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martes, 28 de marzo de 2023

Nos lo dicen a la cara: más abortos y menos hijos | Alicia Beatriz Montes Ferrer


La verdad sin tapujos


En una página web del UNFPA (Fondo para la Población de las Naciones Unidas)[1], nos encontramos con unos textos muy interesantes y que no tienen desperdicio:

Invertir en la planificación familiar significa invertir en la salud y los derechos de adolescentes, mujeres y las parejas en el mundo entero. Estas inversiones contribuyen a impulsar el desarrollo y son fundamentales para el éxito de la Agenda 2030.

El acceso a servicios de planificación familiar segura y voluntaria es un derecho humano, además de ser fundamental para la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, así como, se considera un factor clave para la disminución de la pobreza[2].

Si al leer estas líneas no se ha puesto nervioso, si no ha sido capaz de alcanzar a ver el peligro de lo que afirman y reclaman, tranquilo, yo se lo traduzco a continuación.

La Agenda 2030, desde sus oscuros orígenes, tan sólo persigue un fin: reducir la población y controlarnos. No viene de ahora, es algo premeditado, reflexionado y bien planeado. Les sobramos unos cuantos millones de habitantes del planeta.

El segundo texto nos habla de los “servicios de planificación familiar segura y voluntaria”. Suena bastante bien a priori, se preocupan por las familias y por los pobres, tal y como reza el objetivo nº 1 de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible o Agenda 2030). Pues bien, la realidad es todo lo contrario. Para lograr una igualdad de género, en la que el ser humano sea un individuo que se autocrea según su sexo sentido y que elimina la determinación biológica de nuestra naturaleza humana, se ha de eliminar aquello que fundamentalmente nos diferencia al hombre y la mujer. ¿Qué puede haber más distintivo de la mujer que su maternidad? De esta manera, borrando esta “pequeña” diferencia, concienciando a la mujer de que los hijos son un estorbo para alcanzar la igualdad laboral, social, cultural y económica con el hombre, se va logrando alcanzar ese “empoderamiento de las mujeres”. Pero como máximo a aspirar, nos indican que, mediante la planificación familiar, lograrán “disminuir la pobreza”. ¿Y se preguntará el lector, qué relación puede tener el género con esa disminución de los pobres? Simplemente, eliminando a los pobres: les lavan el cerebro para que tengan menos hijos, ninguno o que aborten.

Considero que con esta introducción ya se va teniendo clara la intencionalidad que se esconde tras la “planificación familiar”. Pero continuemos con el asunto porque tiene lo suyo…

Quizás el lector considere que esto no tiene mucho que ver con nuestra vida diaria en nuestros países desarrollados. Veamos si es así o no.

La técnica que utilizan para convencer de que el aborto es necesario es siempre la misma: alarma ante el número de abortos inseguros, de mujeres que mueren en el parto por complicaciones y ser muy jóvenes, de la falta de oportunidades para esas niñas embarazadas de poder acceder a la educación o a un trabajo en un futuro. Esto, en un principio, comenzó, sobre todo, en un contexto de países en vías de desarrollo, donde estas situaciones se suelen dar más comunes. Es toda una estrategia de terror, que va calando. Con el tiempo, esta misma línea de actuación, pero contextualizada para cada realidad social, se fue introduciendo en los países desarrollados donde estos escenarios no suelen darse tan a menudo. Evidentemente, como a la par ha habido una acción de lavado de cerebro social tremenda mediante los medios de comunicación, las RRSS y la educación, hemos podido comprobar cómo se han ido normalizando los nuevos valores relativistas y hedonistas que han ido dando apertura a las relaciones sexuales libres sin una guía moral que las acompañe y un desprecio a la vida.

De esta manera, el aborto o los métodos anticonceptivos son la opción perfecta que se les debe facilitar a los adolescentes y que vienen ofertando en los centros educativos desde hace años con el adoctrinamiento y los talleres que realizan. Esto es lo que llamamos “los derechos de los adolescentes, las mujeres y las parejas”. Lo cual no es ni más ni menos lo que pretende lograr la Agenda 2030. Esta agenda no es más que una serie de pautas que todos los países afines a la ONU y las Naciones Unidas han de seguir para lograr el objetivo principal que se persigue ya mencionado: el descenso de la población. Lo dicen ellos mismos a las claras. Sus organismos afines como la OMS, UNICEF o UNFPA, a cuyos textos he hecho referencia, son tapaderas para expandir sus objetivos de control del número de nacimientos e introducir la cultura de muerte que ya impregna en la mayoría de las esferas sociales de la vieja y acabada Europa.

Por esta razón, ese acceso de “planificación familiar”, no es otra cosa que, acceso a los métodos anticonceptivos y al aborto para no tener familias muy extensas. Si bien es cierto que la paternidad responsable es algo necesario dentro de cada matrimonio, no se debe confundir con planificación familiar, que intenta evitar a toda costa nuevos nacimientos, mientras que lo otro incluye una reflexión meditada del matrimonio para impedir durante un tiempo otro hijo, por alguna circunstancia de peso que lo impida.

