
+ Carlo Maria Viganò, arzobispo
jueves, 20 de enero de 2022
El Dr. Ángel Ruiz Valdepeñas lanza una seria advertencia a los enfermeros
Todo lo que está sucediendo y que llevamos sufriendo a lo largo de estos ya dos años interminables va a tener consecuencias, aunque haya mucha gente que no las quiera ver. Es tan grande la hecatombe sanitaria que están provocando estas inoculaciones que, si se dan cuenta, los gobiernos empiezan a recular como si aquí no hubiera pasado nada. Y ellos, los gobernantes, son los grandes responsables de lo que ha ocurrido y de lo que, por desgracia, ocurrirá.
Pero todo esto no podría haber sido posible sin la colaboración necesario de muchos profesionales a los que habíamos admirado hasta ahora. Policías, abogados, jueces, pero, sobre todo, sanitarios porque son los que han ejecutado directamente las órdenes y lo han hecho, además, no siendo amparados por ninguna ley, en la ilegalidad más absoluta, aunque ellos no lo quieran ver.
Los políticos son malos, son unos criminales, pero no son tontos. Y EN TODOS LOS DOCUMENTOS OFICIALES se dice, claramente, que las inoculaciones tienen que tener una prescripción médica. Se están produciendo infinidad de denuncias, como las realizadas en los juzgados por el Dr. Ángel Ruiz Valdepeñas. Y adivinen cuáles van a ser las primeras cabezas de turco que van a caer: las de los sanitarios, porque los políticos están protegidos por las leyes.
Después dirán que si es que recibieron órdenes de aquí, o de allá. Dirán que ellos no lo sabían y deben recordar algo, aquellos que les dieron órdenes de palabra después se harán los locos porque hay unos documentos escritos que dejan todo muy claro: Todas las inoculaciones tienen que ser prescritas por un médico. ¿Qué pasará, entonces, con aquellos que han puesto directamente la inyección?
VIDEO Duración 2:05 minutos
miércoles, 19 de enero de 2022
Carta abierta de una licenciada en psicopedagogía al presidente del Comité Olímpico Español a propósito del asunto Djokovic
Estamos tremendamente sorprendidos y decepcionados por la reacción que han tenido muchas personas a propósito del asunto Djokovic. Y es que lo peor de las dictaduras es que haya descerebrados que las apoyen sin pensar que algún día les tocará sufrirlas a ellos en primera persona. Pero más decepcionados estamos, todavía, con algunos de sus insolidarios compañeros de profesión, como es el caso de Rafa Nadal.
No podemos entender cómo se puede ser tan cobarde, insolidario y vendido al poder. Ellos sabrán, pero algún día, también, lo sufrirán en sus propias carnes. A propósito de todo este asunto hemos recibido la acertada carta abierta que una licenciada en psicología, Catalina Martínez-Moro Galaz, ha enviado al presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, y que nos ha remitido para que la publiquemos.
“Estimado Señor,
Me dirijo a usted atónita al comprobar que nadie ha alzado la voz para proteger la salud de los deportistas españoles internacionales.
El otro día llamé por teléfono a su secretaria para quejarme de que el Comité Olímpico Español no hubiese criticado pública y abiertamente la exigencia de vacunarse para poder participar en competiciones deportivas, como, por ejemplo, la del Open de Australia. Comprobé con estupor el desconocimiento de su secretaria del asunto y de la importancia, en mi opinión, de que el Comité Olímpico Español vele por la seguridad de los deportistas españoles en estas terribles circunstancias.
Considero que condicionar la participación en una competición deportiva a la inoculación de una sustancia, que no es una vacuna sino una terapia génica experimental, aprobada para uso de emergencia, es una absoluta aberración que no responde a criterios científicos, ni de salud y que atropella la salud, la libertad y los derechos constitucionales de los deportistas, máxime teniendo en cuenta que:
1) La estrategia de la vacunación Universal no tiene ninguna base científica para la Covid, tal y como señaló desde el principio el Dr. Robert Malone, co inventor de la tecnología ARNm.
