BIENVENIDO A ESTE BLOG, QUIENQUIERA QUE SEAS



lunes, 12 de septiembre de 2016

El obispo de Madison anuncia que celebrará la Misa dominical Ad Orientem


Fuente: Infocatólica
[Buenas noticias]


El Obispo de Madison, Estados Unidos, Mons. Robert Morlino, anunció en su homilía del 4 de septiembre que comenzará a celebrar personalmente la Eucaristía dominical Ad Orientem en la Catedral. El prelado explicó que sigue en esta materia el consejo del Cardenal Robert Sarah, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, y las enseñanzas del Papa emérito Benedicto XVI.

------

(Gaudium Press) «De acuerdo a la mente de Dios, al final de la historia Él vendrá del Oriente, como el sol naciente, como lo vemos en el Magnificat, como lo vemos en los cánticos, como lo vemos en las Escrituras», expuso el obispo. «Cuando el sacerdote se pone de pie junto con la congregación –no dándole la espalda a ellos, ese no es el punto, el punto es que el sacerdote se pone de pie junto con la congregación y mira, simbólicamente al menos, hacia el Oriente– somos un ejército poderoso marchando hacia el lugar del sol naciente, para encontrarnos con el Señor, encabezados por el sacerdote».

El prelado bromeó sobre la buena recepción de la noticia entre los feligreses y sobre el hecho de que conozcan el término «Ad Orientem», algo que no es común en otros lugares. Afirmó que ha tomado la decisión porque «ningún general dirige sus tropas dándoles la cara y caminando hacia atrás» y para hacer énfasis en el aspecto sacrificial de la Eucaristía. También explicó que si se pierde el sentido del Sacrificio, para sólo quedarse en la noción del «Banquete Sagrado», los fieles pueden pasar a asumir una conducta de comensales informales.

El prelado motivó a los fieles a compartir la noticia y aclaró que no obligará a ningún sacerdote a seguir su ejemplo. «No quiero que estén enojados mientras celebran la Eucaristía», bromeó. «Pero vamos a comenzar. Porque esto va a hacer nuestro culto más reverente y dejará claro que estamos enfocados en Dios, en su mente, en sus caminos y su misterio absoluto y no en nuestras opiniones. Ese es un testimonio que es importante dar en este día y época», concluyó.

Anoche tuve un sueño (5)



Aunque esto no aparece en mi anterior sueño, me parece oportuno adelantarlo ... porque muchos de ustedes se preguntarán: ¿Qué está diciendo este hombre sobre el Papa? ¿A qué Papa se refiere? Haré, pues, una pequeña digresión a este respecto.

Como se sabe -y esto es real- el 11 de febrero de 2013 el papa Benedicto XVI anunció que iba a renunciar libremente a su Pontificado, lo que se hizo oficial el 28 de febrero, tras lo cual la sede permaneció vacante y se procedió a la elección de un nuevo Papa que resultó ser el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, jesuita, quien adoptó el nombre de Francisco. Esto ocurrió el 13 de marzo de 2013.

Pues bien -y continúo con el sueño- exactamente cuarenta y dos meses más tarde (tres años y medio) un pequeño grupo de cardenales llegó secretamente a un acuerdo mediante el cual le harían frente, en grupo,  al Papa Francisco, conminándole a que diera marcha atrás en su proceso de demolición de la Iglesia Tradicional, o sea, de la Iglesia; y que rectificara públicamente en lo que concierne a la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, en 19 de sus puntos (en contestación a una carga que le habían dirigido 45 católicos de relevancia moral e intelectual) pues en ella se abría la puerta, en la práctica, al "divorcio católico", algo impensable y que se oponía abiertamente a la Doctrina de Nuestro Señor Jesucristo.

[Deberían de hacerlo lo más pronto posible. El tiempo apremiaba, pues todo ha sido comenzar septiembre y también en agosto ... y Francisco se ha dedicado a despedir y a jubilar anticipadamente a varios cardenales, eligiendo otros que piensan igual que él. De seguir así no quedaría ningún cardenal con las ideas claras. Y Dios les pediría cuentas por su cobardía]

En dicho acuerdo se llegó a la conclusión de que si Francisco seguía adelante con sus "propias" ideas, contrarias al Mensaje Evangélico, le rogarían que dimitiese como Papa, dada su condición de hereje (sea formal o material, eso es lo de menos cuando está en juego el porvenir de la Iglesia): Un Papa hereje es una contradicción. Y como tal se ha estado manifestando (con mayor o menor ambigüedad) a lo largo de los tres años y medio que lleva de Pontificado, siendo aplaudido por todo el sector anticatólico. La Amoris Laetitia fue la gota que colmó el vaso, máxime cuando ya no había, en realidad, otras interpretaciones que las que allí venían indicadas.

