Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios (1 Cor 2, 12), el Espíritu de su Hijo, que Dios envió a nuestros corazones (Gal 4,6). Y por eso predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los gentiles, pero para los llamados, tanto judíos como griegos, es Cristo fuerza de Dios y sabiduría de Dios (1 Cor 1,23-24). De modo que si alguien os anuncia un evangelio distinto del que recibisteis, ¡sea anatema! (Gal 1,9).
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domingo, 8 de diciembre de 2024
El brazo tonto del PSOE (por Carlos Esteban)
martes, 24 de octubre de 2023
El canciller alemán, Olaf Scholz, constata ahora el fracaso del multiculturalismo y señala que deben deportar «a gran escala» (Carlos Esteban)
lunes, 16 de octubre de 2023
lunes, 9 de octubre de 2023
Burke y Müller: «El Espíritu Santo no puede contradecirse» (Carlos Esteban)
viernes, 6 de octubre de 2023
Mis tres ‘dubia’ sobre Laudate Deum (un excelente artículo de Carlos Esteban)
jueves, 28 de septiembre de 2023
El obispo Schneider responde a los nuevos sedevacantistas: Francisco es el Papa (Carlos Esteban)
Debemos tener suficiente fe, confianza, humildad y espíritu de Cruz sobrenaturales para soportar una prueba tan extraordinaria. En situaciones tan relativamente cortas (en comparación con 2000 años) no debemos ceder a una reacción demasiado humana y a una solución fácil (declarar la invalidez de su pontificado), sino que debemos mantener la sobriedad (mantener la cabeza fría) y al mismo tiempo una verdadera visión sobrenatural y confianza en la intervención divina y en la indestructibilidad de la Iglesia.
Carlos Esteban
martes, 5 de septiembre de 2023
¿”Juan XXIV”? ¿Y por qué no Pío XIII? (Carlos Esteban)
martes, 29 de agosto de 2023
La presión sobre el Opus Dei perjudica a la Iglesia (Carlos Esteban)
sábado, 10 de junio de 2023
El hielo ártico desaparecerá en la próxima década, como ya hizo en 2014 (Carlos Esteban)
miércoles, 7 de junio de 2023
Filósofo católico denuncia el “pavoroso silencio” de las cardenales ante el ‘colapso’ eclesial (Carlos Esteban)
viernes, 2 de junio de 2023
Un mes para celebrar dos pecados capitales (Carlos Esteban)
miércoles, 3 de mayo de 2023
Suspenden ‘a divinis’ a sacerdote italiano por criticar Amoris laetitia (Carlos Esteban)
El padre Tullio Rotondo, sacerdote italiano, ha sido suspendido ‘a divinis’ por su obispo, lo que le impide administrar los sacramentos, por un libro en el que critica la exhortación postsinodal Amoris laetitia por defender lo que ha sido la postura de la Iglesia durante toda su historia.
El primer documento de trabajo que se hizo público sobre el sínodo de la sinodalidad escandalizó a no pocos fieles porque en él se dejó claro que la asamblea sinodal iba a debatir asuntos que son ya parte del Depósito de la Revelación y para los que holgaba todo debate. Sin embargo, se nos dijo que no debíamos temer el diálogo sobre cosa alguna.
Otra cosa, en cambio, es criticar cualquier cosa que haya salido de la pluma del actual pontífice. En tal caso, la reacción es fulminante e implacable. Ni escucha atenta, ni diálogo ni apertura al ‘diferente’: toda la capacidad punitiva de la Iglesia caerá sobre el osado.
Que se lo digan, si no, al padre Tullio Rotondo, suspendido a divinis por su obispo por haber publicado un libro contra los errores del Papa Francisco contenidos en su exhortación postsinodal Amoris Laetitia de 2016.
Rotondo ha concedido una entrevista a LifeSite en la que explica en detalle los argumentos de su libro, titulado La traición de la sana doctrina a través de Amoris laetitia. Cómo el Papa Francisco y algunos de sus colaboradores están difundiendo una moral contraria al depósito de la fe. El libro destaca “varios errores que el Papa y algunos de sus asociados están difundiendo respecto al Sacramento de la Confesión, la conciencia moral, la Ley Moral y la pena de muerte”, según Rotondo.