Evidentemente, al facilitar la información de los métodos anticonceptivos, ni tienen en cuenta los terribles efectos secundarios que eso les puede suponer en sus cuerpos, como el caso de las píldoras, ni tampoco se plantea la posibilidad de educarles hacia la responsabilidad, la espera y la abstención, como posibles métodos muy eficaces para evitar acabar embarazadas las chicas tan jóvenes. No les educan hacia un amor comprometido, fiel y fecundo, pues precisamente se huye de esto, y se considera el sexo como algo libre, espontáneo, instintivo y placentero. De hecho, en realidad, lo que les interesa es que tengan relaciones sexuales a esas edades, pues los partidarios de estas ideas, consideran que el único fin principal que tiene el sexo es el placer. Si a esto le sumamos que se han inventado esos nuevos derechos sexuales y reproductivos, ya tenemos la tarta montada: tienen derecho a obtener placer, tienen derecho a tener relaciones sexuales con el sexo que deseen, lo cual viene a ser esa igualdad de género que tenemos hasta en la sopa, tienen derecho a tenerlo cuando se sientan preparados, que abre la puerta a la pederastia y tienen derecho a abortar como un servicio propio que han de obtener por su supuesto derecho reproductivo. En caso contrario, en caso de que esto se obstaculice, se considerará que la mujer está siendo sometida a un acto discriminatorio, e incluso ya se habla de violencia de género si se le impide el aborto[3]. Pero el asunto no queda tan sólo ahí. No olvidemos que en plena pandemia se aprobó la Ley de Protección Integral de la Infancia y la Adolescencia frente a la violencia[4]. Con esta ley, se abre la opción a que, si los padres se oponen a que su hija aborte, o si alguien le impide acceder a información de los métodos anticonceptivos, será considerado un acto violento que estaría usted ejerciendo hacia su propia hija. Y en tal caso, el Papá Estado, ya se encargará de protegerla y alejarla de personas no gratas para su beneficio. ¡Nos quieren robar nuestros hijos!

Porque, cuando se habla del empoderamiento de la mujer, no sé que se le vendrá a la mente, pues esto no es más que ensalzar a la mujer por encima del macho patriarcado opresor y machista, por encima de su estatus social, cultural, económico y laboral. Y para ello, la mujer ha de ir saltando esos obstáculos que se le ha hecho pensar que tiene que eliminar: el compromiso, la familia y la maternidad. La gran engañada es la mujer que renuncia a lo más específico de su feminidad, a lo que realmente le hace realizarse como persona debido a su intrínseca naturaleza que se le ha hecho pensar que debe rechazar.

El empeño en que estas criaturas eviten a toda costa tener un embarazo no es ni mucho menos por su bien, como ingenuamente puede pensar prácticamente todo el mundo que se tope con esta información. La realidad es más oscura, y se remonta a cientos de años atrás. Ellos son los amos del mundo, los que dirigen y controlan los recursos naturales que les generan riquezas, y los demás, sus peones, que nos reproducimos como ratas, les estorbamos para sus intereses económicos y de adquisición de poder.

De esta manera, desde que se aprobó en 1959 el primer anticonceptivo oral para uso humano, unida a la aprobación del aborto en España en 1985, nos encontramos que se han acumulado casi 2,7 millones de abortos, y con un crecimiento vegetativo negativo que nos sitúa en la cifra de -113.876 personas.

Nadie habla de la gran cantidad de colegios que están cerrando por el descenso de nacimientos, lo que supone una gran pérdida en cuestiones económicas, pero sobre todo, laborales.

Tampoco es un tema que parezca preocupar que el envejecimiento poblacional consecuencia de falta de nacimientos, produzca un notable descenso de la población activa, lo que conlleva una caída de la recaudación en el IRPF y en las cotizaciones a la Seguridad Social. Sin olvidar que la reducción o eliminación de las prestaciones sociales por falta de ingresos, se va a notar especialmente en el tema de las pensiones, así como la incapacidad de mantener ciertos servicios del Sistema Sanitario[5].

¿Le suena lejano? Pues yo diría que está a la vuelta de la esquina y todo esto gracias a las políticas que están empeñadas en quitarnos de en medio. Si, nos lo dicen a la cara y les hacemos caso como borregos llevados al matadero sin poner resistencia. Nos estamos condenando como sociedad.

En 1960, en España, el índice de fecundidad estaba en 2´86[6], en el 2007 descendió hasta1´28 y en el año 2021, nos situamos en 1´19 hijos de media por mujer. Aunque ningún país de Europa, alcanza ya el nivel de reemplazo generacional por la disminución tan elevada de nacimientos, España tiene una peculiaridad: “Spain is differet”, por lo que se sitúa en la cola de los países con menor índice de fecundidad[7].

