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martes, 22 de diciembre de 2015

20-D. Españoles: preparaos para luchar, de nuevo, contra el comunismo (Eulogio López)


En el siguiente vídeo de título España en guerra ... más o menos civil (duración 1:58 min) el director de Hispanidad nos cuenta algo que ya nos había adelantado en un artículo anterior  el cual reproduzco también aquí: sus previsiones fueron acertadas.

  • Independientemente del resultado final, el neo-comunista Pablo Iglesias se convierte en el eje ideológico de España.
  • Es decir, son tiempos de guerra civil. Eso sí, distinta a la 1936: ahora será una guerra de todos contra todos.
  • Y tiempos de persecución clara contra los católicos, en una mezcla de cristofobia y anticlericalismo.
  • En particular, los neocomunistas (Podemos) y progres varios (PSOE), con el PP en su línea habitual: mirando hacia otro lado.
  • Mimbres de esa persecución: ideología de género, ecopanteísmo e identificación de cristianismo con fascismo.
  • Y la persecución ya ha comenzado: si no lo creen, atrévase a poner en duda la ley contra la violencia de género y verá lo que le ocurre.
Los votos escrutados todavía no pueden considerare definitivos cuando redacto está crónica pero, en cualquier caso, ya se vislumbra lo que son estas elecciones: desastre del PP, desastre del PSOE, Ciudadanos se desinfla y Podemos se convierte en el eje ideológico de España. No sé si “los olorosos” de Pablo Iglesias, como se le conocen en la derecha más reaccionaria, entrarán en el Gobierno pero eso es lo de menos: ahora todo pivota sobre un profe de políticas de escaso currículo, ignorante, pedante, chavista, engreído, grosero (“nosotros no hacemos el amor, nosotros follamos”), agnóstico (es decir, ignorante), amante de la propiedad pública (o sea, del dinero de los demás) al que si le dejamos –y le estamos dejando- acabará como sus adorados Hugo Chávez y Nicolás Maduro: con homicidios selectivos y profanación de iglesias. Su modelo es ese, el chavismo, una revolución comunista que ya ni oculta los asesinatos que perpetra hasta en los mítines electorales del adversario.
Y por cierto, los chicos de Podemos son tan corruptos como los partidos de la casta. Todavía no han sido pillado en grande robos porque tampoco han tenido un gran poder. Pero dentro de sus dimensiones han resultado terribles: todo tipo de pillerías laborales y fiscales, el apoyo chavista, etc, etc.
Pablo Iglesias es una neocomunista: es decir un bolchevique violento y demagogo, que vendería a su madre por lograr el poder. E insisto: lo de menos es que consiga ese poder, lo malo del 20 de diciembre es que le ha entronizado como eje ideológico. Es decir, que en España impera el pensamiento débil.
Y a partir de ahí, los españoles, especialmente los católicos, que son lo opuesto al neocomunismo de Podemos, pero también al progresismo del PSOE, de Ciudadanos y del PP, deben prepararse para enfrentar, una vez más, como en 1936, al neocomunismo, que es la vieja tiranía comunista pero que ahora pretende llegar al poder por la vía de las urnas, no de las armas.
Verbigracia: el puñetazo que un menor propinó a Rajoy no hubiera sido posible sin el ambiente creado por el neocom (neo-comunista) Pablo Iglesias. Hasta los proetarras de Bildu le han dejado el campo libre a Iglesias quien, como el viejo Lenin, ha sabido aglutinar a todos los extremismos e independentismos habidos en España, además de feminismos, homosexualismo, verdes de religión panteístas, clérigos progres y demás mariachis.
En definitiva, son tiempos de guerra civil. Si lo prefieren, de enfrentamiento civil, porque no será una guerra como la de 1936. Será una guerra de todos contra todos. Comenzará como ya ha comenzado: con el imperio de lo políticamente correcto: ideología de género, identificación de cristianismo y fascismo, eco-panteísmo y la tradicional envidia comunista que se concreta en los recortes a la propiedad privada y en la sustitución de las libertades por los derechos. Esa persecución de lo políticamente correcto ya ha comenzado: consiste en que todo aquel que se queja de las directrices progres sea calificado de antidemocrático, fascista y claramente perseguible por la ley. Ejemplo: los delitos de odio. Ejemplo concreto: atrévase a poner en duda la ley contra la violencia de género y verá lo que le ocurre.
Y serán tiempos de persecución clara contra los católicos, en una mezcla de cristofobia y anticlericalismo. En particular, los neocomunistas (Podemos) y progres varios (PSOE), con el PP en su línea habitual: mirando hacia otro lado. En eso si nos parecemos al periodo 1931-1936: el verdadero enemigo del espíritu miliciano era la iglesia.
Españoles, especialmente católicos españoles, preparaos para luchar, otra vez, contra el comunismo.
Eulogio López

lunes, 21 de diciembre de 2015

20-D. ¿España ha dejado de ser católica? (Eulogio López)

Unas consideraciones de Eulogio López, el director de Hispanidad, acerca de la votación del 20-D. Añado también un video del mismo autor en esta entrada, relacionado con la misma idea; y es que España ha dejado de ser católica: Esta afirmación fue realizada por Hazaña en 1931 pero ahora se está haciendo realidad, desgraciadamente, a la vista de los resultados obtenidos.

Duración 3:07 minutos

  • El voto en blanco falló.
  • El catolicismo expulsado de la vida pública española… en un país en el que se confiesa católico más de un 70% de la población.
  • Pero el catolicismo no puede dejar de ser lo que es así que habrá que concluir que España, en efecto, ha dejado de ser católica.

¿Cómo es posible que más de un 70% de los españoles se declaren católicos y que, al mismo tiempo, los partidos afines al voto católico hayan obtenido unos resultados residuales? Por ejemplo, el derechista VOX se ha quedado en los 58.000 votos, un 0,2% de los sufragios emitidos, mientras el izquierdista SAIN se quedó en menos de 5.000 votos, un 0,02% de los sufragios emitidos. Dos partidos fieles a los principios no negociables (vida, familia, libertad de enseñanza y bien común), pero taponados.
El voto en blanco, otra opción del cristiano desencantado con la Banda de los Cuatro (PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos) se quedó en el 0,75%, lejos del 1,37% de los anteriores comicios. Y era, en verdad, otra opción para un católico coherente. Fue la escogida por el abajo firmante.
En definitiva, el voto católico no existe y hay que preguntarse que pasa por la cabeza de 10 millones de españoles que, sólo es un ejemplo, acuden a misa cada domingo.
Y como el catolicismo no puede dejar de ser lo que es, habrá que concluir algo mucho más grave: que España, en efecto, ha dejado de ser católica.
Eulogio López

sábado, 19 de diciembre de 2015

¿Qué hago con mi voto? (Jesús Ortiz López)

(Un buen artículo que merece la pena leer antes de votar)



Votar es algo serio y por eso cada uno sopesa a quién votar. Dentro del abanico de partidos e ideologías el voto no es resolver un crucigrama o un sudoku, pues no hay una solución exacta, y por eso no encuentro un partido que me convenza; y ellos lo saben: por eso apelan al voto útil o simplemente a impedir que gobierne el contrario. Con más razón ningún partido político puede encarnar la doctrina católica sobre las cuestiones sociales. Sin embargo, me parece que hay grados de acercamiento o al menos de no rechazo expreso a esos valores en el respeto de la persona humana.

Ahora los obispos españoles no se pronuncian, pues consideran que los documentos publicados en los últimos años son suficientes para orientar la decisión de los católicos. Quizá esto implica un frío distanciamiento de partidos que decían inspirarse en ideas cristianas y que han demostrado lo contrario, como el Partido Popular, el PNV vasco o la CiU catalana.

Necesariamente hay que aterrizar a la hora de votar conociendo las propuestas de los partidos sobre la vida, la educación y la familia como temas capitales. Y tendré que informarme de su programa no en los platós de televisión sino leyéndolos con espíritu crítico mientras recuerdo las experiencias recientes. 


