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viernes, 18 de junio de 2021

Globos sonda



De modo parecido a como actúan los malos y malvados gobiernos (véase España), los Pastores que nos apacientan desde la Santa Sede (y exteriores), hacen sus pinitos de globo-sonda, antes de perpetrar alguna malvada inmoralidad presentada siempre con dosis de misericordina y -por supuesto-, de vigilancia amorosa de las ovejas.

Ya nos alertaba Fray Gerundio, muy sabiamente, que Francisco intentaría eliminar la Misa de siempre, en cuanto le fuera posible. Le molesta el Motu proprio de su Predecesor de Venerada Actualidad. Decían -y siguen diciendo algunos-, que no se atrevería a hacerlo mientras Ratzinger esté en este mundo, pero a Francisco le sobra estómago para esgrimir cualquier razón, cuando quiere eliminar algo. Incluso sin aportar razón. Al fin y al cabo, todos los que se llenan la boca diciendo que quieran gobernar contando con los demás, son los primeros que se coronan Emperadores de Todo-Lo-Que-No-Sea-Yo.

Ha eliminado a cardenales enemigos con un chasquido de dedo, ha cambiado cuestiones fundamentales de la doctrina de siempre, con una sencilla nota a pie de página de la Letizia, ha ignorado sistemáticamente a obispos que parecía que se atrevían a pensar de modo distinto a Su Santidad, ha misericordiado a viejos obispos de 65 años, mientras mantiene la Curia y muchas Diócesis llena de jóvenes Prelados, que ya han superado los 80.

Sí ha cambiado el Catecismo para la pena de muerte y quiere cambiarlo para el cambio climático y castigar los pecados verdes (en un sentido post-conciliar, ya que los otros son de cintura para abajo según dijo), sí ha entronizado a la Pachamama y a Lutero en los Sagrados Palacios. Sí ha ridiculizado la vida contemplativa y las rigideces de seminaristas y sacerdotes de sotana, ¿se le va a quebrar el ánimo para suprimir de un plumazo la Misa de su Predecesor San Pío V, de Venerado Desprecio?

Así que el globo-sonda ya surca los espacios siderales de los blogs amiguetes, para que los vayan comentando los blogs de los que son pepinillos en vinagre y se vuelven locos por las puntillas y las rigideces litúrgicas. Con una característica también muy parecida a las de gobiernos malvados de este mundo: las maniobras de distracción. Se trata de presentar estas cosas como horribles problemas de la Iglesia, mientras se evita hablar o se esconden los problemas de gran calado que se ciernen sobre ella.

Así, mientras el Episcopado alemán casi en pleno se pasa por el arco del triunfo la doctrina cristiana e incluso la anticristiana de Bergoglio, la necesidad de distraer al respetable aconseja hablar sobre la misa Tradicional y el Motu Proprio.

Y mientras se calla ante las bendiciones a las parejas gay, la sinodalidad germana y las comuniones a protestantes, se hace un pequeño paripé con la “dimisión-de-ningún-modo-aceptada” del cardenal Marx, y se distrae al respetable haciendo una visita apostólica al Cardenal Voelki, que probablemente sí que termine en el paro teutón.

Y mientras se desprecia a los obispos americanos que quieren mandar al abortista Biden al confesonario para decir los pecados al confesor y cumplir la penitencia, recibe a los pro “eso” Cupich-Farrell-Tobin (el trío arco iris), para programar una nueva okupación en la próxima Asamblea de la Conferencia Episcopal USA.

Sinodalidad para que los alemanes puedan destruir. Anti-Sinodalidad para que los estadounidenses no le peguen a Biden una colleja penitencial. Cosas veredes.

Así que no nos extrañemos de lo que pueda pasar. Claro que a estas alturas, y con el desprestigio acumulado, ya no se puede engañar a los que aman la Misa Tradicional. En esto sí que son puntillosos: No se puede abrogar la Misa de San Pío V. Y aunque nos quieran convencer de que Parolin y Ouellet son partidarios de eliminarla y Francisco la suprimirá porque se lo aconsejan estos santos cardenales de todos conocidos, ya no pueden esconder la verdad que tanto les escuece: No pueden soportar que cada día que pasa, es mayor el número de jóvenes (y por tanto ausentes de nostalgias), que asisten a esta Misa.

He dicho a mis hermanos, antiguos discípulos de Fray Gerundio, que cuando esto suceda, permanezcan tranquilos porque ya nadie hará caso y se harán un germánico. Salvo los Obispos de la Orden del Santo Trepe, que no quieran manchas en su expediente y prefieran tenerlas en su alma.

Discípulo de Fray Gerundio