2) No es factible que para este tipo de virus se logre la inmunidad del rebaño, por lo que el hecho de que se vacunen muchas personas no contribuye a favorecer la salud de la población en su conjunto, aunque de manera falaz se publicite lo contrario para justificar este atropello de las libertades y de los derechos fundamentales y, lo que es más importante, de la salud.
3) Una persona inoculada puede contagiar igual o más que una persona que no lo está, dado que la primera puede ser asintomática y, sin embargo, tener una alta carga viral.
4) Las personas inoculadas también pueden contagiarse de coronavirus, con lo que ni siquiera te garantiza la inmunidad. De hecho, tal y como señaló la ministra de sanidad, las UCIs están llenas de personas vacunadas y, aun así, la ministra animaba a toda la población a vacunarse sin discriminar en función de la relación riesgo/beneficio y sin indicar que, en todo caso, es una decisión personal.
5) Es necesario valorar el riesgo de los deportistas de contraer la enfermedad en su forma sintomática o grave. Es muy posible que el riesgo sea muy pequeño o incluso inexistente, tanto por su juventud como por no padecer otras patologías. Las personas indicadas para valorar esos riesgos son sus médicos, no los ministros, periodistas, presidentes o portavoces de gobierno,…
6) Hay que valorar el riesgo de padecer efectos secundarios de estas terapias a corto, medio y largo plazo. Los 2 últimos se desconocen, con lo que se hace necesario practicar la máxima de precaución y cautela, máxime si no se pertenece al grupo de riesgo para contraer esta enfermedad en sus formas graves.
Con respecto a los efectos adversos a corto plazo, se describen los siguientes: la muerte (los Doctores Sucharit Bhakdi y Arne Burkhardt han concluido que el 93% de las muertes de las 70 personas a las que practicaron autopsias fueron causadas por las vacunas), coagulaciones, miocarditis, pericarditis, trombosis, enfermedades neurológicas de todos los tipos, enfermedades autoinmunes, mielitis transversa, alergias, alteraciones de la regla, reactivación de enfermedades virales como el herpes de Foster, progresión de cánceres, aparición de nuevos cánceres más agresivos.
7) Se han producido muchas muertes en los últimos tiempos de deportistas vacunados, de manera repentina y sin que existieran patologías previas. Otros muchos se han tenido que retirar por problemas cardiacos. Parece que estas muertes y problemas graves de salud no importan a las autoridades ni a los medios de desinformación y manipulación, ya que insisten en que todo el mundo se vacune mintiendo al indicar que las vacunas son totalmente seguras. Una de sus últimas falacias ha sido la constante repetición de que el grupo de mayor incidencia era el de los niños de 5 a 11 años cuando no había ni un solo niño hospitalizado por Coronavirus, tal y como se comprobó cuando el gobierno publicó los datos de los hospitalizados por Covid y obviaron el grupo de 5 a 11 años.
8) En todo caso, es necesario que un médico prescriba ese medicamento, tras valorar los riesgos y beneficios y conociendo el historial médico del paciente, y que el deportista firme un consentimiento informado. Así lo determina la ley.
9) En última instancia, es una decisión personal que debe tomar cada persona de manera individual, sopesando los riesgos y los beneficios.
En ningún caso debería inocularse esa terapia un deportista por ser requisito para participar en una competición. Eso es una aberración que atenta contra toda lógica y ética y vulnera los derechos fundamentales que deben asistir a todo ciudadano, máxime en cualquier país que presuma de tener una democracia consolidada.
Así, considero que el Comité Olímpico Internacional debería mediar e indicar que ningún deportista puede ser obligado a “vacunarse” para poder participar en una competición deportiva. En una violación de los Derechos Humanos.
Concluyo expresando: NO EN MI NOMBRE a cada uno de los que han criticado a Novak Djokovic por no vacunarse. Todos se han retratado como anti demócratas, faltos de integridad, de compasión, de respeto y de capacitación tanto intelectual como moral. Con su crítica se hacen cómplices de aquellos que han impuesto la arbitraria norma que tan alto precio les puede suponer pagar al resto de competidores por participar en esa competición. Novak Djokovic se ha mantenido firme en una decisión personal que ya le ha supuesto ingentes pérdidas de dinero y eso en este mundo en el que muchos venden su alma por estatus, poder y prestigio es para mí digno de vítores y aplausos.
