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miércoles, 28 de septiembre de 2022

En torno a una auténtica conciencia cristiana (Carlos Daniel Lasa)



Para concluir podemos afirmar que la conciencia del cristiano de hoy puede recuperarse en plenitud si se funda en la tradición viviente, lo cual supone profundizar las verdades ya poseídas aunque no plenamente conocidas.

Si cualquier fiel católico se dejase guiar por el iluminado mundo del periodismo (alimentado, obviamente, por usinas de pensamiento que tienen en la actual Iglesia Católica a no pocos representantes), debiera llegar a la conclusión de que la fe católica ha sufrido un cambio sustancial de tal envergadura que se ha convertido en una realidad totalmente diversa respecto de aquella que pregonaba la Iglesia hasta no hace mucho tiempo. Este sentimiento no es novedoso ya que hace bastante tiempo que se ha instalado dentro de la propia Iglesia y surge, de tanto en tanto, con mayor o menor virulencia según sean las circunstancias.

Más que abundar en la descripción de este hecho, nos interesa preguntarnos por su causa. ¿Qué ha sucedido en conciencia cristiana para que haya perdido, casi por completo, una inteligencia de la fe que haga posible la presencia de una praxis auténticamente cristiana? ¿Qué ha acontecido para que el católico haya abandonado totalmente el campo de la praxis y se lo haya entregado a una visión inmanentista de la historia la cual se le presenta como la única opción?

Esta situación por la que atraviesa la conciencia católica es de antigua data y tiene que ver, fundamentalmente, con una inadecuada lectura de la modernidad la cual la ha conducido a moverse pendularmente entre la condena y laadhesión plena, que es como decir, entre la reacción y el progresismo. Muy pocos se han ocupado de cuestionar esta idea de modernidad acuñada por pensadores iluministas; es más, ni los propios progresistas (cosa bastante rara) han llevado a cabo una crítica a este concepto. Por el contrario, tanto ellos como los que se denominan reaccionarios, han asumido, de modo totalmente acrítico, esta vertiente ideológica de la modernidad.

Veamos: la corriente a la que aludimos corre paralela a una interpretación equivocada de Descartes, la cual pone la esencia del hombre en la libertad entendida como absoluto poder de negación. De este modo, esta línea de pensamiento plantea una dialéctica aut-aut entre libertad y verdad, entre libertad y autoridad.

Ahora bien, Del Noce ha mostrado, con total claridad, que esta dialéctica opositiva es producto de una opción inicial, de una apuesta, al modo del pari pascaliano. La misma consiste en plantear que Dios no debe existir si es que el hombre quiere ser libre.

Aquí, libertad es entendida como ausencia de todo vínculo con una realidad diversa de mi voluntad. Esta lectura acrítica de la modernidad ha sido incapaz de mostrar que, suscribiendo esta postura, se asume un punto de partida carente de toda prueba: hay que apostar por la no existencia de Dios para que el hombre sea auténticamente libre y creador. De esto se colige lo siguiente: si el tiempo moderno es el tiempo en el cual el hombre se ha convertido en alguien plenamente adulto (porque ha recuperado su auténtica libertad, su capacidad creadora), entonces este tiempo será también el de la muerte de Dios.
Los progresistas, mostrando una total sumisión a esta interpretación de la modernidad, se han ocupado, de modo sistemático, de quitar de la Iglesia Católica todo aquello que sea refractario a esta visión inmanentista de la historia. Y como la metafísica, en tanto búsqueda del orden eterno de las cosas, se encuentra en la vereda contraria a la de una visión de la realidad esencialmente cambiante, era preciso demolerla. Hacer la revolución en la Iglesia supone, entonces, tachar el elemento griego (léase, la metafísica) para convertir la doctrina católica en una realidad esencialmente cambiante, perfectamente adaptable a lo que piensa y quiere el hombre de cada época histórica.
Ya hemos expresado en otros apuntes que la dupla verdad-error, bien-mal ha sido sustituida por la de nuevo-viejo, progresista-conservador. El progresista, entonces, es aquel que siempre, en su pensar y en su obrar, está de acuerdo con la historia, que es lo mismo que comulgar con el progreso, con lo nuevo. Los auténticos creyentes jamás asumieron esta falsa dicotomía sino la de verdad-error, bien-mal. Siempre se afanaron por buscar la verdad y el bien, sin identificar jamás a ninguno de los términos con determinado tiempo histórico. Como creyentes creían y sabían que la verdad y el bien son trans-históricos.

