BIENVENIDO A ESTE BLOG, QUIENQUIERA QUE SEAS



martes, 24 de julio de 2018

Vírgenes y mártires en modo #Francisco



Muchas son las modas que el pontificado del Papa Francisco está imponiendo en la Iglesia y algunas tienen ese gustillo tan propio del mundo posmoderno, de ese mundo que busca negar la evidencia, es decir, rebelarse por puro imperio de la voluntad contra la realidad que, en el fondo, no es otra cosa que rebelarse contra el Creador de esa realidad. 

Dicho de otra manera, el Santo Padre quiere que las cosas sean como él quiere que sean, y si no son así, peor para las cosas, porque él continuará imponiéndoles su jesuitica voluntad. Él quiere que el pasto sea azul y aunque los prados con todas sus hierbas proclamen a viva voz que son verdes porque así los hizo el Creador, peor para las praderas y pastizales: por decreto o breve pontificio serán azules.

Veamos dos ejemplos de los últimos días. El 4 de julio se dio a conocer un documento de la Sede Apostólica titulado Ecclesiae Sponsae Imago, dedicado a regular el noble orden de las vírgenes, vocación de vida de muchas mujeres que permanecen solteras, consagrando su virginidad al Señor, pero sin pertenecer a ninguna orden religiosa (o prelatura personal). 

Se trata de una antiquísima institución de la Iglesia que en las últimas décadas cobró nuevo auge. Pues bien, nuestro Beatísimo Padre ha dispuesto, en un borbotón de puro voluntarismo que, para pertenecer al orden de las vírgenes, no hace falta ser virgen:
"... se tendrá presente que la llamada a dar testimonio del amor virginal, esponsal y fecundo de la Iglesia a Cristo, no se reduce al signo de la integridad física, y que haber guardado el cuerpo en perfecta continencia o haber vivido ejemplarmente la virtud de la castidad, aunque es de gran importancia en orden al discernimiento, no constituye requisito determinante en ausencia del cual sea imposible admitir a la consagración", dice en el número 88. Es decir, que el pasto es azul.
Posiblemente lo que no esperaba el Santo Padre es que las vírgenes consagradas se le levantaran en armasPocos días después de conocido el documento, la Asociación de Vírgenes Consagradas de Estados Unidos sostuvo que:
"se encontraban profundamente decepcionadas por la negación de que la virginidad integral es el fundamento esencial y natural de la vocación". 
“Es impactante escuchar de la Madre Iglesia que la virginidad física puede ya no ser considerada un prerrequisito esencial para la consagración a una vida de virginidad".
¿Y cómo no entenderlas? Esta política de inclusividad y misericordiosis propia del pontificado de Bergoglio choca con los límites que fija la realidad. 

La situación me recuerda los conflictos que se están ocasionando en deportes como el hockey sobre césped o el boxeo femenino cuando intenta integrar alguno de estos equipos un señor que en un momento dado se autopercibió como mujer. 

Así como el Estado decide que un hombre que fue constituido como tal por la naturaleza pueda ser considerado mujer, así también el Papa Francisco decide que una mujer que perdió su su virginidad pueda ser considerada virgen. [Pinchar aquí]. Como bien dice la Cigüeña de la Torre, habrá que recurrir a los servicios de La Celestina que ejercía de remendadora de vírgenes.

La distinción que están reclamando con fuerza las vírgenes consagradas no implica un "acto de discriminación" sino un acto de realidad. 

Es cosa buena y preciosa que una mujer que no vivió "ejemplarmente la castidad" se convierta. Para eso vino Cristo, para buscar la oveja perdida, y qué mejor ejemplo que el de Santa María Magdalena, igual que el de los apóstoles. Pero a nadie se le ocurriría incluirla en el orden de las vírgenes, sino que ella es conocida como "penitente". Y de ese modo son conocidas tantas otras santas como Santa Thais de Alejandría o Santa Pelagia de Jerusalén. 

