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martes, 15 de noviembre de 2022

Así es la iniciativa provida contra la que Irene Montero lanzó un bulo calumnioso


Los activistas proaborto llevan años recurriendo a las más burdas mentiras para justificar y promover ese cobarde crimen contra los más indefensos.



La mentira, un arma habitual de los activistas proaborto

El objetivo de esas mentiras es triple: el primer lugar, deshumanizar y cosificar a la víctima del aborto, para que esta atrocidad parezca algo tan inocuo como quitarse un grano y la sociedad acabe acostumbrándose a ese crimen; en segundo lugar, engañar a las madres embarazadas, haciéndoles creer que el aborto no tiene efectos adversos para ellas; y en tercer lugar, desprestigiar a quienes defienden el derecho a la vida de los hijos por nacer, presentándolos como personas odiosas que se dedican a insultar y acosar a las mujeres.

El bulo calumnioso lanzado por Irene Montero contra los provida

Un nuevo ejemplo de las mentiras de los activistas proaborto lo hemos tenido a raíz de unas declaraciones de la ministra Irene Montero en un viaje a Argetina. Una vez más, la dirigente de extrema izquierda ha acusado falsamente a los provida de acosar e insultar a las mujeres que van a abortar, una mentira que los grupos de presión proaborto y sus medios afines no cesan de repetir, pero sobre la que no han mostrado ni una sola prueba de tales cosas. Simplemente se aferran a la vieja máxima de la propaganda de que una mentira repetida muchas veces acaba tomándose por una verdad. El viejo "miente, que algo queda".

Pero esta vez la ministra ha añadido una mentira más a su repertorio habitual de bulos: ha acusado a los provida de acosar a las mujeres "metiéndolas en camiones o furgonetas en las que las obligan a hacerse ecografías para poder mostrarles los fetos y por tanto intentar convencerlas de que no interrumpan el embarazo". Esto es algo peor que una mentira: es una calumnia, ya que la ministra está imputando falsamente dos delitos (coacciones y secuestro) a los provida. Si la ministra tuviese pruebas de esos delitos (no las ha presentado) debería acudir a los tribunales a presentarlas. En realidad ha mentido, y lo que debe hacer una ministra que lanza calumnias es dimitir o ser cesada.



Así es en realidad la iniciativa provida a la que calumnia Montero

Por lo demás, en España sólo hay una iniciativa que dispone de un vehículo que ofrece ecografías a las mujeres que van a abortar: se llama Ambulancia Vida. Es un proyecto que no recibe subvenciones y se mantiene sólo gracias a donativos y a la labor que hace un grupo de voluntarios, entre los que hay profesionales sanitarios. Esta iniciativa cuenta con todos los permisos legales para desarrollar esa actividad y ofrece ecografías de forma gratuita y VOLUNTARIA a aquellas mujeres que quieren hacérselas. Ya os hablé sobre esa iniciativa aquí en 2016, cuando inició su andadura de la mano de la plataforma Derecho a Vivir.

Si hubiese siquiera una sola denuncia de alguna mujer contra la Ambulancia Vida, los políticos proaborto y sus palmeros mediáticos ya se habrían encargado de difundirla por doquier, aunque fuese una denuncia falsa. Pero no ha habido ni una. Y como no hay denuncias, Irene Montero se inventa falsas acusaciones para desprestigiar a los provida. Una auténtica miserable, y no ya porque recurra a la mentira para ensuciar el honor de quienes no opinan como ella (lo cual ya es despreciable), sino porque lo hace para seguir promoviendo una atrocidad contra los más inocentes e indefensos. Ya no se puede caer más bajo.


