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martes, 25 de febrero de 2025

Un enorme atraco socialista a España para que Pedro Sánchez pueda seguir en el poder



España vuelve a asistir atónita a un nuevo abuso de un gobernante que insiste en confundir nuestra Nación con su finca particular.



Toda España pagará los despilfarros de los socios separaristas de Sánchez

Ayer se supo que los socialistas y sus socios separatistas han pactado condonar 17.104 millones de la deuda de Cataluña al Estado, 2.000 millones más de lo que inicialmente se había anunciado. A cambio, Carles Puigdemont ha aceptado retirar la cuestión de confianza contra Pedro Sánchez, presentada por su partido, Junts, en el Congreso.

Así pues, todos los españoles tendremos que pagar los despilfarros del separatismo al frente del gobierno catalán, que se ha convertido en el más claro ejemplo de mala gestión económica, basada en el sistemático chantaje al gobierno nacional (tanto a éste como a los anteriores) para que asuma sus deudas o privilegie económicamente a Cataluña respecto de las demás regiones españolas.

Un atraco equiparable al robo del oro del Banco de España en 1936

Lo que está pasando es un enorme atraco a España comparable con el robo del oro del Banco de España por los socialistas en 1936, un robo cuyo importe actual sería bastante similar al del atraco anunciado ayer por el gobierno y por sus socios separatistas. Esta vez, el atraco socialista tiene como fin proporcionar un beneficio personal a Sánchez (la permanencia en el poder a toda costa, subordinando el bien común a su bienestar particular) y a su partido, permitiéndole continuar utilizando los medios del Estado para acaparar más poder y colocar a sus simpatizantes al frente de las instituciones públicas.

Un caso descarado de corrupción política

Por otra parte, lo que se pactó ayer es un descarado ejemplo de corrupción política, pues así es como se debe calificar el robo de fondos públicos para proporcionar beneficios personales o partidistas a los autores del atraco. Las consecuencias las pagaremos todos los españoles con más subidas de impuestos, pues esta condonación de la deuda catalana llega en un momento en el que el gobierno ya está sin liquidez. Una vez más, los socialistas están haciendo todo lo necesario para dejar a España endeudada hasta las cejas, como ya ocurrió durante los gobiernos de Felipe González y de José Luis Rodríguez Zapatero.

PSOE y PP ya se encargaron de que algo así no tuviese consecuencias penales

Saquear de esta forma una empresa privada sería un delito de administración desleal, castigado por el Artículo 252 del Código Penal español con las mismas penas que el delito de estafa, es decir, hasta tres años de prisión en los casos más graves. Pero en este caso el grave perjuicio no se le ocasiona a una empresa, sino a todo un país.

Los políticos del PSOE y del PP ya se encargaron de cubrirse las espaldas evitando tener que rendir cuentas por algo así ante la Justicia, como si el hecho de haber obtenido la mayoría necesaria para gobernar en el Congreso les diese autoridad para saquear impunemente a los españoles y arruinar nuestra Nación.

Cualquier cambio político que no contemple una exigencia de responsabilidades penales a los gobernantes que incurran en robos como el anunciado ayer será la garantía más clara de que esto volverá a ocurrir en un futuro próximo, aunque Sánchez sea desalojado del poder, al que se aferra como una garrapata, parasitando a sus víctimas, que somos todos los españoles, incluidos los cómplices que le votan.

ELENTIR

martes, 11 de febrero de 2025

El tirano constitucional



Estamos asistiendo a un estallido. Lo que estalla es la arquitectura jurídico-institucional del sistema de 1978. El protagonista de la explosión es el Tribunal Constitucional, órgano concebido para ejercer como garante de derechos constitucionales, pero que bajo la presidencia de Cándido Conde Pumpido, auxiliado por una mayoría de izquierdas escogida por el poder político, aspira a convertirse en máxima instancia jurisdiccional del país, desplazando de esa posición al Tribunal Supremo. Los movimientos del TC no dejan lugar a dudas: ha exonerado de sus delitos a los responsables políticos del escándalo de los ERE, torciendo el brazo de los tribunales que los condenaron (Supremo incluido); ha auxiliado en sus demandas a la ex fiscal general y ex ministra Dolores Delgado (otra vez contra el Supremo); en el caso de la amnistía al golpismo separatista catalán, ha apartado al único magistrado que se había opuesto públicamente a ella y el propio Conde Pumpido intervendrá para que la balanza caiga del lado de la amnistía. Son sólo unos ejemplos, pero hay más. La tónica está clara: el Constitucional, que no es un órgano judicial, se propone corregir al Tribunal Supremo en aquellos casos políticamente relevantes al servicio del proyecto de poder del Ejecutivo.

Hay quien habla de «golpe de Estado». No es correcto. Un golpe de Estado es, precisamente, un golpe: hay una legalidad visible, alguien que se levanta contra ella y un conflicto patente. Pero aquí no: aquí es la propia legalidad institucional la que se retuerce sobre sí misma para provocar un conflicto político. Ante un golpe, un Estado tiene instrumentos materiales de defensa: fuerzas armadas, tribunales, etc. Pero ante un proceso como el que hoy estamos viviendo en España, no hay instrumentos que valgan, pues todos ellos dependen de un modo u otro del mismo poder que está ejecutando el movimiento. En un auto reciente, y sin que aparentemente viniera a cuento, el Tribunal Supremo deslizaba la eventualidad de que los magistrados del Tribunal Constitucional pudieran ser encausados por actuar contra la ley. Era algo más que un aviso a navegantes: en un caso extremo, podríamos encontrarnos con que el Supremo acusara al Constitucional de prevaricación. ¿Imposible? Bueno, ahora mismo tenemos a un Fiscal General del Estado investigado por revelación de secretos y, pronto, destrucción de pruebas y obstrucción a la Justicia. Cualquier cosa es posible hoy en España.

Es importante señalar que esta deriva de nuestro sistema no era imprevisible. La fragilidad de los órganos de control constitucional es bien conocida desde hace un siglo, cuando la célebre polémica entre Kelsen y Carl Schmitt sobre el «guardián de la Constitución». ¿Quién debe defender la Constitución frente a sus enemigos? Schmitt pensaba que un poder soberano capaz incluso de suspender la Constitución para defenderla, lo cual abría la pregunta acerca de las verdaderas intenciones del soberano. Kelsen, al contrario, pensaba que debía ser un tribunal, lo cual, por su parte, abría la pregunta sobre la capacidad real de ese tribunal para imponer sus decisiones. Lo que hoy tenemos en España es un Tribunal que ha empezado a comportarse como un poder soberano, en la medida en que se ha arrogado de hecho la capacidad para enmendar sentencias e incluso crear derechos fundamentales, como hizo en su sentencia de 2024 sobre el aborto. Este giro altera radicalmente la estructura del Estado de Derecho. Hemos pasado de una Nomocracia, es decir, el gobierno según las leyes, a una Telocracia, o sea, el gobierno según las finalidades (políticas), que ponen a su servicio las leyes modelándolas a su conveniencia. Y sin pedirnos permiso. Es verdad que estamos en plena crisis constituyente. Eso lo dijo —recordemos— Juan Carlos Campo, entonces ministro de Justicia y hoy magistrado del Tribunal Constitucional. En su momento, pocos lo entendieron, pero hoy el proceso es transparente: el estallido del sistema, en efecto.

