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lunes, 3 de octubre de 2022

“Por una Iglesia abierta a todos”, tema de “El Video del Papa” Octubre 2022



Duración: 2 minutos


Para todos menos para los que quieran la liturgia tradicional, ¡a esos hay que darles duro y en la cabeza!

Lamentamos dudar de la intención y el deseo de Francisco de esa tal “Iglesia abierta a todos”, porque los hechos lo contradicen, hablamos concretamente de la despiadada cacería a los tradis y el esfuerzo brutal para que estos ocasionen un cisma y tapen los, esos sí, verdaderos cismas, como los de los obispos alemanes y compañia. No te creemos, Francisco.

“Por una Iglesia abierta a todos”, es el tema de este mes del llamado “El Video del Papa”, el cual 
está más bien  encausado hacia el sínodo de la sinodalidad de las sinodalidades ... ¡Quien logre desinodalizarlo un buen desinodalizador será!


sábado, 8 de diciembre de 2018

Francisco insiste en su último vídeo en que ‘adaptemos’ el lenguaje de la fe al del mundo (Carlos Esteban)


Duración 1:01 minutos

El Papa, en el vídeo recién publicado sobre su intención mensual, vuelve a insistir en la necesidad de ‘adaptar’ el lenguaje del Evangelio a la audiencia moderna, una receta que lleva medio siglo revelando su ineficacia.

Ha salido el vídeo con la intención del Papa de este mes, ‘Al servicio de la transmisión de la fe’, con este mensaje:
“Si uno quiere compartir su fe con la palabra, tiene que escuchar mucho. Imitemos el estilo de Jesús que se adaptaba a las personas que tenía ante Él para acercarles el amor de Dios. Recemos para que las personas dedicadas al servicio de la transmisión de la fe encuentren un lenguaje adaptado al presente, en diálogo con la cultura, en diálogo con el corazón de las personas y sobre todo escuchando mucho”.
Las palabras del Papa, recitadas por él mismo, entrelazan su imagen con un corto de unos jóvenes preparando una función de Navidad o belén viviente bastante multicultural. Visualmente no es en absoluto distinto a miles de ‘spots’ comerciales, que combinan una improbable diversidad racial con una ausencia absoluta de diversidad estética: todos son guapos y están bien hechos, como mandan los canónes publicitarios.

En el brevísimo mensaje están, sin embargo, algunas de las preocupaciones obsesivas de Su Santidad, como el ‘diálogo con la cultura’ y la ‘actualización’ del modo de transmitir el mensaje para ‘adaptarlo’ al tiempo presente. También es significativa la expresión, en su primera frase, de ‘compartir su fe’, preferida a ‘predicar el Evangelio’, que suena demasiado cercana, imaginamos, al aborrecido ‘proselitismo’.

La idea de que el modo más eficaz de transmitir un mensaje es adaptarlo al receptor, utilizar los medios que lo hagan más comprensible a la audiencia imitando los mismos códigos que esta, parece una perogrullada. Es, por lo demás, la ‘idea fuerza’ de todo el Concilio Vaticano II, del que su iniciador, Juan XXIII, esperaba que inaugurara una ‘primavera eclesial’ con el sencillo procedimiento de actualizar los modos de transmisión de la fe, como insiste ahora Francisco.

Hay sólo una pequeña pega, quizá pasada por alto, una minucia: este método tan obvio, tan elemental, tan de perogrullo, no está funcionando. Lo que ahora, este mes, en este vídeo, recomienda el Papa no es exactamente nuevo; es el estado normal, el sistema por defecto de transmitir la fe en todo el mundo desde el final del concilio. Suena hasta raro, como si estuviera recomendando a los conductores circular por la derecha a modo de insólita novedad. Y, como decía, en lugar de haber provocado un multitudinario acercamiento del mundo a la fe, el consejo desencadenó la más apabullante apostasía masiva sin persecución de la Historia de la Iglesia.

Repetir idénticas causas en la esperanza de que produzcan resultados diferentes es la definición de locura, según una frase que se le atribuye a Albert Einstein, probablemente sin culpa alguna. Así que quizá podamos explorar algunos motivos por los que esta adaptación del lenguaje, este ‘diálogo con la cultura’, está dando un resultado tan espantoso y opuesto al pretendido y aparentemente lógico. Se me ocurren algunos.

Un mensaje tiene, en efecto, que ser comprensible para el receptor, y por tanto debe emplear al menos algunos significantes que el oyente comparta. Pero la forma también dice mucho del fondo, especialmente cuando se están transmitiendo realidades sobrenaturales y misterios de la fe. En ese sentido, una vulgarización del lenguaje puede transmitir en sí misma la idea adicional de que lo que se está contando es vulgar, una narración más, un mensaje más de los muchos con que nos bombardean los medios a diario. Si usas el mismo lenguaje que un anuncio de colonia, lo normal es que se te escuche como a un fabricante de colonia, como a alguien que vende algo.

Pero el mensaje del Evangelio va a la raíz de la existencia humana, aspira a ser la asombrosa respuesta definitiva a los más profundos anhelos del corazón humano, y quizá un lenguaje más solemne del habitual, incluso más extraño y misterioso, tenga mayor capacidad de reflejar ese carácter transcedente.

Dicho de otro modo, la manera en que se transmite una verdad debe reflejar algo de esa misma verdad, de la posición que ocupa en el rango de las verdades. Y esto no se aplica solo a la fe, en absoluto: todos adaptamos nuestro lenguaje, no solo a los códigos de los oyentes, sino también a la naturaleza misma de lo que se transmite. Las leyes tienen sus formalidades, como las tiene la ciencia; ni siquiera pide uno en matrimonio en el mismo tono casual en que se pide a alguien que te pase la sal en la mesa.

Dice Su Santidad en el mensaje del vídeo que Jesús “se adaptaba a las personas que tenía ante Él “. Es difícil saberlo, sobre todo porque ese “adaptarse” puede entenderse de muchas maneras. Aparentemente, al menos, de la lectura del Evangelio obtenemos una notoria regularidad en su lenguaje, hablara con quien hablara; no es fácil advertir esa ‘adaptación’ de la que habla el Santo Padre, salvo que se refiera al hecho obvio de que tenía en cuenta las circunstancias de las personas que tenía delante. Pero fuera de lo más evidente, no advertimos adaptación alguna ni en el mensaje ni en el modo de expresarlo, más bien todo lo contrario, aunque no es imposible que eso se deba a que prácticamente todo el mundo con el que trataba se movía en el mismo marco de referencia. Y, después de todo, como hacía notar el superior de los jesuitas -y ahora superior de los superiores de todas las órdenes religiosas-, el padre Arturo Sosa, en tiempos de Jesús no había grabadoras.