Podéis escuchar aquí las palabras de Irene Montero y el testimonio de una de las mujeres que recibieron la ayuda de los voluntarios de la Ambulancia Vida (hoy, gracias a ellos, es madre de un precioso niño):

Duración 2:14 minutos


La actitud de Montero es un recordatorio de que el mal existe

Para terminar, hay que reconocer que el hecho de que esa ministra mienta responde, ante todo, a una tradición ideológica: Irene Montero ha reconocido que es comunista, y el movimiento totalitario al que pertenece ha tenido la desfachatez de llamar "democracias populares" a brutales dictaduras. Recurrir a mentiras y calumnias para defender una atrocidad es lo que comunistas como ella vienen haciendo sin cesar desde hace más de un siglo. Esto debería servirnos, además, de recordatorio: el mal existe y hay personas que se dejan corromper moralmente hasta extremos escalofriantes. Lo que hacen al mentir es peccata minuta al lado del hecho de defender una matanza de inocentes.

Elentir

viernes, 11 de noviembre de 2022

‘El partido Comunista de España debería ser ilegalizado. Es una ideología sanguinaria’

EL TORO


Duración 1:37 minutos


Correos se olvida de los asesinatos del Partido Comunista y lanza un sello por su centenario



Según recoge Correos en su página web, el próximo 14 de noviembre se emitirán 135.000 sellos para conmemorar el centenario de la fundación del Partido Comunista de España. En ese comunicado no recoge, sin embargo, la participación del PCE en los asesinatos, fechas o las matanzas de Paracuellos.

Duración 1:44 minutos

jueves, 8 de julio de 2021

De la pandemia a la endemia (Rafael L. Bardají)

 LA GACETA



Ya está. No hemos vencido al virus (en contra de lo que anunció ufano Pedro Sánchez hace un año), pero nos hemos inmunizado. No todos, pero sí muchos. Los suficientes como para reducir la covid-19 a niveles de una gripe aguda. Cierto, las televisiones que tanto han ganado con la pandemia siguen machacando programa tras programa, que las infecciones andan desbocadas, sobre todo entre los más jóvenes. Pero callan interesadamente que las hospitalizaciones y los ingresos en las UCI no aumentan, sino que disminuyen lenta, pero constantemente.

En Madrid, una comunidad a la que siempre se acusa de irresponsable por parte del gobierno social-comunista de Pedro Sánchez, durante el pasado mes de junio hubo un total de 149 fallecimientos por covid-19. De ellos, 87 eran mayores de 70 años, esto es, un 58% del total; si incluimos la franja de edad de los 60 a los 69, la cifra de muertes sube a 125, el 83’89% del total. Sólo se notificó un único fallecido entre los 30 y 39 años y 7 entre los de 40 y 49. Esto es, que las muertes por debajo de los 50 años representan el 5’2% del total. Las medidas que intenta imponer ahora mismo Sanidad, nuevos cierres al ocio y vuelta a los toques de queda, no parecen destinadas a disminuir la franja de edad en la que más muertes se producen (la de 70 a 79 años), sino a imposibilitar las actividades sociales de quienes menos sufren la gravedad de la enfermedad. No es la salud lo que motiva a las autoridades. ¿Qué será?

La izquierda está haciendo avanzar su agenda de cambio social a velocidades vertiginosas, haciendo de lo marginal central y de lo normal lo marginal

El objetivo que anunció Sánchez en su aló Presidente hace más de un año, fue el famoso “doblegar la curva”, no erradicar el coronavirus Sars-Cov-2. Y, sin embargo, ese es el fin que ahora quiere perseguirse. Pero no porque estemos en una situación peor o más mortífera, no. Simple y llanamente porque el gobierno de las minorías ha descubierto que a través del miedo gobierna a sus anchas; que los españoles valoran más sus vidas que la democracia; y que el gobierno puede imponer su agenda sin apenas oposición gracias a medidas de excepción, originariamente pensadas para crisis nacionales que poco tienen que ver con la situación que vivimos. El más reciente intento es el de instituir medidas que atentan contra los derechos fundamentales de las personas en una nueva Ley de Seguridad Nacional que le otorga un poder omnímodo al Gobierno para decidir qué es una crisis, cuándo se da y cuánto dura. Y mientras tanto, más poderes excepcionales.

