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lunes, 27 de abril de 2015

VOTO CATÓLICO (4): HIPOCRESÍA DE LOS POLÍTICOS O MEDRAR COMO SEA

Al realizar estas reflexiones en torno al voto católico me doy cuenta de la dificultad que supone el pasar de una a otra y, sobre todo, la dificultad, aún mayor, de saber sobre qué aspecto concreto del tema estoy hablando en cada entrada. Si se quiere acceder al índice de todos los post sobre el voto católico puede pincharse aquíPido disculpas al lector por el inconveniente que esto puede llevar consigo.
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De todo lo dicho anteriormente es relativamente fácil deducir que hay alguien detrás de todo este proceso de votación, proceso que, en mi opinión, es una farsa (aunque no puedo probarlo). Por ejemplo, me asombra el hecho de las alianzas entre partidos (partidos que piensan de modo diferente y se unen tan solo para ir en contra de un partido concreto que, en Murcia, sería el PP, y sacarlo del Gobierno). Todo esto se hace porque la gente está deseando cambiar, y este ansia de cambio es hábilmente aprovechada por todos estos partidos izquierdosos, que mienten descaradamente haciendo promesas que saben que no van a cumplir, pero que halagan el oído de muchos de los que los escuchan.  Por supuesto que dicen algunas verdades: la mentira no se sostiene sin la verdad, pues no les interesa el ser considerados lo que realmente son, esto es, cínicos a más no poder. Me recuerda esta situación -salvadas las distancias- lo que ocurrió entre Pilatos y Herodes que, aunque eran enemigos, a causa de Jesús se hicieron amigos (Lc 23, 12). 

Como digo, esta alianza que ha comenzado en Murcia (pactos fraguados entre PSOE, IU, Podemos, Ciudadanos y UPyD ... todos contra el PP) tiende a extenderse por todo el país. ¿De verdad es eso lo que interesa al bien común? ¿Un galimatías de partidos peleándose entre sí para ver cuál de ellos obtiene más escaños e impone sus propias reglas a los demás? ... Y, como excusa, los pobres, los parados. Siempre se ha dicho, y la experiencia lo demuestra (¡aunque la gente tiene muy mala memoria!) que los partidos de Izquierda quieren mucho a los pobres ... ¡tanto, tanto ... que cuando llegan al Poder se duplica o triplica el número de pobres! Porque así es; no hay más que fijarse en Cuba, Venezuela, Rusia, etc..., naciones muy ricas que se están hundiendo en la miseria debido al régimen comunista y represivo (quería decir democrático) al que están sometidos sus ciudadanos. Y España, como no lo remediemos, va por el mismo camino.




La gente se suele dejar llevar por la voz de los que más gritan: entendámonos, de aquéllos a quienes se les paga más y tienen, por lo tanto, una mayor influencia en los medios que los partidos minoritarios que no disponen de dinero para hacerse propaganda. La gente actúa según lo que diga la tele y el resto de medios de comunicación ... pero no piensa, no está acostumbrada a pensar: que el Estado o quien sea, piense por ellos ... ¡así de claro! Todo esto es consecuencia lógica de la pésima educación a la que ha estado sometida España (y sigue estando) desde que se cambió la LGE(1970) de Villar PalasíQue los alumnos no piensen, pues ello les puede traumatizar, que no se esfuercen, que no hagan deberes, que se lo den todo hecho. 


Una derecha inexistente, sin ideas y cobarde, aunque esté en el Poder y una izquierda agresiva que, comienzan siendo pocos pero gritan y gritan, sin esgrimir normalmente argumentos sólidos ... Y mucha gente, sin embargo, los cree ... porque la pertenencia al Partido comunista, por ejemplo, es realmente un acto de fe ... en el Sistema. Frente a la fe en Dios, manifestado en Jesucristo, [cuya venida supuso el auténtico progreso de la humanidad y su verdadero y único bien, hecho realidad en la medida en que las personas incorporen a Jesús en su vida], la fe en unos hombres que sólo buscan sus propios intereses y no los de las personas en particular ni tampoco el bien de la sociedad.  

