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sábado, 12 de agosto de 2023

Derribos Bergoglio Inc.



DIARIO DE UNA FILOTEA

12 agosto 2023

Recordando al sabio fray Gerundio de Tormes

Durante un tiempo tuvimos el placer doloroso de leer el blog de Fray Gerundio de Tormes, al que Veritas et Vita definió en 2014, con motivo de su despedida, como uno de los más conocidos en círculos tradicionales (https://infovaticana.com/blogs/cristo-era-sabio/fray-gerundio-de-tormes-se-despide/).

Decía esta entrada en el blog en este mismo portal que fray Gerundio “solía filosofar, con buenas dosis de sarcasmo, sobre ciertos temas de la Iglesia narrando las anécdotas y disensiones que se daban en su claustro entre los jóvenes novicios modernistas y él. Tras esta despedida, el blog volvió a estar activo en 2021, temporalmente, de la pluma de uno de sus discípulos, fray Luco de FG, pero no he sido capaz de encontrar en redes ningún post escrito con posterioridad a julio del mismo año (https://fraygerundiodetormes.wordpress.com/).

Aunque ya no publique, siempre es buena ocasión para leer o releer los posts del sabio fraile, especialmente en estos convulsos días en lo que atañe a asuntos eclesiales. Aquí les dejo un par de enlaces sobre una de las obsesiones bergoglianas, la rigidez de los pastores, que esta semana ha alcanzado cotas gravísimas en la publicación de una entrevista en la revista Vida Nueva (https://infovaticana.com/2023/08/07/francisco-sobre-los-sacerdotes-rigidos-esa-coraza-esconde-mucha-podredumbre/) en que el papa afirma que tras la rigidez (ya se sabe, lo que él también llama “mundanidad” pero que parece ser en realidad celo y ortodoxia, amor a Cristo y a su Iglesia) “se esconde mucha podredumbre y dobles vidas”; una entrada en el blog de 2014, “La cáscara de la banana” (https://fraygerundiodetormes.wordpress.com/2014/12/16/la-cascara-de-banana/ ) y, otra, extrañamente, de 2017, cuando creo que fray Gerundio había dejado de escribir. Incongruencias cronológicas sin resolver aparte, vale la pena leerlo: se titula “La pastoral del insulto” (https://fraygerundiodetormes.wordpress.com/2017/02/16/la-pastoral-del-insulto/).

Soy consciente, por comentarios en posts anteriores, que a algunos lectores les disgusta tanta cita y tanto enlace, pero en este caso no hay otra manera de referirse a lo que estamos comentando. Claro que se puede abrir el blog, enlazado arriba, e ir leyendo cada una de las entradas, pero me había parecido oportuno seleccionar específicamente estas dos, por tratarse de un tema de actualidad; y otra, a la que hace referencia el título, que siempre me viene a la cabeza, por profética, cada vez que el papa realiza uno de sus cada vez más frecuentes actos de misericordia y sinodalidad. En este caso, intentar dinamitar el Opus Dei, en palabras de este portal, convirtiéndolo en una fraternidad sacerdotal; en un gran ejercicio de puesta a prueba de la obediencia de los fieles al papa pero, también, de su sentido común, puesto que los laicos de la Obra son totalmente ignorados en el último motu proprio, cuando al mismo tiempo se nos llena la boca de “la hora de los laicos” en la Iglesia.

En este contexto, viene totalmente al caso traer a colación otro magnífico post de fray Gerundio, “Derribos Bergoglio Inc.”, publicado en Religión la voz libre (https://religionlavozlibre.blogspot.com/2017/01/derribos-bergoglio-inc.html) en 2017, que comienza diciendo: “Este hombre está destrozando la Iglesia; vamos a cumplir cuatro años de derribos, desmoronamientos y devastaciones. con sal incluida. Y con malas artes, lideradas por una mafia vaticana digna de Corleone, cuando se doctoró en Palermo. cualquier católico que tenga ojos en la cara y algo de amor a la Iglesia, lo percibe”.

Tal vez no sea muy adecuado recomendar que “disfruten” de la lectura, pero sí, desde luego que la lean. Porque, después de seis años, es más actual que nunca y porque, siguiendo la ley de la gravedad, el proceso de derribo está tomando en la caída una velocidad vertiginosa.

Filotea

viernes, 18 de junio de 2021

Globos sonda



De modo parecido a como actúan los malos y malvados gobiernos (véase España), los Pastores que nos apacientan desde la Santa Sede (y exteriores), hacen sus pinitos de globo-sonda, antes de perpetrar alguna malvada inmoralidad presentada siempre con dosis de misericordina y -por supuesto-, de vigilancia amorosa de las ovejas.

Ya nos alertaba Fray Gerundio, muy sabiamente, que Francisco intentaría eliminar la Misa de siempre, en cuanto le fuera posible. Le molesta el Motu proprio de su Predecesor de Venerada Actualidad. Decían -y siguen diciendo algunos-, que no se atrevería a hacerlo mientras Ratzinger esté en este mundo, pero a Francisco le sobra estómago para esgrimir cualquier razón, cuando quiere eliminar algo. Incluso sin aportar razón. Al fin y al cabo, todos los que se llenan la boca diciendo que quieran gobernar contando con los demás, son los primeros que se coronan Emperadores de Todo-Lo-Que-No-Sea-Yo.

Ha eliminado a cardenales enemigos con un chasquido de dedo, ha cambiado cuestiones fundamentales de la doctrina de siempre, con una sencilla nota a pie de página de la Letizia, ha ignorado sistemáticamente a obispos que parecía que se atrevían a pensar de modo distinto a Su Santidad, ha misericordiado a viejos obispos de 65 años, mientras mantiene la Curia y muchas Diócesis llena de jóvenes Prelados, que ya han superado los 80.

Sí ha cambiado el Catecismo para la pena de muerte y quiere cambiarlo para el cambio climático y castigar los pecados verdes (en un sentido post-conciliar, ya que los otros son de cintura para abajo según dijo), sí ha entronizado a la Pachamama y a Lutero en los Sagrados Palacios. Sí ha ridiculizado la vida contemplativa y las rigideces de seminaristas y sacerdotes de sotana, ¿se le va a quebrar el ánimo para suprimir de un plumazo la Misa de su Predecesor San Pío V, de Venerado Desprecio?

Así que el globo-sonda ya surca los espacios siderales de los blogs amiguetes, para que los vayan comentando los blogs de los que son pepinillos en vinagre y se vuelven locos por las puntillas y las rigideces litúrgicas. Con una característica también muy parecida a las de gobiernos malvados de este mundo: las maniobras de distracción. Se trata de presentar estas cosas como horribles problemas de la Iglesia, mientras se evita hablar o se esconden los problemas de gran calado que se ciernen sobre ella.

Así, mientras el Episcopado alemán casi en pleno se pasa por el arco del triunfo la doctrina cristiana e incluso la anticristiana de Bergoglio, la necesidad de distraer al respetable aconseja hablar sobre la misa Tradicional y el Motu Proprio.

Y mientras se calla ante las bendiciones a las parejas gay, la sinodalidad germana y las comuniones a protestantes, se hace un pequeño paripé con la “dimisión-de-ningún-modo-aceptada” del cardenal Marx, y se distrae al respetable haciendo una visita apostólica al Cardenal Voelki, que probablemente sí que termine en el paro teutón.

Y mientras se desprecia a los obispos americanos que quieren mandar al abortista Biden al confesonario para decir los pecados al confesor y cumplir la penitencia, recibe a los pro “eso” Cupich-Farrell-Tobin (el trío arco iris), para programar una nueva okupación en la próxima Asamblea de la Conferencia Episcopal USA.

Sinodalidad para que los alemanes puedan destruir. Anti-Sinodalidad para que los estadounidenses no le peguen a Biden una colleja penitencial. Cosas veredes.

