Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios (1 Cor 2, 12), el Espíritu de su Hijo, que Dios envió a nuestros corazones (Gal 4,6). Y por eso predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los gentiles, pero para los llamados, tanto judíos como griegos, es Cristo fuerza de Dios y sabiduría de Dios (1 Cor 1,23-24). De modo que si alguien os anuncia un evangelio distinto del que recibisteis, ¡sea anatema! (Gal 1,9).
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martes, 2 de noviembre de 2021
Los daños colaterales del Papa Francisco y Biden
Sigue con intensidad la polémica por la confesión de Biden de que el Papa Francisco lo considera un buen católico y que le ha animado a seguir comulgado.
De sus aficiones aborteras no se habló nada de nada. El Vaticano no dice nada de conversaciones privadas, faltaría más, y encogen los hombros con una expresión de ‘vete a saber’.
Estamos ante dos personajes que no tienen el don de explicarse bien ni capacidad entender bien. La edad hace estragos y cada día que pasa es más evidente. Sobre el argumento, el Papa Francisco no tiene una posición clara. A una pregunta que se le planteó en el vuelo de regreso de Budapest y Eslovaquia, respondió que la cuestión de la comunión para los políticos pro-aborto no debe resolverse políticamente, sino pastoralmente. Por tanto, ni sí ni no.
Ya sabemos, discernir, evaluar según las circunstancias y así hasta el infinito. Una cosa queda clara: Biden ha demostrado que no respeta al Papa, no respeta la jerarquía católica y sus enseñanzas, y ni siquiera respeta su fe, haciendo de esta fe una cuestión política.
Specola
lunes, 1 de noviembre de 2021
Encuentro de papa Francisco con el presidente de los EEUU, Joe Biden
(Del artículo de Specola recojo sólo aquello que se refiere a Francisco y Biden)
El encuentro entre el Papa Francisco y Biden está dando mucho que hablar. Nos dicen que hablaron de refugiados, clima, la pandemia, y hasta de béisbol. Los internautas están disfrutando con lo del béisbol y las imágenes en la que un muy justo Biden le dice al pontífice que era «el famoso jugador de béisbol afroamericano en EEUU». La pinta del Papa Francisco parece muy alejada de un afroamericano y mucho más de un deportista. El Papa Francisco se pierde al escuchar la traducción ¿Se le fue la cabeza a Joe Biden y confundió al Papa con un jugador de béisbol o el vídeo está sacado de contexto? Lo cierto es que hay interpretaciones de todo tipo.
No tenemos muchos obispos que al menos se han planteado la duda sobre la presunta bendición del Papa Francisco a las comuniones del abortero católico Biden.
Viganò cree «desconcertante que, hasta la fecha, no haya llegado ningún comentario aclaratorio de la Oficina de Prensa del Vaticano. Esto sugiere que las palabras de Joe Biden son ciertas y que Bergoglio realmente las pronunció». «Es evidente que estas declaraciones representan un escándalo sin precedentes, ya que no condenan las posiciones de un político, figura a favor del aborto, desconoce la posición inmutable del Magisterio de la Iglesia y suena como una clara invitación a cometer un sacrilegio, profanando la Santísima Eucaristía al recibirla en estado de pecado público y manifiesto».
Otro obispo que ha dicho algo sensato, y que los medios italianos recogen, es
Monseñor José Ignacio Munilla Aguirre , obispo de San Sebastián, en el País Vasco en España y presidente de la Comisión de Comunicación Social del Consejo de Conferencias Episcopales Europeas: “Estas increíbles declaraciones revelan el carácter moral de quienes son capaces de comprometer y manipular al Papa con la intención lavar su conciencia manchada por la sangre de tantas vidas inocentes injustamente eliminadas … Biden le asegura que el Papa le dijo que era un «buen católico» y que tenía que seguir «recibiendo la comunión» ». Lo suponemos preparado para las represalias, decir estas cosas hoy no está bien visto, de hecho es de los pocos que las dicen.
En Estados Unidos no tenemos mucha cosa, por ahora, sobre el desconcierto creado y que les afecta más directamente.
José Gómez, presidente de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, destacó el desacuerdo entre el presidente y el episcopado sobre el tema del aborto. Los obispos de los Estados Unidos se reunirán para votar un documento que aborde la enseñanza sobre la recepción de la Eucaristía de manera digna.
Thomas Tobin, obispo de Providence, este 27 de octubre: «Querido Papa Francisco, usted ha afirmado valientemente que el aborto es un» asesinato «. Diríjase al presidente Biden sobre este tema crítico. El apoyo persistente de Biden al aborto es una vergüenza para la Iglesia y un escándalo para el mundo».
El rector de la iglesia de San Patrizio en Roma, el padre Steven Petroff dio Comunión de Biden y dice estar muy seguro de lo que ha hecho:
“El Papa dice que la comunión es una medicina para quien la necesita, para todos, para cada uno de nosotros. Así que no tuve ninguna dificultad en seguir la dirección y el ejemplo que nos da el Papa Francisco. Si tienes la intención y el espíritu correctos, la Eucaristía no se puede impedir a nadie «. Por eso fue «natural para mí dársela el anfitrión».
Y yo digo: ¡Que Dios nos pille confesados!
Por favor, Santidad, desmienta a Biden (Carlos Esteban)
Por supuesto, Francisco no le dijo al presidente Biden en su audiencia privada de más de una hora que debería seguir comulgando. La idea del Vicario de Cristo recomendando la continuación de un sacrilegio es demasiado absurda. Pero cada minuto que pasa sin que el Vaticano lo desmienta es un escándalo para los fieles.
Porque imaginen por una décima de segundo lo que significaría esa sencilla, casi protocolaria frase. Olviden por un momento la excomunión latae sententiae en que incurre quien favorece el aborto, no hace falta. Es, en cualquier caso, un pecado mortal especialmente grave permitir y aún alentar la eliminación en el seno de su madre de cientos de miles de niños.
Esa frase significaría una de estas tres cosas, o una combinación de ellas:
- Que el aborto no es un pecado mortal, por más que el Papa lo haya comparado con la contratación de un asesino a sueldo.
- Que no hace falta estar en Gracia de Dios para recibir la Sagrada Eucaristía, contradiciendo la sólida, reiterada y nunca interrumpida doctrina de dos mil años.
- Que el Papa, para complacer a un poderoso que tiene por aliado, esté dispuesto a mentir en algo tan esencial, poniendo en gravísimo peligro el alma inmortal de Joe Biden y la de cientos de miles de fieles debido al escándalo.
Si se les ocurre una cuarta, háganmelo saber.
También dice Biden que el Papa le ha dicho que es un buen católico. No conozco a ningún buen católico decir de sí mismo que es un buen católico, es casi una contradicción en los términos teológica. Pero en este caso concreto confirmaría en el líder norteamericano en la idea de que su esfuerzo por ampliar y consagrar el aborto como un derecho es bueno. Lo cual es monstruoso.
Así que no, de ninguna manera, es completamente absurdo que el Papa haya dicho semejante cosa. De modo que sólo queda la opción, bastante más creíble, de que Biden miente, o que, dado su avanzado estado de demencia senil, entendió mal al Santo Padre.
Naturalmente, la Santa Sede no puede permitir, por el terrible daño que se haría a los católicos de todo el mundo, que semejante disparate pase por mensaje del Papa, no importa cuán privado y oficioso sea. Sería un golpe demasiado contundente a la credibilidad del Papado. No es uno de esos casos en que, por motivos de diplomacia, resulte mejor callar y dejar pasar una mentirijilla. Porque no es una mentirijilla, es sencillamente atroz y contrario a la misión del Papa de confirmar en la fe a los creyentes, infinitamente más importante que cualquier estrategia política a corto o largo plazo.
El portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, ante las preguntas de los periodistas, respondió: “Yo lo consideraría una conversación privada”. Y añadió que el Vaticano solo confirmaría lo que se dijo en la nota pública, dejando que el público juzgase por su cuenta la veracidad del recuerdo de Biden. En serio.
Esta mañana me he asomado al órgano oficial de la Santa Sede en la red, Vatican News, esperando ver una contundente rectificación como primera noticia. Nada, ni un apunto. La primera noticia era: ‘El Papa: del grito de la tierra y de los pobres un llamamiento a cambiar el modelo de desarrollo’.
Que Dios tenga piedad de nosotros.
Carlos Esteban
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Esto es lo que yo he encontrado en la página web del Vaticano sobre el encuentro del papa Francisco con Joe Biden:
Añado la traducción en español:
Esta mañana, viernes 29 de octubre de 2021, S.E. Joseph R. Biden, Presidente de los Estados Unidos de América, ha sido recibido en audiencia por el Santo Padre Francisco y sucesivamente se ha encontrado con Su Eminencia el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, acompañado por S.E. Monseñor Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados.
En el transcurso de sus cordiales conversaciones, se ha hablado del
Esta mañana, viernes 29 de octubre de 2021, S.E. Joseph R. Biden, Presidente de los Estados Unidos de América, ha sido recibido en audiencia por el Santo Padre Francisco y sucesivamente se ha encontrado con Su Eminencia el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, acompañado por S.E. Monseñor Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados.
En el transcurso de sus cordiales conversaciones, se ha hablado del
compromiso común con la protección y el cuidado del planeta,
de la situación sanitaria y la lucha contra la pandemia del Covid-19,
así como del tema de los refugiados y la asistencia a los migrantes.
También se hizo referencia a la protección de los derechos humanos,
incluido el derecho a la libertad de religión y de conciencia.
Por último, las conversaciones permitieron intercambiar opiniones sobre
Por último, las conversaciones permitieron intercambiar opiniones sobre
algunas cuestiones relativas a la actualidad internacional,
también en el contexto de la próxima cumbre del G20 en Roma
y sobre el fomento de la paz mundial mediante la negociación política.
domingo, 31 de octubre de 2021
El abominable crimen del aborto, el lio del Papa Francisco y Biden, ¿el santo realismo?, San Martin Lutero, las comuniones indignas.
Nadie puede ser un buen católico y un abortista convencido al mismo tiempo. Las cosas son claras y ya estamos cansados de que los mismos de siempre la intente liar. Es muy fácil adivinar que en un futuro, que esperemos no sea muy lejano, dirán de nosotros de todo y más por ser el periodo de la historia de la humanidad en que hemos asesinado a más niños, de forma legal, y además sintiéndonos orgullosos. Son asesinos los que ejecutan el asesinato, pero no menos los que aplauden o callan. Ante la vida y la muerte, juegos los justos. La vida es el principal don que Dios da a los hombre porque sin la vida no hay posibilidad de otros dones. Privar a un ser humano de su vida es privarlo de todos los dones que Dios había previsto para él y privarnos a los todos los demás de todos los dones que Dios nos habría dado en él. Tanto respeto a la naturaleza, tantas pachamamas, tanta preocupación por si el planeta se calienta o se enfría y asistimos impasibles al terrible asesinato masivo de millones de seres humanos. Es demoniaco , muy demoniaco y todos los que intentan justificarlo de alguna manera está muy claro para quién trabajan.
El encuentro entre Biden y el Papa Francisco fue inusualmente largo, es cierto que con necesario traductor lo que complica y alarga las cosas. No sabemos, es posible que no lo sepamos nunca, qué le dijo o dejó de decir el Papa Francisco sobre recibir o no la comunión al abortero católico Biden. Si lo dijo claro y lo tradujeron bien, o si fue confuso y mal traducido, Biden, que anda un poco justo y no está para muchas alegrías mentales, parece que entendió con claridad que ancha es Castilla y sin problemas. ¿Miente?, ¿no es capaz de comprender?, ¿Es una parte de la verdad?
El Papa Francisco no goza entre sus gracias la de ser muy claro y cada vez que se desata la lía, el paso del tiempo no le esta ayudando nada en claridades. Los ejemplos son centenares y ya son míticas sus ruedas de prensa y entrevistas, cada una con su lío adjunto. Biden se ha dado prisa en comulgar el sábado en la iglesia americana de Roma y hoy domingo en San Pedro. La foto a casa se la lleva y para muchos eso ya es suficiente argumento de autoridad.
Hoy contamos con muchos artículos, Tosatti: «Queridos amigos católicos, esperemos que Biden mienta. De lo contrario, hay problemas …». Viganò que sigue y conoce muy bien el caso por su trabajo como nuncio en Estados Unidos: «Es desconcertante que, hasta la fecha, no haya llegado ningún comentario aclaratorio de la Oficina de Prensa del Vaticano. Esto sugiere que las palabras de Joe Biden son ciertas y que Bergoglio realmente las pronunció».
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Nos ofrecen un extracto del nuevo libro de Matteo Matzuzzi, «Holy Realism – The Vatican as an International Political Power from John Paul II to Francis»: «Mirando la forma de concebir las relaciones de la Santa Sede durante los ocho años del pontificado de Ratzinger, se dijo que Benedicto XVI perseguía una «diplomacia de la verdad» (…) debemos oponernos a una dictadura positivista de la razón que excluye a Dios de la vida de la comunidad y de los sistemas públicos, privando así al hombre de sus criterios específicos de medida». Hoy parece imponerse lo que el autor llama el ‘santo realismo’ que no es algo nuevo así las políticas del concordato con concesiones a Napoleón, con Pío VII que bendijo al emperador mientras bajaba la corona sobre su cabeza. El objetivo parece la supervivencia de la Iglesia olvidándose de la capacidad para llevar a cabo de la mejor manera su misión entre los hombres de nuestro tiempo. El realismo manda incluso a costa de negarse a conceder audiencia al cardenal Zen pocos días después de oficializarse la renovación del acuerdo provisional chino.
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El Papa Francisco sigue con sus cosas climáticas dispuesto a enfriar el planeta, todo, y con todas sus fuerzas. Hoy conocemos la publicación de ‘Laudato si reader’, en vísperas de la Cop26. El Papa Francisco en su presentación explica cómo las «crisis» son «también ventanas de oportunidad», «para reconocer y aprender de los errores del pasado «, «cambiar los malos hábitos «. «El pasado reciente nos ha demostrado que son sobre todo nuestros niños los que han comprendido el alcance y la enormidad de los desafíos a los que se enfrenta la sociedad, especialmente la crisis climática», «debemos seguir su ejemplo», «es hora de actuar» juntos».
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Mascarucci nos ofrece esta reflexión sobre lo que él cree que es una protestantización progresiva de la Iglesia católica, comenzando por su principal exponente, el ex monje agustino Martín Lutero.
«Es desconcertante leer cómo el impostor Martín Lutero ha entrado desde hace mucho tiempo en la Iglesia con todos los honores, con lo que cada vez más aparece como una rehabilitación plena del monje rebelde, autor del cisma protestante y excomulgado por la Iglesia católica bajo el pontificado de León X. No se trata aquí de estar a favor o en contra del diálogo entre católicos y luteranos, pero lo inaceptable es la exaltación por parte de los líderes de la Iglesia del ex monje agustino».
La rehabilitación se hace presente después del Concilio Vaticano II, según los deseos de Karl Rahner, Hans Kung y los partidarios de la hermenéutica de la discontinuidad que veían al protestantismo como modelo para una nueva Iglesia católica, completamente desconectada de la tradición y sobre todo del culto mariano que Lutero ya consideraba, como el de los santos, idolatría, pero con Papa Francisco ciertamente vemos una aceleración desconcertante.
