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martes, 25 de julio de 2023

Juntos por una Jornada Mundial de la Juventud más sustentable Lisboa 2023





El Santo Padre nos desafía a crear un evento joven, con vida y fuerza. Es por ello que miramos a la JMJ Lisboa 2023 con una mente fresca y creativa, además de lúcida y responsable.

El mes de agosto de 2023 acogerá un acontecimiento sin precedentes. Debemos aprender de la experiencia adquirida en las jornadas anteriores fomentando la creatividad y la innovación.
Esta Jornada se basará en los pilares de las encíclicas del Papa Francisco Laudato Si’ y Fratelli Tutti y en la exhortación apostólica Christus Vivit, en las que se nos llama a cuidar nuestra Casa Común. 
El Santo Padre nos dice que “todo está conectado. Por lo tanto, la preocupación por el medio ambiente debe ser asociada a un amor sincero por nuestros semejantes y a un compromiso inquebrantable con la solución de los problemas de la sociedad” (LS, 91). 

La JMJ Lisboa 2023 tendrá en su génesis el concepto de ecología integral.

Nuestra misión es construir la JMJ Lisboa 2023 teniendo en cuenta los objetivos de sostenibilidad abrazados en todo el mundo, los Laudato Si’ presentados por el Vaticano y la Agenda 2030 de las Naciones Unidas (ODS), siguiendo las orientaciones de la Santa Sede.

El punto de partida de este compromiso es la austeridad de cada uno de nosotros con respecto al uso de los bienes, así como la honestidad para hacerlo lo mejor posible. Que la JMJ Lisboa 2023 nos desafíe, para que “cada uno de nosotros salga de este encuentro mejor que cuando llegó” (Papa Francisco a los jóvenes organizadores de la JMJ Lisboa 2023, marzo 2022).

Inspirados en estos valores y teniendo en cuenta el llamado del Santo Padre para que vivamos según los valores de la fraternidad universal y del cuidado de nuestra casa común, nos comprometemos a:

Hacer de la sostenibilidad un objetivo central en la realización de la JMJ Lisboa 2023.

Queremos que la JMJ Lisboa 2023 sea un referente en el compromiso con la sustentabilidad y que deje un legado positivo y duradero para el territorio, la comunidad en general, el equipo, los socios, los voluntarios y los peregrinos.

Tendremos como fuentes de inspiración y principales indicadores los objetivos ya referidos.

¡Construyamos juntos la Jornada Mundial de la Juventud más sustentable de la historia!

sábado, 6 de febrero de 2021

QUICUMQUE VULT SALVUS ESSE. Sobre la idolatría del Concilio Vaticano II (Monseñor Viganò)



Similes illis fiant qui faciunt ea,

et omnes qui confidunt in eis.

Sal. 113, 16

Mientras países que antes eran católicos introducen en su legislación el aborto, la eutanasia, la ideología de género y las uniones sodomíticas; mientras en Estados Unidos un presidente legítimamente electo ve cómo usurpa la Casa Blanca un presidente corrupto, depravado y abortista, elegido mediante un fraude colosal, con el aplauso adulador de Bergoglio y de los obispos progresistas; mientras la población mundial está convertida en rehén de conjurados que lucran con la psicopandemia y con la imposición de pseudovacunas ineficaces y peligrosas, Francisco pone todo su empeño en la catequesis con un monólogo puesto en escena el pasado 30 de enero para el seleccionado público de la Oficina Nacional de Catequesis de la Conferencia Episcopal Italiana (aquí). Este circo ha tenido lugar con ocasión del LX aniversario de la fundación de la Oficina de Catequesis, «instrumento indispensable para la renovación catequética después del Concilio Vaticano II».

En dicho monólogo, redactado con toda probabilidad por algún oscuro funcionario de la CEI a modo de borrador y más tarde desarrollado como buenamente salga gracias al arte que tan augusto orador se da para improvisar, se repiten todas palabras gratas a los seguidores de la Iglesia conciliar, empezando por aquel kerigma que ningún buen modernista puede omitir jamás en sus homilías aunque casi siempre ignore el significado de dicha voz en griego, lengua que casi seguro no sabe declinar sin hacerse un lío con acentos y desinencias. Es evidente que la ignorancia de quien repite el estribillo del Concilio es un instrumentum regni desde que se obligó al clero a abandonar la doctrina católica para sustituirla para privilegiar el nuevo método creativo. Es cierto que decir anuncio en vez de kerigma banalizaría los discursos de los iniciados, además de manifestar la ignorancia despreciativa de la casta hacia la plebe que se aferra tercamente al nocionismo postridentino.