Así que no nos extrañemos de lo que pueda pasar. Claro que a estas alturas, y con el desprestigio acumulado, ya no se puede engañar a los que aman la Misa Tradicional. En esto sí que son puntillosos: No se puede abrogar la Misa de San Pío V. Y aunque nos quieran convencer de que Parolin y Ouellet son partidarios de eliminarla y Francisco la suprimirá porque se lo aconsejan estos santos cardenales de todos conocidos, ya no pueden esconder la verdad que tanto les escuece: No pueden soportar que cada día que pasa, es mayor el número de jóvenes (y por tanto ausentes de nostalgias), que asisten a esta Misa.

He dicho a mis hermanos, antiguos discípulos de Fray Gerundio, que cuando esto suceda, permanezcan tranquilos porque ya nadie hará caso y se harán un germánico. Salvo los Obispos de la Orden del Santo Trepe, que no quieran manchas en su expediente y prefieran tenerlas en su alma.

Discípulo de Fray Gerundio

viernes, 27 de marzo de 2020

Una pataleta de la naturaleza (Fray Gerundio de Tormes)



Desde las alturas del Purgatorio se ve al mundo muy ajetreado estos días. No es para menos. En un abrir y cerrar de ojos parece que ha cambiado todo. Ha caído sobre los humanos una situación terrible, una enfermedad sumamente peligrosa, que ya se ha cobrado muchas vidas, con la segura previsión de que el número se elevará, extendiéndose sin límite hasta que se pueda dominar.

Desde aquí se ven las cosas con ojos de eternidad, siempre interpretadas como algo permitido por la Providencia de Dios, que no solamente corrige y castiga a sus hijos, sino que –precisamente a través de eso-, pone en sus manos la posibilidad de la conversión. Mientras los hombres discuten y se pelean por decir que esto es –o no-, un castigo de Dios, aquí sabemos que para los que aman a Dios, todo lo que les sucede es para su bien, (Rom. 8, 28) y eso debería ser suficiente para calmar todo sentido de polémica y abrir la puerta del corazón al Dios de todo consuelo (2 Cor. 1, 3). Por supuesto que es un castigo. Si lo sabremos nosotras, que estamos aquí esperando el Premio Definitivo.

Lamentablemente, se ha perdido –incluso en gran parte de la Iglesia jerárquica-, el sentido del castigo ejemplar como fuente y posibilidad de escarmiento y por eso mismo, origen de un cambio de actitud. En ese mundo tan materializado y tan soberbio, tan orgulloso de sí mismo, tan autosatisfecho de sus progresos técnicos, tan petulante por su dominio de la ciencia y de sus logros médicos, que se permite instituir el aborto de millones de niños y el asesinato de ancianos y enfermos antes de su muerte natural; en ese mundo que se ríe de Dios legalizando las transgresiones de sus mandatos, que se jacta de no necesitar a Dios y se enorgullece de sus pecados… no parece haber espacio para pensar que pueda necesitar un castigo y una reparación por sus pecados.

Y una vez más aparece aquí la verdad de las palabras del Señor: Si no hacéis penitencia, todos igualmente pereceréis (Lc. 13, 1-5). La penitencia es para todos, porque el castigo es para todos y por tanto la conversión está al alcance de todos. Cada cual tendrá que responder en libertad, para rechazar o no esta pedagogía divina. Pero a esa libertad, irá engarzada siempre la responsabilidad. Que producirá en unos, olor de muerte para muerte y en otros, olor de vida para vida. (2 Cor. 2, 16)

Aquí arriba pensamos que este tiempo es favorable para volver a plantearse la vuelta a Dios como Señor y Creador. La vuelta a Jesucristo como Redentor y Salvador. Cuando Dios castigó a los israelitas en el desierto con mordeduras de serpientes, Moisés imploró al Señor y éste le ordenó levantar un estandarte con una serpiente de bronce, de tal modo que todo el que mirara a la serpiente en lo alto, quedaría curado (Núm. 21, 4-9).

En el Antiguo Testamento sí se creía en los castigos de Dios y en la posibilidad de reparar la falta cometida. Y en el Nuevo Testamento, se afirma con toda naturalidad que Dios corrige y castiga a los que ama (Heb. 12, 4-7) y se pone en boca del Espíritu la misma frase en el libro del Apocalipsis (3, 19). Y la Iglesia, a lo largo de tantos siglos, siempre consideró que la Providencia divina prepara los caminos para la conversión de los pecados, incluso con castigos que conforman parte de lo que es la Pedagogía Divina con los hombres.

Hoy en día, una Iglesia que ha querido hacerse humana, demasiado humana, que ha funcionado desde hace ya muchos años con argumentos humanos y superficiales, se avergüenza en tantas ocasiones -por boca de algunos de sus Pastores-, negando de forma dramáticamente cobarde, que esto no es sino un castigo de Dios, ante un mundo engreído y fatuo. Y tú, Cafarnaúm, ¿te levantarás hasta el Cielo? Hasta el infierno te hundirás (Mt. 11, 26).

Y en el colmo de la pandemia vírica, vemos desde el Purgatorio la pandemia universal de esa parte de la Jerarquía que se enreda en explicaciones que, evitando lo sobrenatural, acaban siendo mucho más trasnochadas, paganas e insulsas, zafándose mezquinamente del uso de la palabra castigo.

Por eso Francisco declara ante un periodista anticristiano, que esto es una pataleta de la Naturaleza. Menuda patraña, salida de boca del que debería ser el Vicario de Cristo. Aquí arriba ha sentado muy mal, aunque ya estamos acostumbrados.

Por su parte, el eco-impío Leonardo Boff insiste en que es un castigo de la Pachamama. Tanto querer librarse de lo sobrenatural, para acabar en el feticismo pachamámico de una naturaleza molesta y vengadora porque se la explota y se la maltrata. La venganza de la Casa Común, podría ser el nombre de una nueva Serie (amazónica, claro) en varias Temporadas, que hablaría de la Pachamama-Madre Tierra, que sí es celosa de lo suyo y que sí castiga con razón. No como Dios. Ya conocemos quiénes podrían ser los protagonistas destacados de la Serie.

Mientras tanto, hay un buen número de sacerdotes fieles, que están dando su vida y animando a convertirse y volverse a Dios. A abandonar la antigua vida de pecado y volver al amor del Señor. A volver a la alabanza divina, que no convierta el Sacrificio de la Misa en una pachanga más, como si fuera una fiesta popular. Y a afrontar la muerte con el sentido cristiano que este mundo creía ya superado. Y esperar la muerte, cuando llegue por voluntad de Dios, con la esperanza del reencuentro con Él.

Han llegado hasta aquí arriba en estas semanas muchas almas que, ante esta situación y heridas de muerte por el virus, han podido y querido arrepentirse, han logrado mirar a la Serpiente de Bronce en esas últimas ocasiones que la Gracia les ha proporcionado, gracias a la intercesión y la oración de tantos y tantos fieles actuando –todos a una-, con eso tan maravilloso que es la Comunión de los Santos.

Es cierto que no se están celebrando misas al público durante estos días, pero se están celebrando más que nunca misas privadas, en las que Jesucristo sigue muriendo por nuestros pecados y por la Salvación del mundo. Ahí estamos nosotras –almas purgantes- todos los días bien presentes, unidas también por la Comunión de los Santos al sufrimiento de la Humanidad, para que vuelva los ojos a su Dios. El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra.

