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domingo, 20 de mayo de 2018

Anuncio de consistorio para la creación de 14 cardenales



 
He aquí el vídeo:

Duración 2:56 minutos


ES PRECISO QUE MUCHOS “MUERAN”… (Capitán Ryder)




...PARA QUE UNO SÓLO SEA “SALVADO”.
Me refiero, lógicamente, a la crisis de la Iglesia en Chile.
Todos los medios han señalado el hecho histórico de que todos los obispos de un país pongan su cargo a disposición del Papa. Pocos han analizado el porqué de esta medida, forzada por el Papa.
Entre el 15 y el 22 de enero el Papa Francisco realizó un viaje a Chile y Perú. El viaje se saldó con un sonoro fracaso, especialmente por lo acontecido en Chile. Los actos convocados se quedaron semi vacíos y unas polémicas declaraciones de Francisco pusieron a la prensa anti-católica en contra suya. Hasta ese momento la relación había sido idílica.
Una vez la imagen de Francisco quedó dañada se puso en marcha toda la maquinaria Papal para revertir la situación. En ese momento, cualquier observador desapasionado podía pensar que alguien lo pagaría, y ese alguien no sería Francisco. En estos casos no hay confusión, mensajes contradictorios, palabras que dicen lo contrario de lo que se hace, etc. La imagen del Papa había quedado por los suelos y había que rehacerla, caiga quien caiga.
El proceso ha terminado esta semana con la dimisión forzada de todos los obispos. Después Francisco hará lo que estime oportuno, pero su imagen debe quedar salvada, aunque eso suponga extender la sospecha a toda la Iglesia en Chile.
El 21 de diciembre de 2017 el Papa Francisco dirigía un discurso a la Curia con motivo de las Navidades. En él, aclaraba expresamente, que estaba al tanto de todo, que sus acciones eran muy conscientes y que nadie las podía achacar a la desinformación. En concreto, decía lo siguiente:
Permitidme que diga dos palabras sobre otro peligro, que es el de los traidores de la confianza o los que se aprovechan de la maternidad de la Iglesia, es decir de las personas que han sido seleccionadas con cuidado para dar mayor vigor al cuerpo y a la reforma, pero —al no comprender la importancia de sus responsabilidades— se dejan corromper por la ambición o la vanagloria, y cuando son delicadamente apartadas se auto-declaran equivocadamente mártires del sistema, del «Papa desinformado», de la «vieja guardia», …, en vez de entonar el «mea culpa». Junto a estas personas hay otras que siguen trabajando en la Curia, a las que se les da el tiempo para retomar el justo camino, con la esperanza de que encuentren, en la paciencia de la Iglesia, una ocasión para convertirse y no para aprovecharse. Esto, ciertamente, sin olvidar la inmensa mayoría de personas fieles que allí trabajan con admirable compromiso, fidelidad, competencia, dedicación y también con tanta santidad.
Un mes después, tras la metedura de pata sobre el obispo Barros, aquello de que “él quería pruebas y ninguna le habían llevado”, había que cambiar el discurso. En este caso no había estado informado.
Envió una nueva delegación a Chile a investigar lo sucedido. Ya había hecho investigaciones previas, pero no había tomado ninguna decisión al respecto. Ahora, su imagen estaba tocada y había que salir al paso.
Con una celeridad sorprendente se realizó la visita, se concluyó la investigación, se citó a todos los obispos a Roma y…presentaron su dimisión. Francisco quedaba exonerado de responsabilidad, no estaba al corriente.
En la carta a los obispos chilenos, con motivo de este tema, hace algunas afirmaciones realmente sorprendentes. Por ejemplo:
Por favor, cuidémonos de la tentación de querer salvarnos a nosotros mismos, salvar nuestra reputación (“salvar el pellejo”); que podamos confesar comunitariamente la debilidad y así poder encontrar juntos respuestas humildes, concretas y en comunión con todo el Pueblo de Dios. La gravedad de los sucesos no nos permite volvernos expertos cazadores de “chivos expiatorios”.(1)
Otras circunstancia análoga que me ha causado perplejidad y vergüenza ha sido la lectura de las declaraciones que certifican presiones ejercidas sobre aquéllos que debían llevar adelante la instrucción de los procesos penales o incluso la destrucción de documentos comprometedores por parte de encargados de archivos eclesiásticos, evidenciando así una absoluta falta de respeto por el procedimiento canónico (2) y, más aún, unas prácticas reprobables que deberán ser evitadas en el futuro.
En la misma línea y para poder corroborar que el problema no pertenece a sólo un grupo de personas, en el caso de muchos abusadores se detectaron ya graves problemas en ellos, en su etapa de formación en el seminario o noviciado. De hecho, constan en las actas de la “Misión especial” graves acusaciones contra algunos Obispos o Superiores que habrían confiado dichas instituciones educativas a sacerdotes sospechosos de homosexualidad activa (3)
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(1) Para no buscar chivos expiatorios ha quedado bastante claro a quienes se señalaba. Sólo faltaron carteles de “se busca” con las fotos de los obispos chilenos distribuidas por Roma.