No es casual que los novadores detesten con todas sus fuerzas el Catecismo de San Pío X, que por su brevedad y claridad en las preguntas y las respuestas no deja lugar para la inventiva del catequista. Catequista que debería ser –y no lo es desde hace sesenta años– el que transmite lo que ha recibido, y no un esquivo personaje con memoria de elefante para hablar de la historia de la salvación que de vez en cuando escoge qué verdad transmitir y cuál omitir para no ofender a sus interlocutores.

En la misericordiosa iglesia bergogliana, heredera de la iglesia postconciliar (ambas derivadas de un espíritu que ya no tiene nada de católico) es lícito debatir, contradecir y refutar todo dogma, cualquier verdad de fe, cualquier documento magisterial anterior a 1958. Porque, según dice Francisco, podemos ser «hermanos y hermanas todos, independientemente de la fe». Cualquier fiel entiende bien las gravísimas consecuencias del pseudomagisterio actual, que contradice abiertamente la enseñanza constante de las Sagradas Escrituras, la divina Tradición y el Magisterio apostólico. Con todo, la ingenua víctima de décadas de reprogramación conciliar de los católicos podría creer que en esta compleja babel de herejes, rebeldes y viciosos quede algún espacio para los ortodoxos, los devotos súbditos del Romano Pontífice y los virtuosos.

¿Hermanos todos, independientemente de la fe? Este principio de tolerante acogida sin distinciones no conoce otros límites sino –precisamente– el de ser católicos. Y así, podemos leer en el monólogo que soltó Bergoglio el pasado 30 de enero en la Sala Clementina:
«Esto es magisterio: el Concilio es magisterio de la Iglesia. O estás con la Iglesia y por tanto sigues el Concilio, y si no sigues el Concilio o lo interpretas a tu manera, como quieres, no estás con la Iglesia. A este respecto tenemos que ser exigentes, severos. No, el Concilio no se negocia para tener más de estos… No, el Concilio es así. Y este problema que estamos viviendo, de selectividad del Concilio, se ha repetido a lo largo de la historia con otros Concilios».
Tenga el lector la bondad de no detenerse en la incierta prosa del orador, que une a la improvisación el embrollo doctrinal asesinando la sintaxis. El mensaje del discurso a los catequistas sume en la contradicción las misericordiosas palabras de Fratelli tutti obligando a cambiar el título de la encíclica por el de Hermanos todos menos de los católicos. Y si es innegable y se puede estar de acuerdo en que los concilios de la Iglesia Católica son parte del Magisterio, no se puede decir lo mismo del único concilio de la nueva iglesia. El cual, como ya he dicho tantas veces, es el más tremendo engaño que hayan impuesto los fieles a la grey del Señor. Engaño –repetita iuvant– perpetrado en el momento en que una camarilla de expertos conjurados decidió valerse de los instrumentos de gobierno eclesiásticos –autoridad, actos magisteriales, discursos pontificios, documentos de las congregaciones, textos litúrgicos…– con un fin contrario al establecido por su divino Fundador cuando instituyó la Iglesia. De esa forma se impuso a los súbditos la adhesión a una nueva religión cada vez más claramente anticatólica y en definitiva anticristiana, usurpando la sagrada autoridad de la vieja, despreciada y reprobada religión preconciliar.

Nos encontramos así en la grotesca situación de ver cómo se niegan la Santísima Trinidad, la divinidad de Jesucristo, la doctrina del sufragio por los difuntos, los fines del Santo Sacrificio, la Transustanciación y la virginidad perpetua de María Santísima sin incurrir en sanciones canónicas (de lo contrario casi todos los consultores del Concilio y de la Curia actual estarían excomulgados a estas alturas). Todo lo contrario: «Si no sigues el Concilio o lo interpretas a tu manera, como quieres, no estás con la Iglesia». La glosa de Bergoglio a esta vinculante condena de toda crítica al Concilio deja con la boca abierta:
«A mí me da tanto que pensar un grupo de obispos que después del Vaticano I se fueron, un grupo de laicos, otros grupos, para continuar la “verdadera doctrina” que no era la del Vaticano I. “Nosotros somos los verdaderos católicos”… Hoy ordenan a mujeres.»
Habría que señalar que ese «grupo de obispos, grupo de laicos, otros grupos» que no quisieron adherirse a la doctrina infaliblemente definida por el Concilio Vaticano I fueron condenados y excomulgados inmediatamente, mientras que hoy los acogerían con los brazos abiertos «independientemente de la fe». Y que los papas que entonces condenaron a los veterocatólicos condenarían hoy en día el Concilio Vaticano II y Bergoglio los acusaría de no estar con la Iglesia. Por otra parte, las lectoras y acólitas de reciente invención no preludian otra cosa que el «hoy ordenan a mujeres» donde infaltablemente desembocan cuantos abandonan las enseñanzas de Cristo.