"Pues nada de discriminar", dice el Santo Padre, "son todas vírgenes porque lo digo yo y así lo decreto y mando".

Pero la tozuda afirmación de que el pasto es azul no se reduce a cuestiones de virginidad sino que el Papa Francisco está redefiniendo el martirio. Ya comentamos en este blog la milagrosa aparición en Argentina de tres mártires desconocidos: Angelelli, Longueville y Murias, que ya están siendo festejados. Y la semana pasada aparecieron dos nuevos mártires: Teresio Olivelli y Lucien Botovasoa.

La diferencia de estos dos hombres -sin duda ejemplares- con los "mártires argentinos" es abismal y no vale la pena detenernos en eso. Resulta también claro que eran virtuosos y buenos cristianos pero, ¿eso los convierte en mártires, aun cuando hayan sido asesinados? ¿Entregaron efectivamente su vida "por odio a la fe"? Yo tengo mis dudas. 

Insisto, la vida de tanto de Teresio como de Lucien fue ejemplar y más la quisiera yo para mi, y seguramente están contemplando el Rostro Divino, pero no termino de ver que hayan sido muertos por odio a la fe sino, en todo caso, por odio simple y puro a un enemigo del nazismo o a un opositor al régimen inicuo del rey malgache Tsimihoño. Pero todo esto, aunque meritorio, no puede traducirse sin más en odium fidei.

Veamos un caso análogo, el del requeté Antonio Molle Lazo, que muere en manos de los milicianos comunistas durante la Cruzada Nacional española, poco después asistir a misa. Los relatos de quienes presenciaron su muerte dicen: 
"Intentaron (los milicianos) varias veces que gritara: “¡Muera la religión!” y “¡Viva Rusia!”; a lo cual sólo respondía: “¡Viva Cristo Rey!” y “¡Viva España!” También, cuando le amenazaban con ir a matarle y a beber su sangre, dijo: “Me mataréis, pero Cristo triunfará”. De los labios de Antonio, sin embargo, no se escuchó ningún insulto. Ante su negativa a blasfemar y a renegar de la fe, le mutilaron las orejas y le sacaron los ojos y parte de la nariz, pero únicamente decía: “¡Ay, Dios mío!” y seguía profesando: “¡Viva Cristo Rey!” Recibía golpes en todo el cuerpo, pero fundamentalmente en la cabeza. Sobre su pecho seguía llevando, también ensangrentado, el “Detente” con el Corazón de Jesús sobre el fondo de la bandera española. Y, comprendiendo que llegaba ya su final, pues uno de los asesinos dijo que iba a dispararle, extendió cuanto pudo sus brazos en forma de cruz, colocó sus piernas asemejándose a las del Crucificado y, con todas cuantas fuerzas pudo sacar aún de su interior, gritó con voz potentísima: “¡Viva Cristo Rey!”
Se trata de un joven, como Teresio, que siempre había sido un buen cristiano, como Teresio y Lucien, y que se enrola en uno de los dos bandos de una contienda, como Teresio y Lucien. Pero a diferencia de ellos, fue asesinado claramente y sin duda alguna "por odio a la fe". 

Sin embargo, Antonio, hasta donde yo sé, no es beato y no creo que lo sea, pues para el Santo Padre estaba en el bando equivocado.

Las vírgenes no son vírgenes, los mártires no son mártires y el pasto es azul. ¡No nos cerremos al Espíritu! ¡Abrámonos a las sorpresas del Papa Francisco!

The Wanderer

"¡Cuántas conciencias estarían tranquilas el día que la Iglesia católica diera el beso fraternal a todas las sectas, sus rivales!" Cardenal Pie(VI)



Las palabras que pronuncia a continuación el cardenal Pie, no es la fe que ahora mismo profesa la Iglesia, ni la fe que ha profesado en estas últimas décadas. Para confusión y escándalo de los sencillos. Aquellos que escandalizaron y quienes los secundan no se detuvieron a valorar el mal que hicieron. Aquellos que trataron a la esposa de Cristo como una más no les importó hacerlo.

