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miércoles, 14 de marzo de 2018

El doble "prejuicio tonto". El texto íntegro de la carta de Benedicto XVI





La oficina de prensa de la Santa Sede no difundió el texto íntegro de la carta enviada el pasado 9 de febrero por Benedicto XVI al prefecto de la Secretaría para la Comunicación, monseñor Dario Edoardo Viganò.

Pero Viganò la leyó (ver foto) en ocasión de la presentación a la prensa de la colección "La teología di papa Francesco", editada por la Libreria Editrice Vaticana y compuesta por once opúsculos, de distintos autores, sobre varios aspectos del magisterio escrito y oral del actual pontífice.

La carta está fechada el 7 de febrero y es la respuesta a una carta anterior de Viganò del 12 de enero. Pero puesto que ha sido dada a conocer la tarde del 12 de marzo, vigilia del quinto aniversario de la elección a Papa de Jorge Mario Bergoglio, ha llegado al gran público como si fuese una especie de "voto", más que bueno, dado por Benedicto a su sucesor al término de su primer quinquenio.

Para favorecer esta interpretación está también el comunicado de prensa difundido en la ocasión por el mismo Viganò, quien citó de la carta sólo el segundo y el tercer párrafo.

Pero en ellos Benedicto descarta no uno, sino un doble “prejuicio tonto”, tanto el que afirma que Francisco sería “solamente un hombre práctico privado de una particular formación teológica o filosófica”, como el otro según el cual él mismo, Joseph Ratzinger, sería "únicamente un teórico de la teología que habría comprendido poco de la vida concreta de un cristiano actual".

Benedicto reconoce en Francisco lo que es innegable: que ha tenido una profunda “formación” en teología y filosofía. Así como reconoce una “continuidad interior” entre los dos pontificados, donde el adjetivo "interior" vale al menos en cuanto al sustantivo “continuidad”, dadas “todas las diferencias de estilo y de temperamento".

Y luego está ese parágrafo final, omitido en el comunicado de prensa en el que Ratzinger, con sincero candor, da pruebas de su finísima veta irónica. Hay que leerlo, y quien quiera entender que entienda.

A continuación, entonces, el texto íntegro de la carta, desde el encabezado hasta la firma final.

*

Benedictus XVI

Papa Emeritus

Reverendísimo

Mons. Dario Edoardo Viganò

Prefecto de la Secretaría para la Comunicación

Ciudad del Vaticano

7 de febrero de 2018

Reverendísimo Monseñor,

Le agradezco su cortés carta del 12 de enero y por regalo adjunto de los once opúsculos editados por Roberto Repole.

Aplaudo esta iniciativa que quiere oponerse y reaccionar contra el tonto prejuicio, según el cual el papa Francisco sería solamente un hombre práctico privado de particular formación teológica o filosófica, mientras que yo habría sido únicamente un teórico de la teología que habría comprendido poco de la vida concreta de un cristiano actual.

Los opúsculos muestran, con razón, que el papa Francisco es un hombre de una profunda formación filosófica y teológica, y por eso ayudan a ver la continuidad interior entre los dos pontificados, aunque con todas las diferencias de estilo y de temperamento.

Pero no me siento a escribir sobre ellos una breve y densa página teológica, porque en toda mi vida ha sido siempre claro que he escrito y me he expresado solamente sobre libros que había leído verdaderamente. Lamentablemente, aunque sólo por razones físicas, no estoy en condiciones de leer los once opúsculos en un futuro próximo, por cuanto me esperan otros compromisos que ya he asumido.

Estoy seguro de que me comprenderá y lo saludo cordialmente.

Suyo,

Benedicto XVI

Publicado originalmente el 13 de marzo en italiano en: magister.blogautore.espresso.repubblica.it

Traducción al español por: José Arturo Quarracino

Benedictólatras (Miguel Ángel Yáñez)



La noticia surgida ayer sobre las alabanzas de Benedicto XVI a Francisco (aquí, aquí) ha cogido con el pie cambiado a más de uno. Llevamos ya cinco años aguantando todo tipo de teorías de la conspiración, caricaturizando la situación actual por parte de un pseudotradicionalismo tan agresivo como hueco.