Y esto se debe al mantra que se ha introducido en la mente de las personas las cuales repiten como papagallos: “no están los tiempos para tener tantos hijos”, “la vida está muy cara”, “es una irresponsabilidad para el planeta tener tantos hijos”, “no se puede atender bien a varios hijos”… te dicen esto, que no hay dinero para tantos, mientras sus hijos llevan zapatillas de buenas marcas, tienen el Mercedes aparcado en la puerta de su casa, tienen varios dispositivos tecnológicos de última generación, o se consideran muy responsables con el planeta no aumentando la familia, mientras no tienen reparos en tirar plásticos en la playa… Tiempo libre ir al gimnasio, para jugar al paddle, ir de compras o de cervezas, si se tiene, y me parece estupendo, pero para dedicarlo a los hijos no… En fin, la hipocresía, la ignorancia y la imbecilidad, aumentan a la par que lo hace la infertilidad. Esto lo que se tiene cuando una sociedad ha permanecido tantas horas delante de la pantalla televisiva adoctrinadora.

Así que ya lo sabe usted, si están aumentando el número de adolescentes embarazadas, las enfermedades de transmisión sexual, si el número de abortos se están disparando y si usted se lleva las manos a la cabeza, preocupado por la situación sin entender cómo hemos llegado hasta este punto, es realmente muy buena señal. Las élites se estarán frotando las manos, mientras se relajan en su sesión diaria de masajes en el spa por los buenos resultados que están consiguiendo en la sociedad y los grandes beneficios que suponen para sus empresas.

Pero no se irrite por ello, esto lo llevan haciendo hace siglos, tan sólo que ahora, el avance tecnológico nos facilita esta información y los padres están más que nunca mirando hacia otro lado.

Alicia Beatriz Montes Ferrer | Master en Ciencias para la Familia | Orientadora Familiar








domingo, 2 de enero de 2022

El aborto, la mayor causa de muerte en 2021, mató a 42 millones de seres humanos en todo el mundo



En comparación, la pandemia mató a 3,55 millones de personas el año pasado

Desde el inicio de la pandemia se está hablando mucho sobre cuestiones de salud, al ser una enfermedad que ha provocado una gran pérdida de vidas humanas. 


Los datos globales sobre muertes que publica Worldometer

Ciertamente, la pandemia de Covid es un motivo de preocupación muy real para todo el mundo, pero no debe hacernos olvidar que también existen otras causas de muerte que deberían llamar nuestra atención. Sobre esta cuestión pueden servirnos de referencias los datos publicados por la web Worldometer, un sitio cuyos datos son utilizados habitualmente por el gobierno británico y por destacados medios como el Financial Times, The New York Times, Business Insider y la BBC. Esa web incluye datos estadísticos sobre muertes en tiempo real, tanto en el día como en el año en curso.

Archive.ph ha almacenado los datos ofrecidos por Worldometer el 29 de diciembre, y Breitbart ha publicado los datos del día 31. En el capítulo de salud se incluyen algunos datos llamativos sobre 2021 (aunque la web los ordena de otra forma, podéis verlos a continuación ordenados por número de casos):

42.640.209 muertes por aborto.

12.969.028 muertes por enfermedades contagiosas.

8.204.895 muertes por cáncer.

4.994.147 muertes por consumo de tabaco.

2.498.649 muertes por consumo de alcohol.

1.679.420 muertes por VIH/SIDA.

1.348.577 muertes por accidentes de tráfico.

1.071.300 muertes por suicidio.

494.789 muertes por gripe estacional.

393.955 muertes por malaria.

308.786 muertes de madres durante el parto.

‘Our World In Data’ estima en 3,55 millones los muertos por Covid en 2021

En las muertes por enfermedades contagiosas Worldometer no indica los datos relativos al Covid. Otra web que sirve de referencia a muchos medios, Our World In Data, tiene una página dedicada a esta pandemia en la que se indica que el 31 de diciembre de 2020 habían fallecido 1,88 millones de personas por esta causa. A 30 de diciembre de 2021, las muertes se elevaban a 5,43 millones. Restando ambas cifras tendríamos 3,55 millones de muertos por Covid en 2021.

El aborto es, con mucha diferencia, la mayor causa de muerte entre seres humanos

Obsérvese que, con los datos expuestos, obtenemos que el aborto fue la mayor causa de muerte de seres humanos en 2021 con mucha diferencia. Es bien sabido que hay personas, partidos políticos e incluso importantes grupos de presión que niegan la condición humana a los seres humanos en su etapa prenatal, pero la evidencia científica sitúa el inicio de la vida humana en el momento de la concepción, que es cuando la persona adquiere la identidad genética que le acompañará en el resto de su vida. Que determinadas leyes permitan matar a estos seres humanos no resta ni un ápice de humanidad a las víctimas desde un punto de vista médico. Lo único que demuestra es la inhumanidad de esas leyes.

