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sábado, 7 de octubre de 2023

Discurso del Arzobispo Carlo Maria Viganò “Vitium consenso” en la Conferencia de Identidad Católica Pittsburgh - 1 de octubre de 2023


A fructibus eorum cognoscetis eos.
¿Numquid colligunt de spinis uvas aut de tribulis ficus?
Sic omnis arbor bona fructus bonos facit; mala autem arbor fructus malos facit.
No se pueden dar buenos frutos en caras malas, ni se pueden dar frutos malos en caras buenas.
Omnis arbor quæ non facit fructum bonum exciditur et in ignem mittitur.
Igitur ex fructibus eorum cognoscetis eos.

Mateo 7, 16-20




Permítanme extender un saludo y agradecimiento a los organizadores del Congreso de Identidad Católica y a todos los que participan en él. En un momento de gran confusión es importante aclarar lo que está sucediendo, incluso discutiendo diferentes posiciones. Por eso agradezco a mi amigo Michael Matt por darme la oportunidad de compartir algunas ideas contigo.

En este discurso mío no intentaré dar respuestas, sino plantear una pregunta que no puede posponerse más, para que nosotros, los Obispos, el Clero y los fieles, podamos mirar la gravísima apostasía presente como un hecho completamente nuevo que no puede encontrar una solución, en mi opinión, utilizando las categorías ordinarias de juicio y acción.

LA EVIDENCIA DEL “PROBLEMA DE BERGOGLIO”

La multiplicación de declaraciones y comportamientos totalmente ajenos a lo que se espera de un Papa y en contraposición a la Fe y a la Moral de las que el Papado es guardiana, ha llevado a muchos fieles y a un número cada vez mayor de Obispos a tomar nota de algo que hasta ahora Hace algún tiempo apareció algo inaudito: el Trono de Pedro está ocupado por un personaje que abusa de su poder con el fin contrario a aquel para el cual Nuestro Señor lo estableció.

Algunos consideran a Jorge Mario Bergoglio claramente herético en cuestiones doctrinales, otros tiránico en cuestiones de gobierno, otros consideran inválida su elección.por las múltiples anomalías de la renuncia de Benedicto XVI y de la elección de quien ocupó su lugar. Estas opiniones, más o menos respaldadas por pruebas o por el resultado de especulaciones no siempre aceptables, confirman sin embargo una realidad ahora indiscutible. Y es esta realidad, en mi opinión, la que constituye un punto de partida común para intentar remediar la presencia desconcertante y escandalosa de un Papa que se presenta con ostentosa arrogancia como inimicus Ecclesiæ, y que actúa y habla como tal. Un enemigo que, precisamente porque ocupa la Sede de Pedro y abusa de la autoridad papal, es capaz de asestar un golpe terrible y desastroso, como ningún enemigo externo en toda la historia de la Iglesia ha podido asestar jamás. Los peores perseguidores de los cristianos; los más feroces seguidores de las Logias Masónicas; Los heresiarcas más salvajes no habían logrado, en tan poco tiempo y con tanta eficacia, devastar la Viña del Señor, escandalizar a los fieles, disgustar a sus Ministros, desacreditar su autoridad y autoridad ante el mundo, demoler su Magisterio, la Fe, Moralidad, Liturgia, disciplina.

Inimicus Ecclesiæ , no sólo respecto de los miembros del Cuerpo Místico – a los que desprecia, ridiculiza (contra los cuales no deja de lanzar epítetos venenosos), persigue y golpea; pero también con respecto a la Cabeza del Cuerpo Místico, Jesucristo: cuya autoridad ya no es ejercida por Bergoglio en una función vicaria y, por tanto, en necesaria y debida coherencia con el Depositum Fidei, sino de manera autorreferencial y, por tanto, tiránica . La autoridad del Romano Pontífice deriva, en efecto, de la autoridad suprema de Cristo, de la que participa dentro de los límites y en el ámbito de los fines que el divino Fundador estableció de una vez por todas, y que ningún poder humano puede modificar.

La evidencia del alejamiento de Bergoglio del cargo que ocupa es ciertamente un hecho doloroso y muy grave; pero tomar conciencia de esta realidad es la premisa indispensable para encontrar remedio a una situación insostenible y desastrosa.

AGERE SEQUITUR ESSE

En estos diez años de "pontificado" hemos visto a Bergoglio hacer todo lo que nunca se hubiera esperado de un Papa, y viceversa, todo lo que haría un heresiarca o un apóstata. Ha habido ocasiones en las que estas acciones parecían claramente provocativas, como si con sus declaraciones o con ciertos actos de gobierno quisiera deliberadamente suscitar la indignación del cuerpo eclesial y empujar a sacerdotes y fieles a reaccionar dándoles el pretexto para declararlos cismáticos. Pero esta estrategia típica del peor jesuitismo ahora queda expuesta, porque toda la operación se llevó a cabo con demasiada arrogancia y en áreas en las que ni siquiera los católicos moderados están dispuestos a ceder.

Los escándalos sexuales del Clero, y en particular la respuesta de la Santa Sede a la plaga de corrupción moral de cardenales y obispos, han puesto de manifiesto una vergonzosa disparidad de trato entre quienes pertenecen al llamado "círculo mágico" de Bergoglio y quienes en cambio, considera adversarios. El reciente caso Rupnik evidencia una gestión del poder similar a la de un déspota, legibus solutusy que se considera libre de actuar sin tener que rendir cuentas a nadie de sus actos. Sucede a menudo que las consecuencias de las decisiones tomadas personalmente por el argentino se transmiten luego a sus subordinados, quienes se ven acusados ​​y desacreditados por decisiones que no les corresponden. Pienso en el caso de la propiedad de Londres en la que participaron funcionarios de la Secretaría de Estado, mientras que el contrato de venta lleva el augusto pagaré sin garantía. Pienso en la vergonzosa gestión del caso Rupnik, que además de haber rehabilitado a un criminal responsable de crímenes horrendos, despreciando a las numerosas víctimas, también ha desprestigiado al ex Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal Ladaria. . Pienso en el caso McCarrick,cosa juzgada final . Y la lista sigue y sigue ... Queda claro que los desafortunados que colaboran voluntaria o involuntariamente con Bergoglio se ven arrojados al mar tan pronto como la prensa descubre los escándalos vaticanos. Muchos están tomando conciencia de este cínico comportamiento utilitario y, de hecho, están rechazando nombramientos y ascensos precisamente para evitar verse en el incómodo papel de chivos expiatorios.

EL MURO DEL SILENCIO SE ESTÁ ROMPIENDO

El silencio del Episcopado ante las atrocidades de Bergoglio confirma que el autoritarismo autorreferencial del jesuita Bergoglio encontró obediencia servil en casi todos los obispos, aterrorizados ante la idea de ser objeto de las represalias de los vengativos y despóticos. sátrapa de Santa Marta. Algunos obispos diocesanos empiezan a no tolerar más su acción devastadora, que socava la autoridad y la autoridad de toda la Iglesia. El obispo Joseph Strickland, por ejemplo, reiteró loablemente verdades doctrinales inmutables que el Sínodo sobre la Sinodalidad se está preparando para demoler en los próximos meses. Y el cardenal Gerhard Ludwig Müller recordó con razón que el Señor no ha dado al Papa poder para "intimidar" a los buenos obispos.

Algo entonces comienza a cambiar: los lados van tomando forma y vemos por un lado la "iglesia sinodal" de Bergoglio - que emblemáticamente llama "nuestra" - y por el otro lo que queda de la Iglesia católica, hacia la que no deja de reiterar la propia extrañeza absoluta.

EL SANATIO EN LA RAÍZ DE LAS IRREGULARIDADES EN EL CÓNCLAVE

Monseñor Athanasius Schneider sostiene que las irregularidades que se produjeron en el cónclave de 2013 quedarían fundamentalmente remediadas por el hecho de que el elegido Jorge Mario Bergoglio fuera reconocido como Papa por los cardenales electores, por el episcopado y por la mayoría de los fieles. En la práctica, independientemente de los acontecimientos que hayan podido conducir a la elección de un Papa - con o sin intervenciones externas - la Iglesia se da un plazo más allá del cual no sería posible impugnar una elección, si el nombre de la persona elegido es aceptado por el pueblo cristiano. Pero esta tesis se ve cuestionada por precedentes históricos.