Al tiempo que este hombre gana dignidad y prestigio, la prensa hoy nos muestra el retrato de su mediocridad indigente y de la decadencia que representa alabando el “hay que vacunarse” y el “hay que cumplir las normas” de Nadal y el reloj de más de 180000 € que luce en su muñeca. ¡Patético!
Sin más asunto y agradeciendo de antemano su atención, se despide atentamente,
Catalina Martínez-Moro Galaz
Licenciada en psicopedagogía por la Universidad de Salamanca”.
martes, 18 de enero de 2022
¿SALIMOS MEJORES? (Capitán Ryder)
YA TRATÉ ESTE TEMA EN UNA ENTRADA ANTERIOR HACE MAS DE UN AÑO. ALGUNAS IDEAS SON REPETIDAS PERO CREO NECESARIO INCIDIR EN ELLAS.
Al principio de toda historia, no sé bien cómo definirla, el Papa concedió una segunda entrevista a Jordi Évole.
Ni que decir tiene que fue tan lamentable como la primera. Ya la comentamos en su momento pero la idea que ya lanzó entonces Francisco es que Dios de ninguna manera castiga pero que la naturaleza sí lo hace y que, además, en este caso estaría muy bien dado lo mal que el hombre trata a la «casita común».
En ese momento no tuvo a bien explicarnos los «maltratos» a la naturaleza que, por ejemplo, dieron origen a la peste antonina (165-180), o la peste de Justiniano que comenzó hacia el año 541, la peste negra en el siglo XIV o las distintas pestes de cólera habidas a lo largo de la historia. Todo es superfluo cuando de lo que se trata es de apuntalar un relato.
Junto a esa idea lanzó otra, la de la «esperanza en que todo esto sirviese para el hombre saliese mejorado de esta crisis».
Para un Papa resulta desconcertante el discurso. En la época, ya lo hemos dicho muchas veces, en que los gobernantes más desafían a Dios, en la época en que el hombre occidental da por superado todo el hecho religioso, no sólo el católico, el Papa se apunta a la teoría de que todo esto nos hará mejores porque…ni idea.
Hubo un tiempo en que el discurso de la Iglesia era que las bases de cualquier mejora social descansaban en una sociedad orientada a Dios en que las leyes fuesen una emanación de ese sentir y que todo eso debía venir sustentado por la gracia de los Sacramentos. Ahora no, ahora sería suficiente con ¿proponérselo porque han muerto algunos ancianos en la residencia de al lado? ¿Y en qué te cambia eso exactamente? ¿En qué dirección mueve el asunto? ¿eso te haría reciclar más intensamente desde ese momento para no causar heridas a la «casa común»?
Era suficiente con tener ojos en la cara para ver que eso no sería así.
Para entonces ya había más que sospechas de que muchos ancianos no habían sido tratados adecuadamente en muchas residencias, que en todo caso estaban aislados en sus habitaciones, que la policía se empleaba con una brutalidad digna de Corea del Norte si alguien cometía alguna pequeña imprudencia(*), que los vecinos te recriminaban desde la ventana si salías dos veces a tirar la basura, que proliferaban las anécdotas de vecinos que invitaban a profesionales sanitarios a abandonar su hogar por el miedo a contagiarse o que los propios trabajadores sanitarios nos inundaban con vídeos ¿graciosos? a la par que nos contaban lo agotadísimos que estaban mientras, supuestamente, la gente moría por miles.
No, en aquel momento ya se podía afirmar que no saldríamos mejores. De una sociedad descompuesta, y la occidental lo es, no habría una catarsis porque sí.
El caso es que tras esto llegó la vacuna y quien tanto confiaba en que «saldríamos mejores» se subió a este carro como si la salvación del mundo nos fuese en ello.
A día de hoy ya conocemos que 3 guardias suizos debieron abandonar sus puestos de trabajo por no estar vacunados, otros 3 debieron vacunarse contra su voluntad. ¿Alguien cree que este criterio se hubiese aplicado en el Vaticano con cualquier otra enfermedad? ¿Por qué en este caso sí?.
