BIENVENIDO A ESTE BLOG, QUIENQUIERA QUE SEAS



Mostrando entradas con la etiqueta Monseñor Negri. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Monseñor Negri. Mostrar todas las entradas

miércoles, 1 de julio de 2020

Prominente prelado italiano se une al arzobispo Viganò



“Quiero hacerle llegar mi adhesión a su mensaje” que “me parece que ha captado el corazón vivo de nuestra experiencia eclesial”, escribió el 16 de junio al arzobispo Viganò el jubilado arzobispo de Ferrara-Comacchio, monseñor Luigi Negri. Así lo informa el 30 de junio el sitio web MarcoTosatti.com.

Negri agrega que “nos adherimos a usted” y “nos gustaría poder acompañarlo como los últimos discípulos en su paso seguro por el camino de la verdad, la belleza y la bondad”.

Un día después Viganò contestó que el momento presente “nos lleva de nuevo a las cosas básicas de la vida, a la simplicidad del Bien y al horror del Mal, a la necesidad de elegir el lado de pertenencia”. Él comenta que algunos consideran esa concepción como una banalización, como si el Evangelio no pudiera dar respuestas a los interrogantes de hoy y la Palabra Divina necesitara ser adaptada por ellos, para hacerla más seductora para el mundo.

Como ejemplo, Viganò menciona a obispos que “casi obsesivamente” se preocupan por la “inclusión” y “la teología verde”, auspiciando “el nuevo orden mundial” y una “casa común para las religiones abrahamitas”, mientras sus sacerdotes y fieles se sienten abandonados.

viernes, 8 de mayo de 2020

Cuatro cardenales y siete obispos se ponen de pie



Los cuatro cardenales Robert Sarah, Gerhard Müller, Joseph Zen y Jānis Pujats y los siete obispos Carlo Maria Viganò, Luigi Negri, Tomash Peta, Athanasius Schneider, Jan Pawel Lenga, René Henry Gracida, y Andreas Laun lanzaron el 7 de mayo en el sitio web VeritasLiberabitVos.info un “Llamado para la Iglesia y el Mundo”.

Intelectuales, médicos, periodistas y abogados se unieron a ellos. Hay más de 5.000 obispos en la Iglesia Católica. El llamado denuncia que el coronavirus es utilizado para restringir derechos civiles, incluyendo las libertades de culto, de expresión y de movimiento.

Según los prelados, “los poderes” crearon un pánico con el coronavirus para imponer permanentemente restricciones a la libertad, controlando a las personas y rastreando sus movimientos. Para ellos, esto es “un preludio perturbador para la institucionalización de un gobierno mundial más allá de todo control”.

La crisis económica creada por el encierro masivo alienta la interferencia por parte de los poderes internacionales y para los obispos es una forma de ingeniería social. Advierten sobre “las intenciones ocultas de cuerpos supranacionales con intereses comerciales y políticos muy fuertes”.

Los obispos aclaran también que es censurable utilizar vacunas derivadas de los retos de niños abortados.
 ------
 
Nota: Parece ser que el cardenal Sarah, aunque está de acuerdo con mucho de lo que se dice en ese documento, sin embargo, él no lo ha firmado. Así se lee en Infovatica:

El cardenal Sarah niega haber firmado el documento sobre el coronavirus

martes, 9 de julio de 2019

Francisco destruye a “Familia Christi”: todos excepto los sacerdotes tienen que abandonar la Orden



El obispo auxiliar Daniele Libanori, de 66 años - el comisario designado por Francisco para la excelente fraternidad católica italiana "Familia Christi" – publicó su veredicto sobre la Orden en un decreto datado el 30 de junio, informa el sitio web MessaInLatino.it.

El comisario ordenó a todos los postulantes y novicios que abandonen el grupo. A la Orden no se le permite recibir nuevas vocaciones. El decreto no da razones para las medidas draconianas que equivalen a la destrucción de la Orden.

