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domingo, 13 de abril de 2025

PSOE y PP recurren a consultores mercenarios sin ideología: José Pablo Ferrándiz y Aleix Sanmartín



En un momento donde la política española se desangra por la ausencia de principios, tanto Pedro Sánchez como Alberto Núñez Feijóo han decidido confiar sus estrategias electorales a figuras externas, impersonales y camaleónicas: José Pablo Ferrándiz y Aleix Sanmartín. Lejos de ser ideólogos o defensores de un proyecto nacional, ambos representan la figura del gurú electoral que vende promesas sin contenido ni intención de cumplimiento. El objetivo es claro: engañar al votante, capturar su voto y luego olvidarlo.

Ferrándiz, el nuevo artífice de la propaganda de Moncloa

El Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, según Cierre Digital, ha incorporado a José Pablo Ferrándiz como subdirector de análisis territorial del Gabinete de Presidencia. El fichaje fue ejecutado por Diego Rubio, nuevo jefe de Gabinete. Con una larga trayectoria como sociólogo, Ferrándiz ha colaborado con medios como ABC, El País o Grupo Henneo, además de haber trabajado en campañas para el PP, lo que demuestra su absoluta indiferencia ideológica.

José Pablo Ferrándiz ha ocupado cargos clave en casas de encuestas como Metroscopia e Ipsos, y actualmente ejerce docencia universitaria. Sin embargo, su visión es clara: «¿Ideología? Sea cual sea, mi profesión me obliga a valorarlas todas…». Más que un profesional, Ferrándiz se presenta como un técnico sin alma, dispuesto a maquillar cifras y percepciones con tal de conservar poder. En sus propias palabras: «Mi trabajo es ser un fotógrafo callejero, recoger las opiniones de la gente e intentar que sea más autoexplicativa la sociedad».
Enemigo de Tezanos y símbolo del CIS manipulado

Ferrándiz ha sido especialmente crítico con José Félix Tezanos, actual presidente del CIS, al que acusa de despreciar el trabajo de las encuestadoras privadas. «A mí me da mucha rabia porque Tezanos hace lo que critica. Y aparte de no tener ni idea, pone en duda nuestro trabajo por puro interés partidista. Es patético y cabreante», declaró sin tapujos.

Y fue más allá: «El organismo ha cometido errores garrafales y el descrédito del CIS está justificado, pese a que cuenta con estupendos trabajadores. Con sus estimaciones, lejos de acabar con la competencia, cada vez se mira más a las casas privadas».

Sanmartín: del PSOE al PP, siempre al mejor postor

El otro lado del tablero está ocupado por Aleix Sanmartín, quien después de asesorar a Pedro Sánchez, ha recalado ahora en las filas del PP para guiar a Feijóo rumbo a La Moncloa. El consultor valenciano, conocido por su participación en la campaña de Juanma Moreno en 2018, ha firmado un millonario contrato con los populares.

La estrategia de Sanmartín se basa en la manipulación emocional segmentada. Utiliza su famosa “máquina segmentadora” para analizar grupos poblacionales y lanzar mensajes calculados. Así nacieron medidas como los bonos culturales o los viajes gratuitos por Interrail. Promesas huecas que no buscan mejorar la vida del ciudadano, sino comprar su voluntad temporal.

Según se ha filtrado, ahora buscará seducir a hombres rurales de 45 años, una franja clave para Vox. El mensaje será claro: más seguridad y mano dura. ¿Convicción? Ninguna. Solo oportunismo.
El mercadeo de la política: sin moral ni límites

Ambos gurús comparten algo más que un currículum brillante: su desprecio absoluto por la verdad, la coherencia y la moralidad. Como él mismo ha dicho, Sanmartín no distingue entre lo legal y lo ético: «Para mí la ética en elecciones la establece la legislación de cada país. Es ético todo lo que esté dentro de la ley.»

Mientras se enriquecen con contratos millonarios —al PP andaluz le facturó 350.000 euros y al PSOE más de 600.000 anuales—, sus giros ideológicos dejan claro que no trabajan por principios, sino por intereses. En algunos medios, ya le llaman directamente «mercenario».

El fin justifica los medios: cómo se manipula al votante

La llegada de estos consultores demuestra que tanto el PSOE como el PP han renunciado a las ideas. Ya no hay programas ni principios: hay promesas y espectáculo. Y todo vale con tal de ganar votos.

Los partidos han externalizado su alma. En lugar de convencer al pueblo con propuestas reales, se limitan a embaucar al votante. En un escenario así, ¿quién defiende los valores? ¿Dónde queda la familia, la vida, la unidad nacional, la libertad religiosa y educativa?

España merece políticos con convicciones, no gestores de promesas falsas. Merece líderes, no actores dirigidos por asesores a sueldo. El voto no puede comprarse con mentiras. El futuro de una nación no puede depender de mercenarios ideológicos.

miércoles, 2 de abril de 2025

El PP y la teoría del caballo muerto: un partido irreconocible que sigue engañando a su electorado

 ADELANTE ESPAÑA

La Teoría del Caballo Muerto es una metáfora utilizada para ilustrar la tendencia de personas, empresas o gobiernos a seguir invirtiendo esfuerzo, tiempo y recursos en algo que claramente ha fracasado. Si un caballo está muerto, lo lógico sería desmontar y buscar otra solución. Sin embargo, en la práctica, muchos optan por estrategias inútiles: comprar un látigo más fuerte, cambiar al jinete o decretar que el caballo sigue vivo.

Este concepto es aplicable a múltiples ámbitos, desde la política hasta la gestión empresarial. En política, se ve cuando los gobiernos insisten en modelos fracasados –otro día hablaremos de la Constitución Española– creyendo que con pequeñas modificaciones podrán hacerlos funcionar, ignorando las señales de su inviabilidad.

La lección clave de esta teoría es que reconocer el fracaso a tiempo permite redirigir esfuerzos hacia soluciones viables. Sin embargo, la naturaleza humana y la burocracia tienden a resistirse al cambio, prolongando la ilusión de que el ‘caballo muerto’ aún puede avanzar. En última instancia, el éxito depende de la capacidad de adaptación y la voluntad de abandonar lo que ya no funciona.

La Teoría del Caballo Muerto describe con precisión la situación actual del Partido Popular (PP) y la reacción de su electorado ante su evidente transformación.

En sus inicios, el PP – y antes, Alianza Popular– se presentaba como defensor de la familia, la vida, la unidad de España y el orden social, oponiéndose, al menos, teóricamente a las imposiciones ideológicas de la izquierda. Así lo entendió su electorado. Sin embargo, hoy su deriva es evidente: ha asumido la ideología de género, se pliega a la inmigración masiva sin control, permite la islamización progresiva de la nación y asume los postulados de la izquierda en aborto, eutanasia y divorcio. Pero el problema no es solo el partido, sino un electorado que insiste en ‘cambiar de montura’, dándole nuevas oportunidades y esperando que vuelva a ser lo que fue.