(2) Lo dice quien, en el mismo viaje a Chile, pisoteó todo el Derecho Canónico para casar a unos novios, con hijos en común, en un avión. Todo lo que el Derecho Canónico dice respeto al Sacramento del Matrimonio pasaba a un segundo plano ante ocurrencia “tan genial”. Lo mismo podríamos decir de los lavatorios de pies de Jueves Santo. Creo que ninguno de los 5 que ha realizado se ajustaba a las normas vigentes en ese momento en la Iglesia. Y así podríamos seguir: "consejos vendo, que para mí no tengo".
(3) En un concurso de cinismo esta frase sería ganadora.
Citaremos sólo algunos casos en los que Francisco ha intentando legitimar, de algún modo, la homosexualidad activa, su supuesta compatibilidad con el catolicismo e ir permeando sobre la Iglesia un cambio de la doctrina en este sentido:
  • Año 2013, poco después de ser elegido Papa dijo aquello de “¿Quién soy yo para juzgar?”. Posteriormente, de una forma retorcida, habló del Catecismo, la tendencia gay, la no marginación, etc ... sin referirse para nada al pecado. Nada había que sanar en esas personas.
  • Viaje a EEUU. La única visita privada es a un ex-alumno suyo, de unos 60 años y su amante de poco más de 20. Por lo que se ve en el video ya los había recibido en Roma.
  • En ese mismo viaje, en una recepción comunitaria, se filtra que ha hablado con Kim Davis, protestante americana expedientada por negarse a firmar en su trabajo certificados de uniones homosexuales. Al día siguiente, Federico Lombardi realiza las siguientes aclaraciones: La breve reunión entre la Sra. Kim Davis y el Papa en la Nunciatura en Washington siguió provocando una serie de discusiones y comentarios. Para contribuir a una comprensión objetiva de lo sucedido, puedo afirmar que: El Papa se encontró con varias decenas de personas invitadas por la Nunciatura en la Nunciatura de Washington para saludarlos antes de su partida de Washington a la ciudad de Nueva York, como es el caso durante todos los viajes del Papa. Fueron saludos muy breves, cortesía a la que el Papa se ha prestado con su bondad y disponibilidad características. La única “audiencia” otorgada por el Papa en la Nunciatura fue a uno de sus antiguos alumnos, con su familia. Por lo tanto, el Papa no ha entrado en los detalles de la situación de la Sra. Davis y su reunión con ella no debe considerarse como un apoyo para su posición en todas sus implicaciones particulares y complejas”Parece que, cuando quiere, no deja que la confusión se extienda, y corta rápidamente los rumores.
  • Año 2014. Francisco concede una entrevista. En ese momento se está debatiendo en Italia la ley de uniones homosexuales. Pregunta el entrevistador “Muchos países regularon la unión civil. Es un camino que la Iglesia puede comprender, pero ¿hasta qué punto?” Respuesta de Francisco: “El matrimonio es entre un hombre y una mujer. Los Estados laicos quieren justificar la unión civil para regular diversas situaciones de convivencia, impulsados por la necesidad de regular aspectos económicos entre las personas, como, por ejemplo, la obra social. Hay que ver cada caso y evaluarlos en su diversidad. La inocencia con la que Francisco, un jesuita de 80 años, ve la legislación anticristiana de todo Occidente es, francamente, conmovedora.
  • El Padre James Martín, nombrado por Francisco asesor vaticano en temas de comunicación, declara por ejemplo, que siguiendo la exhortación de Francisco Amoris Laetitia los católicos homosexuales no “están obligados a practicar la castidad”. Sigue en su puesto. No sólo eso, también recomienda asociaciones que abogan por el cambio de sexo en menores y, por supuesto, manifiesta que la Iglesia se ha equivocado en este tema a lo largo de toda su historia.
  • Algunos obispos de EEUU suspendieron conferencias del Padre Martín y el Arzobispo Cupich, de Chicago, nombrado por Francisco y uno de los más cercanos al pontífice, le invitó a darlas en la cuaresma de este año. Cupich suena como sustituto del Cardenal Pell en el G-9, grupo asesor cercano a Francisco, tal es su cercanía.
  • Por último, aunque hay más ejemplos, cito las palabras del portavoz de las víctimas de Karadima, sacerdote chileno, publicadas esta semana pasada. Según él, Francisco le habría dicho: Juan Carlos, que tú seas gay no importa. Dios te hizo así y te quiere así y a mí no me importa. El Papa te quiere así, tú tienes que estar feliz con quien tú eres”.
Este caso refleja, una vez más, una constante de este pontificado. Si es necesario, la imagen de la Iglesia será arrastrada, siempre que eso contribuya a ensalzar la del Romano Pontífice.
Capitán Ryder
P.D1: No exonero de responsabilidad a los obispos chilenos, algunos de ellos responsables, por acción u omisión, de graves daños a la Iglesia.
P.D2: Es curioso que el prelado chileno de más alta responsabilidad, Cardenal Errázuriz, miembro del G-9 asesor al Papa, siga en su puesto. ¿Por qué? Pues porque a este lo ha nombrado Francisco y sería reconocer errores demasiado cerca. Él no se equivoca

