BIENVENIDO A ESTE BLOG, QUIENQUIERA QUE SEAS



domingo, 30 de marzo de 2014

Un año de Pontificado del Papa Francisco (6 de 7) (Alejandro Sosa Lapida)


[Continúo el largo artículo de Alejandro Sosa Laprida, resumiéndolo bastante. Añado, de mi parte, algunas imágenes relacionadas con la situación en cuestión, además de los subrayados, negritas, cursivas, colores, corchetes, puntos suspensivos (que indican que el contenido es mayor); he cambiado también el orden de algunos puntos para que vayan en orden cronológico, etc...]

Habría muchas otras declaraciones y gestos del papa Francisco que se podrían calificar cuando menos de perturbadores y que se prestarían a un prolongado desarrollo, del que me abstendré aquí en aras de la brevedad, y de los cuales he seleccionado tan sólo algunos a modo de ejemplo, tomados de una extensa lista que por cierto no deja de acrecentarse día tras día a una velocidad vertiginosa…



1. La noche de su elección,13 de marzo de 2013, Francisco se presentó como el «Obispo de Roma», sin pronunciar la palabra «Papa». (...) Calificándose a sí mismo exclusivamente con el título de Obispo de Roma (y no de Papa, Soberano Pontífice o Vicario de Cristo) Francisco realiza un gesto inédito en la historia de la Iglesia, claramente revolucionario, que menoscaba (...) la autoridad de la Sede Romana.

2. El mismo día, antes de impartir la bendición apostólica a los fieles congregados en la plaza San Pedro, Francisco pidió a la muchedumbre que ella rezara primero por él para que Dios lo bendijese. El simbolismo del gesto es claro: la bendición ya no procede de lo alto, a través del Papa que recibió su investidura de derecho divino, y que él hace descender luego directamente sobre los fieles. Nos encontramos ante un gesto que evoca los principios democráticos revolucionarios, según los cuales el poder emana del pueblo, única fuente de legitimidad para el ejercicio de la autoridad.


3El 16 de marzo de 2013, al final de la audiencia otorgada a los periodistas del mundo entero en la sala Pablo VI del Vaticano, Francisco les dio una bendición totalmente atípica, una «bendición silenciosa, respetando la conciencia de cada uno»No hizo el signo de la Cruz sobre la multitud de periodistas ni pronunció el santo nombre de las Tres Personas Divinas. Lo que nos enseñó Jesús se sitúa en las antípodas de esa falsa noción de respeto: «Todo poder me ha sido dado en el cielo y en la tierra. Id pues y enseñad a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar todo cuanto os he mandado» (Mt. 28, 18-20). Nuestro Divino Maestro nos ha dicho también: «A todo el que me confesare delante de los hombres, yo también lo confesaré delante de mi Padre, que está en los Cielos; pero a todo el que me negare delante de los hombres, yo lo negaré también delante de mi Padre, que está en los Cielos» (Mt. 10, 32-33) (...)

4. Durante esa misma audiencia dijo que deseaba «una Iglesia pobre para los pobres». Es un deseo novador y completamente extraño a la enseñanza y a la práctica bimilenaria de la Iglesia«María, tomando una libra de ungüento de nardo legítimo de gran valor, ungió los pies de Jesús y los enjugó con sus cabellos, y la casa se llenó del olor del ungüento. Uno de sus discípulos, Judas Iscariote, el que habría de entregarlo, dijo -¿Por qué este ungüento no se vendió por trescientos denarios y se dio a los pobres?» (Jn. 12, 3-5).


5El 28 de marzo de 2013 ,con ocasión de la ceremonia del lavatorio del Jueves Santo celebrada en un centro de detención de menores de Romaentre las personas que representaban a los doce apóstoles había mujeres y musulmanes, lo que infringe gravemente la tradición litúrgica, la que ha recurrido siempre a hombres bautizados, ya que las mujeres no son admitidas al sacerdocio cristiano ni los infieles a las ceremonias litúrgicas. (...) La Santa Cena del Señor no fue pues celebrada en la basílica de San Pedro, ni en la catedral de San Juan de Letrán, en presencia del clero y de los fieles romanos y de los peregrinos procedentes del mundo entero para asistir a las festividades de la Semana Santa, sino nada menos que en una cárcel, lugar por completo inconveniente para una acción litúrgica, en presencia de una mayoría de no católicos, en una ceremonia confidencial, inaccesible para los fieles… (...) Visitar a los prisioneros es ciertamente una acción muy laudable, puesto que es una obra de misericordia. En cambio, servirse de ella como pretexto para rebajar el culto divino celebrando la Misa in Cena Domini en una cárcel, sin clero ni feligreses, sin predicación sobre la institución de la Eucaristía y del sacerdocio cristiano por Nuestro Señor, invitando a participar a infieles en la ceremonia, dista mucho de ser una acción laudable (...): Fieles, casi no había. Fotos e imágenes para la televisión, sí. Y dieron la vuelta al mundo. 


6. Con ocasión de su homilía en la Casa Santa Marta, en el Vaticano, el 22 de mayo de 2013, Francisco dijo que el Señor salvó «a todos los hombres» por la Sangre de Cristo, y que de este modo se convierten en «hijos de Dios, no sólo los católicos, todos, los ateos también» (...)