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Exorcistas de todo el mundo reunidos en Roma discutieron el vínculo entre la pandemia y Satanás. El aumento de las solicitudes de exorcismos durante la pandemia no fue una sorpresa. El aumento de las solicitudes de exorcismo también se vio impulsado en parte por el hecho de que la gente no podía asistir: “Son muchos los casos de personas que no hemos podido ver por las restricciones de Covid y que ahora se dirigen a nosotros”. Que el demonio anda muy suelto no es complicado de demostrar. Es palpable.
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Terminamos con el Santo Cura de Ars hablando de las comuniones indignas:
«Cualesquiera que sean los terrores que las comuniones indignas puedan poner en el corazón del hombre por los castigos espantosos que nos atraen, todavía no es nada si los comparamos a aquellos de los que Jesucristo hace caer sobre las almas; y estos castigos son ordinariamente, el endurecimiento durante la vida y la desesperación a la hora de la muerte. El buen Dios, en castigo de sus abominaciones, abandona a este desgraciado a su ceguera; el demonio, que le engañó durante su vida, se deja percibir sólo en el momento en que prevé que el buen Dios lo abandona; va de crimen en crimen, de sacrilegio en sacrilegio, acaba por no pensar más en eso y se traga la iniquidad como el agua; por fin, a pesar de todo el tiempo que tuvo y los socorros de la gracia, muere en el sacrilegio como vivió».
«…amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay mandamiento mayor que estos».
Buena lectura.
SPECOLA
sábado, 30 de octubre de 2021
¿El Papa Francisco desatado?, el buen católico y abortista Biden en Vaticano, la pirámide invertida, necesitamos santos.
Como era previsible, por desgracia más que previsible, a pesar de las cautelas y controles de los medios del Vaticano, ya tenemos la polémica servida. A determinadas edades se pierde el control y no es previsible lo que puede suceder, ayer tuvimos el encuentro entre Biden, con evidentes signos de senilidad, y el Papa Francisco que ha entrado en una fase desatada. Esto en el Vaticano lo saben, lo ven, lo intentan controlar, pero dada la naturaleza del personaje, es altamente improbable que se consiga.
Los líos papales nos acompañan desde el inicio del pontificado, no olvidamos las explicaciones de Lombardi, pero en este momento asistimos a un crescendo preocupante. Tosati nos recuerda un reciente episodio referido al movimiento Black Lives Matter, que apoya el aborto, son marxistas y anticristianos. Da la impresión de que el Papa Francisco está rodeado de gente que en lugar de inculcarle la prudencia y la cautela, necesaria en tiempos difíciles y en campos que no son los suyos lo empujan a seguir la corriente políticamente correcta. En un discurso en el cuarto encuentro mundial de movimientos populares el sábado pasado, el Papa Francisco apoyó las destructivas «protestas» que estallaron tras la muerte de George Floyd en 2020, describiendo a los involucrados en el movimiento como «samaritanos colectivos»: “¿Sabes lo que me viene a la mente ahora cuando, junto a los movimientos populares, pienso en el Buen Samaritano? ¿Sabes lo que me viene a la mente? Las protestas por la muerte de George Floyd». El Papa Francisco abundó en el argumento: «está claro que este tipo de reacción contra la injusticia social, racial o machista puede ser manipulada o explotada por maquinaciones políticas o de otro tipo, pero lo principal es que, en esa protesta contra esto muerte, estaba el Samaritano Colectivo que no es tonto!». «Este movimiento no cruzó la calle cuando vio la herida a la dignidad humana provocada por un abuso de poder». Life Site News se ha puesto en contacto con la Oficina de Prensa de la Santa Sede para solicitar una aclaración sobre los comentarios del Papa, pero aún no ha recibido respuesta.
El presidente Biden ha proclamado a los cuatro vientos que el Papa Francisco, durante la audiencia privada, lo alentó a seguir recibiendo la Sagrada Comunión. El papa no ha negado nunca la comunión a nadie porque no se la ha dado nunca a nadie, al menos desde que es pontífice. El Vaticano ha salido corriendo diciendo que no comenta declaraciones específicas atribuidas al Papa durante «una conversación privada»: «Lo consideraría una entrevista privada, limitada a lo que se dijo en la declaración pública». El comunicado oficial del Vaticano nos cuenta que hablaron del medio ambiente, la pandemia del coronavirus, los refugiados y los derechos humanos. Según el informe del grupo de reporteros de la Casa Blanca, Biden dijo a los periodistas que él y el Papa no discutieron el aborto: “No, no fue así. Acabamos de hablar sobre el hecho de que él estaba feliz de que yo fuera un buen católico y de que yo continuara recibiendo la Comunión». Como informamos ayer, se evitó el video directo del encuentro, se esperaban problemas y los problemas están. Controlar a Biden parece complicado, controlar al Papa Francisco imposible.
Biden ya no es solamente un católico, es un ‘buen católico’ a pesar de ser el presidente estadounidense más abortista de la historia. Esperemos que esto no quiera decir que un católico que no defiende al aborto es un mal católico, pero una cosa o la otra, las dos no pueden ser. En la Iglesia contemporánea, en general, asistimos a que las opiniones han reemplazado a la Doctrina: las ideas puramente humanas dominan de hecho los discursos y homilías. De los novísimos nos quedan la muerte y el paraíso, y en pocas ocasiones.
Biden apareció como un católico practicante que encarna el «principio estadounidense» del pluralismo de una sola nación, regido por la Constitución y sus «artículos de paz». Entre los regalos de Biden encontramos una casulla de los años 30 encargada al conocido sastre Gamarelli, que ha sido utilizada por los jesuitas de la iglesia de la Santísima Trinidad, en Washington. Mucho nos tememos, que a pesar de su magnífico estado de conservación, el Papa Francisco no la utilizará. No ha pasado desapercibida la imagen de la traductora del encuentro entre Biden y el Papa Francisco, la misma que en el encuentro con el temido Trump, hoy sonriente, ayer muy tensa.
Benedicto XVI recordaba que: «La verdad, al dejar que los hombres escapen de opiniones y sensaciones subjetivas, les permite ir más allá de las determinaciones culturales e históricas y encontrarse en la valoración del valor y la sustancia de las cosas. La verdad abre y une las inteligencias en el logos del amor: este es el anuncio y el testimonio cristiano de la caridad. En el contexto social y cultural actual, en el que está generalizada la tendencia a relativizar la verdad, vivir la caridad en la verdad lleva a entender que la adhesión a los valores del cristianismo no solo es útil sino indispensable para la construcción de una buena sociedad y verdadero desarrollo humano integral. Un cristianismo de caridad sin verdad puede confundirse fácilmente con una reserva de buenos sentimientos, útil para la convivencia social, pero marginal. De esta manera ya no habría un lugar real para Dios en el mundo».
Son tiempos de «pirámide invertida» símbolo comúnmente utilizado por los grupos de heavy metal, uno de los símbolos más prolíficos del satanismo. La pirámide apuntando hacia abajo ya no conduce a un encuentro con Dios, a Su conocimiento y a Su comunión, conduce a un encuentro con lo más bajo … Se asocia con la masonería, con el espiritismo, utilizado en el llamado «camino de la mano izquierda», practicado por satanistas, ocultistas y magos. Los exorcistas de todo el mundo se han reunido para la decimoquinta conferencia anual sobre exorcismo. Se les ha aconsejado que no lleven a cabo rituales en pacientes con Covid, pero constatan que las solicitudes de ayuda aumentaron durante la pandemia.
Sigue siendo un misterio la decisión del Papa Francisco, de no estar presente en la cumbre mundial del clima que comenzará en unos días en Escocia, en Glasgow. En su mensaje oficial sigue con lo mismo: «Nos encontrábamos débiles y llenos de miedos, inmersos en una serie de crisis: sanitaria, medioambiental, alimentaria, económica, social, humanitaria, ética. Crisis transversales, fuertemente interconectadas y precursoras de una tormenta perfecta, capaz de estallar los lazos que envuelven a nuestra sociedad dentro del precioso don de la creación ”.