En la época de Urbano VI -estamos en 1378- la mayoría de Cardenales, Prelados, Soberanos Católicos y el pueblo reconocían a Clemente VII como Papa, en realidad antipapa. Trece cardenales de un total de dieciséis cuestionaron la validez de la elección del Papa Urbano, debido a la amenaza de violencia del pueblo romano contra el Sacro Colegio, e incluso los pocos partidarios de Urbano pronto se arrepintieron de haberlo elegido, convocando un cónclave en Fondi del que resultaron El antipapa Clemente VII fue elegido. San Vicente Ferrer también estaba convencido de que el verdadero Papa era Clemente, mientras que Santa Catalina de Siena se puso del lado de Urbano. Si el consenso universal hubiera sido un argumento irrevocablemente válido, se debería haber considerado al Papa Clemente y no a Urbano. El antipapa Clemente, Derrotado por el ejército de Urbano VI en la batalla de Marino en 1379, trasladó la sede a Aviñón, dando lugar al Cisma de Occidente que duró treinta y nueve años. Por lo tanto, vemos que el consenso universal es un argumento que no resiste la prueba de la historia.

LA VIA TUTIOR DE MONS. SCHNEIDER

Monseñor Athanasius Schneider nos recuerda que el via tutior consiste en no obedecer a un Papa herético, sin necesariamente tener que considerarlo caducado ipso facto.de su cargo, al estar separado de la Iglesia y, por tanto, ya no ser capaz de ser su cabeza, como cree San Roberto Belarmino. Pero incluso esta solución - que al menos reconoce que Bergoglio es un hereje - no me parece decisiva, ya que la obediencia que los fieles pueden negarle es sólo marginal en comparación con todos los actos de gobierno y enseñanza que ha llevado a cabo y continúa. lograr sin que sus súbditos puedan hacer nada. Por supuesto, se puede organizar la celebración clandestina de la misa católica, pero ¿qué puede hacer un sacerdote o un laico cuando un grupo subversivo de obispos manipulados por Bergoglio se prepara para introducir cambios doctrinales inaceptables con el Sínodo sobre la sinodalidad? ¿Y qué podrán hacer cuando en sus parroquias una diaconisa bendiga la "boda" de dos sodomitas?

Ciertamente la desobediencia a órdenes ilegítimas de un Superior herético o apóstata es un deber sub gravi , ya que la obediencia a Dios precede a la obediencia a los hombres, y porque la virtud de la Obediencia está jerárquicamente subordinada a la virtud teologal de la Fe. Pero el daño resultante al cuerpo eclesial no puede evitarse con una simple acción de resistencia: la cuestión debe resolverse de raíz.

EL VICIO DEL CONSENTIMIENTO EN LA ASUNCIÓN DEL PAPA

Por tanto, habiendo reconocido que Bergoglio es un hereje - y Amoris Lætitia o la declaración de la inmoralidad intrínseca de la pena capital bastarían para demostrarlo - debemos preguntarnos si las elecciones de 2013 se vieron afectadas de alguna manera por un defecto de consenso; es decir, si el elegido quería ser Papa de la Iglesia católica o más bien jefe de lo que él llama " nuestra iglesia sinodal ", que nada tiene que ver con la Iglesia de Cristo precisamente porque se presenta como otracomparado con él. En mi opinión, este defecto de consenso se evidencia también en el comportamiento de Bergoglio, ostentosamente anticatólico y heterogéneo respecto de la esencia misma del Papado. No hay acción de este hombre que no suene claramente a una ruptura con la práctica y el Magisterio de la Iglesia, y a esto hay que sumar las posiciones que son todo menos inclusivas hacia los fieles que no pretenden aceptar innovaciones arbitrarias o peores, herejías en toda regla.

La cuestión fundamental se centra en comprender el plan subversivo de la iglesia profunda , que con los métodos denunciados en su momento por San Pío del Anticristo. La mens rea para infiltrarse en la Jerarquía y ascender en sus filas es evidente, como es evidente que los planes de la facción ultraprogresista no podían detenerse ante Benedicto XVI, al que consideraban demasiado conservador y sobre todo muy odiado por haberse atrevido a promulgar el Motu Proprio Summorum Pontificum. Y así Benedicto XVI fue obligado a dimitir, y de inmediato estuvo listo aquel desconocido arzobispo de Buenos Aires que el 11 de octubre de 2013, en una conferencia en la Universidad de Villanova (aquí), el entonces cardenal McCarrick, su viejo amigo, reveló que era fuertemente apoyado por un " caballero italiano muy influyente ", un emisario del estado profundo en la iglesia profunda. Quienes trabajan en la Curia romana saben bien quién es llamado "el caballero" por excelencia y cuáles son sus vínculos con el poder a ambos lados del Tíber, y conocen también las inclinaciones embarazosas que explican la contigüidad con el lobby homosexual vaticano. Es significativo también que McCarrick se diga convencido de que Bergoglio "cambiará el papado dentro de cuatro años", confirmando la maliciosa intención de alterar la divina e irreformable institución de la Iglesia.

Ver a Bergoglio participar en un acto de la Fundación Clinton [ aquí ], después de otros respaldos no menos escandalosos de la elite globalista [ aquí ], confirma su papel de liquidador de quiebras de la Iglesia, de cara a la instauración de esa Religión de la Humanidad que tendrá que Servir como sirviente de la sinarquía del Nuevo Orden Mundial. Ecumenismo, ecologismo, vaccinia, inmigracionismo, ideología LGBTQ+, géneroy otras instancias de la religión globalista son hechas suyas por Bergoglio no sólo a través de una acción de apoyo ostentoso y orgulloso a los partidarios de la Agenda 2030, sino también con un trabajo de demolición sistemática de todo lo que se opone en el Magisterio y de una acción despiadada. persecución de quienes expresan incluso dudas prudentes.

Por tanto: Bergoglio es un hereje y claramente hostil a la Iglesia de Cristo. Para llevar a cabo la tarea que le había encomendado la Iglesia profunda , ocultó sus posiciones más extremas, con el fin de encontrar un número suficiente de votos en el cónclave. Para garantizar una obediencia total, quienquiera que ideara el plan se aseguró de que fuera ampliamente chantajeable, como siempre sucede. Y una vez elegido, Bergoglio pudo mostrarse tal como es y comenzar la demolición de la Iglesia y del Papado.

¿Pero puede un Papa destruir el Papado que encarna y representa? ¿Puede un Papa devastar la Iglesia que el Señor le ha confiado defender? Y de nuevo: si la participación en el cónclave de un cardenal tiene como finalidad una acción maliciosa, un acto subversivo contra la Iglesia, si el objetivo es cometer un delito, incluso si aparentemente se respetan los procedimientos y reglas de la elección, no es indiscutiblemente una mens rea . Y esta intención criminal surge de la astucia con la que se llevó a cabo un engaño de buena fe a los electores, con la colaboración de esos cómplices. Me pregunto entonces: ¿no estamos en presencia de un defecto de consenso?¿Eso afecta la validez de la elección? Sin decir que la misma copresencia de un Papa renunciante y un Papa reinante es ya en sí misma un elemento que lleva a creer que tenían un concepto falso de la esencia del Papado, considerado como un papel que puede compartirse con otros. . No olvidemos que la distinción entre munus y ministerium es arbitraria y que no puede haber un Papa que se dedique al "ministerio orante" y otro que gobierne. Cristo es uno, la Iglesia es una, el Sucesor de Pedro es uno solo: un cuerpo con dos cabezas es un monstruo que repugna a la naturaleza incluso antes de la constitución divina de la Iglesia

POSIBLES OBJECIONES

Alguien puede objetar: Pero incluso si Bergoglio actuó con malicia, aceptó lo que los cardenales le ofrecieron: la elección como obispo de Roma y, por tanto, como romano pontífice. Por lo tanto asumió el cargo y debe ser considerado Papa. Creo en cambio que la aceptación del Papado es viciada porque considera el Papado algo distinto de lo que es, como el cónyuge que se casa por la iglesia excluyendo los propósitos específicos del Matrimonio y por lo tanto hacer nulo el Matrimonio por defecto de consentimiento. No sólo eso: ¿qué conspirador que actúa maliciosamente para ascender a un cargo sería tan ingenuo como para explicar a quienes deben elegirlo que pretende convertirse en Papa para cumplir las órdenes de los enemigos de Dios y de la Iglesia?Buen día. Soy Jorge Mario Bergoglio y pretendo destruir la Iglesia haciéndome elegir Papa, ¿me das tu voto? La mens real reside precisamente en el uso del engaño, el disimulo, la mentira, la deslegitimación de los adversarios molestos y la eliminación de los peligrosos. Y tenemos ante nuestros ojos que quería llevar a cabo el plan criminal de la élite globalista: todos los deseos de los correos electrónicos de John Podesta, la mano derecha de Hillary Clinton, han sido o están siendo implementados, desde la adopción del género la igualdad como premisa del sacerdocio femenino para la inclusión LGBTQ+ [ aquí], desde la aceptación de la teoría de género hasta la participación en la Agenda 2030 sobre cambio climático, desde la acusación de "proselitismo" hasta la glorificación del inmigracionismo [ aquí ] como método de sustitución étnica. Y al mismo tiempo, se elimina y condena a la otra Iglesia, la "preconciliar", formada por gente rígida e intolerante, a partir de Nuestro Señor, como escribió blasfemamente Antonio Spadaro. Y con la cultura de la cancelación aplicada a la Fe y a la Moral, también la eliminación de la Misa que intrínsecamente pertenece a esa Iglesia [ aquí ], y que Bergoglio considera en conflicto con la "nueva eclesiología" hasta el punto de prohibirla por ser incompatible con la " iglesia sinodal ”.