Aquí un católico responsable se encuentra con serias dificultades y con la tentación de no votar a ninguno, que también es un modo de participar en estas elecciones. Además, una cosa es el incumplimiento de los compromisos, otra la ambigüedad y otra las propuestas contrarias a la ley natural, de la que todos se olvidan, pues su ideología no parce admitir la existencia de supuestos prejurídicos, es decir, morales o de naturaleza y condición humana. Añadamos a esto que el laicismo agresivo o el de guante blanco ignora la ley natural y lucha frontalmente contra todo lo católico.

A la vista están los embates a las creencias jibarizando los Belenes, como la alcaldesa Carmena de Ahora Madrid; la supresión de imágenes en los tanatorios, como en la Valencia de Ribó; la eliminación de los conciertos con escuelas de inspiración cristiana, como la Junta de Andalucía de Susana; o el acoso a la clase de religión libremente elegida en la escuela. No digamos el mantra de acabar con los Acuerdos con la Santa Sede y modificar el artículo 16 de la Constitución, o la demagógica propuesta de no suprimir el IBI para las instituciones eclesiásticas, ocultando que no es un favor, sino la legislación vigente aplicada también a las fundaciones de los partidos políticos y los sindicatos.

Todo el populismo participa de esa asechanza a lo católico,  intentando construir una sociedad post-cristiana en la que Dios sea irrelevante en la vida pública y en la educación, confiando en que eso ayudará a eliminar a Dios de las conciencias

Parece que no han cambiado desde aquella propuesta marxista de eliminar la “alienación religiosa” como condición para acabar con las demás alienaciones, a fin de instaurar el paraíso comunista, ya experimentado, por cierto, en la URSS durante setenta años, en la China de Mao o en el Vietnam de Pol Pot. De todo ello dan testimonio silencioso las calaveras apiladas en interminables galerías. 

Y porque cuando los hombres quieren establecer el paraíso en la tierra suelen traer el infierno que, al decir de Sartre, “son los otros”. Y ahora la versión podémica actual quiere tomar el cielo al asalto, corrigiéndose después diciendo que llamarán al timbre, para no asustar al votante ingenuo. Un esperpento.

A la vista de todo esto, un católico coherente no buscará una perla política sino aplicará los principios para votar, hoy y ahora, aquella opción que más se acerque al bien común integral de la persona humana y tenga menos rechazo de la ley natural expresada en la defensa de la vida, la libertad de educación y el fortalecimiento de la familia. Desde luego no conviene votar mirando la televisión y menos con las tripas, sino con la cabeza despejada y con mucho corazón.

Jesús Ortiz López

El voto de los católicos (por Francisco Vázquez)

(Artículo publicado en ABC el 13 de diciembre y posteriormente por Religión en libertad). Francisco Vázquez es uno de los más populares líderes socialistas de los últimos años. Se definió a sí mismo como "socialdemócrata, católico y españolista"

Francisco Vázquez

Llegan a España tiempos de urnas, que mientras las haya, siempre podremos decir que son mejores que aquellos en los que brillan por su ausencia, permitiendo que otros decidan por nosotros. Son muy diversos los motivos que inducen a los ciudadanos a elegir entre la amplia oferta de candidaturas que se presentan en cada convocatoria electoral. Parece lógico que las razones ideológicas o las de adscripción partidaria sean las determinantes a la hora de emitir el voto, pero lo cierto es que ni son las únicas, ni siquiera las más frecuentes. 

En el elector pesan muchas otras motivaciones, tales como la confianza que le inspire un candidato, la aprobación o repulsa de la acción del gobierno, su personal apreciación de si la situación general ha mejorado o empeorado, e incluso la valoración de su propia coyuntura, votando a quien considere mejor atienda sus necesidades o defienda sus intereses.

La experiencia incluso nos enseña que el sufragio puede variar según sea la naturaleza de los comicios: local, autonómica, generales o europeas, llegando al extremo de ser distinto el resultado obtenido por el mismo partido en el escrutinio final de dos citas electorales celebradas el mismo día, como sucedió en La Coruña con ocasión de unas elecciones municipales y europeas, realizadas simultáneamente y que prácticamente con los mismos votos uno y otro, ganó Manuel Fraga para el PP en las europeas y yo para el PSOE en las municipales.

Parafraseando a un insigne dirigente socialista, el histórico Indalecio Prieto, podíamos resumir el sentido último del voto diciendo que el común de los mortales selecciona su papeleta o bien con la cabeza, o bien con el corazón, o bien con el estómago, pues muchas y muy distintas son las causas de nuestra opción, siempre legítima y democrática, porque es la expresión de un acto de libertad. En la obligada recapacitación que nos sirve para decidir nuestro voto, me gustaría introducir un elemento más para la reflexión, que no es otro que cuál debe ser el sentido del voto de los católicos españoles y ello por diversas razones.

La primera y nada baladí por cierto es que si entendemos por católicos, no el número de bautizados, sino solamente el de practicantes nos encontramos ante una minoría significativa de la población, ya que su número supera los diez millones de personas. La segunda y muy novedosa, es que por vez primera desde la instauración de la democracia, los católicos españoles inexplicablemente no cuentan con la orientación pastoral de sus obispos, que han hecho mutis por el foro, como si todo el monte electoral fuera orégano y el resultado final, fuese cual fuese la opción ganadora, en nada afectase al futuro de la Iglesia.

Cierto es que gracias a una sabia decisión de la Conferencia Episcopal que encabezaba el llorado cardenal Tarancón, en nuestro país afortunadamente no han ningún partido confesional. Cierto es también que conforme a las resoluciones del Concilio Vaticano II y a lo establecido en la vigente Constitución, en España existe una total separación y autonomía entre la Iglesia y el Estado, estando consagrado en nuestro ordenamiento jurídico el principio de libertad religiosa.

Y cierto es que la propia doctrina de la Iglesia en materia social y política tiene una lectura tan amplia que permite acogerse bajo su ideario a múltiples ideologías, incluso contradictorias entre sí, siempre que cumplan un denominador común mínimo en cuestiones de ética, moral, libertad y democracia. Todo ello nos lleva a los católicos, e incluso a los no católicos respetuosos con el principio de libertad religiosa, a examinar con atención los programas electorales y los mensajes políticos lanzados por los diferentes partidos, compromisos que en muchos casos son ya realidad, vistas las conductas y decisiones tomadas en relación con el hecho religioso, por muchos de los responsables de gobiernos municipales y autonómicos, que en este caso sí han cumplido a rajatabla sus previos anuncios electorales.

En estos años últimos, los católicos nos hemos visto engañados por unos y amenazados por otros, y siempre ninguneados por todos, carentes del más mínimo gesto de atención o de cariño, como el que reciben otras minorías (más minoritarias) por razones de género, inclinación sexual, confesión religiosa o sencillamente por presuntos derechos históricos. Se ha llegado incluso a expulsar o marginar a los parlamentarios que en ejercicio de la libertad de conciencia han defendido el derecho a la vida, mientras que «a sensu contrario» la indisciplina en favor de la muerte del nasciturus se ha saldado simplemente con una sanción económica. 


Los programas de gobierno nos anuncian como «prioridad generacional» la laicización de la sociedad española, a través de una batería de propuestas que rompiendo el espíritu conciliador de la Transición, busca seducir el hecho religioso al ámbito exclusivo de lo privado, atentando contra el derecho de libertad religiosa y teniendo como enemigo a batir a la Iglesia Católica. Para ello se anuncia en la pretendida reforma de la Constitución, la derogación en el artículo 16 de toda referencia a la Iglesia y la sustitución del término aconfesional para definir al Estado, por el más agresivo de laico. Se establece la derogación de los Acuerdos con la Santa Sede, suprimiendo así los derechos jurídicos, económicos, institucionales y educativos que regulan el estatus de la Iglesia española y sus instituciones.

Se propone derogar la vigente ley de Libertad Religiosa para así suprimir la presencia pública de símbolos religiosos y prohibir cualquier manifestación religiosa por parte de las autoridades e instituciones del Estado.