Se mató a casi la quinta parte de los hijos por nacer concebidos en 2021

Según las estadísticas publicadas por Worldometer el 29 de diciembre, en 2021 hubo 139 millones de nacimientos en todo el mundo. Eso indica una realidad alarmante y que debería ser un motivo de seria reflexión para toda la humanidad: los hijos por nacer abortados fueron el 23% de los concebidos, casi la quinta parte. Esta escalofriante cifra deja entrever algo muy preocupante en relación a las políticas de muchos gobiernos para fomentar el aborto, financiándolo con fondos públicos mientras se niegan ayudas públicas a las madres embarazadas que desean tener a sus hijos (es lo que ocurre en España): se está utilizando el aborto como una forma de limitar la natalidad a nivel global. Pero ¿por qué?

Las causas ideológicas de esta ‘pandemia’ de abortos

Además de que muchos gobiernos han cedido a las tesis del liberacionismo sexual (que pretende desligar a las personas de los efectos de sus decisiones a la hora de mantener relaciones sexuales) e incluso a las tesis antifamilia de la ultraizquierda (una de las teóricas de la ideología de género, Shulamith Firestone, propuso utilizar el aborto para acabar con la maternidad, que ella consideraba una forma de opresión de la mujer), hay también otras dos tendencias ideológicas que han influido en esa deriva: el neomalthusianismo, que sostiene un discurso alarmista sobre la superpoblación que viene haciendo desde hace años profecías catastróficas, y el ecologismo radical, que considera al ser humano como una amenaza para el medio ambiente, amenaza que propone resolver reduciendo el número de seres humanos por cualquier medio, incluido el aborto.

Unas tesis que chocan con la realidad pero que tienen una gran influencia en la ONU y la UE

El neomalthusianismo y el ecologismo radical suelen solaparse a menudo. Sus profecías catastróficas han chocado con la realidad una y otra vez, pero a pesar de ello siguen siendo muy influyentes en organismos internacionales como la ONU o la Unión Europea, en los que la izquierda política -que simpatiza con esas tesis ideológicas- ha ido sumando a esa causa a buena parte de la derecha. Cabe preguntarse qué clase de mundo estamos dejando cuando la muerte de 42 millones de seres humanos en un solo año ni siquiera es noticia, salvo en determinadas webs que son señaladas como “extrema derecha” por los partidarios del aborto, simplemente por atreverse a señalar lo aberrante que es legalizar y promover un acto tan perverso como es matar a los miembros más débiles e indefensos de nuestra propia especie, mientras quienes promueven eso nos piden, al mismo tiempo, salvar a focas, a pulpos y otras especies animales.

Elentir

lunes, 18 de octubre de 2021

«Clima» para imponer la agenda abortista



La conferencia anual de la ONU sobre los cambios climáticos, denominada Cop-26, se celebrará en Glasgow del 1 al 12 de noviembre. Una coalición de más de 60 organizaciones pro-aborto escribió una carta a Alok Sharma, presidente de la conferencia sobre el clima de Cop-26, en la que pide al Reino Unido que modifique los criterios de admisibilidad al financiamiento para el clima, que asciende a 11,6 millones de libras, de modo que incluya también proyectos que subvencionen la llamada salud reproductiva. En otras palabras, las organizaciones pro-choice solicitan que una parte del dinero destinado al clima terminen financiando el aborto, la anticoncepción y la esterilización.

Inmediatamente un portavoz del Foreign, Commonwealth and Development Office declaró: «El Reino Unido es un líder global tanto en la igualdad de género como en la lucha contra el cambio climático. Es evidente que respaldar a las mujeres, también a través de la planificación familiar y la educación de las niñas, ayuda a las comunidades a adaptarse y a ser más resistentes a los cambios climáticos. Por eso nos estamos asegurando de que nuestros financiamientos internacionales para el clima tengan en cuenta las cuestiones de género y que estamos utilizando nuestra presidencia de la Cop26 para invitar a los demás a que hagan lo mismo».

Bethan Cobley, directora de la organización abortista MSI Reproductive Choices, ex Marie Stopes International, quiso precisar «que lo que verdaderamente queremos» las comunidades más afectadas por la emergencia climática «es el acceso a los servicios de salud reproductiva, para que podamos elegir cuándo o si tener hijos». En la misma línea se sitúa la profesora Susannah Mayhew, de la London School of Hygiene & Tropical Medicine, quien afirma que existe una conexión entre el clima y el acceso a la anticoncepción y el aborto: «las personas que se han visto afectadas por los cambios climáticos y que tienen poco acceso a servicios sanitarios de calidad, comprenden esa conexión mucho más que nosotros». En resumen, parece que millones de mujeres africanas quieren abortar a causa del calentamiento global.

