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miércoles, 4 de mayo de 2022

Las declaraciones del Papa Francisco sobre la invasión rusa y la Guerra Civil Española



Hoy ha habido polémica, como ya ha ocurrido otras veces, con una entrevista concedida por el Papa Francisco a un medio de comunicación italiano.



Francisco dice que pidió a Ucrania y a Rusia que «paren»

Esta vez el medio en cuestión el Corriere della Sera. El texto original de la entrevista en italiano se puede leer aquí. A su vez, VaticanNews ha publicado una versión en español, pero para mi sorpresa, algunas partes de ambas no coinciden entre sí. Y se trata, además, de cambios importantes en algún caso. En lo que coinciden, por ejemplo, es en que el Papa Francisco pidió a Ucrania y a Rusia que “paren”, en referencia a los combates.
Supongo que el Papa se da cuenta de que si Rusia detiene sus armas, la invasión acaba, pero si Ucrania detiene sus armas y renuncia a defenderse, la que se acaba es Ucrania. No se puede pedir lo mismo al invasor y al invadido, porque al hacerlo los equiparas, y no es moralmente equiparable invadir un país como lo ha hecho Rusia, que defender tu país de una invasión como lo hace Ucrania.
Afirma que Putin reaccionó a «los ladridos de la OTAN a la puerta de Rusia»

Por otra parte, en el texto del Corriere, el Papa dice:

La preocupación del Papa Francisco es que Putin, de momento, no se detenga. También trata de pensar en las raíces de este comportamiento, en las razones que lo empujan a una guerra tan brutal. Tal vez “los ladridos de la OTAN a la puerta de Rusia” llevaron al jefe del Kremlin a reaccionar mal y desencadenar un conflicto. “Una ira que no puedo decir si fue provocada -se pregunta- pero tal vez facilitada, sí”.

VaticanNews coincide en este punto. Así pues, el portal de noticias del Vaticano reconoce que el Papa atribuyó a los “ladridos de la OTAN” el hecho de que Putin haya invadido Ucrania. Francisco no explica en ningún momento a qué “ladridos” se refiere, pero no podemos obviar el pasmoso parecido entre esa declaración y las que vienen haciendo el Kremlin y sus propagandistas. La realidad es que la invasión rusa de Ucrania tiene un único responsable: Vladimir Putin. Fue Rusia la que, a su orden y durante meses, se dedicó a acumular tropas junto a la frontera ucraniana. Y lógicamente, la OTAN alertó de lo que eso significaba, y al final resultó tener la razón.

La declaración de Francisco es como culpar del acto de un criminal a los “ladridos” de un policía que le advirtió que no lo hiciese. Es una forma de disculpar la decisión de Putin sobre esta invasión, viniendo a decir que le provocaron. El viejo argumento de la minifalda. Me parece lamentable ver a un Papa haciendo una declaración así. Francisco se ha acostumbrado a hablar como un político, utilizando su papel de Papa para hacer declaraciones impropias de su cargo. Y la citada no es la única que hace en dicha entrevista.

La invasión rusa de Ucrania y la Guerra Civil Española, ¿provocadas por el tráfico de armas?

En el texto publicado por el Corriere, el entrevistador también hace alusión al envío de armas de países de la OTAN a Ucrania. “Un tema en el que no todos están de acuerdo, que divide el mundo católico y el pacifista”, afirma Luciano Fontana, el entrevistador. El diario italiano cita estas palabras de Francisco al respecto:

No puedo responder, estoy demasiado lejos, a la pregunta de si es correcto abastecer a los ucranianos -razona-. Lo claro es que se están probando armas en esa tierra. Los rusos ahora saben que los tanques sirven de poco y están pensando en otras cosas. Las guerras se libran para esto: para probar las armas que hemos producido. Este fue el caso de la Guerra Civil Española antes de la Segunda Guerra Mundial. El comercio de armas es un escándalo, pocos se oponen.

Ya hablé aquí en 2020 sobre este tema recurrente en el discurso de Francisco, que consiste en culpar de las guerras, como vuelve a hacer en esa entrevista, a los instrumentos que se utilizan en ellas, y no a los que las provocan. Es tan discutible como decir que la culpa de los atracos con cuchillos la tienen los fabricantes de cuchillos. En realidad la tienen los atracadores. Y ya que hablamos de atracos, hay que recordar que las armas sirven, entre otras cosas, para defendernos de quien amenaza nuestras vidas. Para eso las llevan los ejércitos y los cuerpos policiales, entre ellos la Guardia Suiza Pontificia y la Gendarmería Vaticana (ya indiqué aquí las armas de fuego que usan).

Obviamente, en un mundo donde toda la gente fuese buena, las armas sólo harían falta para la caza. Aunque cabe preguntarse si Francisco también condena la fabricación de armas para esos fines, porque es otro de los usos que tienen. Obviamente, no vivimos en un mundo perfecto debido al pecado original, como señala la propia Biblia. Eso significa que “mientras exista el riesgo de guerra y falte una autoridad internacional competente y provista de la fuerza correspondiente, una vez agotados todos los medios de acuerdo pacífico, no se podrá negar a los gobiernos el derecho a la legítima defensa“. No son palabras mías, sino que lo dice el Catecismo de la Iglesia Católica (punto 2308).