Se denuncia la financiación de la enseñanza pública concertada, fundamentalmente religiosa, dejando sin amparo a dos millones de alumnos, y olvidando que este sistema fue una creación del PSOE de Felipe González. Se considera como un privilegio las exenciones fiscales que en materia de IBI goza la Iglesia, al igual por cierto que todas las instituciones de igual naturaleza, anunciando su modificación, así como en lo referido a las inmatriculaciones patrimoniales de la Iglesia. Nada queda salvo proponer quemar conventos. Pero no nos confundamos, lo propuesto no es una improvisación anticlericalista para arañar unos votos. Es un capítulo más de un planificado y coordinado ataque contra la Iglesia y los valores que representa.

Cuando en estas fiestas de Navidad los ayuntamientos boicotean la condición cristiana de estos días, no prohíben las fiestas, simplemente sustituyen los símbolos y referencias cristianas por un modelo festivo que responde a sus criterios ideológicos, imponiendo un prototipo paganizado en adornos y celebraciones, convirtiendo la Navidad en un remedo de los arcanos solsticios de invierno. Abetos y no belenes.

Hoy los católicos de España ni debemos guardar silencio ni mucho menos experimentar un temor vergonzante. ¡Cuánto damos, sin decir ni pedir! Quienes tienen a gala para nada relacionarse con la Iglesia, en justa reciprocidad reciban en las urnas su mismo trato por parte de los católicos.

 Francisco Vázquez

Te Invitamos a reflexionar: Las propuestas de todos los partidos políticos. VOX como alternativa real





Este artículo está dedicado al día de reflexión antes de las votaciones del 20-D. Está sacado de un enlace de VOX. Y aparecen en él enlaces a los programas de los principales partidos en los distintos temás de crucial importancia para el futuro de España. 


Merece la pena dedicarle un rato de nuestro tiempo para realizar comparaciones entre las propuestas de los diferentes partidos en aquellos temas que no los tengamos suficientemente claros. Nos jugamos mucho en estas elecciones. 

Tengamos criterio y actuemos con responsabilidad, conscientes de lo que votamos y a quién votamos.


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Hay dos días especialmente importantes en este período electoral. El obvio es el 20 de Diciembre, el único día en el que la voz que se escucha es la de las personas y no la de los políticos.

El menos obvio es el sábado 19 de Diciembre, conocido como el de la Jornada de Reflexión. Y es un día importante porque durante 24 horas, los partidos políticos están obligados a dejar de lado sus campañas electorales y los votantes pueden pararse a reflexionar sobre la España y la sociedad que desean.

Es además un día importante porque este sábado, el 60% de los que aún están indecisos decidirán su voto. Sin embargo, la gran mayoría de los votantes votarán sin haber tenido tiempo de leer el programa de ningún partido político.

Pero en VOX hemos pensado en todos los votantes y vamos a ayudarles a reflexionar de la mejor manera posible: dándoles las propuestas de los principales partidos políticos. Para que con las propuestas en la mano puedan ver y decidir quién les representará mejor en el Congreso en la próxima legislatura.

Sí, has leído bien, las propuestas de todos los principales partidos políticos.

Lo que otros no se atreven a hacer, en VOX lo hacemos posible. Porque estamos convencidos de tener las mejores propuestas para España, para su sociedad, para tu familia y para ti. Y porque con las propuestas en tu mano, estamos seguros de que verás que quien mejor te representará en el Congreso será VOX.

Y si no te lo crees, compáralo…y reflexiona.


PODEMOS (http://podemos.info/propuestas/)

PP (http://www.pp.es/)

CIUDADANOS (https://www.ciudadanos-cs.org/)

PSOE (http://www.psoe.es/)

UPyD (http://upyd2015.es/)

DEMOCRÀCIA i LLIBERTAT (http://www.democraciaillibertat.cat/)

UNIDAD POPULAR (http://unidadpopular.es/)

PARTIDO NACIONALISTA VASCO (http://www.eaj-pnv.eus/esp/)

ESQUERRA REPUBLICANA (http://www.esquerra.cat/)

VOX (https://www.voxespana.es/programa-electoral/)




Si VOX no está en el Congreso, nadie te representará.

viernes, 18 de diciembre de 2015

20-D. Podemos, PSOE, Ciudadanos y PP: comunistas, progres, jacobinos y tibios (Eulogio López)


Original pinchar aquí.


  • Desde el Zapaterismo (2004), España lleva más de una década viviendo en un ambiente de guerracivilismo, de creciente odio civil.
  • Producto de la descristianización, ciertamente, pero esto es lo que hay.
  • Pablo Iglesias: si llega al poder se convertirá en un Chávez o un maduro.
  • Pedro Sánchez es ZP, corregido y aumentado.
  • Albert Rivera: un jacobino incapaz de digerir su triunfo.
  • Mariano Rajoy es un cristiano tibio. Así que estoy para vomitarle encima.
Las elecciones más importantes de la democracia española. Pues a lo mejor, pero no por la pequeña anécdota, me temo que transitoria, de que se rompa el duopolio político, el bipartidismo, sino por el ambiente guerracivilista que se respira en España y que se disparó con Rodríguez Zapatero. Es una España cainita donde medran los neo-comunistas de Podemos. Es un España cainita que está deseando llegar a las manos y romperle la crisma al vecino. Las condenas de los tres líderes de la banda de los Cuatro al puñetazo a Rajoy -si acaso con la excepción de Rivera- resultaron poco convincentes.
En cualquier caso, Pablo Iglesias es un bolchevique disfrazado de cordero. Si llega al poder se comportará como su admirado Hugo Chávez: se impondrá por la fuerza y fagocitará a sus adversarios. Iglesias es ignorante, pedante, mentiroso y, sobre todo, peligroso, muy soberbio.
Pedro Sánchez, líder del PSOE, es un progre, y ya saben mi definición de progresismo: abajo los curas y arriba las faldas.
Es como un Zapatero bis pero con un toque más violento e incluso un pelín más ignorante que el leonés (lo cual resulta increíble).
Albert Rivera es un indocumentado con ansia de aprender, aunque parece que nunca encuentra tiempo. Un calco de UPyD, de Rosa Díez, que entronca con el jacobinismo, esa sustitución de Cristo por la Patria. Y no es que el patriotismo sea malo, no, pero no me vale lo de la España roja y la España rota. Por la misma razón, no me vale una España unida bajo unos principios que detesto.
¿Y Mariano Rajoy? Mariano Rajoy es un católico tibio. Ya saben: aquéllos a los que hay que vomitar de la boca. Una cobardía tras otra, han convertido al PP en lo que es hoy.
Esto, en el ambiente actual, cainita y guerracivilista, no tiene por qué acabar bien, al menos no necesariamente.
Eulogio López

jueves, 17 de diciembre de 2015

20-D. La lentitud ideológica de Vox, un partido al que los católicos pueden votar… con reparos (Eulogio López)