Ahora la pregunta es qué hacer después. Imaginemos que todas las artimañas desplegadas por el Gobierno para mantenerse en el poder fracasan, que hay elecciones y que, pese a los mecanismos de control colocados aquí y allá por el Ejecutivo, Pedro Sánchez deja La Moncloa. El nuevo Gobierno tendrá ante sí el complicadísimo paisaje de un Tribunal Constitucional declaradamente hostil (incluso si Conde Pumpido finaliza su mandato en enero de 2026), lanzado por la pendiente de una redefinición de la estructura institucional del Estado, con una jurisprudencia tras de sí que le habilita para actuar como un poder judicial de hecho y sin ninguna instancia superior que pueda corregirle. El «guardián de la Constitución» se habrá convertido en un tirano constitucional. En ese paisaje, llenarse la boca con la «defensa de la Constitución» sería perfectamente absurdo: ese momento ya ha pasado. Inevitablemente habrá que tomar medidas de restauración del Estado de Derecho, medidas que tendrán que ir mucho más allá de un retorno a la situación anterior. Sólo cabe esperar que quien se vea llamado a la obra sea consciente de su magnitud.

José Javier Esparza

lunes, 10 de febrero de 2025

La dimisión de Sánchez no es suficiente: debe rendir cuentas ante la Justicia



Una vez más, y como ha ocurrido en múltiples ocasiones, Pedro Sánchez ha sido recibido con abucheos y gritos de ‘¡Fuera, fuera!’. Esta vez, la escena se repitió en la gala de los Premios Goya 2025, donde el presidente del Gobierno no pudo esquivar el rechazo de la ciudadanía y donde, además, le han pedido a gritos la dimisión. El descontento con su gestión ha calado hondo en un pueblo que ya no disimula su hastío y exige su dimisión.

Lo sucedido en los Goya no es un hecho aislado, sino el reflejo de una realidad incontestable: el pueblo español no quiere a Sánchez. Quiere su dimisión ya. Cada aparición pública del presidente se convierte en un bochorno nacional, con abucheos que se escuchan cada vez con mayor fuerza. Y es que no se trata de una simple erosión por el paso del tiempo en el poder, sino del hartazgo de los ciudadanos ante un Gobierno corrupto, que ha pisoteado sus derechos y traicionado a la nación. Pero la dimisión de Sánchez no es suficiente. Sánchez necesita rendir cuentas ante la justicia.

Sánchez no solo se aferra al poder a costa del bienestar de los españoles, sino que también ha convertido la Moncloa en un nido de corrupción. Su propio entorno familiar está salpicado por numerosos escándalos; desde su esposa Begoña Gómez hasta su hermano David están imputados por corrupción y tráfico de influencias hasta sus amigos socialistas. Pero el problema va mucho más allá: cada vez hay más evidencias que la corrupción se acerca al propio Sánchez y le salpicará a corto plazo.

El presidente no solo ha permitido la corrupción, sino que ha traicionado a España de manera reiterada. La aprobación de la ley de amnistía para los golpistas del ‘procés’ no solo fue un acto de claudicación, sino un peligroso precedente que legitima la ruptura de España. Su política de concesiones a los separatistas es una claudicación vergonzosa que ha puesto en jaque la unidad del país y a costa de la soberanía nacional.

Por si fuera poco, su relación con Marruecos es otro ejemplo de su sumisión a Mohamed VI. Su cambio de postura sobre el Sáhara Occidental, en contra de la tradición diplomática española y de los intereses nacionales, así como acciones posteriores promarroquíes ya no generan dudas sobre a quien sirve. Por otra parte, el intento de anexión de Ceuta y Melilla por Marruecos y la debilidad demostrada por Sánchez frente a Mohamed VI es clara, y evidencian que Sánchez está actuando en beneficio de intereses extranjeros.

El problema de Pedro Sánchez no se soluciona con una simple dimisión. No es un presidente que esté terminando su ciclo natural, y que el deterioro popular sea fruto de un desgaste, sino que es un dirigente que ha dejado un rastro de escándalos, de traiciones a España y destrucción que debe ser juzgado. Su salida no puede ser un retiro dorado mientras deja el país en ruinas. Debe rendir cuentas ante la Justicia.

¿Su probable sucesor, Alberto Núñez Feijóo, será la solución? Ni mucho menos, todo indica que será poco más que un recambio cosmético. El PP ha demostrado en demasiadas ocasiones su tibieza, su falta de valentía para revertir los desmanes del socialismo, así como seguir, al igual que el PSOE, las directrices globalistas. Pero el enjuiciamiento de Sánchez servirá, al menos, de aviso de navegantes para el próximo presidente de gobierno.

viernes, 24 de enero de 2025

Un excelente documental de Iñaki Arteta sobre Gregorio Ordóñez, asesinado por ETA en 1995



El 23 de enero de 1995, la banda terrorista de ETA asesinó a Gregorio Ordóñez, diputado autonómico y concejal del Partido Popular.


El asesinato fue perpetrado de un disparo en la cabeza cuando Gregorio comía junto a otras personas en un restaurante del Casco Viejo de San Sebastián. Hoy, cuando se cumplen 30 años de aquel crimen, el Observatorio de Víctimas del Terrorismo CEU-CEFAS ha estrenado el documental "Esta es una historia real", dirigido por Iñaki Arteta.

En el documental podemos escuchar los testimonios de Ana Iríbar, la viuda de Gregogio; Javier, su hijo; María San Gil, que estaba con Gregorio en el momento en el que fue asesinado; y José María Aznar, expresidente del gobierno, al que ETA intentó asesinar mediante un atentado perpetrado tres meses después del asesinato de Gregorio:

DURACIÓN 41:06 MINUTOS


El documental me ha parecido excelente y me ha hecho pensar en lo mucho que tenemos por hacer para transmitir a los jóvenes de hoy lo que ocurrió en España durante los años en los que ETA asesinó a 853 personas, entre ellas 22 niños y bebés. Mantener viva la memoria de las víctimas de ETA es especialmente importante en un momento de la historia de España en el que estamos viviendo la infamia de ver al gobierno aliado con los herederos de esa banda terrorista, unos totalitarios que nunca han condenado los crímenes de ETA, que nunca han pedido perdón por todas las muertes y el dolor que provocaron, y que todavía hoy blanquean a esos criminales llamando "presos políticos" a los que cumplen condena por los crímenes cometidos.

