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domingo, 25 de mayo de 2014

¿A qué partido votar? (Luis F. Pérez Bustamante)

Yo no sabía exactamente a qué partido daría mi voto, en el caso de que fuera a votar, hasta que leí el articulo de Luis Fernando Pérez Bustamante, director de Infocatólica. Ahora ya lo tengo claro. Mi voto será también para Impulso Social . Transcribo a continuación dicho artículo. 



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Este domingo los españoles estamos llamados a votar para elegir a nuestros representantes en el parlamento europeo. Dado que se trata de una circunscripción única para todo el país, todos los votos valen lo mismo, cosa que no ocurre en las elecciones generales ni en muchas autonómicas.

Aparte de los partidos habituales, en estas elecciones se presentan siglas políticas nuevas. Entre ellas VOX, Impulso Social y Podemos. Ya sé que hay otras, pero creo que esas son las más destacadas.

Hace años que tomé la decisión de votar teniendo en cuenta los principios no negociables indicados por Benedicto XVI en la exhortación apostólica Sacramentum caritatis:

"Es importante notar lo que los Padres sinodales han denominado coherencia eucarística, a la cual está llamada objetivamente nuestra vida. En efecto, el culto agradable a Dios nunca es un acto meramente privado, sin consecuencias en nuestras relaciones sociales: al contrario, exige el testimonio público de la propia fe. Obviamente, esto vale para todos los bautizados, pero tiene una importancia particular para quienes, por la posición social o política que ocupan, han de tomar decisiones sobre valores fundamentales, como el respeto y la defensa de la vida humana, desde su concepción hasta su fin natural, la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer, la libertad de educación de los hijos y la promoción del bien común en todas sus formas. Estos valores no son negociables. Así pues, los políticos y los legisladores católicos, conscientes de su grave responsabilidad social, deben sentirse particularmente interpelados por su conciencia, rectamente formada, para presentar y apoyar leyes inspiradas en los valores fundados en la naturaleza humana. Esto tiene además una relación objetiva con la Eucaristía (cf. 1 Co 11,27-29). Los Obispos han de llamar constantemente la atención sobre estos valores. Ello es parte de su responsabilidad para con la grey que se les ha confiado".

Si se dan cuenta ustedes, el Papa indica una serie de valores que tienen una relación directa con lo que él denomina coherencia eucarística. Aunque Benedicto XVI señalaba directamente a los que tienen el poder de “tomar decisiones", parece claro que los principios no negociables se aplican también a quienes elegimos a esos políticos- Por tanto, no creo que sea una barbaridad plantear que quien con su voto apoya opciones políticas que defienden tesis contrarias a dichos valores, tiene un problema serio con su fe.

No me voy a dar demasiadas explicaciones sobre por qué no voto a los partidos que cuentan con representación parlamentaria en Europa o en los parlamentos nacional y autonómicos. Se resumen en una: ninguno defiende de verdad la familia, la vida y la educación de nuestros hijos. Por tanto, me toca analizar qué otras opciones son “votables” para mí. De “Podemos” no hace falta que diga nada. Son la extrema izquierda antisistema. Quedan Vox, Impulso Social y otras siglas provida y profamilia como el Partido SAIn y F.E Falange de las Jons -si hay más, lo siento pero no las conozco.

De Vox ya he escrito unos cuantos post. Un par de vídeos y una imagen servirán para que ustedes entiendan por qué no puedo siquiera plantearme apoyarles con mi voto.

Esto dijo uno de sus candidatos acerca del aborto:




¿Se puede compartir desde la fe católica ese discurso? ¡De ninguna de las maneras!

Aun más pena me da el ver a Ortega Lara, una de las figuras más mediáticas y de mayor calidad humana de dicho partido, afirmar lo siguiente sobre la legislación abortista en esta entrevista que le hizo Xavier Horcajo para Intereconomía (ver min 13:01 a 13:23)


- ¿Está usted a favor del aborto?
- No. El aborto, que implica la eliminación de un ser humano concebido, no nacido… no puede ser un derecho… en todo caso habrá de ser una excepción al principio general de la ley que es la protección de la vida.

Pues mire, don Ortega, el derecho a la vida, bien lo debería saber usted, no puede tener excepciones. En cuanto admitimos una, ese derecho desaparece. Y si desaparece el derecho a la vida, ¿qué derechos no podrán desaparecer?

Y si me quedaba alguna duda, el cabeza de lista de VOX la despejó totalmente al afirmar lo siguiente. Está tomado de una noticia de Periodista Digital:



Estoy plenamente de acuerdo con esa afirmación, pero si VOX es el PP verdadero, el mismo partido del que me di de baja en cuanto el gobierno del señor Aznar aprobó la primera píldora abortiva, no puede contar jamás con mi voto (*). 