  • Santiago Abascal propone en Hispanidad llegar al aborto cero por etapas. ¿Por qué por etapas?
  • Y objeción de conciencia en la PDD. ¿Y por qué no cargarse la PDD?
  • Contra el homomonio pero regulando otras fórmulas de connivencia. ¿Regulándolas como qué?
  • Dicho todo lo anterior, supongo que sí, que estamos hablando de un partido al que un católico puede votar en coherencia.
  • Por ejemplo, es el único que defiende el cheque escolar.
No se pierdan la entrevista de Hispanidad con Santiago Abascal, presidente de VOX, un partido que, en mi opinión, sí podría ser votado por un católico coherente… aunque con algún reparo.
Por reparo entiendo, sobre todo, la exasperante lentitud ideológica de Vox. Ejemplo, derecho a la vida. En principio, Abascal dice no al aborto y sí a la vida desde la concepción hasta la muerte natural. Ahora bien, a renglón seguido, complica la cuestión con una supresión en dos etapas. Primero vuelta a la ley del 85, la de Felipe González, sin el coladero para desaprensivas. Es decir, sin el 98% de los abortos que se perpetraban bajo el supuesto del peligro para la salud psíquica de la madre. Ya saben: doctor, hágame el aborto o sufriré feroces depresiones.
Más tarde, asegura Abascal, se iría a una segunda etapa de aborto cero. La pregunta es: ¿Y por qué no llegar al aborto cero sin etapas? Se hace usted sospechoso, don Santiago.
Esta lentitud ideológica se deja ver en el tratamiento de la píldora del día después (PDD), según Vox. Mejor, con permiso médico y objeción para los sanitarios. Pero es igual, con permiso, sin permiso, la PDD, en especial los nuevos fármacos. Son abortivos en toda regla: pueden impedir la fecundación pero si fallan, se llevan por delante lo fecundado. No se trata de regular la PDDsino de prohibirla, porque mata gente.
¿Gaymonio? Más lentitud ideológica. Está contra el gaymonio, y eso es de agradecer. También el argumento aducido: “un niño necesita un padre y una madre”. Pero a renglón seguido nos piden que a las ‘otras uniones’ se les ofrezca celeridad y rapidez.
Por lo demás, Vox defiende el cheque escolar que, en efecto, es la única manera de implantar la libertad de enseñanza. Y también defiende la subsidiariedad del Estado respecto a los particulares y respecto a la política fiscal. Supongo que un cristiano puede votar a Vox… pero con reparos. Su exasperante lentitud ideológica resulta ligeramente molesta.
Eulogio López 

Entrevista a Santiago Abascal, provida por etapas: “Proponemos volver primero a la Ley del 85, sin coladero, y después al aborto 0″ (Rafael Esparza)

Original pinchando aquí

  • El presidente de Vox responde a Hispanidad sobre los cuatro principios no negociables para un católico: vida, enseñanza, familia y bien común.
  • “Defendemos la vida desde la concepción hasta la muerte natural de la persona”.
  • Educación: “El cheque escolar que proponemos fortalecerá las educaciones privada, concertada y pública”.
  • “Decimos no a la ley de matrimonio homosexual. Ningún tipo de unión puede equipararse a la familia natural”.
  • “Es urgente eliminar de toda la legislación cualquier rastro de la llamada ideología de género; se está vulnerando el principio de igualdad ante la ley”.
  • “Con Zapatero se permitió un ataque a la familia que el Partido Popular no ha revertido”.
  • “El divorcio de los padres no puede implicar también el divorcio de los hijos; queremos la custodia compartida”.
  • “Una sociedad sin niños es una sociedad sin futuro. Es necesaria una política fiscal con incentivos para las familias”.
  • “Por supuesto que el Estado tiene que estar al servicio del ciudadano, y además tiene que interferir lo mínimo posible en el desarrollo de su vida”.
Santiago Abascal (en la imagen), presidente de Vox y cartel electoral del 20-D, no huye a ninguna pregunta. Vaya por delante esta consideración, antes de que lean la entrevista a este joven político -sólo 39 años a sus espaldas-, pero con la cabeza exquisitamente amueblada.
En la mente de cualquiera están los votos que esta formación puede arrebatar al PP, en el que militó hasta hace dos años, pero nosotros hemos preferido ceñirnos a las cuatro grandes cuestiones que Benedicto XVI planteó como principios no negociables para un católico: la defensa de la vida, de la familia, de la libertad de enseñanza y del bien común.
Esas credenciales, con todas las matizaciones que introduce Santiago Abascal, tienen cabida en el ideario de Vox. Nosotros preguntamos y el maestro -es así, no tengo dudas al respecto- responde, con la generosidad que sólo aportan los ideales enormes y las grandes convicciones.
– Se definen como un partido antiabortista. ¿Eso incluye la derogación de la ley del 85 o de la reforma a esa ley que introdujo Zapatero?
– Vox es un partido que defiende la vida desde la concepción hasta la muerte natural de la persona. Proponemos derogar la Ley Aído que es la impulsada por Zapatero y refrendada por el Partido Popular. Proponemos una iniciativa en dos fases: en una primera etapa pasar a un escenario asimilable al del 85 pero sin el coladero del riesgo psicológico, y con restricciones relevantes al concepto de malformación. Una vez recuperada la defensa de la vida con políticas activas y de apoyo, pasar a una segunda etapa de aborto 0, consolidando la política de apoyo a la maternidad y extendiendo la cultura de la vida.
- En la política de defensa de la vida entran otras cuestiones como la manipulación de embriones, la maternidad subrogada (vientres de alquiler) o las comercializaciones de píldoras abortivas (PDD). ¿Amplían a esos aspectos la cultura de la vida?
– Producir seres humanos es injusto, los seres humanos no pueden ser objeto de producción. Nuestra visión de la dignidad humana desde su concepción no contempla el descarte de seres humanos. Además, nuestra visión de la vida humana y de la dignidad de la mujer nos sitúa contrarios a los vientres de alquiler, pues suponen una clara cosificación, mercantilismo y falta de protección al niño. Respecto a la PDD, contemplamos la objeción de conciencia de médicos y farmacéuticos, así como la necesidad de firmar consentimiento informado para cualquier píldora de este tipo.
- Obviamente, no me olvido de la eutanasia, encubierta en ocasiones en el genérico eufemismo de muerte digna. ¿Cuál es la posición de su partido?
– Creemos que la vida hay que respetarla hasta la extinción natural. No se puede permitir bajo el nombre de muerte digna encubrir sedaciones que tienen como objetivo acortar la vida o acabar con ella. Somos frontalmente contrarios a la eutanasia.
- La educación, desgraciadamente, es uno de los campos de batalla políticos actuales. Tres preguntas muy concretas. ¿Son partidarios del cheque o bono escolar como mecanismo para garantizar la libertad de enseñanza? ¿Cómo lo articularían?
– Sí, Vox quiere trasladar el poder de elegir el colegio a los padres, para que sean ellos quienes elijan, según sus principios y valores, el centro más adecuado para la educación de sus hijos. Proponemos un cheque escolar, con coste real y con índices correctores, que se entregará directamente al centro escolar elegido. El centro recibe el dinero que necesita para mantenerse.
- ¿Mantendrá la enseñanza de Religión en las aulas?
– En todos los centros se garantizará el derecho de los padres a que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones. Vox defiende la optatividad de la asignatura de religión católica, pero en igualdad de horario respecto a las demás optativas para todo el territorio español.
- ¿Cambiarían las cosas en el papel del Estado respecto a la educación pública, privada y concertada?
– Hasta la implantación del cheque escolar, debe mantenerse el actual sistema con especial atención a la libertad de los padres para elegir el tipo de centro, la educación mixta o diferenciada y la lengua vehicular para la educación de sus hijos.
- ¿Son partidarios de ampliar la financiación de la educación a toda la vida escolar, desde Primaria al Bachillerato?
– Sí, el cheque escolar se otorgará para la enseñanza obligatoria (desde primaria a bachiller), y además se otorgará un cheque escolar meritorio de estudios superiores; independientemente de la renta familiar. Este cheque no sustituye a las becas del Estado. Vox tiene la convicción de que el impulso liberalizador de estas medidas permitirá no sólo fortalecer la educación privada, sino también la concertada y la pública.
- La defensa de la familia, me temo, tiene dos frentes de ayuda en estos momentos, por activa y por pasiva, como quien dice. Le planteo cuestiones muy concretas. ¿Sí o no a la ley de ‘matrimonio’ homosexual? ¿Sí o no a sólo un cambio semántico?
– No a la ley de matrimonio homosexual. Para Vox es fundamental la defensa de la familia natural. Ningún tipo de unión puede equipararse a la de dicha familia, ya que protege el derecho del niño a tener un padre y una madre, sin perjuicio de otro tipo de regulación que se quiera hacer de otras realidades de convivencia.
La Ley de Violencia de Género alarga una gran mentira, la ideología de género. ¿Son partidarios de derogarla y restablecer la equidad en la penas, por ejemplo, por esa cuestión, al margen de que sea varón o mujer?
– Sí, proponemos derogar la actual Ley de Violencia de Género, y sustituirla por una Ley de Violencia intrafamiliar que respete la presunción de inocencia, que proteja a todas las víctimas independientemente de su sexo y que sea eficaz. Son necesarios más recursos, mejorar las casas de acogida, mejorar los sistemas, y profundizar en atajar las causas de la violencia.
Por supuesto, hay que continuar castigando a los maltratadores, pero también hacer que la Fiscalía persiga de oficio las denuncias falsas. Además, es urgente eliminar de toda la legislación cualquier rastro de la llamada ideología de género; nosotros creemos en la igualdad de todos los españoles ante la Ley y hoy este principio se está vulnerando. Nos preocupa especialmente el interés que tienen hoy todos los demás partidos en introducir la ideología de género obligatoriamente en los colegios.
Creemos que es un intento de adoctrinar a los niños bajo el disfraz de leyes como la de Igualdad de Trato, con el agravante de que se hace a espaldas de los padres.
- Con Zapatero -y el PP no ha tocado nada en ese sentido- se introdujeron otras normas más que cuestionables respecto al apoyo efectivo a la familia, como el divorcio exprés, la política de adopción… ¿Proponen cambios en ese sentido?
– Con Zapatero se permitió un ataque a la familia que el Partido Popular no ha revertido. La Ley del Divorcio Exprés hay que modificarla. Primero hay que proponer medidas para resolver la conflictividad y potenciar la mediación antes de romper el vínculo familiar. Además, los menores tienen que ser especialmente protegidos en caso de divorcio de los padres y garantizar el acceso a su padre y madre. El divorcio de los padres no puede implicar también el divorcio de los hijos de uno de sus padres.
Proponemos la custodia compartida y cooperativa. Tenemos que ser capaces de diseñar un esquema de custodia adaptable a cada niño que permita su educación y un desarrollo óptimo.
Respecto a la adopción, en nuestro programa introducimos una Ley de Adopción Nacional, centralizando y creando un único organismo que tramite todas las solicitudes.
Además, es necesario realizar un seguimiento del menor hasta la mayoría de edad por parte de los servicios sociales, para garantizar su integración, y paliar problemas de adaptación que se están dando especialmente en la adolescencia.
- También la natalidad, por el invierno demográfico, es alarmante. ¿Se plantean medidas incentivadoras, en ese sentido, como el salario maternal? (la ayuda actual se reduce a 100 euros)
– La natalidad es uno de los grandes frentes que debemos abordar con urgencia. Una sociedad sin niños es una sociedad sin futuro. Es necesaria una política fiscal con incentivos para las familias. Se creará un Ministerio de la Familia y una Ley de Protección de la Familia. Reduciremos el IVA al 4% para productos de primera necesidad, productos infantiles y geriátricos. Introduciremos en el IRPF el tratamiento conjunto de la renta familiar repartida entre los dos cónyuges o splitting. De esta forma, no se penaliza que uno de los dos cónyuges se dedique al cuidado del hogar a los hijos o dependientes.
Reduciremos en un 50% los impuestos para las familias que adquieran su primera vivienda. Elevaremos el mínimo exento en el IRPF a 12.000 euros y añadiremos una exención de 3.000 euros por cada uno de los hijos o dependiente de la unidad familiar.
También contemplamos medidas relacionadas con la conciliación de padre y madre que creemos que son fundamentales. Se tienen que compatibilizar horarios escolares con laborales, fomentar el teletrabajo.
Trataremos todas las bajas que se producen durante el embarazo como una baja por maternidad y todo ello con coste 0 para la empresa. Que las familias con dos hijos y en la que uno de ellos sea discapacitado sea tratada como familia numerosa, ser familia numerosa hasta que el menor de los hijos cumpla 21 años, etcétera.
Tenemos una larga batería de medidas tanto fiscales como en nuestro programa de familia que consideramos urgentes y fundamentales.
- Por último, el bien común, cuarto principio no negociable. Implica que el Estado debe estar al servicio del ciudadano, no al revés. ¿Lo comparte, lo matiza?
– Por supuesto que el Estado tiene que estar al servicio del ciudadano, y además tiene que interferir lo mínimo posible en el desarrollo de su vida. En Vox creemos que el Estado tiene que estar para los que de verdad lo necesitan, eliminando cualquier actividad superflua como el gasto político. Si reducimos el gasto político tendremos recursos para el gasto social necesario.
- La cuestión del bien común remite a dos consideraciones inevitables: las políticas fiscales y laborales. ¿Qué impuestos suprimirían y bajarían?
– La fiscalidad tiene que ser una herramienta de dinamización de la economía, sin alcanzar nunca niveles confiscatorios que inhiban el ahorro y la inversión, y desincentiven el trabajo, la creación de empleo y el esfuerzo.
Algunas de las medidas que proponemos son adaptar una tarifa plana del 21% en el IRPF para todas las rentas con un mínimo exento en 12.000 euros más 3.000 euros por hijo dependiente.
Fijaremos el Impuesto de Sociedades a un tipo único del 25%. Nuestro programa incluye la desaparición del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales, AJD y supresión de figuras impositivas redundantes como el Impuesto de Patrimonio y el de Sucesiones y Donaciones.
El IVA quedaría en tres tramos: el general, reducido y superreducido que proponemos sean gravados en el 16%, 8% y 4%, respectivamente. El 8% de IVA reducido se propone para la cultura y defensa del patrimonio español.
- ¿Cuál es su opción para defender el empleo, que dé opciones reales para emprenden un proyecto de vida?
El empleo es el mayor problema que preocupa a los españoles. Es prioritario fomentar la creación de empleo, y el más eficiente empleador es la empresa privada y la iniciativa libre. Es por ello que tenemos que reducir las cotizaciones sociales. Tenemos que desincentivar las prejubilaciones, nuestros mayores son personas con experiencia muy valiosa para nuestras empresas. Es necesario liberalizar la intervención administrativa que supone un gran lastre para cualquier actividad. Además creemos que todos tenemos que estar implicados en la integración laboral de personas con discapacidad, bonificando aún más la contratación de aquellos que tengan algún tipo de discapacidad.
Rafael Esparza

