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miércoles, 1 de abril de 2015

VOTO CATÓLICO (2): POSTURA DE LA IGLESIA. EL CASO DE MONSEÑOR MUNILLA

Al realizar estas reflexiones en torno al voto católico me doy cuenta de la dificultad que supone el pasar de una a otra y, sobre todo, la dificultad, aún mayor, de saber sobre qué aspecto concreto del tema estoy hablando en cada entrada. Si se quiere acceder al índice de todos los post sobre el voto católico puede pincharse aquíPido disculpas al lector por el inconveniente que esto puede llevar consigo.
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Personalmente, he estado planteándome si existen partidos políticos en España a los que, como católico, pudiera votar, sin incurrir en excomunión. Tales partidos, en caso de que existan, no deberían de consentir el crimen del aborto, bajo ninguna circunstancia, dado que el embrión humano es ya una persona humana y, como tal, tiene el mismo derecho a vivir que los que ya han nacido. 

De manera que me he dedicado a buscar en Internet por si encontraba alguno: De entrada he descartado los que siguen, por razones obvias PodemosIUPSOEUPyDCiudadanosPPCiU,  PNVERC, Coalición Canaria, ...  [añado un link en cada uno de los que cito, por si alguien quiere comprobar lo que digo; haciendo clic en ellos. Puede también realizar su búsqueda, por sí mismo, en otros links: lo que hay es lo que hay]. Cierto que en esta lista no están recogidos todos los partidos, pero sí los más significativos y, por supuesto, los mayoritarios. Quien esté interesado en algún otro partido diferente a éstos, puede realizar su propia búsqueda en internet, a ver qué encuentra.  ¿Y por qué los descarto? Pues sencillamente porque TODOS ellos, sin excepción consideran el aborto como una "medida necesaria" y un signo de "progreso". 


[Visto lo visto, es decir, el mundo en que vivimos, queda claro que de una civilización que reniega de Jesucristo, como es la nuestra, se puede esperar cualquier tipo de perversión y de manipulación del lenguaje. El progreso, bien entendido, supone siempre un avance y un mayor conocimiento acerca de la verdad de las cosas. La mentira acerca de lo que es el ser humano (así como su valor y su dignidad) no es, precisamente, un "progreso" sino un retroceso a etapas ya superadas de la historia de la humanidad, en las que el infanticidio y la esclavitud se consideraban como algo completamente normal. Y a eso nos dirigimos, aceleradamente. Aunque los motivos para actuar así son varios y muy complejos (y el más profundo es el "misterio de iniquidad", que es el pecado), sin embargo no me cabe ninguna duda de que lo que se esconde en el fondo es también un tremendo complejo de inferioridad (que raya en lo enfermizo) con relación a los demás países del mundo. El "razonamiento" seguido sería, más o menos, el que sigue: si el resto de países (¡tan "avanzados" ellos!) lo hacen, los españoles tienen que seguir el mismo camino, no tienen por qué ir a la zaga de los demás. Básicamente, éste es el "argumento" que se esgrime: No podemos quedarnos "atrás". (aunque no se diga así de claro). Es más: tenemos que ir a la vanguardia de este "progreso", si es posible. En esta idea todos los partidos están de acuerdo, tácita o expresamente]


De modo que si solamente son éstos los partidos a los que podemos votar (¡y no hay otros!), entonces un católico coherente o bien tendría que abstenerse de votar o bien hacerlo en blanco. De lo contrario dejaría de ser católico "ipso facto" [bien entendido que el católico en cuestión está enterado de que eso es así; de ahí la importancia de que los pastores sean valientes y de que hablen al pueblo cristiano y le informen de esta verdad; aunque, haciéndolo, se vean atacados por toda la prensa politizada. Las leyes humanas no pueden contravenir a la ley divina].  ¡Es mucho lo que nos jugamos si votamos a un partido abortista: nada menos que la excomunión automática del seno de la Iglesia Católica y, por lo tanto, nuestra salvación eterna!, como ya se ha explicado en entradas anteriores. No se puede votar a la ligera sin estar lo suficientemente enterados del ideario del partido al que se le vaya a votar. Sería una grave irresponsabilidad. 