Según los Benedictólatras, tendríamos por un lado un papa “malo”, un demonio, surgido por generación espontánea no se sabe cómo, inexplicablemente, tras muchos años de gloriosos pontificados, y por otro lado tendríamos al papa “bueno”, a una víctima de una especie de conspiración de la masonería y el comunismo internacional, recluido en el Vaticano y que sería algo así como la reencarnación viva de San Pío X. El pobre Benedicto estaría allí poco menos que aislado, secuestrado, casi preso, manipulado, obligado a callar, y vayan a saber que más historias. El papel lo aguanta todo, nunca mejor dicho.

Viven confiados ciegamente en que Benedicto salvará a la Iglesia, y muchos incluso piensan que es el verdadero papa. Son muy exigentes con el derecho canónico para otros pero ellos mismos se otorgan el poder de determinar de forma infalible, ni más ni menos, quién es papa y quién no … casi nada. Su pasión por él es tal que no hay razón humana ni prueba que puedan ver que les convenza de lo contrario.

Es difícil fijar los orígenes de esta Benedictolatría ciega e irracional, pero mucho tiene que ver Summorum Pontificum y algunas frases aisladas que todos suscribiríamos, y por todo ello han querido ver en él -de forma inmerecida a mi modo de ver- a una especie de alter modosito de Mons. Lefebvre viniendo a restaurar la Tradición.

Sinceramente, a mi todo esto me parece una auténtica caricatura, y diría que una burla, de la cruda realidad. Una fase de negación profunda de los hechos queriendo construir una realidad inexistente a su alrededor, y, claro, tanta fantasía, tanta fantasía, que luego vienen noticias como la de ayer y ¡zasca!, en toda la boca.

El golpe es durísimo, el líder soñado defendiendo al malvado. ¡No puede ser! ¡Manipulación! Unos mantienen un silencio espeso, otros se lanzan enseguida a construir novelitas de ciencia ficción. En todos hay un nexo común: se desmonta la fábula sostenida durante cinco años y hay rápidamente que poner la maquinaria de fantasía al más puro estilo Disney a funcionar. En el colmo de la ridiculez se hacen “concienzudos” análisis sintácticos para demostrarnos que donde hay una alabanza en realidad hay escondido un sarcasmo, que donde dijo digo quería decir diego y que tal coma en no sé qué párrafo así lo demostraría. Como si, de todos modos, fuera ésta la primera y única vez que Benedicto alaba a Bergoglio, lo cual ha hecho de forma sostenida e ininterrumpida. Verdaderamente un festival del humor, pura propaganda de autoconsumo Benedictólatra.

Los Benedictólatras si cabe son de una cerrazón obtusa, ya podría uno mostrarles algo de puño y letra de Benedicto que dirían que lo han drogado o vete a saber qué. Señores, por favor, todo esto no es serio, sinceramente. Entiendo que la mayoría son personas de buena fe, con bastante desconocimiento del origen y desarrollo de la crisis de la Iglesia y que, confundidos, se han agarrado -como clavo ardiendo- a estas teorías, pero esto no tiene fundamento alguno.

No voy a tratar de explicarles aquí los desvaríos doctrinales de Benedicto XVI, pues autores mucho más cualificados que yo ya lo han desarrollado profusamente. Vean si no, a modo de botón de muestra los artículos del padre Alfonso Gálvez [ver NOTA al final] o el libro “La fe impregnada de razón: la hermenéutica de Benedicto XVI” en nuestra sección de descargas.  Pero sí es preciso recordar al menos cinco verdades importantes.