Desde el 13 de diciembre, el Vaticano no permite acceder a sus puestos de trabajo a las personas que no presenten el certificado de vacunación contra el coronavirus, de manera que se considera falta por esa razón una «ausencia injustificada» lo que conlleva la suspensión del sueldo.
Hay que recordar, como contraposición, el trato que, por ejemplo, se dispensó en el Vaticano al obispo Zanchetta, amigo de Francisco y acusado de malversación de dinero y de enviar fotografías ligero de ropa a seminaristas de su diócesis. A este obispo se le buscó un puesto de nueva creación en el Vaticano y ahí lo tenemos. Un trabajador, honrado padre de familia, que no se quiera vacunar no podrá en cambio tener entrada en el diminuto Estado. Tampoco se tiene constancia de si se le retiró la entrada al secretario del Cardenal Coccopalmerio cuando se le pilló en una de sus fiestas de putos y coca. El episodio no impidió tampoco que el vigilante cardenal siguiese en su puesto.
No cometer ningún delito es motivo de despido pero cometer las mayores aberraciones no impide que se te cuide y se te mime, eso es lo que se ha hecho con Zanchetta.
Escribo el artículo justo cuando se publica que el cardenal Omella ha dicho «en el Vaticano hay una actitud de escucha y servicio, no de adoctrinamiento y corrección».
Dice el refranero que antes se pilla al mentiroso que al cojo, y aquí ya nos conocemos todos.
Se ha repetido hasta la saciedad, al menos en este blog, que al ser un Papa cuyo único interés son los asuntos mundanos la escucha y servicio es para todos aquellos pastores que hace tiempo perdieron la Fe mientras el adoctrinamiento y la corrección, sólo palo sin zanahoria, es para el resto de temas: medio ambiente, covid o inmigración.
Mientras todo esto ocurre, mientras la Iglesia es arrastrada por el fango, mientras el Papa de la «misericordia» deja en el paro a algunos de sus trabajadores por puro capricho, cinco mil obispos, jo*er hay que repetirlo otra vez, ¡cinco mil obispos! miran impasibles y sueltan sandeces extraídas de un libro de Paulo Cohelo.
Ahora estamos con el Sínodo de la sinodalidad, tócate los *ojones Mariloles.
Dos años sembrando discordia desde los partidos políticos para tapar su incapacidad, vertiendo toneladas de mierda desde los medios de comunicación, promocionando un sálvese quien pueda tremendo(**), con la Iglesia haciendo la ola a todo esto y afirmando después que hay esperanza en salir mejores. Mejores no, vamos a salir todos cojonudos.
Capitán Ryder
(*) Más de 1 millón de multas en un país más que borrego dan una muestra del infame comportamiento de los llamados «cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado». Por cierto, todas ellas en proceso de devolución dado que los confinamientos han sido declarados ilegales.
(**) Representantes de las residencias dijeron en sede parlamentaria que lo único que se les suministró durante aquellas semanas fue medicamentos para quitarse a los abuelos de encima. A esas afirmaciones NADIE, repito, NADIE dijo nada. Ni de nuestros representantes públicos ni de la jerarquía que encarnaría esa Iglesia ¿profética?
jueves, 13 de enero de 2022
Información sobre la Pandemia sin censura y sin conflictos de intereses
Todos los artículos
Selección de algunos de los artículos
21 de diciembre de 2021
[Vídeos] ¿Qué es el Nuevo Orden Mundial?
El NOM y su relación con la Agenda 2030
13 de diciembre de 2021
El Protocolo del Dr. Zelenko ha salvado miles de vidas.
¿Por qué se ha saboteado y censurado?
2 de diciembre de 2021
[Video] Los secretos de las Vacunas experimentales Covid19 de ARNm sintético
25 noviembre 2021
[Conferencia] La Ingeniería Social de El gran Reinicio y la nueva normalidad: Agenda 2030
4 de noviembre de 2021
[Telemisión] Serie: Abrir es vivir. La gestión de la crisis sanitaria como proyecto de Ingeniería Social.