-------

Mis hermanos, a menudo estamos desconcertados de lo que escuchamos decir sobre todas estas cuestiones a personas, por lo demás, sensatas. Les falla completamente la lógica tratándose de religión. ¿Es la pasión, es el prejuicio lo que los ciega? Es lo uno y lo otro.

En el fondo, las pasiones saben bien lo que quieren cuando buscan trastornar los fundamentos de la fe, hasta colocar a la religión entre las cosas sin consistencia. No ignoran que, demoliendo el dogma, se preparan una moral fácil. Se ha dicho con perfecta exactitud: “Es más bien el decálogo que el símbolo lo que hace a los incrédulos”. Si todas las religiones pueden ser colocadas en un mismo nivel, es que todas son válidas; y si todas son verdaderas, es que todas son falsas; y si todos los dioses se toleran, es que no hay Dios.

Y cuando se ha podido llegar hasta allí, ya no queda más moral molesta. ¡Cuántas conciencias estarían tranquilas el día que la Iglesia católica diera el beso fraternal a todas las sectas, sus rivales!

La indiferencia de las religiones es, por consiguiente, un sistema que tiene sus raíces en las pasiones del corazón humano; pero es necesario decir también que, para muchos hombres de nuestro tiempo, se debe a los prejuicios de la educación. Ciertamente, ora se trate de hombres ya avanzados en edad y que han mamado la leche de la generación precedente, o bien de quienes pertenecen a la nueva generación: los primeros han buscado el espíritu filosófico y religioso en el Emilio de Juan Jacobo; los otros, en la escuela ecléctica o progresista de esos semi-protestantes y semi-racionalistas que retienen hoy día el cetro de la enseñanza.

Juan Jacobo Rousseau ha sido entre nosotros el apologista y propagador de este sistema de tolerancia religiosa. La invención no le pertenece, aunque él audazmente superó al paganismo, que jamás llevó tan lejos la indiferencia.

Veamos, en un breve comentario, los principales puntos del catecismo ginebrino, lamentablemente popularizado: “Todas las religiones son buenas“, o dicho de otro modo, a la francesa, “todas las religiones son malas“. “Es necesario practicar la religión de su país“, es decir, de la comarca: verdadero de las cumbres para acá, falso tras las cumbres.

Por consiguiente, lo que es aún más grave, es necesario o no tener francamente ninguna religión y actuar como hipócrita en todas partes, o teniendo una religión en el fondo del corazón, convertirse en apóstata y renegado cuando las circunstancias lo requieran. La mujer debe profesar la misma religión que su marido, y los niños la misma religión que su padre; es decir, que aquello que era falso y malo antes del contrato de matrimonio debe ser verdadero y bueno después, ¡y que resultaría malo para los niños de los antropófagos apartarse de las excelentes prácticas de sus padres!

Pero ya los escucho decirme que el siglo de la Enciclopedia ha pasado y que una refutación más extensa sería un anacronismo. ¡En buena hora! Cerremos el libro de la Educación y abramos en su lugar los eruditos Ensayos, que son como la fuente común desde donde la filosofía del siglo XIX se irradia por mil canales escrupulosos sobre toda la superficie de nuestro país. Esta filosofía se llama ecléctica, sincrética y — con una pequeña modificación — también progresista.

Este hermoso sistema consiste en decir que no hay nada de falso; que todas las opiniones y todas las religiones pueden ser conciliadas; que el error no es posible al hombre, salvo que se despoje de su humanidad; que el único error de los hombres consiste en creer poseer exclusivamente toda la verdad, cuando cada uno de ellos no tiene más que un eslabón y que de la reunión de todos esos eslabones debe formarse la cadena completa de la verdad.