Otra razón que se me ocurre para que este consejo no haya dado el fruto esperado es que en la jerarquía eclesiástica suele haber cierto ‘décalage’ cultural perfectamente comprensible. Intentaré explicarme. Si un padre emplea con su hijo adolescente el lenguaje que este ha oído siempre de él, el que el padre ha usado siempre y al que el propio hijo está acostumbrado, no habrá mucho problema de comunicación. Pero si el padre, para resultar más ‘relevante’ ante su hijo, trata de emplear una ‘jerga juvenil’, el resultado es a menudo catastrófico. El padre tenderá a usar una jerigonza mixta, con palabras novísimas usadas quizá de modo impropio y otras que remiten más a su juventud que a la de su hijo. Al hijo probablemente le parecerá cómico y, desde luego, la comunicación entre ambos no habrá mejorado en absoluto.

El Papa, los cardenales, incluso los obispos tienden a ser personas mayores, porque para llegar adonde están han tenido que recorrer un prolongado ‘cursus honorum’: seminarista, sacerdote, coadjutor, párroco, monseñor, vicario, obispo auxiliar… Eso hace que el lenguaje cotidiano de la juventud les resulte extraño, y que al intentar usarlo estén en realidad empleando una jerga ya inexistente, perdida en algún punto entre los años setenta y el presente.

La analogía que he empleado me sirve también para ilustrar lo que, en mi opinión, podría ser una tercera causa por la que este método de adaptación del mensaje parece haber fracasado estrepitosamente. ¿Qué otra reacción es esperable en el adolescente de mi ejemplo anterior? La irritación, el recelo y cierto desprecio. Le parecerá que su padre está usando ‘un truco’, que al emplear un lenguaje que no es el suyo propio, el natural, aquel al que el adolescente está acostumbrado desde la primera infancia, su padre le está engañando de algún modo, está apelando a una añagaza evidente para manipularle.

Esto es crucial. En la pastoral, a menudo la Iglesia parece condescendiente en las formas, y una de las cosas que un joven normal siente como más ofensivas es la condescendencia. Acomodar una fe de siglos para no ‘asustar’ a los oyentes tiene el efecto contrario, porque la idea que transmite es más la de una secta que la de la Iglesia. En una conmovedora parábola evangélica, Jesús nos habla de cómo las ovejas no obedecen al asalariado, sino al verdadero pastor, porque “conocen su voz”. Quizá haya sido este intento de imitar (mal) una voz ajena, la del mundo, lo que ha alejado a tantos de la práctica religiosa.
Carlos Esteban

martes, 10 de enero de 2017

Contradicciones entre el video del Papa y su homilía en santa Marta: ¿En qué quedamos? (por José Martí)


Duración 1:26 minutos


El título de este primer video del papa de Enero de 2017 es: "Los cristianos al servicio de la humanidad". En él puede escucharse lo siguiente:

"En el mundo actual muchos cristianos de diversas Iglesias trabajan juntos al servicio de la humanidad necesitada, para la defensa de la vida humana y de su dignidad, de la creación y contra las injusticias". 

"Este deseo de caminar juntos, de colaborar en el servicio y en la solidaridad con los más débiles y los que sufren, es un motivo de alegría para todos". 

"Uní tu voz a la mía para pedir por todos los que contribuyan con la oración y la caridad fraterna a restablecer la PLENA COMUNIÓN ECLESIAL al servicio de los desafíos de la humanidad"

COMENTARIO PERSONAL A ESTE VIDEO

Yo diría que con estas pocas palabras, el papa Francisco está preparando ya el terreno para la celebración del quinto centenario de la Reforma Protestante de Lutero, cuyo objeto es la "unidad" [imposible] de las Iglesias. 

Obsérvese: "Muchos cristianos DE DIVERSAS IGLESIAS trabajan juntos ...". ¿En qué trabajan exactamente? No queda muy claro. 

Dice: "Al servicio de la humanidad necesitada y de los desafíos de la humanidad" [Sí, pero ¿en qué consiste ese servicio? El máximo servicio que se puede prestar al hombre es el de darle a conocer a Jesucristo. Esto le cambiaría el corazón y cambiaría la sociedad, pero no creo que vayan por ahí los tiros: la idea de Jesucristo que tiene un católico está a años-luz de la que tiene, por ejemplo un protestante] ... 

"Para la defensa de la vida humana" [Habría que hacer aquí una referencia al aborto, el máximo genocidio que se está llevando a cabo en la humanidad hoy en día; ... pero ni siquiera se nombra ... ¡se da por supuesto! ] 

"... al servicio de la creación" [Esto me recuerda la funesta encíclica laudato si. No es el hombre el que tiene que estar al servicio de la creación. Dios lo creó para que dominara la creación (respetándola, por supuesto, pero no dedicándose a servirla, como hacen los animistas de la Pacha Mama, la madre tierra. La Tierra no es madre de nadie. En todo caso y en sentido figurado, es una criatura de Dios, al igual que lo somos nosotros, con la diferencia de que, porque Él así lo ha dispuesto, nos ha creado a su imagen y semejanza para trabajar la tierra y dominarla, no para servirla. Recordemos que no se hizo el  hombre para el sábado sino el sábado para el hombre] 

"¿Contra las injusticias?" [¿Pero hay mayor injusticia que se la que se comete contra el Hijo de Dios, que vino a los suyos y, sin embargo, éstos no le recibieron? ¿Por qué no se nombra a Jesús? ¿Y por qué no se nombra el pecado, cuando es el pecado la causa y el origen de todas las injusticias, del tipo que sean? No podemos olvidar que el mensaje del Papa va dirigido a los católicos y no a todo el mundo, aun cuando todo el mundo esté pendiente de sus palabras]

"¿Solidaridad con los más débiles y con los que sufren?" Muy bien, pero ¿quiénes son los que sufren, los pobres, los verdaderamente necesitados? ¿Aquéllos a quienes les falta el sustento? Por supuesto que sí. No cabe duda de ello ... aunque esto siempre lo ha hecho la Iglesia y no como solidaridad, sino llevada del amor a Jesús, pues en los pobres y en los necesitados le ve a Él. De lo contrario, la Iglesia sería una ONG más ... lo cual no es así. Es la caridad y no la solidaridad la que ha llevado a los misioneros a abandonar a sus padres y su tierra y entregarse de lleno a la misión de dar a conocer a Jesucristo a todo el mundo, según fue su mandato expreso . 

... Aunque habría que recordar aquí, también, que "no sólo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios". Jesús dio de comer a miles de personas cuando tuvo lugar el milagro de la multiplicación de los panes y de los peces que, por cierto, fue un verdadero milagro. Hubo multiplicación. Así está recogido en la Biblia. Pero no era esa su misión: "Yo he venido a hacer la voluntad de mi Padre" Y ésta es su Voluntad: "Que creáis en Aquél que el Padre ha enviado". Por eso se retiró de ellos a orar a una montaña, cuando querían proclamarlo rey.