El sacerdote no ha perdido la paz por la implacable medida de su obispo, más bien al contrario.
“Es un momento muy feliz en mi vida, porque, como decían los Apóstoles, me alegro de poder sufrir algo con Cristo y por Cristo, por Su Verdad. Estoy en paz interiormente y siento que he encontrado mi vocación”. Se negó a retractarse de su libro cuando su obispo, Camillo Cibotti de la Diócesis de Isernia-Venafro, le dijo que lo hiciera.
El decreto menciona explícitamente la “desobediencia al propio ordinario” e invoca el can. 1371 del Código de Derecho Canónico, que establece que el sacerdote que “persiste en la desobediencia después de una advertencia” puede ser castigado.
En una explicación de su libro publicado por el periodista italiano Aldo Maria Valli, Don Rotondo explicó en junio de 2022 su comprensión de la obediencia: “Preciso al respecto que algunos cristianos, evidentemente incompetentes, creen, también por una interpretación incorrecta de los textos bíblicos, que la obediencia cristiana consiste en hacer siempre lo que dice el superior, sobre todo si es el Papa, y por eso lo señalan como desobediente. cualquiera que se oponga a las declaraciones y decisiones del Pontífice; estos cristianos necesitan que se les recuerde que su concepción de la obediencia es en realidad “nazi” y no cristiana. El cristiano debe ante todo obedecer al Supremo Superior que es Dios y por tanto debe someterse a las indicaciones y mandatos de los demás superiores sólo en la medida en que estas indicaciones y mandatos no se opongan a los divinos. Santo Tomás es muy claro en este punto”.
martes, 2 de mayo de 2023
Traditionis custodes sigue haciendo su labor de acoso y derribo (Carlos Esteban)
En Savannah, Georgia, el obispo pone fin a un cuarto de siglo de misa tradicional a partir de 20 de mayo. En Glasgow, Escocia, una parroquia con una próspera comunidad tradicional ha recibido la orden de cancelar todas sus misas públicas casi de inmediato de 2023.
Dicen que Einstein definía la locura como aplicar idénticas causas esperando distintas consecuencias. Todo el postconcilio ha sido una reiteración perpetua de esa definición. Podía, quizá, parecer razonable a los padres conciliares que la actualización del milenario rito de la Misa, centro de la vida cristiana, diseñando uno nuevo en un despacho, atraería a un mayor número de fieles. El resultado es tan evidente y catastrófico que llamarlo ‘el elefante en la habitación’ se queda corto: es más como un mastodonte.
Pero, por lo visto, da igual. Si la solución diseñada en la torre de marfil no produce el efecto deseado, hay que insistir y doblar la dosis.
Es la parábola de Bud Light, una marca de cerveza popular en la clase obrera americana, que ha decidido hacer de un ‘influencer’ presuntamente transexual su imagen. El tipo en cuestión, Dylan Mulvaney, hace de su vida pública una verdadera parodia de la feminidad en sus peores estereotipos, actuando como una quinceañera particularmente tópica.
Los usuarios de Bud Light lo han tomado como lo que es, un insulto y un desprecio, y han iniciado un boicot que ha hundido las ventas y la cotización bursátil de la marca. Es un caso clamoroso de lo que sucede cuando ignoras a tu público objetivo y pretendes sermonearle para que se convierta en otra cosa.
La Iglesia, lo hemos repetido a menudo, no es una empresa comercial. Pero responde, en su aspecto humano, a mecanismos similares. Los fieles adeptos a la Misa Tradicional, es cierto, suponen una proporción ínfima, desdeñable, del pueblo católico. Pero también es cierto que es un grupo con un crecimiento exponencial, en un momento en el que la práctica de la fe se hunde en todo el mundo occidental. ¿Qué sentido tiene atacarlos?
Incluso entre los no tradicionales, el acoso produce una penosa impresión, especialmente cuando las opiniones heterodoxas de teólogos y prelados y las celebraciones irreverentes hasta el extremo del Novus Ordo alcanza niveles difícilmente parodiables. Nadie entiende bien ese centrar el ánimo punitivo de la jerarquía en un grupo tan poco amenazante en todos los sentidos, el numérico y el doctrinal.