Pero después de dos occidentales, damos la palabra a un africano, a un trabajador: Obianuju Ekeocha, fundador y presidente de Culture of Life Africa. Frente a esas argumentaciones, Ekeocha así objetó: «Si hablamos del aborto, pues, no creo que ningún país occidental tenga derecho a pagar por los abortos en un país africano, sobretodo cuando la mayoría de la gente no quiere el aborto… En ese caso, entonces, se convertiría en una forma de colonización ideológica». Ekeocha recordó además que los programas de planificación familiar de las organizaciones internacionales envían a África unos 2.000 millones de preservativos al año, con un costo de 17 millones de dólares, que podrían ser destinados para proporcionar acceso, a precios accesibles, a fuentes de agua potable, a la asistencia sanitaria y a la educación.

Una opinión diferente es la del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) que utiliza como pretexto el tema del cambio climático para liberar el aborto en todo el mundo. El UNFPA ha publicado un documento titulado «Cinco modos en que el cambio climático perjudica a las mujeres y las niñas». El quinto modo, dice: «Como ha demostrado el COVID-19, las emergencias desvían los recursos sanitarios para contrarrestar la amenaza sanitaria más reciente y los distraen de los servicios que consideran menos esenciales. Las emergencias debidas a los cambios climáticos serán cada vez más frecuentes, lo que significa que los servicios de salud y derechos sexuales y reproductivos podrían estar entre los primeros en ser reducidos». Con escalofriante franqueza, el documento, al recordar la devastación del ciclón Idai que azotó a Malawi en el 2019, recoge el testimonio del doctor Treazer Masauli, que trabaja en el hospital del distrito de Mangochi: «Tuvimos que utilizar un helicóptero para llegar a zonas no accesibles por carretera para prestar servicios de salud sexual y reproductiva, como los preservativos, método de planificación familiar y para la prevención del VIH y las enfermedades sexualmente transmisibles.» El lector ha comprendido bien: los socorristas levantaron vuelo en helicópteros para distribuir preservativos a los residentes que estaban heridos, sedientos, hambrientos, congelados, que resbalaban en el agua, tenían sus casas destruidas y lloraban a sus seres queridos porque habían muerto. No llevaban agua, comida, artículos de primera necesidad y medicamentos, sino preservativos y píldoras abortivas.

El documento del UNFPA así continúa: «Las cosechas perdidas debido al cambio climático también pueden influenciar la salud sexual y reproductiva. Un estudio descubrió que, tras un choque como la inseguridad alimentaria, las mujeres tanzanas que trabajaban en la agricultura recurrían al sexo transaccional para sobrevivir, lo que ha contribuido a aumentar las tasas de infección por el VIH/SIDA». Traducido: las mujeres empobrecidas por las malas cosechas debidas al llamado cambio climático terminaron en el comercio internacional de la prostitución. De ahí los embarazos no deseados y las enfermedades venéreas. Conclusión: las mujeres, debido al cambio de clima, necesitan el aborto y la anticoncepción. Extraordinarias son las del UNFPA: en lugar de preocuparse por encontrar recursos para amortiguar los daños causados por las pérdidas de las cosechas, para incentivar a las mujeres a quedarse en la tierra natal y trabajar, y para desincentivar el tráfico de esclavas sexuales, se preocupan en proporcionales herramientas abortivos y de anticoncepción dado que se prostituyen, con lo que terminan incentivando la misma prostitución ya que así será más segura para las mujeres.

Conclusión: el clima no es sino un pretexto para difundir aún más las creencias abortistas en el mundo.

lunes, 11 de octubre de 2021

Agenda 2030 (II) «La Pachamama, Mahoma, Lutero, o Buda no son opciones para llegar a Dios, sino falsedades que conducen al infierno» (Gabriel Calvo Zarraute)



Nuestro bloguero Gabriel Calvo Zarraute está dedicando una serie de artículos a analizar la Agenda 2030 de la ONU. Les ofrecemos el segundo de ellos:

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Un proceso de siglos de descristianización

Hemos de detenernos en las raíces históricas que ha desembocado en la situación actual, es decir, en esta fase terminal de degradación intelectual y moral humana:

a) En el siglo XVI la revolución religiosa del protestantismo negó la necesaria mediación humana y divina, natural y sobrenatural, del hombre con Dios (la Iglesia), así destruía la libertad y razón humanas al romper el vínculo entre fe y razón, política y ética que supuso la muerte de la Cristiandad. Debido al nominalismo, Lutero sostiene el fideísmo que enfrenta la fe a la razón, considerándola «la ramera del diablo» (De servo arbitrio, 1525).


b) En el siglo XVIII, la Ilustración y Revolución francesa, de carácter eminentemente político. La Revolución efectuada a golpe de guillotina y aprobada por la soberanía popular democrática, negó la dimensión trascendente y moral del hombre (la ley natural), destruyendo el orden social cristiano del Dios Legislador y ordenador. Así el soberano absoluto ocupaba el lugar de Dios. La Ilustración enfrenta la razón a la fe, considerándola «fanatismo», como sostiene Voltaire (Cartas filosóficas, 1734).

c) La posmodernidad iniciada con la revolución cultural de 1968 negó lo real humano (la división sexual biológica), a fin de destruir la obra del Dios Creador que instituyó el matrimonio natural en el que se basa la primera y principal sociedad humana: la familia. El nuevo Dios pasa a ser el Estado totalitario democrático. El marxismo cultural niega tanto la razón como la fe en nombre del nihilismo. Jean Paul Sartre, uno de sus principales ideólogos, escribe: «el hombre no es más que una pasión inútil» (El ser y la nada, 1943).