Además, hoy en día los verdaderos necesitados son los millones de católicos que no conocen su fe, ni conocen a Jesucristo porque no se les ha hablado de Él, sino de cosas meramente humanas. Se ha desvirtuado el catolicismo y a los fieles se les ha escamoteado la figura de Jesucristo y su mensaje de amor que le llevó hasta dar la vida por nosotros, hasta la muerte y una muerte de cruz.  Sí, son los cristianos de hoy los realmente infelices, los auténticamente pobres y necesitados, necesitados de la Palabra de Dios, esa Palabra que es Jesucristo, el único que puede traerles la alegría y la máxima felicidad que, en este mundo que pasa, es posible tener. Lo del pan está muy bien, pero el pan solo no es suficiente para dar la vida al hombre y, con la vida, la alegría. 

Habla también de "restablecer la PLENA COMUNIÓN ECLESIAL". Un empeño muy loable, pero no es ese "falso ecumenismo" el que podrá hacerla posible. Por el contrario -y es fácil predecirlo- esto sólo traerá consigo más división y, para colmo, la apostasía será aún más generalizada de lo que ya lo es. 

¿Caminar juntos? ¿Acompañar? Sí, todo eso está muy bien ... pero acompañar sin engañar a la persona que sufre, alejándola de la fe, haciéndole creer que Dios no le pide determinadas cosas que son sólo para gente escogida. Eso es una gran mentira de la que tendrán que dar cuenta ante Dios quienes así procedan, pues han contribuido al alejamiento de la fe de esa persona a la que, aparentemente, pretenden consolar. El consuelo que Dios da es, con mucho, muy superior al que pueden dar los hombres. Y Dios no pide imposibles. La salvación no es sólo para unas cuantas personas de élite. Eso es una falsedad que se ha infiltrado en la Iglesia junto con el modernismo, en donde todo vestigio de sobrenaturalidad desaparece.

La verdadera misericordia para con los demás consiste en atraerlos hacia Jesucristo y hacia su única Iglesia, la que Él fundó, que es la Iglesia Católica. Si nos avergonzamos de Él, también Él se avergonzará de nosotros cuando venga de nuevo, glorioso, al final de los tiempos.

COMENTARIO DEL PAPA PÍO XI en su encíclica MORTALIUM ANIMOS
(LA ENCÍCLICA COMPLETA PUEDE LEERSE EN ESTE ENLACE)

Tales tentativas ( se refiere a las reuniones entre "cristianos" que no comulgan con la fe de la verdadera Iglesia) no pueden, de ninguna manera obtener la aprobación de los católicos, puesto que están fundadas en la falsa opinión de los que piensan que todas las religiones son, con poca diferencia, buenas y laudables ... hasta el punto de que cuantos se adhieren a tales opiniones y tentativas, se apartan totalmente de la religión revelada por Dios.

Con FALAZ APARIENCIA DE BIEN se engañan más fácilmente algunos cuando se trata de fomentar la unión de todos los cristianos ... Luego habla de unos principios y argumentos ... en los cuales hallarán los católicos la norma de lo que deben pensar y practicar en cuanto se refiere al intento de unir de cualquier manera en un solo cuerpo a todos los hombres que se llaman católicos. Y sigue diciendo más adelante:

Ninguna religión puede ser verdadera FUERA DE AQUELLA QUE SE FUNDA EN LA PALABRA REVELADA POR DIOS, revelación que comenzada desde el principio, y continuada durante la Ley Antigua, fue perfeccionada por el mismo Jesucristo con la Ley Nueva

Pues es lo cierto que Cristo Nuestro Señor instituyó su Iglesia como sociedad perfecta, externa y visible por su propia naturaleza, a fin de que prosiguiese realizando, de allí en adelante, la obra de la salvación del género humano, bajo la guía de una sola cabezacon magisterio de viva vozy por medio de la administración de los sacramentos ...

Esta Iglesia, tan maravillosamente fundada, no podía ciertamente cesar ni extinguirse, muertos su Fundador y los Apóstoles que en un principio la propagaron, puesto que a ella se le había confiado el mandato de conducir a la eterna salvación a todos los hombres, sin excepción de lugar ni de tiempo: "Id, pues, e instruid a todas las naciones". Y en el cumplimiento continuo de este oficio, ¿acaso faltará a la Iglesia el valor ni la eficacia, hallándose perpetuamente asistida con la presencia del mismo Cristo, que solemnemente le prometió: "He aquí que yo estaré siempre con vosotros, hasta la consumación de los siglos"? Por tanto, LA IGLESIA DE CRISTO no sólo ha de existir necesariamente hoy, mañana y siempre, sino también HA DE SER EXACTAMENTE LA MISMA QUE FUE EN LOS TIEMPOS APOSTÓLICOS, si no queremos decir -y de ello estamos muy lejos- que Cristo Nuestro Señor no ha cumplido su propósito, o se engañó cuando dijo que las puertas del infierno no habían de prevalecer contra ella.

Sería necesario -dicen- que, suprimiendo y dejando a un lado las controversias y variaciones rancias de opiniones, que han dividido hasta hoy a la familia cristiana, se formule y se proponga con las doctrinas restantes una norma común de fe, con cuya profesión puedan todos no ya reconocerse, sino sentirse hermanos. y cuando las múltiples iglesias o comunidades estén unidas por un pacto universal, entonces será cuando puedan resistir sólida y fructuosamente los avances de la impiedad... 

[Y más adelante dice]

Siendo todo esto así, claramente se ve que ni la Sede Apostólica puede en manera alguna tener parte en dichos Congresos, ni de ningún modo pueden los católicos favorecer ni cooperar a semejantes intentos; y si lo hiciesen, darían autoridad a una falsa religión cristiana, totalmente ajena a la única y verdadera Iglesia de Cristo. ...

Si nuestro Redentor manifestó expresamente que su Evangelio no sólo era para los tiempos apostólicos, sino también para las edades futuras, ¿habrá podido hacerse tan oscura e incierta la doctrina de la Fe, que sea hoy conveniente tolerar en ella hasta las opiniones contrarias entre sí? Si esto fuese verdad, habría que decir también que el Espíritu Santo infundido en los apóstoles, y la perpetua permanencia del mismo Espíritu en la Iglesia, y hasta la misma predicación de Jesucristo, habría perdido hace muchos siglos toda utilidad y eficacia; afirmación que sería ciertamente blasfema.