Curiosamente, la apertura ecuménica, el camino sinodal y la Pachamama no les impiden ser intolerantes con los católicos que no han hecho otro mal que no querer apostatar de la Fe. Y sin embargo, cuando Bergoglio pide «ninguna concesión a los que intentan presentar una catequesis que no sea concorde con el Magisterio de la Iglesia» se contradice a sí mismo y a la presunta primacía de la pastoral sobre la doctrina que teorizó en Amoris laetitia como conquista de quienes tienden puentes en vez de levantar muros, por usar expresión de la que gustan los aduladores de Santa Marta.

Así pues, a partir de ahora podremos actualizar el comienzo del Símbolo Atanasiano, Quicumque vult salvus esse, ante omnia opus est, ut teneat Modernistarum hæresim*».

+Carlo Maria Viganò, arzobispo

3 de febrero de 2021

Sancti Blasii Episcopi et Martyris

*«Quien desee salvarse debe, ante todo, observar las herejías modernistas». El original dice «debe observar ante todo la Fe católica». N. del T.

viernes, 5 de febrero de 2021

Arzobispo Viganò: Para Francisco “todos son hermanos” – excepto los católicos

 ES NEWS

El arzobispo Viganò se encuentra en la “grotesca situación” que la Iglesia del Vaticano II permite negar la Trinidad, la divinidad de Cristo, los sufragios por los difuntos, la Transubstanciación y la virginidad de la Virgen sin incurrir en ninguna sanción canónica, pero si usted no sigue al Vaticano II, usted no está con la Iglesia”.
En consecuencia, concluye en una declaración datada el 3 de febrero (CatholicFamilyNews.com) que el nombre de la encíclica de Francisco, Fratelli Tutti (“Todos hermanos”) debe cambiarse por: “Todos hermanos, con la excepción de los católicos”.

Para Viganò es extraordinario que Francisco condene cualquier crítica al Vaticano II, mientras da la bienvenida a todos los demás “independientemente de su fe”.

La conclusión de Viganò es que “la apertura ecuménica, el Camino sinodal y la Pachamama no impiden que se muestre intolerancia hacia los católicos, cuya única falta es que no quieren apostatar de la Fe”.

Después de que Francisco exigió “ninguna concesión” a los católicos críticos del Vaticano II, Viganò le recuerda de su Amoris Lætitia “la primacía de la pastoral sobre la doctrina” y su deseo de Abu Dhabi de “construir puentes, no muros”.

jueves, 4 de febrero de 2021

Monseñor Viganò: "Todos hermanos", con excepción de los católicos

 CHIESA E POST CONCILIO


Quicumque vult salvus esse
o la idolatría del Vaticano II

Similes illis fiant qui faciunt ea,
et omnes qui confidunt in eis .
Sal 113, 16

Mientras que alguna vez las naciones católicas introdujeron el aborto y la eutanasia, la teoría de género y el matrimonio sodomítico en su legislación; mientras en Estados Unidos se ve a un Presidente legítimamente electo usurpando la Casa Blanca por un "Presidente" corrupto, depravado y abortista, nombrado por gigantesco fraude, con el cortés aplauso de Bergoglio y los obispos progresistas; Mientras la población mundial es rehén de conspiradores y conspiradores que lucran con la psicopandemia y la imposición de pseudovacunas ineficaces y peligrosas, la preocupación de Francisco se centra en la catequesis, en un monólogo realizado el pasado 30 de enero para la audiencia seleccionada de la Oficina Nacional de Catequesis del CEI ( Aquí). La muestra se ofreció con motivo del LX aniversario de la fundación del Oficio Catequético, " herramienta indispensable para la renovación catequética después del Concilio Vaticano II ".

En este monólogo, escrito con toda probabilidad por algún funcionario gris de la CEI en forma de brogliaccio y luego desarrollado improvisado gracias a la improvisación en la que sobresale el orador augusto, todas las palabras queridas por los seguidores de la iglesia conciliar son puntualmente utilizado, ante todo ese kerigma que todo buen modernista nunca puede omitir en sus homilías, a pesar de que casi siempre ignora el significado del término griego, que con toda probabilidad ni siquiera sabe declinar sin tropezar con acentos y finales. Evidentemente, la ignorancia de quienes repiten el estribillo del Vaticano II es instrumentum regni ya que el clero se vio obligado a dejar de lado la doctrina católica para favorecer el enfoque creativo .del nuevo curso. Por supuesto, usar la palabra anuncio en lugar de kerigma trivializaría los discursos de los iniciados, además de revelar la impaciencia despectiva de la casta hacia la masa, aferrándose obstinadamente al noionismo postridentino prohibido.