Lo que pasó en los momentos previos a la Guerra Civil Española

Sobre la Guerra Civil Española, la opinión del Papa resulta tan discutible como sus palabras sobre la OTAN. En 1936 había en España un gobierno de extrema izquierda formado por políticos que habían provocado un golpe de Estado en 1934 y que estaba tolerando graves desórdenes y crímenes a manos de sus partidarios. La situación llegó a su extremo con el asesinato de uno de los líderes de la oposición, José Calvo Sotelo, un hecho que muchos historiadores consideran como uno de los detonantes de esa Guerra Civil. Durante la misma, el bando republicano se convirtió de hecho en algo muy parecido a una dictadura soviética, y perpetró una brutal persecución religiosa con miles de católicos asesinados por razón de su fe.

Me pregunto si se supone que debemos obviar todos estos hechos para afirmar, sin más, que la Guerra Civil Española la provocaron los fabricantes de armas, simplemente porque ésa es la idea que el Papa Francisco repite una y otra vez, incluso en una guerra como la de Ucrania, en la que los rusos están utilizando tanques, aviones y barcos obsoletos.

El problema cuando el Papa habla como un político

Por supuesto, yo no digo que tenga la razón. Mis opiniones sobre los temas que acabamos de ver son tan discutibles como las expresadas por Francisco. Obviamente, lo que opine yo sobre cualquier tema le importa poco o nada a la práctica totalidad de la humanidad. No es el caso de Francisco. El Papa es un referente religioso para muchos millones de católicos, y no debería hablar tan a la ligera. Y si lo hace, tendrá que asumir que muchos católicos mostremos nuestro desacuerdo y, en casos como éste, incluso nuestro descontento.

El problema es que algunos católicos -y ahora también muchos ateos anticatólicos- no son capaces de distinguir entre las afirmaciones opinables del Papa y las que sientan cátedra, y cualquier discrepancia de las cosas opinables que dice el Papa Francisco la toman como algo censurable, como si uno fuese un mal católico y estuviese cuestionando la misma autoridad del Papa sobre cuestiones religiosas. Es como los que no saben distinguir entre un decreto aprobado por el Consejo de Ministros y la opinión de Pedro Sánchez sobre un partido de fútbol. En fin, allá ellos.

Elentir

EEUU: llega la abolición de una atrocidad tan arraigada e inhumana como lo fue la esclavitud



En 1857, Estados Unidos, que ya era una democracia desde muchos años atrás, vio dictarse una de las sentencias judiciales más escandalosas de la historia.



Los abolicionistas eran vistos como extremistas y fanáticos religiosos

La sentencia abordó un tema que por entonces era objeto de encendidos debates en ese país, un tema que se consideraba un derecho y que era defendido abiertamente por el Partido Demócrata: el “derecho” a poseer esclavos. Hay que señalar que, por aquel entonces, el citado partido era el mayoritario en los estados esclavistas del sur. En esos estados, los abolicionistas de la esclavitud eran vistos como extremistas y fanáticos religiosos, pues eran en su mayoría cristianos devotos (ya en los siglos IV y V, San Agustín de Hipona había condenado la esclavitud). La literatura abolicionista llegó a estar prohibida y los profesores abolicionistas estuvieron vetados en las escuelas durante años.

1857: una sentencia que negó su condición de personas a los esclavos negros

La sentencia en cuestión, aprobada por el Tribunal Supremo de Estados Unidos, abordó el caso Dred Scott contra Sandford, privó de la ciudadanía estadounidense y de los derechos derivados de ella a todos los descendientes de africanos, tanto esclavos como libres, lo que significaba que por el simple motivo de su origen, carecían de derechos como personas.

Además, la sentencia prohibió al Congreso de EEUU abolir la esclavitud en los territorios federales (los que aún no eran estados), y también prohibió revocar el “derecho” a la propiedad de esclavos cuando su propietario en los estados que ya habían abolido la esclavitud, y afirmó: “el derecho de propiedad en un esclavo está distinta y expresamente afirmado en la Constitución. El derecho a traficar con él, como un artículo ordinario de mercancías y propiedades, se garantizó a los ciudadanos de los Estados Unidos, en todos los Estados que lo desearan, durante veinte años. Y el Gobierno en términos expresos se compromete a protegerlo en todo tiempo futuro, si el esclavo se escapa de su dueño“.

Un escándalo que fue corregido con dos enmiendas constitucionales

Esta sentencia provocó un escándalo y acabó aumentando las tensiones entre esclavistas y abolicionistas. Cuatro años después, esta cuestión fue uno de los motivos del estallido de una Guerra Civil en EEUU, que enfrentó a los estados esclavistas del sur (dominados por el Partido Demócrata) y a los estados abolicionistas del norte (dominados por el Partido Republicano). Unos meses antes de concluir la guerra con la victoria de los abolicionistas, se propuso en el Congreso la Decimotercera Enmienda de la Constitución de EEUU para abolir la esclavitud en todo el país, que fue aprobada en diciembre de 1865.