Cuando el Hijo Unigénito de Dios mandó a sus legados que enseñasen a todas las naciones, impuso a todos los hombres la obligación de dar fe a cuanto les fuese enseñado por los testigos predestinados por Dios; obligación que sancionó de este modo: el que creyere y fuere bautizado, se salvará; mas el que no creyere será condenado 

Podrá parecer que dichos "pancristianos", tan atentos a unir las iglesias, persiguen el fin nobilísimo de fomentar la caridad entre todos los cristianos. Pero, ¿cómo es posible que la caridad redunde en daño de la fe?  ...Siendo, pues, la fe íntegra y sincera, como fundamento y raíz de la caridad, necesario es que los discípulos de Cristo estén unidos principalmente con el vínculo de la unidad de fe.

¿Y de qué manera, si se nos quiere decir, podrían formar una sola y misma Asociación de fieles los hombres que defienden doctrinas contrariascomo, por ejemplo, ..., los que adoran a Cristo realmente presente en la Sagrada Eucaristía por la maravillosa conversión del pan y del vino, llamada "transubstanciación", y los que afirman que el Cuerpo de Cristo está allí presente sólo por la fe, o por el signo y virtud del Sacramento

Entre tan grande diversidad de opiniones, no sabemos cómo se podrá abrir camino para conseguir la unidad de la Iglesia, unidad que no puede nacer más que de UN SOLO MAGISTERIO, de una sola ley de creer y de una sola fe de los cristianos

En cambio, sabemos, ciertamente que de esa diversidad de opiniones es fácil el paso al menosprecio de toda religión, o"indiferentismo", y al llamado "modernismo", con el cual los que están desdichadamente inficionados, sostienen que la verdad dogmática no es absoluta sino relativa, o sea, proporcionada a las diversas necesidades de lugares y tiempos, y a las varias tendencias de los espíritus, no hallándose contenida en una revelación inmutable, sino siendo de suyo acomodable a la vida de los hombres.

Esta Sede Apostólica no ha permitido nunca a los suyos que asistan a los citados congresos de acatólicos; porque la unión de los cristianos no se puede fomentar de otro modo que procurando el retorno de los disidentes a la única y verdadera Iglesia de Cristo, de la cual un día desdichadamente se alejaron; a aquella única y verdadera Iglesia que todos ciertamente conocen y que por la voluntad de su Fundador debe permanecer siempre tal cual El mismo la fundó para la salvación de todos.

Difícilmente se puede ser tan claro como aparece reflejada aquí la auténtica doctrina de la Iglesia.

LO CURIOSO DE NUESTRO PAPA ES QUE DICE UNA COSA EN SU MENSAJE Y LUEGO DICE OTRA -COMPLETAMENTE DISTINTA, Y MÁS CONFORME A VERDAD- EN LA ÚLTIMA HOMILÍA DE SANTA MARTA, en donde Jesucristo aparece -como así es y debe de ser- como el centro de la vida de todo cristiano (¡Y no el servicio a la humanidad, el cual es y debe de ser una consecuencia del amor a Jesucristo!) Coloco a continuación parte de ese video de la homilía papal. ¡Que cada uno saque sus conclusiones!

Duración: 2 minutos

José Martí

viernes, 4 de noviembre de 2016

El Video del Papa 11 – Países acogiendo a refugiados – Noviembre 2016


DURACIÓN 1:08 MINUTOS

Con este vídeo se acaban todos los correspondientes al "año de la misericordia" que finaliza el 20 de Noviembre, festividad de Cristo Rey

lunes, 17 de octubre de 2016

Católicos, estad alerta (De un café con Galat) [comentado por José Martí]


Este video trata de la necesidad que tenemos los católicos de tener las ideas claras sobre nuestra fe para no dejarnos engañar. En concreto, el tema que aquí se toca es el hecho de que la Palabra de Dios no se puede retocar ni cambiar por el hombre, ni aun cuando éste se encuentra en la alta Jerarquía de la Iglesia. La fidelidad es siempre a Jesucristo y a su verdadera Iglesia, la Iglesia de dos mil años de historia. Y no la que ha ido apareciendo paulatinamente, a raíz del concilio vaticano II, que estuvo inficionado de modernismo, hasta el punto de que hay ciertos puntos de algunos documentos que son más que discutibles.

En lo que concierne a la indisolubilidad del matrimonio todos los católicos tenemos claro -o deberíamos de tenerlo- que es una nota esencial al mismo, por voluntad divina. Dios creo al ser humano. Y los creó varón y mujer. La doctrina católica sobre el matrimonio es clara: uno con una y para siempre, hasta que la muerte los separe; y abiertos a la vida. El que se casa con otra, adultera. Y lo mismo si una mujer se casa con otro hombre, adultera. Sólo el primer matrimonio es válido (excepto casos muy especiales, que deben de ser muy bien estudiados).

Decir que la mayoría de los matrimonios son nulos es un tremendo disparate que no obedece a la verdad. Y esto es así, independientemente de quien profiera tales afirmaciones. Como sabemos, en este caso concreto, y por desgracia, se trata de palabras pronunciadas por el papa Francisco ... ¡No dejan de ser meras opiniones y, desde luego, muy poco meditadas, por el grave daño que están haciendo!

Podemos ver cómo son todavía bastantes los prelados con las ideas claras a este respecto. Y roguemos a Dios porque siga habiéndolos. Éste es el vídeo, tomado de "Un café con Galat".

Duración 13:57 minutos

José Martí

miércoles, 5 de octubre de 2016

El Video del Papa - 10 ( Octubre 2016 ) Periodistas [comentado por José Martí]

Duración 1:20 minutos

Suelo preguntarme: ¿Cómo se pueden poner los medios de comunicación al servicio de una cultura del encuentro?

Necesitamos información que conduzca al compromiso por el bien del género humano y del planeta.

Súmate conmigo en esta petición.

Para que los periodistas, en el ejercicio de su profesión, estén siempre motivados por el respeto a la verdad y un fuerte sentido ético.

¿Me ayudas a difundir esta intención?

En las dos imágenes en las que aparece el Papa, como ya es habitual, no deja ver el crucifijo que lleva colgado. En la primera lo tapan sus manos ... y en la segunda éste queda por debajo de la mesa de modo que tampoco se ve. Y todo esto no deja de ser extraño, pues el mensaje no va dirigido a todos los hombres sino tan solo a los cristianos.

Por otra parte, se habla de una petición. Pero ¿a quién se le pide? ¿O es una petición lanzada al vacío? De ser así, ¿para qué pedir? Es absurdo. Para un cristiano católico -pues a ellos se dirige el Papa, como representante de Cristo en la tierra- tal petición no tiene sentido si no es a Jesucristo, nuestro Señor, en quien creemos, como verdadero Dios y verdadero hombre.