El PP es, en la actualidad, un partido rendido ante la izquierda. En las últimas décadas ha cedido terreno en las mismas políticas que en su día decía combatir. La implantación de las leyes de ideología de género, antes exclusivas de la izquierda, ha sido normalizada por el PP en varias comunidades autónomas, a menudo con más firmeza que los propios partidos izquierdistas.

En temas como la familia, la vida o la educación, el PP ya no representa los principios que decía defender. En aborto y eutanasia, ha aceptado legislaciones de la izquierda sin intentar revertirlas. Donde antes hablaba de derogar leyes injustas, ahora se refugia en el ‘consenso’ con la izquierda. No solo las asume, sino que las hace suyas sin el menor rubor. Otro claro ejemplo de cómo se siguen dando latigazos a un caballo muerto en un intento absurdo de hacerlo andar.

Otro punto clave en la transformación del PP es su postura respecto a la inmigración. En lugar de plantear políticas responsables y ordenadas, ha asumido el discurso buenista que promueve la inmigración masiva sin control, con consecuencias evidentes en muchos barrios de España: aumento de la delincuencia, inseguridad, intolerancia religiosa y problemas de convivencia. Pero el PP prefiere ignorarlo para evitar ser tildado de ‘ultraderechista’ por la izquierda mediática.

La islamización de España es otro fenómeno que el PP ha decidido no solo obviar sino promover. Donde antes defendía los valores cristianos y la identidad nacional, ahora se pliega al multiculturalismo de la izquierda, aceptando la imposición de costumbres y valores ajenos a nuestra cultura sin resistencia alguna.

La reacción de su electorado: seguir votando al caballo muerto. Pese a esta deriva evidente, muchos votantes del PP siguen aferrados a la esperanza de que, con un cambio de liderazgo, el partido recuperará su esencia. Como en la Teoría del Caballo Muerto, en vez de desmontar y buscar una alternativa real, optan por estrategias inútiles: cambian de jinete (hoy Feijóo por Casado, mañana será Ayuso…), renuevan el nombre del mismo programa o se conforman con ‘al menos no es el PSOE’.»

Cada elección, miles de votantes desilusionados le dan una «última oportunidad» al PP, convencidos de que esta vez será diferente. Sin embargo, los resultados son siempre los mismos: promesas vacías en campaña y concesiones a la izquierda una vez en el poder. Mientras tanto, la izquierda sigue avanzando y el PP se convierte en una mera gestora del legado socialista, sin intención real de cambiar el rumbo de la nación.

Si algo nos enseña la Teoría del Caballo Muerto, es que seguir apostando por una opción fracasada solo prolonga el problema. El PP ha demostrado una y otra vez que ha abandonado sus principios. Su electorado debe decidir si sigue autoengañándose o busca una alternativa real que represente sus valores. La fidelidad ciega a un partido que ha traicionado su esencia no es una estrategia política inteligente, sino un obstáculo para el cambio necesario.

Los votantes conservadores tienen la responsabilidad de no dejarse arrastrar por la nostalgia y actuar en consecuencia. Si el objetivo es recuperar la defensa de la familia, la vida y la unidad de España, la solución no está en seguir votando a un partido sometido al discurso izquierdista. Es el momento de desmontar, aceptar que ese caballo está muerto y apostar por una opción que realmente defienda estos principios. Y en la actualidad, hay varias opciones, parlamentarias y extraparlamentarias, que pueden ser alternativas.

El cambio no se logrará con una «nueva cara» dentro del mismo partido. Se logrará con un nuevo proyecto que tenga el valor de enfrentarse a la izquierda sin complejos, sin buscar la aprobación de sus medios y sin traicionar los valores que millones de españoles esperan ver defendidos. Y para ello, lo primero es dejar de intentar resucitar lo que ya no tiene vida.

lunes, 3 de febrero de 2025

El PP y Trump: La alineación con el globalismo de izquierdas en su ataque al presidente estadounidense



El Partido Popular ha dejado en evidencia su alineamiento con la agenda globalista, una postura que se ha manifestado no solo en su connivencia con el Partido Socialista en Bruselas, y del blanqueamiento cada vez más descarado a Pedro Sánchez y al PSOE en el ámbito nacional sino también en su rechazo a figuras que desafían el statu quo internacional por sus políticas soberanistas y antiglobalistas. El último ejemplo de esta tendencia ha sido la reacción de animadversión de varios líderes del PP hacia Donald Trump.
Críticas de Aznar y la cúpula del PP contra Trump

Uno de los primeros en manifestar su oposición a Trump fue el expresidente del Gobierno, José María Aznar, quien expresó su inquietud por el retorno del líder republicano. «Algo muy serio sucede en el fondo de un país que elige presidente a una persona que ha sido responsable de un asalto al Congreso y de un intento de golpe de Estado», declaró Aznar. Además, dejó claro que nunca habría votado a Trump y aseguró que, de haber sido estadounidense, habría votado por Joe Biden o Hillary Clinton «sin duda«.

Pero Aznar no ha sido el único en el PP que ha arremetido contra Trump. El eurodiputado y director de FAES, Javier Zarzalejos, también se sumó a la ofensiva contra el presidente norteamericano con declaraciones incendiarias en las que incluso llegó a compararlo con Adolf Hitler. «Él es un presidente que se jacta de no haber entrado en guerras. Menos mal que no estaba en la Casa Blanca cuando Hitler arrasaba Europa«, afirmó en un artículo publicado en El Diario Montañés.

Zarzalejos continuó con su ataque: «Trump es un tratante, en sentido literal, un hacedor de tratos, autoritario y absolutamente personalista en la forma de ejercer su enorme poder». Estas declaraciones evidencian la animadversión del PP hacia el presidente republicano, alineándose con la narrativa impulsada por los demócratas y la élite mediática estadounidense.
González Pons y el desprecio hacia el presidente Trump

El vicesecretario general del PP, Esteban González Pons, también se ha unido a la campaña contra Trump con expresiones despectivas que han causado gran controversia. En una de sus intervenciones, llegó a referirse a Trump como «el macho alfa de una manada de gorilas».