Atendiendo a este sintético esquema, en primer lugar, se confirma como una constante histórica que la Revolución, sea cual sea su apellido, «en su acepción común es la destrucción de todo un orden. La noción ha calado de tal forma que ya nadie se atreve a no llamarse revolucionario», afirma el filósofo Rafael Gambra en El lenguaje y los mitos. De hecho, no deja de ser sorprendente que desde Juan XXIII, todos los Papas posteriores al concilio Vaticano II, la hayan utilizado para identificarla con el mensaje cristiano. Asociación impensable para los Pontífices anteriores que tenían muy clara conciencia del aceleramiento del proceso secularizador y el crecimiento de la hostilidad hacia la Iglesia a causa de las revoluciones liberales del siglo XIX y, no digamos ya, a partir de la revolución soviética de 1917 en Rusia.

De ahí que, en sus Consideraciones sobre Francia, Joseph De Maistre recuerde que: «La contrarrevolución no es una revolución contraria, sino lo contrario a la revolución». La lucha contra el desorden luciferino traído al mundo por la revolución se llama Contrarrevolución, es decir, el movimiento que restablece el orden (jerarquía) inscrito por Dios en su creación. Por ello Santo Tomas de Aquino enseña cómo la Ley eterna de Dios es «participada en la criatura racional por la ley natural» (S. Th. I-II, q. 91, a. 2). Jean Ousset en Para que Él reine escribe: «Las complicidades activas y pasivas en la Iglesia se han contagiado a la sociedad permitiendo el avance, cada vez más decidido, de la fenomenología destructiva de la revolución».

El orden que ha de ser restablecido en sus cimientos es el reinado social de Nuestro Señor Jesucristo, no la sentimental y evanescente «civilización del amor», que más parece un eslogan hippie de los años sesenta, o la vacía «fraternidad universal», propia de la masonería. En otras palabras, la civilización cristiana, imagen y reflejo terrenal del Paraíso, contra el desorden en que la revolución ha sumido al hombre. Verdad tradicional católica expresada durante siglos, entre otros muchos tantos, por Pío XI (Quas primas, n. 16-17), pero de difícil compatibilidad con estas afirmaciones del Papa Francisco: «Si en el pasado las diferencias [entre las distintas religiones] nos han puesto en contraste, hoy vemos en ellas la riqueza de caminos distintos para llegar a Dios» (5-10-2021). No obstante, únicamente Nuestro Señor Jesucristo, el Verbo encarnado es el camino exclusivo para llegar a Dios Padre: «Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí» (Jn 14, 6); «Porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que debamos salvarnos» (Hech 4, 12). La Pachamama, Mahoma, Lutero, o Buda no son opciones para llegar a Dios, sino falsedades que conducen al infierno.

Dichas declaraciones papales son incompatibles con el Magisterio de la Iglesia (Dominus Iesus, n. 9), pero Bergoglio, como acostumbra en otras ocasiones, aseguró sin inmutarse al obispo Schneider que, era precisamente eso lo que quería decir (8-3-19). Así dejaba en ridículo a todos los que pretenden una exégesis forzada de las palabras pontificas a fin de hacerlas concordar con la fe católica a toda costa. Sin embargo, no escuchar apenas ninguna voz episcopal desmintiendo estas enseñanzas erróneas pone de manifiesto la sima de decadencia intelectual y moral, junto con la consecuente deriva de seguidismo sectario, en el que se encuentran instalados los funcionarios eclesiásticos desde hace decenios. Una Iglesia devenida en una ONG que sólo ofrece una fe acomodaticia al mundo que reniega de Cristo y ante el que lleva décadas arrodillada, como demuestra ahora apoyando la agenda 2030.

En segundo lugar y como bien apuntó el sabio Chesterton en El fin de una época: «Lo que el hombre ha perdido en el siglo XX no es la fe, sino la razón». A consecuencia de ello, el ser humano queda reducido a un juguete de las fuerzas oscuras e irracionales en que han degenerado sus pasiones. El hombre contemporáneo se encuentra incapacitado para percibir la realidad sobrenatural porque, previamente, la realidad natural se le ha hecho incomprensible. La gracia presupone la naturaleza, pues como enseña Santo Tomas: «La gracia no anula la naturaleza, sino que la perfecciona» (S. Th. I, q. 1, a. 8). Es decir, aunque la gracia pertenezca al orden sobrenatural se deposita (inhiere) en el natural, de ahí que dañando éste se hace más difícil recibir la gracia. Tres son las causas principales que han producido esta ceguera de la razón natural:

a) Desmantelación de la primera sociedad humana, la familia natural y sus vínculos sociológicos trasmisores de la tradición religiosa, moral, cultural e histórica dejando al individuo a la intemçerie. Sin más criterio que el dictado por el poder político, sus medios de manipulación de masas y su sistema de enseñanza.