Carlos Esteban
viernes, 20 de enero de 2023
Un arzobispo americano habría visto el texto del rumoreado documento contra la Misa Tradicional (Carlos Esteban)
martes, 3 de enero de 2023
Gänswein: Benedicto leyó Traditionis custodes con “dolor en el corazón” (Carlos Esteban)
El motu proprio de Francisco Traditionis custodes, que venía a derogar la liberalización de la Misa Tradicional concedida por Benedicto XVI en Summorum Pontificum de catorce años antes, dolió al Papa Emérito, confiesa su secretario y amigo el arzobispo Georg Gänswein en declaraciones a Die Tagespost.
Benedicto leyó Traditionis custodes «con dolor en el corazón», asegura Gänswein. En este decreto, Francisco restringió drásticamente las posibilidades para la celebración de la llamada Misa Antigua que su antecesor había decretado en 2007.
Gänswein describió esta medida como un «golpe» para el Papa jubilado. Benedicto XVI Con su reforma de 2007, quería asegurar que los seguidores de la Misa Antigua, que encuentran su hogar en esta forma de liturgia, «encuentren su paz interior», dijo el arzobispo. También quería «alejarlos de Lefebvre», el excomulgado fundador de la Fraternidad Pio X.
Gänswein dijo que la Misa Antigua había sido la «fuente de su vida espiritual» para muchas personas durante siglos, «alimento para muchos santos». No podía imaginar «que esto es algo que ya no es bueno». Tampoco debe olvidarse que esto también se aplica a muchos jóvenes «que ya no entienden realmente todo el alboroto sobre el Consejo». Él, Gänswein, «no se sentía muy cómodo quitándole este tesoro a la gente».
El secretario personal de Benedicto XVI ha escrito un libro en el que pretende contar la verdad contra las “calumnias flagrantes”, las “maniobras oscuras”, los misterios y los escándalos que mancillaron la reputación de un pontífice mejor conocido por su histórica renuncia.
“Nada más que la verdad: Mi vida al lado del Papa Benedicto XVI” del arzobispo Georg Gaenswein está siendo publicado este mes por el sello Piemme del gigante editorial italiano Mondadori, según un comunicado de prensa.
Según Piemme, el libro de Gaenswein contiene “un testimonio personal sobre la grandeza de un hombre afable, un gran erudito, un cardenal y un papa que hizo la historia de nuestro tiempo”. Pero dijo que el libro también contenía un relato de primera mano que corregiría algunos aspectos «malentendidos» del pontificado, así como las maquinaciones del Vaticano.
“Hoy, tras la muerte del Papa emérito, ha llegado el momento de que el actual prefecto de la casa pontificia cuente su propia verdad sobre las flagrantes calumnias y oscuras maniobras que han intentado en vano ensombrecer el magisterio y las acciones del pontífice alemán. ”, decía el comunicado de prensa.
lunes, 2 de enero de 2023
La profecía de Benedicto (Carlos Esteban)
En una fecha ya tan lejana como 1968, recién terminado aquel concilio del que se esperaba una ‘primavera eclesial’, cuando aún no era siquiera obispo, Joseph Ratzinger compartió su sorprendente visión sobre el futuro de la Iglesia: “Tendremos sacerdotes reducidos al papel de trabajadores sociales y el mensaje de fe reducido a una visión política. Todo parecerá perdido, pero en la fase más dramática de la crisis, la Iglesia renacerá. Será más pequeña, casi catacumba, pero más santa”.
Es un proceso que ya estamos viviendo, siquiera en sus primeras fases, ocultado en parte por la inercia y la gradualidad del fenómeno. El sueño de la masonería, de la Ilustración y del marxismo está a punto de cumplirse. Pero lo que llegue, me temo, va a ser muy distinto de lo que muchos esperan.
Nunca en la historia hemos vivido algo así, con lo que es imposible calcular sus consecuencias. Occidente fue pagano durante milenios, luego cristiano. Pero el cristianismo cultural, social, no es un paréntesis, no va a volver el paganismo, sino el postcristianismo, que es un vacío.
En su ingenuidad, cuando Voltaire firmaba con su feroz ‘Ecrassez l’infame!”, los ilustrados confiaban que al reinado de la fe le sucedería el triunfo de la razón. Ninguno de ellos, ninguno de los grandes nombres de ese tiempo, llegaron a ver entronizada a una actriz de variedades entronizada en Notre Dame como la Diosa Razón ni el terrible baño de sangre que trajeron ‘las Luces’.
