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viernes, 17 de agosto de 2018

La verdad sobre lo de Pennsylvania: ni Juan XXIII, ni Pablo VI ni Juan Pablo II fueron santos



por RORATE CÆLI

Una semana más, y un escándalo de proporciones más en la Iglesia de EE.UU. A continuación damos un resumen pertinente del informe final del gran jurado que investiga los «generalizados abusos de menores en seis diócesis de la Iglesia Católica de Pennsylvania»:

La investigación ha sacado a la luz un encubrimiento institucional generalizado de abusos sexuales por todo el estado. A partir de investigaciones realizadas en las diócesis de Altoona-Johnstown y Filadelfia en anteriores ocasiones por otros grandes jurados, las del 40º Gran Jurado estatal abarcaron las diócesis restantes: Allentown, Erie, Harrisburg, Greensburg, Pittsburg y Scranton, poniendo de manifiesto el panorama completo de abusos ubicuos en diócesis de todo el estado. El Gran Jurado averiguó lo siguiente:

301 sacerdotes católicos identificados como abusadores sexuales de menores mientras eran ministros activos de la Iglesia.

–Informes detallados de más de 1000 menores víctimas de agresiones sexuales por parte de sacerdotes. El gran jurado señaló que creía que las verdaderas cifras de víctimas ascendían a varios millares.

Autoridades eclesiásticas, obispos y otros prelados incluidos, tenían conocimiento de los abusos perpetrados por sacerdotes pero por norma los encubrían a fin de evitar escándalos, demandas judiciales contra sacerdotes y el pago de compensaciones económicas por parte de las diócesis.

Sacerdotes cometían abusos sexuales a menores y eran destinados más tarde a otras parroquias mientras los feligreses desconocían que había abusadores entre ellos.
En sus 884 páginas, el informe del gran jurado documenta numerosos casos de agresiones sexuales y violaciones de menores a manos de sacerdotes, junto con el encubrimiento de las autoridades eclesiásticas. Entre otras cosas:

–En la diócesis de Erie (se enumeran 41 sacerdotes), el padre Chester Gawronski masturbaba a menores asegurándoles que «era una forma de comprobar que no tenían cáncer». Gawronski facilitó al obispado una lista de 41 posibles víctimas, y confesó numerosos abusos. A pesar de todo, entre 1987 y 2002 permaneció en el ministerio activo, siendo reasignado en varias ocasiones a otras parroquias.

–En la diócesis de Allentown (se enumeran 37 sacerdotes), el padre Michael Lawrence dio un masaje tan brusco en los genitales a un muchacho de 12 años que le hizo sentir dolor. Pidió ayuda a un superior, reconociendo que había abusado de un menor, y se tomó nota de ello en una circular confidencial. Aun después de haber reconocido el hecho, la diócesis dictaminó que la experiencia no causaría necesariamente un trauma terrible al chico. Tres obispos en total mantuvieron a Lawrence en su ministerio.

–En la diócesis de Greensburg (se enumeran 20 sacerdotes), el padre Raymond Lukac dejó embarazada a una chica de 17 años, falsificó la firma de otro clérigo en un certificado de casamiento y procedió a facilitar el divorcio de la muchacha poco después de que diera a luz. Pese a todo ello, Lukac permaneció en su ministerio mientras la diócesis buscaba un obispo comprensivo en otro estado para que acogiera al degenerado ocultándolo a la justicia.

–En la diócesis de Harrisburg (se enumeran 45 sacerdotes), el padre Joe Pease agredió sexualmente a un muchacho en repetidas ocasiones mientras la víctima tenía entre 13 y 15 años. Pease reconoció a las autoridades diocesanas que en una ocasión se encontró a la víctima desnuda en el piso superior de la rectoría, pero lo llamó una chiquillada. En una nota confidencial, el obispado señaló: «Estamos en un callejón sin salida; hay acusaciones pero no reconoce haber cometido el hecho», antes de someterlo a un tratamiento dirigido por las autoridades eclesiásticas y permitirle volver al ministerio activo por otros siete años.

–En la diócesis de Pittsburg (se enumeran 99 sacerdotes), un grupo de al menos cuatro sacerdotes establecieron vínculos emocionales con varios muchachos y abusaron más tarde de ellos. Practicaban el sadismo y la violencia sexual con sus víctimas, con látigos incluidos. Un joven de 17 años fue obligado a subirse de pie desnudo a una cama en la rectoría y posar como Cristo en la cruz para los sacerdotes. Tomaron fotos de la víctima y las añadieron a una colección de pornografía infantil que producían y compartían en los predios de la iglesia.

–En la diócesis de Scranton (se enumeran 59 sacerdotes), el padre Thomas Skotek violó a una joven dejándola embarazada y se ocupó de ayudarla a abortar. El obispo James Timlin expresó sus sentimientos en una carta: «Está pasando por un momento muy difícil, y comprendo su malestar. Comparto su dolor».

La carta no iba dirigida a la víctima, sino al violador.!!!!!

La Procuraduría General de Pennsylvania ha creado toda una una página web con el informe y todos los detalles.

