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jueves, 20 de junio de 2019

NOTICIAS 20 de Junio de 2019


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THE WANDERER


Dialoguemos sobre el género


Paprocki vs. Cupich on Communion for Pro-Abortion Politicians: Who’s Right?

The Disastrous State of Things

LIFE SITE NEWS

Cdl. Burke: Relaxing priestly celibacy for Amazon region would affect universal Church

Roma se une a otras confesiones para celebrar el ecologista Tiempo de la Creación (Carlos Esteban)



El Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Integral Humano urge a los católicos a poner ‘en práctica’ la encíclica ecologista Laudato Sì y a unirse a otras confesiones en un Tiempo de la Creación en septiembre para combatir el Cambio Climático.

El dicasterio urge a agrupaciones católicas, ortodoxas, anglicanas y protestantes a celebrar el mes de septiembre como un Tiempo de la Creación centrado en presionar para que se aprueben medidas contra el Cambio Climático, tomando esta hipótesis de Naciones Unidas como verdad revelada.
Se celebrarán actos entre el 1 de septiembre hasta el 4 de octubre, con el objetivo global de limitar el calentamiento a 1,5 grados centígrados, en línea con la meta fijada en el Acuerdo de París a finales de 2015, el mismo año que vio la publicación de la encíclica ecológica de Francisco, Laudato Sì.

La jerarquía católica se ha lanzado al evangelismo ecológico con un celo flamígero que hacía mucho tiempo que no veíamos en nuestros pastores hacia ninguna otra causa, incluida la de la salvación de las almas. Esta misma semana, el órgano oficial de la Archidiócesis de Madrid, Alfa & Omega, abre con el titular ‘Objetivo: Salvar el Amazonas’.

Es legítimo, supongo, que uno se pregunte qué influencia puede tener la jerarquía madrileña en la ‘salvación’ del remoto río sudamericano y su entorno, o por qué es tan relevante para unos pastores a los que se ha encomendado la terrible responsabilidad de las almas de los fieles católicos y su salvación eterna, incluso mucho tiempo después de que el planeta en general y el Amazonas en particular no sean apenas ni un recuerdo.

El problema de reclutar a los cristianos en estos esfuerzos al servicio de una ideología laica, por nobilísima que sea, en detrimento de asuntos más centrales a nuestra fe y nuestro destino eterno, no es meramente, con ser mucho, la inevitable inmanentización de la fe. Esa urgencia por ‘salvar el planeta’, e incluso por reducir tácitamente la Creación a la materia, transmite por oposición la idea de que la creencia en las realidades sobrenaturales no es demasiado fuerte. En efecto, es difícil convencer al mundo de que la Iglesia cree realmente que en cada momento nos jugamos nuestro destino eterno, que Dios mismo se ha hecho hombre para salvarnos, no de la contaminación o el cambio climático, sino del pecado, si un mensaje tan urgente y transcendental se predica con sordina y como de pasada y la atención se centra en lo que, como el cielo y la tierra, pasará inevitablemente.

Paso por alto el riesgo cierto de ‘casar’ de modo tan explícito a la Iglesia de Cristo con una teoría humana como es el Cambio Climático, que si corresponde al ‘consenso científico’ de nuestros días lo mismo puede decirse de la Teoría Ptolemaica en la época de Galileo.

Pero, en la práctica, quizá lo más triste e inmediato sea lo que tiene de negación de credibilidad y atractivo del mensaje cristiano a los ojos del mundo. Ir con ingenua emoción al mundo a venderle las mismas ideas que él ha creado, envueltas en celofán eclesial, sólo puede provocar el desprecio del mundo. ¿Cuál podría ser la respuesta, sino: “vale, me alegro de que al fin te hayas convencido de que yo tenía razón, lo que me confirma que el resto de tu mensaje no puede tener demasiado valor”?