Los denominados reaccionarios también asumieron esa falsa idea de la modernidad a la cual se opusieron de un modo radical. Todo lo moderno merece una condena absoluta; en consecuencia, el auténtico creyente debe aislarse de un mundo el cual está esencialmente corrompido. Y así como los progresistas se hicieron eco de la dialéctica aut-aut entre libertad y verdad, sacrificando la existencia de esta última, los reaccionarios también la suscribieron perdiendo, en lugar de la verdad, la libertad del hombre.

Para concluir podemos afirmar que la conciencia del cristiano de hoy puede recuperarse en plenitud si se funda en la tradición viviente, lo cual supone profundizar las verdades ya poseídas aunque no plenamente conocidas. Esta tarea implica una verdadera evolución, un verdadero progreso que debe ser homogéneo: las virtualidades de la verdad que se conquisten deben hallarse en perfecta armonía con aquellas otras verdades explícitas que forman parte del depósito de la tradición.

Esta recuperación de la conciencia cristiana hará posible la existencia de una verdadera praxis cristiana (educativa, cultural, pastoral, etc.) que enseñe al hombre de hoy que su valiosa libertad se hace plena en la aceptación de la verdad; que su sabiduría y felicidad dependen de su discernimiento entre verdad-error (y la elección por el primer término del binomio); finalmente, que tanto su progreso personal como el progreso de la historia dependen del crecimiento de su conciencia en el conocimiento de la verdad.

jueves, 9 de agosto de 2018

Arzobispo vaticano inventa su propia “verdad”

GLORIA TV


El arzobispo Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, está enojado con los que señalan que Amoris Laetitia del papa Francisco contradice la encíclica Veritatis Splendor (1993) de Juan Pablo II.

Al hablar el 6 de agosto en VaticanNews.va, Fisichella afirma, además, que esos críticos supuestamente “no son fieles a la Tradición de la Iglesia”. Pero esto es justamente verdad para Amoris Laetitia y sus apólogos.

A la distorsión de la fe que hace Francisco él la llama “desarrollo de la doctrina”.

Según Fisichella, debemos tener un “concepto dinámico” de la verdad. Generalmente, esto es llamado relativismo, un concepto que permite decir todo y lo contrario de todo, anulando la distinción entre la verdad y las mentiras.

Fisichella es lo suficientemente engañoso como para no predicar abiertamente su relativismo. En consecuencia, inventa una nueva palabra, diciendo que la verdad no “es” una dimensión “fija”.

Los que, como Fisichella, utilizan la “verdad” como si ésta cambiara como el clima, generalmente son llamados mentirosos.

Para Fisichella, la Iglesia no puede aceptar una verdad que es “cerrada en sí misma”. 

Sin embargo, a causa de su esencia, la verdad está relacionada siempre con la realidad, mientras que las teorías de Fisichella producen una telaraña de sueños que no tienen realidad fuera de la mente de Fisichella.

sábado, 31 de marzo de 2018

Conversando con Jesús: Diálogo interreligioso, relativismo, ecumenismo, proselitismo [11 de 22] (José Martí)




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DIÁLOGO INTERRELIGIOSO y RELATIVISMO

Y luego, al objeto de que se produzca el pretendido y deseado (aunque absurdo) "diálogo interreligioso" (ya "previsto" en algunos documentos del Concilio Vaticano II) se está afirmando, con toda tranquilidad, como si fuese algo indiscutible, que no hay verdades absolutas. Lo único absoluto es que "todo es relativo" a la persona. El hombre es quien decide lo que está bien y lo que está mal ... y tal decisión puede ir cambiándola a lo largo del tiempo.

Estamos viviendo -claramente- en una dictadura: la dictadura del relativismo, en la que todo da igual ... Sólo prima el "sentir" y se ha dado de lado al "ser". En definitiva, no es Dios, sino el hombre quien decide acerca de todas las cosas, lo que equivale a considerarte a Tí, Señor, como un "dios" más en el panteón de los "dioses".

Son muchos los mártires que prefirieron morir antes que adorar a un falso "dios" ... y, sin embargo,
hoy en día se pretende equiparar todas las religiones como si diera lo mismo creer en Tí o no. Se ha introducido la falsa idea de que cada uno se salvará siguiendo su propia conciencia (no importando si ésta es o no errónea) y "su propia religión" ("religiones" que son inventos humanos y que, por lo tanto, no son tales, en realidad) e incluso si es ateo y no cree que Dios exista (como en el caso del budismo, por poner un ejemplo).