Este tipo de declaraciones muestran de manera evidente el rumbo ideológico que ha tomado el PP en los últimos años. Se han posicionado abiertamente del lado del globalismo de izquierdas tanto de EEUU como de Europa, rechazando las políticas soberanistas e identitarias que defienden la independencia nacional y la autodeterminación de los pueblos. Mientras otras fuerzas políticas en Europa y Estados Unidos fortalecen el discurso en defensa de la soberanía y los valores tradicionales, el Partido Popular prefiere atacar a quienes desafían el pensamiento único promovido por las élites globalistas ya sea Trump en Estados Unidos o figuras como Giorgia Meloni en Italia.
Un PP alineado con la agenda globalista

La insistencia del PP en marcar distancia con Trump no responde únicamente a una estrategia comunicativa coyuntural. Se trata de un movimiento premeditado con el objetivo de reforzar su relación con los organismos supranacionales que dictan la agenda política en Europa. A pesar de que el PP mantiene un discurso conservador en España, sus acciones demuestran que está plenamente integrado en la corriente globalista que defiende el control supranacional de los Estados y el sometimiento a instituciones como la Unión Europea y la ONU y abandonando cualquier atisbo de soberanismo y defensa de los intereses nacionales.

El Partido Popular, que en su día simuló representar una alternativa conservadora en España, se ha convertido en un engranaje más del sistema que promueve la agenda globalista. Sus dirigentes ya no esconden su desprecio por los movimientos que desafían este orden, como el liderado por Donald Trump. Esto es lo que representa el PP. Ha optado por la senda globalista izquierdista. Es un agente más de la agenda globalista. Es una realidad.

domingo, 8 de diciembre de 2024

El brazo tonto del PSOE (por Carlos Esteban)




Apuntaba recientemente Hughes que el antisanchismo, además de mezquino como meta política, puede resultar ineficaz e incluso contraproducente, viendo que Sánchez, como un malvado de Marvel, parece alimentarse de la energía oscura de la crítica y la denuncia. Y tiene razón.

Pero yo ampliaría más el foco de la oposición necesaria para incluir al Partido Popular. Sostengo desde hace tiempo que el PP ha sido mucho más dañino para España que el PSOE, y que su desaparición para siempre de la escena política sería mucho más beneficiosa que la de los socialistas. Trataré de explicarme.

El PSOE es una banda, una mafia, una maldición. Tienen una historia criminal y un presente que no desentona, una ideología destructiva y la ética de una garrapata. Todo eso es cierto, diría que indudable, pero si el esquema ideológico funcionara, si España fuera, de verdad, esa cosa tan triste que es un bipartidismo, el PSOE tendría una contestación, un contrapeso. No podría cambiar España de modo que no la reconociese ni la madre que la parió, como auguraba certero Alfonso Guerra, porque de la cal del PSOE —viva o no— podríamos pasar a la arena del partido rival. El PSOE aprobaría sus políticas demenciales y suicidas durante sus mandatos, y el partido rival paliaría el daño en los suyos.

Pero el PP, en lugar de ser el representante de la derecha social que creen contra toda evidencia sus votantes, ha sido desde el inicio el cómplice necesario del PSOE, su comparsa, el payaso de las bofetadas, el brazo tonto del socialismo.

El PSOE defiende una ideología destructiva. El PP no tiene ninguna, es el partido nihilista. El PP es el escolar buenecito que, en el fondo de su corazón, admira al gamberro de clase y desearía ser como él, ser él. Y va a buscar, antes que la aprobación de quienes les votan, la de su admirado rival. Cuando el líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, dijo haber votado al PSOE de Felipe González, no estaba confesando, sino presumiendo. Algo así, que en el PSOE sería inimaginable, entre peperos se considera normal, casi obvio. Son del PP porque, por lo que sea, no pudieron ser socialistas.

El mito del «PSOE bueno», la fantasía de que hubo una vez un partido socialista que no fue ladrón ni enemigo de España, que Felipe González fue un estadista, el Maestro Yoda de nuestra democracia, y no el capo de una banda, es un invento del PP que el PP necesita para justificar su pleitesía masoquista. Necesitan presentarse como oposición a efectos electorales, pero no renuncian a su embeleco enamorado, y en lugar de pintar para sí un glorioso mito de origen, lo crean para su supuesto rival.

Mariano Rajoy fue el presidente de gobierno con mayor poder institucional en España: mayoría absolutísima, poder autonómico mayoritario, el gobierno de las principales ciudades españolas. Y lo aprovechó para no cambiar una coma de las leyes ideológicas de Zapatero, incluida la que les presentaba a ellos mismos como herederos directos e irredentos de una dictadura, y mimar, incluso, a los medios que les escupían a diario hasta torcer la ley para favorecerles.

Debo reconocer que esta enfermedad de la derecha débil, de la derecha falsa de posguerra, no es exclusiva de España. David Cameron, antaño primer ministro conservador británico, confesó al acceder al poder que se sentía mucho más cercano al nefasto laborista Tony Blair que a Margaret Thatcher.

El PP es Moreno Bonilla. Bonilla dice del PSOE que es «un partido histórico y necesario en la democracia española», lo que no impedirá nunca al PSOE asegurar que Bonilla es un facha. propone destinar más de 3,5 millones de euros a CCOO y UGT en los Presupuestos de 2025, dos sindicatos de partido que les odian. Bonilla quiere ahora impulsar el «habla andaluza» en centros educativos, inventando un engendro para mayor gloria de chiringuitos de izquierdas.

Si no existiera el PSOE, España tendría, por fuerza, algún otro partido de izquierdas, con las mismas ideas disolventes y generadoras de miseria y recorte de libertades que son comunes a toda izquierda. En cambio, si no existiera el PP, si la Santa Transición no hubiera engendrado a esa engañifa, esa estafa ideológica que es el PP, nacido para desactivar la opinión conservadora en España y hacer digerible a la ciudadanía la ingeniería social del PSOE, España hubiera tenido la oportunidad de generar una auténtica derecha.


domingo, 1 de octubre de 2023

Feijóo desvela un truco del PSOE y de los separatistas que también es usado por el PP



Cuando un político carece de principios sólidos y tiene que denunciar que otro tampoco los tiene, corre el riesgo de quedar en evidencia.



Los separaristas exigen un referéndum para apoyar la reelección de Sánchez

Este viernes, los partidos separatistas del Parlamento catalán (ERC, Junts y la CUP) acordaron exigir un referéndum de autodeterminación como condición para apoyar la investidura de Pedro Sánchez. Ese referéndum sería un intento abiertamente inconstitucional de separar a Cataluña del resto de España. Los separatistas lanzan esa exigencia después de ver la docilidad del PSOE a la hora de asumir otra exigencia igualmente inconstitucional: la de la amnistía a los autores del golpe separatista de 2017, perpetrado tal día como hoy.