La Iglesia verdadera de Jesucristo que no se haya plegado a las consignas paganas de muchos Pastores, deberá aconsejar levantar la mirada a Jesucristo para volver a Él: Cuando yo sea levantado sobre la Tierra, atraeré a todos hacia Mí (Jn. 12, 32). Bendito castigo divino, si muchas almas se vuelven hacia Jesucristo, que es la Verdad, la Resurreción y la Vida.
Fray Gerundio

miércoles, 8 de enero de 2020

Obispos plastificados (Fray Gerundio)



Algunas almas compañeras mías de tercer grado, que al fin y al cabo se sienten miembros de la Iglesia Purgante (siempre se enseñó así), han pedido permiso a la Superioridad para vagar unas semanas por los despachos en los que se cocina la realidad eclesial (como recuerdo que decía, con voz engolada, uno de mis abades modernistas). Querrían estas almas ver en directo cómo van las cosas, para poder aderezar luego las sesiones de terapia con mayor rigor.

Se les ha negado tal permiso. Se les ha dicho que no hay costumbre de permitir a las almas del purgatorio pasar por los susodichos despachos, ya que existiría el peligro de desánimo, enfado e irritación, con los cuales sería más difícil acceder en poco tiempo al Piso Superior, en donde ya todo es bienaventuranza y alegría. 
La verdad es que me parece que lleva razón el Alto Mando. Nos han dicho que nos conformemos con las noticias que ya se van publicando en los medios que no son bobalicones ni rastreros. Así, el propio San Pedro (que conoce bien su Santa Sede), nos ha aconsejado que para los Sacros Palacios basta con que leamos el Specola –dice el Pescador- que informa bien de lo que se cuece en los pasillos, y para las oficinas episcopales es suficiente con leer lo que ellas mismas publican, porque por ahí podemos colegir y vislumbrar por donde van sus ilustrísimas seseras.

Parece que la Conferencia Episcopal Española, ha decidido hacer frente a los problemas que aquejan a la querida España, con valentía, intrepidez y arrojo. Los Obispos se han reunido para tratar algunos de los temas y consideraciones que ocupan su mente y su corazón, empeñados siempre en dar buenos pastos a sus ovejas e impartir doctrina, en tanto que Pastores y dignos Sucesores de los Apóstoles.

Alguien podría pensar que la situación de España, con la ya inminente formación de un gobierno comunista, es preocupante para el Episcopado. La tormenta que se avecina sin duda en torno a la destrucción de todo lo que signifique católico -colegios incluidos-, podría suscitar inquietudes, pesadumbres y temores en sus Ilustrísimas. 
Alguien podría pensar asimismo, que la situación de crisis de la Iglesia, con gran número de cristianos que de hecho han abandonado sus antiguas creencias, la caída en picado de la recepción de sacramentos, los divorcios, el número millonario de abortos, la escasez de vocaciones sacerdotales o el envejecimiento de las ordenes religiosas, que están abandonando conventos de presencia centenaria en pueblos y ciudades, quita el sueño a Monseñores y Prelados. 
Alguien podría sospechar que las reuniones de la distinguida Conferencia Episcopal y todo su enorme aparato burocrático, expresan la honda desazón e inquietud que embarga a los mitrados por el estado agónico del catolicismo español y los ataques furibundos de una izquierda estalinista y narcótica.

Pues no es así. Los pastores de las almas que todavía viven en España, han excretado una declaración en la que se hacen cargo -y comparten con los fieles-, del peligro con que el uso de los plásticos amenaza la convivencia y la salvación de las almas.

En una declaración serena, valiente y cargada de testosterona episcopal, el Secretario General de los Obispos Españoles lo ha dicho sin tapujos, sin ambages y sin pudor alguno: Vamos a tratar de disminuir el consumo de plásticos. ¡Toma ya!

No es fácil para sus eminencias llegar a este punto, sin haber hecho antes una concienzuda investigación sobre los problemas de los católicos españoles. Y para dar ejemplo e ir los primeros delante de las ovejas, -añade el comunicado- se analizarán alternativas para las pequeñas botellas de agua que se puedan ofrecer. Se ha encargado a la Comisión correspondiente la compra de unos 150 botijos unipersonales, para poder ofrecer agua a los obispos durante las reuniones. Claro que los botijos deben ser de barro legalizado por la Comunidad Europea, no resulte ser barro de alguna zona minera, y se cuelen junto con el agua algunas unidades de Zinc o de Manganeso, que luego con la orina episcopal desequilibre el medio ambiente.

Por otra parte, conviene que se sepa que los Obispos están construyendo un edificio que va a ser la cumbre y la repanocha de la ecología integral:
«Nosotros mismos hemos comenzado una obra para hacer un edificio de editoriales a 200 metros de aquí, los criterios dados son que sea un edificio que pueda ser ejemplar desde el punto de vista ecológico, de su aislamiento a la hora de las pérdidas de calor y frío, de lo que hoy se nos aconseja, como las placas solares y la gestión de residuos»
¡Toma!

Pero no acaba aquí la cosa. Hay más preocupaciones. El Secretario de los Obispos, con cara de Greta sonriente dice que tienen la impresión de que en la Conferencia Episcopal Española tiran «mucho papel a la papelera» y van a estudiar «cómo gestionar estos gestos sencillos».

La verdad es que en esto sí estoy de acuerdo con Mons. Greto, porque quizá sea la propia Conferencia Episcopal la que haya evacuado más papel en los últimos cincuenta años, a juzgar por las Declaraciones, Programas, Proyectos y todo tipo de Documentación destinados siempre a clarificar a los fieles por dónde deben ir sus actitudes católicas.
Siempre con firmeza y claridad. Que hay que votar en conciencia, que no se puede votar a Vox, que hay que ser demócratas con el voto, que hay que estudiar bien los programas políticos de los partidos, que hay que poner la X en la declaración, que hay que atender a los inmigrantes y que hay que tender puentes. O sea, que efectivamente debería haber mucho menos papel, al menos el que se usa para estos menesteres, porque para superar el miedo, creo que deben seguir usando el habitual.

En fin, la sensación general ha sido la de que los Obispos españoles comparten las inquietudes de sus ovejuelas. Mientras la Conferencia Episcopal alemana hace la conversión homosexual para bendecir parejas del mismo signo que se atraen, en España se cuida el medio ambiente, se quitan las botellas de plástico y se edifica con ladrillos refractarios de usar y tirar. Y las almas, y su salvación, abandonadas en el cubo de la basura (para reciclar en el infierno).
Fray Gerundio

Cartas desde el Purgatorio. Reciclando la Biblia (Fray Gerundio)



La posibilidad de hacer algún que otro viajecillo por la tierra en calidad de alma en pena, no me anula -sino que me incrementa-, la facultad de apreciar las contradicciones de los mortales. Se ven de forma más nítida los pecados, traiciones, chalanerías e hipocresías mundanas que abundan en todos los rincones del planeta. Ya puede uno verlo sin posibilidad de tentación y con un realismo que escapa a los ojos de los vivientes. Y con una serenidad fuera de toda turbación, al estar en otra dimensión.

Entre estas contradicciones, está la de alborotarse y protestar por el hecho de que algún presidente del gobierno, ande trapicheando con los enemigos de su propia nación, con tal de gobernar y destruir aquello que juró defender. Anda en juego una clara traición, en medio de un palabrerío, que exalta el amor y pasión por la “justicia” y la “legalidad”.

Sin embargo, muy pocos se escandalizan de que su propio Pastor y Vicario de Cristo (¡¡) destroce sistemáticamente el depósito que debe guardar a toda costa y que también juró defender. Son muchos los que creen que es imposible que elabore enredos, tejemanejes y tambalaches con los enemigos de Cristo. Y que pacte con ellos su investidura, a ver si en algún momento llegara el tan ansiado Nobel de la Paz.

No parece que escandalice que instruya a los niños cristianos a que no conviertan –ni lo intenten siquiera-, a sus compañeros musulmanes o judíos, porque hay que ser tolerantes y respetuosos. Claro que si se encuentra un compañero de pupitre que se haga pis en el césped, deben recriminarle. O si el compañero Agapito se percibe como chica, debe llamarle en adelante Agapita sin mover un músculo facial, pues sería un pecado imperdonable de bullying escolar y objeto de denuncia, por maltratar a la pobre neo-chica. O si viera que en el comedor del colegio no se recicla la basura, debe emplear toda su tolerancia-cero frente a este pecado ecológico de llenar este mundo de desechos y plásticos. En ese caso, el director de dicho colegio, no tendría ya que estar al frente de una institución que corrompe niños, al no enseñarles a diferenciar el contenedor amarillo del verde. Esto es lo que importa.