La nueva Iglesia de hoy se parece a esa «grande, extraña y extravagante», que vio Caterina Emmerich hace dos siglos, invadida por discursos humanos, «diálogos» estériles, «comparaciones» interminables, que no llevan a ninguna parte, que reacciona ante una pandemia invitando a los fieles a vacunarse, olvidándose del verdadero sentido de la vida y de la muerte. Esta Iglesia coloca al hombre en el centro, ya no se preocupa por su alma. ¿Hemos olvidado que tarde o temprano tendremos que comparecer ante Dios? Para renovar verdaderamente la Iglesia, no se necesitan ideas u opiniones , sino… Santos para imitar porque están estrictamente injertados en Cristo y Su Palabra.
«…el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».
Buena lectura.
Specola
martes, 15 de junio de 2021
El New York Times defiende la comunión para los políticos abortistas, citando al Papa (Carlos Esteban)
El diario más prestigioso del mundo, el norteamericano New York Times, se ha sumado a la batalla en torno a la conveniencia de ofrecer o negar la comunión a gobernantes abiertamente abortistas. Dad la comunión a Biden, advierte ‘la Dama Gris’, asegurando que eso mismo es lo que manda el Papa.
Extraño cuando la prensa secular, y en este caso un diario poco proclive a coincidir con la doctrina católica, el New York Times, pontifica sobre la necesidad de contradecir lo dispuesto por el Código de Derecho Canónico y darle la comunión al ‘devoto Biden’, por muy entusiasta que se muestre promoviendo la masacre de no nacidos.
Es cierto que para lo opinión ‘de progreso’ el NYT tiene bastante más autoridad que L’Osservatore Romano sobre los católicos, pero no deja de resultar desconcertante esta injerencia teológica del rotativo neoyorquino.
La batalla está en su punto culminante. Biden, ‘católico devoto’, encabeza probablemente la Administración más ferozmente abortista de la historia, pero apoya las posturas cercanas al Vaticano en los asuntos en que más insiste últimamente la Santa Sede, que apenas ha disimulado su alegría por la victoria del demócrata en las pasadas presidenciales.
Por su parte, José Gómez, arzobispo de Los Ángeles y presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, anunció hace ya algún tiempo su intención de plantear en la asamblea de los obispos el tema de la ‘coherencia eucarística’ para publicar directrices sobre la cuestión.
Esto desató las alarmas, con el cardenal Blase Cupich, de Chicago, y Joseph Tobin, de Newark, volando a Roma para entrevistarse con Ladaria, prefecto para la Doctrina de la Fe, que envió a los obispos norteamericanos una carta para moderar el celo episcopal a base de paños calientes.
Una sesentena de obispos firmaron una carta, a su vez, para que no se tratase el asunto de la coherencia eucarística en la asamblea, aunque este será sin duda el tema estrella de la reunión. Obispos de uno y otro ‘bando’ de han lanzado a las redes y los medios en defensa de su posición. Y ahora sale pontificando el New York Times en una insólita injerencia, asegurando que el Papa y Ladaria y Spadaro quieren que los obispos sean buenos y no le nieguen la comunión a Biden, Pelosi y compañeros mártires.
¿Que el Papa dijo qué? Bueno, es una interpretación del diario, en realidad. Lo que dijo el Papa es que la comunión “no es la recompensa de los santos, sino el pan de los pecadores”, lo que en cualquier otra ocasión se entendería como una afirmación perfectamente válida dentro de su contexto, pero que en las circunstancias en Estados Unidos suena a lo que de ninguna manera puede querer decir, a saber: que es lícito recibir la Sagrada Comunión en pecado mortal.
Y el político que colabora activamente con el aborto no solo está en pecado mortal, sino excomulgado latae sententiae. Y públicamente, mientras no se arrepienta.
Pero, ¿a quién van a creer, al autorizado intérprete de la verdad moderna, o a una doctrina desfasada sin escucha atenta, ni diálogo ni nada de nada?
Carlos Esteban
viernes, 7 de mayo de 2021
Los obispos no sancionarán al ladrón de las elecciones en Estados Unidos
Los obispos estadounidenses no harán cumplir el Derecho Canónico contra el ladrón electoral y militante del aborto Joe Biden, predice George Neumayr en The Spectator. Los obispos estadounidenses carecen de la voluntad de negar la Comunión a Biden, a pesar de que el Canon 915 “obliga al ministro de la Sagrada Comunión a rechazar el Sacramento” a aquéllos que están en “pecado grave manifiesto”. Neumayr pregunta: “Si la facilitación directa de Biden de la matanza de niños no nacidos no entra en esa categoría, ¿qué lo hace?”
Neumayr observa que la Iglesia del Vaticano II ha engendrado a muchos de sus propios destructores. Llama a Biden un “católico” anticatólico que persigue a su propia Iglesia. Los obispos podrían haber aplastado a esta serpiente en su caparazón, pero debido a su laxitud y heterodoxia declinaron hacerlo. Biden es para Neumayr el producto de la pasividad de los obispos, la culminación de un catolicismo secularizado que los obispos permitieron que se extienda durante décadas.
Estos obispos explican por qué no aplican el derecho canónico contra los enemigos de la Iglesia, diciéndonos que “no somos guardianes de la Eucaristía”. Neumayr observa que tal afirmación habría sorprendido a los primeros obispos de la Iglesia. “Al negarse a controlar el sacramento de la Sagrada Comunión, los obispos han permitido que los enemigos de la Iglesia lo controlen”. Biden y sus amigos exigen autonomía para sí mismos en la esfera política, mientras se reservan el derecho de burlar las reglas de la Iglesia.
Todos los prelados influyentes de Francisco están en el tanque para Biden. Neumayr nombra a McElroy de San Diego, Gregory de Washington, Cupich de Chicago y Tobin de Newark. El cardenal de Nueva York, Timothy Dolan, un supuesto “conservador” que dijo que “las cuestiones incendiarias son cosa del pasado”, no es mejor. Ellos dicen que la Iglesia debe buscar el “diálogo” por encima de la confrontación. Neumayr observa que “por supuesto, ese diálogo nunca se produce”. Identifica esto como el llamado “enfoque pastoral” que ha vaciado los pastos de la Iglesia y expuesto el rebaño a los lobos.
lunes, 19 de abril de 2021
Cómo comportarse: obispo Schneider enseña al cardenal de Washington
Es evidente que Joe Biden y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, no pueden recibir la Comunión debido a su activismo a favor de la muerte, dijo el obispo Athanasius Schneider a la Cofradía de Nuestra Señora de Fátima el 16 de abril.
Explicó que al darles la Comunión la Iglesia aprueba implícitamente su intención de asesinar a niños inocentes. Schneider se refirió a San Ambrosio, quien negó la Comunión al emperador romano Teodosio (+395) en dos ocasiones. Una vez, después de que Teodosio se pusiera del lado de los judíos contra los cristianos en Calínico, y la otra, después de que Teodosio matara supuestamente a 7.000 personas en Tesalónica.
Schneider llamó a Teodosio el hombre más poderoso de su tiempo, lo comparó con el presidente de Estados Unidos y desafió al cardenal de Washington, Wilton Gregory, a imitar a San Ambrosio y decirle a Biden: “Mi querido hermano, primero haz penitencia y luego serás un verdadero católico y serás admitido a la Santa Comunión”.
Sin embargo, la realidad es diferente. Gregory declaró varias veces que no impedirá que Biden reciba la Comunión. El 16 de abril el régimen de Biden anunció que el dinero del Estado puede utilizarse para “investigación” de partes del cuerpo procedentes de niños abortados.
lunes, 5 de abril de 2021
Biden: El Papa tiene razón, vacunarse es una obligación moral
El ‘devoto católico’ Joe Biden lanzó un mensaje de felicitación de la Pascua en vídeo en el que logró no mencionar una sola vez a Cristo o Su Resurrección y que giró, sobre todo, sobre la ‘obligación moral’ de vacunarse.