El "papa Francisco" dejó esto bastante claro en su primer video mensual de enero de 2016, aunque, en honor a la verdad -todo hay que decirlo- no ha hecho sino llevar a la praxis la lógica que se desprende de algunos documentos del Concilio Vaticano II ... y siempre se ha definido en el mismo sentido desde que accedió al Pontificado el 13 de marzo de 2013, hace ya poco más de cinco años.

Algunas entradas del blog relacionadas con este tema
:


Las malas intenciones (Fray Gerundio)

Credo modernista y un vídeo irónico (Pablo de María)

El escandaloso vídeo interreligioso de Francisco. ¿Predicó explícitamente la herejía? (Adelante la Fe)

Discurso del Papa Francisco ante líderes religiosos reunidos en Asís (20 de Septiembre 2016)

Se entienden muy mal las palabras de Jesús: "Que todos sean uno" [Jn 17, 21] (José Martí) 

Diálogo inter-religioso ¿Por qué? ¿Para qué? (Luis Segura)

El espíritu misionero contra el espíritu de Asís) (Padre Jose María Mestre)

El Islam y el Judaísmo (Alejandro Sosa Laprida)

La Iglesia Católica no debe participar en encuentros interreligiosos (Por Fiel a Cristo)

DE MAL EN PEOR: nuevo mensaje del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso equipara a Buda con Nuestro Señor Jesucristo y promueve la no-violencia medio ambiental y otros disparates (Catholicvs)

Tendiendo aún más puentes (Capitán Ryder)

DEBEMOS DECIRLO ... pues son pocos en la Iglesia los que lo harán (Michael Voris)

Con Bergoglio triunfa el "espíritu de Asís" (Sandro Magister)

ECUMENISMO


Es evidente, por todas las manifestaciones que han tenido lugar en este sentido, que para el papa Francisco el ecumenismo está por encima del catolicismo

Se escuchan frecuentes rumores de una planeada revisión a la Misa que sea celebrada en común con los protestantes – como una posible respuesta a los esfuerzos, desde dentro de la Iglesia, para
un verdadero ecumenismo, que tiene que pasar por la intercomunión.

Sobre este asunto se han vertido infinidad de comentarios, algunos de los cuales coloco a continuación,  a modo de ejemplo: 

PROSELITISMO


Desde esta perspectiva parece claro que ya no sólo no es necesario sino que ni siquiera hay que intentar convencer a nadie de que sin Tí nadie se puede salvar, como así es, pues "ningún otro Nombre hay bajo el cielo, dado a los hombres, por el que podamos salvarnos" (Hech 4, 12). En la carta de san Pablo a los filipenses, leemos: "Al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los infiernos, y toda lengua confiese: "Cristo Jesús es Señor", para gloria de Dios Padre" (Fil 2, 10-11). 


Todo esto se ha olvidado y los que tendrían que guiarnos no sólo no lo hacen sino que escamotean tus Palabras, de manera tal que cada vez son menos los católicos que conocen el contenido de su fe. "Y, ¿cómo creerán en Aquel a quien no han oído? Y, ¿cómo oirán si nadie les predica? Y, ¿cómo predicarán si no son enviados?" (Rom 10, 14-15). Ahora bien, "no todos obedecieron al Evangelio ..." (Rom 10, 16). Porque es cierto que "la fe procede de la predicación ... [pero no de cualquier predicación sino] de la predicación a través de la palabra de Cristo" (Rom 10, 17).Por eso hay cada vez más católicos que están perdiendo la fe, pues los que les guían no son obedientes a tu Palabra. Son muchos los pastores que no son tales: son "falsos pastores", a quienes no les importan las ovejas; o bien "lobos disfrazados de ovejas".

Es bien conocido el dicho de Francisco, repetido por activa y por pasiva, de que "el proselitismo es una solemne tontería" y es un pecado contra el ecumenismo" (Declaraciones que hizo en Georgia en Mayo de 2017), un tipo de afirmaciones que podemos encontrar en infinidad de ocasiones, en cuanto lleva dicho desde que accedió al Pontificado. Su máxima número 1 es : Vive y deja vivir. "Los que son cristianos con la Biblia y los que son musulmanes con el Corán" . Nada de proselitismo.