Carlos Esteban

El Sínodo de la Amazonía de la Iglesia Bergoglio propaga el regreso al paganismo


Duración 3:25 minutos

ENGLISH

The Chilean author José Antonio Ureta
of the Plinio Corrêa de Oliveira Institute writes that the Instrumentum Laboris, the working paper, for the Amazon Synod shows a strong propensity toward a “deification of nature” which is promoted in UN environmental conferences since at least 1972. This neo-pagan UN agenda is now about to enter the Catholic Church. According to Ureta the Instrumentum Laboris represents a “total opening of the gates of the Magisterium to Indian theology and eco-theology” which includes – quote - “clearly pagan” and “pantheistic elements of belief”.

But the “real earthquake” is according to Ureta contained in Nr. 127 of the Instrumentum Laboris which says that – quote – “it would be opportune to reconsider the notion that the exercise of jurisdiction must be connected in all areas and in a permanent way to the Sacrament of Holy Orders.” Nr. 127 calls therefore into question the essential difference between the common priesthood of the faithful and the ministerial priesthood of clerics which has been affirmed since the First Council of Nicaea. This will lead to a – quote - “dilution" of the Catholic priesthood.

Margaret Petito, president of non-profit Friends of Rule of Law in Ecuador, Inc., said about the Instrumentum Laboris, said that it – quote - “lacks observable, verifiable real-time facts about the large region of the world it pretends to assist.” According to her, it is nonsense to portray the pre-colonial inhabitants of the region as “happy-clappy” people “in harmony with nature.” Quote, “Death was the Incan primary god and all existed as slaves to serve the central state.”

Referring to the Instrumentum Laboris, Damian Thompson writes on Twitter: "This risible document is straight out of some PC Disney animation. “O wise ones, tell us the secrets of the forest.”

Commenting on the Instrumentum Laboris, Steve Skojec concludes on OnePeterFive: "We’re way, way, way past the point in time where we can take anyone seriously who is still trying to offer an orthodox reading on what’s happening. These are not men who are merely misguided; they are destroyers, who have come in hatred of our religion to remake it according to their own designs."

ESPAÑOL

El autor chileno José Antonio Ureta del Instituto Plinio Corrêa de Oliveira escribe que el Instrumentum Laboris, el documento de trabajo para el Sínodo del Amazonas, muestra una fuerte propensión hacia una "deificación de la naturaleza" que se promueve en las conferencias ambientales de la ONU desde al menos 1972. Esta agenda neopagana de la ONU está a punto de ingresar en la Iglesia católica. Según Ureta, el Instrumentum Laboris representa una "apertura total de las puertas del Magisterio a la teología y eco-teología de la India", que incluye - cita - elementos "claramente paganos" y "de creencia panteísta".

Pero el "terremoto real" está contenido,  según Ureta, en el Nr. 127 del Instrumentum Laboris que dice que - cita - "sería oportuno reconsiderar la noción de que el ejercicio de la jurisdicción debe estar conectado en todas las áreas y de manera permanente al Sacramento de las Órdenes Sagradas".  Por lo tanto, el Nr 127 cuestiona la diferencia esencial entre el sacerdocio común de los fieles y el sacerdocio ministerial de los clérigos que ha sido afirmado desde el Primer Concilio de Nicea. Esto conducirá a una - cita - "dilución" del sacerdocio católico.

Margaret Petito, presidenta de Amigos del Estado de Derecho sin fines de lucro en Ecuador, Inc., dijo acerca del Instrumentum Laboris  que  -cita- “carece de datos observables y verificables en tiempo real sobre la gran región del mundo que pretende ayudar ”. Según ella, es absurdo retratar a los habitantes precoloniales de la región como personas“ felices ”en armonía con la naturaleza”. Cita: “La muerte era el dios primario de los incas y todos existían como esclavos al servicio del estado central ".

Refiriéndose al Instrumentum Laboris, Damian Thompson escribe en Twitter: "Este documento risible es el resultado de alguna animación de PC Disney." Oh, sabios, cuéntennos los secretos del bosque ".