[En su viaje de Lesbos a Roma dijo que la interpretación correcta es la que daría el cardenal Schönborn, como si fuera la suya propia, una interpretación que ya conocemos y que se ha comentado extensamente en este blog. Pero por si cabía todavía alguna duda, el 5 de septiembre de 2016 escribió a Monseñor Sergio Alfredo Fenoy, delegado de la Región pastoral de Buenos Aires, una carta en respuesta a un escrito de éste titulado "Criterios básicos para la aplicación del capítulo VIII de Amoris Laetitia", dirigido a los sacerdotes de su Diócesis. Por cierto, el mismo día que apareció dicho escrito, apareció también la carta del Papa, diciendo: "El escrito es muy bueno y explicita cabalmente el sentido del capítulo ViII de Amoris Laetitia. No hay otras interpretaciones. Y estoy seguro de que hará mucho bien"En dicho escrito se deja abierta la posibilidad, en algunos casos, de comulgar en estado de pecado mortal, a aquellos que, viviendo en situación de adulterio, siguen haciéndolo y no se arrepienten. Roberto de Mattei lo explica muy bien en un artículo que he colocado en este blog]

Debería, además, interrumpir su viaje apostólico a Suecia, previsto para la celebración del quinto centenario de la Reforma Protestante, que iba a tener lugar el 31 de Octubre de 2016 (un año antes del 31 de Octubre de 2017, que es cuando de verdad sería el quinto centenario) porque ¿cómo es posible celebrar una Reforma que tantísimo daño ha hecho a la Iglesia durante quinientos años? Esto daría lugar a una protestantización de la Iglesia y, por ello, a un desmoronamiento de la misma y a una pérdida de su propia identidad.

Tal enfrentamiento entre el Papa y los cardenales tuvo lugar de hecho. [En el sueño, claro está]. No recuerdo el día exacto, pero sé que fue entre el 13 de septiembre y el 31 de octubre de 2016; y si no me falla mucho la memoria me viene a la mente que fue el mismo mes de septiembre, dado que  el 20 de ese mismo mes estaba ya previsto un viaje del Papa a Asís, de carácter interreligioso, con lo que eso supone.

Por otra parte, estaba en estudio algo impensable en la Iglesia, como es el diaconado femenino; y, además, eran muchos -comenzando por los más altos Jerarcas de la Iglesia- los que consideraban que el celibato sacerdotal debería de ser voluntario, propuesta que se llevó también a estudio, así como la supresión de la guerra justa ... por decir tan solo alguno de los puntos que recuerdo. En los sueños se difumina la memoria. Pero sigamos.

Francisco los excomulgó a todos. Sin embargo, dado que actúo en su propio nombre, oponiéndose, en lo que decía, al Fundador de la Iglesia, que es Jesucristo ["el mismo ayer, hoy y por los siglos" (Heb 13, 8)] tal excomunión era inválida por derecho divino. Ellos lo declararon hereje públicamente; y sacudiendo los pies se fueron de allí. Algún otro cardenal se les unió más adelante. En total fueron trece los cardenales "excomulgados por Francisco" ...  excomunión que, como se ha dicho, no era tal, pues un papa hereje ya no tiene la potestad de Papa.

[De hecho Francisco, actuando como lo hacía y diciendo lo que decía, negándose a razonar sobre el porqué de la actitud de estos cardenales  y limitándose directamente a "excomulgarlos" sin más, estaba dando muestras, una vez más y por desgracia, de que era realmente un hereje ... que estaba sentado en la cátedra de Pedro, lo cual era inadmisible].

