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lunes, 5 de diciembre de 2022

¿San Nicolás o Santa Claus? 6 diferencias entre el santo y el personaje de ficción



El personaje de Santa Claus ha ganado tanta fama en el mundo y resulta tan eficaz para representar la diversión y los regalos que puede desplazar a la verdadera razón de la alegría en la Navidad: Jesús que nace en Belén.

Según varios historiadores, Santa Claus es la distorsión -primero literaria y luego comercial- de San Nicolás, el generoso Obispo de Myra, patrono de los niños, navegantes y cautivos.

Estas son sus principales diferencias según St. Nicholas Center, un centro virtual donde la gente puede aprender sobre San Nicolás.

1. Santa Claus se asocia a la infancia, en cambio, San Nicolás es un modelo de cristiano para toda la vida.

2. Santa Claus, como lo conocemos, surgió para aumentar las ventas y el mensaje comercial de la Navidad. En cambio, San Nicolás llevó el mensaje de Cristo y la paz, la bondad y el mensaje cristiano de esperanza.

3. Santa Claus alienta el consumo, mientras que San Nicolás promueve la compasión.

4. Santa Claus aparece cada año para "ser visto" por un periodo corto tiempo; en cambio, San Nicolás es parte de la comunión de los santos y nos acompaña por la oración y su testimonio.

5. Santa Claus "vuela" a través de los aires desde el Polo Norte, mientras que, San Nicolás caminó por la tierra preocupándose y atendiendo a los más necesitados.

6. Para algunos, Santa Claus sustituye al Niño de Belén, pero San Nicolás nos señala y conduce a todos al Niño de Belén.

De San Nicolás a Santa Claus

Hay varias teorías sobre el origen de Santa Claus. La más difundida es que fue la empresa Coca Cola que inventó el personaje para promover el consumo de su bebida en 1920.

Sin embargo, en el siglo XIX, escritores de Nueva York intentaron dar un sello nacional a las fiestas de Navidad llenas de tradiciones cristianas de los inmigrantes europeos. En poco tiempo, las celebraciones dejaron de lado el carácter santo de estas fechas y se popularizaron las fiestas desenfrenadas, con borracheras y desorden público.

En 1821 se publicó el libro de litografías para niños "Santa Claus, el amigo de los niños" en el que se presentaba a un personaje que llegaba del Norte en un trineo con un reno volador. Esa publicación hizo aparecer al personaje cada Nochebuena y no el 6 de diciembre, día de la fiesta del santo obispo. Un poema anónimo y las ilustraciones de esa publicación resultaron clave en la distorsión de San Nicolás.

Según los expertos de St. Nicholas Center, fue la élite de Nueva York la que logró nacionalizar la Navidad a través de Santa Claus y el apoyo de artistas y literatos como Washington Irving, John Pintard y Clement Clarke Moore.

En 1863, durante la Guerra Civil, el caricaturista político Thomas Nast comenzó a dibujar a Santa Claus con los rasgos que ahora le atribuyen: gorro rojo, abundante barba blanca y abultado vientre. Junto con los cambios de apariencia, el nombre del santo cambió a Santa Claus, una alteración fonética del "Sankt Niklaus" alemán.

Recién en 1920, Santa Claus apareció por primera vez en un anuncio de Coca Cola.

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11:07 MINUTOS

NOTICIAS 5 de Diciembre de 2022




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IL SETTIMO CIELO


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La diputada de Vox por Málaga, Patricia Rueda, revive el momento en que el vicepresidente de la Mesa del Congreso, Gómez de Celis, le retiró la palabra de manera arbitraria. “Es verdad, los filoetarras están ahí sentados”.

11:31 MINUTOS


Selección por José Martí




La misa de siempre. Un documental imperdible




Duración del video 1:11:51



El video que presentamos constituye la segunda parte de una trilogía intitulada “Mass of the ages” y que hemos elegido traducir como “La misa de siempre”, pues así se la conoce entre nosotros.

Y aunque este documental no dice casi nada que no supiésemos desde niños, sin embargo hemos comprobado que puestos por juntos todos los argumentos, reconstruida toda la historia, amalgamadas todas las connotaciones, sumadas todas las estupideces, calibradas todas las iniquidades que dieron lugar a la (casi exitosa) supresión de la misa de San Pío V y la fabricación (exitosa) de un ritual para reemplazarlo… da como resultado un docudrama excelente. Como verán los que soporten este video hasta el final (dura una hora), lo ocurrido parece cosa de una película de suspenso. Y en verdad, es cosa de no creer.