En la entrevista de Scalfari al Papa Francisco que se encuentra en la página web del Vaticano podemos leer la entrevista en la que le dijo Francisco a su gran amigo, aunque ateo, Scalfari: "El proselitismo es una solemne tontería, no tiene sentido"Así lo confirmó el propio Scalfari :  "Bergoglio me pidió que no me convirtiera"


Esto son hechos ... Y, sin embargo, Señor, lo que Tú dijiste a tus primeros discípulos no fue eso, sino esto otro: "Id y enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que Yo os he mandado" (Mt 28, 19-20). Tal misión lo es, también, de tus actuales discípulos, los que -por pura gracia- hemos recibido el sacramento del bautismo y podemos, con verdad, decir que "somos hijos de Dios" (1 Jn 3, 1) ... pues no todos lo son, en contra de lo que - erróneamente- piensan algunos. Pero, de una manera especial (no sólo en grado sino también en esencia) lo son aquéllos que Tú has "segregado de entre los hombres, en favor de los hombres, en lo que se refiere a Dios, para ofrecer dones y sacrificios por los pecados" (Heb 5, 1), es decir, tus sacerdotes y, sobre todo, los Jerarcas de la Iglesia: obispos, arzobispos y cardenales ... hasta llegar al Papa, el Sumo Pontífice.

Ahora bien: Es necesario que ejerzan como verdaderos pastores de la grey que Tú les has encomendado, transmitiendo íntegramente tu Mensaje, sin añadir ni quitar nada ... pues tus Palabras son siempre actuales, ya que, siendo hombre, eres igualmente Dios, "imagen del Dios invisible, primogénito de toda creación" (Col 1, 15). De Tí dice San Pablo: "Todo ha sido creado por Él y para Él. Él es antes que todas las cosas y todas subsisten en Él. Él es también la cabeza del cuerpo, que es la Iglesia" (Col 1, 16-18) 

De manera que no podemos menos que plantearnos -y plantearte-esta pregunta: ¿A quién le hacemos caso, Señor, al Papa Francisco o a Tí? Me parece que la respuesta es clara:

- Dado que el papa Francisco es tu Vicario y que, por lo tanto, no puede enseñar nada que se oponga a tu Mensaje, el cual está claramente definido, como todos sabemos ...

-
Pero dado también que -de hecho- en este punto concreto (y también en muchos otros) "su enseñanza" no se corresponde siempre con la del Evangelio y la Tradición ... 

[A veces habla como católico -y habla muy bien- lo que da lugar a la confusión, una regla que es típica en los modernistas, que tienen como lema decir una cosa y la contraria; de este modo no se pillan las manos: que cada cual se quede con lo que prefiera. Se crea, de este modo, un cisma. Los hay que se decantan a favor del Papa y otros en contra. Y ambos bandos tienen argumentos: no tienen más que citar sólo una parte de lo que el Papa dijo ... ¡pero eso no es serio!]  
... en estos casos es preciso tener en cuenta lo que Pedro y los apóstoles respondieron al Sanedrín cuando éste les prohibió predicar en tu Nombre: "Es preciso obedecer a Dios antes que a los hombres" (Hech 5, 29). Éste es el mejor servicio -y la mayor ayuda- que se le puede hacer al Papa ... porque "no podemos nada contra la verdad, sino en favor de la verdad" (2 Cor 13, 8). 

Fuiste Tú mismo quien dijo a Pedro: "Simón, Simón, mira que Satanás os busca para cribaros como el trigo, pero Yo he rogado por tí, para que no desfallezca tu fe. Y tú, cuando te hayas convertido, [entonces] confirma a tus hermanos" (Lc 22, 31-32). 

Todos somos pecadores y TODOS tenemos necesidad de corrección, también el Papa. Como siempre, debemos de acudir a las Sagradas Escrituras, en las que podemos leer, por ejemplo, las siguientes palabras que Pablo dirigió a Pedro: "Cuando vino Cefas a Antioquía, me enfrenté a él, cara a cara, porque era digno de reprensión" (Gal 2, 11). Lo hizo con un gran respeto, pero no podía callar. Y Pedro aceptó -y agradeció- esa reprensión

El Papa actual necesita también de una reprensión.  El problema es que no la acepta: no ha respondido a los cardenales de las Dubia ni a la corrección filial que se le hizo, etc. A modo de ejemplo, podemos señalar algunas entradas sobre este asunto:


Estamos seguros de lo que creemos (José Martí)

Las dudas del Papa y las certezas del cardenal Caffarra (Sandro Magister)


El Boom: la dubia de los cardenales y el cisma en el Vaticano (Hilary White)


La verdad de la fe en peligro (Dominus est)

Como vemos, son éstos momentos de crisis fuerte en la Iglesia. Y la solución no es el Ecumenismo, tal y como ahora se lo entiende, sino la proclamación de la verdad, esto es, la necesidad de pertenecer a la Iglesia Católica para salvarse, conforme a Tu mandato explícito. La situación es tan grave que hemos llegado ya al extremo de poder afirmar, sin temor a equivocarnos, que la Evangelización está prohibida.