28 de octubre de 2021
Project Veritas: Informantes exponiendo las Vacunas Covid19. Las 5 partes en español
21 de octubre de 2021
La declaración de Roma: Miles han muerto por Covid porque se les han negado tratamientos tempranos eficaces (Ivermectina – Hydroxycloroquina)
14 de octubre de 2021
[Serie Documental] Las otras voces de la Pandemia. Bizitza
1 de octubre de 2021
Vacunas Covid19: Según datos oficiales son los fármacos experimentales más tóxicos y letales de la historia
23 de septiembre de 2021
Primer debate sobre la Pandemia Covid19 después de 18 meses. La exministra de sanidad y el Pdte del Colegio de Médicos abandonan al escuchar la cifra oficial de MUERTOS POR VACUNAS.
14 de junio de 2021
El informe prohibido de Biólogos por la Verdad (España)
10 de Junio de 2021
[Conferencia] La Ingeniería Social de El gran Reinicio y la nueva normalidad: Agenda 2030
3 de junio de 2021
Doctores de todo el mundo son censurados y atacados por decir la Verdad sobre el Covid19
20 de marzo de 2021
[Video] Demandas internacionales por el FRAUDE de los Test PCR como prueba diagnóstica. Abogado Reiner Fuellmich.
11 de marzo de 2021, actualizado a 7 de diciembre de 2021
[Documental] The Big Reset Movie. El documental sin censura sobre la verdad de la pandemia en español
Selección por José Martí
martes, 11 de enero de 2022
Palabras ambiguas de Francisco sobre vacunas hacen que medios de comunicación las conviertan en “obligación moral” (Anotación final de José Martí sobre esas palabras)
La enseñanza de la Iglesia ha sido clara y consistente, reiterada más recientemente en Dic-21-2020 por la Congregación de la Doctrina de la Fe en el documento llamado “Nota sobre la moralidad del uso de algunas vacunas contra la Covid-19”, con la aprobación de Francisco en Dic-17-2020:
“Es evidente para la razón práctica que la vacunación no es, por regla general, una obligación moral y que, por lo tanto, la vacunación debe ser voluntaria”. Punto.
No obstante, en su discurso de hoy ante los representantes del cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, Francisco se ha referido de forma ambigua a las vacunas, con las siguientes palabras.
...es importante que se continúen los esfuerzos para inmunizar a la población lo más que se pueda (1).
Esto requiere un múltiple compromiso a nivel personal, político y de la comunidad internacional en su conjunto. En primer lugar, a nivel personal. Todos tenemos la responsabilidad de cuidar de nosotros mismos y de nuestra salud, lo que se traduce también en el respeto por la salud de quien está cerca de nosotros. El cuidado de la salud constituye una obligación moral.(2).
Lamentablemente, cada vez más constatamos cómo vivimos en un mundo de fuertes contrastes ideológicos. Muchas veces nos dejamos influenciar por la ideología del momento, a menudo basada en noticias sin fundamento o en hechos poco documentados.(3)
Toda afirmación ideológica cercena los vínculos que la razón humana tiene con la realidad objetiva de las cosas. En cambio, la pandemia nos impone una suerte de “cura de realidad”, que requiere afrontar el problema y adoptar los remedios adecuados para resolverlo. Las vacunas no son instrumentos mágicos de curación, sino que representan ciertamente, junto con los tratamientos que se están desarrollando, la solución más razonable para la prevención de la enfermedad.(4)
“El cuidado de la salud constituye una obligación moral”: debido a la ambigüedad de la fraseología empleada con la que ha sido proferida esa frase, se dice ya que las vacunas son una obligación moral. Desastroso.
Es así como los medios de comunicación han comenzado a divulgar la mentira. La agencia Associated Press, en un despacho (inglés, español) firmado por su corresponsal en el Vaticano, abre afirmando:
ROMA (AP) - El papa Francisco sugirió el lunes que vacunarse contra el coronavirus es una “obligación moral” y condenó cómo la gente se ha visto influida por “información sin base” para rechazar una de las formas más efectivas para salvar vidas.
[ROME (AP) — Pope Francis suggested Monday that getting vaccinated against the coronavirus was a “moral obligation" and denounced how people had been swayed by “baseless information” to refuse one of the most effective measures to save lives.]