“Dios te hizo homosexual” – Papa Francisco



Menos tres. El "C9" se desmorona cada vez más (Sandro Magister)



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Cuando Jorge Mario Bergoglio lo instituyó, seis meses después de su elección como Papa, parecía el inicio de una revolución: un consejo formado por ocho cardenales de cinco continentes, con la tarea de coadyuvar al Papa en la reforma de la curia y, sobre todo, "en el gobierno de la Iglesia universal".
En cambio, después de cinco años y veinticuatro cumbres alrededor de Francisco, la curia está peor que antes, la Iglesia universal está en estado de confusión y este consejo de cardenales se desmorona. Fotografía despiadada del pontificado actual, que merece ser ampliada.
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Mientras tanto, los ocho se han convertido en nueve, con la entrada del secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, que inicialmente era la víctima designada de la presunta reforma curial, mientras que ahora tiene más importancia que todos los otros juntos.
Pero quien sigue ejerciendo de coordinador del "C9", así bautizado por los medios de comunicación, es aquél cardenal de Honduras llamado Andrés Rodríguez Maradiaga, que Francisco se obstina en apoyar a pesar de que su reputación se ha hecho trizas, incluso entre los cardenales que se sientan a su lado.
"L'Espresso" fue el primero en informar, en varias ocasiones además, sobre las imputaciones que penden sobre la cabeza de Maradiaga y que desde hace un año se encuentran en la mesa del Papa, resumidas en el ponderoso informe del visitador apostólico, el obispo argentino Alcides Casaretto, enviado a Honduras para indagar sobre el escándalo.
Pero acusaciones todavía más graves continúan cayendo también sobre su íntimo amigo y obispo auxiliar de Tegucigalpa José Pineda Fasquelle, que muestran un lúgubre cuadro de mal gobierno financiero e inmoralidades sexuales continuas, en el seminario diocesano y no sólo.
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Hay otro cardenal del "C9" que tiene problemas por inmoralidades semejantes: el chileno Francisco Javier Errázuriz Ossa, arzobispo emérito de Santiago.
Se le acusa de haber dado apoyo a un hermano suyo, el obispo de Osorno Juan Barros, a su vez discípulo y cómplice de un carismático y antaño honorable sacerdote, Fernando Karadima, guía espiritual y al mismo tiempo depredador en serie de innumerables jóvenes y adolescentes, juzgado culpable y condenado por las autoridades vaticanas en 2011.
Fue el cardenal Errázuriz quien, en 2014, desaconsejó al Papa Francisco incluir a Juan Carlos Cruz, principal víctima y acusador de Barros, en la recién creada comisión pontificia para la protección de los menores. Y Francisco asintió de buena gana, estando él mismo más que convencido de la inocencia de Barros y de la falsedad de lo que definía "calumnias".
En el reciente viaje del Papa a Chile todo esto ha explotado como una bomba, sobre todo contra él, a tal punto que, de vuelta en Roma, Francisco se ha visto obligado a enviar a aquél país un investigador experto en la materia, el obispo maltés Charles Scicluna, cuyo informe ha convencido finalmente al Papa a reconocer que se ha equivocado y a dar la culpa a quien le había dado "informaciones no verdaderas", es decir "in primis" el cardenal Errázuriz.
A finales de abril, Francisco ha recibido a algunas de las víctimas; y a mediados de mayo ha llamado a dar parte en Roma a todos los obispos de Chile. Después de lo cual, no solamente para Barros, sino también para Errázuriz podría llegar la palabra fin.
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Y esto no es todo. Porque también el cardenal australiano George Pell se encuentra bajo proceso en su patria por acusaciones análogas que se remontan a medio siglo atrás. Hace muchos meses que no se le ve por Roma y que no forma parte del "C9".
Pero en el Vaticano su suerte ya estaba echada desde antes y por otros motivos, a saber: desde cuando se le habían quitado, a él, prefecto de la novísima secretaría para la economía, los poderes de control sobre todas las oficinas administrativas y financieras de la Santa Sede, que han vuelto a actuar de manera individual, tal como hacían antes de la presunta reforma bergogliana, y con la secretaría de Estado más inatacable que nunca.
La secretaría para la economía es ya una cáscara vacía, sin prefecto, sin secretario y sin revisor general de cuentas después de la expulsión el año pasado del primer y último titular de este cargo, Libero Milone, acusado de investigar donde no debía.
No será una sorpresa si también el gran consejo de los nueve cardenales se vacía poco a poco de la misma manera.
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Esta nota ha sido publicada en "L'Espresso" n. 20 del 2018, en los kioscos el 20 de mayo, en la página de opinión titulada "Settimo Cielo" confiada a Sandro Magister.
He aquí el índice de todas las notas precedentes:
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Sobre el caso del cardenal Madariaga, más en detalle:
Sobre el caso del cardenal Errázuriz:
> La doctrina de la tribulación (3.5.2018 – "La Civiltà Cattolica")
Sobre el caso del cardenal Pell:
Sandro Magister