Al comentar sobre el Instrumentum Laboris, Steve Skojec concluye en OnePeterFive: "Estamos muy, muy, muy lejos del momento en que podemos tomar en serio a cualquiera que todavía esté tratando de ofrecer una lectura ortodoxa sobre lo que está sucediendo. Estos no son hombres que simplemente están equivocados; son destructores, que han venido odiando nuestra religión para rehacerla de acuerdo con sus propios diseños ".

Sínodo sobre la Amazonia: obispos, rechacen ese documento (Stefano Montana)



El Instrumentum Laboris para el Sínodo sobre la Amazonia, presentado el lunes pasado, es un texto gnóstico que contradice la fe católica. Sólo se puede esperar que los Padres sinodales lo recusen y redacten uno nuevo. Además de contener análisis muy discutibles sobre la Amazonia, cuyas poblaciones no tendrían ninguna necesidad de la libertad traída por Cristo, está la idea que la salvación deriva de una praxis y de la exaltación de un primitivismo ecologista de la vida en el “todo” de la Madre Tierra. Un texto totalmente inaceptable.

El Instrumentum Laboris del próximo Sínodo de los Obispos sobre la Amazonia, presentado a la prensa hace dos días, presenta un esquema inaceptable y se espera que los Padres sinodales lo recusen y redacten uno nuevo. De este modo darían prueba de caridad y de verdad. El motivo de fondo de nuestra drástica propuesta no se refiere a las numerosas formulaciones gravosas e incongruencias que contiene el texto, sino a su alma oculta, el sutil hilo teológico que une las partes. Es por eso que no es aceptable.

El texto está densamente tapizado con el neo-lenguaje eclesial de hoy. No se cuentan las palabras como sinodalidad, la Iglesia en salida, opción por los pobres, diálogo, escucha, discernimiento, conversión ecológica, periferias geográficas y existenciales y tantas otras que ahora todos tenemos y escuchamos hasta el aburrimiento, porque las sentimos repetidas por deber institucional, como manifiesto ideológico, por moda comunicativa o por complacencia servil.

Contiene también un análisis muy discutible de la situación en la Amazonia, desde un punto de vista científico, y de las características de las culturas de los poblaciones indígenas desde el punto de vista de la antropología cultural: estas culturas no representan en absoluto un mundo idílico, equilibrado y de convivencia como el documento quiere hacernos creer. Su paganismo no era ni es fuente de libertad, sino de esclavitudes múltiples. Las relaciones internas en sus vidas tribales conocen formas crudas de violencia, de injusticia y de segregación.

El Instrumentum laboris contiene también una demonización injusta e imprevistade la evangelización del continente, repetidamente remarcada a lo largo del texto. En consecuencia, frente a las diversas propuestas prácticas y a las sugerencias pastorales que cierran los diversos capítulos, el lector entiende que se trata de cosas que nunca se harán, siendo demasiadas, demasiado genéricas y demasiado desiguales con respecto a las fuerzas de un catolicismo latinoamericano en gran dificultad y que para revitalizarlo no será suficiente la lucha por los derechos de los pueblos indígenas.

Todos estos elementos dejan perplejos y, con frecuencia, desconciertan. Incluso por su cuenta pondrían una grave hipoteca sobre la utilidad del documento. Sin embargo, como repetimos, el verdadero problema no está en esto. Se trata más bien de una clara vena gnóstica que anima todo el texto.

En esencia se propone leer el mensaje de Cristo a la luz de la cultura ancestral y panteística de las poblaciones indígenas. El paganismo -una religiosidad del mito que no conoce el Logos- es presentado como un sano ejemplo de multi religiosidad en el que se manifestaría el Espíritu Santo, algo paralelo a la biodiversidad en el plano ambiental. El animismo es presentado como una dimensión espiritual válida y elevada que recoge el sentido del todo y empatiza con él, utilizando un lenguaje narrativo esotérico al que se debería conformar el lenguaje de la Iglesia. El ritual indígena es considerado “esencial para la salud integral”, en cuanto crea “armonía y equilibrio entre los seres humanos y el cosmos”. Por lo tanto, es visto como una experiencia válida de lo sagrado, ajena a la superstición, a la magia, a la brujería, al chamanismo, y para tenerlo en cuenta como puntal para la inculturación de la liturgia católica. Lo creado es llamado gnósticamente la “Madre Tierra”, en cuyo seno vivimos todos en conexión “con las diversas fuerzas espirituales”, alimentados por ella en una igualdad integral entre los seres vivos, de la que el hombre no emerge por ninguna forma de elección divina.