Así, según esta inconcebible teoría, no hay religiones falsas, si bien son todas incompletas la una sin la otra. La verdadera religión sería la religión del eclecticismo sincrético y progresivo, que reunirá a todas las otras, pasadas, presentes y por venir; todas las otras, es decir: la religión natural que reconoce un Dios; el ateísmo que no conoce ninguno; el panteísmo, que lo reconoce en todo y por doquier; el espiritualismo, que cree en el alma, y el materialismo, que no cree más que en la carne, la sangre y los humores; las sociedades evangélicas, que admiten una revelación, y el deísmo racionalista que la rechaza; el cristianismo que cree en el Mesías venido, y el judaísmo que lo espera todavía; el catolicismo que obedece al Papa, y el protestantismo que ve al Papa como anticristo. Todo esto es conciliable: son diferentes aspectos de la verdad, y del conjunto de estos cultos resultará un culto más amplio, más vasto, el gran culto verdaderamente católico — es decir, universal — puesto que el contendrá a todos los otros en su seno.


"Nosotros somos, exclusivistas en materia de doctrina. Si no lo fuéramos, es que no tendríamos la Verdad, puesto que la Verdad es Una". Cardenal Pie(V)



Nosotros somos, por consiguiente, intolerantes, exclusivistas en materia de doctrina: en suma, somos decididos. Si no lo fuéramos, es que no tendríamos la verdad, puesto que la verdad es una y, en consecuencia, intolerante. Hija del cielo, al descender sobre la tierra la religión cristiana ha presentado los títulos de su origen, ha ofrecido al examen de la razón hechos incontestables y que prueban indiscutiblemente su divinidad.

Por lo tanto, si ella viene de Dios; si Jesucristo, su autor, ha podido decir: “Yo soy la verdad, Ego sum veritas“, es indispensable, por forzosa conclusión, que la Iglesia cristiana conserve íntegramente esta verdad tal como ella la ha recibido del mismo cielo; es ineludible que ella rechace, que excluya todo lo que es contrario a esa verdad, todo lo que la destruiría.

Reprochar a la Iglesia católica su intolerancia dogmática, su afirmación absoluta en materia de doctrina, es hacerle un reproche muy honroso: es reprochar a la centinela por ser demasiado fiel y demasiado vigilante; es reprochar a la esposa por ser demasiado delicada y demasiado exclusiva.

Nosotros los toleramos bien, dicen algunas veces las sectas a la Iglesia, ¿por qué, entonces, vosotros no nos toleráis? Mis hermanos, es como si las esclavas dijesen a la esposa legítima: Nosotras os soportamos bien ¿por qué ser más exclusiva que nosotras?

Las intrusas soportando a la esposa, ¡es un gran favor, verdaderamente! Y la esposa es muy injusta por pretender para ella sola los derechos y los privilegios, de los cuales desean dejarle una parte, ¡al menos hasta lograr alejarla del todo!

¡Observen, pues, esta intolerancia de los católicos! — se dice a menudo a nuestro alrededor — ¡No pueden soportar ninguna otra iglesia que la suya!; ¡los protestantes los toleran bien!

Mis hermanos: vosotros estáis en la tranquila posesión de vuestra casa y de vuestra finca, y unos hombres armados se abalanzan sobre ellas, apoderándose de vuestra cama, de vuestra mesa, de vuestro dinero; en una palabra, ellos se instalan en vuestra casa, pero no os expulsan: tienen la condescendencia hasta de cederles vuestra parte. ¿De qué tenéis que quejaros? ¡Sois demasiado exigente al no contentaros con la porción conveniente!

Los protestantes afirman que uno puede salvarse en nuestra Iglesia. ¿Por qué pretendéis vosotros que uno no pueda salvarse en la suya? Mis hermanos: trasladémonos a una de las plazas de esta ciudad; un viajero me pregunta por la ruta que conduce a la capital, y yo se la indico.