En el lenguaje postconciliar a la profanación de la eucaristía se le llama “compromiso ecuménico”



Es curioso cómo el “catolicismo postconciliar” ha hecho mella en la mente católica, el pacifismo, el optimismo, el dialoguismo …
El CVII puso en tela de juicio todos los pilares sobre los que se había apoyado el catolicismo. Una dura batalla, hoy silenciada por muchos de aquellos que deberían haber defendido la verdad, se produjo en el mismo seno de la Iglesia entre los padres conciliares. Como decía Plinio Correa , el concilio que se anunciaba como un concilio pastoral fue el más apastoral de los concilios, desde el momento que no condenó el comunismo. Mención aparte merecería el ecumenismo desenfrenado que se apoderó de los pastores y teólogos.
El otro día podíamos oir de boca del mismo romano pontífice llamar “compromiso ecuménico” a la profanación de la eucaristía puesta en marcha desde la Conferencia episcopal alemana de querer dar la comunión a los no católicos.(1)
Hace días uno de esos católicos “conservadores”, imbuido de un auténtico optimismo ideológico quería hacernos ver que la Iglesia había pasado por rachas mucho peores, por lo que debíamos mantener la calma. Esta manera de pensar es típica del nuevo espíritu conciliar, de esta primavera eclesial en la que parece que la batalla ha cesado y el católico debe echarse en brazos del mundo para conseguir reconciliar lo irreconciliable. Ahora somos mucho más civilizados y el diálogo (ay el diálogo, el nuevo becerro de oro de la nueva mente católica)todo lo consigue. Para estos católicos cuya premisa parece ser : “Cualquier tiempo pasado fue peor” me gustaría saber qué opinan ante la lista de sacrilegios, blasfemias y apostasías que llevamos padeciendo desde hace décadas por parte no solo de fieles sino de obispos, y altas jerarquías de la Iglesia católica con la bendición y el silencio de los “buenos” . Solamente desde una profunda ignorancia e indiferencia puede volverse la vista atrás y encontrar consuelo en épocas pasadas. No nos arrojan a los leones, pero quieren que cambiemos nuestra fe y además nos dicen que la nueva fe es igual que la anterior (¿quién inventaría el término de “hermenéutica de la continuidad” para justificar que una cosa es la misma que su contraria?). Los neocon han aplicado este término para hacernos ver que lo que pone en el capítulo VIII de la AL es lo mismo que lo que ha dicho siempre la doctrina de la Iglesia.
No  puedes sincerarte, ni confiar en ningún sacerdote porque lo mismo te ensalza la teología de  Hans Urs von Balthasar como te recomienda que leas la AL. ¿Cómo podremos acudir a estos curas postconciliares que tienen miedo a la Verdad? Tendremos que confiar nuestra alma sólo a Dios. Acudiremos a los sacramentos, a la eucaristía rezando para que al menos durante la homilía no intenten quitar la paz de nuestra alma con ocurrencias sentimentales y fuera de lugar. Nos confesaremos , rezaremos el rosario, pero ya no podremos abrirles nuestro corazón.
El miedo se ha apoderado del alma de los católicos que se llaman conservadores, no tienen miedo a perder la fe, porque ya no saben de qué fe están hablando, sólo tienen miedo a la Verdad porque han dejado de amarla.