Familia Christi fue fundada en el 2014 por el ahora jubilado arzobispo de Ferrara, monseñor Luigi Negri.

Su sucesor anticatólico, monseñor Giancarlo Perego, comenzó inmediatamente a trabajar contra el grupo, destruyendo su apostolado acorde al Novus Ordo, prohibiéndoles celebrar en público la Misa Antigua en latín y exiliándolos a un monasterio alejado.

Ni siquiera se han elevado acusaciones contra el grupo.

martes, 6 de febrero de 2018

Hay un clima de venganza y represalias en la iglesia

FUENTE: GLORIA TV

Duración 2:52 minutos

Confessor Archbishop Luigi Negri, a signatory of the Kazakhstan declaration against Amoris Laetitia, said in a recent interview that the bishops are intimidated to speak out. Quote: "In the Church one breathes and feels a bad climate of vengeance and retaliation against those who dare to ask questions". For Negri this is very far away from the much-proclaimed frank dialogue or from that mercy that is invoked in full voice.

During a debate with Ross Douthat on the campus of Fordham University the Francis apologist Massimo Faggioli showed his deep ignorance of Church reality. To defend the position that remarried persons should receive communion, Faggioli invoked the case of Germany, where 50 percent of Catholic marriages end in divorce. For him, this implies that 50 percent of German Catholic children never see their parents receive communion, losing their faith because of it. In reality the contrary is true. The German bishops have for decades pushed adulterers into receiving Communion. Everybody goes to Communion in Germany. That’s the end of Faggioli’s absurd theory.

The courageous administration of Verona, Italy, is strongly opposing gay pseudo-marriage which homosexualists aimed at promoting during last weekend in the city. The administration said already very clearly in its election program – quote: “Family is between a man and a woman, other families do not exist.” Verona is the city of Romeo and Juliet.

Lupo Glori asks on Corrispondenza Romana whether Pope Francis is opening the doors for a gay theology. The reason: Francis invited the Portuguese priest José Tolentino de Mendonça to preach the Lenten retreat to the Roman Curia. Tolentino is a big fan of the Spanish Sister Maria Teresa Forcades who is promoting a – quote – “queer theology”. Tolentino wrote a flattering and deeply heterodox introduction for the Portuguese edition of Forcadas' books about “feminist theology”.

domingo, 4 de febrero de 2018

No toquéis a los mártires chinos, son el tesoro de la Iglesia (Mons. Luigi Negri)




Ante la confusa situación de la Iglesia italiana (y no sólo), nos cuesta salir del inquietante embrollo de acontecimientos y posicionamientos: ha habido un momento en el que se nos ha instruido en la duda de cuáles fueron las palabras reales de Jesucristo en los Evangelios, porque entonces no había grabadoras; después, hemos asistido a una serie de intervenciones que relativizan el mal y que, sobre todo, archivan la figura del demonio convirtiendo, por lo tanto, la diferencia entre el bien y el mal, y entre el infierno y el paraíso, en algo puramente formal; al mismo tiempo, continúa la insensata e ideológica propaganda sobre el reformador Lutero. Y cuanto más, mejor…

Hemos asistido a la desacralización de las iglesias, transformadas en restaurantes, sin que hubiera realmente una necesidad objetiva, sino más bien en aras de una ideología subyacente según la cual las iglesias no son, sobre todo (como la Iglesia defiende desde hace dos mil años), el lugar de la presencia de Dios y del culto, sino que son, fundamentalmente, el lugar donde se expresa la asamblea de la comunidad en fraternidad para sus distintas necesidades, entre ellas también la de alimentarse. Resulta entonces absolutamente legítimo e innovador que las Iglesias sean utilizadas como restaurantes, obviamente baratos, que es el precio del valor que damos al culto y a la Presencia Real.