Continuará

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Al Cardenal Cupich: acerca de la apostasía de la Verdad y la Última Prueba de la Iglesia



Habla el cardenal Cupich de que debemos de renunciar a nuestras creencias más preciadas en aras al diálogo; y que no somos una Iglesia de preservación. Esto es un auténtico disparate. ¿Qué hacer entonces? Pactar y "dialogar" con las demás "sectas", de todo tipo, para llegar a un consenso común, como  hacen los políticos. ¿Donde queda la Religión Católica, fuera de la cual, como sabemos, no hay salvación posible? Y, sin embargo, estas herejías no son condenadas por quien tiene la obligación de hacerlo. Hay una especie de "ecumenismo" salvaje, mal entendido, que nos puede llevar a apostatar de nuestra fe. Isaac, un joven de poco más de 30 años, que habla en este vídeo de youtube ("Levadura de certeza") se pregunta si no estaremos acaso en la última prueba de la Iglesia, es decir, en los últimos tiempos, teniendo en cuenta que todo cuanto está ocurriendo hoy, sobre todo en la Iglesia Jerárquica, ya está predicho por Jesucristo; y a ello se alude también en el Catecismo de la Iglesia Católica.

Duración 13:32 minutos

viernes, 22 de septiembre de 2017

P. James Martin: "los católicos LGBT no están obligados a practicar la castidad" (Padre Jorge González)



La cosa va a velocidades de vértigo. Barbaridades doctrinales y morales estamos hartos de escucharlas, qué se le va a hacer. Que sor Veneranda nos diga que ponerse la casulla para celebrar es una bobada porque Jesús no tenía una, que Paco, el párroco de San Serenín, afirme que es igual ser musulmán o católico, o que Maripepa, de la iglesia de base más básica, nos instruya con un nuevo concepto teológico según el cual una cosa es el evangelio y otra la doctrina de la Iglesia, se sabe que existe y tampoco tiene mayor trascendencia que la de los cuatro que siguen ahí tirando.

Otra cosa es lo que pueda afirmar el jesuita padre James Martin, porque ese reverendo no es un cualquiera, sino nada menos que un asesor vaticano, y eso hace que sus teorías se hagan más peligrosas por lo que asesora y a quien asesora. Esto es como si a la Tacones la ponen como defensora de la castidad en las madres Társilas. Ya me entienden.

El padre Martin se despacha hoy con una novedosa novedad según la cual, evidentemente siguiendo las directrices de Amolis laetitia, y en contra de toda la tradición moral de la Iglesia, hasta llegar a la Veritatis Splendor, ha decidido que las normas morales absolutas no existen y que todo es un puro subjetivismo.

Así no se corta un pelo cuando afirma tajantemente, sin lugar a dudas, que “los católicos LGBT no están obligados a practicar la castidad”.
Como ven, interesante. No es que diga que hay que abolir completamente el sexto mandamiento, que no se atreve, aunque me da que lo piensa por el contexto de toda la disertación que ha colocado en youtube. Pero sí que el colectivo LGBT no está obligado a ser casto, apelando a la supuesta “tradición teológica que sostiene que una doctrina no se convierte en tal hasta que sea aceptada por todos los fieles”.

Esto es, no digo ya una barbaridad, que lo digo, sino una solemne tomadura de pelo, porque según la última chorrada del P. Martin, la Iglesia católica ha dejado de tener doctrina ya que no conozco una sola que no haya tenido que aguantar disidencias. Antes, in illo tempore, cuando alguien se empeñaba en negar la doctrina, era excomulgado, es decir, si usted no está en comunión con la Iglesia, porque niega puntos esenciales, pues se vaya de la Iglesia. Ahora es al revés: si usted no está de acuerdo con algo, se cambia la doctrina y punto, o como mínimo se le dispensa personamente.

¿Qué usted no asume personalmente la obligación de la misa dominical? Pues entonces no le obliga. ¿Qué no acepta la transustanciación? Pues más de lo mismo. ¿Que una persona o un colectivo no aceptan la doctrina sobre la castidad que ha de mantenerse fuera del matrimonio católico? Pues está claro: no están obligados.