La Amazonia estaría “llena de vida y de sabiduría”; sus culturas inspiran “nuevos caminos, desafíos y esperanzas”; sus pueblos vivirían admirablemente “la armonía de la relación entre el agua, el territorio y la naturaleza, la vida comunitaria y la cultura, Dios y las diversas fuerzas espirituales”; la Amazonia es un lugar “de significado para la fe o para la experiencia de Dios en la historia... un lugar epifánico... una reserva de vida y de sabiduría para el planeta, una vida y una sabiduría que hablan de Dios”; de ella emana “una enseñanza vital para una comprensión integral de nuestras relaciones con los demás, con la naturaleza y con Dios”; en la Amazonía “la vida es un camino comunitario donde las tareas y las responsabilidades se dividen y comparten en función del bien común".

¿Qué necesidad tiene una Amazonia similar del anuncio de la liberación de Cristo?A lo sumo lo necesita, porque ese paraíso está amenazado por las industrias extractivas, lo necesita como una acción social reivindicativa, hay necesidad de Cristo para liberar la Amazonia, pero no para liberarla de la Amazonia, sino más bien para restaurar la Amazonia pura, originaria, primitiva, que tiene dentro de sí todos los criterios del “buen vivir" y de los cuales la Iglesia debe aprender. ¿Es este “conocimiento” (gnosis) el que nos salvará y no la doctrina, la vida y el culto de la Iglesia de Cristo? Parece que sí, si el Instrumentum dice que es necesario “desaprender, aprender y volver a aprender”: un proyecto claramente gnóstico.

En el documento confluyen dos gnosticismos. El primero es la idea que la salvación proviene de una praxis, de un cristianismo revisado desde el interior de una situación histórica (de explotación): era el camino de la teología de la liberación. El segundo está representado por el primitivismo ecológico de la vida en el “todo” de la Madre Tierra, del que serían depositarios los pueblos amazónicos hoy explotados. Dos gnosticismos en uno. Dos gnosticismos poco amazónicos, en gran medida de exportación occidental, pensados sobre las cátedras de la nueva teología católica europea.

Stefano Montana

Publicado originalmente en italiano el 19 de junio de 2019, en www.lanuovabq.it/it/sinodo-amazzoni…

Traducción al español por: José Arturo Quarracino

Desde laicos que dicen misa hasta la abolición de la castidad



Las primeras noticias sobre el sínodo de la Amazonia están levantando pasiones. Sí lo que se pretendía era reabrir por enésima ver la posibilidad del acceso al sacerdocio de hombres casados el objetivo está conseguido cum laude. El abanico de posibilidades va desde los laicos que pueden decir misa hasta la abolición del celibato. Cuando se habla de la abolición del celibato todo apunta a la abolición de la castidad, que es otra cosa bien distinta. El melón está abierto de nuevo y lo seguirá por algunos meses. 

Los partidarios no pierden ocasión y, a pesar de las repetidas negativas del Papa Francisco, cualquier excusa es buena para retomar el argumento. Los contrarios buscan razones de todo orden que justifique lo que hoy se llama inmovilismo. Todo este debate se produce en medio de un mundo que está apostatando masivamente y donde estos temas quedan reducidos a diálogos de carmelitas.