Entonces arrojaron la piedra al estanque. Me gustaría que tomáramos en serio, muy en serio, la posibilidad de que Bergoglio quisiera obtener la elección mediante fraude, y que pretendiera abusar de la autoridad del Romano Pontífice para hacer exactamente lo contrario de lo que Jesucristo mandó hacer. a sus Sucesores: confirmar a los fieles en la Fe católica, alimentar y gobernar el Rebaño del Señor, predicar el Evangelio a todos los pueblos. Toda la acción de gobierno y docente de Bergoglio - desde su primera aparición en la Logia Vaticana, presentándose con ese inquietante "Buenas noches" - se ha desarrollado en una dirección diametralmente opuesta al mandato petrino: ha adulterado y sigue adulterando el Depositum Fidei ., ha creado confusión y ha engañado a los fieles, ha dispersado el Rebaño, ha declarado que considera la evangelización de los pueblos "un solemne disparate" y abusa sistemáticamente del poder de las Santas Llaves para desatar lo que no se puede desatar y atar lo que no se puede atar.

Esta situación es humanamente incurable, porque las fuerzas en juego son enormes y porque la corrupción de la Autoridad no puede ser remediada por quienes están sometidos a ella. Hay que señalar que la metástasis de este "pontificado" tiene su origen en el cáncer conciliar, en aquel Vaticano II que creó las bases ideológicas, doctrinales y disciplinarias que inevitablemente conducirían hasta aquí. Pero ¿cuántos de mis Hermanos, que también reconocen la gravedad de la crisis actual, tienen la capacidad de reconocer este vínculo causal entre la revolución conciliar y sus consecuencias extremas con Bergoglio?

CONCLUSIÓN

Si esta passio Ecclesiæ anuncia el fin de los tiempos, es nuestro deber prepararnos espiritualmente para momentos de gran tribulación y verdadera persecución. Pero será precisamente recorriendo el doloroso camino de la Cruz como el cuerpo eclesial podrá purificarse de la inmundicia que lo desfigura y merecer la ayuda sobrenatural que la Providencia reserva a la Iglesia en los tiempos de prueba: donde abunda el pecado, la Gracia. abunda. Por último, permítanme recordarles que la Asociación Exsurge Domine que fundé tiene como objetivo proporcionar ayuda espiritual y material a los sacerdotes, religiosos y religiosas perseguidos por la Iglesia bergogliana.por su fidelidad a la Tradición. Si quieres contribuir con una donación a la realización de nuestros proyectos, puedes hacerlo desde la página web de la Asociación.

miércoles, 27 de septiembre de 2023

Comunicado de prensa sobre el inicio del proceso penal extrajudicial a monseñor Viganó por el delito de cisma (Art. 2 SST; can. 1364 CIC)


El Dicasterio para la Doctrina de la Fe me comunicó, con un simple correo electrónico, el inicio de un proceso penal extrajudicial contra mí, con la acusación de haber cometido el delito de cisma y acusándome de haber negado la legitimidad del «Papa Francisco» , de haber roto la comunión «con Él» y de haber rechazado el Concilio Vaticano II. Soy convocado al Palacio del Santo Oficio el día 20 de junio, personalmente o representado por abogado. Supongo que la sentencia también está lista, dado el juicio extrajudicial.

Considero las acusaciones formuladas en mi contra como una razón de honor. Creo que la propia redacción de los cargos confirma las tesis que he defendido repetidamente en mis intervenciones. No es casualidad que la acusación contra mí se refiera al cuestionamiento de la legitimidad de Jorge Mario Bergoglio y al rechazo del Vaticano II: el Concilio representa el cáncer ideológico, teológico, moral y litúrgico del que la "Iglesia sinodal" bergogliana es una metástasis necesaria.

Es necesario que el Episcopado, el Clero y el pueblo de Dios se cuestionen seriamente si es consistente con la profesión de la fe católica presenciar pasivamente la destrucción sistemática de la Iglesia por parte de sus líderes, exactamente como otros subversivos están destruyendo la sociedad civil. El globalismo exige un reemplazo étnico: Bergoglio promueve la inmigración incontrolada y pide la integración de culturas y religiones. El globalismo apoya la ideología LGBTQ+: Bergoglio autoriza la bendición de las parejas homosexuales y obliga a los fieles a aceptar la homosexualidad, al tiempo que encubre los escándalos de sus protegidos y los promueve a los más altos cargos de responsabilidad. El globalismo impone la agenda verde: Bergoglio venera al ídolo de la Pachamama, escribe delirantes encíclicas sobre el medio ambiente, apoya la Agenda 2030 y ataca a quienes cuestionan la teoría del calentamiento global antropogénico. Va más allá de su papel en cuestiones estrictamente científicas, pero siempre y sólo en una dirección, diametralmente opuesta a lo que la Iglesia siempre ha enseñado. Impuso el uso de sueros genéticos experimentales, que provocaron gravísimos daños, muertes y esterilidad, calificándolos de "un acto de amor", a cambio de financiación de las industrias farmacéuticas y fundaciones filantrópicas. Su total acuerdo con la religión de Davos es escandaloso. Allí donde los gobiernos al servicio del Foro Económico Mundial han introducido o extendido el aborto, promovido el vicio, legitimado las uniones homosexuales o la transición de género, alentado la eutanasia y tolerado la persecución de los católicos, no se ha dicho una palabra en defensa de la Fe o de la Moral amenazadas, en apoyo a las batallas civiles de muchos católicos abandonados por el Vaticano y los obispos. Ni una palabra para los católicos perseguidos en China, gracias a la Santa Sede que considera los miles de millones de Beijing más importantes que la vida y la libertad de miles de chinos fieles a la Iglesia romana. En la "Iglesia sinodal" presidida por Bergoglio no se observa ningún cisma ni por parte del episcopado alemán ni por parte de los obispos nombrados por el gobierno y consagrados en China sin el mandato de Roma. Porque su acción es coherente con la destrucción de la Iglesia y, por tanto, debe ser ocultada, minimizada, tolerada y, en última instancia, alentada. En estos once años de "pontificado" la Iglesia católica ha sido humillada y desacreditada sobre todo por los escándalos y la corrupción de los dirigentes de la Jerarquía, totalmente ignorada mientras el más despiadado autoritarismo vaticano hacía estragos en los fieles Sacerdotes y Religiosos, pequeñas comunidades de tradicional Monjas, comunidades vinculadas a la misa latina.

Este celo unidireccional recuerda el fanatismo de Cromwell, típico de quienes desafían a la Providencia con la presunción de saberse finalmente en la cima de la pirámide jerárquica, libres de hacer y deshacer lo que quieran sin que nadie se oponga. Y esta obra de destrucción, este deseo de renunciar a la salvación de las almas en nombre de una paz humana que niega a Dios no es una invención de Bergoglio, sino el objetivo principal (e indescriptible) de quienes utilizaron un Concilio para contradecir el Magisterio católico. y comenzar a demoler la Iglesia desde dentro, en pequeños pasos, pero siempre en una sola dirección, siempre con tolerancia indulgente o inacción culpable, si no con la aprobación explícita de las Autoridades romanas. La Iglesia Católica fue ocupada lenta pero seguramente y Bergoglio recibió la tarea de convertirla en una agencia filantrópica, la “iglesia de la humanidad, de la inclusión, del medio ambiente” al servicio del Nuevo Orden Mundial. Pero ésta no es la Iglesia católica: es su falsificación.