Sánchez insiste en que logrará la reelección sin explicar el precio

Esa nueva exigencia del separatismo ni siquiera ha inmutado al secretario general del PSOE. Sánchez insistió ayer en que logrará la reelección, pero sin revelar a qué precio y sin referirse a las exigencias de los separatistas. Unas exigencias que el PSOE negocia de espaldas a los españoles, de forma secreta y exhibiendo una vez más la opacidad antidemocrática de la que Sánchez ha hecho gala durante todo su mandato. Sánchez trata a los españoles como meros pagadores de impuestos a los que no debe ninguna explicación. Es una forma de gobernar propia de un político despótico y corrupto, que pone sus intereses personales por encima de la Nación.

Feijóo cree que la exigencia del referéndum es «un cebo»

Este sábado, en el Foro La Toja (ver vídeo, punto 57:34), Alberto Núñez Feijóo se refirió a esa nueva exigencia de los separatistas, haciendo una observación muy interesante y muy reveladora:

"En mi opinión, la autodeterminación es un cebo para no hablar de la amnistía. Lo que aquí está encima de la mesa no es el referéndum de independencia. Lo que está encima de la mesa es la amnistía, y el referéndum es el cebo para concluir que hemos conseguido decir "no" al referéndum de independencia y hemos dicho sí a algo más sensato que es la amnistía. El independentismo no tiene prisa, porque si consigue todo lo que pide se acabaría el objeto social, y en consecuencia primero es la amnistía y después vendrá, lógicamente, la consecuencia de la misma. Pero vamos a hacer que dialogamos, vamos a hacer que ninguno cede para ceder todos. El cebo es el referéndum, eso te diré que no, y lo que te daré será la amnistía, eso te diré que sí".

Un truco que también ha utilizado el Partido Popular

Me ha parecido muy interesante este análisis. Personalmente no se me había ocurrido verlo así. Pero al verlo así, y discurriendo un poco, se me ha ocurrido que no es la primera vez que veo en práctica ese truco del cebo, es decir, de lanzar a la opinión pública o a los votantes de un partido un planteamiento muy inaceptable que haga parecer que otros planteamientos igualmente inaceptables parezcan menos malos. De hecho, lo que Feijóo ha descrito, sin darse cuenta, es el voto del mal menor, una lacra que ha venido degradando políticamente a la derecha en España desde hace décadas y que el PP ha usado muchas veces.

Recordemos, por ejemplo, la época en la que el PP decía defender la vida, pero finalmente acabó asumiendo ciertas excepciones para el aborto, en la creencia de que sería capaz de captar más votantes renunciando a una parte de sus principios y adoptando el papel de un mal menor frente a la izquierda para retener a sus votantes de derechas. Con el paso de los años, el cebo ha ido tirando más y más de esos votantes de derechas, asumiendo abiertamente las tesis proaborto del PSOE, en una situación en la que muchos ya se han hartado y decidieron cambiar su voto y apoyar a Vox.

El partido de Feijóo también ha aplicado esa táctica del cebo a la cuestión nacional. En algunas regiones, el PP ha asumido las tesis del nacionalismo en gran medida, algo que ha ocurrido precisamente en Galicia, una comunidad que ha estado gobernada por Feijóo durante muchos años. El PP adoptó el papel de dique contra el separatismo, mientras asumía una parte de las tesis separatistas, como la exclusión del español de la toponimia oficial y de gran parte de los documentos y rótulos públicos, tratando a los gallegos hispanohablantes como extranjeros en su propia tierra.

Qué signican las llamadas para «reunificar el centro-derecha»

Es normal que Feijóo haya sabido reconocer ese truco al ver como el PSOE y el separatismo lo ponen en práctica, porque él también lo utilizó. De hecho, con ese cebo, con esa apuesta por el mal menor, el PP ha contribuido también a degradar nuestra democracia, y lo ha hecho, además, haciendo todo lo posible para impedir la consolidación de una alternativa política que hiciese frente con firmeza a las tesis de la izquierda y del separatismo. Esos mensajes del PP a favor de "reunificar el centro-derecha", unos mensajes que ahora vuelven a repetir los medios afines a ese partido al ver la posibilidad de que haya unas nuevas elecciones, son un intento para que sigamos siendo rehenes del mal menor, para que sigamos intentando tragarnos ese cebo que el PP, el PSOE y el separatismo vienen usando desde hace muchos años.

Personalmente, agradezco a Feijóo que haya tenido la amabilidad de enseñar su baraja trucada en un intento de desvelar las trampas de otros, porque me reafirma en la idea de que el PP ya no es la solución, sino parte del problema. Vox es la última esperanza que nos queda a los que estamos hartos de esos cebos y de ese mal menor que tanto han beneficiado a la izquierda y a los separatistas.

ELENTIR

viernes, 15 de septiembre de 2023

¿»Maricomplejines»… o más bien «maricómplices»? | Luis Antequera



Cuarenta años llevamos ya llamándoles “maricomplejis”, “maricomplejines”… Lo inventó un famoso locutor de radio y medio país los llama así… El término haría referencia a la cobardía, pusilanimidad y timoracia de las que siempre habría hecho gala en su comportamiento en la escena política española, incapaz de llevar la contraria, ni de hacer nada que pueda desagradar mínimamente, al partido que le amarga la existencia en uno de los debates más broncos que se registra en cualquier cámara legislativa europea, el que tiene lugar en el Parlamento español.

Me refiero, naturalmente, al Partido Popular.

Yo, sin embargo, no estoy ya ni en ese discurso ni en esa idea. Si alguna vez evidenció cobardía, si alguna vez lo hizo, -que yo creo que no, que era otra cosa-, desde tiempos muy antiguos ya, el Partido Popular de lo que da pruebas inequívocas y cada vez menos disimuladas, es de total complicidad con el proyecto que desarrollan los partidos a los que supuestamente se opone.

Es simplemente, como ya he expresado en otros artículos, una cuestión de roles, roles muy bien repartidos para poder alcanzar a todo el espectro electoral, engañarlo, engatusarlo y conducirlo, como se conduce a los corderos hacia el matadero, al plan que para nuestras sociedades han previsto en lejanos laboratorios internacionales.

En España, los roles repartidos por los estrategas del sistema asignan a la izquierda gamberra de todos conocida (podemitas-comunistas-separatistas-terroristas) la fase inicial de «lanzamiento con riesgo incluso de hacer el ridículo” (en su día asistimos a una cansina batería de ellas: el todos-todas-todes; el ataque al consumo de carne; la matria; el derribo de monumentos, etc.).

Al PSOE (un partido «de estado»), el de la «serena y responsable aprobación de la ley».