Este padre es un asesor del papa, y lo que dice está en perfecta consonancia con el capítulo VIII de Amoris Laetitia que consagra el final de la moralidad objetiva para que todo dependa de que subjetivamente se acepten las normas morales o no.
No tengo ganas de escribir más. Pero esto es gravísimo. Sobre todo porque están consiguiendo dividir a la Iglesia no en cosas menores, como ritos o pequeñas costumbres, sino en la esencia misma de la moral.

Padre Jorge González

NOTA: En un artículo de Life Site News se explica con detalle todos los auténticos disparates que dice este hombre jesuita, sin ningún tipo de pudor ... ¡y sin ser excomulgado! Algo muy gordo tiene que estar a punto de suceder, cuando se consienten todas estas cosas desde el Vaticano.

viernes, 15 de abril de 2016

Amoris Laetitia: Tocata y Fuga (Fray Gerundio)

Original aquí


No están los tiempos para virtuosismos musicales, ni mi convento tiene ya la gloria de antaño para reproducir composiciones heroicas, ni los novicios comprenden el sentido musical, más allá de sus músicas ratoneras y metálicas. Por tanto, no me estoy refiriendo a nada que tenga relación con Juan Sebastián Bach. Es que se me ha venido esto a la cabeza, mientras leía la Amoris Laetitia. Y explicaré por qué.

Al desembaular la Exhortación, Francisco ha querido elaborar una composición musical a muchas voces. Es más, a él le encanta que sea interpretada en infinitas voces. Para Francisco, cada caso debe tratarse en particular, cada solución debe administrarse en privado y cada remedio tiene que programarse de forma individual. Nada de una sola voz, porque eso es dogmático y por lo tanto hipócrita.

Las absoluciones colectivas sí que se pueden dar a voleo, generalizando y metiendo a todos en el mismo saco; pero los mandamientos, rien de rien. El así llamado adulterio, por ejemplo, no es más que una situación irregular (301). El amancebamiento no es otra cosa que una gran dificultad para actuar de modo diverso (301). El ayuntamiento y el copuleo no son más que el resultado de una falta de acogida y comprensión…. Y puede ser que alguien esté amancebado sin que eso le guste. Porque no haya calibrado del todo los valores inherentes a la norma (301).

Ahora sabemos ya -gracias al Obispo de Roma-, que la norma No adulterarás, se puede saltar a la torera, porque es posible que no haya capacidad total para captar los valores inherentes, como todo el mundo sabe y como algunos sufren. Por lo cual no tienen otro remedio que seguir en adulterio hasta que se calibre bien que es mejor no hacerlo. Hay que tener en cuenta que algunas situaciones no realizan objetivamente nuestra concepción del matrimonio (303) y por tanto no hay que agobiarlos para que salgan de esa situación, sino acompañarles y acogerles.

No les vaya a pasar como al pobre Judas, que no tuvo más remedio que ahorcarse. Aunque he de reconocer que, hasta mis novicios más tontos y más cebollinos, confiesan que no les acaba de convencer esta exégesis tan flamante y reciente que ha hecho el Obispo de Roma sobre el último de los apóstoles. El Señor dijo de él que más le valiera no haber nacido, tal como nos cuenta San Mateo (26,24). Seguramente ese día no estaba el Señor en plan de acoger a Judas Iscariote, porque lo estaba condenando y juzgando sin piedad. Por eso el buenazo de Judas se desanimó mucho antes de que lo desanimaran los escribas y fariseos, viendo el panorama de desconfianza que había contra él entre los malvados apóstoles. Estas palabras no serían del Señor; las debió escribir algún resentido-legalista y son apócrifas. Menos mal que la mitad de lo que dice el Evangelio es desarrollo posterior y pura falsedad. Y todavía no estaba en este mundo la lúcida exégesis de Santa Marta. Pero bueno, esa es otra historia de las muchas que cada día nos agrian el desayuno o nos escogorcian la merienda.

Pues bien, volviendo al tema que me ocupaba, si mi cabeza no vuelve a enredarse: La Exabruptación Apostólica de Bergoglio está en línea consigo mismo. No hay más que ver las citas (las autocitas) que se manejan para corroborar el pensamiento teológico que se desata en numerosos lugares. Para hacer ver que se está en línea con el pensamiento de la Iglesia, se citan discursos, catequesis y admoniciones del propio Bergoglio. Eso se llama hermeneútica de la continuidad… consigo mismo. Y si se cita alguna vez a Santo Tomás (no faltaba más), se le cita en sentido hegeliano, que para eso hemos avanzado y ya no estamos en el siglo XIII.