La dimisión de Benedicto XVI y el nombramiento por parte de la mafia de San Galo de un sucesor en línea con los dictados de la Agenda 2030 deberían haber permitido -y de hecho permitieron- que el golpe global se gestionara con la complicidad y la autoridad de la Iglesia de Roma. Bergoglio es para la Iglesia lo que otros líderes mundiales son para sus naciones: traidores, subversivos, liquidadores finales de la sociedad tradicional y seguros de la impunidad. El vicio del consentimiento ( vitium consenso ) por parte de Bergoglio al aceptar la elección se basa precisamente en la evidente ajena de su gobierno y acción docente respecto de lo que cualquier católico de cualquier época espera del Vicario de Cristo y del Sucesor del Príncipe del Apóstoles. Todo lo que hace Bergoglio constituye una ofensa y una provocación a toda la Iglesia católica, a sus santos de todos los tiempos, a los mártires asesinados en odium Fidei , a los Papas de todos los tiempos hasta el Concilio Vaticano II.

Esto es también y principalmente una ofensa a la divina Cabeza de la Iglesia, Nuestro Señor Jesucristo, cuya sagrada autoridad Bergoglio ejerce en detrimento del Cuerpo Místico, con una acción demasiado sistemática y coherente para parecer el resultado de una mera acción. incapacidad. En la obra de Bergoglio y su círculo se hace realidad la advertencia del Señor: guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros vestidos de ovejas, pero que por dentro son lobos rapaces (Mt 7, 15). Con ellos tengo el honor de no tener ni querer ninguna comunión eclesial: lo suyo es un lobby, que oculta su complicidad con los amos del mundo para engañar a muchas almas e impedir cualquier resistencia al establecimiento del Reino del Anticristo.

Frente a las acusaciones del Dicasterio, pretendo, como Sucesor de los Apóstoles, estar en plena comunión con la Iglesia católica apostólica romana, con el Magisterio de los Romanos Pontífices y con la ininterrumpida Tradición doctrinal, moral y litúrgica que ellos han conservado fielmente.

Repudio los errores neomodernistas inherentes al Concilio Vaticano II y al llamado "magisterio posconciliar", en particular en materia de colegialidad, ecumenismo, libertad religiosa, estado laico y liturgia.

Repudio, rechazo y condeno los escándalos, errores y herejías de Jorge Mario Bergoglio, quien manifiesta un manejo del poder absolutamente tiránico, ejercido contra el fin que legitima la Autoridad en la Iglesia: autoridad vicaria de la de Cristo, y como tal. debemos obedecerle sólo a Él. Esta separación del Papado de su propio principio legitimador que es Cristo Pontífice transforma el ministerium en una tiranía autorreferencial. Con esta "Iglesia bergogliana", ningún católico digno de ese nombre puede estar en comunión, porque actúa en clara discontinuidad y ruptura con todos los Papas de la historia y con la Iglesia de Cristo.

Hace cincuenta años, en ese mismo Palacio del Santo Oficio, el arzobispo Marcel Lefebvre fue citado y acusado de cisma por haber rechazado el Vaticano II. Su defensa es mía, sus palabras son mías, sus argumentos son míos ante los cuales las autoridades romanas no pudieron condenarlo por herejía, debiendo esperar a que consagrara algunos obispos para tener el pretexto de declararlo cismático y revocar su excomunión cuando ahora estaba muerto. El patrón se repite incluso después de diez décadas de haber demostrado la elección profética de Monseñor Lefebvre.

En estos tiempos de apostasía, los católicos encontrarán en los Pastores fieles al mandato recibido de Nuestro Señor un ejemplo y un estímulo para permanecer en la Verdad de Cristo.

Depositum custodios , según la exhortación del Apóstol: a medida que se acerca el momento en que tendré que dar cuenta al Hijo de Dios de todas mis acciones, pretendo perseverar en el bonum certamen y no dejar de dar el testimonio de la fe que Se requiere de quien es honrado como Obispo de la plenitud del Sacerdocio y constituido Sucesor de los Apóstoles.

Invito a todos los católicos a orar para que el Señor venga en ayuda de Su Iglesia y dé valor a aquellos que son perseguidos por su Fe. + Carlo Maria Viganò, Arzobispo
20 de junio de 2024, S.cti Silverii Papæ et Martyris
B.ti Dermitii O'Hurley, Episcopi et Martyris

sábado, 16 de septiembre de 2023

Bergoglio promueve las falsas religiones



Bergoglio en el encuentro interreligioso de Mongolia el 03/09/2023


El domingo 3 de septiembre, en el teatro Hun de Ulán Bator, Mongolia, Bergoglio[1] llevó a cabo un acto interreligioso junto a otras comunidades religiosas, tanto cristianas como budistas -mayoritarias en Mongolia-, además de musulmanes, chamanes, hindúes, judíos y baha’is. Seguidamente transcribo algunos pasajes relevantes de su discurso[2]:

(…) Las tradiciones religiosas, en su originalidad y diversidad, comportan un formidable potencial de bien al servicio de la sociedad.

(…) Quien nos ofrece hoy la oportunidad de estar juntos para conocernos y enriquecernos mutuamente es el amado pueblo mongol, que puede presumir de una historia de convivencia entre representantes de diversas tradiciones religiosas. Es hermoso recordar la virtuosa experiencia de la antigua capital imperial Karakórum, donde se albergaban lugares de culto pertenecientes a diferentes «credos», que daban testimonio de una armonía admirable.

(…) Hermanos, hermanas, por el modo en que logremos la armonía con los demás peregrinos sobre la tierra y en la forma que consigamos transmitir armonía, allí donde vivimos, se mide el valor social de nuestra religiosidad. Cada vida humana, en efecto, y con mayor razón cada religión, tiene que «medirse» en base al altruismo; no a un altruismo abstracto, sino concreto, que se traduzca en la búsqueda del otro y en la colaboración generosa con el otro, porque “el sabio se regocija dando”.

(…) Las religiones están llamadas a ofrecer al mundo esta armonía, que el progreso técnico por sí solo no puede dar, porque, apuntando sólo a la dimensión terrena y horizontal del hombre, corre el riesgo de olvidar el cielo para el cual hemos sido creados. Hermanas y hermanos, hoy estamos aquí juntos como humildes herederos de antiguas escuelas de sabiduría. Al reunirnos hoy, nos comprometemos a compartir todo ese bien que hemos recibido, para enriquecer a una humanidad que, en su caminar, a menudo se encuentra desorientada por miopes búsquedas de lucro y bienestar; y a menudo también es incapaz de volver a encontrar el hilo conductor.

(…) Mongolia, que se encuentra en el corazón de este continente, custodia un gran patrimonio de sabiduría, que las religiones que aquí se difundieron han contribuido a crear, y que quisiera invitar a todos a redescubrir y valorar.


Encuentro interreligioso por la paz en Dhaka, Bangladesh el 01/12/2017

(…) La humanidad reconciliada y próspera, que como representantes de diferentes religiones ayudamos a promover, está representada simbólicamente por ese estar juntos, armonioso y abierto a lo trascendente, donde el compromiso por la justicia y la paz encuentran su inspiración y su fundamento en la relación con lo divino.

(…) en las sociedades pluralistas que creen en los valores democráticos, como Mongolia, cada institución religiosa, reconocida normativamente por la autoridad civil, tiene el deber y, en primer lugar, el derecho de ofrecer aquello que es y aquello que cree, respetando la conciencia de los otros y teniendo como fin el mayor bien de todos. En ese sentido, quiero confirmarles que la Iglesia católica desea caminar así, creyendo firmemente en el diálogo ecuménico, en el diálogo interreligioso y en el diálogo cultural. (…)

Hagamos florecer esta certeza de que nuestros esfuerzos comunes para dialogar y construir un mundo mejor no son vanos. Cultivemos la esperanza. (…) Que las oraciones que elevamos al cielo y la fraternidad que vivimos en la tierra alimenten la esperanza; que sean el testimonio sencillo y creíble de nuestra religiosidad, de nuestro caminar juntos con la mirada elevada hacia lo alto, de nuestro habitar este mundo en armonía, como peregrinos llamados a proteger el medio hogareño.