Hoy se habla mucho de "memoria histórica" y "memoria democrática" desde la misma izquierda que pretende someter al olvido la brutal ola de terrorismo separatista perpetrada por ETA durante décadas y hasta el 30 de julio de 2009, cuando esa mafia dejó de asesinar simplemente porque los socialistas decidieron ceder a su chantaje. No debemos dejar de recordar que además de las personas asesinadas, heridas y mutiladas, ETA expulsó de su tierra natal a 180.000 vascos y navarros, un exilio masivo provocado por el terrorismo y que hoy beneficia electoralmente a los que durante muchos años instigaron y justificaron los crímenes de ETA y señalaron sus objetivos, y hoy organizan homenajes a los asesinos con total impunidad gracias a la complicidad del gobierno de Sánchez.

Memoria, Dignidad y Justicia

ELENTIR

sábado, 18 de enero de 2025

Si Donald Trump encabeza una 'internacional ultraderechista', ¿qué cosa encabeza Sánchez?



El presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, no ha sido invitado a la ceremonia de investidura de Trump como presidente de EEUU



Significativamente, Trump ha invitado a Santiago Abascal, presidente de Vox, el tercer partido más votado de España y el único que apoyó la candidatura del dirigente republicano hacia la Casa Blanca. Sánchez recoge ahora los resultados de su relación amistosa con toda clase de dictadores y patrocinadores del terrorismo.

Ayer, Sánchez calificó a Trump y a los invitados a su investidura como la "internacional ultraderechista", afirmando que "no tienen en democracia lo más importante: el poder del voto".

La afirmación de Sánchez es tan estúpida como falsa, si tenemos en cuenta que Trump ha ganado las elecciones en su país con 77,3 millones de votos (el 49,87%), el mejor resultado en el colegio electoral para un candidato republicano desde George H. W. Bush en 1988. Por el contrario, en 2023 Sánchez perdió las elecciones en España con 7,8 millones de votos (el 31,68%), comprando los apoyos para su reelección con el dinero de todos los españoles y con medidas abiertamente corruptas y anticonstitucionales como la amnistía para sus socios separatistas condenados por el golpe de 2017 en Cataluña.

Por lo demás, si dos líderes democráticos como Trump y Abascal son una "internacional ultraderechista", como afirma Sánchez (que tiene entre sus aliados a los partidarios de dictaduras como Cuba y Venezuela y a los herederos de la banda terrorista ETA), ¿cómo debemos llamar a la internacional de dictadores y patrocinadores del terrorismo que está cultivando Sánchez? Veamos algunos ejemplos.


Sánchez con Xi Jinping, el dictador de la República Popular de China, un régimen totalitario responsable de uno de los mayores genocidios de la historia.


Sánchez con Miguel Díaz-Canel, dictador de Cuba, un régimen totalitario comunista que gobierna en esa isla sin elecciones libres desde 1959, violando los derechos humanos y torturando a los disidentes políticos.


Pedro Sánchez con Tamim bin Hamad Al-Thani, monarca absoluto de Qatar, una dictadura islámica donde los partidos políticos están prohibidos y no hay elecciones libres, que persigue a los cristianos, discrimina a las mujeres y castiga la homosexualidad con la prisión, además de ser uno de los principales patrocinadores de la organización terrorista Hamás.


Pedro Sánchez con Hassan Rouhani, dictador de Irán entre 2013 y 2021, un régimen islamista que ha asesinado a decenas de miles de personas por motivos políticos, que discrimina de forma brutal a las mujeres, persigue a los cristianos, ahorca a los homosexuales y es uno de los principales promotores mundiales del terrorismo islamista.


Pedro Sánchez con Mahmoud Abbas, dictador de la Autoridad Nacional Palestina, que gobierna Judea y Samaria (también llamadas Cisjordania) sin convocar elecciones desde 2006.


Sánchez con Abdelfatah Al-Sisi, dictador de Egipto desde 2014, cargo que ocupó tras un golpe de Estado en 2012.


Sánchez con Mohamed bin Salman, primer ministro de Arabia Saudí, una monarquía absoluta que promueve el Islam salafista, persigue a los cristianos, discrimina a las mujeres y encarcela a los homosexuales.


Sánchez con el dictador turco Recep Tayyip Erdogan, un aliado y patrocinador de Hamás y que ha calificado a ese grupo terrorista como "grupo de liberación" tras la masacre perpetrada por esos criminales contra Israel el 7 de octubre de 2023, la mayor matanza sufrida por el pueblo judío desde el Holocausto.


Sánchez con el comunista Gustavo Petro, antiguo miembro del grupo terrorista M-19 y cuya campaña para conquista la presidencia de Colombia se financió con dinero procedente del narcotráfico y el contrabando, para una vez en el poder dedicarse a destrozar la democracia en ese país, con gestos autoritarios cada vez más parecidos a los de Sánchez.

ELENTIR

martes, 7 de enero de 2025

España en libertad con Fco. Franco: las razones de Franco vs patrañas de Sánchez y el PSOE

EL ESPAÑOL DIGITAL


Franco, el estadista, el buen gobernante, el patriota, frente a los analfabetos, corruptos y antinacionales de siempre, hoy representados por Sánchez (con la colaboración del PP), el PSOE y los secesionistas.

DURACIÓN 5:46 MINUTOS

sábado, 28 de diciembre de 2024

Pedro Sánchez consolida el estado policial: crea la Aesia, un paso más hacia la censura bajo la excusa de regular la Inteligencia Artificial




El Gobierno de Pedro Sánchez continúa cimentando su trayectoria hacia un estado cada vez más controlador, policial y represivo. La creación de la Agencia Española de Supervisión de Inteligencia Artificial (Aesia), que estará operativa en 2025, supone un nuevo y preocupante ataque a la libertad de expresión bajo el pretexto de la regulación tecnológica. Este organismo, cuya excusa es la de supervisar y sancionar el supuesto «mal uso» de la Inteligencia Artificial (IA), en realidad es una herramienta destinada a instaurar un sistema censor que limite aún más las voces disidentes en nuestro país.

Un marco sancionador disfrazado de regulación

La Aesia comenzará sus inspecciones en febrero de 2025 y, a partir de agosto del mismo año, tendrá plenas competencias sancionadoras. Con sede en A Coruña, este organismo dependerá del Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, dirigido por Óscar López. Según la información facilitada por el Ejecutivo en el Congreso, contará con 80 empleados y un presupuesto inicial proporcionado por el Ministerio.

Aunque oficialmente, y como excusa para su implantación, su propósito es garantizar el desarrollo responsable de la IA, resulta evidente que su verdadera misión va mucho más allá. La Aesia, en lugar de limitarse a establecer criterios éticos para la tecnología, se convertirá en un brazo represivo para atacar cualquier noticia o contenido generado por IA que no se alinee con las narrativas del Gobierno

Censura al servicio de un estado policial

El despliegue de la Aesia no debe analizarse en un vacío. Se suma a un conjunto de medidas tomadas por el Ejecutivo de Sánchez que apuntan a su afán de controlar la información. Desde la Ley de Memoria Democrática hasta las restricciones en redes sociales, el Gobierno ha mostrado su predisposición a coartar la libertad de expresión bajo diferentes excusas.

