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sábado, 21 de diciembre de 2013

¿Reforma de la ley del aborto?

Incluyo aquí el contenido de un artículo de Infocatólica, publicado por su director Luis Fernando Pérez Bustamante. Hace unas reflexiones que considero que son particularmente valiosas y objetivas. 

Una ley abortista menos mala que la actual pero absolutamente insuficiente

A las 4:53 PM, por Luis Fernando
Categorías : Cultura de la muerteActualidadPro-vidaSociedad siglo XXI
Tras dos años en el gobierno por fin ha llegado elnuevo proyecto de ley del aborto. Por mucho que el gobierno lo defina como “Ley orgánica de protección de la vida del concebido y los derechos de la mujer embarazada“, la realidad es que en la práctica la vida del concebido queda tan desprotegida como antes.
Voy a señalar los puntos que creo positivos de la nueva ley, y de paso de las explicaciones de Ruiz Gallardón, y luego señalaré los negativos:

1- El aborto vuelve a ser un delito. Despenalizado en casos concretos, pero delito. Deja por tanto de ser un derecho. No es este un tema menor. Si el aborto es un derecho de la mujer embarazada, la vida del concebido no tiene derecho alguno y no es protegida de ninguna manera.
2- Los informes sobre el peligro de la salud física o psíquica de la madre deberán ser realizados por dos médicos que no trabajen en el centro sanitario donde se realiza el aborto. Y por especialistas en la enfermedad que sufra la mujer. Es decir, un traumatólogo no podrá acreditar que la vida de la madre corre peligro por padecer cáncer de pulmón. Y un cardiólogo no podrá acreditar que hay peligro para la salud psíquica de la madre. Ahora bien, aunque esto está muy bien en la teoría, ya verán ustedes como en la práctica no va servir de nada. Lo desarrollo después.
3- En caso de que el feto o embrión sufran una enfermedad, solo se podrá apelar como causa para abortar que dicha enfermedad sea incompatible con la vida fuera del seno materno. Es decir,si la criatura viene con síndrome de Down u otra circunstancia que no impide que viva, no se podrá usar dicha circunstancia como justificación para matarle antes de nacer.
4- Se regula la objeción de conciencia. No sé como estaba con la ley de 1985, pero parece ser que con la nueva legislación el derecho a objetar va a ser real y efectivo en todo momento. Se indica que el personal sanitario debe avisar que no participará en abortos para poder organizar las cosas en los hospitales públicos, pero incluso aunque no haya avisado previamente, podrá negarse a participar en un aborto.
5- Las menores de edad no podrán abortar sin el consentimiento de sus padres o tutores legales.
Puntos negativos:
1- El derecho a la vida del no nacido no es absoluto. Y por tanto, no se puede hablar de un derecho real a la vida. Con la ley anterior teníamos casi cien mil abortos al año. Eso no va a cambiar.
2- La mujer deja de recibir reproche penal. Ni siquiera tendrá que pagar una multa por abortar ilegalmente. El gobierno dice que la mujer que aborta siempre es una víctima. La realidad es queel único que siempre es una víctima es el ser humano no nacido al que se le quita la vida. Y quien toma la iniciativa de matarle es la mujer. Se entiende que en muchas ocasiones la madre es también víctima, debido a las circunstancias. Pero, pocas o muchas, lo cierto es que hay mujeres que abortan simplemente porque no quieren ser madres en ese momento de sus vidas. Así, sin más.
3- Se mantiene el coladero de la enfermedad psíquica de la madre. Esto quiere decir que si una mujer está deprimida por el embarazo, puede abortar. Por ese coladero se van a colar los mismos cien mil abortos que se practican hoy cada año en España. El hecho de que la enfermedad psíquica haya de ser confirmada por médicos que no trabajen en las clínicas abortistas donde se va a realizar el aborto puede “solucionarse” de una forma bien simple. Los médicos de una clínica firmarán los informes de los abortos que se practicarán en otra. Es decir, lo único que tendrá que hacer una mujer que quiere abortar es ir primero a un abortorio donde un médico le dé el informe y con el mismo en la mano se irá a otro abortorio a abortar.
De hecho, aunque pueda parecer que la nueva ley impide abortar a los niños que vienen con enfermedades no incompatible con la vida, como es el caso del síndrome de Down, bastará con que la madre diga que la enfermedad de su hijo le produce un daño psíquico para poder abortar. En ese sentido, aunque Gallardón ha quedado muy “digno” diciendo que “no hay embriones de primera y embriones de segunda“, la realidad es que eso es solo cierto en el sentido de que se puede abortar igual a unos embriones que otros. Basta con que la madre se plante ante un psiquiatra y le diga que llevar adelante su embarazo le supone una carga insoportable.
Estamos pues ante una ley que aunque pretenda defender el derecho a la vida, no defiende nada. El dicho “hecha la ley, hecha la trampa” lo tenemos delante de nuestros ojos con la misma fuerza que durante la ley de 1985.
A Gallardón le han preguntado si el gobierno retiraría este proyecto de ley en caso de que el Constitucional avalara con una nueva sentencia la legislación actual. Y ha dicho que no. Que creen que esta ley refleja mejor la concepción que tienen del derecho a la vida. Eso marca una diferencia con respecto a la ley del matrimonio homosexual, que el gobierno mantuvo tras la sentencia del TC. En todo caso, una sentencia contraria a la ley todavía vigente vendría muy bien para evitar que un próximo gobierno del PSOE quisiera volver a convertir el aborto en un derecho.
¿Es esta la ley que un provida puede aplaudir y apoyar? Sin la menor duda, no. ¿Es esta la ley que un católico practicante y coherente con su fe puede aplaudir y apoyar? Sin la menor duda, no. Y sin embargo, van a ver ustedes a católicos practicantes y a grupos y movimientos provida aplaudiendo y apoyando esta ley. Llevamos tanto tiempo usando la teoría del mal menor como excusa para no combatir el mal, que casi damos por hecho que no hay que luchar, por todos los medios -también la política- por lograr el bien. Y el bien en este tema no es otra cosa que una legislación que proteja de verdad el derecho a la vida. Sin excepciones, sin trampas, sin coladeros legales.
A partir de ahora, nadie podrá decir que la legislación abortista es obra de la izquierda parlamentaria. Esta ley es obra del PP. Y con esta ley se producirán los mismos abortos que antes. Que nadie espere de ese partido un futuro cambio legal encaminado a proteger el derecho a la vida. Ya no hay excusa para no votar a partidos realmente provida, que tengan la fuerza parlamentaria suficiente para promover una legislación realmente anti-abortista. Los pocos o muchos españoles que crean que este asunto es fundamental a la hora de votar ya no podrán apelar al PP como mal menor. Van a ver pronto que ese mal no tiene nada de menor. Es mayor. Muy mayor.
Luis Fernando Pérez Bustamante