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martes, 4 de abril de 2017

IDEOLOGÍA DE GÉNERO EN LA ESCUELA

Duración 4:27 minutos

Las "dubia" de los cuatro cardenales hacen escuela. Es la hora de los laicos (Sandro Magister)


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"Clarificar". Con el mismo título-apelación con el que los cardenales Walter Brandmüller, Raymond L. Burke, Carlo Caffarra y Joachim Meisner hicieron públicas sus "dubia" sobre los puntos más controvertidos de "Amoris laetitia" se celebrará en Roma el sábado 22 de abril un gran congreso internacional, a un año de la publicación de la exhortación post-sinodal.
El congreso se celebrará en el Hotel Columbus, a dos pasos de la plaza San Pedro. En ese encuentro tomarán la palabra especialistas congregados de todo el mundo: Anna M. Silvas, de Australia; Claudio Pierantoni, de Chile; Jürgen Liminski, de Alemania; Douglas Farrow, de Canadá, Jean Paul Messina, de Camerún y Thibaud Collin, de Francia.
Los dos primeros son bien conocidos por los lectores de Settimo Cielo.
De Anna M. Silvas, católica de rito oriental e ilustre estudiosa de los Padres de la Iglesia, han podido leer el pasado mes de junio esta brillante y muy argumentada crítica del documento del papa Francisco:
Mientras que del ítalo-chileno Claudio Pierantoni, también él patrólogo, han leído el pasado mes de noviembre el instructivo paralelo entre el desmadre de la Iglesia actual y el de las controversias trinitarias y cristológicas del sigo IV, para superar las cuales se llevaron a cabo los concilios ecuménicos, tal como podría suceder de nuevo hoy:
El elemento caracterizante del congreso es que en él hablarán solamente laicos, como prueba que la controversia que divide hoy a la Iglesia no es para nada exclusiva de "pocos" eclesiásticos retrógrados – como algunos se arriesgan a decir –, sino que incluye a todo el "pueblo de Dios".
Ni tampoco los especialistas que tomarán la palabra el 22 de abril son voces aisladas. Basta pensar – entre muchos otros que se podrían citar – a dos figuras eminentes como el polaco Stanislaw Grygiel y el francés Rémi Brague, ambos convencidos partidarios de la validez de las "dubia" planteadas al Papa por los cuatro cardenales.
En la foto, el encuentro de dos días atrás entre Francisco y uno de los cuatro, el arzobispo emérito de Boloña, Carlo Caffarra, ex presidente del Pontificio Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia.
Entre los firmantes de las "dubia", el cardenal Caffarra es aquél a quien Jorge Mario Bergoglio le manifestó muchas veces en el pasado su estima. Y es también aquél que más ha desarrollado en público los argumentos a favor de sus objeciones a "Amoris laetitia", en especial en la entrevista concedida a "Il Foglio" el 14 de enero del 2017, ampliamente retransmitida en varios idiomas por Settimo Cielo:
El encuentro tuvo lugar el domingo 2 de abril, durante la visita del Papa a la diócesis de Carpi.
El congreso del 22 de abril es promovido por el mensuario de apologética "Il Timone" y por el sitio web "La Nuova Bussola Quotidiana", ambos dirigidos por Riccardo Cascioli.

Carta a los cuatro cardenales que plantearon las Dubia al papa Francisco (José Martí) ANEXO



NOTAS ADICIONALES:

1. Según Hilary White [en un escrito del 21 de noviembre de 2016, una semana después de la publicación de las Dubia] si todos los factores se mantienen estables —o sea, si Francisco no se arrepiente y los cardenales no se amedrentan— lo que ocurrirá, lo que tiene que ocurrir, es lo siguiente:

—Francisco continuará sin responder permitiendo que sus agentes hablen por él cómo hasta hoy. Continuará llamando «enemigos» y «detractores» a todo aquel que intente obligarlo a cumplir con su obligación.

Los cardenales, tras una pausa, durante la que quizá podrían emitir una nueva advertencia, se verán obligados a cumplir con su deber y denunciar su herejía por el bien de la Iglesia y la salvación de las almas. Esto debe ocurrir aunque la única razón sea que los fieles están siendo conducidos por este Papa al precipicio del pecado mortal

Después de la denuncia formal, por lo tanto, el episcopado, el clero y el laicado quedarán divididos en dos gruposLa parte católica será muy pequeña y, a los ojos del mundo, débil, impotente e insensata. La verdad de la fe será su única arma y escudo.