Creo poder decir (no es únicamente una opinión mía personal, sino también la de muchos sacerdotes, hermanos y hombres de buena voluntad) que esta serie de circunstancias, de palabras, de actitudes resultan ambiguas, si no desconcertantes. Cuesta ver a dónde conduce todo ello: a algún sitio conduce, pero es cierto que no se sabe dónde… y cada día tiene su dolor.

En estos días hemos sido arrollados por esta noticia

«El pasado mes de diciembre, monseñor Pietro Zhuang Jianjian, obispo de Shantou (Guangdong), fue obligado a ir a Pekín, donde “un prelado extranjero” del Vaticano le pidió que cediese su cátedra al obispo ilícito Giuseppe Huang Bingzhang. Esta petición ya se le había presentado en el mes de octubre». 
Todo agravado por las comprometidas declaraciones del cardenal Joseph Zen Ze-Kiun. A partir de aquí, ha comenzado una tempestad mediática de fuga de noticias, o presuntas tales. Intentando aclarar la situación han llegado las declaraciones de la Sala de Prensa Vaticana y la intervención del cardenal Secretario de Estado.

En esta circunstancia, vuelve de nuevo, con fuerza, el caso de los obispos chinos que han anunciado el Evangelio, defendido la Fe y educado al pueblo de Dios en las situaciones más difíciles, en general siendo claramente perseguidos y sufriendo, en la mayoría de los casos, la cárcel, la tortura o el martirio. Si las noticias que se están difundiendo en estas horas por personajes dignos de estima, que siempre han estado en primera línea en defensa de la libertad de la Iglesia, incluso al precio de la propia sangre, son verdaderas, entonces la situación es realmente delicada y grave.

La Iglesia china vive -y existe aún hoy- porque ha sido edificada sobre la ofrenda de la sangre de todos los que han defendido su libertad de cualquier injerencia externa; sabiendo ofrecer la propia sangre en unión a la sangre entregada por Cristo en la Cruz. Así ha sido para la gran mayoría de las comunidades de antigua o más reciente fundación. Así fue también para la comunidad eclesial de Roma, bañada por la preciosísima sangre de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo.

¡Los mártires son el tesoro de la Iglesia! Por esto, desde los primeros días de su historia, la Iglesia siempre ha custodiado las reliquias de aquellos que profesaron la Fe hasta la efusión de la sangre, en las situaciones más distintas, en las circunstancias más difíciles: pequeñas, adolescentes o poco mayores que adolescentes, como algunas de las grandes mártires de la Iglesia católica de los primeros siglos, hasta esa procesión de mártires que, de generación en generación, garantizan con su presencia y testimonio la correspondencia de la Iglesia de hoy con la Iglesia del Señor.

Si es verdad todo lo que estamos oyendo, ¡los mártires no se tocan! ¡La Iglesia eleva, desde siempre, sus mártires a los altares y les dedica las iglesias más bellas! Quien reniegue de ellos sería corresponsable de una página terrible de la historia de la Iglesia.

Si la Iglesia se olvidara de sus mártires, o renegara de ellos o los combatiera, entonces podríamos considerar, con toda la razón, que la hora de la prueba y de las tinieblas está cada vez más cerca. 

De acuerdo con la sana tradición de la Iglesia, es por lo tanto más que nunca necesario que el pueblo cristiano redescubra su identidad, derivada de la presencia de Cristo, y recupere su camino diario de misión y testimonio. 

No hay ninguna circunstancia, dificultad, divergencia de opiniones fuera o dentro de la Iglesia, que pueda disminuir el deseo que un verdadero cristiano debe siempre tener de servir a la misión de Cristo, anunciándolo y haciendo que esté presente, con el propio testimonio, entre todos los hombres, hasta los confines de la tierra, hasta ofrecer la propia sangre.

Monseñor Luigi Negri (arzobispo emérito de Ferrara-Comacchio).

Publicado en La Nuova Bussola Quotidiana.
Traducción de Helena Faccia Serrano