Por eso se van imponiendo los pecados ecológicos, que son ahora los nuevos pecados verdes, frente a esas listas interminables de pecados morales –mortales-, que solamente expresan una tendencia quisicosista, atrabilaria y antediluviana propia de otros tiempos. Ahora somos responsables del Planeta y sentimos que la Madre Tierra nos va a pedir cuentas si la maltratamos, aunque ya sabemos –lo ha dicho Francisco-, que eso de que Dios premia a los buenos y castiga a los malos es otra filfa que nos han estado colando sus dignos antecesores. Dignos, pero completamente fuera de onda y “apuntando” fuera de tiesto. Ahora se llevan los pecados con los inmigrantes, o los pecados climáticos o los consumistas o los pecados de venta de armas, siempre que no sea a la Guardia Suiza, claro.

Todo esto no es nuevo y se viene cocinando a fuego lento durante este Glorioso Pontificado. Sin embargo, durante este mi último paseo mundial, me he percatado de que ya se ha movido con fuerza, al modo apisonadora, el elemento que faltaba: es necesario contar con la autoridad bíblica. Sí, aunque parezca mentira, esa misma autoridad de la Biblia que se ha estado pisoteando desde que San Pío X pusiera al descubierto las andanzas y maniobras hermenéuticas del modernismo.

Primero se vio la necesidad de hacer una desmitificación de los milagros. De esta forma, pudimos saber de mano de los propios expertos en Sagrada Escritura, que los milagros no eran más que expresiones del entusiasmo popular que veía con ojos de panoli una realidad completamente diferente. Cuántas veces hemos oído ya –en este Glorioso Pontificado y mucho antes-, que la multiplicación de los panes y los peces (por ejemplo) era cuando menos una especie de ficción imaginativa que les hizo creer que había numéricamente más panes, cuando en realidad lo que se había multiplicado era el deseo de distribuir y participar en una comida conjunta. Se les quitó el hambre, no porque hubiera más panes, sino por el intenso afán y entusiasmo de compartir. De este modo, pasaron a mejor vida los milagros de Jesucristo (perdón, de Jesús de Nazareth) en aras de un mayor realismo que despojaba a los evangelios de exageraciones innecesarias, impropias ya de un cristianismo con una madurez post-conciliar y liberado de atavismos.

Luego vino la re-interpretación de las propias palabras de Jesús. Entre que no había grabadoras (como dijo hace poco un ilustre cerebro con bigote), y que los redactores seguían exagerando los términos, los únicos que podían interpretarlo correctamente eran las mentes pensantes exegetas, que tuvieron la misión divina de ilustrar a todo el pueblo de Dios sobre lo que realmente-quería-decir-Jesús, ya que ellos habían desbrozado los textos hasta llegar a las mismísimas palabras de Cristo. San Mateo o San Lucas o la comunidad presente, no habían plasmado lo que realmente dijo Jesús. Pero tranquilos, porque los cerebros de las Comisiones Teológicas o las Comisisiones Bíblicas, sí que lo saben y así lo imponen a los ignorantes que no han estudiado a fondo como ellos.

A continuación se tuvo que descifrar la misma conciencia de Jesucristo. Y los sabios descubrieron que eso de ser Dios y Hombre hay que tomarlo más despacio. Jesús de Nazareth no tenía ni idea de eso hasta que un día se despertó y se vio elegido por Dios para salvar a los pobres. Y se fue animando y animando, hasta que comenzó a dejar que le llamaran Mesías, por aquello de recibir apoyo moral de los fanáticos que le iban acompañando. Pero ni se le pasó por la cabeza dar doctrina alguna, sino más bien dejar ese trabajo al Pueblo Liberado de la opresión. De ahí que solamente los teólogos de la liberación y la teología del pueblo –por los cuales habla en Espíritu-, sean los únicos capacitados para iluminar el mundo de tinieblas de la teología paulina o escolástica, que no acertó en esa interpretación. Pobrecillos.

En estos días se ha dado el paso que faltaba. Hay que rehabilitar como sea la homosexualidad en la misma Biblia. Y los expertos de turno, han evacuado su dictamen lúcido y clarividente: la Biblia no condena la homosexualidad porque siempre que habla del amor, no especifica sino que solamente dice que es entre dos. Hay que tener en cuenta sus implicaciones éticas y no el hecho mismo de la homosexualidad. Toma ya. Cuando querían los Sodomeses (para no decir la maldita palabra) y los Gomorritas (idem) cercar a Lot y los suyos, en realidad fue porque eran extranjeros, no porque fueran culturalmente distintos y se percibieran como maricas. De ahí que Dios destruyó la ciudad a base de lluvia de fuego, por no acoger al inmigrante. Si hubiera sido por el pecado nefando (perdón), seguro que Dios les habría mandado un Arco Iris.

En mi sesión de terapia purgativa de esta semana, hemos analizado el texto de la Pontificia Comisión Bíblica, con lupa atemporal. Estamos seguros de que en la próxima entrega la susodicha comisión llegará a justificar que Onán era en realidad un sentimental romántico, las codornices que Dios mandó al desierto eran vegetales volátiles, los apóstoles no eran en realidad pescadores, sino medioambientalistas del Tiberíades o que el agua de las tinajas de Caná de Galilea estaba sin depurar y por eso les supo a vino.


Es cuestión de tiempo.

Fray Gerundio

lunes, 23 de diciembre de 2019

CARTAS DESDE EL PURGATORIO: Corredención y Mestizaje (Fray Gerundio)




Según el cómputo mundano, hace ahora año y medio que llegué al Purgatorio. Salí de mi mundo conventual sin mucho estrépito y con cierto deseo de conseguir por fin la paz -anhelada y extrañada- a lo largo de mis últimos años de forzoso retiro monacal. Se me dijo al llegar, que eran muchas las manchas y heridas de mi alma y muchos los pecados, amén de innumerables faltas de amor al Señor acumuladas durante años. Por lo cual debía someterme a una curación intensiva que llevaría su tiempo, si es que en este lugar –fuera del tiempo-, pudiera utilizarse esta expresión.

El único deseo que tenemos los que moramos aquí, es conseguir ver el rostro de Dios, abrazar a Jesucristo –Dios y Hombre verdadero-, besar a la Virgen María y poder cantar durante toda la Eternidad las grandezas del Todopoderoso. Pobres de los que creen que el Purgatorio es incompatible con el Amor de Dios. Desgraciados los Pastores que esparcen entre sus ovejas la moderna teología de que se trata de un invento medieval. Ojalá descubran su existencia llegando aquí; no vaya a ser que se enteren desde fuera, desde ese lugar tenebroso del que ya nunca se podrá salir, aunque crean que está vacío.

El caso es que he conseguido de San Pedro mi tercer grado penitenciario. Mi trabajo me ha costado. Aquí la Justicia es de verdad y no como en el mundo, en donde las penas de cárcel y las sentencias están en manos de jueces corruptos, politiqueros y cobardes. Y por supuesto, aquí no existen esos llamados juicios mediáticos que recuerdo había en el mundo, por los que se podía condenar a un asesino terrorista a cuatro meses de pan y agua, mientras se le encasquetaban cuarenta años a un pobre albañil, por haber piropeado desde el andamio a una viandante feminista.