No se puede vivir y gobernar con el privilegio. El privilegio es la privación de la ley, no se cambia pero se aplican excepciones, que pueden terminar siendo más importantes que la propia ley. Cuando se plantea la resurrección del diaconado permanente se nos vendió que era para solucionar la carencia de sacerdotes en Africa y otros lugares de misión. El resultado ha sido que donde abundan es en Estados Unidos y en Europa. Tenemos la sensación de que se nos vende por progresista lo que ya ha sido superado por la historia

El discurso de la abolición del celibato lleva vivo desde los tiempos conciliares. Muchos de los que pensaron que era una cosa ya hecha, cosa de días, ya han dejado este mundo. Hoy no vemos masas de curas jóvenes defendiendo el fin del celibato. Vivimos en una sociedad con una profunda crisis matrimonial y muchos jóvenes ya no ven el matrimonio con la mentalidad de sus padres y abuelos. Si analizamos las vocaciones de hoy veremos que provienen, en su mayor parte, de matrimonios rotos y esto marca. 

Estamos seguros de que ya vivimos una nueva lectura reforzada y positiva de los que supone el celibato, y la virginidad consagrada, y de los muchos valores que aporta al ejercicio del ministerio sacerdotal en tiempos de tormenta. Sin duda que es revolucionario, y anti sistema, y esto molesta, y es bueno que así sea. El sacerdocio debe de ser un aldabonazo continuo que recuerde la presencia de la transcendencia en una sociedad secularizada. Hoy, más que nunca, es necesario hacerlo visible y los deseos de diluirlo en una presunta normalidad son el camino hacia su destrucción. Lo mismo podemos decir de la vida religiosa que muchos desean que termine en una especie de comunas de espiritualidad ecológica.

SPECOLA

El tren de la Amazonia ya ha salido. Próxima parada, Alemania (Sandro Magister)


