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viernes, 8 de octubre de 2021

Eso que tú me das (canción de Pau Donés, comentada por José Martí)



Duración 3:31 minutos


Ocasionalmente (aunque muy raras veces, todo hay que decirlo) nos encontramos con algunas canciones  en las que su autor, consciente o inconscientemente, al escribirlas, hace que, casi de modo inmediato, cuando se escuchan, uno piense que su contenido va dirigido a Dios mismo, más incluso que a una persona concreta por mucho que se la quiera. Evidentemente esto es así si uno es cristiano. Y entonces todo lo que suene a amor verdadero lo atribuye a Dios, como no puede ser de otra manera, puesto que Dios es Amor. 

Claro está: en la mente del autor de la canción, casi con toda probabilidad, no sea ésa su intención. Sin embargo, Dios escribe derecho con renglones torcidos. Lo vengo a decir porque 2 + 2 = 4, incluso aunque esta afirmación la hiciera el diablo. Cuando algo es verdad no importa quién lo diga ni importa cómo sea su vida. Lo que es, es. Sólo Dios puede juzgar las intenciones de las personas y el trayecto de su vida. 

En el caso de Pau Donés yo me limito sólo a comentar la canción que compuso poco antes de morir, titulada  "Eso que tú me das"  dedicada a la persona que él más quería, su hija Sara. La canción en sí rebosa de agradecimiento y de alegría. Y en eso me he fijado. Conocí, hace mucho tiempo, a una señora, llamada Carmen, que me decía: "Pepe, cuando oigo una canción de amor, yo la aplico al Señor, como si esas palabras fueran dirigidas a Él, aunque el que cante piense en otra cosa". Esto es lo que me ha movido a decir algunas palabras en este blog sobre esa canción de Pau Bonés, sin indagar demasiado en su vida porque resulta irrelevante para nuestro propósito

Pienso (y esto es tan solo una opinión) que, aun cuando el autor no haya sido plenamente consciente; es más, aun cuando las intenciones del autor no sean las que yo voy a exponer aquí, eso no importa demasiado, como ya he dicho. En esta canción se habla de amor, de alegría, de agradecimiento por vivir. ¿Y acaso no pueden aplicarse a Jesucristo esas palabras? Como cristiano y católico, por la gracia de Dios, y escuchando la letra de esta canción, estoy convencido de que sí que pueden aplicarse. 

Fijémonos en la letra de la canción:


Eso que tú me das
es mucho más de lo que pido.

Todo lo que me das
es lo que ahora necesito.

Eso que tú me das
no que lo tenga merecido.

Por todo lo que me das
te estaré siempre agradecido.

Así que gracias por estar,
por tu amistad y tu compañía.
Eres lo, lo mejor
que me ha dado la vida.

Por todo lo que recibí
estar aquí vale la pena.

Gracias a ti seguí
remando contra la marea.

Por todo lo que recibí
ahora sé que no estoy solo.

Ahora te tengo a ti,
amigo mío, mi tesoro.

Así que gracias por estar,
por tu amistad y tu compañía.
Eres lo, lo mejor
que me ha dado la vida.

Todo te lo voy a dar
por tu caridad y tu alegría.

Me ayudaste a remontar,
a superarme día a día.

Todo te lo voy a dar,
fuiste mi mejor medicina.

Todo te lo daré,
sea lo que sea lo que pidas.

Y eso que tú me das
es mucho más,
es mucho más
de lo que nunca te he pedido.

Todo lo que me das
es mucho más,
es mucho más
de lo que nunca he merecido.

Eso que tú me das ...

Eso que tú me das ...


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Analizo por encima la letra y observo que, aplicada a Jesucristo, es cierto que Él:

- Me da mucho más de lo que yo le pido.
- Me da todo lo que necesito en cada momento.
- Me da mucho más de lo que merezco
- Me da la vida y me da lo mejor de la vida, que es Él mismo queriéndome.

Y de ahí vienen el entusiasmo, la caridad, la alegría y el agradecimiento, propios de todo aquel que está enamorado de Jesús:

- Por todo lo que ha recibido, que hace que vivir valga la pena.
- Porque sabe que no está solo y que le tiene a Él, que nunca falla.
- Porque junto a Él todo tiene sentido.
- Porque Él le ayuda a superarse cada día y a no perder la alegría.

Por todo ello y como señal de la autenticidad de este amor a Jesús, es también lo propio que uno quiera darle a Jesús todo lo que Jesús le pida, puesto que es su gran amigo y su Tesoro.

De manera que una canción, que podría ser interpretada meramente al modo humano, adquiere ahora un matiz de sobrenaturalidad que produce en quien la escucha con atención, si es cristiano, un mayor amor a Jesús. Y sólo esto es más que suficiente para incluir este comentario en mi blog. 