Así mismo, en 1866 se aprobó una Decimocuarta Enmienda, que otorgaba la ciudadanía estadounidense a todos los nacidos en el país, fuese cual fuese su raza. Esta enmienda afirmaba: “tampoco podrá ningún estado privar a una persona de su vida, libertad o propiedad, sin un debido proceso legal“. 
Con esta sentencia, Estados Unidos puso fin a una institución socialmente muy arraigada, la esclavitud, que de forma aberrante había sido calificada como “derecho”. 
No obstante, el Partido Demócrata siguió apoyando la discriminación y la segregación radical de los negros hasta bien entrado el siglo XX, con el mismo fanatismo con el que antes había apoyado el mal llamado “derecho” a la posesión de esclavos.

1973: una sentencia que negó su condición de personas a los niños por nacer

En 1973, el Tribunal Supremo de EEUU dictó una nueva sentencia escandalosa: la del caso Roe contra Wade. Como ya había ocurrido en 1857, en esta sentencia el tribunal volvió a negar la condición de personas a ciertos seres humanos, negándoles incluso el derecho a vivir. Lo hizo retorciendo el significado de la citada Decimocuarta Enmienda, con el siguiente argumento: 
“La palabra “persona”, tal como se usa en la Decimocuarta Enmienda, no incluye el no nacido“.
Esa sentencia provocó la muerte de más de 63 millones de inocentes

Así mismo, el tribunal hacía una afirmación que chocaba con la evidencia científica: “la ley se ha mostrado renuente a respaldar cualquier teoría de que la vida, tal como la reconocemos, comienza antes del nacimiento vivo o a otorgar derechos alegales a los no nacidos”. Ese párrafo terminaba con una afirmación que disociaba la condición humana de la categoría de persona, igual que se hizo en los años de la esclavitud: “los no nacidos nunca han sido reconocidos en la ley como personas en el sentido completo“. Como consecuencia de esta sentencia, tan aberrante como la de 1857, entre 1973 y 2021 62,5 millones de niños y niñas por nacer fueron asesinados en EEUU, según un estudio publicado en enero del año pasado. Teniendo en cuenta el promedio anual de abortos en EEUU, ahora ya serán más de 63 millones y medios de inocentes asesinados.

El Partido Demócrata, que apoyó la esclavitud, ahora apoya el aborto

Como ya ocurrió con la esclavitud y con la segregación racial, el Partido Demócrata es el gran defensor de esa usurpación de derechos a los niños por nacer en EEUU. Los sucesivos presidentes del Partido Demócrata han favorecido el perverso negocio del aborto con subvenciones milmillonarias a los lobbys proaborto, que se utilizan a su vez para para apoyar las campañas de los candidatos demócratas y también para comprar el apoyo de medios de comunicación, políticos y todo tipo de organizaciones.

La escandalosa filtración de la sentencia que corregirá la del caso Roe contra Wade

Ayer, el medio izquierdista Politico.com filtró el borrador de la sentencia del Tribunal Supremo que revocará la escandalosa sentencia del caso Roe contra Wade. Se trata de una filtración gravísima, la primera que sufre esa institución en toda su historia, y todo apunta a que la filtradora es una magistrada afín al Partido Demócrata. Esa filtración ha dado lugar a una campaña de acoso al Tribunal Supremo para intentar torpedear esa sentencia, una campaña de agitación promovida por Joe Biden, el actual presidente de EEUU, miembro del Partido Demócrata y defensor del aborto. Su partido incluso ha dado pasos en defensa de la legalización del infanticidio de recién nacidos.

El aborto: una institución tan arraigada y tan inhumana como lo fue la esclavitud

Hay que señalar que la Constitución de EEUU no dice por ninguna parte que matar a los hijos por nacer sea un derecho. Eso fue una interpretación muy discutible de la sentencia de 1973, basada, como hemos visto, en la idea anticientífica de que la vida humana empieza en el parto. Es intolerable que una institución, por muy arraigada que esté, atente contra la dignidad humana, y más aún si lo hace sobre la base de una mentira como afirmar que los niños por nacer no son seres humanos y por tanto no merecen ser personas. Una mentira tan criminal como la que negó la condición de personas a los esclavos negros.

A día de hoy, los partidarios del “derecho” a matar a inocentes se han puesto tan histéricos como lo estuvieron en su día los partidarios del “derecho” a poseer esclavos, pero en un Estado de Derecho, en una sociedad civilizada, la histeria no puede ser más poderosa que la razón, y negar la condición humana de ciertos seres humanos es una atroz irracionalidad, tanto si las víctimas son esclavos negros, como si las víctimas son niños y niñas por nacer. 

Ya va siendo hora de abolir el aborto igual que fue abolida la esclavitud.

Elentir