Y al PP, el que quizás es el más importante de todos esos roles: «el voto negativo en la sesión de su aprobación parlamentaria, para luego, al ascender al poder, con la ley ya aprobada por PSOE & cia, no decir ni pío», incrementando incluso, por lo bajini, las dotaciones económicas de la ley y los medios para su aplicación, anulando así, de manera sibilina y silenciosa, toda resistencia que hubiera podido oponer algún sector del electorado.

Así fue con el aborto, tanto el aborto despenalizado como el aborto-derecho. Así fue con el divorcio express. Así fue con el matrimonio homosexual. Así fue con las leyes y campañas discriminatorias del varón. Así fue con el cambio climático. Así fue con el adoctrinamiento en las aulas. Así fue con las leyes que imponen el lenguaje “inclusivo”. Así fue con la memoria histórica. Así es, incluso, con una cuestión tan en principio nimia como Madrid Central… Y así será con la eutanasia, con la nueva vuelta de tuerca que se da a la memoria histórica y con cualquier otro proyecto que alguien, en algún lugar recóndito del mundo, haya previsto para España.

Todo lo cual no es óbice para que subsista la lucha a muerte «por mi parte del pastel», que en España se presenta, -y cada vez más-, como particularmente suculento y atractivo, de donde el debate tan bronco al que, a pesar del acuerdo ideológico, acudimos atónitos los españoles, y nos lleva a creer que son distintos, cuando en realidad son lo mismo.

Los unos, los que se presentan a sí mismos como “progresistas”, desarrapados y malolientes, ordinarios hasta la zafiedad; los otros, los que se presentan a sí mismos como “conservadores”, trajeados y hasta engominados. Se dicen exabruptos. ¡Pero al final todos lo mismo! Porque al final, todos, “progresistas” y “conservadores”, tenemos que llegar al mismo sitio. Esas son las reglas.

Que hagan Vds. mucho bien y que no reciban menos.

Luis Antequera

viernes, 8 de septiembre de 2023

López Miras, reelegido presidente de la Región de Murcia gracias al apoyo de VOX



El diputado del PP Fernando López Miras ha conseguido los apoyos necesarios para ser investido presidente. Lo ha logrado en el segundo debate de investidura gracias al pacto alcanzado ‘in extremis’ entre PP y VOX para evitar la repetición electoral.

Así, López Miras ha conseguido 30 votos favorables, superando así la mayoría necesaria para ser investido presidente en primera votación (cuantificada en 23 votos), gracias al apoyo de los 21 diputados del PP y de los 9 diputados de VOX.

Cabe recordar que el pasado mes de julio se celebró un primer debate de investidura en el que el candidato del PP no consiguió los apoyos necesarios para ser investido presidente ni en primera ni en segunda votación. Durante todo este tiempo, VOX ha condicionado su apoyo al líder del PP a entrar en el Gobierno de la Comunidad, algo que consiguió el pasado 1 de septiembre.

El acuerdo entre las dos formaciones políticas contempla la entrada de VOX en el Gobierno regional con dos consejerías, la de Fomento y la de Seguridad, Interior y Emergencias, esta última, con rango de vicepresidencia.
Además, el martes 5 de septiembre, PP y VOX sellaron el acuerdo con la firma de un programa de gobierno que incluye 30 medidas entre las que se contempla avanzar en la protección del Mar Menor, la supresión de las subvenciones directas para los sindicatos, erradicar la violencia contra las mujeres, así como garantizar la gratuidad de la Educación de 0 a 3 años en centros públicos, la rebaja de impuestos como el tipo impositivo general del ITP o la reducción del IRPF en los tramos de los salarios medios y bajos, entre otras medidas.
López Miras afronta así su tercera legislatura como presidente de la Comunidad. El diputado del PP llegó al Gobierno en abril de 2017 tras la dimisión de Pedro Antonio Sánchez. En aquel año consiguió ser investido presidente en segunda votación con la abstención de Ciudadanos.

En 2019, López Miras repitió como presidente regional, en esta ocasión consiguió ser investido como presidente gracias a un pacto de gobierno con Ciudadanos y con apoyo exterior de VOX.

Durante dicha legislatura, López Miras tuvo que afrontar una moción de censura de Ciudadanos y PSOE, que no consiguió salir adelante, tras la vacunación irregular de altos cargos de la Consejería de Salud. Esta tercera legislatura la afronta con el apoyo de VOX, partido con el que gobernará.

López Miras es el séptimo presidente de la Comunidad Autónoma de Murcia y el cuarto del Partido Popular. Como jefe del Ejecutivo regional le han precedido los socialistas Andrés Hernández Ros, Carlos Collado Mena y María Antonia Martínez, y los ‘populares’ Ramón Luis Valcárcel, Alberto Garre y Pedro Antonio Sánchez.

sábado, 2 de septiembre de 2023

PP y Vox alcanzan un acuerdo para evitar la repetición electoral en la Región de Murcia

 LA GACETA DE LA IBEROSFERA


El Partido Popular y Vox han cerrado un acuerdo de gobernabilidad que evita la repetición electoral en la Región de Murcia.

Tras distintas conversaciones, reuniones y contactos, el presidente del PP en la Región de Murcia, Fernando López Miras y el presidente de Vox en la Región de Murcia, José Ángel Antelo, han cerrado los términos del acuerdo que pone fin al bloqueo y facilita la investidura.

De esta manera, Vox asume el compromiso de votar a favor de la investidura de Fernando López Miras y los representantes de la formación de Abascal entrarán a formar parte del Gobierno regional con las consejerías de Fomento y la de Seguridad, Interior y Emergencias, ésta última con rango de vicepresidencia.

domingo, 16 de julio de 2023

La silenciada purga de diputados liberales y parlamentarios provida en el Partido Popular

 CONTANDO ESTRELAS


Ser un partido con el poder político que ya tiene (y previsible tendrá) el Partido Popular en España da muchas ventajas mediáticas.



Vamos a hacer una prueba: poned en Google "purga liberales PP". Los resultados, tanto en el buscador principal como en Google Noticias, apuntan todos a Vox, no al PP (cabe preguntarse si una vez publicado este artículo también aparecerá al hacer ese búsqueda), por no haber incluido en sus listas a Víctor Sánchez del Real y a Rubén Manso.