En este caso, la Inteligencia Artificial se presenta como la bandera de una regulación necesaria, pero la historia nos enseña que estas iniciativas tienden a derivar en sistemas punitivos.

Las multas previstas para el «mal uso» de la IA no solo afectarán a grandes corporaciones, sino también a pequeñas empresas, pymes y startups, generando un clima de autocensura.

La estrategia del Estado policial

El control de las tecnologías emergentes es una táctica habitual de dictaduras y tiranías comunistas. Al centralizar la supervisión de la IA en un organismo estatal, Sánchez asegura que cualquier herramienta que pueda poner en evidencia las irregularidades de su Gobierno esté bajo su dominio. La posibilidad de que la Aesia censure noticias o investigaciones generadas por IA es alarmante, y más aún si consideramos el creciente uso de estas tecnologías en medios de comunicación independientes.

Según los datos proporcionados por el propio Gobierno, la Aesia no solo inspeccionará prácticas prohibidas de IA, sino que también tendrá potestad para sancionar, lo que incluye la capacidad de determinar qué contenidos cumplen o no con la normativa. Esto abre la puerta a un sistema en el que cualquier información contraria al Ejecutivo podría ser eliminada o castigada.

Un paso más hacia el control total

El nacimiento de la Aesia confirma la deriva dictatorial de Sánchez. Bajo el pretexto de proteger a los ciudadanos, el Gobierno se asegura de tener la capacidad de silenciar cualquier voz discordante. ¿Quién decidirá qué prácticas de IA son aceptables? ¿Cómo se garantizará que la supervisión no se convierta en censura? Estas preguntas quedan sin respuesta mientras el Ejecutivo sigue avanzando hacia un modelo de control absoluto.

Las sociedades y el estado de derecho no se consolidan permitiendo que los Gobiernos coarten las libertades individuales, sino garantizando un equilibrio entre regulación y derechos fundamentales. La creación de la Aesia, lejos de ser una medida para el desarrollo ético de la IA, es un nuevo capítulo en la construcción de un estado policial donde la libertad de expresión se encuentra cada vez más amenazada.

sábado, 21 de octubre de 2023

Pedro Sánchez promete más 'cooperación' al gobierno palestino tras su llamamiento público a exterminar a los judíos



El presidente del gobierno de España, el socialista Pedro Sánchez, sigue dando balones de oxígeno al extremismo palestino.



Sánchez promete más 'cooperación' al gobierno palestino

El último lo ha anunciado hoy el propio Sánchez en Twitter: "Durante la Cumbre en El Cairo he mantenido un encuentro con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, y le he trasladado nuestro apoyo y la solidaridad con el sufrimiento de la población en Gaza. España incrementará la ayuda humanitaria y la cooperación a Palestina. El futuro en paz y seguridad pasa por la solución de los dos Estados".

La web de La Moncloa aporta más información sobre esa ayuda: "el presidente Sánchez ha mantenido un encuentro bilateral con la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, a quien ha podido transmitir que la Cooperación Española incrementará la ayuda para Gaza en 4 millones de euros adicionales de aquí a final de año. Tal y como el presidente Sánchez le ha trasladado, en 2023 se alcanzarán 21 [millones] de euros en ayuda a la población palestina, lo que supone un 30% más que en 2022".

Sánchez desplanta a Israel tras el ataque terrorista contra ese país

En primer lugar, llama la atención ver que Sánchez se ha reunido con el presidente palestino antes que con el primer ministro israelí, a pesar de que fue Israel el que sufrió el más grave ataque terrorista de su historia el pasado 7 de octubre, un ataque a manos de terroristas palestinos de Hamás. Es un claro desplante a Israel en un momento especialmente duro para ese país, y todo esto mientras Sánchez mantiene en su gobierno a ministros que apoyaron un a marcha antisemita (en la cual se justificó ese ataque terrorista) y que pertenecen a partidos que este jueves votaron en contra de la condena europea de ese ataque.

El ala terrorista del partido de Abbas celebra el ataque terrorista a Israel

Por otra parte, hay que señalar que, según ha denunciado Palestinian Media Watch, el ala terrorista de Fatah se ha jactado de haber ayudado a Hamás en esa masacre de civiles isralíes, una masacre que ha aplaudido abiertamente, y ha prometido continuar con el terrorismo. Por si alguien desconoce este dato, el presidente de Fatah es Mahmoud Abbas, el mismo al que Sánchez le ha prometido más "cooperación" y más dinero en el día de hoy.

Este jueves el gobierno de Abbas publicó un documento llamando a exterminar a los judíos

A eso hay que añadir que dos días antes de esa reunión entre Sánchez y Abbas, y tal como habéis podido leer en Contando Estrelas esta mañana, el gobierno palestino de Abbas publicó un documento llamando a exterminar a los judíos, un documento destinado a ser leído como sermón en las mezquitas palestinas este viernes y que constituye un claro llamamiento a cometer un crimen de genocidio.

Elentir

sábado, 7 de octubre de 2023

Pedro Sánchez y el golpe silencioso




Los pueblos que olvidan los errores del pasado se arriesgan a repetirlos. Es ésta una verdad incontestable que no podemos obviar a la hora de analizar la calamitosa situación política que padecemos.

El año 1936 comenzó con la disolución de las cortes y la convocatoria de elecciones generales por parte del Presidente de la República, Alcalá-Zamora que, presionado por la izquierda, se negaba a encargar la formación de gobierno al líder del partido de la derecha (CEDA), pese a que había resultado vencedor en las elecciones de 1933. Se trató de una trampa saducea que acabaría con su destitución. La misma izquierda que había presionado al Presidente para que disolviera las cámaras, presentó en primera sesión de las Cortes, firmada por Prieto, Largo Caballero, Dolores Ibárruri y catorce diputados más del Frente Popular, una proposición cuestionando la necesidad del decreto de disolución de Cortes, lo que implicaba la destitución del presidente en caso de una votación desfavorable. Como es natural, el Frente Popular ganó la votación y las Cortes destituyeron a Alcalá-Zamora, quien tildó esa maniobra de «golpe de Estado parlamentario» en sus memorias.


Con esa maniobra, absolutamente fraudulenta, el Frente Popular se aseguró al Presidencia de la República, designando a Azaña para dicha magistratura. Previamente, ya se había asegurado el poder ejecutivo y el legislativo falsificando sin disimulo y en muchos casos empleando violencia extrema, las Actas de las elecciones generales de febrero de 1936, celebradas en medio de un clima de violencia absolutamente insoportable.

Tan sólo cinco días después de celebradas las elecciones, la Diputación Permanente de las Cortes aprobaba el 21 de febrero de 1936 la amnistía de todos los condenados por los sucesos de la Revolución de octubre de 1934, a propuesta de Azaña.