— El bando opuesto contará con todas las instituciones materiales de la Iglesia, todos sus recursos monetarios, los beneficios psicológicos del patrimonio material de sus templos, escuelas, universidades, hospitales, etc., además del poder político resultante del reconocimiento y el apoyo del mundo secular y de todos aquellos que continúan haciéndose llamar católicos.

— Francisco demandará la aquiescencia de todos los católicos por medio de sus amenazas e insultos habituales. Otorgará poderes a sus allegados a nivel nacional para castigar a sacerdotes, seminaristas, maestros, profesores universitarios, etc, si no se suman al Nuevo Paradigma.

— Este alejamiento posiblemente sólo podrá ser sanado a través de lo que los canonistas llaman una «sentencia declarativa» estipulando que Bergoglio es un hereje formal obstinado o pertinaz y que es a causa de sus propios actos por lo que pierde el oficio del papado.

— El deber de los cardenales quedará clarola Iglesia católica no puede funcionar sin un Papa y se verán obligados a convocar un cónclave.

¿Qué forma tomarán las cosas una vez que se haya realizado el cisma? 
Su aspecto podría elucidarse extrapolando la situación actual. 

La inmensa mayoría del mundo católico, laico o clerical, no tiene problema alguno aceptando el Nuevo Paradigma o los nuevos conceptos de dualidad del Vaticano. 

La Iglesia verdadera estará formada por los que siguen siendo creyentes, como siempre ha sido, mas ya no habrá edificios

La realidad, a los ojos de Dios, será que el cuerpo mayor consistirá en lo que podríamos llamar la secta bergoglianaPoseerán toda apariencia de legitimidad y serán respetados, o cuando menos aceptados, por el mundo quien considerará al grupo más pequeño de objetores como necios y «detractores».


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[Bien, de esto hace ya más de cuatro meses y los cardenales siguen sin  hablar. Está prevista una reunión en Roma el 22 de abril de 2017, solamente de laicos de gran prestigio internacional, para hacer hincapié en que el problema no es sólo de unos cuantos cardenales, con los que están completamente de acuerdo, sino de toda la Iglesia, a nivel mundial. Es algo que afecta a todos los católicos del mundo]


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2. Sobre esa idea del cisma en la Iglesia y de un nuevo Papa, siendo Bergoglio declarado hereje, hablé en este blog ... aunque lo que dije se trataba de un sueño. Pinchar aquí aquí. Y esto es lo que escribí después de salir del sueño: pinchar aquí.

José Martí

Carta a los cuatro cardenales que plantearon las Dubia al papa Francisco (José Martí) [3 de 3]


Me vienen ahora a la memoria unas palabras que dijo Jesús y que, como todas sus Palabras, son las únicas que nos pueden dar la Vida ... pues, además, al mismo tiempo que señalan un problema, señalan también su solución: 

"Todo reino dividido contra sí mismo será desolado y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no subsistirá" (Mt 12, 25)

En la actualidad la Iglesia está dividida contra sí misma. Y si continúa por este camino estaría abocada a su desaparición, a su destrucción como tal Iglesia (situación de apostasía universal).

Cierto que tal destrucción no puede ocurrir, pues "las puertas del infierno no pueden prevalecer contra ella" (Mt 16, 18) pero cierto también que "surgirán muchos falsos profetas que engañarán a muchos. Y al crecer la maldad, se enfriará la caridad de muchos"(Mt 24, 11-12) ... hasta el punto de que llegará un momento en el que "quien os dé muerte piense que así sirve a Dios" (Jn 16, 2).

La Iglesia subsistirá (la verdadera Iglesiapero serán pocos los que pertenezcan a ella y puedan salvarse. Y esto es así hasta el punto de que "si no se acortasen tales días, nadie se salvaría; pero por los elegidos se acortarán aquellos días" (Mt 24, 22), nos dice Jesús.

En realidad no deberíamos de extrañarnos demasiado, pues todo lo que está ocurriendo ahora ya estaba anunciado en las Sagradas Escrituras: Vendrá un tiempo en que (los hombres) no soportarán la sana doctrina, sino que, dejándose llevar de sus caprichos, reunirán en torno a sí maestros que halaguen sus oídos, y se apartarán de la verdad, volviéndose a las fábulas (2 Tim 4: 3-4).

Éste será (¡es!) el problema. Y junto al problema, la solución:

"Pero tú vigila en todo, afánate en el trabajo, haz labor de evangelista, desempeña bien tu ministerio" (2 Tim 4, 5).

Por eso, sus Eminencias, dado que "nadie puede servir a dos señores, porque o tendrá aversión a uno y amará al otro, o bien se allegará a uno y despreciará al otro" (Mt 6, 24), según dijo Jesús, yo les suplicaría humildemente que, por lo que más quieran, no se vuelvan atrás en su corrección formal al Papa.