Algunos de los liberales apartados de las listas del PP

El caso es que hay liberales que han sido apartados de las listas del PP entre un pasmoso silencio mediático. Omito aquí a los que han sido colocados en otra lista diferente (como Cayetana Álvarez de Toledo) o los que han dejado la política por voluntad propia (como Javier Fernández-Lasquetty y Manuel Llamas). Me limitaré a citar a algunos de los que han sido relegados:Mario Garcés: hasta ahora era diputado del PP por Huesca y miembro de la dirección de su grupo parlamentario de ese partido. Hace un año se declaró liberal y dispuesto a pactar con Vox. Parece que eso no sentó bien a Feijóo y a su equipo: quedó excluido de las listas electorales, tras encabezar la lista por Huesca en noviembre de 2019.
Victor Píriz: era diputado del PP desde 2016 y fue cabeza de lista por Badajoz en 2019. Se declara liberal y de derechas. Ya en abril de 2019 defendió la posibilidad de pactar con Vox, señalando que es un partido constitucionalista y que defiende la unidad de España. Le han dejado fuera de las listas. Hace un mes, Francis Negrete, amigo de Píriz, comentaba: "El diputado popular Víctor Píriz ha sido tratado de manera totalmente injusta por el PP, su partido, que le ha arrebatado el puesto de salida en la candidatura popular al Congreso por Badajoz".
Paloma Gázquez: en 2019 fue cabeza de lista del PP por Asturias. Por entonces exhibió su proximidad a una iniciativa liberal, el Club de los Viernes, y se mostró dispuesta a pactar con Vox. En marzo de 2021 reivindicó a Eduardo Dato (1856-1921), líder del Partido Liberal-Conservador. Feijóo la ha dejado fuera de las listas.
Diego Gago: fue presidente nacional de las Nuevas Generaciones, las juventudes del PP, entre 2017 y 2021. Era diputado por Pontevedra desde 2019. Se declara "liberal". Feijóo le ha dejado fuera de las listas.

Vox cambió al 47% de sus cabezas de lista, el PSOE al 55% y el PP al 75%

Muy pocos medios han hablado sobre estas exclusiones, y en algunos medios que se dicen liberales no han dicho ni una palabra sobre ello. Con independiencia de lo que piense cada uno de los cambios y de los motivos de los mismos, Vox ha cambiado al 47% de sus cabezas de lista, el PSOE ha cambiado al 55% y el PP ha cambiado al 75%, pero curiosamente al que algunos medios acusan de hacer "purgas" es a Vox y no al PSOE ni al PP...

Los parlamentarios provida excluidos de las listas del PP

A la citada purga de liberales hay que añadir una nueva purga de parlamentarios provida en el PP, sobre la que tampoco se ha visto ninguna noticia en ningún medio:Javier Puente: era el único superviviente de la purga de diez parlamentarios provida en el PP en 2015, después de que la dirigente izquierdista del PP Celia Villalobos afirmase que en ese partido no cabían los que dicen "no al aborto". Después de abandonar el PP y marcharse al Protecto Avanza de Benigno Blanco, Puente regresó al PP de la mano de Pablo Casado, siendo número uno en la lista del PP al Senado por Cantabria en abril de 2019. En enero de 2023 defendió la medida provida promovida por Vox en Castilla y León de escuchar el latido fetal, frente a las críticas desde su propio partido. En febrero recordó que los estatutos del PP incluían la defensa de la vida, ante el giro proaborto de Feijóo. Su defensa de la vida le ha pasado factura: Feijóo le ha dejado fuera de las listas.
José Ignacio Echáni: era diputado del PP desde 2016 y antes lo había sido entre 1996 y 2011. A mediados de febrero, fue uno de los tres diputados del PP que no apoyaron una enmienda proaborto de su partido para impedir medidas provida como la promovida por Vox en Castilla y León, asbteniéndose en vez de votar a favor como les exigía el partido. Feijóo le ha dejado fuera de las listas.
Joaquín María García: fue alcalde de Lugo entre 1995 y 1999 y era diputado del PP por Lugo desde 1999. Es otro de los tres diputados del PP que no apoyaron la citada enmienda proaborto de su partido en febrero. Feijóo le ha dejado fuera de las listas.
María de la O Redondo: es diputada del PP por Córdoba desde 2019. Estuvo entre los tres diputados del PP que no apoyaron la citada enmienda proaborto de su partido en febrero. En su caso, en vez de excluirla de las listas, la han pasado del puesto número dos al tres, con lo que seguramente no saldrá elegida (el PP obtuvo dos escaños en esa provincia en 2019).

Y ahora planteo una pregunta: ¿habéis escuchado algo de esto en medios católicos como la Cadena COPE o 13TV? Se trata de medios que son propiedad de la Conferencia Episcopal Española, pero que exhiben habitualmente un claro apoyo al PP, a pesar de sus posiciones a favor del aborto y de la ideología de género.

Elentir

jueves, 13 de julio de 2023

Esto dicen PP y VOX sobre la defensa de la familia en sus programas


La defensa de la familia se cuela en los programas electorales de los partidos de la derecha española. 

VOX opta por ir contra todo el sistema que se ha montado, desde la promoción del aborto por parte del gobierno de Pedro Sánchez, con Irene Montero a la cabeza, del Ministerio de Igualdad, hasta la falta de ayudas económicas para que los jóvenes puedan formar sus familias. 

El Partido Popular, por otro lado, se queda más corto con las medidas y habla de “apoyo” sin desplegar cuáles serían todas sus medidas


Duración 2:20 minutos

viernes, 30 de junio de 2023

Munilla retrata a Feijóo por su postura favorable al aborto



El obispo de Orihuela-Alicante, monseñor José Ignacio Munilla, ha vuelto a la carga contra el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo por defender el aborto.

Munilla lleva varios meses criticando sin tapujos tanto al PP como a su presidente nacional por abandonar la defensa de la vida y plegarse a los dogmas y parámetros de la izquierda.

El prelado vasco no ha querido dejar pasar la oportunidad de volver a manifestar su disconformidad con el líder gallego tras sus declaraciones de esta semana en el programa El Hormiguero con Pablo Motos.

El obispo Munilla ha compartido en su cuenta de twitter un vídeo de dos minutos con la posición de Feijóo sobre el aborto. El obispo de Orihuela ha destacado una de las frases que dijo Núñez Feijóo sobre el aborto: «cuando una mujer quiere interrumpir su embarazo, no puede haber un poder público que se lo impida».

Ante esta afirmación del candidato popular a la presidencia del Gobierno de España, el obispo Munilla ha lanzado dos preguntas «a quien corresponda»: «1ª.- ¿Y quién defiende el derecho a la vida del ser humano no nacido, en el caso de que haya tenido la mala suerte de no ser deseado? 2ª.- ¿Acaso no existe un deber moral de dar un hijo en adopción antes de recurrir al aborto?»