***

La mayor parte de los espeluznantes sucesos documentados por el gran jurado tuvieron lugar durante los pontificados de Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo II. Algunos sucedieron antes. Pero a medida que la Iglesia se abrió al mundo, conforme al deseo de Juan XXIII, fueron infiltrándose cada vez más en la Iglesia comportamientos mundanos

Estos horrendos episodios no son sino lo que se ha podido averiguar en apenas seis diócesis de un estado de un país: la putrefacción está muy generalizada.
¿Cómo se ha podido canonizar a Juan XXIII y a Juan Pablo II? Sus errores, a la hora de crear obispos, fueron monstruosos. ¿Cómo pudo atreverse Francisco a beatificar, y ahora a canonizar, a Pablo VI, uno de los peores pontífices de la historia, cuyos nombramientos de prelados por todo el mundo, y en Estados Unidos, consiguieron que algo, ya de por sí malo, se volviera horroroso?

Seamos francos: como administradores, ni Juan XXIII ni Pablo VI ni Juan Pablo II fueron santos. Los habrán incluido válidamente en el elenco de los santos pero, de una semana para otra, está cada vez más claro que sus canonizaciones exprés fueron errores garrafales
Antes de iniciar sus procesos de beatificación debería haberse dedicado un tiempo considerable a investigar minuciosamente sus graves omisiones y su vergonzoso encubrimiento de prelados pervertidos o irresponsables.
La centralización del gobierno de la Iglesia alcanzó cotas mucho mayores durante sus respectivos pontificados. Se dio por sentado que velarían por cada uno de esos pequeños feligreses. Diluyeron los deberes de los obispos fomentando e hinchando la burocracia inútil de las conferencias episcopales. Esos pequeños fieles, los menores que fueron objeto de abuso, sufrieron también por culpa de ELLOS, de cada uno de ellos (y en mayor menor grado, de los papas que los precedieron y sucedieron, pero éstos, o bien viven o no han sido beatificados ni canonizados).

Sin duda llegará un día en que se pase revista a estos pontificados malogrados y se haga lo posible por reevaluar los precipitados procesos en que se hizo la vista gorda ante tanto dolor, incumplimiento y corrupción.

(Traducido por Bruno de la Inmaculada. Artículo original)

Francisco convierte al Vaticano en una junta homosexual latinoamericana



El arzobispo Edgar Peña Parra, de 58 años, el nuevo sustituto (el segundo hombre) de Francisco en la Secretaría de Estado del Vaticano es un “amigo muy íntimo” del cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga y de su desacreditado obispo auxiliar Juan José Pineda, quien está sospechado de ser un homosexual activo, escribió el 16 de agosto Edward Pentin en Twitter.
Una fuente le dijo a Pentin que “esta designación lleva el signo distintivo de Maradiaga, quien todavía tiene un gran poder” y quiere asegurar su propio poder.

Peña reemplazará el 15 de octubre al cardenal Angelo Becciu, de quien se dijo que tuvo importantes diferencias con el secretario de Estado, Pietro Parolin.

Hasta ahora, Peña era nuncio en Mozambique.

Francisco bendice a encarcelado ex presidente pro-homosexual y pro-aborto



El papa Francisco recibió el 2 de agosto, durante un encuentro de una hora, a tres aliados de Luiz Lula da Silva, el ex presidente izquierdista de Brasil.

Lula es pro-aborto y pro-homosexual. Desde abril está cumpliendo una sentencia de 9 años de cárcel por corrupción.

Los invitados de Francisco fueron Celso Amorin, ex ministro de Lula; el ultraizquierdista Carlos Ominami, ex ministro chileno, y el argentino Alberto Fernández, ex jefe del gabinete de ministros durante el gobierno socialdemócrata del matrimonio Kirchner.

Después del encuentro, Francisco escribió una nota a Lula: “A Luiz Inacio Lula da Silva, con mi bendición, pidiéndole que rece por mí, Francisco”.

Según Ominami, al escribir el 4 de agosto en la página web LaTercera.com, durante la audiencia Francisco comparó la condena de Lula por corrupción con el destino [padecido por] Jesucristo.

El Nuevo Código de Derecho Canónico es inadecuado para tratar los casos de abuso sexual (Cardenal Burke)



“Debemos volver al lenguaje detallado y más explícito del Código de Derecho Canónico de 1917”, dijo el 16 de agosto el cardenal Raymond Burke en el programa de Raymond Arroyo en EWTN.

Burke calificó como “inadecuado” al lenguaje del Código de 1983, después que Arroyo lo confrontó con los parágrafos que se refieren a los abusos sexuales, en los Códigos de 1917 y de 1983.

El cardenal recuerda que hay ritos litúrgicos para la degradación de obispos y clérigos que han pecado gravemente: “Esos ritos no eran solamente para beneficio del todo”.

Arroyo le preguntó también sobre las afirmaciones de un adulador de Francisco, el padre Thomas Rosica, según el cual Francisco gobierna la Iglesia, no sobre la base de las Sagradas Escrituras y la Tradición, sino basado en sus caprichos.

Burke calificó esta afirmación como un “sinsentido” y “un gran perjuicio” para Francisco.

Ningún Papa, según Burke, puede gobernar la Iglesia como un “autócrata egocéntrico”.

Vaticano se pronuncia sobre informe de escándalos de abusos sexuales en Pensilvania EEUU


ENLACES


La traducción española

Ante el informe que se ha hecho público en Pensilvania esta semana, hay dos palabras que pueden expresar los sentimientos frente a estos horribles crímenes: vergüenza y dolor.

La Santa Sede toma muy en serio el trabajo del Investigating Grand Jury de Pensilvania y el largo Interim Report que ha elaborado. La Santa Sede condena inequívocamente el abuso sexual de menores.