Si un absoluto ignorante de la historia de la Salvación escuchara el mensaje en vídeo que el matrimonio Biden, ese ‘católico devoto’, como les gusta repetir a los medios del sistema, no tendría manera de saber qué se celebra. No se menciona una sola vez ni a Cristo ni a Su Resurrección, y sí, varias, al covid y a las vacunas.
De hecho, eso es lo que parecía celebrar el presidente norteamericano, que está, al menos, en ‘comunión con el Papa’ en ese aspecto, si no en el que se refiere a la vida, la familia y el ‘género’. “Compartimos los sentimientos del Papa Francisco, que dijo que vacunarse es una obligación moral, que puede salvarte la vida y salvar las vidas de otros”, dijo. “Al vacunarnos y animar a nuestras congregaciones y comunidades a vacunarse, no solo podemos vencer al virus, sino también acelerar el día en que podamos celebrar juntos las festividades”.
Ese lejano día, que se nos ha ido anunciando a la vuelta de la esquina desde hace un año, ya ha llegado a lugares como Texas o Florida, cuyos gobernadores han levantado todas las restricciones de lucha contra la pandemia sin que se haya producido un aumento perceptible en la mortalidad.
Por otra parte, los propios fabricantes de las vacunas advierten que los supuestamente inmunizados pueden aún contagiar y contagiarse, y que sus efectos duran solo algunos meses, algo que ha llevado a las autoridades a negar una ‘vida normal’ siquiera a los ya vacunados.
Cristo ha resucitado, y con Su Resurrección ha vencido a la muerte. Instrumentalizar un mensaje tan universal y transcendente, que cambia absolutamente el panorama eterno del ser humano, para referirse a algo tan relativamente pequeño, bajo y coyuntural como las vacunas da una idea de la ‘profunda fe’ del presidente norteamericano.
From our family to yours, we wish you health, hope, joy, and peace. Happy Easter, everyone! pic.twitter.com/3NHPrbFCVt
— President Biden (@POTUS) April 4, 2021
Carlos Esteban
miércoles, 10 de marzo de 2021
Los vientos del concilio, el caos de Biden y el caos del Papa Francisco
Biden sigue con sus manifestaciones católicas provocando un mar de confusión. Mantenerse de perfil en esta situación es imposible y muchos católicos están dispuestos a tomar partido contra de Biden. Las instituciones eclesiásticas no pueden seguir una línea acrítica hacia la acción de un presidente que niega la doctrina cristiano-católica. En el Vaticano son plenamente conscientes de que Biden está ‘abierto’ a la llamada «ideología de género» y sigue tomando medidas en esta dirección. El Papa Francisco se ha puesto en contra de la proliferación de esa «teoría», pero es favorable a las leyes que rigen la «convivencia civil» y Biden es un «aliado» útil para el multilateralismo diplomático, del reconocimiento del «derecho a migrar» y para la expansión de la «ecología integral». Nos tememos que seguiremos en la buscada confusión.
Toda la entrevista es interesante, pero nos detenemos en la referencia a la confusión que provoca el Papa Francisco con sus intervenciones: «hay una gran confusión en la Iglesia sobre cuestiones doctrinales, morales y litúrgicas, y aunque el Papa diga lo contrario, el mundo en que nos encontramos es tal que una serie de comentarios ambiguos que hace se utilizarán en el sentido de una ruptura con la Tradición de la Iglesia. El Sumo Pontífice introdujo dos novedades: En primer lugar, habla mucho sin haber preparado sus declaraciones: en el avión, en reuniones con periodistas, etc. La otra novedad se puede ver, por ejemplo, en la encíclica Hermanos Todos, cuando el Papa dice: «Soñamos» y utiliza el pronombre personal «Yo». Sus sueños son muy interesantes, por supuesto, pero no tienen la autoridad de un Papa que, con la ayuda del Espíritu Santo, se coloca en la continuidad de dos mil años de la Iglesia. Realmente hemos pasado a otro modo de comunicación que, por un lado, es un factor de profunda confusión y, por otro, permite a los enemigos de la Iglesia utilizar las ambigüedades así creadas».
Specola
jueves, 28 de enero de 2021
El cardenal Burke condena a Biden
El cardenal Raymond Burke condenó el intento del presidente Biden de “codificar como ley” la sentencia de 1973 Roe vs. Wade de la Corte Suprema de Estados Unidos que “legalizó” el aborto.
Durante una homilía en el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe situado en La Crosse, Wisconsin, (el 24 de enero, ver vídeo a continuación), Burke calificó a esta sentencia como “totalmente injusta” y criticó a Biden por su intención de imponer en las escuelas la “inicua teoría de género”.
Burke señaló que el gobierno de Biden amenaza con negar “la libertad religiosa”, a la que el cardenal definió como seguir el plan de Dios para el mundo y para el hombre. Dijo que este plan está “inscripto en la naturaleza misma” y está “escrito en el corazón del hombre”.
viernes, 22 de enero de 2021
jueves, 21 de enero de 2021
El episcopado de EEUU advierte contra los “males morales” de la Administración Biden (Carlos Esteban)
Una nota del episcopado americano lista para ser publicada en la mañana de la investidura de Joe Biden, en la que se condenan sus políticas contra la familia y la vida, ha sido publicada con retraso debido a un embargo ordenado por la Secretaría de Estado.
“Como pastores, los obispos de la nación tienen el deber de proclamar el Evangelio en toda su verdad y poder, a tiempo y a destiempo, incluso cuando esa enseñanza resulta inconveniente o cuando la verdad del Evangelio va a la contra de la sociedad y la cultura en general”, reza la nota, firmada por el presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, el arzobispo José Gómez de Los Angeles, que estaba prevista para su publicación a primera hora de la mañana de este miércoles y sufrió un retraso ‘diplomático’ de unas horas por instrucciones de la Secretaría de Estado.
“De modo que debo señalar que nuestro nuevo presidente se ha comprometido a aplicar ciertas políticas que avanzarán males morales y amenazarán la vida y la dignidad humanas, de forma especialmente grave en las áreas del aborto, la contracepción, el matrimonio y el género. Preocupa profundamente la libertad de la Iglesia y la libertad de los fieles para vivir según su conciencia”, añade Gómez.
La nota fue acaloradamente debatida en el seno de la conferencia episcopal. Varios obispos consideraban que el lenguaje de la nota era innecesariamente crítico para tratarse de un presidente recién inaugurado, sin contar con que se trata del primero de confesión católica desde J.F. Kennedy. Entre los más contrarios al lenguaje de la nota figuran los obispos Blaise Cupich, de Chicago, y Joseph Tobin, de Newark.
La nota, finalmente publicada, contrasta por su dureza con la mucho más suave, conciliadora y satisfecha que ha hecho pública la Santa Sede.
“Nuestros compromisos en aspectos sobre la sexualidad humana y la familia, al igual que nuestros compromisos en todas las demás áreas, como la abolición de la pena de muerte o la búsqueda de un sistema de salud y una economía que realmente sirvan a la persona humana, están guiados por el gran mandamiento de Cristo de amar y solidarizarnos con nuestros hermanos y hermanas, especialmente con los más vulnerables”, escribe.
Para los obispos del país, reconoce Gómez, “la continua injusticia del aborto sigue siendo la “prioridad preeminente”. Aunque preeminente no significa “única”. Tenemos una profunda preocupación por las muchas amenazas a la vida y la dignidad humanas en nuestra sociedad”.
“Pero, como enseña el Papa Francisco, no podemos quedarnos en silencio cuando casi un millón de vidas por nacer son terminadas anualmente en nuestro país a través del aborto”, explica.