Asegurados la Jefatura del Estado, el poder legislativo y el ejecutivo, el Frente Popular comenzó a actuar sin disimulo de forma autoritaria y seis días después, el 27 de febrero de 1936 declara ilegal Falange Española de las JONS y ordena el cierre de sus locales y la detención de todos sus dirigentes, alegando la utilización de la violencia. A finales de junio el Tribunal Supremo declaró lícita la Falange y absolvió a todos sus dirigentes, pero el gobierno, tras impedir por medio de la censura que se conociera el fallo de la justicia, retuvo en la cárcel contra todo derecho a millares de afiliados de la Falange, y mantuvo la clausura de sus centros.

Estos son tan sólo unos de los muchos actos arbitrarios que demuestran cómo el Frente Popular liquidó -rápidamente y sin disimulo alguno- el Estado de Derecho durante los primeros meses del año 1936, con el objetivo claro de completar un proceso revolucionario que sólo se vería obstaculizado por el levantamiento cívico-militar del 18 de julio de 1936.

Pues bien, ochenta y siete años después, asistimos atónitos a un bochornoso espectáculo de subasta de votos en el que el Partido Socialista, liderado por un político sin escrúpulos, está dispuesto a liquidar los restos del Estado de derecho con tal de conseguir una nueva investidura.

Para ello, el gobierno de Sánchez ha venido dando en los últimos cinco años, sin prisa pero sin pausa, los pasos necesarios para neutralizar cualquier obstáculo que pudiera estorbar su proyecto de perpetuarse en el poder, para lo cual no ha dudado en apoderarse de las instituciones clave para ponerlas, no al servicio de la nación, sino al servicio de su proyecto personal que incluye, por supuesto un cambio de régimen, que incluye, por supuesto, la liquidación del sistema del 78 y la instauración de una república plurinacional.

De Sánchez se pueden decir muchas cosas, menos que es tonto. Lo primero que hizo cuando llegó al poder es retomar la legislación sobre “memoria histórica” que había quedado intacta tras el gobierno de Rajoy y cuya finalidad última es la deslegitimación definitiva de la monarquía parlamentaria de 1978 y la reconexión histórica en términos de legitimidad, con la Segunda República o, mejor dicho, con el Frente Popular.

Para ello, lo primero era la representación simbólica de la “derrota” histórica de Franco mediante la profanación de su sepultura. Para ello, no dudó en utilizar la vía del Real Decreto Ley prevista en el artículo 86 de la Constitución para casos de extrema y urgente necesidad, creando una verdadera ley de caso único -absolutamente inconstitucional- que debería repugnar a cualquier jurista, pero ante la que pocos, muy pocos, alzaron su voz, por miedo a ser tachados de franquistas. Para ello, contó con la inestimable colaboración de la jerarquía eclesiástica -sin la cual jamás habría podido acceder a una Basílica pontificia en base al principio de inviolabilidad de los lugares de culto consagrado en los Acuerdos Iglesia-Estado de 1979- y, posteriormente, del Tribunal Supremo, cuya Sala Tercera bendijo por unanimidad un escandaloso ataque al derecho a la intimidad de una familia al negarle el derecho (concedido en el propio Real Decreto Ley) a inhumar los restos de su abuelo de acuerdo con su propia voluntad. Aberración jurídica que fue finalmente consagrada también por el Tribunal Constitucional.

Nadie le tosió entonces al gobierno por retorcer la legalidad de forma tan grosera por miedo a ser tachado de “franquista”. No eran capaces en su cortedad de darse cuenta de que el objetivo no era Franco, sino uno mucho mayor: la demostración de que nada iba a detener sus planes. Recuerdo cómo el abogado del Partido popular me llamó el día en el que iba a presentar el recurso de inconstitucionalidad contra el Real Decreto Ley, para decirme que había recibido instrucciones terminantes de Génova 13 de no presentarlo.


Viendo Sánchez que aquello había sido coser y cantar, decidió dar un paso más, poniendo al frente de la Fiscalía General del Estado a la que hasta el día anterior había sido Ministra de Justicia, Dolores Delgado, de claro sesgo izquierdista y, por si no era suficiente, pareja sentimental del exjuez prevaricador Baltasar Garzón, el chusco adalid 2.0 de la teoría marxista del uso alternativo del derecho que solicitó la partida de defunción de Franco y grabó las conversaciones entre abogados y sus clientes. Lo que no había osado -por decoro democrático- hacer ningún Presidente del Gobierno, Sánchez lo hace con enorme descaro dejando claro a toda España “de quién depende la fiscalía”.

Neutralizada la Fiscalía y convertida en felpudo del gobierno, Sánchez decidió dar un paso más y controlar el Tribunal Constitucional. Para ello no tuvo empacho en colocar como magistrado del Tribunal Constitucional -que es el que, a la postre debe resolver sobre la legalidad de las leyes y actos del gobierno- a quien había sido, en la misma legislatura, su ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, y a la exdirectora general del Ministerio de la Presidencia, Laura Díez.

Previamente Sánchez había convertido el CIS, tras nombrar a Tezanos, miembro de la ejecutiva socialista, en un poderoso instrumento de propaganda al servicio del gobierno con más asesores de la historia, pervirtiendo así la función social de dicho instituto público.

Para lograr su permanencia en la Moncloa, no ha dudado Sánchez en ceder a todos los chantajes de los partidos separatistas y filoterroristas, desdiciéndose una y otra vez de todos sus compromisos y manifestaciones anteriores. El mismo Presidente que declaró que los sucesos del 1 de octubre de 2017 constituyeron un delito de rebelión y se comprometió a elevar las penas, acabó por indultar a los condenados por el Tribunal Supremo, eliminar el delito por el que habían sido condenados y abaratar el delito de malversación, todo ello siguiendo las exigencias de los partidos separatistas para brindarle su apoyo parlamentario.

Y el mismo Presidente que se comprometió ante la Nación a traer a Puigdemont ante la Justicia se apresta a aprobar una ley de amnistía al dictado de los partidos separatistas, con el objeto de que el expolio y la rebelión que se produjo en Cataluña en 2017 queden finalmente impunes, poniendo de rodillas a toda la Nación y a la Corona, con el único objetivo de seguir pernoctando en la Moncloa.

La aprobación de una ley de amnistía en los términos planteados implicaría pisotear los pilares básicos de nuestra constitución y del Estado de derecho. No sólo quebraría gravemente el principio de legalidad, sino también el principio de igualdad ante la ley y el de separación de poderes, hurtando al poder judicial la competencia para enjuiciar los delitos cometidos y declarando la impunidad de los mismos. Para los legos en derecho, tales principios impiden que, por ejemplo, el Congreso pueda aprobar por mayoría una ley que legalice la esclavitud o la eliminación física de ancianos. Si no existe el principio de legalidad, la democracia desaparece para convertirse en la tiranía de la mayoría.

Los separatistas ya han conseguido que el Congreso se convierta en una ridícula torre de Babel, que el gobierno se arrastre por Europa para que se reconozca la oficialidad del catalán y el próximo paso será, además de la condonación de la deuda millonaria, el reconocimiento de Cataluña, Vascongadas y Galicia como naciones, el reconocimiento del derecho de autodeterminación de dichas regiones y, finalmente, la convocatoria de un referéndum sobre la Monarquía, tras una campaña feroz para desacreditarla.