Los abusos descritos en el informe son criminales y moralmente reprobables. Estos hechos han traicionado la confianza y han robado a las víctimas su dignidad y su fe. La Iglesia debe aprender duras lecciones de su pasado, y debería haber asunción de responsabilidad (accountability) tanto por parte de los abusadores como por parte de aquellos que permitieron que se produjera.

La mayor parte del informe se refiere a abusos cometidos antes de los primeros años 2000. No habiendo encontrado apenas casos después de 2002, las conclusiones del Grand Jury son coherentes con estudios precedentes que muestran cómo las reformas hechas por la Iglesia Católica en Estados Unidos han reducido drásticamente la incidencia de los abusos cometidos por el clero.

La Santa Sede empuja a estar en constante reforma y vigilancia en todos los niveles de la Iglesia Católica, para garantizar la protección de los menores y de los adultos vulnerables. Subraya también la necesidad de obedecer a la legislación civil, incluida la obligación de denunciar los casos de abusos a menores.

El Santo Padre comprende bien cuánto pueden sacudir la fe y el ánimo de los creyentes estos crímenes, y reitera el llamamiento a hacer todos los esfuerzos posibles para crear un ambiente seguro para los menores y los adultos vulnerables en la Iglesia y en toda la sociedad.

Las víctimas deben saber que el Papa está de su parte. Aquellos que han sufrido son su prioridad, y la Iglesia quiere escucharlos para erradicar este trágico horror que destruye la vida de los inocentes.

He aquí lo que dice el Vatican por boca de su portador, Greg Burke:

Duración 1:56 minutos


Acerca del informe del Jurado de Pensilvania puede verse el siguiente vídeo :

Duración 35:32 minutos

Apelo de intelectuales a los cardenales para que pidan a Francisco corregir el cambio en el catecismo sobre la pena de muerte



LA SODOMÍA EPISCOPAL - WUERL DESAFIANTE. El cardenal Donald Wuerl se mantiene desafiante ante los pedidos de renuncia


Duración 13:45 minutos

TRANSCRITP

Church Militant has learned that the archdiocese of Washington, D.C. has hired prestigious law firm Jones Day to represent Cdl. Wuerl in response to the Pennsylvania grand jury report. Jones Day represents major American corporations including Procter & Gamble, CitiGroup, General Motors, Goldman Sachs, JP Morgan and American Airlines — to name just a few.

Reports are that to retain this firm is $50,000 to $75,000 per month. Church Militant has queried the archdiocese of Washington, D.C. asking who is paying for this representation and where the money is coming from.

As of the time of this report, the archdiocese has not responded.

On Aug. 8, the archdiocese launched the website WuerlRecord.com, coinciding with the same day that the Pennsylvania grand jury report could have first been made public after being delayed more than a month following legal challenges by Pennsylvania clergy named in the report.

The site's sole purpose was to defend Wuerl's record with regard to child sex abuse. Within hours after the Pennsylvania grand jury report was released on Tuesday, the site was pulled down by the archdiocese following hundreds of complaints and negative comments.

The hiring of the law firm and the creation of the website represent a two-pronged approach by Wuerl's strategists to protect his name and legacy. Another tactic has been to have Wuerl give interviews to select media to try and smooth over very problematic facts contained in the grand jury report.

Throughout the entire process, Wuerl has maintained that he did not move priests from parish to parish.

Cardinal Wuerl: "That wasn't our process."

Church Militant has unearthed legal records that flatly contradict Wuerl's assertion of innocence.

In 1988, just months after becoming bishop of Pittsburgh, Wuerl approved the transfer of Fr. Henry Krawczyk from Our Lady of Joy parish to Saint Therese of Lisieux parish following complaints from multiple parents that he supplied their sons with alcohol and made sexual advances on them.

In 2003, at his new parish to which Wuerl moved him, Krawczyk was arrested after 19-year-old Pittsburgh football player Billy Gaines died there, falling 25 feet to his death climbing through a crawlspace in the ceiling after getting drunk from cocktails provided by Krawczyk.

Krawczyk is connected to a second death, a suicide from one victim who passed out after getting drunk with the priest, and woke up to find Krawczyk performing oral sex on him. The victim committed suicide in 2006, just as Wuerl was packing up his bags to become the cardinal-archbishop of Washington, D.C.

That makes the official body count from transfers of homosexual predator priests by Wuerl at least two.

In another case that contradicts Wuerl's claim that he never moved priests around — also exposed in the grand jury report — Wuerl has yet to offer any defense in the case of Fr. George Zirwas, a homosexual predator priest Wuerl paid hush money to in exchange for the priest's silence regarding illegal sexual conduct of numerous other Pittsburgh priests.

In 1996, Wuerl asked Zirwas to sign a statement falsely saying that he knew nothing about the priests' sexual crimes, then Wuerl gave him a bonus payout as a result, in addition to the monthly stipend he was already receiving from the Pittsburgh diocese, which he spent on a flamboyant gay lifestyle in Cuba involving hook-ups with male prostitutes until he was murdered by one of them in 2001 — who confessed to killing him by shooting animal tranquilizer into the base of his neck, causing cardiac paralysis.

After the priest's body was returned to the United States, Wuerl presided at his funeral and praised his priestly service, referring to him as "Father Zirwas," after Wuerl himself had stripped him of that title, knowing full well the secret payout he had made to Zirwas in exchange for his silence as well as his role in a child porn ring.