“El aborto es un ataque directo a la vida que también lastima a la mujer y socava a la familia”, asegura el arzobispo de Los Ángeles. “No podemos ignorar la realidad de que las tasas de aborto son mucho más altas entre los pobres y minorías, y que el procedimiento se usa regularmente para eliminar a los niños que nacerían con discapacidades”, advierte.
“En lugar de imponer más expansiones del aborto y la anticoncepción, como ha prometido, tengo la esperanza de que el nuevo presidente y su administración trabajarán con la Iglesia y otras personas de buena voluntad”, afirma Gómez.
“Mi esperanza es que podamos iniciar un diálogo para tratar los complicados factores culturales y económicos que motivan el aborto y desaniman a las familias”, indica el prelado. “Mi esperanza es igualmente que trabajemos juntos para poner finalmente en práctica una política familiar coherente en este país que reconozca la importancia crucial de los matrimonios y crianza sólidos para el bienestar de los niños y la estabilidad de las comunidades”, añade.
Si el presidente, con pleno respeto por la libertad religiosa de la Iglesia, participara en esta conversación, asegura el presidente de los obispos, “sería de gran ayuda para restaurar el equilibrio civil y curar las necesidades de nuestro país”.
Les ofrecemos el comunicado completo:
Mis oraciones están hoy con nuestro nuevo presidente y su familia.
Oro para que Dios le conceda sabiduría y valor para liderar a esta gran nación y para que le ayude a superar los retos de estos tiempos, a curar las heridas causadas por esta pandemia, a aliviar nuestras intensas divisiones políticas y culturales y a unificar a las personas con una renovada dedicación a los propósitos que motivaron la fundación de Estados Unidos, una nación bajo Dios y comprometida con la libertad y la igualdad para todos.
Los obispos católicos no somos actores partidistas activos en la política de nuestra nación. Somos pastores responsables de las almas de millones de estadounidenses y defensores de las necesidades de todos nuestros vecinos.
En todas las comunidades del país, las parroquias, escuelas, hospitales y ministerios católicos forman una cultura esencial de compasión y protección al servicio de las mujeres, los niños y los ancianos, los pobres y los enfermos, los presos, los migrantes y los marginados, sin importar su raza o religión.
Cuando nosotros hablamos sobre problemas de la vida pública estadounidense, tratamos de formar conciencia y aportar principios. Estos principios se basan en el Evangelio de Jesucristo y las enseñanzas sociales de su Iglesia. Jesucristo reveló el plan de amor de Dios por la creación y la verdad sobre la persona humana, que fue creada a su imagen y semejanza, dotada de la dignidad, los derechos y las responsabilidades dadas por Dios y llamada a un destino trascendente.
Basados en estas realidades, que se reflejan en la Declaración de la Independencia y la Declaración de los Derechos, los obispos y los fieles católicos cumplen el mandamiento de Cristo de amar a Dios y amar a nuestro prójimo, al trabajar por un Estados Unidos que proteja la dignidad humana, aumente la igualdad y las oportunidades para todas las personas, y sea de corazón abierto hacia los que sufren y los débiles.
Por muchos años, la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos ha tratado de ayudar a los Católicos y otras personas de buena voluntad en sus reflexiones sobre aspectos políticos a través de la publicación de Formando la Conciencia para ser Ciudadanos Fieles. La más reciente edición aborda una amplia variedad de aspectos que nos preocupan. Entre ellos: aborto, eutanasia, pena de muerte, inmigración, racismo, pobreza, cuidado del medio ambiente, reforma de la justicia penal, desarrollo económico y paz internacional.
Con respecto a estos y otros temas, nuestra responsabilidad de amar y nuestros principios morales nos llevan a establecer juicios y posiciones prudenciales que no se alinean perfectamente con las tendencias políticas de izquierda o derecha, o con las plataformas de nuestros dos principales partidos políticos. Trabajamos con todos los presidentes y todos los congresos. En algunos temas nos ubicamos más del lado de los demócratas, mientras que en otros nos encontramos más del lado de los republicanos. Nuestras prioridades nunca son partidistas. Somos católicos en primer lugar, y solo buscamos seguir fielmente a Jesucristo y promover su visión de la fraternidad y la comunidad humanas.
Espero trabajar con el presidente Biden, su administración y con el nuevo Congreso. Como ocurre con todas las administraciones, habrá áreas en las que estaremos de acuerdo y en las que trabajaremos juntos con estrecha colaboración, pero también habrá áreas en las que tendremos desacuerdos de principios y una fuerte oposición.
Sin embargo, el hecho de trabajar con el presidente Biden será único, él será nuestro primer presidente en 60 años que profesa la fe católica. En una época de creciente y agresivo secularismo en la cultura estadounidense, cuando los creyentes religiosos enfrentan muchos desafíos, será refrescante interactuar con un presidente que evidentemente comprende, profunda y personalmente, la importancia de la fe y las instituciones religiosas. Observo con mucha esperanza y motivación la experiencia personal y piedad del Señor Biden, su conmovedor testimonio de cómo su fe le ha traído consuelo en tiempos difíciles y trágicos y su compromiso de mucho tiempo con la prioridad que establece el Evangelio para los pobres.
Al mismo tiempo, como pastores, los obispos de la nación tienen el deber de proclamar el Evangelio en toda su verdad y poder, a tiempo y a destiempo, incluso cuando esa enseñanza sea inconveniente o cuando las verdades del Evangelio sean contrarias a las direcciones de la sociedad y la cultura en general. Debo señalar que nuestro nuevo presidente se ha comprometido a seguir ciertas políticas que promoverían los males morales y amenazarían la vida y la dignidad humanas, más seriamente en las áreas del aborto, la anticoncepción, el matrimonio y el género. Es motivo de profunda preocupación la libertad de la Iglesia y la libertad de los creyentes para vivir de acuerdo con sus conciencias.
Nuestros compromisos en aspectos sobre la sexualidad humana y la familia, al igual que nuestros compromisos en todas las demás áreas, como la abolición de la pena de muerte o la búsqueda de un sistema de salud y una economía que realmente sirvan a la persona humana, están guiados por el gran mandamiento de Cristo de amar y solidarizarnos con nuestros hermanos y hermanas, especialmente con los más vulnerables.
Para los obispos de la nación, la continua injusticia del aborto sigue siendo la “prioridad preeminente”. Aunque preeminente no significa “única”. Tenemos una profunda preocupación por las muchas amenazas a la vida y la dignidad humanas en nuestra sociedad. Pero, como enseña el Papa Francisco, no podemos quedarnos en silencio cuando casi un millón de vidas por nacer son terminadas anualmente en nuestro país a través del aborto.
El aborto es un ataque directo a la vida que también lastima a la mujer y socava a la familia. No es sólo un asunto privado, ello genera problemáticas situaciones en aspectos fundamentales como la fraternidad, la solidaridad y la inclusión en la comunidad humana. También es una cuestión de justicia social. No podemos ignorar la realidad de que las tasas de aborto son mucho más altas entre los pobres y minorías, y que el procedimiento se usa regularmente para eliminar a los niños que nacerían con discapacidades.
En lugar de imponer más expansiones del aborto y la anticoncepción, como ha prometido, tengo la esperanza de que el nuevo presidente y su administración trabajarán con la Iglesia y otras personas de buena voluntad. Mi esperanza es que podamos iniciar un diálogo para tratar los complicados factores culturales y económicos que motivan el aborto y desaniman a las familias. Mi esperanza es igualmente que trabajemos juntos para poner finalmente en práctica una política familiar coherente en este país que reconozca la importancia crucial de los matrimonios y crianza sólidos para el bienestar de los niños y la estabilidad de las comunidades. Si el presidente, con pleno respeto por la libertad religiosa de la Iglesia, participara en esta conversación, sería de gran ayuda para restaurar el equilibrio civil y curar las necesidades de nuestro país.