martes, 8 de diciembre de 2015

Carta abierta a Su Santidad el Papa Francisco (o la misericordia de enseñar al que no sabe) Parte 2ª: el voto católico





Aprovecho la ocasión, Su Santidad, para comentarle algo acerca de un tema que, en España, nos tiene preocupados a todos los que, habiendo nacido en esta nación, tenemos la gracia de haber sido bautizados y somos, por lo tanto, católicos ... aunque dejemos mucho que desear en nuestra conducta como tales.

En realidad, de verdad, se trata de la misma idea: "Enseñar al que no sabe", una obra de misericordia, que considero esencial, sobre todo en los momentos en los que vivimos. Y quería aplicarla a un caso muy concreto, cual es el del voto católico, ya que se aproximan las elecciones generales, que serán el 20 de Diciembre de este año. Y es mucho lo que nos jugamos. A estas alturas, sin embargo, hay todavía muchos católicos que no tienen claro a qué partido tienen que votar ... o si es obligatorio votar.

Hay una idea que es desconocida por la inmensa mayoría de los católicos, pues nunca se les ha hablado de ello: Y es la llamada excomunión "latae sententiae" [ipso facto] que se aplica* a aquellos católicos que ayudan o practican abortos así como también a quienes votan a partidos abortistas, aquéllos que promueven y defienden el aborto como un derecho ... una idea que viene recogida en el punto 2272 del Catecismo de la Iglesia Católica que hace referencia al número 1398 del Código de Derecho Canónico. Lógicamente no pueden ser excomulgados aquellos que desconozcan que esto es así, aunque hay un cierto punto de negligencia y un cierto carácter de ignorancia vencible. 