Es que el Papa es un modernista de mucho cuidado. Lo es por sus lecturas edificantes de juventud y sus corrupciones teológicas jesuíticas de madurez. No en vano está en la línea de sus mentores directos Martini y toda la patulea que le acompañaba y le acompaña. Si Martini tiene de Francisco el culto de hiperdulía, Kasper tiene el de protodulía. Creo que Martini, que en paz descanse, se sentirá satisfecho por estas victorias post-mortem. Espero que pueda celebrar el éxito de su masónica empresa allí donde se encuentre, al ver a su Delfín destrozando olímpicamente la doctrina de la Iglesia.

Así que la Tocata, tal como la describe la wikipedia esa, es una composición para teclado en las cuales una mano y luego la otra, realizaban virtuosas corridas y pasajes en cascada con un acompañamiento de la otra mano. O sea, manos por aquí manos por allí. Ahora la derecha, ahora la izquierda. Ahora redactamos el 107 y ahora sale por acá el 301 y lo rematamos con el 306. Nada por aquí, nada por allí. Como se ve, pura continuidad con la Tradición. A mí no me extraña esta Exabruptación a varias manos.

Pero lo mejor de la Tocata es cuando va acompañada de la Fuga. También en este caso. Ha sido salir la Tocata, y se han dado a la Fuga todos los bomberos. Nadie se atreve a decir ni pío. Los cardenales que escribieron libros e hicieron declaraciones ostentosas, están brillando por su ausencia o su silencio. El temido cardenal Müller, tenido por la bestia negra de la ortodoxia, no ha dicho mu.

Otros Obispos están brillando por sus majaderías, aunque éstos son más para reír y después llorar. Cobardicas. Otros brillan por su cara dura, interpretando como tradicional lo que no es más que un ataque frontal a la autoridad divina. Y otros, como la Conferencia Episcopal Filipina se apresuran a poner comulgatorios para divorciados en clase business, con acumulación de millas. No quiero poner nombres ni links, porque no tengo fuerzas. Pero ¿dónde están los tigres de la ortodoxia? ¿no hay ningún prelado que ponga el grito en el cielo? ¿dónde está la fiereza del cardenal Burke? ¿dónde los que durante el Sínodo decían que no iba a pasar nada? ¿qué fue de Schneider? Ojalá pronto escuchemos algo de sus bocas, para que no pensemos que han abandonado el rebaño.

Decididamente, creo que Francisco está en situación irregular. Voy a ver si le busco un acompañamiento para hacerle superar su gran dificultad para actuar(como Papa) de modo diverso (301); porque desde luego está en una situación que no realiza objetivamente nuestra concepción del Pontificado (303). No lo excluyamos, por favor. A ver si encuentra un confesor que le propine una buena ayuda sicológica y espiritual. O al menos que le mande leer la primera carta a los Corintios cincuenta veces, hasta que se arrepienta y calibre del todo los valores inherentes a su misión de Vicario de Cristo (303).

Amén.

La hipocresía del lenguaje (3 de 3) [José Martí]


308. (…) Comprendo a quienes prefieren una pastoral más rígida que no dé lugar a confusión alguna. Pero creo sinceramente que Jesucristo quiere una Iglesia atenta al bien que el Espíritu derrama en medio de la fragilidad: una Madre que, al mismo tiempo que expresa claramente su enseñanza objetiva, «no renuncia al bien posible, aunque corra el riesgo de mancharse con el barro del camino» 


La Iglesia es Una, Santa, Católica, Apostólica y Romana. La Iglesia es el Cuerpo Místico de Cristo. "Es Santa e Inmaculada" (Ef 5, 27). Jesucristo vino a redimirnos del pecado y dijo que no había venido a salvar a los justos sino a los pecadores, es decir, a todos, porque "Nadie es bueno sino sólo Dios" (Mc 10, 18). De manera que, al igual que Jesucristo, al acercarse a los pecadores no se manchaba, así tampoco la Iglesia se mancha con el barro del camino. Tal riesgo no existe. La Iglesia, al igual que su Maestro, debe actuar como una Madre y "expresar claramente su enseñanza objetiva", pero nunca debe dar pie a que un cristiano piense que tal enseñanza objetiva sólo unos cuantos son capaces de llevarla a cabo: los llamados justos. Eso es una falsedad. En realidad, nadie podría llevarla a cabo, pero contamos con Él. Y Él hace posible lo que, a los ojos humanos, parece imposible. 