El caso es que, aunque sigo anhelando mi total liberación y mi paso a la vida celestial, dispongo ya de algunos privilegios. Mi Guardián me permite ahora poder estar enterado de algunas noticias eclesiales y políticas. Poder comentarlas como hacía en el mundo de los vivos. Y además, sin necesitar ayuda de novicios expertos en tecnología de las redes. Aquí hay una conexión de gran calidad y sin límite de tiempo, claro. Me han dado acceso a algunas páginas de noticias que me proporcionen datos actuales, para las sesiones de terapia que tenemos los que ya estamos en este tercer grado purgatorial y así poder ayudar –con mi experiencia de viejo monje-, a los que están como yo a la espera de llegar a la posesión de la Verdad.

Casi todos por aquí andan indignados (si se pudiera hablar así). No digamos San Pedro, que dice que el nivelazo que ahora hay en su Antigua Sede está más o menos por el betún. Se irrita al ver el nivelazo teológico, nivelazo de corrupción y -cuando más se enfada-, llega incluso a hablar de nivelazo satánico. Sin dejar, claro está, el nivelazo de vulgaridad.

Ayer, sin ir más lejos, había un ambiente desquiciado. Había llegado a la sala de lecturas una nota que decía que el Santo Padre se había estado riendo de la Corredención de María en nuestra Salvación. Ya se sabe que Jorge Bergoglio es un gran teólogo, pero esto parece que supera todas las imaginaciones. Claro, destrozar y fundirse en un par de frases toda una tradición que ha presentado a María como Corredentora, y decir que eso son tonteras (algunas almas del purgatorio europeas no entendían esa expresión), es tirar escombros y estiércol sobre la Virgen María y mucho más en el día de la Guadalupana.

Yo recuerdo de mis tiempos mozos, cuando los avanzadillos postconciliares rahnerianos y otras especies adyacentes, decían casi con lágrimas en los ojos y aires místicos, que a María había que quererla mucho, pero ¡¡cuidado!! porque por encima de Ella está el mismo Dios y no hay que pasarse. Con lo cual, estos listillos profanadores infectados de protestantismo, intentaban cargarse la mariología, queriendo aparecer al mismo tiempo como los más amantes de la Virgen. De hecho, el mismo Concilio relegó a la Virgen a un capitulillo, alegando que eso se hacía porque se quería mucho a la Virgen y para darle más importancia. Si se descuidan un poco, no la nombran ni en la bibliografía. Según ellos, durante siglos se había dejado de lado a Dios para fijarse en María. Claro, éstos acababan por dejar de lado a María y al final dejar de lado también a Dios, para centrase en el hombre. Así nos ha lucido el pelo.

Las palabras de Francisco no tienen desperdicio:
Cuando nos vengan con historias de que había que declararla esto, o hacer este otro dogma o esto, no nos perdamos en tonteras: María es mujer, es Nuestra Señora, María es Madre de su Hijo y de la Santa Madre Iglesia jerárquica y María es mestiza, mujer de nuestros pueblos, pero que mestizó a Dios.
Como siempre, esto ha desaparecido de la página de la Santa Sede, no vaya a convertirse la tontera en doctrina infalible. Y es que solamente la palabra dogma, produce en Francisco ardor intestinal e irritación neuronal. Dogma, verdades estables, eternas y reveladas. Puaj!! Cosas de teólogos.

Yo no sé cómo alguien puede pensar todavía que Francisco podría declarar el Dogma de María Corredentora o María Medianera de todas las Gracias. Ahora, los únicos dogmas son los del Cambio Climático y los Pecados Ecológicos, que seguramente estaban ya escritos en las Tablas de la Ley, pero como Moisés las rompió cuando vio que estaban adorando al Becerro Pachamamo, pues no se llegaron a conocer. Y como no había grabadoras ni celulares, pues por eso ha quedado escondido hasta el Pontificado Actual.

Volviendo al Sermón del pasado día 12 de los mortales, lo más gracioso visto desde aquí arriba, es el impulso que da a la teología del mestizaje: María mestizó a Dios. Algunas almas del purgatorio decían ingenuamente que puestos a eso, entienden mucho más claramente la idea de María-Corredentora que la idea de Maria-Mestizadora. Yo creo que debía ser algún alma purgante del siglo XIII que todavía no ha evolucionado.

Y la guinda del pastel bergogliano:
María mujer, María madre, sin otro título esencial. Los otros títulos —pensemos en las letanías lauretanas— son títulos de hijos enamorados que le cantan a la Madre, pero no tocan la esencialidad del ser de María: mujer y madre.
O sea, que ya lo saben. Cuando los hijos cantan las Glorias de María, no afectan a su esencialidad. Por eso, en la Distinguida Teología del Mestizaje, si yo digo en las letanías: Madre Inmaculada, no afecta a su esencialidad; y si digo Madre Castísima, no afecta a su esencialidad.

Lo que yo decía: Mucho amor a la Virgen , pero al final no queda nada en pie. Menos mal que aquí arriba, la Virgen no necesita bomberos pirómanos que vengan en su ayuda.

Consolatrix afflictorum. Miserere nobis.

(Sin que eso afecte a su esencialidad)

lunes, 7 de enero de 2019

El sonsonete (Fray Gerundio)



Lo malo del sonsonete, como su nombre indica, es que siempre está dale que dale. O sea, que no para. Es una especie de cantinela que en ocasiones puede resultar muy molesta, y que lleva consigo la reiteración en el tema de fondo. No son variaciones para un mismo tema, como hacían nuestros músicos clásicos. Es por el contrario un mismo tema sin variaciones. O mejor dicho, las variaciones son cada vez más escogidas y seleccionadas.
Viene esto a cuento, porque estoy convencido de que si un habitante de esta Madre Tierra y bendita Pachamama que nos ha tocado habitar, se fuera del planeta unos pocos meses, encontraría al volver los mismos sonsonetes y cantinelas, pero con un añadido especial, con ese toque de solera que da el paso del tiempo. En el caso de esta Iglesia bergogliana, la solera de cinco años le ha introducido añadidos tiránicos, malolientes, tramposos… y si se me permite decirlo, mientras me santiguo con agua bendita preconciliar, también añadidos diabólicos cocidos en salsa satánica. Nada de cocina minimalista.
Las noticias se suceden sin cesar. Y van apareciendo como un rosario de cerezas enredadas. A cualquier hora. En cualquier medio. 
Que si se les pega la patada a los –hasta hace poco- astros de la comunicación de Francisco, justo cuando tenían las uvas del 2018 en el galillo. Adiós Míster Greg.
 Que si se promueve al amiguete de turno, que si se le da un carguito al periodista pelotillero en un ritornelo (o ri-tornelli) de enchufados. 
Que si se le dice a la Curia que lleven cuidado con su alma (la de ellos, claro). Que si se envía una carta a los Obispos USA como si fueran chilenos, sacando el carnet de sucesor de Pedro pata negra –Ja, como si eso le preocupara-, que si se dice que la Virgen no era santa, sino aprendiza de ídem y poco a poco. 
Que si se prefiere que la gente no vaya a la iglesia y sean ateos. 
Que si se acoge en Roma a un curita sosssssspechoso que fue expulsado de allá, pasó por Osorolandia, llegó a Santa Marta y se instaló en el refectorio con un carguito a medida para él. 
Que si se encumbra a otros más sosssspechosos todavía a la Peña más alta de la diplomacia vaticana. Casi nada, Edgar…
El caso es que no hay cuartel, ni en días de vacaciones (en que los hijos de las tinieblas sigue laborando), ni en plena Navidad. No se deja títere con cabeza ni en días sagrados como los que estamos celebrando. No para el sonsonete cantinelo. 
Incluso trabaja a distancia: -Oye Trucho, hazme un decreto en el que te cargues la misa tridentina, a ver qué dicen los pepinillos en vinagre. Sirva tu diócesis como globo sonda para que se vayan preparando. Ya sabes que el próximo capelo va para tí. Tú que entiendes de besuqueos, hazles besar el suelo a tus tradis. Que luego entro yo en acción.
Así las cosas, mientras se dan consejos variados y muy políticamente estables. Mientras se pone cara de ético. Mientras se pontifica sobre lo mala que es la gente y lo bueno que es el que suscribe -yo, sucesor de Pedro- ..., se predica la paz y se insiste en que no hay que criticar ni chismorrear, se va liando la cosa y se va organizando, desarrollando y remodelando el embrollo que ya la serpiente quiso organizar en el Paraíso, cuando los primeros monos pillines empezaron a pecar y a comer manzanas en lugar de comer plátanos.
Así que no quiero felicitar el año a mis frailes, porque 2019 va a ser de cuidado. 
Mientras se acusa a los del otro lado del atlántico para que no permitan en sus diócesis abusadores, se concentran bujarrones-abusadores junto a la tumba de San Pedro y a la sombra de Santa Marta. 
Mientras se denuncia a los cómplices silenciosos de allá, se acoge a los cómplices amiguetes acá. Y el Jefe Cómplice admite renuncias según de quién. Ahí está el renunciado Wuerl, sin renunciar al motivo de la renuncia y sin ser renunciado por el Renunciador. Tiempo tendremos de hablar de ello si Dios nos da fuerza y salud.
De momento, la felicitación del año puede reducirse a pedirle a Nuestro Señor, que es Juez Justo, que ponga a sus enemigos por escabel de sus pies. Tal como ha rezado la Iglesia durante tantos siglos. Siempre y cuando no sean inmigrantes, musulmanes o luteranos, claro. Ya sabemos quiénes son los enemigos…
Fray Gerundio