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Desde el lunes 17 de junio, el sínodo de la Amazonia, convocado en Roma para el próximo mes de octubre, tiene su “Instrumentum laboris”, el documento base sobre el que debatirá.
Ocupa 59 densas páginas, pero bastan estas pocas líneas de su párrafo 129 para comprender adónde quiere llegar Francisco:
“Afirmando que el celibato es un don para la Iglesia, se pide que, para las zonas más remotas de la región, se estudie la posibilidad de la ordenación sacerdotal para personas ancianas, preferentemente indígenas, respetadas y aceptadas por su comunidad, aunque tengan ya una familia constituida y estable, con la finalidad de asegurar los Sacramentos que acompañen y sostengan la vida cristiana”.
La última vez que el papa había previsto esta meta había sido en la rueda de prensa del avión de vuelta de Panamá, el 27 de enero de 2019, cuando a la pregunta: “¿Permitirá la ordenación sacerdotal de hombres casados?”, respondió, primero, repitiendo con Pablo VI: “Prefiero dar la vida antes que cambiar la ley del celibato”, pero inmediatamente después admitió dicha posibilidad “en las zonas más remotas” como en las “islas del Pacífico” y “tal vez” en la Amazonia y “en muchos otros lugares”. Y acabó recomendando la lectura de un libro del obispo Fritz Lobinger que lanza, entre otras, la idea – “interesante” según Francisco– de ordenar a hombres casados concediéndoles sólo el “munus”, la tarea, de administrar los sacramentos, no también la de enseñar y gobernar, como sucede en cambio en cualquier ordenación.
Lobinger, de 90 años, fue obispo de Aliwal, en Sudáfrica, de 1988 a 2004. Pero nació y creció en Alemania, donde aún vive. Y no es el primer obispo o teólogo alemán del que se ha servido Jorge Mario Bergoglio en estos últimos años para aumentar la atención y el consenso a la ordenación de hombres casados, con la Amazonia como campo de pruebas.
Antes de él se pueden citar el teólogo y maestro espiritual Wunibald Müller, con el que Francisco tuvo en 2015 un intercambio de correspondencia precisamente sobre este tema, que hizo público el propio Müller.
Pero sobre todo hay que recordar al obispo emérito de la prelatura brasileña de Xingu, Erwin Kräutler, de 80 años, austríaco, miembro del consejo preparatorio del sínodo de la Amazonia, que en varios encuentros con el papa siempre ha recibido por parte de este cálidos ánimos para luchar por este resultado, ahora como miembro del consejo preparatorio del sínodo.
Por no hablar del cardenal Cláudio Hummes, de 85 años, brasileño pero de familia alemana, desde hace años también él claro defensor de la ordenación de hombres casados, presidente de la red eclesial panamazónica que une a 25 cardenales y obispos de los países de esa región, y que el papa ha querido como relator general del sínodo.
Todo con la indefectible bendición del más amado, por Bergoglio, de los cardenales y teólogos alemanes, Walter Kasper, de 86 años, el cual, en una reciente entrevista al periódico “Frankfurter Rundschau”, ha dicho que Francisco espera poder firmar una decisión del sínodo favorable a la ordenación de hombres casados.
El eje entre el papa argentino y Alemania no sólo caracteriza este sínodo de la Amazonia. Tiene también un antes y un después.
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El “antes” ha sido la génesis del doble sínodo sobre la familia.
Cuando Bergoglio, elegido papa hacía menos de un año, confió al cardenal Kasper la relación introductoria del consistorio de febrero de 2014 y Kasper apoyó precisamente la concesión de la comunión eucarística a los divorciados que se han vuelto a casar, el destino del sínodo sobre la familia ya estaba escrito.
Ese sínodo, en sus dos sesiones de 2014 y de 2015, se dividió verticalmente en dos sobre esta cuestión, pero Francisco decidió llegar a la meta prefijada a pesar de todo e imponiendo su autoridad, aunque fuera mediante la ambigua nota a pie de página de la exhortación postsinodal “Amoris laetitia”.
A partir de entonces, cualquier obispo del mundo puede autorizar, en su diócesis, la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar, por la que habían luchado los primeros, en los años noventa, algunos obispos de Alemania, con Kasper a la cabeza, a los que se enfrentó con firmeza el papa Juan Pablo II y el cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la congregación para la doctrina de la fe.
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Después del doble sínodo sobre la familia en el Vaticano hubo un intermedio, también este con perfume de Alemania y, más concretamente, de la ciudad de la Suiza alemana llamada Sankt Gallen, sede de encuentros, antes y después del 2000, de ese club de cardenales progresistas -futuros grandes electores de Bergoglio al papado- que tenía en los alemanes Karl Lehmann y Kasper y en el italiano y jesuita Carlo Maria Martini sus exponentes de relieve.
Se trataba de decidir el argumento del sínodo sucesivo y en la agenda del papa Francisco estaba en el primer puesto la cuestión de la ordenación de hombres casados.
Es decir, otro de esos “temas sinodales” que el cardenal Martini había propuesto afrontar en una serie de sínodos sucesivos, en su memorable intervención en el sínodo de 1999 en la que enumeraba:
“La falta de ministros ordenados, el papel de la mujer en la sociedad y la Iglesia, la disciplina del matrimonio, la visión católica de la sexualidad…”.
Bergoglio, sin embargo, eligió dejar pasar el tiempo y asignó al sínodo programado para octubre de 2018 el tema de los jóvenes, con la intención de discutir en él, eventualmente, “la visión católica de la sexualidad”, incluida la homosexualidad.
Pero esto no sucedió por una decisión prudencial, tomada sobre la marcha, del propio Bergoglio, y el sínodo sobre los jóvenes acabó siendo uno de los más aburridos e inútiles de la historia.
Pero estaba en programa para el 2019 el sínodo especial de la Amazonia. Y aquí se ha retomado plenamente la agenda de Martini, no sólo con la ordenación de los hombres casados prácticamente decidida antes de que inicie el sínodo, sino incluso con un deseo enigmático, presente también en el párrafo 129 del ”Instrumentum laboris”, a saber: “identificar el tipo de ministerio oficial que puede ser conferido a la mujer”, que no será el “diaconado femenino”, que el papa Francisco ha pospuesto para que sea objeto de una “profundización ulterior”; pero un “ministerio” debería haber, tal vez sacramental.
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Pero no acaba aquí. Porque el sínodo de la Amazonia tendrá también un “después”. Y lo tendrá precisamente en Alemania.
El pasado mes de febrero la conferencia episcopal alemana, reunida en su asamblea plenaria en Lingen, ha puesto en marcha un sínodo nacional con tres “foros” preparatorios sobre los temas siguientes:
- “Poder, participación, separación de poderes”, presidido por el obispo de Spira, KarlHeinz Wiesemann;
- “Moral sexual”, presidido por el obispo de Osnabrück, FranzJosef Bode;
- “Forma de vida presbiterial”, presidido por el obispo de Münster, Felix Genn.
Está de nuevo en marcha la agenda Martini y en las relaciones introductorias de la asamblea plenaria de Lingen se ha dicho “apertis verbis” que se quiere llegar a legitimar los actos homosexuales (objetivo que no se ha cumplido en el sínodo sobre los jóvenes) e introducir la ordenación de los hombres casados en Alemania (por lo tanto, no sólo en las remotas periferias de la Iglesia como la Amazonia).
También se ha insistido a fin de que para dichas decisiones baste un voto de mayoría, sin que una minoría pueda bloquear su entrada en vigor y sin que sea necesario el vía libre por parte de la Iglesia católica en su conjunto.
Todo hace entender que Francisco no ha puesto objeciones a este programa de la Iglesia de Alemania, una de las Iglesias más desastrosas del mundo, con todos los índices bajando en picado, menos el de la riqueza económica. Y que sin embargo ha sido promovida por Bergoglio como faro de su pontificado
Sandro Magister