Es la fe y la confianza en Dios lo que se debe de predicar "a tiempo y a destiempo" : "Predica la Palabra, insiste con ocasión o sin ella, argumenta, reprende, exhorta, con toda paciencia y doctrina" (2 Tim 4, 2). 

En cuanto al término usado por el santo Padre como "pastoral rígida" es una contradicción. Si es verdadera pastoral, nunca puede ser rígida: la pastoral siempre tiene que ser comprensiva ... pero comprensiva con el pecador, al que tiene que animar y ayudar, nunca con el pecado. Un pastor, so pretexto de misericordia y de "pastoral flexible" no tiene derecho a engañar a quien acude a él, sacrificando, para ello,  la Doctrina. Ésta no le pertenece. Y ha sido Dios quien la ha fijado. Y nadie puede pretender ser más misericordioso que lo es Dios mismo. Es la vieja tentación de nuestros primeros padres, que se repite una y otra vez: la de querer decidir, por nosotros mismos, lo que está bien y lo que está mal. En el fondo de todo, lo que se esconde es una falta de fe.

Dice el Santo Padre que comprende a los que prefieren una pastoral rígida, pero que él es partidario de otro tipo de pastoral. Bien, en este sentido se trata de opiniones diferentes. El Papa, como el mismo dice, no pretende sentar magisterio con esta exhortación, ni imponer a nadie su punto de vista. Según el cardenal Burke, la exhortación debe ser recibida con “profundo respeto” por provenir del Romano Pontífice, Vicario de Cristo, pero insiste en que el respeto no debe confundirse con “creer con fe divina y católica” todo el contenido del documento.

Burke advierte que “es absurdo” considerar que cada palabra del Papa obliga en conciencia. “Mientras que el Romano Pontífice tiene reflexiones personales que son interesantes y pueden ser fuente de inspiración, la Iglesia debe estar siempre atenta a señalar que su publicación es un acto personal y no un ejercicio del magisterio papal”, recalca el prelado. Como fruto de su experiencia pastoral, este obispo señala que “la primera señal de respeto y amor” hacia los divorciados vueltos a casar es “decirles la verdad con amor”. Niega, además, que el matrimonio cristiano sea “un ideal”, sino un sacramento que confiere la gracia a un hombre y una mujer para vivir en fidelidad de forma permanente y con apertura a la vida.

No obstante, sigo pensando que el Papa no tiene por qué reflejar sus opiniones personales en una exhortación apostólica, pues ello lleva a confundir a muchos fieles que piensan -erróneamente- que todo lo que el Papa dice es "palabra de Dios". 

Por otra parte, siempre según mi opinión, el trasfondo de la AL es mucho más grave que el mero hecho de que se afirme en ella que hay que ser "comprensivos" con determinadas "situaciones irregulares", las cuales deben ser estudiadas caso por caso. Pienso que hay mucho más. Como dije, en otra ocasión, poco veneno mata ... porque, aunque poco, es veneno. 

Una vez introducida la idea de que ciertas "situaciones irregulares" deben de ser investigadas y analizadas pormenorizadamente, de manera que dejen de considerarse irregulares y pasen a la situación de normales, aunque se diga explícitamente que se trata de una casuística y no de una norma, la experiencia demuestra que, a la larga - y más bien,  a la corta- tal casuística se convertirá en norma. 

Es más: las "situaciones irregulares" se pueden ir extendiendo a otros muchos más casos: "convivencia entre personas del mismo sexo", "mujeres que han abortado", etc... Con el tiempo, las situaciones irregulares no sólo serán del sexto o del quinto mandamiento sino del resto de mandamientos. 

En definitiva, que "ancha es Castilla" y "que cada cual haga de su capa un sayo". Lo importante es "actuar en conciencia": el subjetivismo y el relativismo quedan elevados a la categoría máxima. El hombre pasa a desempeñar el papel de Dios: él decide acerca de lo bueno y de lo malo. La Religión de Dios desaparece. La única Religión que quedará es la que el hombre se fabrique. En otras palabras: la Iglesia, tal y como la hemos conocido durante veinte siglos, desaparecía ante "la nueva Iglesia".

La aceptación de la AL, en mi opinión, no sería sino el comienzo de una etapa nefasta para la Iglesia Católica, que acabaría, con toda probabilidad, en un grave cisma (tal vez el más grave de los que se han producido hasta el día de hoy en la Historia de la Iglesia). Y, sin embargo, hay algo en lo que pocos piensan. Y es que "de Dios nadie se ríe" (Gal 6, 7)

José Martí