  1. A día de hoy se siguen reeditando libros suyos, en tanto que teólogo, que contienen todo tipo de doctrinas heterodoxas sin rectificación ni nota alguna por su parte. 
  2. Al igual que Juan Pablo II, Benedicto XVI organizó Jornadas interreligiosas en Asís.
  3. Summorum Pontificum, digamos la verdad, no ha sido más que una condición que impuso la Fraternidad Sacerdotal San Pío X en el transcurso de sus negociaciones. Las negociaciones se rompieron al final y Roma se quedó con esta “patata caliente” de la que han ido picoteando multitud de grupos. El propio Benedicto no llegó a celebrar públicamente la Misa tradicional ni una sola vez. No olvidemos que en el propio Summorum Pontificum se establece que es incompatible con la crítica al novus ordo, es decir está destinado a sofocar críticas a cambio de unas Misas.
  4. Bajo su pontificado se han seguido permitiendo movimientos heréticos y sectarios como neocatecumenales, carismáticos y todo tipo de disparates.
  5. Las teorías de la conspiración, concediendo por un momento fueran ciertas, lo único que reflejarían es una enorme cobardía por su parte, pues como Sumo Pontífice habría estado obligado a dar su sangre y su vida por defender la verdad, al martirio si es preciso, y no ceder a chantajes o presiones, eso, sinceramente, diría muy poco de él de ser ciertas.

¿Y saben qué es lo mejor de la carta sobre Francisco?: Que dice la pura verdad. Hay una continuidad entre Francisco, y no ya con Benedicto, sino con Juan Pablo II, Pablo VI y el Vaticano II, cada uno con su estilo y gradación por supuesto, pero Francisco y su obra de demolición avanzada no habría sido posible sin 50 años previos de destrucción de todos y cada uno de los cimientos eclesiales a mano de la jerarquía, imponiendo el catolicismo liberal como religión de estado.

Muchos andan ensimismados en la teología de la liberación y similares, y no quieren ver que el enemigo que de verdad tenemos dentro, hasta arriba, es el liberalismo en todas sus dimensiones.

Francisco no es más que la guinda grosera del pastel, o como dijo alguien en España, el que ha venido a recoger las nueces que otros sembraron. La Benedictolatría es otra enfermedad más dentro de esta iglesia, destinada a lavar conciencias y alimentar esperanzas que sofocan y rehúyen las verdaderas soluciones.

Miguel Ángel Yáñez

Algunos artículos recomendados sobre esto:


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NOTA:

Este artículo de Miguel Ángel Yáñez, realmente bueno y claro, proporciona una información muy interesante y digna de ser tenida en cuenta en lo que se refiere a Benedicto XVI. 

Como nombra al padre Alfonso Gálvez, aprovecho para colocar aquí unos enlaces a este mismo blog, relativos a Benedicto XVI, en donde viene reflejado parte de lo escrito por el padre Alfonso. 

Hacer clic aquíaquíaquí, aquí y aquí

Añado también otro link a una entrada de Flavio Infante, tomado de Adelante la Fe, que me ha parecido igualmente de interés.

El objetivo de todos estos escritos, como es evidente es el de adquirir una visión más completa y más amplia acerca del actual cardenal Ratzinger, mal llamado "Papa emérito". 

José Martí

CINCO AÑOS DE HUMILDAD (Capitán Ryder)


Ciática de ida y vuelta

Retiro cuaresmal de este año vs catedral anglicana-monumento a sus mártires y lavatorio de los pies en Jueves Santo.


Las rúbricas de la liturgia latina indicaban que los pies debían ser lavados solamente a varones.

Así estaba establecido y así lo habían hecho todos los Papas, pero en un gesto de extrema humildad Francisco decidió saltárselo ya en su primera Semana Santa como Papa.