Wuerl announced confidently at the funeral that Zirwas was in Heaven.

The secular press has now picked up on the story of Wuerl's involvement in the massive massive cover-ups and is beginning to pile on.

Michael Rezendes, one of The Boston Globe writers who broke the 2002 story of homosexual clergy child sex abuse in Boston, made the rounds yesterday on various network talk shows where he was asked about how extensive this evil is beyond the borders of Pennsylvania and its larger implication:

The story is the same, whether it's Boston or Pennsylvania or Tuscon or Los Angeles or Ireland, Australia, Chile — it's the same, the depravity is the same, the criminality is the same and the cover-up is the same. (NBC)

The story was very much the same, almost exactly the same in Boston, in Tuscon, in Los Angeles, and it's the same globally in Ireland, Australia, Chile — this is a systemic problem within the Catholic Church. (Fox News)

It's the same story in Boston, in Pennsylvania, in Los Angeles, in Ireland, in Australia, in Chile — the same story. (CNN)

Analysts are speculating that a series of grand jury investigations across multiple states could be a trigger for the U.S. Department of Justice to begin exploring whether RICO statutes have been violated. RICO stands for Racketeer Influenced and Corrupt Organizations Act, a federal statute designed to bust up organized crime syndicates.

Articles are even now appearing accusing the Catholic Church of being an organized crime ring for child sex abuse.

Earlier today, Breitbart published its own article where the question of RICO violations and pursuit by the Department of Justice were raised again.

As indicated earlier, sources tell Church Militant that a number of states attorneys general, including New York, are examining if they should begin their own Pennsylvania-style grand jury investigations.

In the face of Wuerl's defiance, reports are that extremely wealthy donors are now contacting the archdiocese of Washington saying all donations will cease until Donald Wuerl is removed. Church Militant has confirmed the report from the Pittsburgh Post Gazette that the attorney general's office is being inundated with emails and phone calls with hundreds of more reports of sex abuse and cover-up.

Church Militant has confirmed reports that Wuerl sought to block the release of the grand jury report, possibly through a third party, and this attempt to block the grand jury report is what necessitated Shapiro's letter directly to the Pope.

Pennsylvania Attorney General Josh Shapiro: "Credible reports indicate that at least two leaders of the Catholic Church in Pennsylvania — while not directly challenging the release of this report in court — are behind these efforts to silence the victims and avoid accountability."

Immediately following the Tuesday press conference, Shapiro met with the victims, whom he had on stage during the conference and away from the cameras, and microphones said the following: "Wuerl was the dirtiest bishop as far as sex abuse cover-up."

Cardinal Wuerl is one of Pope Francis' most trusted confidantes, even ramming through a $25 million grant to a hospital in Rome notorious for shady dealings and financial corruption. The money came from the Papal Foundation, an outfit Wuerl is closely associated with along with former Cardinal Theodore McCarrick to enlist financial support of Catholic millionaires.

Wuerl strong-armed the donors in the case of the hospital grant, leading to an uprising in the ranks of the Papal Foundation, causing a number of millionaire members to quit in protest. What donors were not told is that the first director of the Papal Foundation had been credibly accused of sexually molesting a 9-year-old boy.

It was Pennsylvania priest Msgr. Thomas Benestad whom Pennsylvania Attorney General Josh Shapiro was referring to in this segment of his Tuesday press conference and who was named in the grand jury report:

"Monsignor Thomas Benestad made a 9-year-old give him oral sex, then rinse the boy's mouth out with holy water to purify him."

This was the man chosen to be the director of Wuerl and McCarrick's Papal Foundation. Benestad's abuse took place just five years prior to his appointment as director. Wuerl continues to be a major player in what the Washington Post calls former Cardinal McCarrick's Papal Foundation.

In summary, in the face of Wuerl's repeated denials, his position continues to deteriorate, with sources close to the situation telling Church Militant privately they do not see how he can survive this beyond the next ten days.

For example, thousands have already signed a petition to have Wuerl's name stripped from a Pittsburgh high school he allowed to be named after himself in 2013.

As multiple cases of bishops covering up sex abuse around the world flood into the Vatican, Rome is becoming paralyzed.

Pope Francis has publicly declared zero tolerance for any bishop who in any way covered up sex abuse by predatory clergy. Because of his long-standing relationship with Cdl. Wuerl, Pope Francis now finds himself in a bind.

As the media spotlight and the rage of Catholic laity intensify, all eyes are on the Vatican to see if Pope Francis will indeed follow through on his promise by stripping Cdl. Wuerl of his place in the College of Cardinals as he did Theodore McCarrick last month.

This is truly shaping up as a case of Wuerl no longer having any place to hide.