El llamado del presidente Biden por una reconciliación nacional y unidad es bienvenido a todos los niveles. Es algo que se necesita urgentemente mientras enfrentamos el trauma en nuestro país causado por la pandemia del coronavirus y el aislamiento social, que sólo han agravado las intensas y largas divisiones entre nuestros conciudadanos.
Como creyentes, entendemos que la sanidad es un regalo que sólo podemos recibir de la mano de Dios. Sabemos también que la reconciliación real requiere escuchar con paciencia a quienes no están de acuerdo con nosotros y la voluntad de perdonar y superar los deseos de represalia. El amor cristiano nos llama a amar a nuestros enemigos y a bendecir a los que se oponen a nosotros, y a tratar a los demás con la misma compasión que queremos para nosotros.
Estamos todos bajo la atenta mirada de Dios, quien es el único que puede juzgar las intenciones de nuestros corazones. Oro para que Dios le dé a nuestro nuevo presidente, y a todos nosotros, la gracia de buscar el bien común con toda sinceridad.
Encomiendo todas nuestras esperanzas y ansiedades en este nuevo momento al tierno corazón de la Santísima Virgen María, madre de Cristo y patrona de esta nación excepcional. Que ella nos guíe por los caminos de la paz y nos ofrezca la sabiduría y la gracia de un verdadero patriotismo y amor por la patria.
Carlos Esteban
martes, 12 de enero de 2021
NOTICIAS VARIAS 12 de enero de 2021
MENTE ALTERNATIVA
REACCIONES ADVERSAS INFORMADAS DE LA VACUNACIÓN CONTRA EL COVID19 (REFERENCIAS ADJUNTAS)
THIERRY MEYSSAN: BIDEN Y EL PODER POR LA FUERZA
EL INVESTIGADOR.ORG
Listado de plataformas de comunicación resistentes a la censura, que respetan la libertad de expresión y tu privacidad
INFOVATICANA
La radio de los obispos considera ‘buena noticia’ el encumbramiento de una enemiga de la fe (Carlos Esteban)
El Vaticano modifica el rito de imposición de la ceniza durante la pandemia (Carlos Esteban)
GLORIA TV
Cardenal Sarah ordena Rito de Miércoles de Cenizas para el Covid-19
Selección por José Martí
sábado, 9 de enero de 2021
EXECUTIVE INTELLIGENCE REVIEW: A QUIÉN BENEFICIA LA INSURRECCIÓN EN EL CAPITOLIO DE EEUU
DURACIÓN 20:29 MINUTOS
El corresponsal en México de la revista Executive Intelligence Review, Ing. Gerardo Castilleja, habla del caso Assange y del caos que se vive en los Estados Unidos tras el fraude electoral y la insurrección de bandera falsa al Capitolio el 6 de enero de 2021. ¿Realmente beneficia a Trump un evento como ese, o fue una oportuna cortina de humo lanzada por sus enemigos para evitar que algunos senadores expusieran las evidencias del fraude en el Congreso?
martes, 17 de noviembre de 2020
viernes, 13 de noviembre de 2020
La verdad (reinterpretada) os hará libres (Carlos Esteban)
Si la verdad nos hace libres, va de suyo que la mentira nos esclaviza. Y no sólo la mentira directa, sino el disimulo, la confusión, los ‘retoques’ y las interpretaciones sesgadas. Estos días hemos tenido dos fuentes de todo eso en la jerarquía eclesiástica, el Informe McCarrick y la acogida del supuesto ‘presidente-electo’ Joe Biden.
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No hemos estado dos años esperando para esto, para una ‘versión oficial’ que, a pesar de dibujar un deplorable panorama de ocultaciones e irresponsabilidades entre la jerarquía católica, consigue exculpar a los que mantienen un poder en la Curia y culpar a los pontífices muertos y, por supuesto, al gran ‘malo’ de esta película, el arzobispo Carlo Maria Viganò.
No importa que Viganò fuera precisamente el hombre que destapara todo el asunto, sin el que un informe como este jamás hubiera visto la luz y todo se hubiera barrido, una vez más, bajo la alfombra, no: tiene que ser culpable de lo mismo que denunció, a pesar de que los redactores del informe ni siquiera se han tomado la molestia de consultarle.
Por continuar con el equívoco, en el informe se confirma que las noticias sobre las andanzas del entonces cardenal Theodore McCarrick sí llegaron a oídos del Papa actual, siquiera como “rumores” o acusaciones sin las pruebas necesarias, con lo que no sabemos qué deducir de las palabras de Su Santidad en la entrevista con la periodista mexicana Valentina Alazraki: “De McCarrick yo no sabía nada, obviamente, nada, nada. Lo dije varias veces eso, que yo no sabía, ni idea”. Obviamente.
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En cuanto a Biden, simplemente no es ‘presidente-electo’, para empezar a hablar. Ni siquiera ha acabado el recuento, mucho menos se ha consumado la decisión de los compromisarios. Al contrario, el panorama objetivo empieza a ponerse bastante difícil para los demócratas. Que la diplomacia más antigua del mundo le felicite como ganador antes de que lo confirme el propio sistema estadounidense parece un tanto precipitado, un moverse en la situación que se desea más que la que es.
Más desconcertante aún es el contenido de esas felicitaciones, no solo las papales sino también los del episcopado norteamericano, así como la acogida de la supuesta victoria por parte de los medios más perfectamente alineados con la oficialidad clerical. Leyéndolos, se diría que el fanatismo proabortista fuera para los jerarcas católicos un pecadillo sin importancia, una minucia al lado de su vaga voluntad de “tender puentes y derribar muros”.
Carlos Esteban
jueves, 12 de noviembre de 2020
El fenómeno Viganó
“Una élite global quiere someter a toda la humanidad, imponiendo medidas coercitivas con las que limitar drásticamente las libertades individuales de poblaciones enteras” (Carlo Maria Viganó)
Tiempos procelosos para la Iglesia Santa y Católica, que lleva ya más de medio siglo envuelta en graves escándalos. Unos escándalos que jamás hubiesen llegado a los abismos de indignidad (y de criminalidad) que han alcanzado, si hubiese habido, además del enorme número de pecadores y encubridores, un puñado, tan sólo un pequeño pelotón de denunciadores de esa terrible depravación y decadencia que, por acción en algunos casos y por omisión en los más, fue ascendiendo en el escalafón eclesial de forma creciente, más y más gravemente hasta alcanzar a la cabeza. La gangrena fue avanzando cada vez más arriba, hasta llegar a lo más alto…
El arzobispo Carlo María Viganò, ex-nuncio del papa en EEUU, se ha armado de valor para denunciar las que él considera prevaricaciones del máximo nivel en la Iglesia (que, según explica con toda claridad y contundencia, es ejercido en la sombra por los mafiosos de St. Gallen). Hoy, accidentalmente, le toca al arzobispo luchar contra la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos de América, que se ha arrojado con entusiasmo en brazos del católico Joe Biden, abortista convicto y confeso, y entusiasta partidario de la eutanasia, además del adoctrinamiento Lesbian Gay Trans Bisexual de los niños en la escuela. Denuncia Viganò que esos parecen ser sus mayores y más evidentes “distintivos de catolicidad” (¡y no los únicos, ni mucho menos!). Tal vez sea la afición de Biden por manosear a las jovencitas en público - ¡imagínense en privado! - lo que debe hacer a este anciano tan “católico” para unos, y tan simpáticamente progre para tantos… Con estas prendas pues, tiene encandilados el deseado nuevo presidente, a muchísimos obispos estadounidenses. Es de los nuestros, dicen con orgullo los más audaces. ¡Es uno de nosotros!
Obviamente, y no por casualidad, el órgano de poder y representación de los obispos estadounidenses está en íntima comunión con la cúspide eclesial, que se alegra por la elección del “católico” Biden. Sin que le importe en absoluto que su conducta esté tan alejada de la doctrina de la Iglesia respecto a cuestiones tan esenciales como el aborto, la eutanasia y la corrupción de menores. Para estos mitrados de nuevo cuño, se trata de asuntos de menor importancia. Así vienen viviendo y tratando estas cuestiones desde hace medio siglo… Con honrosísimas excepciones, claro está.