viernes, 6 de julio de 2018

Fraterno Macron (Fray Gerundio)




Ha pasado ligeramente desapercibida la entrevista del Presidente de Francia con Francisco. En principio, creía yo que se trataba de una audiencia más de Bergoglio a un Jefe de Estado. Son muchas a lo largo del año. Pero al ver las imágenes, que me ha mostrado en su tableta uno de mis novicios tecnologizados, se me ha encogido la cogulla y de nuevo una mosca se me ha paseado por detrás del pabellón auditivo.

Ya sabemos que las caras que adopta Bergoglio con sus interlocutores, mandan un mensaje a la prensa y -de rebote-, al mundo mundanal. Si es Donald Trump, cara de pepinillo en vinagre. Es sabido que Donald es capitalista e imperialista, así que mensaje de disgusto, desagrado e incomodidad papal. Si es Evo Morales, cara de satisfacción. Es sabido también que Evo es periférico, insolvente, indigenado y amigo de la hoz, así que cara de gustirrinín, estallido de felicidad y regodeo en el personaje. Y una conversación sin traductor, a menos que el Evo hable en chitichanga.

Y a los dos se les regala un ejemplar de la Exultate Gaudium. A Trump, para que se chinche y vea que la doctrina francisquista es anticapi. Y a Evo, para que le sirva de libro de oraciones de la noche, antes de irse al camastro indiano evo-cando a la Madre Tierra.

Lo que se ha transmitido a la prensa en la entrevista con Macron ha sido almíbar por ambas partes, sintonía garrapiñada por los cuatro costados y cómplice felicidad ante las cámaras. Casi navideño. La laica Francia de Macron besa al Papa de la primavera y de los pobres, relata un emocionado periodista digital. Rome Reports lo relata de esta manera:
El Papa y el presidente francés departieron durante casi una hora. Los 57 minutos que Macron ha permanecido reunido con el Papa le convierten en el mandatario al que más tiempo ha dedicado Francisco.
Y es que sobre la mesa tenían muchos temas que tratar como el medio ambiente, una cuestión que preocupa a ambos especialmente tras la salida de Estados Unidos del acuerdo de París; la situación de las minorías religiosas en Oriente Medio; conflictos en curso como los de República Democrática del Congo o República Centroafricana; y también, por supuesto, la crisis migratoria en el Mediterráneo que está polarizando posturas de países como Italia y Francia.
O sea, que nada menos que 57 minutos, para hablar de estos temas tan sobrenaturales que tanto preocupan a Francisco (y a Macron). Como si el Presidente francés necesitara compartir el sentido de alta política de Francisco, y/o atendiera atentamente el parecer de Bergoglio en los temas señalados. O como si los conflictos en la República Centroafricana fueran una preocupación del papa argentino. 

Para mí que Macron ha venido a decirle a Su Santidad cuáles serán los próximos pasos a dar y cuál es su vela en el entierro masónico que se avecina. Tendremos que estar ojo avizor a los próximos acontecimientos o cambios de timón francisquista en algunos temas de actualidad. Digo yo…

He desatado la cólera de mis jóvenes hermanos cuando he comentado que a este comunicado del Vaticano le habría faltado un párrafo más:
La visita de Macron, se enmarca dentro de las relaciones que la Santa Sede ha tenido últimamente con el Club Bilderberg con la presencia del cardenal Parolin (que estuvo unos minutines de nada). 
Tras la entrevista con el Papa (y ya sin periodistas), se ha reunido el Presidente francés con Parolin para ultimar algunas cuestiones que hay que comenzar a tratar dentro de la fraternidad mutua, la obediencia debida y el compromiso masónico adquirido. La visita duró 33 minutos.
En fin, ya se sabe que soy mal pensado. Aunque lo más tierno ha sido el beso final del joven Macron al viejo Bergoglio; la mano por el hombro y el gesto de cariño por la cabeza del presidente laico al pontífice laicista. 

Esto es lo que se llama Fraternidad. Amor y unción. Y todos, encantados de la vida. A seguir con el guión establecido, y con el compás. Y el delantal.

Fray Gerundio

viernes, 29 de junio de 2018

Neocardenales Amazónicos (Fray Gerundio)




No quisiera volver a repetirme sobre el V Consistorio del Pontificado de Francisco. Insisto en que ésta es una movida para desprestigiar el Estamento Cardenalicio, un consistorio centrípeto que arrastra hacia Roma a los llamados ahora Obispos de los pobres, que entrega el capelo a los que se han destacado por su poco destacar, que rechaza las grandes Sedes Metropolitanas y escoge obispados periféricos. 

Ya dije en alguna ocasión, que me parece que Bergoglio lanza diferentes mensajes con cada uno de estos nombramientos, negando sus particulares regalías a los que estuvieron en el punto de mira de sus animadversiones y antipatías, en sus tiempos bonaerenses de conspirador-candidato del Sistema.

Hoy han sido las ceremonias. Por eso estos días, continúan los medios afines sus lavados de cara y de cerebro para adoctrinarnos, explicando el porqué de cada nombramiento. Si los ha elegido Francisco, buena elección es. Y que nadie se atreva a criticarla. Es un guiño más en el guiñol actual. Dime quién te ha nombrado cardenal y te diré quien eres.

Como siempre, -y gracias a los tabletones de mis novicios tecnológicos-, los videos del oficialista Rome Reports, son muy expresivos. Llevan al videolector por el adecuado camino de la verdad. Para que no haya posibilidad alguna de discrepancias. En estos temas, el diálogo se va a freír espárragos y se extiende un manto de silencio que el Sistema respeta.

Al ver los susodichos videos, me gusta leer la “letra pequeña” y explicarla a mis jovenzuelos para que se espabilen y salgan de su atontolinado francisquismo. Me dicen que no es bueno que un viejo fraile sea mal pensado, pero les contestó que el Señor también lo era: no quiso decir si había que pagar el impuesto al César porque no se tragó el cuento chino de los fariseos que le preguntaban “con mala intención”. 

O sea, que según los métodos histórico-críticos, el Señor también era mal pensado cuando se encontraba cara a cara con los pillastres. O hubo algún mal pensado en la comunidad primitiva, que introdujo eso en el Evangelio. Algunos pillastres de ahora dejan en mantillas a los fariseos de entonces.