Michael Voris

Cardinal Raymond Burke on the Abuse Crisis with Raymond Arroyo


Duración 29:39 minutos

Soplos de aire fresco



Hace días me disgustaba por ciertas afirmaciones de algunas personas que no terminan de darse cuenta de que con la fe no se juega y que cuando enseñan doctrina, no ponen en riesgo sólo su salvación, sino la salvación de aquellos a los que enseñan.
Lo peor de todo es que muchos documentos eclesiásticos pretenden “venderlos” como magisterio, aunque contradigan las verdades reveladas hasta ahora. Todo esto pone en riesgo la fe, aunque muchos pretendan escudarse en un indiferentismo, cuando es la Verdad de Cristo lo que está en juego. Es una actitud que nunca terminaré de entender.
Cuando veo esa actitud en muchas personas me pregunto: Y si esto no les mueve, ni les preocupa, ¿qué les moverá, dónde tendrán su corazón?
Una de las peores cosas que trajo el “espíritu del concilio” fue el ecumenismo. En este blog hemos hablado mucho de ese ecumenismo y cómo la encíclica Mortalium animus fue pisoteada por todos los papas postconciliares. Ya fueron documentos, gestos o palabras, todos pusieron su granito de arena para  la demolición de la fe.  Nunca sabremos la repercusión que todo esto tuvo para la caída de las conversiones, para el indiferentismo religioso y para eliminar de la mentalidad católica, como una enfermedad, la frase: “Fuera de la Iglesia católica no hay salvación”. Frase que hoy ya nadie se atreve a pronunciar.
Ante este tsunami de ataques a la fe, desde dentro de la Iglesia, al final las cabezas van cambiando y lo que se cree ahora,  por muchos de los católicos que podríamos llamar conservadores, no es para nada lo que creían nuestros padres. Pero no como una evolución natural, sino como una ruptura buscada y asimilada por tantos creyentes que se han dejado arrastrar por las nuevas doctrinas de perdición.
Hoy un sacerdote se atreve a hablar claro el lenguaje católico, el lenguaje de la Verdad, frente a tantas ambigüedades que tenemos que soportar por aquéllos que han sido llamados a confirmarnos en la fe. El dios de los musulmanes no es el Dios de los católicos por mucho que algunos se empeñen.
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El obispo de Ratisbona recuerda que el Corán niega explícitamente la Trinidad ( Infocatólica)

Durante un sermón pronunciado el pasado fin de semana, Mons. Rudolf Voderholzer, obispo de Ratisbona (Alemania), recordó que la fe cristiana y la islámica difieren en algo tan fundamental como es la enseñanza sobre Dios.


(CNADeustch/InfoCatólica) El obispo explicó:
«Todas las modalidades del Islam, por diferentes que sean entre sí, se basan en la afirmación claramente formulada en el Corán y dirigida contra la profesión de fe cristiana: Alá no ha sido engendrado y no engendra, nadie es igual a él (ver Sura 112). Cuando de vez en cuando digo esto públicamente, la prensa insinúa que estoy criticando al Islam, pero lo cierto es que, en principio, no se trata de una crítica, sino de una constatación objetiva».
El prelado indicó que, lógicamente, ello afecta directamente a la vida y práctica religiosa de unos y otros creyentes. «Debido que Dios es Trino, puede acercarse a nosotros en el Hijo hecho hombre, hacerse uno de nosotros, y tener comunión con nosotros en el Espíritu Santo»
Mons. Voderholzer recordó que precisamente la Encarnación del Hijo hace que sea posible su representación en imágenes y esculturas sagradas
«La Encarnación ha producido una increíble y gloriosa riqueza artística en las diversas culturas cristianas, y es lo que moldea profundamente nuestro Occidente».
El obispo aseguró que cuando se habla del Islam, la clave no es el uso o no uso del velo ni comer o no comer carne de cerdo, sino la concepción sobre Dios. Y animó a dar testimonio de la Trinidad con alegría.
Mons. Voderholzer es uno de los siete obispos alemanes que pidió la intervención de la Santa Sede ante la cuestión de la comunión de los cónyuges protestantes de matrimonios mixtos.

EL Vaticano, a raíz de las Fake-News de CNN, siente "vergüenza y tristeza"



ENGLISH

Vatican press officer Greg Burke published on August 16 a bootlicking statement on the [fraudulent] "Pennsylvania Grand Jury Report" about alleged clerical abuses in six Pennsylvania dioceses.

Catholic League's Bill Donohue points out that almost all the accusations levelled in the report are historical, none of them were substantiated, some are already proven wrong.

Donohue adds that there is no institution, private or public in the U.S., "that has less of a problem with the sexual abuse of minors today than the Catholic Church."

Nevertheless, Burke indulges in hyperbolism speaking of "shame and sorrow" about "these horrible crimes" the Pennsylvania Report does not bother to prove.

The desperate Vatican's reaction came after fake news media led by CNN demanded a Vatican statement on the Pennsylvania Report calling the silence about it “deafening”.

Truly deafening is the silence which Catholic media receive from the Vatican when they point out to true and current abuses that touch the very essence of the Church.

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ESPAÑOL

El vocero oficial de prensa del Vaticano, Greg Burke, publicó el 16 de agosto una declaración inicial sobre el [fraudulento] “Informe del Gran Jurado de Pennsylvania” respecto a presuntos abusos clericales en seis diócesis de Pennsylvania

Bill Donohoue, de la Liga Católica, señala que casi todas las acusaciones etiquetadas en el informe son históricas, ninguna de ellas fue comprobada y algunas ya se ha demostrado que eran erróneas.

Donohue agrega que no hay ninguna institución, privada o pública, en los Estados Unidos, "que tenga menos problemas con el abuso sexual de menores que la Iglesia Católica hoy".

Sin embargo, Burke afirma en forma hiperbólica que “estos horribles crímenes” que el Informe Pennsylvania no se molesta en probar, provocan “vergüenza y tristeza”  

La desesperada reacción del Vaticano llegó después de que las "falsas noticias" de los medios dirigidos por CNN exigieron una declaración del Vaticano sobre el Informe Pennsylvania, calificando su silencio de “ensordecedor”. 