b) Cultivo deliberado del empobrecimiento intelectual  del conocimiento humano como son las humanidades, por parte del sistema educativo y de los medios de comunicación convertidos en correas de transmisión de las consignas del poder político del que dependen económicamente.

c) Perversión del conocimiento ético y moral como consecuencia de una educación degenerada que legitima y azuza las más bajas pasiones a través de las múltiples posibilidades de diversión que oferta la sociedad de consumo y las redes sociales.

Gabriel Calvo Zarraute

martes, 29 de septiembre de 2020

Pastor con olor a ovejas…de la ONU

 ADELANTE LA FE


Es admirable la capacidad del Papa Francisco para expeler discursos que nada tienen que ver con su misión. Es como si el Presidente de Telefónica fuera a la Junta de Accionistas y les hablara de la virtud de la castidad en los Padres de la Iglesia. O sea, fuera de tiesto. Fuera de contexto.

El discurso de Bergoglio en la ONU, siguiendo la información que la propia página de noticias vaticana publica el pasado día 26, tiene los siguientes epígrafes, cada cual más místico y espiritual:

Llamamiento para garantizar la futura vacuna de COVID-19 // Garantizar un trabajo digno sin que la tecnología perjudique al empleado // La cultura del descarte es un atentado contra la humanidad // Crisis humanitarias: armas, destrucción, huida // Acuerdo de París sobre el Cambio Climático // Garantizar derechos de los menores y de los niños por nacer // Trata de mujeres: práctica perversa que denigra a toda la humanidad // Nuestro mundo en conflicto necesita que la ONU se convierta en un taller para la paz //

Todos ellos, temas muy queridos para Francisco y su preocupación por la salvación de las almas. Pedro, ¿me amas más que éstos?…

Mientras tanto, el mismo día, Obispos norteamericanos que aconsejan votar al abortista Biden // católicos rusos preocupados por la ley de libertad religiosa // ley de eutanasia en España avanzando // hospitales argentinos con aumento de número de abortos // obispo suizo recomendando ordenación de mujeres // cristianos expulsados de sus aldeas por los hindúes // salvado por los pelos el proyecto de ley orgánica de salud en Ecuador // Cardenal Osoro partidario de que el Valle de los Caídos sea un parque temático sin Cruz y benedictinos de El Valle serán expulsados….etc, etc, cosas todas ellas que no merecen la atención del Papa.

Y ni una plabra sobre la corrupción en la ONU y mucho menos sobre la corrupción vaticana y el lío armado por la renuncia al cardenalato del manirroto de Becciu, nombrado a su vez por Francisco y defenestrado por él cuando ha visto las barbas de su vecino.

El pastor con olor a oveja, se ha convertido en pastor con olor a ONU, en donde -cada día más-, quieren convertir a este mundo en ovejas dóciles.

jueves, 24 de septiembre de 2020

Trump a la ONU: protejan al no nacido y a las minorías religiosas (Carlos Esteban)

 INFOVATICANA


Mientras el cardenal Parolin se dirige a la Asamblea de la ONU para elogiar al organismo internacional, el presidente le pone deberes: que se dediquen a proteger al no nacido y los derechos de las minorías religiosas.

Las Naciones Unidas deben “centrarse en los problemas reales del mundo”, ha dicho el presidente Donald Trump en un mensaje telemático dirigido a la Asamblea General en el 75 Aniversario de la fundación de la organización internacional. Y entre esos problemas, el presidente norteamericano ha citado “el tráfico de seres humanos y sexual, la persecución religiosa y la limpieza étnica de minorías religiosas”.

Curiosamente, en ciertos momentos el presidente y el secretario de Estado vaticano parecían haber cambiado los papeles. Así, Trump dejó claro en su mensaje que su país, Estados Unidos, se compromete a “proteger a los niños no nacidos”.

No es la primera vez que Trump habla de la defensa del no nacido ante una organización que lleva tiempo tratando de universalizar el derecho al aborto y que tiene la reducción drástica de la población mundial como una de sus prioridades. En 2019 también ante la Asamblea General, dijo que “como muchas otras naciones aquí presentes, en América creemos que todo niño, nacido o no nacido, es un sagrado don de Dios”.

Trump, siguiendo la llamada Política de Ciudad de México, por la que Estados Unidos que estipula que todas las organizaciones no gubernamentales que reciben fondos federales deben abstenerse de promover o realizar servicios relacionados con el aborto en otros países, siguen esforzándose por rediseñar su estrategia de asistencia internacional, y pretenden aplicarla también a los contratos de Defensa y gubernamentales con las ONG.