El neocardenal de Bolivia -se nos dice-, trabajó de albañil y vendiendo periódicos, fue minero y limpiabotas. Habla quechua y está viviendo entre los más pobres. Que se lleva de rechupete con la Conferencia Episcopal –cuando todo el mundo en Bolivia sabe que de eso nada, monada-. 

Las noticias sobre su vida destapadas por los medios y conocidas por Roma, graves noticias que le impedirían ser cardenal, no aparecen en ningún momento de la entrevista, claro está. Se ha decretado que son falsas. Ni siquiera existen. Y se silencia a quien sea

Habrá que recordar este suceso cuando dentro de unos años se nos diga, como un descubrimiento insólito, que Francisco I el Super-Magno investía cardenales viejecitos y temblones, pero con carga anti-celibataria, por decirlo de modo suave. Lo que ahora critican tanto de Juan Pablo II con Maciel, a toro pasado. Y es que a capelo designado, no le mires el diente.

Pero es mucho más divertida la entrevista al peruano neocardenal neoamazónico, que no tiene pinta de nada de amazónico, por cierto. Pero es jesuíta, claro. Y además, encarna una postura enfrentada con el cardenal Cipriani (al que no le sirve de nada sus últimas genuflexiones ante el pensamiento francisquista). La misma prensa peruana lo ve así:
Para la Iglesia peruana es un hecho sin precedentes que el Perú tenga dos cardenales. No obstante, y como era previsible, rápidamente se ha observado la diferencia entre ambos líderes de la Iglesia peruana, Barreto y el arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani. Este último pertenece al ala más conservadora de la Iglesia, en tanto que el nuevo cardenal exhibe posiciones más comprometidas con los mensajes del Papa sobre el medio ambiente, los DDHH, la corrupción y la protección de las víctimas de las violaciones en el seno de la Iglesia. En ese sentido, la designación del obispo Barreto como cardenal es una bocanada de aire fresco y amable frente a quienes pretenden imponer fundamentalismos.
“El Papa ha querido acercar la Amazonía a Roma y Roma a la Amazonía”, dice el neocardenal después de sudar la gota gorda antes de alumbrar esta frase, tan teológicamente densa. Y en un ejercicio de plan pastoral propio de la Iglesia Primaveral de la que gozamos, y que él va a intensificar desde su nuevo puesto vestido de rojo, su propósito es una especie de poema tetrástico episcopal: Cuatro grandes objetivos.

No me resigno a copiarlo, pues es digno de los planes episcopales más ambiciosos, de profundidad teológica inusitada y de inicio de una etapa cardenalicia que brillará en el Perú por los siglos. Si San Ignacio de Loyola levantara la cabeza, sentiríase orgulloso de éste su hijo con capelo incorporado. Estas son sus cuatro prioridades:

Primero, es toda la ecología, el cuidado de nuestra casa común. No solamente la Amazonía sino en general el cuidado de la casa común.

En segundo lugar, la lucha contra la pobreza extrema.

Tercer gran desafío, es la mujer.Y así feminicidios, violencia familiar.

Y cuarto y último tema, que no es propiamente solo del Perú, es la gran corrupción que hay. Una corrupción que es el peor cáncer político”.

¿Y el encaminar a las almas al Cielo? ¿Y enseñarles a amar a Dios? ¿Impulsar el matrimonio cristiano, amazónicamente olvidado? ¿Luchar contra el pecado? ¿Vida de sacramentos? ¿Y algún etcétera más, que no sea mudano e intraterreno?

Y es que enales LDR 
s neo-carde, como los neo-santos, como los neo-milagros, ya no son lo que eran. Las rebajas de temporada se han puesto en marcha en la neo-iglesia de Francisco. A mí me mosquea que hablando ya –como están-, del sínodo sobre la Amazonía del año 2019, se pongan en marcha dos candidatos perfectos para redactar las conclusiones: uno que puede dar charlas sobre los sacerdotes casados-rejuntados; y otro, que tiene entre sus principales proyectos la mujer, para el cuidado de la casa común…. Ya veremos si me equivoco.

FRAY GERUNDIO

viernes, 22 de junio de 2018

El Déspota (Fray Gerundio)



Francisco ha dedicado su catequesis de los miércoles a los Mandamientos. Y nos ha hecho saber que en realidad, los mandamientos no son mandamientos. Hubo hasta ahora un error de interpretación, o más bien una descarada mala intención en la Iglesia de los veinte siglos anteriores. Nos engañaron diciendo que hay normas que cumplir, obligaciones que atender y criterios o fórmulas que poner en práctica. Y unas obligaciones morales que vivir. Pero de eso nada. En realidad hay sugerencias, proposiciones, que indican algo, pero sin imponerlo. Vaguedad de vaguedades, todo vaguedad, que decía el clásico.

Nos la dieron con queso y nos estafaron aquellos malditos catecismos antiguos al hablar de los mandamientos que debemos cumplir. Nos dieron el timo del tocomocho aquellos antiguos libros de Moral en los que se hablaba de los deberes para con Dios, deberes para con el prójimo, deberes con uno mismo y todas aquellas verborreas asfixiantes. 

La tentación de la serpiente en el Paraíso quería mostrar –dice Bergoglio-, a un Dios envidioso del hombre que le dictaba normas, cuando en realidad Dios no quiso hacer eso, sino dialogar con el hombre -y con la mujer-, sin imponer: Podéis comer de todos los frutos del jardín, pero debemos entablar un diálogo constructivo para ver si os parece –no quiero forzaros, por favor-, que comer del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, sería algo inadecuado e incoherente con vuestra dignidad humana.

Y es que –dice Francisco, en su habitual manejo de las palabras-, Dios no es un déspota. En eso estamos de acuerdo. Es que Su Santidad sabe muy bien lo que es un déspota, porque conoce gente muy cercana que sin duda lo es. Un déspota es un dictador. Un tirano. Tiene razón Francisco al decir que Dios no es como Fidel Castro, o Maduro, o Evo Morales a los que él conoce bien. Creo que nunca se lo ha echado en cara a ellos, pero ha sido porque no ha tenido ocasión de hacerlo. Cuando estaba frente a ellos, se le olvidaba hablar de eso. Incluso fue a visitar a Fidel en su lecho de pre-muerte, pero no era el momento de tocar ese tema. Pero el caso es que Dios no es un déspota y Bergoglio lo sabe bien. El Dios de los musulmanes (ese que dicen que es igualico al nuestro), sí es un déspota y Francisco lo sabe bien, pero tampoco es el momento de decir eso, no se vayan a enfurruñar los muslimes.

Comentaba yo con mis hermanos frailes, que en mi larga vida monástica y sacerdotal, nunca me he encontrado católicos que piensen que Dios es un opresor y mandón. Mucho menos después del bendito y bonachón concilio Vaticano II: pocos católicos habrá que piensen que Dios es un déspota

La catequesis almibarada de los años setenta y siguientes –hasta la fecha-, más bien ha insistido en la idea de que no hay que preocuparse porque ancha es Castilla, y Dios es más bien un compi-yompi, un colega guay, una especie de cardenal Osoro con algo más de categoría, acomplejado y dispuesto a llegar a un consenso para mandar a la porra sus propias exigencias, si así lo piden –y lo reivindican-, las bases. No faltaba más.

Mi abuela palentina solía repetir aquel refrán del Quijote: Le dijo la sartén a la caldera: ¡Quítate allá ojinegra!, para referirse a aquellas personas que ven fácilmente los defectos ajenos y no ven el suyo propio. Y eso es lo que pasa. 