Entonces uno de mis conciudadanos se aproxima y me dice: “Yo reconozco que esa ruta conduce a París: se lo concedo. Pero usted me debe consideraciones recíprocas, y no me discutirá que esta otra ruta — la ruta de Burdeos, por ejemplo — conduce igualmente a París“.

En verdad esta ruta de París será muy intolerante y exclusivista al no querer que una ruta que le es directamente opuesta conduce a la misma meta. Ella no tiene un espíritu conciliador, incluso ¿no incurre en el abuso y el fanatismo?

Mis hermanos, yo podría incluso hasta admitirlo, pues las rutas más opuestas terminarán tal vez por reencontrarse, luego de haber dado la vuelta al mundo, en tanto que se seguirá eternamente el camino del error sin llegar jamás al cielo. Entonces, no nos pregunten más porqué, mientras los protestantes reconocen que uno puede salvarse en nuestra religión, nosotros nos rehusamos a reconocer que — generalmente hablando y excepto el caso de buena fe e ignorancia invencible — uno puede salvarse en la suya. Los espinos pueden admitir que la viña produce racimos, sin que la viña este obligada a reconocer a los espinos la misma propiedad.

Primer fragmento de un sermón predicado por el Cardenal Pie en la Catedral de Chartres, publicado en “Obras Sacerdotales del Cardenal Pie”, editorial religiosa H. Oudin, 1901, Tomo I pág. 356-377)

Opinión de Luis Fernando sobre la elección de Pablo Casado como presidente del PP [comentario personal ... con añadiduras]



Día importante para la vida política en España. Pablo Casado, de 37 años de edad, es el nuevo presidente del Partido Popular.

Luis Fernando: Mi opinión 

Hay un solo PP, hay un solo sistema, democracia liberal, en el que todos los partidos con representación parlamentaria tienen su papel muy asumido ... Un papel complementario.

Con Casado vuelve la operación ... "votadnos, católicos practicantes, que somos el mal menor"... Y la masa borreguil les votará. Llevan 40 años así -antes como AP- no tienen por qué cambiar. VOX se queda sin clientela.

Casado es solo un auto ajuste del sistema. La serpiente que se cambia la piel, pero sigue siendo serpiente.

Y, por supuesto, eso a lo que llaman "sociedad civil" (HO, Foro de la Familia, etc) está entusiasmada con el nuevo amo del liberalismo conservador.

Amo que, con casi total seguridad, va a desentenderse de ellos a las primeras de cambio.

-------

[Nota:
 He usado, en esta entrada, la 
respuesta que le he dado a Luis Fernando, en Facebook, como ocasión para hacer una comparación entre un antes y un después del Concilio Vaticano II, aun cuando me haya desviado del tema inicial que hacía referencia tan solo a Pablo Casado como nuevo Presidente del PP.  Al mismo tiempo he retocado un poco mi respuesta, sin variar el contenido de la contestación, para dar una mayor cohesión a este escrito].

-------

José Martí: Comentario personal, el que hice en Facebook


Por desgracia, Luis Fernando, me temo que los hechos que veremos, si vivimos, te van a dar la razón, algo que tú mismo no quisieras. 

En principio, pienso que la elección de Pablo Casado es preferible a la de Soraya, pero por otra parte, en la lista de Casado, si no estoy mal informado, irán muchas de las personas que ya estaban en el Gobierno del PP, incluidas las de Soraya y Cospedal, con lo que -de ser así- tendríamos el mismo perro con otro collar

Ojalá que me equivoque, pero es lo cierto que falta contundencia en las afirmaciones de Pablo Casado. ¿Será capaz de enfrentarse a los grandes temas ideológicos que están llevando a España a la ruina ... en todos los sentidos? ¿Quienes serán los consejeros que se busque? 

Porque ahí está la cuestión: Ideológicamente PP = PSOE ... o incluso peor, porque dicen una cosa y luego no cumplen lo que han prometido sino que usan y fomentan los mismos "antivalores" que los partidos de izquierdas y de ultraizquierdas ... Esto es un engaño a quienes los votan

¡Mucho tendrían que cambiar las cosas para que comenzara a surgir una España que recobrara las raíces católicas que hace mucho tiempo que ha perdido! 