Se dice que los medios de comunicación deben de estar al servicio de una cultura del encuentro. Pero este "encuentro" es algo difuso. Podemos sacar esta conclusión dado que Francisco siempre habla de "acompañar". Dos personas pueden estar juntas, una al lado de la otra y, en teoría, están acompañadas. Y, sin embargo, si tal acompañamiento no va unido de una cierta amistad entre ellos, no sirve de gran cosa. Y tal amistad sólo es posible cuando piensan de modo parecido en aquello que es fundamental, para que el diálogo sea posible. Todo eso aquí no aparece.

Cierto que se habla de respeto a la verdad ... pero, ¿a qué verdad? Estamos acostumbrados -se nos quiere acostumbrar- a poner la religión católica al mismo nivel que el resto de religiones (o creencias, que sería la palabra más propia para dichas "religiones") ... a que se nos diga que lo más importante es vivir y dejar vivir ... En definitiva, y aunque no se diga explícitamente, se habla como si la verdad no existiera. Cada uno tiene su verdad: la tan nombrada -y real- dictadura del relativismo en la que se ha montado nuestra sociedad. En este contexto: ¿Qué sentido tiene hablar de respeto a la verdad?

Y lo mismo cabe decir del sentido ético. No es lo mismo una ética cristiana, una moral cristiana basada en el amor de Dios, manifestado en Jesucristo, que otro tipo de ética meramente humana y relativista, en la que cada uno tiene su ética.

De manera que hablar de difundir esta intención y nada, viene a ser la misma cosa, desde el momento en que no se ha definido con claridad en qué consiste tal intención. Son lugares comunes y palabras muy genéricas. Y lo genérico no es lo concreto. Cuando alguien pide algo pide por cosas concretas. Sólo así se le puede entender y sólo así cabe el diálogo y un posible encuentro auténtico, cuando hay amor por la verdad, aunque la proclamación de esta verdad nos lleve a la persecución e incluso a la muerte.

Pues desgraciadamente, la mayoría de los medios de comunicación (cuyo poder es manifiesto) están controlados. Y lo están por poderes ocultos, que no buscan precisamente el bien común, proporcionando una información sesgada y, normalmente, malintencionada. Y con gran frecuencia, además, suele ser también una información falsa.

Sobre el control de los medios de comunicación hay un artículo-entrevista de Javier Navascués, en Adelante la Fe, al que puede accederse pinchando aquí.

José Martí

jueves, 22 de septiembre de 2016

martes, 6 de septiembre de 2016

El Vídeo del Papa - 9 (Septiembre 2016) Para una sociedad más humana – (Comentado por José Martí)


Duración 1:23 minutos

La humanidad vive una crisis que no es solamente económica y financiera ...
... también es ecológica, educativa, moral, humana.

Cuando hablamos de crisis hablamos de peligros ... pero también de oportunidades.

¿Cuál es la oportunidad? : La de ser solidarios.

Venid, ayudadme. Para que cada uno contribuya al bien común y a la construcción de una sociedad que ponga al centro la persona humana.

Éste es el noveno mensaje del Papa (nos quedan dos más: octubre y noviembre)

En ninguno de sus mensajes ha dejado ver la cruz, que mantiene escondida.
Y en este mensaje concreto considera que la crisis que estamos atravesando es una oportunidad para ser solidarios. El objetivo es la construcción de una sociedad cuyo centro sea la persona humana.

Hasta aquí el Papa. Este mensaje podría haberlo dicho cualquier político, pues todos hablan de solidaridad y del bien común y de la persona humana.

El Papa es el representante de Cristo en la Tierra. No es el representante de la humanidad. Y su mensaje se dirige a los cristianos ... o eso sería la propio.

Sin embargo, la realidad es que habla para todos los hombres del planeta, como si sus palabras tuviesen que ser aceptadas por todos, simplemente porque él las ha dicho, siendo así que son millones las personas que no tienen fe y que no lo consideran su representante (caso de ateos, agnósticos, etc...) o incluso que luchan abiertamente contra el Cristianismo (caso de los musulmanes, judíos, etc... por no hablar de los comunistas y de los masones, por poner tan solo algunos ejemplos)

Se trata de un mensaje sólo para este mundo. No aparece en él ningún vestigio de sobrenaturalidad, comenzando por el hecho patente de no mostrar abiertamente la cruz, "como" avergonzándose de ser cristiano. ¿Por qué actúa así? No lo sé, pero se trata de un hecho. No hay más que ver la imagen.

Seamos claros y vayamos al fondo de los hechos. Y nos encontraremos con que la enorme e inmensa crisis que atraviesa la humanidad es, en realidad, la consecuencia de una opción que ha tomado: la del rechazo de Dios, encarnado en la Persona de Jesucristo.

La solución no se encuentra en ser solidarios con los demás, lo que -sin duda- está bien ... sino en amarlos. Mas que de solidaridad, que es el lenguaje que usan los políticos, habría que hablar de caridad y de amor verdadero.

Pero esto último es imposible si no hay una razón convincente para ello. Y esa razón se encuentra sólo en Jesucristo que "me amó y se entregó a Sí mismo por mí" (Gal 2, 20).  Esta realidad del amor de Dios, manifestada en Jesucristo, da sentido a toda la existencia humana. Pero los hombres no creen en ese Amor; es más: lo rechazan abiertamente.

Rechazando el Amor no nos queda más que el odio y el propio interés. Cada uno va a lo suyo. ¿Cómo se puede hablar de poner en el centro de todo a la persona humana ... cuando, además, el concepto de persona ha sido degradado?.

El caso más claro -y que clama al cielo- es el del aborto,  es decir, el del asesinato de los seres más indefensos e inocentes que existen, pues el mundo de hoy, por puro egoísmo y soberbia,  no considera como personas a los niños que se encuentran en estado de desarrollo en el vientre de su madre.

El centro es Dios ... sólo, única y exclusivamente Dios. Y Dios encarnado en Jesucristo: "Ningún otro Nombre se nos ha dado bajo el cielo por el que podamos salvarnos" (Hech 4, 12).

Fue la venida de Dios al mundo, en Jesucristo, la que hizo posible la desaparición de la esclavitud, la verdadera idea y el verdadero valor de las personas  y la consideración de las mujeres como personas, exactamente igual que los hombres, aunque con diferentes funciones.

Es más ... la dignidad de la persona humana fue exaltada hasta el máximo precisamente en una mujer: la Virgen María. Es ella, una mujer, la única persona humana que se encuentra en cuerpo y alma en el cielo.