7. Francisco recibió a José Mujica, presidente de Uruguay, el sábado 1 de junio de 2013 con motivo de una larga audiencia privada. Luego de ella declaró a la prensa sentirse «muy feliz de haber podido discutir con un hombre sabio»


[Este hombre «sabio» fue miembro de los Tupamaros, una de las principales organizaciones terroristas latino-americanas durante los años 60’/70’, cuya actividad criminal comenzó mucho antes del golpe de estado militar de 1973. Pasó 15 años en la cárcel, condenado por asesinato, secuestro y actos de terrorismo. Fue liberado en 1985, «amnistiado» por el gobierno de Julio Sanguinetti. Mujica se negó a asistir a la ceremonia de inauguración del nuevo pontificado, en razón de su ateísmo militante]




Cabe precisar que su gobierno aprobó la ley autorizando el aborto en octubre de 2010, la del «matrimonio» homosexual y de la adopción «homo-parental» en abril de 2013 y la de la legalización del cultivo, la venta y el consumo de marihuana en diciembre de 2013. Que un hombre de Iglesia [en este caso el Papa] pueda recibir en audiencia pública a semejante individuo, dejarse fotografiar a su lado sonriente y dándole un abrazo, para luego hacer de él un elogio encendido a la prensa es algo que supera lo imaginable


8. Al igual que la primera misiva oficial de Francisco no había tenido por destinatarios a católicos, sino a los judíos de Roma, así también su primer viaje oficial tuvo por beneficiario a gente de otra religión (...) En efecto, el 8 de julio de 2013 acudió a Lampedusa, en memoria de los inmigrantes clandestinos musulmanes que se ahogaron tratando de alcanzar esa isla italiana desde África en el transcurso de los últimos quince años. (...) Y eso en el mismo momento en que Europa, enteramente descristianizada, observa como el Islam se vuelve de manera irresistible la religión preponderante, especialmente gracias a la inmigración masiva de musulmanes procedentes de África.

9. Con ocasión de las JMJ celebradas del 22 al 29 de julio 2013 en Río de Janeiro, Francisco declaró, durante una entrevista de prensa concedida a la televisión brasileña, que «si un niño recibe su educación de los católicos, protestantes, ortodoxos o judíos, eso no me interesa. Lo que le interesa es que lo eduquen y que le den de comer». Tales palabras no requieren comentario. A condición, evidentemente, de no haber perdido la Fe.

10. El 28 de agosto de 2013 Francisco recibió en la basílica de San Pedro un grupo de 500 jóvenes peregrinos de la diócesis de Piacenza. Hacia el final, les pidió: «recen por mí, porque este trabajo es insalubre, no hace bien». La misión de pastor universal de las almas, de vicario de Nuestro Señor Jesucristo en la tierra para «apacentar a sus ovejas» (Jn. 21,17) y para «confirmar a sus hermanos en la Fe» (Lc. 22, 32) no constituye para él más que un trabajo, y para colmo, insalubre (...)

11. El 7 de septiembre de 2013 Francisco organizó una jornada de oración y de ayuno por la paz en Siria, lo que es en sí mismo algo laudable. Desgraciadamente, este evento fue convocado siguiendo el espíritu del falso ecumenismo conciliar de Nostra Aetate y de Asís, puesto que extiende la invitación «a todos los cristianos de otras confesiones, a los hombres y mujeres de cada religión, así como a los hermanos y hermanas no creyentes». Esto se opone diametralmente tanto a la doctrina como a la práctica constante de la Iglesia hasta el Vaticano II (...)


12. El 12 de septiembre de 2013 Francisco recibió en audiencia privada al religioso peruano Gustavo Gutiérrez, sacerdote modernista, izquierdista y subversivo, quien diera origen al nombre de «teología de la liberación» gracias a su libro homónimo publicado en 1971. Este «teólogo», cómplice de los movimientos marxistas y tercermundistas latinoamericanos comprometidos en la lucha armada revolucionaria, considera que la salvación cristiana pasa por la emancipación de las servidumbres terrenas (...)

13. En el reportaje concedido a las revistas culturales jesuitas, efectuado por el Padre Antonio Spadaro s.j., director de La Civittà Cattolica, en el mes de agosto de 2013 y publicado en L’Osservatore Romano del 29 de septiembre de 2013, Francisco expresó un punto de vista totalmente novador en lo que concierne la naturaleza de la virtud teologal de la Fe (...) He aquí sus declaraciones: « Si alguien dice que encontró a Dios con una certeza total y que no deja ningún margen de incertidumbre, significa que algo no funciona (…) El riesgo de buscar y de hallar a Dios en todo es entonces la voluntad de explicitar demasiado; de decir con certeza humana y arrogancia: ‘‘Dios está aquí’’. Así sólo encontraremos un Dios a nuestra medida (…) Quien hoy día no aspira sino a soluciones disciplinares, quien tiende de manera exagerada a la ‘‘seguridad’’ doctrinal, quien busca obstinadamente recuperar el pasado perdido, tiene una visión estática y no evolutiva. De este modo, la Fe se vuelve una ideología como cualquier otra»

14. Francisco reiteró la misma idea en su Mensaje para la jornada de las comunicaciones sociales, presentado el 23 de enero de 2014, en el cual sostiene que «dialogar significa estar convencido que el otro tiene algo bueno para decirnos, hacerle un lugar a su punto de vista, a sus proposiciones. Dialogar no significa renunciar a sus propias ideas y tradiciones, pero sí a la pretensión de que sean únicas y absolutas». Se observará la contradictio in terminis flagrante de la última frase, y forzoso es comprobar que con tales principios se firma, ni más ni menos, la sentencia de muerte de la Fe, para naufragar en los abismos del subjetivismo y del relativismo modernistas más explícitos.
(Continuará)