Cierto que existen los milagros, pero esos milagros se dan muy raramente ...¡ y, prácticamente, nunca si no existe la libre cooperación de las personas! 

Pienso que no hay que perder la esperanza. Todo lo contrario: Ahora, más que nunca, hay que "esperar contra toda esperanza", pero no podemos ser ingenuos sino cautos y procurar vivir íntegramente. 

Dios lo ve todo y conoce todo. Y eso debe de ser suficiente para un católico. Se pueden perder batallas, y muchas, pero la victoria final es de Jesucristo y su verdadera Iglesia, aquella que es fiel a la Tradición de siempre, desde su fundación

Porque no podemos ni debemos olvidar que en el trasfondo de todo lo que está ocurriendo está la persecución desmadrada a todo lo que se dice y actúa o recuerda el auténtico catolicismoEn eso todos los partidos -o casi todos- están de acuerdo, tácita o expresamente

El "derecho" al aborto, el divorcioel "matrimonio" homosexual, la exclusión de la religión católica de la educación así como la obligación de la impartición de la ideología de género a los niños,  etc, ... Todas estas cosas, que se consideran "falsamente" como síntomas de "progreso" no son sino la consecuencia del alejamiento de Dios, del Dios manifestado en Jesucristo (como verdadero Dios y verdadero hombre, en quien la humanidad llegó a su máxima plenitud y perfección) ... Se trata del retroceso más grande que jamás se haya visto, hacia niveles inferiores,  con mucho, a los de los animales irracionales ... con perdón de estos últimos. 

Es un hecho, comprobado por la historia no falseada, que el hombre se vuelve tanto más inhumano en cuanto que Dios deja de contar en su vidaLa restauración de la sociedad en general - y de España, en particular- sólo es posible a través de una visión cristiana de la vida, la cual, para nuestro infortunio, se ve cada día más lejana, pues la carencia de verdaderos pastores es la tónica dominante en esta nuestra Iglesia, tan influida por la herejía modernista en sus más altos Jerarcas

-------

[LOS SIGUIENTES OCHO PÁRRAFOS QUE SE ENCUENTRAN ENTRE LÍNEAS DISCONTINUAS  (-------) SERÍAN LA AÑADIDURA A LA QUE ME REFIERO AL PRINCIPIO]
-------

Por ejemplo:

-Nunca se había puesto en duda -en la Iglesia católica- que un divorciado no puede volver a casarse, puesto que así se encuentra en un estado de pecado grave ... ¡Nunca hasta ahora!

- Nunca se ha permitido recibir la sagrada comunión a quienes están en pecado mortal. Deben primero arrepentirse de corazón, con el propósito sincero de no recaer en el pecado  que han cometido y confesarse con un buen sacerdote. Mediante la absolución, Cristo, en la persona del sacerdote, libera al penitente de su pecado, que deja de existir. ...¡Eso era hasta ahora! ... Hay ya muchas Conferencias Episcopales (en todo el mundo) así como Obispos, sacerdotes, religiosos y laicos que lo permiten e, incluso, lo aconsejan

- "Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo". "Ningún otro Nombre se nos ha dado bajo el Cielo por el que podamos salvarnos". Esta salvación sólo, única y exclusivamente tiene lugar con Jesucristo, en Jesucristo y a través de Jesucristo ... ¡hasta ahora! Es la teoría de la salvación universal: todo el mundo se salva en la religión que profese. Eso es indiferente. Lo importante es que ese Dios (¿qué Dios, porque, según Francisco, "Dios no es católico"? ) es misericordioso. ¿Tenemos todos, acaso, el mismo Dios? Eso es lo que se nos quiere hacer creer, mediante mentiras, que provienen directamente del Santo Padre -dicho sea con el mayor respeto- aunque, en realidad, tienen su raíz en el Concilio Vaticano II. Lo que hace Francisco no es sino acelerar el proceso de demolición de la Iglesia, mediante ambigüedades y, aún peor, incurriendo en claras contradicciones que atentan contra la misma razón, puesto que es imposible que una cosa y su contraria, refiriéndose a lo mismo y en el mismo instante, sean ambas igualmente verdaderas. Este es el llamado principio de no contradicción, el cual es necesario para poder pensar con lógica y clarividencia