¡ que arda tu corazón!

Guerra abierta entre los obispos holandeses



Conversando con Jesús: ¿Sueño o realidad? (2 de 5) [19 de 22] (José Martí)





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Jorge quedó completamente paralizado tras la visión (¡breve!) de los umbrales del Infierno.  De haber durado ésta un poco más no lo habría podido resistir y habría muerto. Pero lo que llegó a ver fue más que suficiente como para caer en ese estado de abatimiento y de postración en el que se encontraba. Jesús lo dejó así durante un buen rato, para que se fuera calmando y centrando sus ideas. Luego, puso su mano sobre el hombro de Jorge. Éste salió al instante de su estado de ensimismamiento y consternación. Hubo un cruce de miradas entre los dos: una de terror y esperanza; y otra de dulzura y exigencia.
Mira, Jorge. Te voy a devolver tu nombre. Vas a ser de nuevo Francisco. Sin embargo, para ello es necesario que cumplas una serie de condiciones
Francisco quedó a la expectativa, aunque de su boca no podía salir ninguna palabra: la conmoción que había experimentado se lo impedía. Se limitó a prestar toda la atención que le era posible porque sabía que en ello se jugaba su salvación o su condenación.
Me has hecho mucho daño: ¡no sabes cuánto y hasta qué punto! Han llegado hasta Mí las súplicas de miles y miles de fieles que andan desorientados y aturdidos y sin saber a qué atenerse, debido a la política de "misericordia" que has implantado. Y mis cardenales, aquellos que debían de velar por la fe y corregirte, se han acobardado, excepto unos cuantos, muy pocos. Pero también a éstos les ha faltado tener más coraje: su obligación era corregirte, como así hicieron. Tú, sin embargo, ni siquiera llegaste a responderles ni les concediste una entrevista, por más que te lo suplicaron, pensando en el bien de la Iglesia y en tu propio bien. Ante lo cual deberían de haber procedido a actuar con más contundencia y haberte hecho una corrección formal en toda regla ... ¡Pero no lo hicieron! ... y  ése es el motivo de esta aparición. Me conoces lo suficiente como para saber muy bien que Yo no suelo actuar de este modo, mediante apariciones, como ya te he dicho, a menos que sea estrictamente necesario para el bien de mi Iglesia ... ¡Y en este caso, lo es!
Francisco seguía callado y escuchando.
No voy a hacerte un relato exhaustivo de cuanto has hecho y omitido. No habría tiempo para ello. Pero sí te recordaré algunas cosas, porque si bien he tomado ya una decisión con relación a tí, antes de hacértela saber, quiero que conserves en tu memoria las razones que me han llevado a proceder del modo en el que lo estoy haciendo. Así comprenderás mejor lo que te diré después.
Francisco tenía puestos los cinco sentidos para no olvidar nada de lo que Jesús le iba a decir:
Has hecho una purga contra todos los que siguen la Tradición de la Iglesia que Yo he fundadoTe has avergonzado de Mí y quieres hacer de la Religión Católica una más, entre otras. Nunca te arrodillas ante la Eucaristía en la santa Misa, cuando todos los demás lo hacen . Has negado la existencia del infierno. Has convertido mi Religión en una "religión" meramente humana, como puede serlo el Islam y otras. Has permitido y consentido en mi Iglesia todo tipo de perversiones. Has entronizado a Lutero, admitiendo su teoría de la justificación, y colocándolo en un pedestal en el mismo Vaticano, celebrando el quinto centenario de la "Reforma" protestante"Has producido con tus "teorías, una gran división entre los Jerarcas de mi Iglesiaapoyando y elevando siempre a los más altos puestos de responsabilidad en la Iglesia a aquellos cardenales  cuyas "ideas" se aproximan más a las tuyas ... y exigiéndoles que te sean fieles. No corriges ni expulsas a aquellos que, con sus palabras y su conducta, escandalizan a mis fielesY es más: con esa falsa idea de sinodalidad que tienes y que aplicas sólo cuando te interesa,  estás dando tu consentimiento a que los protestantes puedan acceder a recibir el sacramento de la comunión, con el escándalo que eso supone.