Comentario personal: Todo esto es modernismo puro e indiferentismo religioso en su más prístina expresión, condenados por la Iglesia innumerables veces de manera inequívoca. Huelga añadir que toda esta inmudicia interreligiosa que practica el apóstata caracterizado y blasfemador serial argentino no constituye en absoluto una particularidad suya, puesto que se basa en los documentos heréticos del CVII -en especial, “Dignitatis humanae”, “Nostra aetate” y “Unitatis redintegratio”-, así como en el pseudo magisterio ecuménico de sus predecesores concilares: los aquelarres multiconfesionales de Asís, organizados por JPII[3] y BXVI[4] en varias ocasiones, son una prueba fehaciente de ello.

Además, el mismo día, luego de la Misa, Bergoglio citó e hizo una apología del jesuita francés Pierre Teilhard de Chardin, uno de los modernistas más influyentes del siglo pasado[5]:

La Misa es acción de gracias, “eucaristía”. Celebrarla en esta tierra me ha hecho recordar la oración del padre jesuita Pierre Teilhard de Chardin, elevada a Dios hace exactamente cien años, en el desierto de Ordos, no muy lejos de aquí. Dice así: “Me prosterno, Dios mío, ante tu Presencia en el Universo, que se ha hecho ardiente, y en los rasgos de todo lo que encuentre, y de todo lo que me suceda, y de todo lo que realice en el día de hoy, te deseo y te espero”. El padre Teilhard trabajaba en investigaciones geológicas. Deseaba ardientemente celebrar la Santa Misa, pero no tenía consigo ni pan ni vino. Fue entonces cuando compuso su “Misa sobre el mundo”, expresando su ofrenda de este modo: “Recibe, Señor, esta Hostia total que la Creación, atraída por Ti, te presenta en esta nueva aurora”. Y una oración similar había nacido ya en él durante la Primera guerra mundial, mientras estaba en el frente, ejerciendo como camillero. Este sacerdote, a menudo incomprendido, había intuido que “la Eucaristía se celebra, en cierto sentido, sobre el altar del mundo” y que es “el centro vital del universo, el foco desbordante de amor y de vida inagotable” (Laudato Si’, 236), incluso en un tiempo de tensiones y de guerras como el nuestro. Recemos hoy, por tanto, con las palabras del Padre Teilhard: “Verbo resplandeciente, Potencia ardiente, Tú que amasas lo múltiple para infundirle tu vida, abate sobre nosotros, te lo ruego, tus manos poderosas, tus manos previsoras, tus manos omnipresentes.”

Transcribo seguidamente el Monitum del Santo Oficio del 30/06/1962 sobre la obra del sacerdote francés:

Varias obras del P. Pierre Teilhard de Chardin, algunas de las cuales fueron publicadas en forma póstuma, están siendo editadas y están obteniendo mucha difusión. Prescindiendo de un juicio sobre aquellos puntos que conciernen a las ciencias positivas, es suficientemente claro que las obras arriba mencionadas abundan en tales ambigüedades e incluso errores serios, que ofenden a la doctrina católica. Por esta razón, los eminentísimos y reverendísimos Padres del Santo Oficio exhortan a todos los Ordinarios, así como a los superiores de institutos religiosos, rectores de seminarios y presidentes de universidades, a proteger eficazmente las mentes, particularmente de los jóvenes, contra los peligros presentados por las obras del P. Teilhard de Chardin y de sus seguidores.[6]

He aquí una breve síntesis de sus errores[7]:

L’Osservatore Romano del 30 de junio/1 de julio de 1962 publicaba ese monitum, acompañándolo de un extenso artículo sin firma titulado “Pierre Teilhard de Chardin e il suo pensiero sul piano filosofico e religioso”. En ese artículo se afirma que Teilhard incurre en una indebida transposición al plano metafísico y teológico de términos y conceptos tomados del evolucionismo, incurriendo así en diversos graves errores. Concretamente se indican: 1. Un defectuoso concepto de creación, que no salva la gratuidad del acto creador ni la ausencia de un sujeto preexistente. 2. Puntos débiles en la descripción de las relaciones entre Dios y el cosmos, no dejando clara la trascendencia divina. 3. Una extraña presentación de Cristo, como parte del cosmos, que no salva la gratuidad de la Encarnación. 4. Ignorancia de los límites entre la materia y el espíritu. 5. Una concepción insuficiente del pecado, que queda reducido más bien a algo de carácter colectivo. 6. Una concepción naturalista de la ascesis y del sentido de la vida cristiana.

El Padre Leonardo Castellani enumera las fallas de su pensamiento desde una perspectiva católica[8]:

– El transformismo darwiniano dado como verdad cierta.
– La negación de la parusía o Segunda Venida de Cristo tal como la entiende la Iglesia.
– La negación de la redención por la obra personal de Cristo.
– La negación del pecado original, a la manera de Pelagio.
– Monismo materialista evolucionista parecido al de Spencer y Haeckel.
– Panteísmo sutil a la manera de Bergson.
– Interpretación modernista de todos los sacramentos, empezando por la eucaristía, a la manera de Guenther.
– Negación del fin primario del matrimonio y constitución del fin primario del matrimonio en la “ayuda espiritual mutua de los esposos”.
– Aprobación de los medios contraconceptivos en el matrimonio, a la manera de Malthus.
– Negativa implícita de la autoridad de la Iglesia para definir, a la manera de Loisy, Tyrrel y otros.

Extraordinariamente reveladora es la carta escrita a un ex dominico que, a raíz de la encíclica Humani generis, había abandonado la Iglesia para unirse a los “viejos católicos”, y que escribió a Teilhard invitándolo a seguirlo[9]:

Esencialmente considero como usted que la Iglesia (como toda realidad viviente al cabo de cierto tiempo) llega a un periodo de muda o reforma necesaria. Al cabo de dos mil años, es inevitable. La humanidad está en trance de mudar. ¿Cómo no debería hacerlo el cristianismo? Más precisamente, considero que la Reforma en cuestión (mucho más profunda que la del siglo XVI) no es simple cosa de instituciones o de costumbres, sino de Fe. De alguna manera, nuestra imagen de Dios se ha desdoblado: transversalmente (si se puede decirlo así) al Dios tradicional y trascendente de lo En Alto, surge para nosotros una especie de Dios de lo En Adelante, desde hace un siglo, en dirección a algún ‘ultra-humano’. A mi juicio, todo está ahí. Se trata para el hombre de repensar a Dios en términos, no ya de Cosmos, sino de Cosmogénesis: un Dios que no se adora y que no se alcanza más que a través del acatamiento de un Universo que él ilumina y “amoriza” (e irreversibiliza) desde dentro. Sí, lo En Alto y lo En Adelante se sintetizan en un Por-Dentro.

Ahora bien, ese gesto fundamental de engendrar una nueva Fe para la Tierra (Fe en lo En Alto combinada con la fe en lo En Adelante), sólo, yo creo (e imagino que usted es de mi parecer), sólo el cristianismo puede hacerlo, a partir de la asombrosa realidad de su Cristo-Resucitado: no entidad abstracta, sino objeto de una amplia corriente mística, extraordinariamente adaptable y viva. Estoy convencido: es de una Cristología nueva extendida a las dimensiones orgánicas de nuestro nuevo Universo de donde se apresta a salir la Religión de mañana.

Esto establecido (y es aquí donde nosotros diferimos: pero ¿no procede la vida por buenas voluntades titubeantes?), esto establecido, yo no veo en ningún caso medio mejor para mí, para promover eso que anticipo, que trabajar en la reforma (tal como antes la he definido) desde dentro: es decir, en adhesión sincera al phylum del que espero su desarrollo. Muy sinceramente (¡y sin querer criticar su gesto!) sólo en el tallo romano, tomado en su integridad, veo el soporte biológico suficientemente vasto y diferenciado para obrar y soportar la transformación esperada. Y esto no es pura especulación. Desde hace cincuenta años, he visto de demasiado cerca, en torno a mí, revitalizarse el pensamiento y la vida cristiana -a pesar de toda Encíclica- para no tener una inmensa confianza en los poderes de reanimación del viejo tallo romano. Trabajemos cada uno por nuestra parte. Todo lo que sube converge. Muy cordialmente suyo, Teilhard de Chardin.

Inquietantes palabras que hacen pensar en otras pronunciadas nada menos que por el entonces Cardenal Giovanni Battista Montini, en una conferencia dada en Turín, el 27 de marzo de 1960 -tres años antes de convertirse en “Pablo VI”-, intitulada “Religión y trabajo”, las que muestran una notable coincidencia con las elucubraciones “teológicas” del jesuita francés:

¿Acaso el hombre moderno no llegará un día, a medida que sus estudios científicos progresen y descubran leyes y realidades ocultas bajo el rostro mudo de la materia, a prestar oídos a la maravillosa voz del espíritu que palpita en ella? ¿No será ésa la religión del mañana? El mismísimo Einstein previó la espontaneidad de una religión del universo.[10]

Por todo esto es que el Padre Philippe de la Trinité O.C.D. pudo decir respecto al pensamiento de Teilhard de Chardin que[11]:

el teilhardismo es, en el fondo, una deformación del cristianismo, metamorfoseado en evolucionismo monista y panteísta.