- Es por eso, entre otras cosas, que el llamado "ecumenismo" así como el llamado "diálogo interreligioso" son ambos una farsa y una gran mentira. Y frente a lo que se diga, no conducen a una mayor unión sino a una mayor desunión y a una protestantización de la Iglesia Católica que dejaría, entonces, de serlo ... dado que tendría que alterar su Doctrina, la cual no puede ser cambiada, pues es un Depósito dado en herencia por Jesucristo a sus Apóstoles y a los sucesores de ellos. 

- Nunca se había planteado, siquiera, la posibilidad de sacerdotisas en la Iglesia Católica o de sacerdotes casados ... ¡hasta ahora! No tenemos más que pensar en el famoso Sínodo de la Amazonía previsto para octubre del 2019

- Jamás, en la Iglesia católica,  se había condenado a los homosexuales: Siempre se les ha ayudado a llevar esa cruz, una cruz en la cual pueden, perfectamente, santificarse ... si la llevan en unión con Jesucristo sacrificado y muerto en la cruz por su amor ... pues su yugo es suave y su carga ligera.  Fue Jesús quien dijo a la mujer adúltera estas bellas palabras:  "Yo tampoco te condeno. Vete ... ¡y no peques más!". ... ¡pero eso era antes! Ahora Jesús le diría (en conformidad con el pensamiento modernista infiltrado en la Iglesia) : No te preocupes. ¿Quién soy yo para juzgarte? Sigue haciendo lo que quieras. Haz lo que te dicte tu "conciencia".

- La misericordia siempre ha sido una constante en la vida de la Iglesia. Ahí están las obras de misericordia, que siempre se han puesto en práctica por el fiel pueblo cristiano, tanto las materiales como las espirituales. Hoy que tanto se habla de misericordia es, sin embargo, la época en la que menos se practica. De hecho, no se conoce en qué consiste la misericordia. Por ejemplo, enseñar al que no sabe, dar buen consejo al que lo necesita, corregir al que yerra, etc ... todas éstas son obras de misericordia (de las espirituales). ¡Pero no se conocen! Sí ... había que corregir a quien iba por mal camino, a quien iba camino de la perdición eterna. ¡Pero eso era entonces! ¡Ahora las cosas son diferentes!: "Hay que dialogar, comprender, no pretender que se tiene la verdad, hay que ser flexibles y comprensivos, etc ..."

- ¡Qué mal se entiende la misericordia! El pecado esclaviza, hace daño y aniquila a las personas. Y es obligación de los  pastores acompañar a sus ovejas y sufrir con ellas, colocándose en su lugar ... pero nunca, nunca, nunca deben justificar su pecado, tal y como hizo Jesús con la mujer adúltera y tal y como decía san Agustín: Es preciso amar siempre al pecador, pero odiando fuertemente el pecado que tanto daño le hace.

-------

Y no acabaríamos. No obstante -y dicho esto- la actitud de un católico que, por la gracia de Dios, tenga fe, nunca puede ser de derrotismo, porque sabemos que en esta vida estamos sólo de paso, somos peregrinos y nuestra verdadera Patria, nuestra morada definitiva es el Cielo

Hagamos, pues, lo que esté en nuestras manos, siempre por amor a Jesucristo ... y  el resto vamos a dejárselo a Él. ¡Dios nunca ha fallado a los suyos ... y nunca les va a fallar!

😓😔😊

José Martí