Pero pasó nomás, pasaron cosas raras, tal como se relatan aquí, en este magnífico video confeccionado con inteligencia, elegancia y precisión. En su realización participaron grandes liturgistas y teólogos como Joseph Shaw, Timothy Flanners, Taylor Marshall, Peter Kwasniewski—todos laicos, aunque algunos clérigos también, como el exsecretario del Cardenal Gagnon, Charles Murr, Alcuin Reid y otros. Eso sí, se trata de un producto americano, una muestra más del vigor que tiene el catolicismo tradicionalista en ese país.

Raro, me dirán ustedes, pero es verdad, en ninguna otra parte se hallará una expresión más vigorosa de la fe ortodoxamente entendida. Y si de rarezas se trata, aprovechemos esta presentación para señalar algunas más que se nos ocurren al voleo. Es raro que, de buenas a primeras, a un papa se le ocurre reformar un rito en particular (el tridentino) sin mandato de nadie, ni siquiera del Vaticano II. Pero, claro, reforma es un decir: en realidad, en 1968 se suprimió un ritual para reemplazarlo por otro, fabricado con ese propósito. Y eso sí que carece de antecedentes en 2000 años de historia; y eso sí que es raro.

Alcuin Reid señala en este video otra rareza: es impensable, dice él con alguna razón, que Pablo VI se propusiera destruir la liturgia vigente, pero, de hecho, así resultó. Reid argumenta que al Papa se le escapó la tortuga, que no entendía de liturgia, que nunca pensó que tendría los efectos que, de hecho, tuvo. Y al comprobar el desastre… le echa culpas al “humo de Satanás”, etc. Es todo tan raro...

¿Por qué Bugnini pudo hacer lo que se le cantaba? ¿Cómo nadie lo puso en caja, Bouyer, por ejemplo? ¿Qué es esto de la voluntad omnímoda del papa, que Bugnini invoca (y se sale con la suya)? No me importa si fue o no masón, ¿cómo es que (San, je) Paulo VI homologó esta brutal reforma? Es raro, no me digan que no.

Durante cuatro décadas se impuso el Novus Ordo facilitando una catarata de blasfemias, sacrilegios, disparates, estupideces de todo tipo en el mundo entero. Durante cuatro décadas se persiguió sistemáticamente a quienes querían celebrar decorosamente la misa según el Vetus Ordo. Durante cuatro décadas nadie pudo impedir el vendaval secularizante, los “vientos de la historia”, el “espíritu del Concilio” y la mar en coche. Durante cuatro décadas asistimos impotentes a la destrucción de universidades y colegios, la desaparición de órdenes enteras, la disminución de vocaciones religiosas y la apostasía de innumerables clérigos (y clérigas, ja). Y a pesar de la denuncia de Pablo VI, durante cuatro décadas nos atormentaron con el cuento de que esto era la primavera de la Iglesia. Raro, ¿no?

Y luego, casi cuarenta años después, un papa, Benedicto XVI, nos desayuna con Summorum Pontificum, un motu proprio en el que afirma, entre otras cosas, que la misa de San Pío V nunca se suprimió, que nadie puede suprimirla y que celebrar según ese ritual es tan legítimo como… celebrar según el Novus Ordo. Es raro, ¿no?, porque encima de todo él nunca celebró sino según el rito más pobre, menos rico, más revolucionario, menos sacro, más… ¿qué diré yo? Pues, nada, vean la película que versa sobre todas estas cosas tan extrañas.

Y ahora, encima de todo, el Papa Francisco saca Traditiones Custodes que prácticamente suprime nuevamente el ritual tridentino. ¿En qué quedamos? Es todo tan raro…


Pero dejemos todo eso por un minuto y reflexionemos sobre la incuestionable gravitas, sacralidad, belleza y maravilla que es un rito celebrado con reverencia y devoción (que el culto exige reverencia y devoción es cosa evidente, pero, por las dudas, remito a un artículo que escribí hace más de diez años).

Hay muchos que se niegan a asistir a misas celebradas según el rito tridentino argumentando que no la entienden. Pero quizás viendo este documental, empiecen a entender más: qué se proponían los que querían (y quieren) abolir este ritual, y quiénes son.

Vamos, que la misa en latín y toda esta historia (por rara que sea), son cosas no tan difíciles de entender.

por Jack Tollers