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* [Observación: Véase un enlace posterior en el que se matiza esta idea de colaboración al aborto y en donde se aclara que, en realidad, propiamente hablando, no puede hablarse de excomunión en los casos de votación a partidos abortistas; conclusión a la que he llegado posteriormente tras haber consultado con un experto en Derecho Canónico.
Nota: Sigue siendo cierta la idea de la complicidad en el crimen y el consiguiente problema de conciencia del votante; pero ahora sin la excomunión].
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Pero, en fin. Lo que sí es cierto es que, dado tal desconocimiento y aplicando la obra de misericordia de enseñar al que no sabe, considero que:

(1) Sería una obligación, primero de todos los sacerdotes, en sus respectivas parroquias; y luego -y sobre todo- de los Obispos y del propio Sumo Pontífice, realizar esta Pastoral del conocimiento de la propia Doctrina. En el caso que nos ocupa todos los fieles católicos deberían de conocer la pena en la que incurrirían si se hacen cómplices de promover el aborto en la sociedad votando a partidos abortistas. La excomunión "latae sententiae" consiste en una excomunión automática, sin necesidad de que medie ninguna autoridad eclesiástica externa que la pronuncie. Esta realidad, como digo, es desconocida por el común de los fieles ... y forma parte de la Evangelización enseñar también estas cosas al pueblo cristiano, para que sepan a qué atenerse a la hora de emitir su voto.

Además, dado el caso de que, prácticamente, todos los medios de comunicación social (prensa, radio, televisión, internet, etc...) son contrarios a la Iglesia católica [Europa -de hecho- ha renegado de sus raíces cristianas] tal conocimiento adquiere características de urgente ... de modo que se hace necesaria la intervención directa de todos los obispos, con el Papa a la cabeza, para enseñar estas verdades a los fieles católicos, verdades que -como digo- desconocen, pero al tratarse de una ignorancia vencible son, en cierto modo, culpables ... aunque -todo hay que decirlo- este desconocimiento se debe, fundamentalmente, al hecho de que sus Pastores no se han encargado de dar difusión a este mensaje ... y no lo han hecho, muchos de ellos, por no contar, de modo explícito, con la aquiescencia de Su Santidad.

Dada su influencia mediática en la actualidad, santo Padre, tal pronunciamiento tendría, como consecuencia, una repercusión inmediata en todos los medios de comunicación que saldrían de sus guaridas, como leones, dispuestos a atacar a la Iglesia de todos los modos imaginables ... como corresponde a la sociedad pagana en la que vivimos. Por otra parte, tal ataque ya se está llevando a efecto. Difícilmente podrían atacar más de lo que ya lo hacen, pero en fin ... Lo preocupante, lo más grave del caso, es el silencio de tantos Pastores y su cobardía en proclamar la Verdad.

Por otra parte ¿qué tiene de extraño que el mundo odie a los cristianos y, de modo especial, a los católicos? Si me persiguieron a Mí, también os perseguirán a vosotros (Jn 15, 20) decía Jesucristo. Tal es la condición natural en un cristiano. Así lo decía también el apóstol Santiago: "¿No sabéis que la amistad con el mundo es enemiga de Dios? Quien desee hacerse amigo del mundo se convierte en enemigo de Dios" (Sant 4, 4). La misión de los Pastores es la de enseñar, gobernar y santificar, "entresacados de entre los hombres y constituidos en favor de los hombres para las cosas relativas a Dios" (Heb 5, 1). Lo primero de todo ... ¡enseñar!, anunciar la Verdad, sin miedo a manifestarse con identidad propia, como lo que realmente son -ministros de Dios- sin ningún tipo de complejos.

Tal vez ha llegado el momento de que sean los seglares quienes den ese testimonio audaz, sin que les importe el qué dirán, del que tan esclavos son -por desgracia- algunos de nuestros pastores. Tenemos que pedir a Dios, con insistencia, un día sí y otro también, que surjan estos pastores que la Iglesia necesita para sobrevivir. De la valentía de los cristianos -pastores y seglares- va a depender el que la verdadera Iglesia siga su camino hacia el auténtico progreso, que es el que se dará en la medida en que la gente vaya conociendo y amando a Jesucristo y a la Iglesia que Él fundó, un progreso que redundará en beneficio de toda la sociedad.

¿Difícil? Sí. Nadie dijo nunca que ser cristiano fuera fácil y sencillo y mucho menos, cómodo. ¿Imposible? Por supuesto que no; pero debemos de rezar mucho y tener mucha fe; pedírsela al Señor, con llantos, si es preciso, una y otra vez, sin cansarnos, fiándonos de sus Palabras: "¡Todo es posible para el que cree!" (Mc 10, 23). Y de las palabras del apóstol san Juan, que son palabras inspiradas por el Espíritu Santo, es decir, son palabra de Dios: "Ésta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe" (1 Jn 5, 4)

¡Éste -y no otro- es el "lío" que deben de armar los cristianos! No un lío sociológico, sino un lío sobrenatural, porque este mundo, en el que vivimos, está falto de fe. Y esa es la auténtica causa de los males que padece. Porque no son ni la corrupción, ni la pobreza, ni el desempleo, ..., los verdaderos males. Por supuesto que son males, y graves, sin ningún género de duda, pero son la consecuencia de un mal mayor que se encuentra en la raíz de todos ellos; un mal del que no se habla ... y que no es otro que el pecado: pecado que consiste, fundamentalmente, en la falta de fe en Jesucristo, según Él mismo nos dijo (Jn 16, 9).

Santo Padre: el silencio de los pastores, en mi opinión, no es otra cosa que cobardía y capitulación ante el mundo. Y no es ése el testimonio que Jesús espera de los suyos.

Yo le rogaría, le suplicaría que hiciese llegar, de momento, esa orden conminatoria a todas las diócesis de España, con vistas a las elecciones generales del 20 de Diciembre para que los católicos sepan a qué atenerse a la hora de votar. Que sepan que, bajo ningún concepto, pueden votar a un partido abortista. Esto debería ser motivo de predicación en todas las homilías de todos los pueblos de la nación española: no se puede engañar al pueblo cristiano, por miedo a los políticos.

El mejor modo de "misericordiar", de ejercer la misericordia, en este caso, es -y lo será siempre- el decir la verdad. Si se falta a la verdad, la misericordia es una falsa misericordia ... ¡no es misericordia! Ahora que comienza el año santo de la Misericordia sería una buena ocasión de ejercitarla ilustrando a la gente sencilla acerca de sus obligaciones en cuanto al voto católico se refiere.

Podría ocurrir que no hubiese ningún partido al que un católico, en recta conciencia, pudiese votar ... ¡podría ocurrir! Bueno, la democracia no es un valor absoluto; y mucho menos si está pervertida y la autoridad que ejerce va contra la Ley divina. No existe, en este caso, la obligación moral de votar. La abstención es posible. Y es una alternativa que se ejerce libremente. Equivale a decirle a los políticos que su misión es la de procurar el bien común de los ciudadanos, pero no imponerles obligatoriamente una ideología perversa y opuesta a los mandatos divinos.

¿Cómo puede votar un cristiano -y ni siquiera una persona con buena voluntad- a un partido que defiende el aborto y la ideología de género, por poner un ejemplo?. Es un contrasentido y es una verdadera esquizofrenia mental actuar de ese modo. Si no hay otra alternativa, sencillamente no se vota ... O, en todo caso, si se piensa que la democracia (caso de funcionar bien) es el modo de gobierno que más les convence, siempre se puede acudir a votar, ejerciendo ese derecho, pero votando en blanco.

No cabe duda de que Dios proveerá, como siempre lo ha hecho.

Que Dios lo bendiga.

Suyo en el Señor:

José Martí

Carta abierta a Su Santidad el Papa Francisco (o la misericordia de enseñar al que no sabe) Parte 1ª


El Papa abre la puerta santa de la Basílica de San Pedro



Santo Padre:


Me dirijo a Su Santidad con todo el respeto que me merece por ser el Vicario de Cristo en la Tierra. Y lo hago para expresarle mi preocupación sobre un punto concreto: la falta de conocimiento de la propia Doctrina que tienen los católicos. Una verdadera Pastoral católica debe de pasar por la formación de los fieles en su propia fe, pues ¿cómo van a defender éstos una fe que desconocen porque nadie se la ha enseñado?