Impulso Social es una coalición formada por tres partidos políticos: Alternativa Español (AES), la Comunión Tradicionalista Carlista (CTC), y Familia y Vida (PFyV). Se da la circunstancia de que yo ya he votado a dos de esos partidos: PFyV (en las elecciones europeas de hace 10 años) y AES (en las europeas de hace 5 años y en unas municipales de Huesca capital). A CTC no les he podido votar porque nunca se han presentado donde yo ejerzo mi derecho al voto.

Durante muchos años he pedido una coalición de esos partidos. Por fin se logró. Habría deseado que a la misma se incorporaran otras opciones igualmente provida (p.e, PSAIn), pero mejor esos tres que ninguno.

De Impulso Social no cabe esperar ninguna propuesta que admita excepciones al derecho a la vida. Más bien lo contrario. Tampoco coquetean con el reconocimiento de las uniones homosexuales, tanto si se llaman “matrimonio” como otra cosa. Y en relación al derecho a la educación conforme a las creencias y principios de los padres, su postura es igualmente inequívoca. En este último punto quiero recordar que el Partido Popular va camino de ser el ejecutor de la asignatura de religión en educación Infantil y Bachillerato. El que lo dude, que se lea este artículo: Los católicos no se enteran de qué va la LOMCE.

A eso hay que añadir que en el resto de las propuestas políticas de Impulso Social que no tienen que ver con los principios no negociables, no encuentro nada que me haga replantearme la posibilidad de votarles. Más bien el contrario. Coincido con lo que dice Rafael López-Diéguez, cabeza lista, sobre el modelo de Europa que necesitamos -no el engendro que se ha creado- y considero que la postura tradicional de la CTC sobre los principios que han de regir la política económica son conformes a la Doctrina Social de la Iglesia. Del Partido Familia Vida siempre me ha gustado mucho su apuesta por el cheque escolar. Por tanto, si no hay nada en esa coalición que me retraiga de votarles y sí mucho que me anima a ello, no tengo más que decir.

Puede que algunos me pregunten por qué no voto al Partido SAIn o a los falangistas. Bien, respecto a los primeros no acabo de tener claro que sus planteamientos económicos, plenamente legítimos, sean realistas. Me parecen una opción perfecta para los que son de izquierdas y católicos, pero no es mi caso. Y en relación a FE de las JONS, aunque el cardenal Sebastián dijo en su día que un católico podría votarles, y ciertamente me lo plantearía si no hubiera otra opción provida a la que apoyar en las urnas, lo cierto es que no soy falangista.

Por último, no tengo el menor inconveniente en decir que también voto a Impulso Social por el aprecio personal que tengo hacia Rafael López-Diéguez. Lleva muchos años dando la cara. Primero, en medio de la más absoluta irrelevancia mediática. Ahora aparece un poco más en los medios -sobre todo Intereconomía- pero sigue sufriendo el desprecio de gran parte de los medios de comunicación católicos o filocatólicos de este país, lo cual incluye a aquellos que son propiedad de la Iglesia. Conozco también personalmente a Rubén Calvo, número tres de la lista y Secretario General de Familia y Vida. Joven, católico, con poca experiencia en estas lides pero con las cosas muy claras. Y respecto a Javier Garisoain, secretario general de la CTC y nº dos de la lista, no he tenido el gusto de conocerle en persona -cosa que pienso “solucionar” en breve- pero sí he hablado con él varias veces por teléfono. Me parece un católico cabal, que es lo mejor que se puede decir de una persona. No es la primera vez que he dicho que si no fuera por el tema de los fueros, no tendría el menor problema en ser carlista, pero últimamente estoy leyendo más sobre esa cuestión y comprendo que forman una parte de la historia de nuestra patria a la que no tiene por qué renunciarse, siempre que no afecte al principio de solidaridad inter-territorial, como ya está ocurriendo con el actual sistema autonómico.

El hecho de que haya decidido votar a Impulso Social no significa que no respete, faltaría más, a los católicos que en conciencia deciden votar a otras opciones políticas, a menos que sean radicalmente abortistas y anti-familia. Creo que el principio del mal menor se ha convertido en una lacra para el voto católico en nuestra patria, pero creo más que dicho voto apenas existe. Es decir, son pocos los católicos practicantes que en verdad votan teniendo en cuenta esos principios no negociables ya mencionados. Ojalá algún día cambie esa realidad.

Luis Fernando Pérez Bustamante

(*) He llegado a pedir perdón a Dios por haber votado al PP