Posteriormente introdujo un cambio al respecto. Así daba la noticia Aci Prensa el 21 de enero de 2016. Atentos a las fechas.
El Papa Francisco ha establecido un cambio en el rito del lavatorio de pies en la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo: de ahora en adelante entre los doce elegidos podrá participar cualquier miembro del Pueblo de Dios y no solo hombres (…). 
En una carta escrita al Cardenal Sarah con fecha 20 de diciembre de 2014 y dada a conocer hoy, el Santo Padre señala que desde hace tiempo reflexiona sobre ”el rito del lavatorio de los pies contenido en la Liturgia de la Misa in Coena Domini (de la Cena del Señor) con la idea de mejorar la forma de participación para que exprese plenamente el significado del gesto efectuado por Jesús en el Cenáculo, su entrega ‘hasta el final’ por la salvación del mundo, su caridad sin límites”.
El Papa escribe luego que “después de una atenta ponderación he llegado a la deliberación de aportar un cambio en las rúbricas del Misal Romano. Dispongo por lo tanto que se modifique la rúbrica en la que las personas elegidas para el lavatorio de los pies deban ser hombres o muchachos, de manera que, a partir de ahora, los Pastores de la Iglesia puedan elegir a los participantes en el rito entre todos los miembros del Pueblo de Dios”.
“Se recomienda, además, que a los elegidos se les dé una explicación adecuada del rito”, añade.
Pero en una nueva vuelta de tuerca, si cabe más humilde aún, se saltó su propio reglamento, lavando los pies a musulmanes y a una travesti que posteriormente comulgó. Año 2016.
Las normas que la Iglesia se ha dado o que el propio Papa se da no rigen para gente tan humilde.
Una revista cuyo primer número incluía una entrevista al Pontífice y cuyo título es “Il Mio Papa”. El Papa daba el visto bueno a una revista dedicada enteramente a él.


Aquí, posando para la revista que compran todos los descartados del mundo.


Declaraciones de Rodriguez Maradiaga

El 9 de marzo de este año el Cardenal Oscar Rodriguez Madariaga concedía una entrevista a EFE, en la que, entre otras cosas señalaba lo siguiente:
“Francisco está decidido a que el proceso de reforma de la Curia y de la Iglesia sea irreversible”.
Es posible afirmación y objetivo más humilde.

La Iglesia tiene más de 20 siglos, se ha enfrentado a multitud de herejías, un cisma que partió la Cristiandad, ha habido más de 260 Papas, se ha derogado una Misa establecida por San Pío V “a perpetuidad”, ha habido reformas de todo tipo etc pero lo que haga ahora Francisco ya será para siempre.

Desconozco si Francisco tiene una inspiración especial de lo Alto, así lo debe pensar si cree que sus reformas deben ser irreversibles.

Impuesto alemán

Es público que la Conferencia Episcopal Alemana, la más rica del mundo, al parecer, y una de las más cercanas a Francisco está empeñada en dar de comulgar a todo el que pase por allí, católicos en pecado grave sin intención de enmienda, protestantes casados con católicos, etc ... pero quienes no podrán recibir los Sacramentos de ninguna manera serán aquellos que no abonen el impuesto correspondiente.

En la ley alemana pagas un impuesto religioso a la Iglesia a la que perteneces y aquí parece que no hay posibilidad de enmienda. Este pecado es casi de lesa humanidad.

Los obispos alemanes han hecho más de un llamamiento indicando que nadie que no pague el impuesto recibirá los sacramentos.

Ignoro cómo llevarán a cabo este control, pero los obispos más radicales hablan de negar incluso la unción de enfermos.

¡Eso es olor a oveja! Y lo demás cuentos chinos.

Capitán Ryder

Noticias de Gloria TV - 13 de marzo de 2018 (Obispos chinos ilegítimos, Benedicto XVI y Francisco, Cardenal Sarah y el divorcio, aborto, etc.)


EL PASTOR PERDIDO. CÓMO EL PAPA FRANCISCO ESTÁ INDUCIENDO AL ERROR A SU GREY. POR PHILIP LAWLER.


“Cada día rezo por el papa Francisco. Y cada día (exagero, pero solo levemente), el papa Francisco hace otra observación de la que se deduce que no aprueba a los católicos como yo. Si el Santo Padre me reprendiera por mis pecados, no tendría de qué lamentarme. Pero en sus homilías en la Misa de la mañana en Santa Marta me reprocha -y conmigo a miles y miles de otros católicos fieles- por ser atacados, y a veces sufrir por las verdades que la Iglesia ha enseñado siempre”.
¿Cuántos de los que me están leyendo podrían suscribir estas palabras? Muchísimos, creo. Pero no soy yo quien las ha escrito: son las primeras palabras de un buen libro, The lost sheperd [El Pastor perdido], de Philip Lawler, un católico estadounidense de gran valor. En 1996 fundó un sitio online de noticias, el primero del género, el Catholic World News, y Catholic Culture. Fue el primer director laico del diario diocesano de Boston, The Pilot, y fue candidato al Senado, escribió cinco libros y colaboró y colabora con diarios del rango del Wall Street Journal, Los Angeles Times y Washington Post. En síntesis, todo se puede decir de él, excepto que sea un católico marginal o un tradicionalista.