Estados Unidos interrumpió su financiación del fondo de población de Naciones Unidas (UNFPA) por su asociación con China, cuya política oficial de un máximo de dos hijos por mujer se aplica mediante abortos y esterilización forzosos. También ha reducido su colaboración financiera con la Organización de Estados Americanos después de que uno de sus departamentos presionara políticamente para que se despenalizara el aborto en aquellos países donde sigue siendo delito.

Carlos Esteban

jueves, 25 de julio de 2019

La fiesta del Patrón Santiago, la amplia agenda del Papa Francisco, las finanzas del Vaticano



Hoy en España se celebra la ‘Fiesta del Patrón’, como decían nuestros abuelos. La fe en España hunde sus raíces en la predicación de los apóstoles. La reconquista se hace bajo el patrocinio de Santiago, representado como guerrero medieval, luchando contra los infieles de la ‘secta mahometana’. Nos haría mucho bien sentirnos orgullosos de lo que nuestros antepasados hicieron por mantener la fe en nuestras tierras y extenderla por todo el mundo, desde la gran América hasta las lejanas Filipinas.

Hoy vivimos momentos en que la Iglesia Católica parece empeñada en dejar de ser católica. El pontificado de Papa Francisco pasará a la historia como el más político de los tiempos modernos. Es evidente que del pontífice reinante puede tener las simpatías políticas que quiera pero hoy estamos en una fase mucho más delicada.

Tenemos la impresión de que los gustos políticos del Papa Francisco no son tan personales como creemos y entran dentro de una ‘agenda mucho más amplia’. Son ya demasiados los hechos que hemos vivido como para empezar a dejar de dudar. El último documento sobre el turismo nos parece importante no por su contenido sino porque está perfectamente alineado con las Naciones Unidas. Este alineamiento se repite en demasiadas ocasiones y con temas muy alejados a la razón de ser de la iglesia católica.

Hablamos mucho de inmigración pero poco, o nada, de fe y por este camino estamos perdiendo fieles en cascada. Si vaciamos a la Iglesia católica de su contenido religioso y dejamos de hacer presente a Jesucristo, muerto y resucitado, ya me dirán para qué sirve. Para inmigraciones, cambios climáticos, defensas políticas, celebraciones arco iris … ya teNemos otras instancias sociales que lo hacen mucho mejor. Estamos ante la sal que se está volviendo sosa, demasiado sosa, y está siendo pisoteada por inútil.

En Asís tenemos el convenio sobre la llamada nueva economía. Marco Tosatti nos ofrece un interesante repaso de todos los ponentes. Este encuentro se nos quiere vender como un cambio, ahora se dice evolución, de la doctrina social de la Iglesia. El problema es que entre estos ponentes no encontramos ningún católico: otro dato más que nos indica los sospechosos alineamientos con las teorías defendidas por las Naciones Unidas y el objetivo de implantar el nuevo orden mundial que nos está llevando a un desorden planetario. Esto va, sin duda, más allá de los gustos personales del pontífice reinante y entra también en la agenda mas amplia.

Todo el mercado de esclavos, porque de eso hablamos, que estamos viendo en el mediterráneo tiene ramificaciones e intereses de todo tipo. Se pisotea la dignidad de las personas por intereses políticos sin ningún tipo de escrúpulos. Hoy sabemos que la Sea Watch, el último barco con esclavos llegado a Italia, cuenta con donantes islámicos turcos. Otro dato más que habla de agendas amplias.

El caso Orlandi sigue presente sin especiales novedades pero con muchos artículos que repasan la desaparición más famosa de Italia. El nuevo capítulo en que nos encontramos,  resultado del análisis de los huesos encontrados en los osarios del Teutónico, no será el último capítulo.

El conocido asistente de la Madre teresa, Mark Bloomfield, ha sido asesinado en las calles de Calcuta. Una buena ocasión para recordar a tantas personas, muchos sacerdotes, religiosos y religiosas, que arriesgan con gozo sus vidas por llevar el evangelio a lugares remotos, a las verdaderas periferias. Éste es el mejor rostro de la Iglesia Católica que tan lejos está del tráfico de seres humanos que inunda el Mediterráneo.

Interesante artículo de Edward Pentin sobre las finanzas vaticanas. Tosatti nos lo ofrece en italiano e Infovaticana en español. No aporta especiales novedades pero da una visión muy real de cómo se encuentra el tema en estos momentos. Las proclamas vacías no sirven para nada y mucho menos en gestión económica. Los datos son tercos y más que nuevas teorías económicas necesitamos algo tan sencillo como saber sumar. El mundo de las finanzas del Vaticano está rodeado en este pontificado de encarcelamientos, detenciones, ceses forzados, dimisiones extrañas, vacantes sine die, en una cadena de despropósitos que no termina. Nos tememos que tendremos un otoño caliente que llenará de nubarrones el grandioso Amazonas.

«…el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo…»

Buena lectura
SPECOLA