En definitiva, Sánchez está a un solo paso de acabar definitivamente con los restos del Estado de derecho en España y lograr un cambio de régimen, mientras tiene entretenido al personal en las televisiones con el cuestionado beso de dos personajes atrabiliarios.

Sánchez ha declarado que quiere pasar a la historia por reivindicar «el vínculo luminoso con nuestro mejor pasado», refiriéndose a la II República o, mejor dicho, al Frente Popular. Que el referente histórico que el mitómano presidente quiera reivindicar sea el del Gobierno que pisoteó la legalidad vigente y nos llevó a una guerra civil es algo que debe hacernos temblar por el futuro de nuestra gran nación, porque ya se ha encargado él de eliminar cualquier obstáculo a sus intenciones.

Lo que el Frente Popular quiso hacer en cuatro meses, Sánchez lleva haciéndolo de forma sistemática, pero con sordina, durante los últimos cinco años, aplicando notables dosis de anestesia al pueblo para que no se entere de nada.

Sólo queda por ver cuál el papel que jugará el Rey, símbolo de la unidad y permanencia del Estado cuya función constitucional es arbitrar y moderar el funcionamiento de las instituciones, ante un ataque feroz como el que se anuncia contra la línea de flotación del Estado.

Lamento no ser optimista, pero ya he visto demasiadas cosas que me han helado la sangre como español y como jurista y han acabado con los restos que me quedaban de ingenuidad. Si Dios no lo remedia, nos acercamos a pasos agigantados, conducidos por un sectario sin escrúpulos al frente de una masa ignorante y aborregada, a la destrucción final de la nación más antigua del mundo.

Por Luis Felipe Utrera-Molina

martes, 3 de octubre de 2023

Armengol confirma que el Rey ha designado a Sánchez como candidato a la investidura



El Rey ha decidido proponer al líder del PSOE, Pedro Sánchez, para que se someta a un nuevo debate de investidura en el Congreso tras el fracaso de la candidatura del «popular» Alberto Núñez Feijoo.

Así se lo ha comunicado el Jefe del Estado a la presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, tras la segunda ronda de consultas que ha mantenido entre el lunes y el martes en el Palacio de Zarzuela con siete de las once formaciones con representación en el Congreso.

Armengol deberá poner ahora fecha a esta segunda sesión de investidura de la legislatura, pero lo hará tras conversar con el candidato socialista para saber qué tiempo necesita para sus encuentros con representantes de otras formaciones políticas en busca de un acuerdo.

Y todo ello teniendo en cuenta la agenda institucional del presidente del Gobierno en funciones en este semestre de Presidencia española de la Unión Europea. De entrada, hay una Cumbre Europea programada para la semana del 26 y 27 de octubre.

Hay una fecha tope marcada en el calendario: si el 27 de noviembre nadie ha conseguido superar la votación de investidura, las Cortes Generales se disolverán y habrá nuevas elecciones generales el 14 de enero.

¿Para qué sirve el Rey? La cobardía de Felipe VI nos somete al Sanchismo por cuatro años más



El Rey Felipe VI ha encargado la formación de gobierno a Pedro Sánchez. Se han cumplido los peores pronósticos. Es decir, el monarca no se ha atrevido a plantar cara a un hombre que se ha convertido en un cáncer maligno para el país. De nuevo cede y su decisión nos somete a otros cuatro años a los caprichos de un ególatra cada día más cargado de cinismo.

Tras esto, cabe preguntarse: ¿para qué sirve el Rey? La cobardía de Felipe VI la pagan todos los españoles, que empiezan a cree que si la jefatura del Estado sólo consiste en sobrevivir, entonces los mismo nos sirve un presidente de una república, que nada tiene de permanente. La respuesta es que no: que un rey es mucho más que eso... aunque haya monarcas que no se mojen ni en la ducha.

Y así, nos topamos otra vez con el Pedro Sánchez más embustero, el que comparece en Moncloa ante la prensa sin contestar a la única pregunta de los periodistas: ¿Va a haber amnistía? Lo malo no es eso, claro, lo malo es que Sánchez no sólo no se arrepiente de sus barbaridades sino que ahondará en ellas: ideología de género, adoración al planeta, trashumanismo, concepto en el que se resume todo el desprecio por el ser humano que conlleva el neomodernismo, guerracivilismo entre izquierda y derecha, economía subvencionada, por tanto, ruinosa y cristofobia... esta última las resume a todas.

Insisto: lo único que une a partidos de ideologías tan distintas como socialismo, comunismo, nacionalismo, separatismo, e incluso proetarras. En cualquier caso, Sánchez es un representante eximio del Nuevo Orden Mundial (NOM).

El cinismo de Sánchez se consolida: gobernará España con todos los que quieren destruir España pero ahora compara el independentismo catalán con la Unión Europea... porque en ambos se cede soberanía nacional. ¡Toma ya!

Sánchez es un alumno aventajado, de la corriente más mortífera del siglo XXI La blasfemia contra el Espíritu Santo. Es decir, la inversión suprema de valores, donde lo bueno es malo y lo malo es bueno, donde se habla de derecho al aborto o de comunismo constitucional... y se queda uno tan fresco.

Mas cinismo: el hombre que gobierna con los comunista de Sumar-Podemos desde hace 15 años, perseguirá al único partido cristiano que existe en España: Vox. Persecución disfrazada bajo el eufemismo de cordón sanitario.

Y ese cinismo de Sánchez se consolida con el tiempo: gobernará España con todos los que quieren destruir España y ahora compara, sin despeinarse, compara el separatismo catalán con la Unión Europea... porque en ambos se cede soberanía nacional. Hombre sí, lo que ocurre es que en Europa se cede soberanía hacia arriba, para evitar enfrentamientos intraeuropeos, y en el separatismo catalán, se cede, no soberanía, sino capacidad administrativa y hacia abajo... algo que nada tiene que ver con el separatismo vasco o el catalán.

Y, en el entretanto, se perseguirá al único partido medio-cristiano que existe en España: Vox. Persecución disfrazada como cinturón sanitario.

En resumen, la cobardía del Rey nos lleva a la esclavitud. 

Majestad, ¿en una hora y veinte minutos de charla no tuvo usted tiempo para explicarle a Pedro Sánchez que no puede gobernar España con quienes odian a España? Entonces, ¿de qué hablaron?

Eulogio López

domingo, 1 de octubre de 2023

Feijóo desvela un truco del PSOE y de los separatistas que también es usado por el PP



Cuando un político carece de principios sólidos y tiene que denunciar que otro tampoco los tiene, corre el riesgo de quedar en evidencia.