Francisco ha demostrado suficientemente en este lustroso pontificado (ya llevamos cinco años), que él sí es un déspota. Porque de diálogo, nada. 
Bueno, sí. Ha dialogado con los ateos, con los musulmanes, con los valdenses, con los gays, con los transferatus, con los agnósticos, con los kasperitas, con todo bicho viviente (sobre todo si es bicho), pero actúa despóticamente con los rígidos y dubitativos que le mandan cartas de las que se entera por los periódicos.
Entonces, ¿por qué dice esto Francisco en plena catequesis de miércoles? ¿Lo dice para los presentes? ¿O como suele hacer habitualmente, lo dice para enviar otro mensajito a los estáticos encastillados en los mandamientos tradicionales, en las normas y costumbres, en las arenas movedizas de la tradición que impide volar y desarrollarse para evolucionar hacia homo franciscus, especie de punto omega ante el cual toda rodilla se doble…?

Le encomendaré a alguno de mis novicios que haga un trabajillo sobre los actos despóticos de Francisco: 
Eliminar milagros para las beatificaciones (yo decido cuándo son suficientes y cuándo no),inventarse mártires marxistas e imponer su canonización (son mártires porque yo lo digo, aunque hayan muerto en la bañera), eliminar doctrinas que estorban (llegado YO, esto se quita de enmedio), desprenderse o no de Obispos (éste con 75, al paro; éste con 84, en activo);  cerrar u hostigar seminarios que no simpaticen con el modernismo;clausurar la vida de clausura –valga la redundancia-,y así podríamos continuar.
Decididamente, estoy de acuerdo. Dios no es un déspota.

Bergoglio, sí.

Fray Gerundio

viernes, 15 de junio de 2018

Los nepotes de Francisco (Fray Gerundio)


Los novicios que vienen de Roma no tienen ni idea. Estábamos conversando los frailes añejos sobre la capacidad que tiene Bergoglio para construir un nepotismo pontifical estilo new age. Los indoctos jovenzuelos, como llegan con reciclaje modernista-bergogliano, se han apresurado a desmentirnos categóricamente diciendo que Francisco no tiene ningún sobrino cerca de sí, al que haya dado un puesto importante.
Los pobrecillos novicios no saben nada de latín, pero tampoco saben de la historia que están viviendo en estos días.  Fray Malaquías les ha tenido que explicar que nepote, significa originalmente nieto o sobrino. Aunque parece que ha prevalecido más bien el significado italiano de “sobrino de alguna dignidad eclesiástica que recibe favores por su condición de tal”. Pero nepotismoes un término de más amplio significado que viene a expresar la repartición de cargos y prebendas, -el trato de favor-, a amiguetes y dilectos predilectos.
Los papas del Renacimiento hicieron cardenales a muchos de sus fámulos. Lo mismo en los siglos posteriores. Hasta que el papa Inocencio XII promulgó una bula contra la creación de cardenales-nepotes. Por supuesto que ya en tiempos de Pío XII se consideraban cosas del pasado. Y qué diríamos en el contexto del Vaticano II, en el que se recuperaba (?) la primitiva ingenuidad y simplicidad de la Iglesia. Hubiera sido algo intolerable mantener esta institución tan poco evangélica. ¡Eso eran signos tridentinos!
Sin embargo, Francisco ha vuelto a esta práctica con sus modales habituales y formas dictatoriales. No se sabe ciertamente que haya en el Vaticano muchos sobrinos de Bergoglio, aunque sí se sabe y se conoce de sobra, el numeroso ejército de preferidos que estarían lavando coches o lustrando botas, o en algún club de alterne, si los ojos de Su Santidad no se hubieran posado en ellos.
No tendría nada de particular ni de incorrecto, si estos niños mimados de Bergoglio fueran santos de los canonizados antes del Concilio. O si gozaran de una notable valía intelectual. O si exhibieran una sobresaliente fidelidad doctrinal.
No. Los privilegiados de Francisco están ahí porque están. Los mantiene el Mecenas porque le caen bien. A ellos no se les aplica la tolerancia cero, sino que se les da el carnet de puntos con tolerancia infinita. Como si fuera una tarjeta de crédito para gastar sin control. Se les permite todo y se les mima con cuidado. Tienen vía libre para poner en cuestión lo que sea. Y para hacer lo que sea. Libres como el viento. Versos sueltos del Poema de Francisco, que colaboran en la Obra de la Salvación. Hemos repasado algunos ejemplos al calorcillo del claustro.
El arzobispo Paglia, el mariquita del mural, como lo conocen en algunos mentideros romanos, que se hizo pintar al fresco y en postura inadecuada e incómoda para un arzobispo, en la catedral de su Diócesis. Pues bien, este señor es Presidente del Pontificio Consejo para la Familia. Y ahí sigue la criatura, aunque se sepan sus andanzas. Y sus declaraciones oscuras sobre los temas de su alta responsabilidad siguen iluminando el entorno.
El Arzobispo Trucho, -bésame mucho-, experto en besuqueos, muy conocido ya en toda la red por su especial cercanía intelectual a Francisco. Los argentinos que le conocen bien, no dejan de admirarse de sus nombramientos: primero como arzobispo ad personam -nepotismo clase VIP-, y luego como Arzobispo de La Plata, previa patada antero-posterior al recién llegado a la edad de jubilación. Lástima que no hubieran empleado esta medida en Buenos Aires hace ya varios años.
Los dos inútiles arzobispos cardenales de Madrid y Barcelona son otro cantar, pero también forman parte de los elegidos cuidadosamente para no hacer nada. Eminencias grisáceas que conmueven las columnas del catolicismo español, conduciendo a sus ovejas a buenos pastos.
El famoso Capella, desaparecido en acto de servicio para escapar de la policía americana y arrestado en el Vaticano, supuestamente para huir –dicen-, de la justicia civil. Caso que también nos lleva de la mano a una cierta e  incomprensible protección , tal como denunciaron algunos otros medios.
El Rica del ascensor, del que tampoco se sabe nada. Sólo que también es un protegido de Francisco, quien a pesar de sus conocidas andanzas, lo mantiene en su cargo como si hubiera robado una caja de chocolatinas a un joven y apuesto guardia suizo.
El muy reverendo James Martin –caso que clama al cielo-, protegido, superprotegido, amadrigado y preservado jesuita norteamericano, salsa de todos los guisos y arco iris de todas las banderas, que irá a Irlanda para dar una conferencia en el Congreso de las Familias. Invitado por el Papa y el arzobispado de Dublín. Una zorra para hablar de la importancia de cuidar a las gallinas. [Por cierto, Congreso al que no debería asistir nadie que tenga dos dedos de honradez y un mínimo de vergüenza. Dejar solos a los organizadores y malversadores-destructores de la Familia Católica, y que Francisco le aplauda a Martin y viceversa. Nadie más.]
El cardenal Maradiaga, bien apertrechado y apoltronado con sus affaires económicos, convertido en vientre de alquiler de su obispo auxiliar, denunciado también por las corrupciones habituales. ¿Cómo puede ser que permanezca en el cargo?
Gustavo Gutiérrez, otro nepote protegido, abroquelado y cobijado. Responsable del tremendo destrozo de la Teología de la Liberación, pero mentor de los eclesiásticos politiqueros añorantes de los años setenta y destructores de los católicos en Hispanoamérica. Solo Dios sabrá hasta dónde llega el abismo de responsabilidad personal y colectiva, en esta auténtica doctrina genocida de todo lo que suene a catolicismo y sobrenaturalidad. Has contribuido a la Iglesia y a la Humanidaddice el Papa en su carta de felicitación.
Así podríamos continuar. Si eres de los nepotes de Francisco, tranquilo. Si eres de los otros, dimite inmediatemente. O te dimito fulminantemente.
En estos tiempos de dimisiones de ministros españoles a los que se les ha pillado con las manos en la masa, sería bueno que la Moral de la Santa Sede se recicle. Al fin y  al cabo, Franciso ha predicado en multitud de ocasiones a los nuevos cardenales, a los obispos y seminaristas, que no tienen que ser príncipes renacentistas. Solamente puede serlo él. Y ha instado a la mafia italiana a convertirse. Ahora falta que se convierta la mafia vaticana. Deo volente.
Fray Gerundio