De hecho, ante el conocimiento de lo sucedido, fueron muchos los obispos, sacerdotes y laicos de todo el mundo que se les unieron, hasta el punto de que se produjo un cisma real en la Iglesia. La "nueva Iglesia" que se había ido gestando desde el Concilio Vaticano II no era ya la Iglesia de Jesucristo, no era la verdadera Iglesia.

Y claro está: era necesario tener una cabeza en ... esa otra Iglesia que era, en realidad, la misma Iglesia de siempre, la que había permanecido fiel durante casi dos mil años, la verdadera Iglesia. Se hacía necesaria, pues, la existencia de un Papa para la Iglesia, pues así la llamaremos en adelante, dado que a la "nueva Iglesia" tenía tan solo cincuenta años y su carácter novedoso se había convertido en ruptura total con la Tradición y con el Magisterio de la Iglesia de toda la vida. No se la podía considerar ya como tal, máxime teniendo como cabeza a Francisco, quien había demostrado, con creces, su increencia y su arrodillamiento ante el mundo, que no ante Dios.

Pues bien:  de entre esos trece cardenales uno de ellos fue elegido Papaadoptó el nombre de Gregorio XVII. El nombre de Gregorio lo escogió en atención a san Gregorio Magno, a quien se atribuye el canto gregoriano pero, sobre todo, con la idea de volver a una liturgia en latín, que fuese la misma para todos los católicos del mundo, como siempre lo había sido, y que diera lugar así  a una seguridad dogmática fundamental para la pertenencia a la Iglesia, sin ambigüedades de ningún tipo ... tan propias de este mundo y del lenguaje modernista y progresista en el que vivimos inmersos. Me venían a la mente las palabras que pronunció Jesús, recordando las que dijo el profeta Zacarías: "Heriré al Pastor y se dispersarán las ovejas del rebaño" (Mt 26, 31; Zc 13, 7).

Se necesitaba un verdadero Pastor, que se preocupara por el bien íntegro de sus ovejas, tanto en lo material como, sobre todo, en lo espiritual: la gente tenía hambre de Dios y, sin embargo, los católicos se iban alejando cada día más de Dios: la mayoría de ellos no conocía, en realidad, a Jesucristo, pues el Mensaje no había sido predicado en su totalidad desde hacía 50 años.

Gregorio XVII, el nuevo Papa, como cabeza visible de la Iglesia y verdadero vicario de Jesucristo en la Tierra, haciendo uso de la autoridad que le había sido conferida, excomulgó a Francisco como hereje e iluminado por el Espíritu Santo, como no podía ser de otra manera, intentó corregir todos los errores que, a consecuencia del Concilio Vaticano II, se habían introducido capciosamente en la Iglesia, en particular los relativos al ecumenismo, la colegialidad, el diálogo interreligioso, la libertad religiosa y otros por el estilo. También condenó expresamente el comunismo, lo que no se hizo en el Concilio Vaticano II.

Dado que la intención de este Concilio número 21 había sido puramente pastoral, eliminó de dicho Concilio todo aquello que, so capa de ejercicio de la pastoral, se oponía al Mensaje de Jesucristo. Dogma y Moral forman un todo. Una moral sin una base dogmática y unas creencias firmes en las Sagradas Escrituras así como en la Tradición cristiana y en el Magisterio Perenne de la Iglesia, una moral así, digo, no conduce a ninguna parte: hoy en día se puede hablar, sin miedo a equivocarnos, de una apostasía mundial generalizada.

Tanta "apertura al mundo", consecuencia de avergonzarse de Jesucristo, ha conducido a la pérdida de la fe del pueblo cristiano, que anda triste y extraviado porque desconoce la esencia del catolicismo; en otras palabras, desconoce a Jesucristo, el único que puede proporcionarles la alegría que necesitan para ser felices.

Todos los documentos, exhortaciones apostólicas, cartas, bulas papales, motus propios, encíclicas, beatificaciones y canonizaciones, ..., todo, absolutamente todo, desde los escritos del papa Juan XXIII (e incluso alguno de Pío XII en sus últimos años) fueron estudiados minuciosamente por varios grupos de expertos de todo el mundo que estaban, todos ellos, animados por una gran fe.

Cierto: la Iglesia había quedado reducida a un resto, una especie de Iglesia catacumbal, formada tan solo por unos pocos católicos. Sin embargo, éstos estaban distribuidos por todo el mundo y usaban el mismo idioma, en este caso, el latín como lengua oficial de la Iglesia (siempre lo ha sido, en realidad, pero en los últimos cincuenta años se ha desvalorizado, para desgracia nuestra).