Dado que se aproximan las elecciones generales en España y que los tiempos son malos, aprovecho también esta carta para pedirle que exhorte oportunamente a todos los fieles católicos que componen la Iglesia Universal en lo que se refiere al voto político. Que sepan, como su Santidad sabe muy bien, que un católico queda excomulgado ipso facto si vota a partidos* que promueven o defienden el aborto, como viene expresado en el Código de Derecho Canónico núm 1398 y en el Catecismo de la Iglesia católica núm 2272, pues votando a esos partidos se hace cómplice de un crimen execrable cual es la muerte de niños inocentes en el seno de su madre, pecado gravísimo que atenta contra el quinto mandamiento: "No matarás" (Ex 20, 13)

* [Observación: Véase un enlace posterior en el que se matiza esta idea de colaboración al aborto y en donde se aclara que, en realidad, propiamente hablando, no puede hablarse de excomunión en los casos de votación a partidos abortistas; conclusión a la que he llegado posteriormente tras haber consultado con un experto en Derecho Canónico. Nota: Sigue siendo cierta la idea de la complicidad en el crimen y el consiguiente problema de conciencia del votante; pero ahora sin la excomunión]
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Como cristiano y perteneciente a la Iglesia Católica, por la gracia de Dios, estoy preocupado por la deriva que está tomando últimamente la Iglesia. Vienen a mi memoria las palabras de Nuestro Señor Jesús cuando al ver a las muchedumbres, se llenó de compasión hacia ellos, porque estaban cansados y abatidos, como ovejas sin pastor (Mt 9,36).

Hoy reina la confusión por doquier en el seno de la misma Iglesia. Son muchos los católicos que piensan según el mundo, con criterios contrarios a las enseñanzas de la Iglesia de siempre, católicos que han dejado de serlo, pues su pensamiento y sus hechos denotan, a las claras, que han perdido la fe.

Y esta crisis de fe se da incluso en algunas de las más altas instancias de la Jerarquía Eclesiástica: falsos pastores disfrazados de ovejas, pero que por dentro son lobos rapaces ( Mt 7, 15). Estos tales confunden a muchos fieles, enseñando doctrinas que son preceptos humanos (Mt 15, 9), y lo hacen con apariencia de piedad pero, en realidad, han renegado de su Espíritu (2 Tim 3,5) porque son asalariados y no les importan las ovejas. (Jn 10, 13).

Afortunadamente tenemos a nuestro alcance las palabras de Jesús, en cuya boca no se halló nunca engaño (1 Pet 2, 22), unas palabras que son Espíritu y Vida (Jn 6, 63) y que nos orientan de modo tal que es imposible que seamos engañados y que descarriemos en nuestro camino hacia Él, si procedemos conforme a lo que esas palabras que nos han llegado a través del Nuevo Testamento y de la Tradición y el Magisterio de la Iglesia.

Necesitamos que alguien nos recuerde que hagamos uso del sentido común, es decir, de aquellas verdades elementales que el mundo de hoy ha olvidado, para que podamos discernir bien aquello que nos conviene, teniendo en cuenta que el mismo Jesús tuvo que hacerlo cuando dijo aquello de: "por sus frutos los conoceréis" (Mt 7, 20) ... pues es en los frutos donde se autentifican las palabras: Todo árbol bueno da frutos buenos, y el árbol malo da frutos malos (Mt 7, 17). Si el fruto que observamos es malo, es señal cierta e inequívoca de que el árbol que lo ha producido es malo. Y todo árbol que no da fruto bueno es cortado y arrojado al fuego (Mt 7, 19).

El fruto bueno, el único fruto que es aceptable al Padre, proviene de nuestra unión con Jesús: El que permanece en Mí y Yo en él, ése da mucho fruto, porque sin Mí nada podéis hacer (Jn 15,5). En esto es glorificado mi Padre: en que deis mucho fruto y seáis mis discípulos (Jn 15,8). San Pablo, en su carta a los colosenses, les exhortaba diciendo: Vigilad para que nadie os seduzca por medio de vanas filosofías y falacias, fundadas en la tradición de los hombres y en los elementos del mundo, pero no en Cristo (Col 2, 8).

Son muchas las advertencias que encontramos en las Sagradas Escrituras para ser capaces de discernir entre el bien y el mal y poder salir fácilmente de la confusión. El Apóstol Pablo, por ejemplo, en su carta a los gálatas, les dice: Hay algunos que os inquietan y quieren cambiar el Evangelio de Cristo. Pero aunque nosotros mismos o un ángel del cielo os anunciásemos un evangelio diferente del que os hemos predicado, ¡sea anatema! (Gal 1, 7-8). Y poco más adelante: Os hago saber, hermanos, que el Evangelio que yo os he anunciado no es algo humano; pues yo no lo he recibido ni aprendido de ningún hombre, sino por revelación de Jesucristo (Gal 1, 11-12). De lo que os escribo Dios es testigo de que no miento (Gal 1, 20).

Hoy, más que nunca, los obispos y los sacerdotes necesitan que se les recuerden las palabras que el apóstol Pablo dirigió a su discípulo Timoteo: Guarda el depósito. Evita las novedades profanas y las contradicciones de la falsa ciencia, pues algunos que la profesaban perdieron la fe (1 Tim 6, 20-21). O también lo que San Juan evangelista escribía en su primera epístola: Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y han palpado nuestras manos a propósito del Verbo de la vida (...) os lo anunciamos (1 Jn 1, 1. 3), previniendo a los cristianos contra el error: Carísimos, no creáis a cualquier espíritu; antes bien, examinad si los espíritus son de Dios, porque se han presentado en el mundo muchos falsos profetas (1 Jn 4, 1), con un criterio que es infalible: Todo espíritu que no confiesa a Jesús no es de Dios; ése es el espíritu del Anticristo, de quien habéis oido que va a venir, y ya está en el mundo (1 Jn 4, 3). Debido a la perenne actualidad de las Sagradas Escrituras, estas palabras del apóstol san Juan poseen, a día de hoy, una actualidad aún mayor que cuando fueron pronunciadas.

Son muchos los que niegan hoy la historicidad de los Evangelios ... y esto no sólo los ateos sino incluso bastantes miembros de la Jerarquía, que se encuentran, como caballo de Troya, introducidos en el seno de la misma Iglesia.

Influenciados por la herejía modernista, que fue condenada, en la Encíclica Pascendi, por el papa San Pío X, como la suma de todas las herejías, estos nuevos modernistas, al igual que aquéllos, niegan todo lo sobrenatural: son puramente "racionalistas" altamente influenciados por las filosofías idealistas, en particular la del filósofo Kant (con su falsa teoría de la moral autónoma) a las que conceden un valor absoluto y dogmático, del cual carecen.

Cualquier persona, con un mínimo de cultura sabe que, entre todos los escritos antiguos, los Evangelios son los mejor conservados ... y se presentan como reportajes históricos, que es lo que son y no otra cosa: Lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y han palpado nuestras manos ... eso es lo que os anunciamos (1 Jn 1,1), esto es, a Jesucristo.

Los evangelistas cuentan la historia de un hombre que vivió entre ellos durante tres años, que hizo gran cantidad de milagros de todo tipo, que murió crucificado y que resucitó al tercer día ... y en quien se cumplieron todas las profecías del Antiguo Testamento sobre el Mesías esperado por los judíos. Estos evangelistas, hombres rudos, de vida al aire libre y acostumbrados al trabajo duro, eran poco propensos a las alucinaciones y a las leyendas o los mitos. Ninguno de sus enemigos negó esos milagros, cosa fácil si se hubiese tratado de puras leyendas. Por otra parte, ¿es posible acusar de mentirosos a los evangelistas? Si hay testigos dignos de fe son, desde luego, los que están dispuestos a morir como mártires de la verdad histórica que proclaman.