Conclusión.

Pues bien, es a ese siniestro personaje que Bergoglio ha elogiado en público -dando a entender que el Monitum del Santo Oficio es fruto de una desafortunada “incomprensión”-, luego de celebrar misa en uno de sus subversivos viajes “apostólicos”. Sin olvidar la mención que hizo en la encíclica Laudato Si’, como él mismo ha recordado expresamente ante su auditorio en Mongolia, con lo que no quedan dudas acerca de su pertinacia en el error. Me parece que no hace falta abundar en comentarios: las conclusiones caen de su peso. Cuando menos, para cualquiera que no haya perdido completamente el uso natural de la lógica ni la virtud teologal de la fe…

ANEXO

Como lo he dicho antes, estos despropósitos de Bergoglio no son en absoluto exclusividad suya. A continuación suministraré un elenco de citas de JPII y de BXVI que prueban la continuidad del discurso y de la praxis modernista de los “papas conciliares”. Todo lo dicho en este artículo acerca del “ecumenismo”, la “interreligiosidad” y la adhesión a la gnosis teilhardiana se aplica con total propiedad a sus antecesores conciliares, lo cual resulta particularmente manifiesto en los “conservadores” Wojtyla y Ratzinger. Estimo indispensable establecer este hecho de manera contundente, a fin de poner en evidencia la profunda incoherencia -amén del absurdo rayano en lo grotesco-, de aquellos que se rasgan las vestiduras y ponen el grito en el cielo por los desmanes y los atropellos bergoglianos -con toda razón-, pero luego proponen como prototipos de ortodoxia y modelos a imitar a quienes en realidad no han sido más que sus precursores inmediatos en la ejecución de la apostasía eclesial a la que asistimos azorados desde el aciago CVII.[12]

I. Con respecto al “ecumenismo” y a la “interreligiosidad”.[13]

A. Juan Pablo II.

1. “Ante todo, es preciso tener presente que toda búsqueda del espíritu humano en dirección a la verdad y al bien, y, en último análisis, a Dios, es suscitada por el Espíritu Santo. Precisamente de esta apertura primordial del hombre con respecto a Dios nacen las diferentes religiones. No pocas veces, en su origen encontramos fundadores que han realizado, con la ayuda del Espíritu de Dios, una experiencia religiosa más profunda. Esa experiencia, transmitida a los demás, ha tomado forma en las doctrinas, en los ritos y en los preceptos de las diversas religiones. En todas las auténticas experiencias religiosas la manifestación más característica es la oración. Teniendo en cuenta la constitutiva apertura del espíritu humano a la acción con que Dios lo impulsa a trascenderse, podemos afirmar que toda oración auténtica está suscitada por el Espíritu Santo, el cual está misteriosamente presente en el corazón de cada hombre. En la Jornada mundial de oración por la paz, el 27 de octubre de 1986 en Asís, y en otras ocasiones semejantes de gran intensidad espiritual, hemos vivido una manifestación elocuente de esta verdad.”[14]

2. “[…] hay que aplicar lo que se ha dicho [sobre el ecumenismo] a la actividad que tiende al acercamiento con los representantes de las religiones no cristianas, y que se expresa a través del diálogo, los contactos, la oración comunitaria, la búsqueda de los tesoros de la espiritualidad humana que -como bien sabemos- no faltan tampoco a los miembros de estas religiones. ¿No sucede quizá a veces que la creencia firme de los seguidores de las religiones no cristianas, –creencia que es efecto también del Espíritu de verdad, que actúa más allá de los confines visibles del Cuerpo Místico- haga quedar confundidos a los cristianos […], tan propensos al relajamiento de los principios de la moral y a abrir el camino al permisivismo ético?”[15]


El ecumenismo, cuyos actos emblemáticos son las reuniones interreligiosas de Asís -convocadas por los últimos tres papas-, es incompatible con el Magisterio de la Iglesia y con la Revelación Divina

3. “Que estas palabras, y otras expresiones de los libros sagrados de las grandes tradiciones religiosas presentes en el suelo fecundo de la India, sean fuente de inspiración para todos los pueblos, y para sus líderes, en la búsqueda de la justicia entre los pueblos y la paz entre todas las naciones del mundo. Mahatma Gandhi enseñó que si todos los hombres y mujeres, independientemente de las diferencias entre ellos, se aferran a la verdad, con respeto por la dignidad única de cada ser humano, se puede lograr un Nuevo Orden Mundial, una Civilización del Amor. Y hoy todavía lo escuchamos suplicar al mundo: vencer el odio por el amor, la falsedad por la verdad, la violencia por el sufrimiento. ¡Que Dios nos guíe y nos bendiga mientras nos esforzamos por caminar juntos, tomados de la mano, y construir juntos un mundo de paz!”[16]

4. “El acontecimiento de Asís puede ser considerado, pues, como una ilustración visible, una lección de hechos, una catequesis inteligible para todos, de lo que presupone y significa el compromiso ecuménico y el recomendado diálogo interreligioso promovido por la Concilio Vaticano II.”[17]

5. “A este Dios confiesa el trapense o el camaldulense en su vida de silencio. A Él se dirige el beduino en el desierto, cuando llega la hora de la oración. Y tal vez también el budista que, concentrado en su contemplación, purifica su pensamiento preparando el camino hacia el nirvana. (…) La Iglesia del Dios viviente congrega a todos los hombres que, en cualquier forma, toman parte de esta maravillosa trascendencia del espíritu humano. Y todos ellos saben que nadie logrará colmar sus deseos más profundos. La manifestación de esta trascendencia de la persona humana la constituye la oración de fe, pero en ocasiones también el profundo silencio. Este silencio, que a veces parece separar al hombre de Dios, es no obstante un acto especial de la unión vital entre Dios y el espíritu humano. La Iglesia de nuestro tiempo se ha hecho particularmente consciente de esta verdad y, por ello, a su luz ha logrado redefinir, en el Concilio Vaticano II, su propia naturaleza.”[18]

Nota aclaratoria: La cita anterior está tomada de los Ejercicios espirituales de Cuaresma del año 1976 predicados a Pablo VI y a la Curia Romana, posteriormente compilados en forma de libro. Wojtyla reconoce que la nueva eclesiología del CVII constituye una ruptura respecto al magisterio tradicional. Por tanto, la manida “hermenéutica de la continuidad” pregonada por Ratzinger no es sino una impostura destinada a ocultar este hecho de una gravedad inaudita. Veamos la nueva definición:

Esta Iglesia [de Cristo], establecida y organizada en este mundo como una sociedad, subsiste en la Iglesia católica, gobernada por el sucesor de Pedro y por los Obispos en comunión con él, si bien, fuera de su estructura, se encuentran muchos elementos de santidad y verdad que, como bienes propios de la Iglesia de Cristo, impelen hacia la unidad católica.[19]

Esto fue ratificado por la declaración Dominus Iesus, de la Congregación para la doctrina de la fe del 06/08/2000, n. 16/17:

Con la expresión subsistit in el Concilio Vaticano II quiere armonizar dos afirmaciones doctrinales: por un lado, que la Iglesia de Cristo, no obstante las divisiones entre los cristianos, sigue existiendo plenamente sólo en la Iglesia católica, y, por otro lado, que fuera de su estructura visible pueden encontrarse muchos elementos de santificación y de verdad, ya sea en las Iglesias como en las Comunidades eclesiales separadas de la Iglesia católica […] Las Iglesias (esto es herético, porque existe una única Iglesia fundada por Cristo, a saber, la Iglesia Católica) que no están en perfecta comunión (como si existiera una “comunión imperfecta”, noción completamente contradictoria) con la Iglesia católica pero se mantienen unidas a ella por medio de vínculos estrechísimos como la sucesión apostólica (no es cierto, pues la sucesión apostólica implica el poder de jurisdicción sobre los fieles –potestas iurisdictionis-, no basta con la transmisión válida del poder de orden –potestas ordinis-; un sucesor de los apóstoles es, por definición, miembro de la Iglesia católica) y la Eucaristía válidamente consagrada, son verdaderas iglesias particulares (esto es mentira: son sectas heréticas y cismáticas, las iglesias particulares son las diferentes diócesis católicas). Por eso, también en estas Iglesias está presente y operante la Iglesia de Cristo […].[20]

Esto es muy diferente de lo que enseñaba Pío XII al respecto:
Algunos no se consideran obligados por la doctrina -que, fundada en las fuentes de la revelación, expusimos Nos hace pocos años en una encíclica [Mystici Corporis]-, según la cual el Cuerpo místico de Cristo y la Iglesia católica romana son una sola y misma cosa.[21]
B. Benedicto XVI.