Verdaderamente ensordecedor es el silencio que los medios de comunicación católicos reciben del Vaticano cuando esos medios señalan los verdaderos y actuales abusos que afectan a la esencia misma de la Iglesia.

Burke: “Hay una cultura homosexual en la Jerarquía Eclesiástica que debe ser purificada de raíz” (Carlos Esteban)



El cardenal americano Raymond Leo Burke ha puesto el dedo en la llaga sobre la ola de escándalos que sacude la Iglesia norteamericana en una entrevista concedida a Thomas McKenna, presidente de Catholic Action for Faith and Family.

“Ahora parece claro, a la luz de estos terribles escándalos recientes, que ciertamente existe una cultura homosexual, no solo entre el clero sino incluso dentro de la jerarquía, que hay que purgar de raíz. Es, desde luego, una tendencia desordenada”.
Las devastadoras revelaciones del informe del gran jurado, sobre abusos sexuales de clérigos y su encubrimiento por los obispos en seis diócesis de Pensilvania, ha concitado una riada de reacciones, entre ellas la “vergüenza y la pena” del Santo Padre y la petición de perdón de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos. 

Pero en casi todos los pronunciamientos oficiales parecen siempre faltar dos cosas: responsables en las más altas esferas dispuestos a pagar por el escándalo con su renuncia y referencias claras al ‘elefante en la sala de estar’ que muestran los datos, que no es otro que el núcleo homosexual de estos comportamientos abusivos.

Más del ochenta por ciento de los casos citados por el informe se refieren a abusos de varones, y una mayoría de ellos a adolescentes, no a niños pequeños.

Tras recordar que no se necesitan nuevos ‘procedimientos’, porque la Iglesia dispone de ellos desde hace siglos, Su Eminencia ridiculiza el intento de los obispos de pasar de ser cómplices a convertirse en portadores de la solución en este problema
“Es el Romano Pontífice, el Santo Padre, quien tiene la responsabilidad de disciplinar estas situaciones, y es él quien tiene que adoptar medidas siguiendo los procesos que prevé la disciplina de la Iglesia”, dice Burke. “Esto es lo que solucionará la situación de forma efectiva”.
Concluye el cardenal recordando que la Iglesia está fundada por Cristo y que está, por lo tanto, por encima de la debilidad de sus hijos

Además ha desarrollado, después de dos mil años de enfrentarse a todo tipo de crisis, mecanismos adecuados para enfrentarse a las peores situaciones. 
“Existían en el Pontifical Romano durante siglos los ritos para la degradación de clérigos e incluso prelados que habían pecado gravemente en su función”, recuerda. “Creo que sería útil releer esos ritos para comprender en profundidad lo que la Iglesia siempre ha comprendido, que es que los pastores pueden descarriarse, incluso de modo grave, en cuyo caso hay que disciplinarles e incluso despojarles del estado clerical”.
Carlos Esteban 

¿Tentado de dejar la Iglesia por una crisis de abuso sexual? Eso es exactamente lo que Satanás quiere



August 16, 2018 (LifeSiteNews) – In the midst of the current second tidal wave of clerical sex abuse allegations and revelations—a wave likely to continue building in magnitude as it sweeps through one diocese after another and churns up decades of episcopally-authorized muck—we have to guard against and help others to guard against certain popular errors that always crop up at a time like this.

Years ago, I remember reading seven or eight letters to the editor in an old issue of Time magazine, an issue with an oil-covered seabird on the cover. These were letters written in reaction to the hierarchy’s complicity with clerical abuse, about which we are rightfully indignant. Almost all of the letters reflected the liberal stance of Timeitself, and all of them revealed a level of ignorance of basic Catholic doctrine that could only be called stupendous.

One fellow’s argument boiled down to this: “The Church claims to speak for Christ on earth and so to be infallible, but when the sins of the clergy are exposed, the Church says she is made up of fallible sinners. Which will it be?” How about we make some distinctions?

Another lady wrote: “If my pope doesn’t clean up the abuse crisis, I will gladly join all those who are leaving the Church.” So, the pope is personally responsible for all sins, and if he doesn’t magically put an end to them, one should leave?

Another fellow wrote that he believes in Catholic doctrine but totally rejects the authority of the pope and the hierarchy. That’s a head-scratcher. And on and on it goes.

Often at these times we also hear about people tempted to “go East” and become Orthodox. As if this would help one bit! While we can and should admire the liturgical traditions and mystical heritage of the Orthodox, they are as much if not far more of a disaster in the arenas of doctrine and morals as Roman Catholics are today—and they don’t have the benefit of enjoying good popes from time to time. Faithful Catholics claim Amoris Laetitia is a big problem because parts of it contradict the Gospel, or that permitting contraception contrary to Humanae Vitae is one step on the road to abortion, but these are contradictions under which the Orthodox have been laboring for centuries.

What do these sorts of reactions among Catholics show? First of all, they show that the faith is not being taught and preached. No one knows it; what is worse, no one knows that he doesn’t know it. It is the blind leading the blind. A Mormon toddler knows more about Joseph Smith’s fanciful golden tablets than your average adult Catholic knows about the Blessed Sacrament or Church teaching on marriage and family. It demonstrates that many bishops and pastors have been and continue to be sleeping at the wheel and have hardly begun to assess the true magnitude of the post-conciliar collapse. It is evident that catechesis is still in a state of dire crisis, indeed utter vacuity.