Se volvió, de nuevo, a la misa de siempre, aquélla que, según el motu propio Summorum Pontificum de Benedicto XVI, de fecha 7 de julio de 2007 nunca había sido abolida, sino todo lo contrario: "Es lícito -dijo- celebrar el Sacrificio de la Misa según la edición típica del Misal Romano promulgado por el beato Juan XXIII en 1962, que nunca se ha abrogado, como forma extraordinaria de la Liturgia de la Iglesia".

De este modo, ya no había posibilidad de confusión entre los fieles, en particular en lo concerniente a la Santa Misa, que tan denigrada y vulgarizada ha estado siendo -y sigue siéndolo- en tantos lugares, a partir del Concilio Vaticano II, lo que es tanto más grave cuanto que la Santa Misa es la base y el fundamento de la vida cristiana, sin la cual la Iglesia fundada por Jesucristo ya habría desaparecido.

Ahora mismo, en la Iglesia Católica de Rito Latino, existen dos formas de celebrar la liturgiala que surgió de la reforma impulsada por el Concilio Vaticano II que es la llamada ordinaria (el Novus Ordo Missae) y la anterior, contenida en el Misal Romano publicado por el Papa Juan XXIII en 1962; que viene desde la reforma posterior al Concilio de Trento: ésta es la forma extraordinaria [en realidad, no está muy claro, ni tiene demasiado sentido el que a esta última se le llame extraordinaria, puesto que es la que siempre se ha venido celebrando pero, en fin, ese es el modo de nombrarlas hoy en día]

Con el Papa Gregorio XVII se prohíbe definitivamente el Novus Ordo Missae (la misa de Pablo VI) y se vuelve -de nuevo- a la Misa Tridentina, la misa de San Pío V, de Juan XXIII (1962) ... la Misa de siempre, en definitiva, aquélla que nunca debió de ser abandonada ...

[... pues aunque, en teoría, no lo ha sido -según afirmó Benedicto XVI -y es comprobable- sí lo ha sido en la práctica, hasta que llegó el Summorum Pontificum en julio de 2007 (en mi opinión aquí hubo una intervención directa de Dios, inspirando a Benedicto XVI para que procediera como lo hizo). Aun así siguen siendo muchas las parroquias que ponen pegas actualmente a la celebración de esta misa, en su forma extraordinaria, desobedeciendo lo dicho por el Papa ... ¡y no pasa nada! No son amonestados por los obispos de la diócesis correspondiente]

Así estaban las cosas , pero todo esto iba a cambiar con Gregorio XVII.

Es preciso no olvidar que de los diez miembros de la comisión que se encargó de la elaboración del Novus Ordo Missae (o misa de Pablo VI) siete eran protestantes ... y de los otros tres, el presidente, el cardenal Bugnini era declaradamente masón (como se puso de manifiesto más tarde), pese a lo cual el papa Pablo VI siguió manteniendo dicha Misa: ¡esa anomalía tenía que ser corregida!.

Todo esto explica el porqué se habla de Gregorio XVII como el verdadero Papa, en este sueño.

Al principio Gregorio XVII tenía bastantes seguidores, pero una serie de acontecimientos -que ya relaté en su momento y que ahora resumiré- dieron lugar a una persecución de la verdadera Iglesia por parte de todos. 

Y al decir todos quiero decir TODOS: no solo musulmanes, judíos, hindúes, budistas, etc...; y, por supuesto,  todo el mundillo de la política de izquierdas que impregna el planeta, lo que siempre ha sido así.

En este caso, los mayores y más crueles enemigos eran los que se seguían llamando católicos y se mantenían fieles a Francisco, que no a las enseñanzas de la Iglesia; aquellos que habían idolatrado la figura del Papa, sin darse cuenta de que las palabras de un Papa sólo adquieren calidad de obligatorias cuando son definidas ex cathedra; y siempre que estén en conformidad con el Magisterio anterior.

Los tales "católicos" no se dan cuenta de que el Magisterio no puede cambiar. Las verdades y los dogmas no evolucionan con el tiempo ... y no deben de adaptarse a los tiempos sino que son éstos los que deben de ser transformados por ellas.