Los separaristas exigen un referéndum para apoyar la reelección de Sánchez

Este viernes, los partidos separatistas del Parlamento catalán (ERC, Junts y la CUP) acordaron exigir un referéndum de autodeterminación como condición para apoyar la investidura de Pedro Sánchez. Ese referéndum sería un intento abiertamente inconstitucional de separar a Cataluña del resto de España. Los separatistas lanzan esa exigencia después de ver la docilidad del PSOE a la hora de asumir otra exigencia igualmente inconstitucional: la de la amnistía a los autores del golpe separatista de 2017, perpetrado tal día como hoy.

Sánchez insiste en que logrará la reelección sin explicar el precio

Esa nueva exigencia del separatismo ni siquiera ha inmutado al secretario general del PSOE. Sánchez insistió ayer en que logrará la reelección, pero sin revelar a qué precio y sin referirse a las exigencias de los separatistas. Unas exigencias que el PSOE negocia de espaldas a los españoles, de forma secreta y exhibiendo una vez más la opacidad antidemocrática de la que Sánchez ha hecho gala durante todo su mandato. Sánchez trata a los españoles como meros pagadores de impuestos a los que no debe ninguna explicación. Es una forma de gobernar propia de un político despótico y corrupto, que pone sus intereses personales por encima de la Nación.

Feijóo cree que la exigencia del referéndum es «un cebo»

Este sábado, en el Foro La Toja (ver vídeo, punto 57:34), Alberto Núñez Feijóo se refirió a esa nueva exigencia de los separatistas, haciendo una observación muy interesante y muy reveladora:

"En mi opinión, la autodeterminación es un cebo para no hablar de la amnistía. Lo que aquí está encima de la mesa no es el referéndum de independencia. Lo que está encima de la mesa es la amnistía, y el referéndum es el cebo para concluir que hemos conseguido decir "no" al referéndum de independencia y hemos dicho sí a algo más sensato que es la amnistía. El independentismo no tiene prisa, porque si consigue todo lo que pide se acabaría el objeto social, y en consecuencia primero es la amnistía y después vendrá, lógicamente, la consecuencia de la misma. Pero vamos a hacer que dialogamos, vamos a hacer que ninguno cede para ceder todos. El cebo es el referéndum, eso te diré que no, y lo que te daré será la amnistía, eso te diré que sí".

Un truco que también ha utilizado el Partido Popular

Me ha parecido muy interesante este análisis. Personalmente no se me había ocurrido verlo así. Pero al verlo así, y discurriendo un poco, se me ha ocurrido que no es la primera vez que veo en práctica ese truco del cebo, es decir, de lanzar a la opinión pública o a los votantes de un partido un planteamiento muy inaceptable que haga parecer que otros planteamientos igualmente inaceptables parezcan menos malos. De hecho, lo que Feijóo ha descrito, sin darse cuenta, es el voto del mal menor, una lacra que ha venido degradando políticamente a la derecha en España desde hace décadas y que el PP ha usado muchas veces.

Recordemos, por ejemplo, la época en la que el PP decía defender la vida, pero finalmente acabó asumiendo ciertas excepciones para el aborto, en la creencia de que sería capaz de captar más votantes renunciando a una parte de sus principios y adoptando el papel de un mal menor frente a la izquierda para retener a sus votantes de derechas. Con el paso de los años, el cebo ha ido tirando más y más de esos votantes de derechas, asumiendo abiertamente las tesis proaborto del PSOE, en una situación en la que muchos ya se han hartado y decidieron cambiar su voto y apoyar a Vox.

El partido de Feijóo también ha aplicado esa táctica del cebo a la cuestión nacional. En algunas regiones, el PP ha asumido las tesis del nacionalismo en gran medida, algo que ha ocurrido precisamente en Galicia, una comunidad que ha estado gobernada por Feijóo durante muchos años. El PP adoptó el papel de dique contra el separatismo, mientras asumía una parte de las tesis separatistas, como la exclusión del español de la toponimia oficial y de gran parte de los documentos y rótulos públicos, tratando a los gallegos hispanohablantes como extranjeros en su propia tierra.

Qué signican las llamadas para «reunificar el centro-derecha»

Es normal que Feijóo haya sabido reconocer ese truco al ver como el PSOE y el separatismo lo ponen en práctica, porque él también lo utilizó. De hecho, con ese cebo, con esa apuesta por el mal menor, el PP ha contribuido también a degradar nuestra democracia, y lo ha hecho, además, haciendo todo lo posible para impedir la consolidación de una alternativa política que hiciese frente con firmeza a las tesis de la izquierda y del separatismo. Esos mensajes del PP a favor de "reunificar el centro-derecha", unos mensajes que ahora vuelven a repetir los medios afines a ese partido al ver la posibilidad de que haya unas nuevas elecciones, son un intento para que sigamos siendo rehenes del mal menor, para que sigamos intentando tragarnos ese cebo que el PP, el PSOE y el separatismo vienen usando desde hace muchos años.

Personalmente, agradezco a Feijóo que haya tenido la amabilidad de enseñar su baraja trucada en un intento de desvelar las trampas de otros, porque me reafirma en la idea de que el PP ya no es la solución, sino parte del problema. Vox es la última esperanza que nos queda a los que estamos hartos de esos cebos y de ese mal menor que tanto han beneficiado a la izquierda y a los separatistas.

ELENTIR

viernes, 29 de septiembre de 2023

EL PRESIDENTE MÁS CORRUPTO DE LA HISTORIA DEBE PAGAR




Esta mañana Santiago Abascal ha intervenido en la segunda sesión de investidura de Feijóo. Durante su discurso ha reiterado que VOX votará a favor de su investidura ya que ambos tienen enfrente a Pedro Sánchez: un político sin escrúpulos, capaz de pactar con quienes asesinaban a sus propios compañeros socialistas. Un político que no cree en nada más que en sí mismo y en la manera de perpetuarse en el poder.

Así, Abascal ha denunciado que el hecho de que un político como Pedro Sánchez ofrezca la amnistía a otro político, como el prófugo Puigdemont, es un acto de corrupción. Pedro Sánchez es el político más corrupto de la Historia de España porque es capaz de arrebatarle a los españoles lo más preciado que tienen. Y es capaz de hacerlo en contra de su propia palabra, de los tribunales que condenaron a los golpistas y del pueblo español.

En relación con Feijóo, Abascal ha celebrado que tenga límites morales, al contrario que Pedro Sánchez, pero eso no le ha impedido criticar que el PP se haya negado a ilegalizar a Bildu siempre que se ha presentado en el Congreso una iniciativa para ello.

Si quieres ver el discurso íntegro de Santiago Abascal, pincha aquí o en la imagen que tienes a continuación.

DURACIÓN 5:32 MINUTOS


Felipe VI debe negar a Sánchez la formación de Gobierno. Ahora todo depende de él




Lo cuenta José Ángel Gutiérrez en su crónica de la segunda jornada de la sesión de investidura de Alberto Núñez Feijóo que acabó como la primera: no será presidente del Gobierno al perder por 172 votos a favor y 177 en contra (un error de un diputado l de Junts, que votó sí). Es decir, lo mismo que el miércoles: le han faltado cuatro votos.