[Tengamos en cuenta que la Persona de Jesucristo es divina, pues es el Hijo, la segunda Persona de la Santísima Trinidad y tiene, pues, una naturaleza divina, aunque posea igualmente y por siempre, una naturaleza humana, como realmente suya, pues así la asumió al hacerse real y verdaderamente uno de nosotros, con un cuerpo como el nuestro y un alma como la nuestra, aunque ahora ese cuerpo y alma están glorificados en el Cielo, como lo está también el cuerpo y el alma de su Madre, la Virgen María]

La persona humana será considerada como tal por el resto de personas sólo en la medida en la que la humanidad se vuelva a Dios. El centro es Dios. Ésta es la verdad. No podemos poner al hombre como fundamento de todo sino a Dios, nuestro Creador y Redentor ... y entonces el hombre, todo ser humano, recobrará la dignidad que le corresponde como persona, una personalidad que, al fin y al cabo, le ha sido conferida por Dios.

Sin Dios, esta sociedad se vuelve inhumana: no deberíamos olvidarlo. Y siendo esto así -como lo es- en el mensaje del Papa [que, además,  está dirigido a los cristianos y, en concreto, a los católicos] no aparece Dios por ninguna parte. Yo esto lo encuentro muy preocupante. Da la sensación de que la Iglesia, en su "apertura" inicial hacia el mundo, no sólo no lo ha convertido, sino que ha sido fagocitada por él, adquiriendo la forma de pensar y de actuar del mundo ... y renunciando a su propia identidad.

Ante lo cual es conveniente -y necesario- que tengamos las ideas claras y vivamos vigilantes, para no dejarnos engañar por nadie. Ya nos lo advirtió, en su momento, el apóstol san Pedro: "Sed sobrios y vigilad, pues vuestro adversario, el Diablo, ronda como león rugiente buscando a quién devorar" (1 Pet 5, 8)

José Martí

jueves, 7 de julio de 2016

El vídeo del papa - 7 (Julio de 2016). El respeto para los pueblos indígenas


Faltan los videos

Un excelente comentario del mismo puede verse en el Denzinger-Bergoglio pinchando aquíCopio tan solo unos cuantos párrafos de dicho comentario:

(...) Después de su resurrección, el Señor encomendó a los apóstoles “Id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” (Mateo 28, 19). Él podría haber también mandado que se valorasen y salvasen las culturas locales, con la vasta secuela de excentricidades antievangélicas que comportan. Pero no nos dio esa consigna. Al contrario. Nos dijo que si los pueblos no aceptan el Evangelio hay que salir de ellos sacudiéndose el polvo de las sandalias…

Gracias a la evangelización, la identidad y la misma existencia de muchos pueblos hundidos en el paganismo, en la barbarie y hasta en cultos diabólicos, fueron heridas de muerte con la “espada de la Palabra”, al mismo tiempo en que se regeneraban con enorme beneficio para las almas y los cuerpos de las “víctimas”. Esa es la historia de las naciones americanas gracias a los misioneros venidos de España y de Portugal.


(...) La identidad de un pueblo vale en la medida en que se geste y brote en sí el ideal del Reino de Dios. ¿No queremos acaso un solo rebaño y un solo pastor? ¿O estaremos apostando por una religión relativista y ecléctica del tipo que predican los teólogos de la liberación?

La llamada intención universal viene ilustrada con un video “El video del papa – Respeto a los pueblos indígenas” en el cual no aparece ningún signo distintivo de la religión católica. En cambio, en los figurantes, diversos atuendos, collares, vinchas, adornos, plumas, aros, pipas… El propio Francisco aparece sin que se le vea, como ya es normal en esta serie de videos, la extraña cruz pectoral que normalmente usa sobre la sotana blanca. Ni una cruz en la pared, ni una imagen de la Virgen en el escritorio. Nada. Parece todo elaborado en un laboratorio de marketing anticristiano.

La joven indígena que aparece ante un micrófono con aires desafiantes es, en realidad, una mediocre actriz maquillada en un estudio televisivo; algunas de las imágenes de los llamados pueblos originarios son chocantes por la barbarie o la sensualidad que expresan. Francisco pide respeto por sus formas de vida y sus tradiciones amenazadas, presentándonos como modelo figuras de dudosa autenticidad y aberrantes.

¿Respetar qué tradiciones? ¿La antropofagia, la poligamia, el incesto, la idolatría, el satanismo? No lo dice pero sibilinamente lo insinúa. Se diría que Bergoglio profesa la creencia en una inmaculada concepción de esas pobres criaturas junto a las cuales la luz del Evangelio aún no brilló con todo su fulgor.

(...) Semejante salvavidas que el Obispo de Roma lanza a esa pobre gente, además de ser anticristiano, es contradictorio, ya que su política de acoger a todo precio y sin discriminación a los refugiados en Europa, conlleva una renuncia a la identidad cristiana y occidental de países que sí están en riesgo de sucumbir ante la avalancha de la fanática barbarie musulmana. Eso no sólo parece no importarle, sino que además lo incentiva, como ya estudió el Denzinger-Bergoglio (Nota del DB: ver aquí).

En la Evangelii Gaudium Francisco anima a los europeos a no tener miedo de perder la propia cultura:

“Los migrantes me plantean un desafío particular por ser Pastor de una Iglesia sin fronteras que se siente madre de todos. Por ello, exhorto a los países a una generosa apertura, que en lugar de temer la destrucción de la identidad local sea capaz de crear nuevas síntesis culturales“. (Exhortación apostólica Evangelii Gaudium, n. 210, 24 de noviembre de 2013)

¿Porqué estas “nuevas síntesis culturales” solo las quiere Francisco para los pueblos cristianos europeos? ¿Los pueblos indígenas son una raza superior que no puede sufrir ninguna “síntesis cultural”? ¿O es qué las tales “síntesis culturales” sólo le sirven a Francisco para acabar con los restos de la civilización cristiana occidental?

José Martí

viernes, 3 de junio de 2016

El vídeo del Papa - 6 (Junio 2016) Solidaridad en las grandes ciudades -


Duración 1: 33 minutos


-En las ciudades es frecuente el abandono de ancianos y enfermos. 

- ¿Podemos ignorarlo?

- Nuestras sociedades deberían de caracterizarse sobre todo por la solidaridad, que no consiste únicamente en dar al necesitado, sino en ser responsables los unos de los otros y generar una cultura del encuentro.

- ¿Me acompañas en mi petición?

- Para que los ancianos, marginados y las personas solitarias encuentren, incluso en las grandes ciudades, oportunidades de encuentro y solidaridad?


Papa Francisco

miércoles, 4 de mayo de 2016

El vídeo del Papa - 5 ( Mayo 2016) Las mujeres en la sociedad


Duración 1:17 minutos

Es innegable el aporte de la mujer en todas las áreas del quehacer humano ... empezando por la familia.


Pero, con solo reconocerlo, ¿es suficiente? ...