No se contenten con una simple declaración de lo que la Iglesia siempre ha dicho, porque eso ya lo están haciendo otros cardenales. Vendría a ser como otra "opinión" más ... cuando, en realidad, no lo es. Pero digo esto porque también hay muchos otros cardenales que, con la excusa de la adaptación de la Iglesia a los tiempos modernos, quieren cambiar toda la estructura de la Iglesia católica.

Considero que tienen una grave responsabilidad. Ya que han dado el primer paso ... ¡no se vuelvan atrás! ¡Cumplan con su deber (según 2 Tim 4, 5) y atiendan, sobre todo, a las palabras de Jesús"No temáis a los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma; temed, sobre todo, al que puede arrojar el alma y el cuerpo en el infierno" (Mt 10, 28).

¡No pueden abandonar el rebaño que les ha sido encomendado, sobre todo cuando son conscientes de la existencia -comprobada y publicada-  de tantos falsos pastores que se han entronizado en la Iglesia y que están siendo causa de confusión y también de perdición eterna para muchas almas! 

El papa Francisco necesita de una corrección formal seria, pues AL supone un auténtico peligro para la fe.

Porque, además, lo que va a ocurrir es tan solo el primer paso. Una vez abierta la puerta a los adúlteros, es cuestión de poco tiempo el que pueda comulgar cualquiera, independiente de si tiene o no pecados, del tipo que sean.

Y dado que ya se ha entronizado a Lutero en el mismo Vaticano y que se quiere celebrar la conmemoración de la Reforma Protestante ...  hasta el punto, incluso, de querer celebrar una misa conjunta entre católicos y protestantes ... con motivo del quinto centenario de la ruptura protestante, se llegaría a una situación gravísima en la Iglesia, puesto que los protestantes niegan la Presencia real de Jesucristo en la Eucaristía, amén de otros puntos incompatibles con la fe católica. 

Necesitamos recordar, una vez más, las palabras de san Pablo a los corintios: “Nada podemos contra la verdad, sino a favor de la verdad” (2 Cor. 13: 8). La Iglesia católica es la única Iglesia verdadera. No hay otra. Y fuera de la Iglesia no hay salvación posible. Esto es una verdad de fe. Si no creyéramos que esto es así, actuando, por lo tanto, en coherencia con esta fe, entonces ¿qué sentido tendría la vida de un católico? ¿Qué importaría tener una religión u otra? ... ¡Como si la religión católica fuese comparable a las demás, que son todas inventos humanos! ¡Ninguna otra religión ha sido revelada directamente por Dios, en Jesucristo, para nuestra salvación!

Si llegase a producirse esa celebración conjunta, la Iglesia habría pasado a mejor vida. Y las palabras de Jesús estarían teniendo ya su cumplimiento: "¿Pensáis que cuando venga el Hijo del hombre encontrará fe en la tierra?" (Lc 18, 8). Posiblemente sería una señal de que el fin de los tiempos está cercano ... ¡y los verdaderos cristianos serían perseguidos por todos, incluida la Iglesia oficial, y vivirían en un estado catacumbal, al estilo de los primeros cristianos! 

Ese es el motivo por el que considero que, con carácter de urgencia, deben de dar un paso adelante, abandonándose por completo en las manos del Señor, que nunca falla, y realizar formalmente la corrección formal al papa Francisco, tal y como dijeron que haríany que no sea verdad el bulo que se corre de que no van a realizar tal corrección directa  pues es mucho - ¡muchísimo!- lo que está en juego. Y somos muchos los católicos que estamos expectantes de que se produzca esa corrección formal al Papa, dado que la cizaña está creciendo de un modo acelerado, en particular, a modo de ejemplo, en Alemania, aunque prácticamente se está extendiendo a nivel mundial. 

Deseo fervientemente que Dios les ilumine para que tomen la decisión que sea mejor para la Iglesia. Sepan que cuenta con mis oraciones continuas y con las de miles y miles de católicos que están atravesando una etapa en su vida de gran sufrimiento, al observar cómo el mundo ha penetrado en la Iglesia, cambiándola desde dentro ... y, lo más grave, que la mayoría de los obispos y cardenales que estaban viendo lo que ocurría callaban, por cobardía o por respetos humanos o por lo que sea. Eso ha dado lugar al panorama que ahora estamos contemplando en la Iglesia ... y lo que aún nos espera.

Por eso mi deseo es más una súplica porque la Iglesia se hunde.

Suyo afectísimo en el Señor Jesús:

José Martí