Dijo @NunezFeijoo en @El_Hormiguero: “CUANDO UNA MUJER QUIERE INTERRUMPIR SU EMBARAZO, NO PUEDE HABER UN PODER PÚBLICO QUE SE LO IMPIDA”. Pues bien, yo planteo dos preguntas a quien corresponda:
1ª.- ¿Y quién defiende el derecho a la vida del ser humano no nacido, en el caso de… pic.twitter.com/GhLXs68R6t

— Jose Ignacio Munilla (@ObispoMunilla) June 29, 2023

Los ‘palos’ de Munilla al PP

Durante estos últimos meses, José Ignacio Munilla ha retratado la postura del PP en numerosos temas y no se ha mordido la lengua a la hora de criticar públicamente al Partido Popular.

En enero de este año el obispo cargó contra la cobardía del PP y denunció la traición de Rajoy a la causa provida. Una traición de la que también acusa al actual presidente del PP.

En febrero de este año, tras el aplauso de Feijóo a la sentencia del Tribunal Constitucional que avaló en España el aborto como un derecho, el obispo Munilla cuestionó que «alguien que tenga una recta conciencia» pueda votar al PP.

Munilla tampoco tuvo reparo en criticar a Feijóo por su postura con los vientres de alquiler. El obispo criticó que el presidente del PP se haya mostrado abierto “a revisar su postura” para aceptar la maternidad subrogada “con el matiz de que no sea a cambio de una contraprestación económica”.

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NOTA; Al igual que lo hace el obispo Munilla deberían de hacerlo el conjunto de todos los obispos de España. Bravo por la valentía de este nuestro obispo que no tiene pelos en la lengua; y habla y se define conforme a la doctrina de la Iglesia Católica.

lunes, 19 de junio de 2023

Iñaki Ezkerra: “VOX no amenaza el orden constitucional; el PSOE, sí”



A pesar de los continuos ataques por parte de la izquierda hacia VOX por “ultraderecha”, “xenófobos” o “machistas”, Iñaki Ezkerra recuerda en ‘Más se perdió en Cuba’ que no es un partido antidemocrático ni amenaza el orden constitucional, cosa que sí ha ocurrido con el PSOE. Sus continuos amagos, desde luego, le hacen un partido más peligroso para el futuro de España que los de Santiago Abascal.

Duración 4:30 minutos

lunes, 12 de junio de 2023

Las 8 leyes que el PP apoyó y que incluyen lo mismo que Feijóo critica en la Ley Trans



Una de las dudas más comunes de cara a las próximas elecciones generales es cuáles serían los efectos de una victoria del Partido Popular.



Durante el mandato de Mariano Rajoy (2011-2018), el PP mantuvo intactas las leyes ideológicas instauradas por los socialistas durante el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011). En el Partido Popular deben saber que este precedente puede desanimar a muchos votantes a volver a dar su confianza a ese partido y seguramente les animará a otorgar su voto a Vox, que es mucho más claro a la hora de pronunciarse en contra de las leyes ideológicas socialistas.

La crítica de Feijóo a los efectos de la 'autodeterminación de género'

Con la vista puesta en esas dudas, la semana pasada el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, anunció que derogaría la Ley Trans durante una entrevista en Onda Cero. Cuando el entrevistador le preguntó por el motivo de su discrepancia por esa ley, Feijóo señaló (ver vídeo) que esa ley "atenta contra el más elemental sentido. Y es que es mucho más fácil cambiarse legalmente de sexo que aprobará la selectividad. Es mucho más fácil cambiarse de sexo que sacar el carnet de conducir, desde el punto de vista legal. Simplemente hay que ir al registro civil y plantearlo, decir yo a partir de mañana soy una señora o a partir de mañana soy un señor".

Las leyes apoyadas por el PP que incluyen esa 'autodeterminación de género'

La crítica de Feijóo a esa ley es muy acertada. El concepto que Feijóo critica de esa ley es la llamada "autodeterminación de género", un concepto derivado de la ideología de género que, dicho sea de paso, el PP viene apoyando en varias comunidades. Para ser más precisos, el PP ha apoyado ocho leyes autonómicas que incluyen ese concepto

Ley LGTB de Extremadura de 2015. Fue impulsada por el PP durante el Gobierno de José Antonio Monago (2011-2015). Incluye la "autodeterminación de género" en sus artículos 3 y 10.

Ley LGTB de la Comunidad Madrid de 2016. Fue apoyada por el PP. Incluye la "autodeterminación de género" en su artículo 3.

Ley LGTB de Baleares de 2016. Fue apoyada por el PP en la mayoría de sus artículos. Incluye la "autodeterminación de género" en sus artículos 6 y 22.

Ley LGTB de Murcia de 2016. Fue apoyada por el PP. Incluye la "autodeterminación de género" en sus artículos 3 y 14.

Ley LGTB de Aragón de 2018. Fue apoyada en su mayor parte por el PP. Incluye la "autodeterminación de género" en sus artículos 3, 4, 16 y 31.

Ley de "Identidad y Expresión de Género" de Aragón de 2018. Fue apoyada por el PP. Incluye la "autodeterminación de género" en sus artículos 1, 4 y 13.

Ley LGTBI de Cantabria de 2020. Fue apoyada por el PP y con el único rechazo de Vox. Incluye la "autodeterminación de género" en sus artículos 1, 4, 5, 20 y 23.

Ley de "igualdad social y no discriminación por razón de identidad de género" de Canarias de 2021. Fue promovida y apoyada por el PP. Incluye la "autodeterminación de género" en sus artículos 1, 2, 4, 20, 22 y 42.

El PP no ha aceptado derogar esas leyes de género en ninguna comunidad

Recordemos, a modo de ejemplo, que en la Comunidad de Madrid el PP se ha negado durante 4 años a derogar las leyes de género, entre ellas la que incluye el citado concepto de "autodeterminación de género". Así mismo, el PP se ha negado a incluir la ley de género andaluza que incluye ese concepto, de modo que cabe preguntarse: ¿qué confianza ofrece el anuncio de Feijóo de que derogará la Ley Trans?

Teniendo en cuenta esos predecentes autonómicos, la única posibilidad real de que el PP acceda a derogar la Ley Trans es que Vox le fuerce a hacerlo, pero para ello Vox necesita la fuerza parlamentaria suficiente para que al PP no le quede otro remedio que derogarla si desea seguir gobernando. Personalmente, hay una opción que me parece mucho más sensata y a la que se llega con un sencillo razonamiento: si quieres que se derogue la Ley Trans y Vox es el único partido dispuesto a presionar para derogarla, ¿no sería más lógico que votes a Vox?

Votar al PP sólo sirve para mantenerte en la incertidumbre: ¿le apetecerá esta vez cumplir sus promesas, o las romperá como hizo en el pasado? Personalmente, prefiero votar sobre seguro. Ya estoy muy escarmentado con las falsas promesas del PP.