Francisco está rechazando -de hecho- el Magisterio anterior de la Iglesia de casi dos mil años. Pero tal actuación conlleva que ya no puede hablarse de Magisterio;  éste ha desaparecido y con él toda la Iglesia, la cual pierde su carácter de realidad sobrenatural y se transforma en una entidad meramente humana, ideada por los hombres y para los hombres ... aunque no para el bien de los hombres, al haber rechazado a Dios y haber capitulado ante el mundo.

Francisco afirma, por ejemplo, que la AL (en la que en determinados casos un adúltero puede recibir la comunión) es un acto de Magisterio. Esta afirmación anula el acto de Magisterio anterior (que coincide -además- con lo que la Iglesia siempre ha proclamado, desde su fundación). En buena lógica, cuando llegue un nuevo Papa puede decir otra cosa completamente distinta a lo que dice ahora Francisco ... y afirmar igualmente que lo que él diga es un acto de Magisterio ... y así sucesivamente.

No hay que ser demasiado inteligentes para darse cuenta de que este planteamiento "falseado" del Magisterio (de cincuenta años para acá) equivale a afirmar que no existe ya ningún Magisterio en la Iglesia, de modo que ya no se puede hablar de dogmas ni de verdades absolutas ... lo que supondría la destrucción de la Iglesia.

Este relativismo, más o menos encubierto, está dando al traste con la Iglesia. Por eso, los católicos, que lo sean de veras y que amen a Jesucristo, no pueden consentir, de ninguna de las maneras, que tal cosa ocurra, aunque les valga en ello la vida. 

Esos católicos surgieron y gracias a ellos se produjo esa escisión en la Iglesia, que ocurrió siendo Francisco (aún) papa "legítimo" en lo legal, pero como promotor de herejías, fue removido de su cargo, pues un papa hereje es un contradicción.

Sea de ello lo que fuere, lo cierto es que no debemos de preocuparnos. Sencillamente, ha llegado el momento de la prueba, el momento de demostrar al mundo nuestra fe.

Como las palabras de Jesucristo no pueden dejar de cumplirse, (aunque es cierto que ha permitido a Satanás tener un gran poder en el mundo durante bastante tiempo) la victoria final será Suya. Y esta victoria puede -y debe- hacerse realidad  ya en este mundo, en conformidad con sus palabras:  "Ésta es la victoria que vence al mundo: vuestra fe" (1 Jn 5, 4)

Así lo pensaron, y actuaron en consecuencia, estos valientes cardenales que hicieron frente a Francisco. ... y eso dio lugar a un renacer de la Iglesia, de la verdadera Iglesia, la de siempre. El resto ya lo he contado.

Sólo diré que, con el paso del tiempo, y debido a una hostilidad creciente por parte de todos, que llegó hasta la persecución más despiadada e incluso hasta la muerte, fueron muchos los que no soportaron la prueba y decayeron en su fe. Los que creían eran recluidos en "islotes"; y ya sabemos lo que eso significa, como dije al principio de este sueño.

Afortunadamente, pues Dios es Providente y nunca defrauda, había "islotes" no controlados por el NOM. En uno de esos islotes se encontraba Gregorio XVII junto a su cardenal de mayor confianza. Los once cardenales restantes se encontraban también sin localizar por el NOM en otros islotes, cada uno en un islote diferente ... aunque todo era cuestión de tiempo. Algunos de ellos fueron descubiertos y torturados hasta morir antes que revelar el lugar donde se encontraba el Papa.

Fue necesario elevar a varios obispos, de fe probada, a la dignidad cardenalicia, para evitar que la muerte de los cardenales existentes pudiera dar al traste con el Papado. Simultáneamente algunos sacerdotes, también de probada fidelidad, fueron ascendidos a obispos. Aun en medio de tantas contrariedades, el número de fieles iba en aumento ... aunque, eso sí, debían de permanecer en lugares desconocidos, como en el caso de los primeros cristianos.

Posteriormente- si logro salir del sueño- pasaré a la actualidad que ahora impera en este mundo, indagando, con la gracia de Dios, sobre las posibles causas que habrían dado lugar a una situación como la que he descrito ... aunque, como digo, no olvidemos que se trata sólo de un sueño.