Ahora ha escrito un libro para expresar lo que percibimos en muchos: una molestia creciente ante palabras, comportamientos, acciones y elecciones de la cúspide de la Iglesia. 
“He sido uno de los millones producto del efecto Francisco, entusiasmado por su visión... mientras pasaba el tiempo, pero el tono y también el contenido de las declaraciones públicas del Papa antes me dejaba perplejo, después me producía inquietud. Durante meses mi trabajo de reportero de las noticias diarias del Vaticano me obligó a hacer todo lo posible para asegurar -a mis lectores y a veces a mí mismo–, que a pesar de sus comentarios a veces alarmantes Francisco no era un radical, no estaba guiando a la Iglesia lejos de las antiguas fuentes de la Fe. Pero gradualmente, con renuencia, he llegado a la conclusión que lamentablemente era así”.
¿Por qué hablar de un libro que no sé si será jamás traducido en italiano, y que en consecuencia puede interesar a una parte más bien limitada de los lectores de Stilum Curiae? Porque leyéndolo –y agradezco al autor, que no conozco personalmente, por haberme permitido hacerlo– me he reconocido en muchas de las cosas que escribe, sobre todo en su recorrido y en la creciente desilusión que me acompañó en estos cinco años. Una desilusión sobre todo humana: no tanto a la política o a las políticas, aunque éstas son ciertamente y siguen siendo altamente discutibles, en cuanto a la calidad humana de la persona que se manifestaba gradualmente con sus gestos, sus artimañas, sus elecciones de hombres y de tiempos, y sus silencios.

Así, como tantos otros, y como quien escribe, Philip Lawler ha tenido que admitir para sí mismo y luego para los demás que 
“el Romano Pontífice debería ser un foco de unidad en la Iglesia. Lamentablemente, Francisco se ha convertido en fuente de división. Hay dos razones para este desarrollo infeliz: el estilo de gobierno autocrático del Papa y la naturaleza radical del programa que está llevando sin parar. El estilo autocrático, que contrasta fuertemente con las promesas de un gobierno sinodal y colegial, jamás ha sido tan evidente como en enero de 2017, cuando arrojó a la basura el estatus de una antigua Orden católica independiente y soberana, los Caballeros de Malta”. Como ha advertido Sohrab Ahmari en el New York Times, los conservadores están por un lado y el papa Francisco por el otro. “Pero un Papa no debería estar en ‘un lado’ del desacuerdo en el interior de la Iglesia”.
Lawler escribe – en forma casi profética, si se piensa en el congreso que el 7 de abril próximo discutirá en Roma también estos temas- que “una comprensión correcta de los límites de la autoridad papal ayudaría a resolver la crisis actual. El obispo de Roma no es un potentado solitario, sino el líder del Colegio de los Obispos”, como bien ha aclarado Lumen Gentium. Francisco no ha enseñado herejías, según Lawler, pero “la confusión que ha provocado ha desestabilizado a toda la Iglesia. Los fieles han sido inducidos a cuestionar en sí mismo aquello en lo que creen, su fe. Mirando a Roma y buscando una guía, encuentran más preguntas, más confusión”.

Me detengo aquí. Les aconsejo leer, a los que pueden y quieren, The lost Sheperd [El pastor perdido]. Que Dios ayude a él y a nosotros a encontrarnos, pero esta vez unidos.

Publicado originalmente en italiano el 9 de marzo de 2018, en: www.marcotosatti.com/…/il-pastore-perd…

Traducción al español por: José Arturo Quarracino

Marco Tossatti