José Martí

La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (I): Gabriel Calvo Zarraute



Nuestro bloguero Gabriel Calvo Zarraute está dedicando una serie de artículos a analizar la Agenda 2030 de la ONU. Les ofrecemos el primero de ellos:
Gobierno único y pensamiento débil

No es posible difundir la verdad y el bien sin combatir la mentira y el mal. Analizar y categorizar las difundidas y dispersas corrientes de pensamiento del mundo moderno y posmoderno, tan arraigadas en todos los órdenes y en tan breve tiempo, constituye un ejercicio imprescindible de cara a su identificación y posterior refutación. La bibliografía citada en cada artículo servirá al lector interesado para profundizar en las cuestiones tratadas. De manera particular recomendamos:

a) El ensayo de José Antonio Bielsa Albiol, Agenda 2023. Las trampas de la nueva normalidad. El autor disecciona, con profusión de datos, el experimento totalitario de la Agenda de la ONU.

b) La revista Naves en llamas, dirigida por Raúl González y cuyo n. 14, titulado: El gran reinicio comunista, ofrece, monográficamente, una información detallada al respecto.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (2015-2030), también conocidos por sus siglas ODS, son una iniciativa impulsada por esa fosa séptica del pensamiento occidental que son las Naciones Unidas. Su finalidad es dar continuidad a la agenda de desarrollo tras los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Son 17 objetivos y 169 metas propuestos como continuación de los ODM incluyendo nuevas esferas como el cambio climático, la desigualdad económica, la innovación, el consumo sostenible y la paz entre otras prioridades. Tras un proceso de negociación sobre los ODS que involucró a 193 estados miembros de la ONU, el 25 de septiembre de 2015, los 193 dirigentes mundiales aprobaron en una cumbre celebrada en Nueva York en reunión plenaria de alto nivel de la Asamblea General, una Agenda que lleva por título «Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible», y que entró en vigor el 1 de enero de 2016

La «Agenda 2030», denominada por otros ideólogos «Gran reinicio», «Gran reseteo» o incluso «Cuarta Revolución industrial», es implementada por George Soros (que no es más que el rostro visible de la criptocracia que se esconde tras él) y sus numerosas e influyentes fundaciones en todo el planeta. En España, le sigue su lacayo psicópata, Pedro Sánchez, así como sus escuderos del PSOE y sus múltiples terminales mediáticas, también Podemos y demás aliados narco comunistas de Iberoamérica, junto con el partido Ciudadanos, próximo ya a la extinción. Por último, y, aunque con menor grado de convencimiento que socialistas y comunistas, pero no con mayor inteligencia, casi todos los dirigentes nacionales y autonómicos del PP.

A la Agenda 2030 se ha sumado entusiásticamente la actual administración vaticana. De hecho, Francisco acaba de impulsar un «Pacto Educativo Global interreligioso y ecológico», como relata inigualablemente Specola a diario en Infovaticana (6-10-2021). En el encuentro celebrado en el Vaticano, el Papa apuntó que el objetivo de dicho pacto reavivaba el compromiso para «amar a nuestra madre tierra», convirtiéndose en «la voz de la naturaleza clamando por su supervivencia».

Como no podía ser menos, en las distintas diócesis de cada país, la corte de serviles funcionarios eclesiásticos, salvo contadas y honrosas excepciones, han corrido a secundar el posicionamiento vaticano. El portal Infocatólica informaba recientemente (5-10-2021) que los obispos españoles han propuesto al Gobierno social comunista un nuevo currículo para la asignatura de Religión Católica que aboga por la capacitación para: «la igualdad, la fraternidad universal, los objetivos del desarrollo sostenible, la solidaridad, el conocimiento del propio cuerpo y el diálogo interreligioso». Con el objetivo episcopal de: «erradicar las situaciones de exclusión, pobreza, violencia e injusticia y acabar con la desigualad entre hombres y mujeres».

El modelo civilizatorio que está imponiendo la Agenda 2030, aunque no sea compartido en su integridad, sí que ha sido en buena medida inspirado en el control social perfeccionado, a lo largo de 72 años en el poder, por el Partido Comunista Chino. Por cierto, como denunciara el cardenal Zen (22-9-2020): «En los acuerdos secretos firmados entre la Santa Sede y el Partido Comunista de China, éste se ha convertido en el único Gobierno de la tierra al que Francisco ha otorgado la potestad de seleccionar los candidatos a obispos católicos, en abierta contradicción con la doctrina expresada en el concilio Vaticano II» (decreto Christus Dominus, n. 20). A lo que habría que añadir también la violación del Código de Derecho Canónico (CIC) que abrogaba el derecho de presentación episcopal por parte de los Gobiernos: «En lo sucesivo no se concederá a las autoridades civiles ningún derecho ni privilegio de elección, nombramiento, presentación y designación de obispos» (c. 377 §5).

Gabriel Calvo Zarraute