CUATRO NOTAS CON RESPECTO A ALGUNAS AFIRMACIONES REALIZADAS POR EL PAPA FRANCISCO
(1) Lo cual es falso, dado que, como bien se sabe, las vacunas no inmunizan.
(2) Precisamente porque debemos de cuidar de nosotros y de los que nos rodean, es mejor no vacunarse, puesto que se han encontrado muchos efectos adversos posteriores a las inoculaciones (que no vacunas), que incluso han llevado a la muerte a quienes han pasado por el aro de la "vacunación". El que no se vacuna no está más expuesto a la enfermedad del Covid; más bien es lo contrario. Por cierto, existe una inmunidad natural que es mucho más efectiva que la que podrían producir esas "vacunas" ... pero de esto no se habla.
(3) Y así es. Pero quien está poco documentado aquí es Francisco, cuyas fuentes de información son las que se corresponden con los intereses de las farmaceúticas así como de la agenda 2030. Esto sí que es ideología y, por lo tanto, falsedad. La realidad está más cercana de aquellos que han estudiado este tema científicamente y sin ningún tipo de interés económico, ni político ... esos a quienes se les prohíbe hablar y discrepar, porque poseen argumentos científicos firmes, que se pueden probar. No se tiene con ellos ningún tipo de debate científico serio, lo cual es como para pensárselo bien antes de actuar. Gran parte de la humanidad está siendo engañada por los Mass Media, y hablar de este modo no hace sino dar lugar a que haya gente que piense que Francisco tiene razón en lo que dice. Y no es así. Éste no es un tema de su competencia. Además, Francisco se desdice de lo que él mismo dijo en diciembre de 2020: "La vacunación no es una obligación moral y, por lo tanto, debe de ser voluntaria". No hace bien Francisco hablando como ahora lo hace, pues crea confusión entre la gente pues, además, ni siquiera es coherente consigo mismo.
(4) ¿Realmente piensa Francisco que las vacunas son el medio más razonable para la prevención? Bien, podrá creerlo, pero desde luego se trata de un acto de fe y, como todo acto de fe, debe de ser libre. Francisco "cree" en las vacunas. Yo no "creo" en las vacunas. Los dos ejercemos nuestra libertad de creer una cosa u otra. Pero no se puede obligar a nadie a creer en la efectividad de las vacunas. No se ha demostrado científicamente tal efectividad. Es más, las pruebas científicas que se tienen (las de los científicos que no se han vendido al Sistema) son más bien contrarias a esa idea de la "obligatoriedad" de las vacunas.
Desde mi más profundo respeto por el Vicario de Cristo en la Tierra, considero que Francisco comete un error al pronunciarse sobre temas que no son de su competencia. Y, como hermanos que somos, en el Señor, todos los cristianos, considero que es mi deber corregirle. Es lo que, entre los cristianos, se llama corrección fraterna, la cual debe de hacerse siempre en la verdad y con caridad.
Aunque lo más cómodo sea mirar para otro lado y dejar hacer, puesto que, además, se trata, nada menos, que del Papa, sin embargo, y por ello mismo, dada la influencia que sus palabras tienen en el pueblo cristiano, no se puede consentir que éstas, si son erróneas, se difundan como verdaderas. Un deber de caridad impulsa al cristiano al ejercicio de la corrección fraterna, por el bien de todo el Cuerpo Místico de Cristo, que es la Iglesia, y del que formamos parte todos los bautizados.
La corrección fraterna al Papa, en este caso concreto, está relacionada con la confusión que sus palabras crean entre la gente, sobre todo entre los católicos, y que provocan división y enfrentamientos; pues, para más INRI, los Mass Media, como esclavos del Sistema, ya se encargan de dar a conocer rápidamente esta noticia, en el sentido que a ellos les conviene; esto es algo que pueden hacer perfectamente debido a la ambigüedad de las palabras usadas por Francisco. Y eso no es bueno.
Debemos rezar por el papa Francisco y por la salud de la Iglesia, para que ésta se mantenga siempre fiel al Mensaje de Jesucristo y a la Tradición de dos milenios.
José Martí
Suscribirse a:
Entradas (Atom)