Siendo esto así, sin embargo, los modernistas proclaman a todos los vientos que la Religión católica, a la que odian, es una ideología de mitos. Estas ideas circulan por el mundo y ¡ay de aquél que se oponga a ellas! Todas las verdades contenidas en la Sagrada Escritura son consideradas, por ellos, como puros mitos, pero no como realidades. Y, en el caso de que "admitan" que Jesús existió, niegan el carácter de real a todo lo que no comprenden de lo que los Evangelios cuentan sobre Él, es decir, a lo sobrenatural.

Pretenden eliminar del Cristianismo aquello en lo que consiste su esencia y sin lo cual no existiría, cual es su carácter de Misterio. Todos los Misterios son considerados como mitos. Y así, por ejemplo, niegan el Pecado original y la necesidad de la Redención. Establecida esa premisa, sin ningún fundamento, ya no tendría ningún sentido que Dios se hubiera hecho hombre. Por eso niegan también el Misterio de la Encarnación, fundamento de la vida cristiana ... un Misterio que nos ha dado a conocer hasta qué extremo nos ama realmente Dios.

Y si lo anterior se niega ya ningún otro misterio tendría sentido: que Dios sea Uno en Esencia y Trino en Personas (Misterio de la Santísima Trinidad), que María se haya conservado Virgen, antes del parto, en el parto y después del parto (Virginidad de María) los Milagros de Jesús, su Resurrección de entre los muertos y su Ascensión a los Cielos, la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía, el valor sacrificial de la Santa Misa, la Asunción de María en cuerpo y alma a los cielos, la existencia del Cielo y del Infierno, etc ...Todo esto serían cuentos chinos.

En teoría, un cristiano católico bien formado sabe que las Sagradas Escrituras, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia son las fuentes de las que tiene que beber para no ser engañado y poder así mantenerse fiela a la verdadera Iglesia de Jesucristo, la que Él fundó: no puede dejar de lado o deponer los principios de la Doctrina secular de la Iglesia, la Doctrina de siempre, esa Doctrina que jamás puede ser cambiada: "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán" (Mt 24, 35)

Desgraciadamente el desconocimiento de su fe por parte de los católicos ha ido en aumento ... y de un modo particular, a partir de la fecha de clausura del Concilio Vaticano II, el 8 de diciembre de 1965, cuyo cincuenta aniversario celebramos hoy.

Apelando al año Jubilar de la Misericordia y teniendo en cuenta que la primera de las obras de misericordia es la de "enseñar al que no sabe", acudo a Su Santidad, suplicándole más que pidiéndole que instruya a sus fieles en el conocimiento de su Doctrina. Ésta es la mayor obra de misericordia que Dios espera ... que los pobres sean evangelizados. 


No le pido a Dios otra cosa: se hace necesaria la Evangelización del pueblo cristiano, no la proclamada "nueva evangelización", de tintes modernistas, que oculta el rostro de Cristo, y oculta a la verdadera Iglesia, sino la auténtica evangelización, aquélla que proviene de Cristo, quien fue el fundador de la Iglesia. Esa Evangelización ha sido olvidada y los fieles católicos desconocen, en su inmensa mayoría, la riqueza de la religión católica, la única Religión verdadera y la que puede iluminar al mundo, pues en ella se revela y se hace patente el propio Jesucristo, cuyas palabras son de perenne actualidad.

Sabiendo, como sé, que el Papa es el Vicario y el representante de Cristo en la Tierra, por eso mismo, acudo a Su Santidad, consciente de que tal es la misión que Dios le ha deparado: la de "guardar el depósito recibido" (1 Tim 6, 20) y darlo a conocer a todos, íntegramente, sin falsear ni cambiar su contenido... como hoy pretenden ciertos eclesiásticos de pensamiento progresista que se han instalado, de hecho, en la Iglesia Jerárquica; y que amenazan con destruirla, desde dentro: ¡No lo consienta! ¡Ésta es la mayor obra de misericordia que Su Santidad puede hacer para con el pobre pueblo cristiano que se está muriendo de inanición por ignorancia de la riqueza del contenido profundo de su fe!

Hoy en día -como siempre lo ha sido- la Pastoral católica tiene que pasar por el conocimiento de la Doctrina católica. Ambas van de la mano. Y nunca puede darse entre ellas ningún tipo de contradicción, si son bien entendidas. Si una Pastoral prescinde de la Doctrina deja de ser una auténtica Pastoral y se transforma en otra cosa. Jesucristo vino para salvarnos del pecado, que es la causa principal de todos los males. La causa de los males que el mundo padece no se encuentra ni en la pobreza, ni en el desempleo, ni en la corrupción o en la trata de blancas. Todo eso son auténticos males y desastres, pero no son la raíz del mal. Ésta se encuentra en el pecado del hombre: soberbia, avaricia, codicia, lujuria, envidia, rencor, etc... consecuencia todos estos males del olvido y del rechazo de Dios. Esta idea es fundamental y esencial en la Doctrina y en la Pastoral católicas, pero es algo que no se le predica a la gente que, por eso mismo, andan como "ovejas sin pastor" (Mt 9, 36).

En cualquier caso, los cristianos tenemos la seguridad de que Dios no permitirá que sea engañado aquel que no quiera ser engañado, aquellas personas de buena voluntad que busquen sinceramente la verdad. Sólo serán engañados los que han hecho su opción por la mentira y no quieren comprometerse a vivir según las exigencias propias de la vida cristiana; aquéllos que, por comodidad, no quieren complicarse la vida ... Éstos, aunque se llamen católicos, no lo son, pues no piensan según Cristo sino que se rigen por los criterios del mundo: un católico así es una contradicción y un imposible metafísico. Y pongo un ejemplo. Si alguien dice: yo creo lo que quiero y practico lo que me da la gana; no me importa que eso vaya en contra de las enseñanzas de la Iglesia, de la moral, de la ley natural, de la ley divina, ... y, además, que conste que soy católico ... Y si no lo soy es igual, pues Dios es misericordioso ...

Grave error! Si alguien procediera de ese modo sería un farsante ... y en modo alguno sería católico, por más que se empeñara en afirmar lo contrario. En el fondo, él "sabe" perfectamente que no lo es, por más que intente engañarse a sí mismo. Y en cuanto a la misericordia de Dios, que es infinita, ésta va siempre ligada a la verdad y a la justicia. Dios no podrá ejercer su misericordia ni podrá perdonar a aquellos que hayan optado por la mentira y que no deseen saber nada de Él. El Amor de Dios le ha conducido a darnos libertad ... pero, por eso mismo, le ha atado las manos; de manera que no puede obligar a nadie a que lo ame: el respeto exquisito por nuestra libertad -libertad real que Él nos ha dado- se lo prohíbe.

Y es que su Amor hacia nosotros quiere ser un verdadero amor, con las características propias de éste que, como se sabe, son, entre otras, su carácter de libertad (¡el amor no puede imponerse!) y la reciprocidad de amor mutuo entre los que se aman. No existe el amor unilateral. De ahí que de nada sirve la misericoridia de Dios a aquél que nada quiere de Dios.

Es por eso, Su Santidad -yo, al menos, así lo creo- que la mayor obra de misericordia que se podría ejercer en este año del Jubileo de la Misericordia, que comienza hoy, 8 de diciembre de 2015, sería la de evangelizar en la Verdad de Jesucristo a todos los que han sido bautizados y desconocen su fe, que son la inmensa mayoría de los cristianos: "Jesucristo que es el mismo ayer y hoy y lo será siempre" (Heb 13, 8). No son las estructuras sino el corazón del hombre el que debe de ser cambiado: "Porque del interior del corazón de los hombres proceden las malas intenciones, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, maldades, engaños, deshonestidad, envidia, blasfemia, soberbia, insensatez. Todas estas cosas provienen del interior y hacen impuro al hombre" (Mc 7, 21-23)

(Continúa y acaba)