No es casualidad que los Novator detestan con todas sus fuerzas el Catecismo de San Pío X, que en la brevedad y claridad de las preguntas y respuestas no deja lugar a la inventiva del catequista. Quien debe ser -y de hecho ya no lo es desde hace sesenta años- el que transmite lo recibido, y no un esquivo "mindful" de la historia de la salvación que de vez en cuando elige qué verdades transmitir y cuáles dejar. a un lado para no toparse con sus interlocutores.

En la misericordiosa iglesia bergogliana, heredera de la iglesia posconciliar (ambas declinaciones de un espíritu que ya no tiene nada de católico) es legítimo discutir, impugnar, rechazar cualquier dogma, cualquier verdad de fe, cualquier documento magisterial y cualquier papal. pronunciamiento anterior a 1958. Ya que, según las palabras de Francisco, uno puede ser " hermanos y hermanas de todos, independientemente de la fe ". Cualquier creyente comprende bien las gravísimas implicaciones del pseudomagisterio actual, que contradice descaradamente la enseñanza constante de la Sagrada Escritura, de la Tradición divina, del Magisterio apostólico. Sin embargo, la ingenua víctima de décadas de reprogramación Los conciliadores de católicos podrían creer que, en esta babel compuesta de herejes, manifestantes y viciosos, queda al menos un pequeño espacio también para los ortodoxos, los devotos súbditos del Romano Pontífice y los virtuosos.

¿Todos hermanos, independientemente de la fe? Este principio de acogida tolerante e indistinta no conoce límites que el de ser católico. De hecho, leemos en el monólogo de Bergoglio celebrado en la Sala Clementina el 30 de enero:

“Este es el magisterio: el Concilio es el magisterio de la Iglesia. O te quedas en la Iglesia y por tanto sigues el Concilio, y si no sigues el Concilio o lo interpretas a tu manera, como quieres, no estás con la Iglesia. En este punto debemos ser exigentes, severos. El Consejo no hay que negociar, tener más de estos ... No, el Consejo es así. Y este problema que estamos viviendo, de selectividad con respecto al Concilio, se ha repetido a lo largo de la historia con otros Concilios ».

Que el lector tenga la bondad de no detenerse en nuestra prosa incierta, que en la improvisación "improvisada" une el caos doctrinal con la masacre de la sintaxis. El mensaje del discurso a los catequistas precipita las misericordiosas palabras de todos los Hermanos en contradicción , lo que obliga a un cambio necesario del título de la carta "encíclica" a todos los Hermanos, con excepción de los católicos . Y si es muy cierto y aceptable que los Concilios de la Iglesia Católica sean parte del Magisterio, no se puede decir lo mismo del único "concilio" de la nueva Iglesia, que -como he dicho repetidamente- representa el engaño más colosal. lo que hicieron los pastores al rebaño del Señor; un engaño - repetita juvant- que tuvo lugar cuando un convento de conspiradores decidió utilizar los instrumentos del gobierno eclesiástico - autoridades, actos magisteriales, discursos papales, documentos de las Congregaciones, textos de la Liturgia - con un fin opuesto al que estableció el divino Fundador cuando estableció la Santa Iglesia. Al hacerlo, los sujetos se vieron obligados a adherirse a una nueva religión, cada vez más claramente anticatólica y, en última instancia, anticristo, usurpando la autoridad sagrada de la antigua, despreciada y desaprobada religión preconciliar.

Nos encontramos, pues, en la situación grotesca de escuchar negado a la Santísima Trinidad, la divinidad de Jesucristo, la doctrina del Sufragio por los muertos, los propósitos del Santo Sacrificio, la Transubstanciación, la Virginidad perpetua de María Santísima sin incurrir en ningún canon canónico. sanción (si no fuera así, casi todos los consultores del Vaticano II y de la actual Curia romana ya habrían sido excomulgados); pero " si no sigues el Concilio o lo interpretas a tu manera, como quieras, no estás con la Iglesia ". La glosa de Bergoglio a esta exigente condena de cualquier crítica al Concilio nos deja verdaderamente incrédulos:

"Me hace pensar tanto en un grupo de obispos que, después del Vaticano I, se fue, un grupo de laicos, grupos, para continuar la" verdadera doctrina "que no era la del Vaticano I:" Somos verdaderos católicos ". Hoy ordenan mujeres ».