We might start with explaining in what the Church’s infallibility (and therefore the pope’s) actually consists, and in what it does not; the distinction between a man’s holy office, which deserves respect, and his individual person, which may or may not be worthy of that office, and can be deserving of reproach, rebuke, and punishment; the difference between obedience and its counterfeits. We should clarify why the Catholic Church and her sacraments are necessary for salvation, and that it is Christin whom we believe, Christ who sanctifies us and saves us. And we should not ignore the terribly pressing urgency of cleaning up our own house, beginning with the sacred liturgy. For the crisis through which the Church is now passing parallels the replacement of the traditional Mass and the other sacraments, thick and rich and full of religion, with modern “low fat” versions that have failed to nourish and have lent themselves to every type of wilfulness, banality, and abuse.

Moreover, these reactions show the extent of the damage that Catholics have suffered in these decades, the pain and righteous indignation they feel, and the legitimate demands for justice they put forward. Ultimately, the only ones who can right the institutional wrongs are the members of the hierarchy itself. Lay people can investigate and accuse and even prosecute, but the systemic abuse of ecclesiastical authority will be counteracted and conquered only from the top down. We currently have a largely dysfunctional institution and it does no good to pretend otherwise. Admitting the truth is the beginning of the reform.

Abandoning the Church in her hour of need is the very worst thing any believer can do. In fact, it is exactly what the devil is looking for: people who throw out the baby with the bathwater, who lose sight of Jesus Christ and His plan for the Church, getting bogged down in the Antichrist and His counterplan for the Church. It is at just such a time of crisis that opportunities for heroic faith, prayer, sacrifice, and zeal multiply and bear the most fruit.

We have grown accustomed to a world of media that spins and distorts everything it handles, indulges at whim in suppression or falsification of truth, and pushes its own agendas without the slightest qualms of conscience. We are reeling from many indications that the world of the Catholic hierarchy also spins, distorts, suppresses, falsifies, and drives the liberal agenda. Amidst such a hostile environment, all Catholics—and most of all, the bishops and cardinals who are faithful to Christ and His Church—must take to heart the words of Saint Paul:
I charge you in the presence of God and of Christ Jesus who is to judge the living and the dead, and by his appearing and his kingdom: preach the word, be urgent in season and out of season, convince, rebuke, and exhort, be unfailing in patience and in teaching. (2 Tim 4:1–2).
Peter Kwasniewski 

Noticias varias 16 de agosto de 2018 (CASO PENNSYLVANIA y otros)



INFOCATÓLICA

La Croix, otra vez (Bruno Moreno)

Los obispos de EE.UU piden al Vaticano una visita apostólica ante el escándalo McCarrick

ADELANTE LA FE

Ante el aniversario de la muerte de Pablo VI (6 de agosto de 1978) (Roberto de Mattei)

El Encuentro Mundial de las Familias que debería cancelarse

IOTA UNUM

SALMOS (I). MEDITACIONES DE UN CRISTIANO. ROBERT SPAEMANN (Capitán Ryder)

RORATE CAELI

Cardinal Wuerl's resignation

CNN

¿Por qué el papa Francisco guarda silencio ante el escándalo de abuso sexual en EE.UU.?

El Vaticano tilda de “criminales” los abusos de los curas en Pensilvania

ONE PETER FIVE



CORRESPONDENCIA ROMANA

Ante el aniversario de la muerte de Pablo VI (6 de agosto de 1978) (Roberto de Mattei)

THE REMNANT NEWSPAPER



LIFE SITE NEWS

Cardenal Burke: la Iglesia Católica de Estados Unidos en 'la peor crisis, posiblemente, que ha experimentado nunca'

CATHOLIC FAMILY NEWS (Con permiso de Rorate Caeli)


The Pennsylvania Truth: John XXIII, Paul VI, and John Paul II were No SaintsThe Pennsylvania Truth: John XXIII, Paul VI, and John Paul II were No Saints
The Pennsylvania Truth: John XXIII, Paul VI and John Paul II were no saints.

THE REMNANT

RORATE NAILS IT: Did Saints Oversee the Most Massive Sex Scandal in History? (Michael Matt)
Selección por José Martí

El Papa se resiste a apartar a Wuerl, cardenal arzobispo de Washington DC (Carlos Esteban)



Donald Cardenal Wuerl, arzobispo de Washington, ya ha anunciado que no va a renunciar. Más aún, ha contratado un equipo que elabore una página web en su defensa, pagada con los fondos de la diócesis, que se ha encontrado con una reacción tan multitudinaria e indignada, que ha habido que retirarla.

No, Wuerl no renuncia, aunque deba su cardenalato y su arzobispado en buena medida a su mentor y amigo el ex cardenal McCarrick, que pasó toda su carrera abusando de jóvenes seminaristas y sacerdotes y, ocasionalmente, menores de edad, algo que sabía todo el mundo en su entorno salvo, al parecer, sus más íntimos colaboradores.

No, aunque se siente en la Congregación para los Obispos y sea quien recomienda el nombramiento de prelados para la Iglesia de Estados Unidos.