Hemos hecho muy poco por las mujeres que se encuentran en situaciones muy duras, despreciadas, marginadas e incluso reducidas a la esclavitud.


Debemos condenar la violencia sexual que sufren las mujeres y eliminar los obstáculos que impiden su plena inserción en la vida social, política y económica.


Si pensáis que esto es justo, manifestad esta petición conmigo ... para que en todos los países del mundo las mujeres sean honradas y respetadas y sea valorizado su imprescindible aporte social.



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Echo de menos la referencia a la Virgen María, aquella que se definió a sí misma como la "esclava del Señor" (Lc 1, 38). Ella es el prototipo de mujer, la Mujer por antonomasia. Jamás criatura humana ha llegado ni llegará jamás a alcanzar el grado de perfección de esta sencilla y, a la vez, extraordinaria mujer, el único modelo de mujer que se puede considerar, de verdad, como tal modelo. 

Este mes de mayo, dedicado a la Virgen, sería una ocasión propicia para haberse referido a ella, al menos con alguna breve alusión ... pero ni por esas.

Es sólo a partir de Jesucristo cuando las mujeres adquieren la dignidad que la sociedad antigua les negaba. No hay ninguna civilización, excepto la cristiana y, concretamente, la católica, en la que la mujer sea tratada como persona, y no como cosa u objeto de placer. Esto es un hecho histórico fácilmente constatable. 

Pero no hay que irse muy lejos en el tiempo. En la actualidad  sólo la Religión católica considera a la mujer como lo que es: una persona, con la misma dignidad del varón, aunque con diferentes funciones. Además, en esta sociedad "moderna" no se respeta a la mujer en lo más sagrado que ella -y sólo ella- tiene: su maternidad. También en esto tiene en la Virgen un modelo de Madre ejemplar.

Pensemos en cualquier tipo de religión: judía, musulmana, azteca, budista, anglicana, etc ... En ninguna de ellas la mujer es valorada por sí misma. En todas estas civilizaciones la mujer es vejada y oprimida. Esto, además, es algo inherente a esas religiones, en sí mismas. Pero nadie dice nada. En cambio, se ataca a la Religión católica.

Y es precisamente la Religión católica la única que exalta a la mujer, como ninguna otra, hasta el punto de que Jesucristo compara la unión entre un hombre y una mujer unidos en matrimonio con la unión que Él mismo tiene con su Iglesia: "Maridos, amad a vuestras esposas como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a Sí mismo por ella" (Ef 5, 25) . "Así deben también los maridos amar a sus esposas, como a su propio cuerpo. Quien ama a su esposa, a sí mismo se ama; pues nadie aborrece nunca su propia carne, sino que la alimenta y la cuida, como Cristo a la Iglesia, porque somos miembros de su Cuerpo" (Ef 5, 28-30)

Ese es el secreto de la dignidad humana, tanto del hombre como de la mujer: el Amor de Jesucristo. Si Jesús me ama es que soy importante ... pero en el caso de las mujeres aún más, si cabe. No hay persona más importante en el Cielo y en todo el Universo que la Virgen María, una mujer, que no sólo fue virgen sino también Madre ... ¡y qué madre! ¿Cuál no sería su responsabilidad y su sufrimiento al saber que Jesús, en cuanto hombre, "crecía y se fortalecía" (Lc 2, 40) ... "crecía en sabiduría, en edad y en gracia, delante de Dios y de los hombres" (Lc 2, 52). Y ella tenía que encargarse de su educación, junto con san José. ¿Cuántas cosas no entenderían? ... pero ahí estaban ambos, al pie del cañón ... porque ésa era la voluntad de Dios.

La Virgen María, ante conductas o expresiones de Jesús que no entendía ... porque no podía entenderlas, sin embargo, no se rebelaba sino que "conservaba todas esas cosas en su corazón" (Lc 2, 51). 

La expresión "sexo débil", refiriéndose a la mujer, es una verdadera falacia. Todos los discípulos, a excepción de Juan, abandonaron a Jesús y huyeron. En cambio, "estaban en pie junto a la cruz de Jesús su madre y la hermana de su madre, María de Celofán, y María Magdalena" (Jn 19, 25). La fortaleza de una mujer (no me refiero a la fortaleza física) suele ser, casi siempre, mayor que la de los hombres. Son más valientes y más sufridas.

Ante la ternura que proporciona a sus hijos el amor de una madre hay que descubrirse. El varón aporta otras cosas, también muy importantes (Hablamos en términos generales). Ambos son necesarios para el buen crecimiento del hijo, que es el ser más desprotegido.

De ahí que Dios haya previsto, en su infinita sabiduría, que el matrimonio lo sea siempre entre un hombre y una mujer, que "serán dos en una sola carne" (Mt 19, 5) ... y de manera tal que "lo que Dios ha unido no pueda separarlo el hombre"(Mt 19, 6). La indisolubilidad del matrimonio es indiscutible. No existen casos, por dolorosos que sean, en los que tal unión pueda romperse. Esto no porque yo lo diga, sino porque es Palabra de Dios. Y Dios no puede equivocarse ni contradecirse ... somos nosotros los que nos equivocamos al olvidarnos de Dios y de sus preceptos ... y esto puede ocurrir también incluso cuando los que hablan representan a Jesús aquí en la Tierra. Es el caso de los sacerdotes, obispos, cardenales, etc ... No es lo deseable pero, por desgracia, es bastante frecuente.

Ese es el secreto de la felicidad; una felicidad que comienza ya en esta vida: la unión de nuestra voluntad con la voluntad de Dios, tal y como hizo nuestra Madre, la Virgen María. Sólo la vuelta a Dios nos puede liberar porque, en palabras de Jesucristo: "Todo el que comete pecado es esclavo del  pecado" (Jn 8, 34)

¿Que las mujeres sean honradas y respetadas y sea valorado su imprescindible aporte social, como dice Francisco...? Por supuesto que sí (¿quién puede ponerlo en duda?), aunque limitarse a decir esto es muy poco decir, además de ser muy genérico. Esas palabras pueden salir igualmente de la boca de cualquier político ... y ya sabemos cómo son, en general, los políticos: unos embusteros. 

Pero el Papa se dirige a los cristianos y, por lo tanto, debe de saber muy  bien que esto que dice sólo se podrá hacer realidad cuando el mundo se vuelva de nuevo a Dios, encarnado en la persona de su Hijo. Esa referencia a lo sobrenatural brilla por su ausencia en este vídeo al igual que ocurrió con los otros cuatro vídeos papales anteriores.