Llevas más de cinco años de Pontificado y los resultados son catastróficos. Tienes mucha prisa en concluir la reforma de la Curia, aunque alguno de tus cardenales diga otra cosa y quieres incluso hacer un testamento para que quien te suceda en el Pontificado lleve hasta el paroxismo todas las reformas que tú has comenzado, de modo que no haya marcha atrás en ese proceso revolucionario de destrucción de mi Iglesia que tú lideras. Consientes en el seno de mi Iglesia a cardenales que alaban a Marxy estás traicionando a miles y miles de católicos, que viven en China, pactando con el gobierno comunista.
Pretendes que la fidelidad a mi Iglesia se transforme en fidelidad al Papa, o sea, en fidelidad a tí y a los que te sucedan, siempre que lleven a cabo esa revolución de tipo marxista, que tanto te gusta, y que está echando a perder la fe a centenares de miles de personasAlgo análogo ocurre con la fe en mi Presencia Real en la Eucaristía, de la que no hablas o lo haces de un modo muy  ambiguo, para no "herir" a tus amigos protestantes
Tienes a tu favor, aunque eso no te disculpa, el hecho de que, en realidad, estás siendo sólo el ejecutor de una serie de puntos que aparecen ya en algunos documentos del Concilio Vaticano II, un Concilio al que pretendes canonizar, mediante la táctica de canonizar a todos los Papas post-conciliares, aun saltándote las reglas que existen para proceder a esas canonizaciones. Ya sólo falta Pablo VI (a quien vas a canonizar el 14 de octubre de 2018) y Juan Pablo I. Imagino (es un decir) que tendrás también previsto, en tu testamento, que el próximo Papa que designes (!ya te encargarás tú de cambiar las reglas sobre el modo de sucesión en el Papado!) tenga, entre sus muchos encargos, y -además- como prioritarios, los procesos de canonización tanto de Benedicto XVI como de Francisco I ( a este último lo conoces bien).  
Fuera bromas [ya sabes que tengo un gran sentido del humor] te diré que ha sido un grave error haberle dado al Concilio Vaticano II más valor que a mis enseñanzas, hasta el extremo de que quieres hacer de este Concilio (el número 21) el comienzo de una nueva Iglesia, una Iglesia que esté más acorde con los tiempos modernos en los que vivimos. Desde luego, ésa no es la Iglesia que Yo fundé, ésa no es mi Iglesia. Ésta es, en realidad, mi principal acusación contra tí, pues ésas son tus intenciones y es de ahí de donde beben todas tus actuaciones. 
Pretendes que todos los católicos den el asentimiento de su inteligencia a todos los documentos del Concilio, así como a las Encíclicas, Exhortaciones, Motus Proprios y demás que estás imponiendo, caiga quien caiga, sin admitir ninguna corrección por parte de aquellos hijos míos, a los que tanto quiero, que siguen permaneciendo fieles a mi Palabra y a mi Doctrina, que es la Doctrina Perenne de la Iglesia. 
¿Y piensas -tú y los que piensan como tú- que os podéis burlar de Mí?
Continuará


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NOTAS: Algunos artículos de interés sobre el Concilio Vaticano II
CONCILIO VATICANO II: El mito de la hermenéutica de la continuidad (Javier Navascués) 
Monseñor Schneider: La interpretación del Concilio Vaticano II y su conexión con la actual crisis de la Iglesia
Concilio Vaticano II: Una explicación pendiente (Brunero Gherardini)
Sobre la Infalibilidad de los Papas y los Concilios (José Martí)
El Papa Francisco invoca la "autoridad magisterial" para llamar a la misa del Vaticano II "irreversible" (comentado por José Martí) 
Un magisterio que rechaza el Magisterio anterior, firmemente establecido, no es verdadero Magisterio (P. Alfonso Gálvez)
Libro: El Rin desemboca en el Tíber. Historia del Concilio Vaticano II