Cabe señalar que " un grupo de obispos, un grupo de laicos, grupos " que se negaron a adherirse a la doctrina infaliblemente definida por el Concilio Ecuménico Vaticano I fueron inmediatamente condenados y excomulgados, mientras que hoy serían recibidos con los brazos abiertos ". independientemente de la fe "; y que los Papas que entonces condenaron a los Veterocattolici condenarían hoy al Vaticano II y serían acusados ​​por Bergoglio de " no estar con la Iglesia ". Por otra parte, las lectoras y acólitas recién inventadas no son el preludio de otra cosa que "las mujeres de hoy ordenan " al que invariablemente llegan quienes abandonan la enseñanza de Cristo.

Curiosamente, la apertura ecuménica, el camino sinodal y la pachamama no nos impiden mostrar intolerancia hacia los católicos que tienen la única culpa de no querer apostatar de la Fe. Sin embargo, cuando Bergoglio habla de " ninguna concesión a quienes intentan presentar una catequesis que no está de acuerdo con el magisterio de la Iglesia ", se desautoriza a sí mismo y a la supuesta primacía de la pastoral sobre la doctrina, teorizada en Amoris Lætitia [ ver ] como una conquista de quien construye puentes y no muros, para usar una expresión querida por los cortesanos de Santa Marta.

Así que a partir de ahora podríamos actualizar el incipit del Credo Atanasiano [ ver ]: Quicumque vult salvus esse, ante omnia opus est, ut teneat Modernistarum hæresim ».

+ Carlo Maria Viganò, arzobispo
3 de febrero de 2021
Sancti Blasii Episcopi et Martyris

domingo, 31 de enero de 2021

Intervenciones del arzobispo Carlo Maria Viganò sobre la crisis de la Iglesia a partir de su ardiente testimonio sobre el caso McCarrick



































































































Maria Inmaculada Virgen Madre - Acies ordinata, ora pro nobis


























martes, 3 de noviembre de 2020

Fratelli pero no todos



La idea de una fraternidad universal, transmitida por la modernidad e incorporada también en la última encíclica del Papa Francisco –Fratelli Tutti sobre la Fraternidad y la Amistad Social– más que un sueño es una mentira, que no tiene ningún fundamento real en el orden natural ni tampoco en el sobrenatural. En el orden natural no hay quien no vea que, después de la caída original, la inclinación del hombre es más hacia el mal que hacia el bien, si se considera que el primer descendiente de nuestros progenitores fue muy emblemáticamente un fraticida. El orden sobrenatural ha instaurado – con la Redención – el reino de la gracia y de la caridad, pero no de un modo unívoco y forzado, por lo tanto no universal sino según la acogida que cada alma da a la gracia, que también es ofrecida a todos. Si la Sangre del Redentor fue derramada por todos, no nos beneficiará a todos, porque no todos querrán libremente beneficiarse de ella.

Más allá de las especulaciones sobre la Teología de la gracia, basta hojear el Evangelio para comprender como la idea de una fraternidad universal es desconocida en el texto sagrado. En ninguna página, en ninguna parábola, en ningún versículo encontramos expresada la idea de una fraternidad universal, que es más bien contraria a la enseñanza evangélica. La fraternidad universal no es de esta tierra y no es un valor cristiano. El “amaos los unos a los otros” de San Juan 13,34 no es una invitación genérica a quererse bien, como lo entiende la modernidad, sino a la caridad sobrenatural, que tiene su fundamento en la gracia y en la verdad.

En la última homilía de su vida, el P. Thomas Tyn (1950-1990), digno hijo de Santo Domingo, casi en forma de testamento espiritual, de quien está en curso la causa de la beatificación, afirmó: “No podemos decir al estimo norteamericano: yo amo a todos y al mismo tiempo elogiar a ultranza la tolerancia…. ¿Esto es amor?… Ciertamente no. El amor debe llegar a todos, sin excepción ninguna. El amor cristiano es universal y es amor a la verdad”. Aquí está el factor dirimente del amor cristiano: su fundamento en la verdad: “La primera profanación gravísima a evitar – explicaba el P. Tyn – es el intento de fundamentar el amor sobre el hombre, mientras que el verdadero amor se fundamenta sobre la verdad”, que es Dios, el único Dios verdadero.