Los partidos de izquierda anticristianos se han introducido en la educación, de la que han erradicado el esfuerzo, la cultura, los valores, la libertad de los padres para elegir la educación que prefieren para sus hijos y han introducido la ideología de género y la dictadura del relativismo, expulsando la religión de los colegios, en tanto en cuanto les es posible, etc... Siendo así las cosas, no nos puede extrañar el resultado, es decir, el desastre al que hemos llegado, desde cualquier punto de vista que se mire.  


El político, cuyo objetivo es -y debe ser- el bien común, se ha dedicado a medrar, a robar y a mentir ... y esto independientemente del color del partido al que representan: "Quítate tú que me ponga yo". Esto es la degradación de la política. Y esto es lo que está sucediendo. Si hay que mentir se miente; se dice una cosa y a continuación la contraria, sin ningún tipo de rubor: a cada uno se le dice lo que quiere oír para llevárselo a su bando. Objetivo único: obtener el mayor número posible de votos y llegar al Poder ... Y, si llegan, una vez allí, harán lo que tengan que hacer, o sea, lo que ellos quieren realmente hacer, que no es, precisamente, la vox populi, por más que vociferen diciendo que el pueblo les ha votado y que, por ello, tienen carta blanca para hacer lo que quieran. Eso ocurrió con Hitler y con Stalin. Bajo la capa de mayoría se oculta una minoría experta en manipular a la gente y muy violenta ...

De modo que votar "por rabia" no es aconsejable, a mi entender. Ya conocemos el dicho de que más vale malo conocido que bueno por conocer. Y al decir esto, no estoy pensando en que haya que estancarse ni de que estén siempre los mismos en el Poder: si hay que cambiar se cambia ... pero es preciso pensárselo bien y leer, entre otras cosas, los programas de los partidos que se presentan a las elecciones. Nos va en ello no ya nuestro futuro personal sino, sobre todo, el de nuestros hijos y nuestros nietos, el futuro de España como Nación. 


Porque no se trata de cambiar porque sí, por el mero hecho de cambiar, sino de votar, en coherencia, para cambiar a mejor ... De lo contrario nos podemos encontrar con algo muchísimo peor de lo que tenemos ahora. Las rabietas contra lo que tenemos ahora no nos deben impedir ver el bosque. La verdad es que no hay más que pensar un poco, y hacer uso del sentido común que, por desgracia -y cada día más- es el menos común de los sentidos. Y nos encontramos con que muchos de los que tachan a los demás de corruptos ya lo son ellos mismos ... ¡y eso que aún no han llegado al Poder! Espérate a que lleguen, si tal cosa ocurriera

Para no ir más lejos, ahí tenemos el caso concreto de Podemos, cuyos líderes, Iglesias y Monedero, se dedican a incitar al odio y a engañar a la gente, diciéndoles lo que quieren oír: ¡son especialistas en el arte de la mentira! ... aunque hoy digan una cosa y mañana la contraria, se quedan tan panchos. Y la gente, crédula y cretinizada (tomo la última palabra prestada de Juan Manuel de Prada), va y les vota. Para arrojar piedras sobre mi tejado, prefiero no tirar ninguna piedra. Además, nadie está obligado a votar a ningún partido concreto, ni siquiera a votar. También puede abstenerse si ninguno le convence ... pero votar a un partido del que se sabe que desea tu destrucción, es -cuando menos- de locos. Por ejemplo, todos hablan de reducir el IRPF, bajar el IVA, ..., pero el impuesto sobre Patrimonio y Sucesiones no se elimina ..., en ninguno de los partidos (si mi información es correcta) lo cual va en contra de la propiedad privada y, en definitiva, de la libertad, tal y como afirma Federico Jiménez Losantos.



(Continuará)