Lo que nos sobrecoge de los planteamientos del arzobispo Viganó es que pone en el mismo cedazo el manejo del covid-19 y las recientes elecciones presidenciales de los Estados Unidos. Sobrecoge porque nos muestra con claridad meridiana la filosofía del Nuevo Orden que, en efecto, es milimétricamente la misma en la gestión del Covid que en la “gestión” de las elecciones americanas por parte de los que vienen a imponer este nuevo orden (Órdine Nuovo se le llamó a algo muy parecido en Italia), este novísimo concepto del “bien” en todo el mundo. Y como apunta Viganó, esto comenzó también en la Iglesia: siendo nada menos que el infame y nefando cardenal McCarrick uno de los principales promotores y manipuladores, eligiendo nuevos obispos a la medida de los más disparatados deseos de sus padrinos. McCarrick se ha ido ciertamente (y no con nota de ignominia), pero quedan sus sucesores… tan intocables como él. Es que aportó cuantiosos fondos a las arcas vaticanas, al tiempo que engrasaba copiosamente a algunos de los engranajes del poder y corrompía a otros con las flaquezas de la carne.
Esta es evidentemente la versión conspiranoica, así llamada porque a quienes la adoptan se les acusa de paranoicos y se les trata como locos. Una versión que, tal como avanza el tiempo y se va haciendo la luz, se manifiesta más y más realista. Véase el inaudito caso de los abusos de pederastia por parte del clero católico, afectando de manera importante a altísimos prelados. La realidad fue más demoledora que las más audaces versiones conspiranoicas. Y la respuesta general de la autoridad eclesiástica, tuvo todos los caracteres de la más nefasta no ya connivencia, sino colaboración con el mal. Bien que lo vio y lo sufrió el arzobispo Viganò en su insistente y documentadísima denuncia al papa de la conducta depredadora del cardenal McCarrick. Lo que denunciaba Viganò era totalmente increíble: un cardenal viviendo en el Seminario para utilizarlo como su harén de efebos y como estratégica oficina de promoción a los altos cargos eclesiásticos. Quien denunciaba algo así, tenía que estar loco de remate, claro. Y luego resultó que la realidad era aún más espeluznante.
Es evidente que a la Iglesia le hubiesen ido mucho mejor las cosas si los mecanismos de crítica a la actuación de los obispos y de denuncia contra los escándalos no los hubiesen laminado sin contemplaciones, para así poder ejercer un poder absoluto y paralizante sobre sus subordinados: Ahí está la audaz demolición del Derecho Canónico para poder ejercer una autoridad omnímoda y sin cortapisas.
El precio que está pagando y seguirá pagando la Iglesia por no soportar la gobernanza eclesial ni el menor atisbo de crítica, es infinitamente más demoledor que el estado de crítica y debate que precede a cualquier cisma (recuérdese el de Aviñón…) Sin la menor duda, lo que hoy soporta la Iglesia parece bastante peor que un cisma.
Claro que a la Iglesia le corresponde como a nadie el “pensamiento único”. Y para eso están los dogmas y el magisterio: para zanjar cuestiones y sacarlas definitivamente del ámbito del debate. Pero no nos ha venido la caída por el dogma, sino por la moral. Y tan escandalosa ha sido la desviación de la moral -en manos de los profes más progres en los Seminarios-, tan profunda, que se ha querido elevar el vicio a la categoría de virtud, echando la doctrina por la borda y alterando para ello toda la estructura eclesial: de manera que el vicio convertido en virtud tuviera un cómodo y confortable asiento, primero en las Facultades teológicas, y luego en toda la Iglesia. Así lo explicó Benedicto XVI.
En una situación tan absolutamente grave, aparece el fenómeno Viganò, denunciando el más grave y sistémico caso de corrupción: el del cardenal McCarrick. Y tiene el valor de denunciarlo cuando el gran corruptor todavía estaba en la cúspide del poder, en calidad de primer consejero del papa. Entrega un dosier completísimo al mismo Santo Padre y, ante el prolongado silencio de éste, anuncia públicamente que ha entregado ese dossier y que el papa conoce muy bien la catadura moral de su consejero preferido. Pero Francisco, por alguna razón, se resiste a reconocerlo hasta que no le queda más remedio: puesto que del abuso de seminaristas (al no ser menores ¡tampoco es considerado delito por la Iglesia!) pasa a tener que responder de graves casos de pederastia. Y entretanto Jordi Bertomeu, el flamante monseñor, recorriendo medio mundo para limpiar unas alfombras pedofílicas que la Casa de Santiago, en la mismísima Barcelona, conserva todavía hoy mugrientas y enlodadas…
Y resulta que el gran proscrito no es McCarrick, sino Viganó, como corresponde a una potestad tan autoritaria como la del alto estamento eclesiástico. El atrevimiento de haber acusado a un alto príncipe de la Iglesia, no puede quedar impune. El saltarse el conducto reglamentario -que todo lo tapa y disimula cuando el acusado es poderoso- aunque sea en aras de la verdad y el bien, no puede salir gratis a nadie. Viganò sabe que es diplomáticamente aborrecido por las más altas autoridades. Por eso se ha quitado de en medio. En paradero desconocido continúa…
Pero no por eso ha dejado de ejercer la crítica y la denuncia. Es sumamente llamativo su activismo y su posicionamiento ante las elecciones USA. Ha escrito dos cartas abiertas al presidente Trump (la primera, el 7 de junio y la segunda el 25 de octubre ; y un comunicado final el 4 de noviembre (día de su onomástica: san Carlos Borromeo) publicada el día 8. En estos escritos expone valientemente su visión bíblica de los acontecimientos que mueven hoy el mundo (Deep State, Deep Church), pasando por la crisis del covid, tan sagazmente manejada contra la Iglesia, contra la libertad religiosa de los ciudadanos y en aceleración de un proceso totalitario: Hay Pastores fieles que cuidan el rebaño de Cristo -afirmaba el arzobispo-, pero también hay mercenarios infieles que buscan esparcir el rebaño y entregar las ovejas para que sean devoradas por lobos hambrientos. No es sorprendente que esos mercenarios sean aliados de los hijos de la oscuridad y odien a los hijos de la luz: así como hay un Estado Profundo, también hay una iglesia profunda que traiciona sus deberes y renuncia a sus compromisos ante Dios.
En medio de la confusión, de inconfesables compromisos y pactos secretos, cuando el vender la primogenitura por un plato de lentejas les resulta tan rentable a algunos; cuando la tradición y la doctrina multisecular de la Iglesia y hasta con la revelación del propio Jesucristo se mercadea hasta límites inimaginables, las palabras del apóstol Pablo a los Gálatas resuenan con particular intensidad: Pero aun cuando nosotros mismos o un ángel del cielo os anunciara un evangelio distinto del que os hemos anunciado, ¡sea maldito!"
La única Iglesia Santa, Católica y Apostólica no es la profunda: es la visible, la de los santos y los mártires, el Cuerpo de Cristo, la Jerusalén del Cielo que es nuestra Madre. A ella y a Cristo nos debemos, no a la Pachamama ni al Nuevo Orden Mundial por ecologista que sea. La gloriosa libertad de los hijos de Dios no puede ser comprada más que por Jesucristo y al precio de su sangre. ¿Quién está dispuesto a pagarlo también en esta tenebrosa hora? Monseñor Viganó es uno de los pocos que se han atrevido a hablar en defensa de la fe y de la moral que nos dejaron en herencia nuestros padres. ¡Dios le bendiga!
Custodio Ballester Bielsa, Pbro.
www.sacerdotesporlavida.info
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