El amor cristiano es universal porque se fundamenta en la verdad, que ve en cada hombre un hijo de Dios y de la Iglesia, en acto o en potencia. Pero no constituye ninguna fraternidad universal. Nuestro Señor Jesucristo no ha venido a instaurar una fraternidad universal fundamentada en un amor genérico y vago, sino un reino, Su Reino “que no es de este mundo”, a pesar de tener en él sus efectos salvíficos. No, “no basta hablar de amor – continúa el P. Tyn –. Todos los modernistas tienen la boca llena de amor. Dicen: nosotros no tenemos necesidad de verdad, de enseñanzas, de doctores. Tenemos necesidad de amor. No es éste el verdadero amor. No, el amor tiene un nombre preciso: Jesús, Jesús Crucificado”. Una fraternidad que no tiene su fundamento en Él es una utopía, más frecuentemente es una engañosa mentira. Esta fraternidad será universal solo en Reino de los Cielos, no en esta tierra, que permanecerá hasta la venida final de Cristo una tierra de exilio y un valle de lágrimas.

Que no pueda existir una fraternidad universal es el mismo Señor quien lo afirma en Su Evangelio. Si por una parte recomienda a Sus discípulos un amor universal con relación a su objeto, les advierte sin embargo que dicho amor no tendrá el carácter de reciprocidad, de aquella reciprocidad necesaria para que la fraternidad sea universal. “Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a Mí antes que a vosotros; pero como vosotros no sois del mundo el mundo os odia.” (San Juan 18, 20). Y por lo tanto, enviándolos a predicar el Evangelio, no promete ningún amor fraterno ni ninguna recompensa humana. Por el contrario: “Id: – dijo – os envío como corderos entre lobos.” (San Lucas 10, 3). Y los lobos – no hace falta decirlo– devoran los corderos. “A diferencia del modernismo, que pretende una universalidad confusa – continúa el P. Tyn –, el Evangelio es muy claro sobre la elección de la Fe: o con el mundo o contra Dios o con Dios pero odiados por el mundo.” ¿Qué lugar puede encontrar entonces una fraternidad universal en esta tierra? También dijo el Señor: “No he venido a traer la paz sino la espada.” (Mt. 10,34); y de forma más explícita “Quien cayere sobre esta piedra (que es Él mismo) se hará pedazos; y aquel sobre quien cayere, lo hará polvo.” (Mt. 21, 44).

Si sobre esta tierra no hay nada más grande que la caridad, que es esencialmente sobrenatural, también no hay nada peor que la falsa caridad, la cual es tanto peor cuanto más toma la apariencia de la verdadera. La fraternidad universal, que es totalmente ajena al orden sobrenatural, es falsa e ilusoria. Oponerse a la misma con todas la fuerzas es un deber que –para todo verdadero seguidor de Cristo – brota del amor a la Verdad, que es Dios, aunque esta oposición será causa de odio no solo por parte del mundo, sino también por aquella parte de la Iglesia vinculada al mundo, porque “la esencia del cristianismo está en la maravillosa victoria del amor al Redentor sobre el odio del hombre” (ib.), sea quien fuera.

“Nosotros, que tenemos la gracia (no el mérito) de amar a la Santa Iglesia Católica en la pureza de la tradición – concluye el P. Tyn –, ¡dejemos que el mundo nos odie y dejémonos odiar por el mundo y honrémonos de ello! Es bello amar cuando se es odiado. Pero no amar en la mentira del falso pluralismo sino en la determinación de amar a la única y católica verdad, en la verdad de Cristo crucificado, único Salvador del mundo”.

L’articolo Fratelli pero no todos proviene da Correspondencia romana | agencia de información.

jueves, 29 de octubre de 2020

Viganò: Fratelli Tutti is an Endorsement of the Democratic Candidate

 GLORIA TV VIDEO


DURACIÓN 3:28 minutos

Viganò: Fratelli Tutti is an Endorsement of the Democratic Candidate

Archbishop Viganò gave a long talk at the October 23 Catholic Identity Conferences, about “Scapegoating Francis - How the revolution of Vatican II serves the New World Order”. He warned of the role of the deep church, a small but powerful part of the Catholic Church, in establishing the New World Order. He explained that the true Church has nothing to do with those who, since Vatican II, have occupied her.

Church Is in A Cone of Shadow

For Viganò, the New World Order is the City of the Devil opposed to the City of God. He explains that vice and deviations once despised are today not only practiced and tolerated, but even encouraged and praised, while virtue and fidelity to Christ’s teaching are despised. He speaks about an eclipse of the true Church by an anti-church. Quote, “We now find ourselves in a doctrinal, moral, liturgical, and disciplinary cone of shadow.”

Peace Between God and Satan?

The deep church believes that, between the Church and the world, there can be an alliance, Viganò said. Nothing could be further from the truth. There can be no respite in the struggle between God and Satan because this is an enmity willed by God Himself. Courting a pact of non-belligerence with the world would mean coming to terms with Satan. But the deep church hierarchy serves the enemy from the fear of no longer having that prestige the world pays them, he explained.