Se queda, aunque en el informe recién hecho público por el gran jurado de Pensilvania, que describe en estremecedor detalle un panorama desolador de abusos continuados y masivos en lo que quizá sea el peor escándalo de este género en la historia de la Iglesia, su nombre aparezca citado 169 veces.

Se queda, aunque haya quedado plausiblemente explicada su responsabilidad en el encubrimiento de sacerdotes acusados de los peores abusos a menores, en el pago de ‘silencios’ a los mismos perpetradores, en decenas de casos de ocultación.

Se queda, aunque su marcha sea absolutamente necesaria, incluso si fuera inocente como un lirio, para empezar una necesaria purga que devuelva la confianza de los fieles americanos en su episcopado.

No, aunque haya declarado que no es para tanto, que no estamos ante un escándalo tan grave, y aún pretenda liderar la cura a esta enfermedad. No, Wuerl no presentará la renuncia.

Por otra parte, no es necesario: Wuerl tiene 77 años, lo que significa que Su Santidad tiene encima de la mesa su renuncia firmada desde hace dos años. El Santo Padre no tendría que hacer otra cosa que aceptarla.

De hecho, el gran misterio es ese: ¿a qué espera Francisco para deshacerse de Wuerl? ¿Por qué el Vaticano parece incapaz de reaccionar con una mínima contundencia ante el clamor de millones de fieles y la indignación y el escándalo de todo ellos?

¿Colegialidad? ¿Respeto por la autonomía de las iglesias nacionales? Quitando que no es un caso menor, sino tan grave que pide a gritos la intervención de Roma, nos consta que Su Santidad no tiene el menor reparo para remover a cualquier obispo o superior de su puesto cuando lo considera oportuno. Solo que, aparentemente, solo lo considera oportuno en dos ocasiones: cuando el prelado en cuestión critica sus políticas o cuando la situación se vuelve lo bastante peligrosa como para perjudicar su propia imagen.

Lo vimos en La Plata, cuando aceptó inmediatamente, casi con prisa, la renuncia rutinaria por edad del ordinario, Héctor Aguer, para instalar en su lugar a su buen amigo y colaborador Victor Manuel ‘Tucho’ Fernández.

Lo habíamos visto antes, en idéntico proceso, con el primado mexicano, cuando aceptó de inmediato la dimisión de Norberto Rivera Carrera, que había osado insinuar un amaño en el primer Sínodo de la Familia, para poner a un hombre de su cuerda, antiguo compañero en la CELAM, Carlos Aguiar Retes.

En cuanto a órdenes religiosas o empleos en la propia Curia, ha sido un no parar, demasiados para hacer aquí la lista.

¿Por qué, entonces, sigue Wuerl?

Francisco tiene una extraña querencia por rodearse de colaboradores polémicos. Recuérdese que invitó a que lo acompañara en balcón, durante su aparición en el balcón nada más ser proclamado Papa, al Cardenal Daneels, el prelado de mayor peso en Europa acusado de encubrimiento de sacerdotes pederastas.

A principios de su pontificado anunció una esperadísima remodelación de la Curia, para la cual iba a formar un consejo privado de nueve cardenales, el famoso C9, a tal fin.
Cinco años después, la estructura curial sigue más o menos como estaba, si acaso con un mayor peso de la Secretaría de Estado en detrimento de Doctrina de la Fe. En el proceso, el C9 parece haberse convertido en una ‘junta’ con la que gobierna la Iglesia casi al margen de dicasterios y congregaciones.

Y en ese ‘sancta sanctorum’, en ese reducto reducido y selecto de sus más estrechos colaboradores, cada vez son más los que aparecen en los medios salpicados por los escándalos.

Su coordinador, Óscar Rodríguez Maradiaga, Arzobispo de Tegucigalpa, fue objeto de un voluminoso informe, encargado por el propio pontífice, en el que se le acusa de oscuros manejos financieros e inversiones multimillonarias que han hecho perder fortunas a la sede primada de uno de los países más pobres y desiguales del mundo. Estas acusaciones, que el Papa ha decidido archivar sin investigar, han sido, por lo demás, acompañadas por denuncias de estafa de algunas de sus víctimas.

A eso debe sumar las andanzas de su número dos, que las prolongadas ausencias de Maradiaga convirtieron en la práctica en número uno, su obispo auxiliar Juan José Pineda Fasquelle. Pineda es ya ex obispo, aunque la web de la archidiócesis parezca ignorarle, pero no por los manejos financieros en que participó junto a su superior, sino por acusaciones de abusos sexuales a seminaristas.

Seminaristas que, por cierto, en número de 48 han firmado una carta pública denunciando el clima de intimidación homosexual en el seminario mayor, una acusación a la que Maradiaga ha reaccionado llamándoles “mentirosos” y acusándoles de representar a la “anti-Iglesia”.

También figura en el C9 Francisco Javier Errázuriz, de Chile, convocado por el ministerio fiscal de su país en un caso de encubrimiento masivo y prolongado de abusos sexuales por parte de clérigos en un escándalo que no tiene nada que envidiar al de Pensilvania.

Por no hablar del cardenal alemán Reinhard Marx, quien, como presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, lidera el desafío de esta iglesia nacional a la negativa del Papa y del Prefecto para la Doctrina de la Fe, Luis Ladaria, de distribuir la Sagrada Eucaristía entre los cónyuges protestantes de fieles católicos.

En fin, nada hace pensar que Su Santidad vaya a firmar en breve la aceptación de esa renuncia.

Carlos Esteban