1. Distinguidos huéspedes, queridos amigos: Os acojo esta mañana en el palacio apostólico y os agradezco una vez más vuestra disponibilidad a participar en la Jornada de reflexión, diálogo y oración por la paz y la justicia en el mundo, que celebramos ayer en Asís, veinticinco años después de aquel primer encuentro histórico (…) Mirando hacia atrás, podemos apreciar la clarividencia del Papa Juan Pablo II al convocar el primer encuentro de Asís, y la necesidad continua de hombres y mujeres de distintas religiones de testimoniar juntos que el viaje del espíritu siempre es un viaje de paz.[22]

2. Lugares de culto, como esta estupenda mezquita de Al-Hussein Bin Talal (…) se alzan como joyas sobre la superficie de la tierra. Desde las antiguas a las modernas, desde las espléndidas a las humildes, todas hacen referencia a lo divino, al Único Trascendente, al Omnipotente (…) Musulmanes y cristianos (…) tienen que comprometerse hoy por ser conocidos y reconocidos como adoradores de Dios fieles a la oración, deseosos de comportarse y vivir según las disposiciones del Omnipotente, misericordiosos y compasivos, coherentes para dar testimonio de todo lo que es justo y bueno, recordando siempre el origen común y la dignidad de cada persona humana, que constituye la cumbre del designio creador de Dios para el mundo y la historia.[23]


Benedicto XVI en la reunión interreligiosa de Asís en 2011[24]

3. Queridos hermanos y hermanas, en el Mensaje para la Jornada de la Paz de hoy subrayé que las grandes religiones pueden constituir un importante factor de unidad y de paz para la familia humana, y recordé, al respecto, que en este año 2011 se celebrará el 25° aniversario de la Jornada mundial de oración por la paz que el venerable Juan Pablo II convocó en Asís en 1986. Por esto, el próximo mes de octubre, iré como peregrino a la ciudad de san Francisco, invitando a unirse a este camino a los hermanos cristianos de las distintas confesiones, a los representantes de las tradiciones religiosas del mundo, y de forma ideal, a todos los hombres de buena voluntad, con el fin de recordar ese gesto histórico querido por mi predecesor y de renovar solemnemente el compromiso de los creyentes de todas las religiones de vivir la propia fe religiosa como servicio a la causa de la paz. Quien está en camino hacia Dios no puede menos de transmitir paz; quien construye paz no puede menos de acercarse a Dios. Os invito a acompañar esta iniciativa desde ahora con vuestra oración.[25]

4. En todo país democrático corresponde a las autoridades civiles garantizar la libertad efectiva de todos los creyentes y permitirles organizar libremente la vida de su propia comunidad religiosa. Como es obvio, deseo que los creyentes, independientemente de la comunidad religiosa a la que pertenezcan, sigan beneficiándose de esos derechos, con la certeza de que la libertad religiosa es una expresión fundamental de la libertad humana y de que la presencia activa de las religiones en la sociedad es un factor de progreso y de enriquecimiento para todos […] Seguramente el reconocimiento del papel positivo que desempeñan las religiones dentro del cuerpo social puede y debe impulsar a nuestras sociedades a profundizar cada vez más su conocimiento del hombre y a respetar cada vez mejor su dignidad, poniéndolo en el centro de la acción política, económica, cultural y social.[26]

C. Un ejemplo en nuestro país


¡Recemos a Buda, a Alá o a Krishna y se hará la paz en el mundo!

La Conferencia Episcopal Argentina, la Acción Católica Argentina y la Comisión Nacional de Justicia y Paz invitan a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a unirse a la iniciativa “un minuto por la paz”. La misma busca sumar nuestro compromiso y oración por la paz, todavía quebrada o amenazada en distintas regiones del mundo. Convocado en todo el mundo por el Foro Internacional de Acción Católica y la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas, la idea es que ese día, a las 13.00 hs, cada uno de nosotros nos detengamos un momento, durante un minuto, rezando cada uno según su propia tradición. Podremos hacerlo solos o en grupo, en nuestros hogares o lugares de trabajo o estudio, o compartiendo una celebración en el templo.[27]

D. La verdadera enseñanza católica.

[…] Convencidos de que son rarísimos los hombres privados de todo sentimiento religioso, parecen haber visto en ello esperanza de que no será difícil que los pueblos, aunque disientan unos de otros en materia de religión, convengan fraternalmente en la profesión de algunas doctrinas que sean como fundamento común de la vida espiritual. Con tal fin suelen estos mismos organizar congresos, reuniones y conferencias, con no escaso número de oyentes e invitar a discutir allí promiscuamente a todos, a infieles de todo género, de cristianos y hasta a aquellos que apostataron miserablemente de Cristo o con obstinada pertinacia niegan la divinidad de su Persona o misión. […] Tales empresas no pueden ser aprobadas por los católicos de ninguna manera, ya que se basan sobre la teoría errónea según la cual todas las religiones son todas más o menos buenas, en el sentido de que todas, aunque de maneras diferentes, manifiestan y significan el sentimiento natural e innato que nos conduce a Dios y nos lleva a reconocer con respeto su poder. La verdad es que los partidarios de esa teoría se extravían en pleno error, pero además, pervirtiendo la noción de la verdadera religión, la repudian […] La conclusión es clara: solidarizarse con los partidarios y los propagadores de tales doctrinas es alejarse completamente de la religión divinamente revelada[28]. Pío XI, encíclica Mortalium Animos n. 2 y 3, 06/01/1928.

II. Con respecto al evolucionismo panteísta de Teilhard de Chardin.

A. Juan Pablo II.

1. Cuando pienso en la Eucaristía, mirando mi vida de sacerdote, de Obispo y de Sucesor de Pedro, me resulta espontáneo recordar tantos momentos y lugares en los que he tenido la gracia de celebrarla. Recuerdo la iglesia parroquial de Niegowic donde desempeñé mi primer encargo pastoral, la colegiata de San Florián en Cracovia, la catedral del Wawel, la basílica de San Pedro y muchas basílicas e iglesias de Roma y del mundo entero. He podido celebrar la Santa Misa en capillas situadas en senderos de montaña, a orillas de los lagos, en las riberas del mar; la he celebrado sobre altares construidos en estadios, en las plazas de las ciudades… Estos escenarios tan variados de mis celebraciones eucarísticas me hacen experimentar intensamente su carácter universal y, por así decir, cósmico.¡Sí, cósmico! Porque también cuando se celebra sobre el pequeño altar de una iglesia en el campo, la Eucaristía se celebra, en cierto sentido, sobre el altar del mundo. Ella une el cielo y la tierra. Abarca e impregna toda la creación. […] Verdaderamente, éste es el mysterium fidei que se realiza en la Eucaristía: el mundo nacido de las manos de Dios creador retorna a Él redimido por Cristo.[29]

2. La Encarnación de Dios-Hijo significa asumir la unidad con Dios no sólo de la naturaleza humana sino asumir también en ella, en cierto modo, todo lo que es ‘‘carne’’ toda la humanidad, todo el mundo visible y material. La Encarnación, por tanto, tiene también su significado cósmico y su dimensión cósmica. El ‘‘Primogénito de toda la creación’’, al encarnarse en la humanidad individual de Cristo, se une en cierto modo a toda la realidad del hombre, el cual es también ‘‘carne’’, y en ella a toda ‘‘carne’’ y a toda la creación.[30]

B. Benedicto XVI.

1. [Dios] Pudo así crear también en la resurrección una nueva dimensión de la existencia, pudo colocar, como dice Teilhard de Chardin, más allá de la biosfera y de la noosfera, una esfera nueva en la que el hombre y el mundo llegan a la unidad con Dios.[31]

2. La función del sacerdocio es consagrar el mundo para que se transforme en hostia viva, para que el mundo se convierta en liturgia: que la liturgia no sea algo paralelo a la realidad del mundo, sino que el mundo mismo se transforme en hostia viva, que se convierta en liturgia. Es la gran visión que tuvo también Teilhard de Chardin: al final tendremos una auténtica liturgia cósmica, en la que el cosmos se convierta en hostia viva.[32]