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Núñez Feijóo (PP) pierde la investidura, Pedro Sánchez volvió a esconderse


Atención a las palabras de la representante de ERC en el Congreso: la diputada de ERC Teresa Jordà, que hace su discurso en catalán, ha exhalado: "Me parece una vergüenza que le haya designado candidato cuando no tiene los votos para ser investido. El Rey vuelve a tomar partido como ya lo hizo antes. Los votos de ERC estarán siempre en la defensa y el servicio de los intereses de Cataluña, y de los derechos de los catalanes y catalanas". "Hoy volveremos a decir 'no' a este vodevil. Recordamos los palos que, en nombre de su partido, recibimos el 1 de octubre".
Ataque de ERC a SM El Rey, que no es sino el suma y sigue de las andanada que, sin venir a cuento, lanza al monarca el portavoz de ERC Gabriel Rufián, como su mismo nombre indica.
Y  todo el Sanchismo, y por eso entiendo a socialistas, comunistas, separatistas y proetarras, saben, perfectamente, que el Monarca puede no nombrar a Sánchez como candidato a la Presidencia del Gobierno y por ejemplo, forzar otras elecciones. Así que ya han empezado a amenazar al Monarca.
En cualquier caso, el Rey debe ser valiente y acabar con lo que Cuca Gamarra calificó como 'virus sanchista'. Sánchez y sus socios vuelven a amenazar al Rey pero el Monarca debe cumplir con su obligación. Ahora, todo está en sus manos pero Sánchez y sus socios ya han empezado a amenazarle, según el guión previsto.

domingo, 17 de septiembre de 2023

Sánchez y el Rey



Sánchez, tras el intento fallido de Feijóo, acudirá con su cara de cemento armado al Rey presentándose con avales suficientes para ser investido presidente por segunda vez.

En esto, uno que es dado a la fantasía literaria no tiene por menos que soñar con un imposible como es que el Rey estuviese en su sitio y desplegase el coraje y el saber estar en un momento muy delicado para nuestra débil democracia española en la que el poder Ejecutivo -léase gobierno sanchista o de Sánchez- ha asaltado y maniatado no ya a los poderes Legislativo y Judicial, sino también a la Fiscalía y los Altos Tribunales.

Parece mentira, pero es pura y triste realidad, que un tipo vulgar y con aspecto de galán de teleserie venezolana sea capaz de poner en riesgo todo un Estado de Derecho y asumir en su persona los tres Poderes del Estado, emulando a un nuevo Rey Sol, ahora Rey Sombra, porque todo se sustenta en la mentira, la manipulación mediática y la falta de escrúpulos.

Pero vayamos a ese despliegue de la imaginación de lo que sería un diálogo entre Sánchez y un hipotético rey de verdad, con arrestos, un rey rey:

El ujier uniformado, hace pasar a Sánchez a la antesala del despacho real a la voz de “Excmo. Sr. Don Pedro Sánchez Pérez-Castejón, Majestad”.

-Bienvenido, Pedro, toma asiento, por favor ¿Y la familia? ¿Y esas vacaciones? Siento mucho lo de tu COVID, una lástima no hayas podido ir a la India.

-Gracias, Felipe. Todo bien en casa. Lo del COVID sí que es un problema, lo coges en cualquier sitio.

-Dime, qué piensas de tu posible investidura. Vienes a eso, ¿no?

-Está hecho, Felipe, tengo los votos suficientes y de sobra para la investidura. Lo ponemos en marcha e irá sobre ruedas, Felipe, sobre ruedas.

-Te equivocas, Pedro, no irá sobre ruedas, sino sobre una infamia, sobre una agresión bárbara a nuestro Estado de Derecho. Me reconocerás que vienes legislando a base de Decretos-Ley, ninguneando al Poder Legislativo que reside en el Congreso y Senado, como también pretendes ahora desautorizar al Tribunal Constitucional y Supremo, que condenaron a los cabecillas de la sublevación catalana. Comprende que tampoco puedes estar por encima de Jueces y Magistrados, saltándote sus sentencias.

Mira, la amnistía de Puigdemont el fugado es lo que colma el vaso de toda esta locura sin sentido y yo no voy a consentirlo, sino denunciarlo públicamente en un mensaje televisivo en el que voy a proponer que lo más sensato, prudente y adecuado es que de no llegar a un pacto entre los dos grandes partidos, se repitan las elecciones.

-Te equivocas, Felipe, tú no puedes tomar decisiones políticas. La Constitución no te lo permite ¿Ahora eres del PP o quizás de VOX? Vaya, vaya, toda una sorpresa, macho. No sé qué presiones tendrás, si de la banca, los militares o ambos, pero te vas a meter en un buen lío, un lío del que no vas a salir bien parado, te lo advierto.

-A mí no me presiona nadie, Pedro, bueno sólo mi conciencia y la alta tarea que tengo encomendada como es servir a los españoles. Tampoco te permito que me hables en ese tono, mucho menos que me insinúes amenazas. A mí nadie me amenaza en ésta, mi casa. Además, tú no tienes autoridad de ninguna naturaleza para decirme lo que tengo o no tengo que hacer. Esta coyuntura política está abocada a una repetición electoral o bien a que tanto PP como vosotros lleguéis a un acuerdo de gobernabilidad en coalición, como se hace en el resto de Europa.

-Pues no tengo nada más que hablar contigo, Felipe. Ya sabes cómo se las gastan los de Podemos montando algaradas y tomando las calles por la fuerza, como será imprevisible la reacción de vascos y catalanes que esperaban por fin iniciar la senda de su autodeterminación. Vas a incendiar el país y serás el único responsable.

-Yo no incendio nada, Pedro, mi función es bien distinta, armonizar y hermanar, no dividir. Lo dicho, voy a ultimar un discurso en el que propondré lleguéis a un pacto de gobernabilidad PP y PSOE o bien se repitan las elecciones. Ni voy a traicionar a mi país, ni me voy a traicionar yo mismo. Sé que me juego mi familia, como también sé que el pueblo me respaldará y saldré adelante, Dios me ayudará.

-Bueno, tú y tu Dios veréis.

-Eso mismo, yo y él lo veremos.

Pero volvamos a la cruda y embarrada realidad, a que el pobre rey tiene tres bocas que alimentar cada día, a que es cierto que el rey no debe entrar en política y que aquí, en España, a día de hoy nadie se moja por nadie cuando se tiene a la boca una teta de la gran vaca, teta de la que maman miles y miles de acomodados, politiquillos de suburbios, pseudo funcionarios del régimen, femilistas, vividores, fantoches y demás basura del desgobierno sito en Madrid.

No obstante, con tanta fantasía y probabilidad, con tanta casuística de lo que pudiera o pudiese ocurrir en las próximas semanas, aún me quedan algunas dudas por resolver:

¿Tiene Felipe VI dignidad?, ¿autoridad moral?, ¿honorabilidad?, ¿es ahora la hora?

Yo creo que sí, sin duda que sí.

¿El desenlace?: Próximamente en su televisión, en la Secta.

José Riqueni Barrios