La unión a Dios, en Jesucristo, es la única que nos hace ver la realidad tal y como es y la que nos llevaría, ciertamente, a valorar, a honrar, a respetar y amar a todos los seres humanos, como criaturas de Dios y, de un modo especial, a las mujeres, por el papel tan importante que tienen en la sociedad, siendo el más importante y el que más las dignifica, el de la maternidad, un papel que sólo ellas pueden desempeñar, sin quitar importancia a otras funciones que también puede desempeñar, al igual que el hombre. Como se dice: "Lo cortés no quita lo valiente". 

Y lo peor de todo es que ese tesoro, que son los hijos, también se lo quieren quitar, a base de políticas  y de campañas abortivas, desprestigiando la maternidad y privándolas de las ayudas, también económicas, que necesitan. Hoy se quiere imponer "por la fuerza" el pensamiento único y destructivo de la "ideología de género" que supone, entre otras cosas, la destrucción de la familia y de la sociedad, en última instancia. 

A la vista de lo cual se me viene a la mente aquella expresión de que "el que siembra vientos, recoge tempestades"; pero hay una expresión mucho más clara, segura e inequívoca pues es la misma palabra de Dios. Y es que "lo que el hombre siembre, eso mismo cosechará" (Gal 6, 7). Pudiera parecer y eso es lo que ocurre a una mirada superficial que el Diablo está ganando la batalla. Y que Jesús está perdiendo y está siendo reducido a la nada, como Él mismo dijo cuando se dejó prender en el huerto de los olivos: "Ésta es la hora y el poder de las tinieblas" (Lc 22, 53). 

Pero esta victoria es pasajera. Atendamos a las palabras del Señor: "He aquí que vengo pronto, y conmigo mi recompensa, para dar a cada uno según sus obras" (Ap 22, 12). La victoria final, que no nos quepa duda, es de Jesucristo, pues esto dice de Sí mismo, y nos lo demostró resucitando de entre los muertos: "Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin" (Ap 22, 13).  

Y sus palabras son consoladoras: "Sé fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida" (Ap 2, 10). "Yo soy el que escudriña las entrañas y los corazones y os daré a cada uno según vuestras obras" (Ap 2, 23). "Conservad con firmeza lo que tenéis hasta que Yo venga" (Ap 2, 25).  "Quien venza no será dañado por la muerte segunda" (Ap 2, 11). "Ésta es la muerte segunda, el estanque de fuego" (Ap 20, 14). 

"El que venza será revestido con vestiduras blancas y no borraré su nombre del libro de la vida; confesaré su nombre en la presencia de mi Padre y delante de sus ángeles. El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias" (Ap 3, 5-6).

Ciertamente, merece la pena jugarse la vida por el Señor y fiarse de sus Palabras, pues Él es la Verdad. No quedaremos nunca defraudados. El camino es difícil, pero estando a su lado, si Él está con nosotros, y lo sabemos, con certeza, por la fe, todas las dificultades palidecen y se esfuman, se quedan en nada. 

Acabo esta entrada con estas palabras de nuestro Maestro y Señor: "No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed, ante todo, al que puede hacer perder alma y cuerpo en el infierno" (Mt 10, 28). Si actuásemos así, conforme al Mensaje contenido en el Evangelio, "otro gallo nos cantaría", infinidad de problemas serían resueltos, no sólo el de la mujer, lo que queda claro, sino otros muchos más; porque no olvidemos que, si nos vamos a la raíz y a la causa de todos los males ésta no es otra que el pecado. Y éste sólo puede ser vencido si estamos unidos a Jesucristo y procuramos vivir su Vida en nosotros, haciendo uso de todos los medios que Él ha puesto a nuestro alcance para que esto sea posible: "Todo lo puedo en Aquél que me conforta" (Fil 4, 13)

José Martí

martes, 5 de abril de 2016

El vídeo del Papa - 4 (Abril 2016): Pequeños agricultores


Duración: 1 min 20 seg

Como es ya habitual en el papa Francisco, no nombra a Jesucristo (incluso esconde la cruz) y se dedica a hablar de temas humanitarios, pero sin una visión sobrenatural, incurriendo, como casi siempre, en errores teológicos, como cuando afirma, otra vez, que todos, por el mero hecho de ser personas, somos hijos de Dios ... ¡y no es esa la enseñanza de Jesucristo ni del Magisterio perenne de la Iglesia! A través del bautismo pasamos a formar parte de la familia de los hijos de Dios, lo que es pura gracia, sin merecimiento alguno por nuestra parte por el simple hecho de ser personas. 

Es absolutamente cierto que el obrero merece su salario y un salario digno. Pero no es la retribución de sus esfuerzos lo que dignifica al hombre sino el propio trabajo que no sólo no es una carga sino lo que, entre otras cosas, da un sentido a la vida. Es necesario para todo hombre el tener entre manos una tarea que realizar, pues para eso fue creado: "Dios creó al hombre para que trabajara" (Gen 2, 15), donde es de resaltar que esta circunstancia ocurrió previamente al pecado. 

El trabajo no es consecuencia del pecado: sí lo es "el sudor de la frente" (Gen 3, 19), pero éste tuvo lugar después del pecado de nuestros primeros padres. Además, desde un punto de vista cristiano, el trabajo nos lleva a asemejarnos a Jesucristo, lo cual ya es más que suficiente como para que seamos felices trabajando ... aun cuando la remuneración no sea siempre la que debiera de ser. Éste es un tema que debe de ser resuelto, pero nunca desde consideraciones de "lucha de clases" (de "ricos" y "pobres"), que son típicamente marxistas ... 

Éstas son las palabras de Jesús: "Aunque alguien tenga abundancia de bienes, su vida no depende de lo que posee" (Lc 12, 15). La avaricia, la envidia y el odio hacia los que tienen más que nosotros, no son virtudes cristianas y no son buenos. Además, ¡se puede incitar a ellos de muchas maneras, incluso haciendo uso de  "bellas" palabras que lo son tan solo en apariencia! Cuando uno de la muchedumbre le dijo a Jesús: "Maestro, di a mi hermano que reparta la herencia conmigo", Él le respondió: "Hombre, ¿quién me ha constituido juez o encargado de repartir entre vosotros?" (Lc 12, 13-14). No era esa la misión que el Padre le había encomendado. Y la misión de los apóstoles es la misma que la de Jesús: "Como el Padre me envío así os envío Yo a vosotros" (Jn 20, 21). El que hace otra cosa no actúa como buen discípulo de Jesucristo, incluso aun cuando fuese el mismo Papa.

El problema es que hay mucha gente que piensa -no entro en sus intenciones- que todo lo que dice el papa es poco menos que "palabra de Dios", lo que es un grave error. El Papa se equivoca. No es infalible. Sólo lo es si habla "ex cathedra". Esto no ha ocurrido ni va a ocurrir con el papa Francisco. Sobre este asunto de la papolatría hay un interesante vídeo que reproduzco en la siguiente entrada.

José Martí