3. La creación con todos sus dones aspira, más allá de sí misma, hacia algo todavía más grande. Más allá de la síntesis de las propias fuerzas, y más allá de la síntesis de la naturaleza y el espíritu que en cierto modo experimentamos en ese trozo de pan, la creación está orientada hacia la divinización, hacia las santas bodas, hacia la unificación con el Creador mismo.[33]

4. Un teólogo alemán dijo una vez con ironía que el milagro de un cadáver reanimado -si es que eso hubiera ocurrido verdaderamente, algo en lo que no creía- sería a fin de cuentas irrelevante para nosotros porque, justamente, no nos concierne. En efecto, el que solamente una vez alguien haya sido reanimado, y nada más, ¿de qué modo debería afectarnos? Pero la resurrección de Cristo es precisamente algo más, una cosa distinta. Es -si podemos usar por una vez el lenguaje de la teoría de la evolución- la mayor mutación, el salto más decisivo en absoluto hacia una dimensión totalmente nueva, que se haya producido jamás en la larga historia de la vida y de sus desarrollos: un salto de un orden completamente nuevo, que nos afecta y que atañe a toda la historia.[34]

C. Raniero Cantalamesa.

Para finalizar, no encuentro nada más adecuado que hacerlo transcribiendo un muy esclarecedor pasaje del sermón dado por el Padre Raniero Cantalamessa -predicador oficial de la Casa Pontificia-, en la basílica de San Pedro, durante el oficio de Vísperas de la Jornada mundial de oración por el cuidado de la creación, instituida por Francisco el 06/08/2015[35]:

¡Cuánto ha tenido que esperar el universo, qué gran carrera tuvo que tomar para llegar a este punto! Miles de millones de años, durante los cuales la materia a través de su opacidad, avanzaba hacia la luz de la conciencia, como la linfa que del subsuelo sube con esfuerzo hacia la cima del árbol para expandirse en hojas, flores y frutos. Esta conciencia se alcanzó finalmente cuando apareció en el universo, lo que Teilhard de Chardin llama “el fenómeno humano”. Pero ahora que el universo ha alcanzado su objetivo, exige que el hombre cumpla su deber, que asuma, por así decirlo, la dirección del coro y entone en nombre de toda la creación: “¡Gloria a Dios en lo alto del cielo!”[36]

Alejandro Sosa Laprida



[1] Artículo publicado acá: https://gloria.tv/post/iQjRW1QPHgGZ4GyYNdMcr4hLW – Recomiendo acerca de esta cuestión la lectura del libro “Apostasía vaticana”, publicado en marzo, en venta en las librerías Vórtice y Club del Libro Cívico, Buenos Aires. Para más información ver en mi blog “Novedad editorial: Apostasía vaticana”: https://gloria.tv/post/7ynAG7ZfxBvK1MBD4MqN3aMxn


[3] “Juan Pablo II profesaba la herejía de la salvación universal”: https://gloria.tv/post/6zthWmGbzH4c1khnBxDXRbRGf

[4] “Benedicto XVI: ¿Doctor de la Iglesia?”: https://gloria.tv/post/QWAHiwPvTe3y1Fy9RnHPNGYb4




[8] Dinámica Social n. 63, Buenos Aires, noviembre de 1955 – http://www.opuslibros.org/Index_libros/Recensiones_1/teilhard_obr.htm

[9] Carta publicada en “Le Concile et Teilhard, l’Éternel et l’Humain”, M. Gorce, Neuchâtel, 1963, pp. 196-198. Recomiendo sobre el tema la lectura de “La cosmovisión de Teilhard de Chardin”, R. P. Julio Meinvielle, 1960: https://gloria.tv/post/VG8ivVrFnYBg2qmyRptVrM7sD

[10] “Francisco, Teilhard de Chardin y el panteísmo”: https://gloria.tv/post/kpjo9SAYhnqn1YM7HScvWZNZE

[11] “Rome et Teilhard de Chardin”, París, 1964, p. 38.

[12] “El Concilio Vaticano II inició la Pasión de la Iglesia”: https://gloria.tv/post/h9BNFYZP1fZX3ch72xV8np9nd

[13] “Ecumenismo y apostasía”: https://gloria.tv/post/RsfJFXSNoWkV666xPZ94u8VTL – “Apostasía en el Vaticano”: https://gloria.tv/post/bGpgetbcHdif6j2WsvcyisVwU – “El Vaticano promueve la apostasía y una religión global”: https://gloria.tv/post/bUsSsFR763PH42N9dkudYoCLQ – “Superar el egoísmo con Buda y Jesús”: https://gloria.tv/post/8BqX4JeSsmMC3PGUX8CQ4obSK – “La apostasía vaticana continúa”: https://gloria.tv/post/jovVg1X7jr8q1QrNENDTXHPUk – “El Vaticano promueve la religión de la masonería”: https://gloria.tv/post/hmTvG6Bj2QTy2GkwbhUqqgPEf – “Bergoglio pide religiosidad auténtica en un congreso interreligioso”: https://gloria.tv/post/eGxWLgdTKqJB63aWU8vHxdsNG – “Ayudemos al Santo Padre”: https://gloria.tv/post/RWaWjDfKZhxC4Bayz7T78chTH – “Crónicas de un falso profeta”: https://gloria.tv/post/7sBzz3NToDs4BBxzRWmxP8BQn





[18] Cardenal Wojtyla, Cuaresma de 1976. – Cardenal Wojtyla, Signo de contradicción, BAC, Madrid, 1978, p. 22 a 24.




[22] Discurso del 28/10/2011 a los representantes de las religiones que se reunieron en Asís el día anterior para participar en el encuentro interreligioso: https://www.vatican.va/content/benedict-xvi/es/speeches/2011/october/documents/hf_ben-xvi_spe_20111028_religious-delegations.html


[24] “El pasado 1 de enero, después de la oración del Angelus, Benedicto XVI anunció su deseo de solemnizar el XXV aniversario del histórico encuentro que tuvo lugar en Asís, el 27 de octubre de 1986, por voluntad del venerable Siervo de Dios Juan Pablo II. Con motivo de dicha conmemoración, el Santo Padre tiene la intención de convocar, el próximo 27 de octubre, una Jornada de reflexión, diálogo y oración por la paz y la justicia en el mundo, acudiendo como peregrino a la ciudad de san Francisco e invitando nuevamente a unirse a este camino a los hermanos cristianos de las distintas confesiones, a los exponentes de las tradiciones religiosas del mundo e, idealmente, a todos los hombres de buena voluntad.” – https://opusdei.org/es-es/article/asis-2011-peregrinos-de-la-verdad-peregrinos-de-la-paz/https://www.focolare.org/espana/es/news/2015/10/27/el-espiritu-de-asis/





[29] Encíclica Ecclesia de Eucharistia n. 8, 17/04/2003:







[35] Compartiendo con el amado hermano Bartolomé, Patriarca Ecuménico, la preocupación por el futuro de la creación (…) he decidido instituir también en la Iglesia Católica la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, que, a partir del año en curso, será celebrada el 1 de septiembre, tal como acontece desde hace tiempo en la Iglesia Ortodoxa. Como cristianos, queremos ofrecer nuestra contribución para superar la crisis ecológica que está viviendo la humanidad. (…) La crisis ecológica nos llama por tanto a una profunda conversión espiritual: los cristianos están llamados a una conversión ecológica, que implica dejar brotar todas las consecuencias de su encuentro con Jesucristo en las relaciones con el mundo que los rodea. De hecho, vivir la vocación de ser protectores de la obra de Dios es parte esencial de una existencia virtuosa, no consiste en algo opcional ni en un aspecto secundario de la experiencia cristiana. https://www.vatican.va/content/francesco/es/letters/2015/documents/papa-francesco_20150806_lettera-giornata-cura-creato.html – Sobre este asunto ver “La eco-encíclica Laudato Si”: https://gloria.tv/share/VY3JfB9otNjE21LJ73LEL7Y1W – “Bergoglio, apóstol ecologista”: https://gloria.tv/post/E8F1K8BoD4Fj6hbffjjQBxSqQ#15 – “Un estilo de vida eco-sostenible”: https://gloria.tv/post/1BvVGjCGukshDthgu71mPvyDe#5


Para más información:

“Diez años con Francisco”

NOVEDAD EDITORIAL

“Apostasía vaticana”