ELENTIR

Una advertencia que la derecha debe tomar en serio para las elecciones generales del 23J



En el siglo VI antes de Cristo, en la antigua China, vivió un señor que se llamaba Lao-Tse, un filósofo y erudito muy famoso.



Algunos dudan de que Lao-Tse existiese en realidad, pero a decir verdad hay reflexiones que se atribuyen a él que deberían ser tenidas en cuenta, con independencia de su historicidad. Una de las que más ha hecho pensar afirma lo siguiente: "No hay mayor peligro que subestimar a tu oponente". Es una afirmación cargada de sabiduría y que muchos han ignorando a lo largo de la historia, con fatales consecuencias.

Traigo esa cita ahora ante la convocatoria de elecciones generales para el 23 de julio en España. Unas elecciones que la izquierda y la extrema izquierda afrontan con las encuestas en su contra y después de la reciente derrota que han sufrido en las elecciones locales y autonómicas del 28 de mayo. El cuadro que presenta la izquierda es realmente penoso, con dirigentes desesperados por garantizarse su futuro tras la derrota.

Ese panorama está llevando a una parte de la oposición política en España a dar por hecha su victoria electoral el 23 de julio. La situación penosa de la izquierda anima a muchas personas de centro y de derecha a la euforia y a dar por hecho que en la noche del 23 de julio podremos celebrar la derrota de Pedro Sánchez y sus aliados.

Hay un grave riesgo en esa euforia, el típico riesgo que se corre cuando uno considera al enemigo ya derrotado y lo subestima, confiando en exceso en las propias posibilidades de victoria y rebajando los esfuerzos para hacerla posible. Es un craso error. Nunca hay que subestimar al enemigo. La historia está llena de ejemplo de generales que cometieron esa equivocación y acabaron derrotados a causa de ello. Sin ir más lejos, el ejército de Putin lleva más de un año sufriendo los efectos de haber subestimado a los ucranianos y haber dado por hecho que la invasión de Ucrania sería un desfile militar.

Hasta ahora sólo he visto a un político llamar la atención sobre ese riesgo: el diputado de Vox Iván Espinosa de los Monteros. El 31 de mayo, tres días después de las elecciones locales y autonómicas, escribió un hilo de Twitter que recomiendo leer, en el que decía lo siguiente:

"Las elecciones que ahora afrontamos son una enorme OPORTUNIDAD... pero no exenta de riesgo. El primer riesgo es leer mal lo que realmente sucedió el domingo, y por tanto afrontar equivocadamente las elecciones que llegan ahora. Asumir errónea y acríticamente lo que no paramos de leer en prensa, es decir que unos se estrellaron estrepitosamente, y que otros arrasaron, puede generar un exceso de confianza que nos debilita a los que queremos un cambio real. El sesgo de confirmación tan frecuente entre comentaristas políticos que se retroalimentan, y se repiten mutuamente unos a otros lo que otros y unos han concluido, puede ser letal.

Y es que la realidad empírica no siempre se comparece con la opinión publicada. Vamos a ejemplos concretos. "Descalabro del PSOE". ¿Seguro? "¡Sí, seguro!" te dirán los comentaristas. "Han perdido 6 comunidades autónomas, docenas de alcaldías, y miles de concejales! ¡Es su final!"

Vamos a los datos. En estas elecciones, el PSOE ha obtenido 6.291.812 votos, el 28,12%. En las anteriores municipales, de 2019, obtuvieron 6.695.553, el 29.38 %.O sea, HAN PERDIDO SÓLO UN POCO MÁS DE UN PUNTO (el 1,26%). "Bueno, pero se han dado el batacazo en número de concejales", podrás pensar. ¿Seguro? En realidad apenas han perdido concejales. Han pasado de los 22.341 de 2019 a tener 20.784 ahora, una caída de sólo 1.557, que en esas magnitudes no es gran cosa.

Lo relevante es que las apariencias engañan; el PSOE no está tan mal. Con todas las barbaridades que han hecho en esta legislatura, (prometo hilo de recordatorio en los próximos días, incluyendo todo, desde Delcy hasta Bildu)... ¡y apenas han caído! Ojo con darles por muertos.

El mundo podemita sí ha caído. En este caso es un poco más difícil comparar los datos, por las infinitas configuraciones que van adquiriendo con el paso del tiempo. La caída es contundente y por eso hay que dar las gracias a las Yoko Onos de Podemos, Irene Montero y Yolanda Díaz. Pero de nuevo, ojo con alguna lectura incorrecta de quién ha "arrasado" en estas elecciones. Por ejemplo, Ayuso. Lo que ha hecho Ayuso en 4 años tiene mucho mérito, en especial lo de arrogarse el discurso de Vox, cuando antes de ayer defendía todo lo contrario. Le ha funcionado. Y como le ha funcionado, chapeau. Además, siempre es bueno que nos copien. El caso es que leo mucho lo de que Ayuso esta vez ha "arrasado", que mayoría "absolutísima"... ¿Seguro?

De nuevo, datos: Ayuso en estas elecciones ha perdido más de 33.000 votos respecto a las últimas. De hecho, podría deducirse que ha perdido bastantes más; como Vox también ha perdido (unos 85.000), y es de suponer que casi todo se habrá ido a Ayuso, eso quiere decir que habría casi 120.000 personas que cogieron la papeleta de Ayuso en 2021 pero no la han cogido este domingo. 120.000 votantes menos, parcialmente compensados con 85.000 votantes que vienen de Vox. Pero ojo... 120.000 votantes menos.

Hay que decir, en defensa de Ayuso y de Vox, que TODOS los partidos perdieron votos este año, por la menor participación... y porque el censo ha disminuido. Y respecto a esa mayoría absolutísima... la tiene porque Podemos se quedó fuera del reparto. Pero ojo, ¡porque Podemos se quedó fuera por muy poco! Obtuvo el 4,7% de los votos, y les hacía falta llegar al 5% para pasar el corte y entrar. Si llegan a obtener un puñado de votos más, entran y hasta se hubieran llevado 3 ó quizá 4 diputados de los que se ha quedado Ayuso... perdiendo esa mayoría absoluta".

Espinosa de los Monteros añade: "Esta vez Podemos se ha quedado fuera de Madrid y otras comunidades con un 4,7%; pero con ese mismo porcentaje sí obtendría representación en las generales en más de una provincia. NO NOS CONFIEMOS. Con el resultado de estas elecciones, NO HAY QUE DAR NADA POR HECHO. NADA ESTÁ ASEGURADO. EL 23 DE JULIO HAY QUE IR A VOTAR, PASE LO QUE PASE. Y si no podemos hacer un esfuerzo un día, corremos el riesgo de pasarnos otros 3 años, 11 meses y 29 días quejándonos. Estamos avisados".

ELENTIR