Hoy la influencia social del cristianismo es pequeña y disminuye a toda velocidad, pero resultaría sarcástico concluir que lo que gobierna hoy nuestras sociedades es ‘la Razón’. La naturaleza aborrece el vacío, y al desvanecerse de los principios cristianos le está sucediendo otra dogmática, otro culto, y la más desnuda adoración al puro poder.
Muchos quieren ver en esta paulatina reducción de los cristianos a un ‘pusillus grex’, un rebaño diminuto e insignificante, sin influencia social alguna, el anuncio del final de los tiempos. Es, claro, perfectamente posible. Siempre lo es. Pero si Cristo insistió en que no sabemos “el día ni la hora” y en que el fin llegará como un ladrón debe significar que vamos a equivocarnos muchas veces de fecha.
Puede perfectamente tratarse, como parecen insinuar las palabras de Ratzinger, de un volver a empezar de cero, de una vuelta a las catacumbas, sí, pero recordando que en las catacumbas se forjó una fe que convirtió a todo un imperio.
domingo, 1 de enero de 2023
El futuro de la Iglesia sin el papa emérito (Carlos Esteban)
jueves, 29 de diciembre de 2022
Suecia desafía al mundo y se opone al cambio de sexo en menores (Carlos Esteban)
lunes, 24 de octubre de 2022
El Papa y la parábola de la vacuna (Carlos Esteban)
De los líderes mundiales, el Papa estuvo entre los más incansables e insistentes defensores de la vacunación universal contra el covid. Si, al final, la inoculación no fuera lo que nos vendieron, ¿habrá rectificación desde el Vaticano?”.
Creo no exagerar si digo que, a estas alturas, es difícil seguir manteniendo que las supuestas vacunas comercializadas contra la pandemia de covid no han sido lo que nos vendieron machaconamente desde todos los medios posibles. Atendiendo exclusivamente a las fuentes oficiales, sus efectos secundarios superan ya con mucho los de cualquier otra vacuna en fechas recientes que no haya sido retirada del mercado, y recientemente una directiva de la propia Pfizer, creador del tratamiento más difundido, reconoció abiertamente que la empresa ni siquiera testó su eficacia para detener la transmisión de la enfermedad.
No vamos a especular aquí; aceptamos como posible que la inoculación reduzca las probabilidades de enfermar gravemente y morir de covid, como se asegura oficialmente. Pero eso no afecta en absoluto a su transmisión, es decir, no sirve para parar la pandemia, y su beneficio afecta exclusivamente a quien se la administra, en todo caso.
Pero no es eso, repito, lo que nos vendieron y, sobre todo, lo que nos predicó el Santo Padre en su día. “Vacunarse, con vacunas autorizadas por las autoridades competentes, es un acto de amor”, nos decía Francisco en un vídeo en verano de 2021. “Y ayudar a que la mayoría de la gente se vacune es un acto de amor. Amor por uno mismo, amor por la familia y los amigos, amor por todos los pueblos”.
Ahora, vacunarse -si esta es la palabra adecuada- puede ser un acto de prudencia, pero ¿de amor? Si no impide la transmisión, como se ha reconocido, ¿en qué sentido es un ‘acto de amor’, salvo el mismo acto de amor a uno mismo con que puede definirse tomar cualquier medicamento?
Por supuesto, ni el Papa comprometía aquí su magisterio ni tiene obligación alguna de ser experto en terapias génicas, no es esa la cuestión. La cuestión es que ha usado su posición como cabeza de los católicos y Vicario de Cristo para promocionar un producto concreto en fase experimental del que aún desconocemos con precisión sus consecuencias a largo plazo. ¿Qué pasaría con el crédito del Papa, de su credibilidad, digamos, ‘secular’, si el resultado final no es el esperado, si el experimento no sale como se prevé?
La conclusión no es que Francisco no pueda tener las opiniones que apetezca, o que cualquier error suyo deba juzgarse como una quiebra de su facultad magisterial, porque no hablamos de cuestiones que tengan que ver en absoluto con la doctrina. Pero quizá fuera deseable que el Santo Padre no opine públicamente de todo lo humano y lo divino, porque es fácil generar confusión entre los fieles y recelo entre los no creyentes.