Pues bien: después de haber estado indagando durante cierto tiempo, buscando partidos en cuyo programa aparecieran los principios no negociables, he encontrado sólo algunos (muy pocos y minoritarios) de los que hablaré más adelante, no sin antes decir que -posteriormente a este escrito, aunque lo reflejo aquí- ha llegado a mí un artículo muy interesante en el que constato (¡modestia aparte!) que Monseñor Munilla y yo coincidimos en nuestra apreciación sobre el problema del voto católico, como no podría ser de otra manera (¡no debería!). Se trata de una entrevista que le hizo Jaume Vives, del diario El Prisma, en relación a la situación política en España y al voto de los católicos. Traslado a este lugar las dos preguntas así como las respuestas que le dio Monseñor Munilla, con relación al último punto: 


1. Hace poco escribió una carta en la que decía que no había ningún partido político en el arco parlamentario que un católico pudiera votar en conciencia

Esto nos lleva al debate entre practicismo y conciencia. Algunos dirán: «es que si voto en conciencia mi voto no es práctico». Yo creo que entre practicismo y voto en conciencia está claro hacia dónde nos tenemos que inclinar: hacia el voto en conciencia. Que sea o no práctico es una cuestión secundaria. Uno de los problemas ha sido el pensar que el ejercicio del voto político es un ejercicio de posibilismo practicista y eso nos ha llevado donde estamos y hacia dónde vamos.


2. ¿Se reafirma entonces en que no hay, a día de hoy, en España ningún partido político que un católico pueda votar en conciencia?

Me reafirmo. No lo hay. Por lo tanto, si un católico ha de votar a un partido minoritario cuyo voto posiblemente no sea práctico a nivel de mayorías, que no sea un «voto útil» es secundario.


En el siguiente vídeo (muy corto) puede verse una intervención suya en la que se muestra muy claro y contundente, con relación al tema del que hablamos.




Por cierto, que puesto a investigar, he encontrado que esta postura de Mons. Munilla no es nueva: ya se había pronunciado antes el pasado año y, en realidad, desde siempre, por decirlo de alguna manera. Así en marzo del pasado año 2014 presentó una carta pastoral titulada "El descarte del aborto" que puede leerse aquí en pdf. La presentación de esta carta pastoral puede verse en una rueda de prensa que le hicieron el 5 de marzo de 2014. Como el vídeo es largo (unos 36 minutos) coloco un enlace; quien desee verlo puede pinchar aquí.  He localizado, además, otro vídeo (de tan solo dos minutos) en el que se habla de cómo el Papa Francisco quedó impresionado ante el hecho monstruoso de que se produzcan en nuestro país más de 300 abortos diarios.  

Papa Francisco y Mons. Munilla
El 28 de septiembre de 2014 el obispo de San Sebastián volvió a hablar otra vez, de modo similar, en una nueva entrevista. Son muchas las ocasiones en las que ha intervenido, todas en el mismo sentido, aunque los medios de comunicación (incluidos algunos medios católicos) lo ocultan. 

Algo parecido ocurre también con el obispo de Alcalá de Henares Monseñor Reig-Pla, quien dice con toda claridad que no se puede votar a ningún partido de los que nos representan. A continuación escribo algo de lo que dijo en una entrevista concedida al diario YA el 4 de noviembre de 2014:


A las preguntas de los periodistas sobre la representación política de los católicos, monseñor Reig Pla explicó que “los católicos tienen que repensar cuál es su responsabilidad en cuanto a regenerar partidos que ya existen e incluso inaugurar otras realidades que puedan dar respuesta a que el voto católico pueda hacerse con todas las garantías para sostener los pilares esenciales sobre los que descansa la sociedad. Estos pilares son: el respeto a la dignidad de la vida humanadesde el momento de la fecundación hasta la muerte naturalla educación en libertad y, por tanto, el primado de los padres en la educación de sus hijosel bien del matrimonio y la familia y las leyes que custodian estas realidadesla justicia social y la atención a la falta de trabajo y al empobrecimiento que ha surgido estos años en la sociedad española”“Si los partidos tradicionales no responden, habrá que pensar en NUEVOS PARTIDOS que sí respondan a estas exigencias, concluyó.


En el vídeo que sigue de sólo 2:23 min (¡muy interesante!) se hace referencia a los obispos Munilla y Reig-Pla y a cómo han sido silenciados para que no influyan en el común de las gentes.


A la vista de todo lo expuesto hemos llegado a la conclusión, inequívoca, de que UN CATÓLICO NO PUEDE VOTAR EN CONCIENCIA A NINGÚN PARTIDO POLÍTICO DEL CONGRESO... Pero, ... , ¿ninguno, ninguno, ... , ¡ninguno!? Intentaremos dar una respuesta a esta pregunta en la siguiente entrada.

(Continuará)