Fratelli Tutti and Joe Biden

Viganò also commented on the political situation in the US on the eve of the presidential election. For him, Fratelli Tutti seems to be a form of Vatican endorsement of the Democratic candidate, in opposition to Donald Trump. The encyclical was published a few days after Francis refused to grant audience to Trump’s Secretary of State in Rome. This confirms for Viganò where the children of light and where the children of darkness are.

How to Win the Battle

The way for Viganò to win the present battle is to go back to doing what the Church has always done. Quote, “Let us put Jesus Christ back at the center of the Church’s life. Let us restore Our Lady’s crown. Let us return to celebrate the traditional Holy Liturgy, and to pray with the words of the Saints, not with the ramblings of the modernists and heretics. Let us begin again to savor the Fathers of the Church and the Mystics. And above all: Let us abandon that sense of inferiority that our adversaries have accustomed us to accept.

TRADUCTOR GOOGLE AL ESPAÑOL

Viganò: Fratelli Tutti es un aval del candidato demócrata

El arzobispo Viganò dio una larga charla en las Conferencias de Identidad Católica del 23 de octubre, sobre “El chivo expiatorio de Francisco: cómo la revolución del Vaticano II sirve al Nuevo Orden Mundial”. Advirtió sobre el papel de la iglesia profunda, una parte pequeña pero poderosa de la Iglesia Católica, en el establecimiento del Nuevo Orden Mundial. Explicó que la verdadera Iglesia no tiene nada que ver con quienes, desde el Vaticano II, la han ocupado.

La iglesia está en un cono de sombra

Para Viganò, el Nuevo Orden Mundial es la Ciudad del Diablo opuesta a la Ciudad de Dios. Explica que el vicio y las desviaciones antes despreciadas, hoy no sólo se practican y toleran, sino que incluso se alientan y alaban, mientras que se desprecia la virtud y la fidelidad a la enseñanza de Cristo. Habla de un eclipse de la verdadera Iglesia por parte de una anti-iglesia. Cita: "Ahora nos encontramos en un cono de sombra doctrinal, moral, litúrgico y disciplinario".

¿Paz entre Dios y Satanás?

La iglesia profunda cree que, entre la Iglesia y el mundo, puede haber una alianza, dijo Viganò. Nada mas lejos de la verdad. No puede haber respiro en la lucha entre Dios y Satanás porque esta es una enemistad deseada por Dios mismo. Cortejar un pacto de no beligerancia con el mundo significaría llegar a un acuerdo con Satanás. Pero la jerarquía eclesiástica profunda sirve al enemigo por temor a no tener más ese prestigio que el mundo les paga, explicó.

Fratelli Tutti y Joe Biden

Viganò también comentó sobre la situación política en Estados Unidos en vísperas de las elecciones presidenciales. Para él, Fratelli Tutti parece ser una forma de respaldo del Vaticano al candidato demócrata, en oposición a Donald Trump. La encíclica se publicó unos días después de que Francisco se negara a conceder audiencia al secretario de Estado de Trump en Roma. Esto confirma para Viganò dónde están los hijos de la luz y dónde están los hijos de las tinieblas.

Cómo ganar la batalla

El camino para que Viganò gane la presente batalla es volver a hacer lo que siempre ha hecho la Iglesia. Cita: “Pongamos a Jesucristo de nuevo en el centro de la vida de la Iglesia. Restauremos la corona de Nuestra Señora. Volvamos a celebrar la Sagrada Liturgia tradicional y a rezar con las palabras de los santos, no con las divagaciones de los modernistas y herejes. Comencemos de nuevo a saborear a los Padres de la Iglesia y a los Místicos. Y sobre todo: abandonemos ese sentimiento de inferioridad que nuestros adversarios nos han acostumbrado a aceptar.

lunes, 12 de octubre de 2020

Fratelli Tutti: la ideología de la hermandad de Bergoglio

GLORIA TV


Duración 3:11 minutos


Fratelli Tutti: Bergoglio’s Ideology of Brotherhood

Francis’ new encyclical "Fratelli Tutti" is the ideological manifesto of Bergoglism writes the Italian journalist Marcello Veneziani who is not a Catholic. For him, Fratelli Tutti is not theology but ideology imbued with moralism. Francis is interested in a universal citizenship, in welcoming immigration, and environmentalism. His enemies are nationalism, populism and liberalism. The coronavirus contagion is attributed to environmental degradation. His Saint Clare is Greta Thunberg, Veneziani writes.