Anoche tuve un sueño (4)



El 18 de marzo del año en curso tuve un sueño, que reproduje en tres entradas de este blog  (18, 19 y 30 de marzo) para que no se me olvidara su contenido. Desperté un tanto confuso. Y ya no he vuelto a soñar de nuevo. De esto hace ya casi seis meses. Sin embargo, la anterior noche volví a soñar. Fue -digamos- como una continuación de mi anterior sueño. Hago de ello partícipes a los lectores de este blog, advirtiendo -y recordando- que sólo es un sueño con relación al futuro próximo de la humanidad ...Por lo tanto, no se le puede dar credibilidad alguna siendo, como es, un producto de la imaginación.

No obstante, en honor a la verdad, debo decir que, aun sumido en el sueño, yo encontraba que lo que estaba ocurriendo en ese entonces de hipotético futuro estaba muy en conformidad y en coherencia lógica con los acontecimientos que hoy en día, en la realidad, estamos viviendo ... y que, en cierto modo, son como el inicio o la inauguración de ese "futuro" que aparece en mi sueño (o, al menos, de algo parecido).

Siendo consciente, por otra parte, de que habrá muchos de los que siguen este blog que no habrán leído dichas entradas (y tal vez algún nuevo lector que se haya incorporado posteriormente) voy a intentar resumir mi anterior sueño antes de continuar. De no hacerlo así, el posible lector podría perderse y no entender nada del nuevo sueño que deseo contar.

Comencé a soñar ... y soñé -hace unos seis meses, como digo- que corría el año 2029 de nuestra era y que me encontraba en una pequeña isla desconocida, poblada por muy pocas personas, entre ellas yo mismo y parte de mi familia (esposa, hijos y nietos). Allí vi también a viejos amigos, algunos de los cuales eran sacerdotes; y así habían varias familias más. en situación análoga a la nuestra.

La isla estaba incomunicada con el resto del mundo: nos habían dejado allí, como prisioneros, y desconocíamos el nombre de esa isla. Por eso la llamábamos, simplemente, la Isla. A cualquiera le podría parecer que todos los que allí habitábamos deberíamos de tener cara de "pepinillos avinagrados" y amargados. Pero nada más lejos de la realidad. En la Isla se vivía la vida con una intensidad y una profundidad tales que yo jamás había conocido hasta entonces; al menos, no en ese grado. Y una gran paz inundaba el ambiente en el que nos movíamos, fruto de una íntima amistad entre todos cuantos habitábamos esa isla. Todo lo teníamos en común y todos nos considerábamos hermanos ... y más que hermanos. Éramos como una gran familia: la Familia.

Si alguno se pregunta acerca del porqué, tanto de nuestro aislamiento como de nuestra felicidad (por extraño que pueda parecer hablar de felicidad en esas circunstancias), éstas eran debidas a nuestra condición de cristianos que no habían renegado de su fe, que creían en  Jesucristo, como verdadero Dios y verdadero hombre y que se mantenían fieles a la Tradición y al Magisterio Perenne de la Iglesia, de esa Iglesia que Cristo fundó ... que es Una, Santa, Católica y Apostólica ... la Iglesia de siempre, aquella  de la que Jesús dijo que "las puertas del infierno no prevalecerían sobre ella" (Mt 16, 18). Tal vez nuestra presencia allí era una señal clara y manifiesta de que esas palabras de Jesús se estaban cumpliendo. Nuestra esperanza se fundamentaba en el Evangelio: "Seréis odiados por todos a causa de mi Nombre; pero quien persevere hasta el fin, ése se salvará" (Mt 18, 22). Estas palabras, que guardábamos en nuestro corazón, nos daban mucho ánimo y nos disponían para lo que fuese, incluso el martirio, si fuese necesario.

¿Por qué no nos habían aniquilado a todos? Había varias razones, aunque una de las más decisorias, en este sentido, era que pensaban que muchos de los habitantes de la Isla claudicarían y renegarían de su fe, al no poder soportar ese aislamiento durante mucho tiempo. Entonces serían "liberados", pasando así a formar parte del Nuevo Orden Mundial (NOM) que se estaba implantando por doquier, de manera acelerada, en todos los rincones de la tierra. De he cho así ocurrió con bastantes de los habitantes de la Isla, que cedieron y fueron "puestos en libertad" vigilada. Quedábamos ya muy pocos en la Isla ... ¡Y se nos había dado un tiempo para "pensar" si deseábamos seguir viviendo ... o morir!