La Santísima Trinidad y la grandeza del amor


Duración 16:18 minutos

El obispo Strickland exige que los laicos puedan investigar a los obispos acusados de encubrimiento (Carlos Esteban)



El obispo texano de Tyler, Joseph Strickland, ha pedido en la asamblea de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos que se dé a organismos de laicos la facultad de investigar a los obispos a fin de evitar nuevos escándalos de encubrimiento de abusos sexuales clericales.

Tyler, en Texas, no es exactamente una diócesis de mucho peso en la Iglesia norteamericana, pero su titular, el obispo John Strickland, se está revelando como una de las voces más valientes -y discordantes- dentro del apacible consenso del episcopado gringo. Fue de los pocos que, al publicarse el explosivo Testimonio Viganò, salió a la palestra, no para condenar al ex nuncio, sino para declarar que tenía buena opinión de él, que el texto le parecía creíble y de que debería dársele una respuesta convincente desde Roma.

Desde entonces, todas sus declaraciones han sido de este tenor. En esta misma asamblea empezó por pedir que se solicitara a Roma la apertura de los archivos relativos al defenestrado cardenal Theodore McCarrick para aclarar de una vez ese espinoso asunto, lo que provocó una gélida y desabrida respuesta de uno de los ‘pupilos’ de McCarrick, el cardenal Joseph ‘Joe’ Tobin, arzobispo de Newark.

Y ahora ha exigido, ha vuelto al estrado de la asamblea para apoyar la moción de su colega Jefferson City, Shawn McKnight, en el sentido de que sea obligatorio implicar a los laicos en la investigación de obispos sospechosos de abusos sexuales o de encubrimiento de los mismos.

La asamblea ya había aprobado tres documentos relativos a medidas para combatir esta lacra, pero ninguna de las tres prevé la implicación de los laicos, algo que el de Tyler considera esencial. Strickland recordó a sus hermanos en el episcopado que la Conferencia ya cuenta con dos organismos asesores formados exclusivamente por laicos, el Consejo Asesor Nacional y la Oficina de Revisión Nacional, añadiendo: “Querría animar a que sigamos sus firmes recomendaciones y apoyemos sus esfuerzos para sacar a la luz las cuestiones del escándalo McCarrick tan plenamente como sea posible, y como ha dicho el obispo McKnight, necesitamos ese aspecto obligatorio de la implicación de los laicos”.

Carlos Esteban