Not A Christian Brotherhood

Veneziani identifies the theme of brotherhood as the heart of the encyclical but he points out that Francis’ brotherhood refers to the motto of the French Revolution: Liberté, égalité, fraternité. Francis even uses this revolutionary triad several times. Veneziani calls it "the centre of the secular thought which is historically opposed to the Church".

Stimulated By the Great Imam

According to Veneziani, Francis seeks a place for a post-Christian Church in secular modernity in the name of brotherhood. Francis believes that the principle of brotherhood has been neglected in this world. He, therefore, stresses it and seeks inspiration also from other religions, for instance, from Islam. He writes in the encyclical: "I felt stimulated in a special way by the Great Imam Ahmin Al Tayyeb."

Brotherhood Without a Father

Francis signed Fratelli Tutti in Assisi but Venezani stresses that Francis’ brotherhood has little to do with the brotherhood of Saint Francis of Assisi. The reason: Saint Francis referred his brotherhood to God Father, while Francis advocates a universal brotherhood with no reference to the Father. Francis’ interpreter and megaphone at Civiltà Cattolica, Jesuit Father Antonio Spadaro, translates this into a call for global citizenship without borders. Veneziani warns that historically every brotherhood without a Father degenerates into fratricide or reduces itself to mere rhetoric. For Francis "the supreme law is brotherly love", for St. Francis, the supreme love is God.

TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL

Fratelli Tutti: la ideología de la hermandad de Bergoglio

La nueva encíclica de Francisco "Fratelli Tutti" es el manifiesto ideológico del bergoglismo, escribe el periodista italiano Marcello Veneziani, que no es católico. Para él, Fratelli Tutti no es teología sino ideología imbuida de moralismo. Francis está interesado en una ciudadanía universal, en dar la bienvenida a la inmigración y el ambientalismo. Sus enemigos son el nacionalismo, el populismo y el liberalismo. El contagio de coronavirus se atribuye a la degradación ambiental. Su Santa Clara es Greta Thunberg, escribe Veneziani.

No es una hermandad cristiana

Veneziani identifica el tema de la hermandad como el corazón de la encíclica, pero señala que la hermandad de Francisco se refiere al lema de la Revolución Francesa: Liberté, égalité, fraternité. Francisco incluso usa esta tríada revolucionaria varias veces. Veneziani lo llama "el centro del pensamiento secular que históricamente se opone a la Iglesia".

Estimulado por el gran imán

Según Veneziani, Francisco busca un lugar para una Iglesia poscristiana en la modernidad secular en nombre de la hermandad. Francisco cree que el principio de hermandad se ha descuidado en este mundo. Por lo tanto, lo enfatiza y busca inspiración también en otras religiones, por ejemplo, en el Islam. Escribe en la encíclica: "Me sentí estimulado de una manera especial por el Gran Imán Ahmin Al Tayyeb".

Hermandad sin padre

Francisco firmó  Fratelli Tutti en Asís, pero Venezani enfatiza que la hermandad de Francisco tiene poco que ver con la hermandad de San Francisco de Asís. La razón: San Francisco refirió su hermandad a Dios Padre, mientras que Francisco aboga por una hermandad universal sin referencia al Padre. El intérprete y megáfono de Francisco en Civiltà Cattolica, el padre jesuita Antonio Spadaro, traduce esto en un llamado a la ciudadanía global sin fronteras. Veneziani advierte que históricamente toda hermandad sin Padre degenera en fratricidio o se reduce a mera retórica. Para Francisco "la ley suprema es el amor fraterno", para San Francisco, el amor supremo es Dios.

domingo, 11 de octubre de 2020

Arzobispo Viganò: la indiferencia religiosa de Francisco es herética

 ES NEWS


La encíclica Fratelli tutti de Francisco promueve la indiferencia religiosa, porque considera cualquier religión como un bien para las sociedades, remarca el arzobispo Carlo Viganò el 6 de octubre en el sitio web LifeSiteNews.com.

Él ve un vínculo entre la Declaración conciliar Nostra aetate, del Vaticano II, y “el pensamiento herético bergogliano”.

Viganò subraya que “no hay nada verdadero y santo en las falsas religiones”, que no se las puede “respetar” y que sus preceptos y doctrinas deben ser rechazados “en su totalidad”.

Respecto al Islam, Viganò aclara que hay una diferencia sustancial entre el Dios Uno y Trino verdadero y el dios misericordioso del Islam, un hecho reconocido por los eruditos musulmanes.

Viganò enfatiza que el Evangelio contradice la “visión horizontal, inmanentista e indiferente” de Francisco, la que se expresa en su “heterodoxo concepto de la dignidad y la hermandad humana” que es, en realidad, el mismo de Juan Pablo II.