Había amigos que nos querían bien (pues aunque formaban parte del NOM lo eran por cobardía) y nos habían informado sobre la existencia de tales "islotes" como el nuestro, que estaban extendidos por todos los lugares de la faz de la Tierra. Algunos de ellos -una gran mayoría, según nos dijeron- estaban controlados por el NOM, como era nuestro caso. Y serían, por lo tanto, exterminados, si no renegaban de su fe en Jesucristo. Teníamos constancia de que así había sucedido ya en alguna de esas "bases cristianas", por llamarlas de alguna manera ... pues a ellos se les había agotado ya el tiempo de que disponían para tomar una decisión. Esos "amigos" nuestros, pensando a lo humano, nos lo hicieron saber para salvar nuestra vidas: sólo teníamos que apostatar de nuestra fe: ¡no era tan complicado!

Sin embargo, había todavía una serie de lugares (a los que ellos llamaban "islotes",  aunque no fuesen necesariamente islas, como en nuestro caso) cuyo paradero les era desconocido. ¡Y ésa era su misión más importante: localizar esos focos de resistencia, como también les llamaban, y destruirlos! No debía de existir ningún lugar en la tierra en el que Jesucristo fuese reconocido como Rey. Era preciso exterminar a todos los cristianos ... y eliminar, incluso, cualquier recuerdo de su existencia. Esa era su labor prioritaria ... y, en cierto modo, única. No se podía permitir, de ninguna de las maneras, la existencia de esos brotes cristianos ... pues, de hacerlo, podrían resurgir, fuertes, en el futuro. Eso era algo a lo que el NOM no estaba dispuesto. Cristo -y todo aquello que lo recordara- tenía que pasar al olvido más absoluto: ser eliminado.

Sin embargo, como pudimos enterarnos más adelante -y esto era todavía ignorado por el NOM- en uno de esos islotes desconocidos se encontraba el verdadero Papa. Un cardenal lo acompañaba. Eran muy pocos los que conocían el paradero del Papa quien, por razones obvias, iba de incógnito. Sin embargo, la gran mayoría de los fieles -los que aún quedaban- sabía de su existencia: eso les daba ánimos para resistir firmes en la fe hasta la muerte si fuera preciso.

En este momento concreto del "sueño" ya se sabía -por chivatazos de algunos de los que renegaron de su fe- que los cristianos tenían un Papa; y que éste se encontraba oculto. No se sabía nada, sin embargo, de su posible localización. De manera que pusieron todos los medios - habidos y por haber- en dar con él. Su muerte haría mucho más fácil la capitulación de la mayoría de ese resto de cristianos que aún se resistía al NOM, lo cual ocasionaría menos muertes.

De ahí el control total al que se sometió a todos los medios de comunicación; y de manera especial a los relacionados con Internet, pues éstos ayudarían mucho tanto en la localización de los islotes desconocidos como, sobre todo, en el conocimiento del "escondite" del Papa. Se impuso un control absoluto de todos y cada uno de los posibles medios de comunicación, desde el simple correo o los teléfonos (que fueron todos pinchados, incluidos los móviles) hasta las redes sociales de todo tipo, desde las más conocidas (facebook, twiter, etc.) hasta las más avanzadas. Contrataron a los mejores hackers especializados en descifrar contraseñas. Y pusieron precio a la cabeza del Papa: una gran cantidad de dinero se daría a quien adivinara su paradero. Se vigiló, de una manera especial -sin que ellos lo supieran-  a los "conversos" al NOM; pues podría ser que siguiesen manteniendo algún tipo de contacto con sus antiguos compañeros de los islotes. E incluso cabía la posibilidad de que hubiese, entre ellos, algún Judas que, por dinero, estuviese dispuesto a delatar incluso a su propia madre ... o bien, algún incauto, pardillo o papanatas que pudiera conducirles hasta su objetivo, sin ser consciente de ello.

La cuestión a dilucidar es : ¿Dónde estaba el Papa?

Continúa