Pero -y ese es mi gran pero- si hay algo de lo que carece España es de tiempo

El coronavirus será una endemia que no se irá nunca pero su virulencia estará amortiguada. Lo que no parece que tenga solución son las otras endemias españolas: por un lado, el creciente totalitarismo de la izquierda, rabiosa y descontenta con todo incluso en el poder; y la dejadez de un Partido Popular que se siente cómodo instalado en el convencimiento de que este Gobierno no va a durar eternamente y que ellos estarán ahí, si no meten más la pata, para recoger la fruta madura. Y para no meter la pata, nada mejor que no hacer nada y encomendarse al tiempo, esa variable que todo lo arregla. VOX también cuenta con el factor tiempo para seguir creciendo orgánicamente, esto es, lento pero seguro. Y lo hará, no me cabe la menor duda. Pero -y ese es mi gran pero- si hay algo de lo que carece España es de tiempo.

La izquierda está haciendo avanzar su agenda de cambio social a velocidades vertiginosas, haciendo de lo marginal central y de lo normal lo marginal; desde el Gobierno se está trastocando el juego de las instituciones, para vaciarlas de contenido o volverlas irrelevantes en sus funciones; y los medios y las grandes corporaciones, al servicio del poder para defender sus propios intereses, nos bombardean con los eslóganes que el poder político les vende. Por eso, para la España del sentido común, la que madruga y quiere trabajar para prosperar, la que no entiende por qué tienen que recortar las pensiones pero mantener a todo trapo las subvenciones a la inmigración ilegal, la que sufre que todos los impuestos con los que el Gobierno grava la vida de las empresas los acaben pagando los consumidores, la España de los padres que quieren poder educar a sus hijos cómo y donde quieran no que se los robe el estado para adoctrinarlos, la España orgullosa de sí misma y no sólo por ser gay, se está haciendo muy tarde. Demasiado tarde.

Rafael L. Bardají

Rafael L. Bardají (Badajoz, 1959) es especialista en política internacional, seguridad y defensa. Asesor de tres ministros de Defensa y la OTAN, en la actualidad es director de la consultora World Wide Strategy.

miércoles, 20 de enero de 2021

Ciudad española remueve una cruz cerca de una iglesia

 GLORIA TV NEWS


El ayuntamiento de la ciudad de Aguilar de la Frontera, situada en Córdoba (España) demolió el 19 de enero una cruz que había estado en su lugar desde 1938, cercana a la entrada de un convento de monjas carmelitas.


Los vecinos y 100 personas estuvieron presentes y se opusieron a la destrucción.

La ciudad está gobernada por una mayoría absoluta de Izquierda Unida, de orientación comunista. Como excusa de este vandalismo, el ayuntamiento afirmó el “origen franquista” de la cruz, cuyo origen real es la crucifixión de Cristo.

La destrucción de cruces se extiende también en la República Popular de China y en las áreas controladas por el ISIS.

domingo, 20 de septiembre de 2020

Cuando el Vaticano se sentía orgulloso del Valle de los Caídos

INFOVATICANA

 


“Esto mandamos, determinamos, decretando que las presentes Letras sean y permanezcan siempre firmes, válidas y eficaces y que consigan y obtengan sus plenos e íntegros efectos y las acaten en su plenitud aquellos a quienes se refieran actualmente y puedan referirse en el futuro; así se han de interpretar y definir; y queda nulo y sin efecto desde ahora cuanto aconteciere atentar contra ellas, a sabiendas o por ignorancia, por quienquiera o en nombre de cualquiera autoridad”.

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Esta semana ha vuelto a situarse en el foco mediático el Valle de los Caídos. Una Basílica situada en el valle de Cuelgamuros, en la sierra de Guadarrama, cuya construcción -que tuvo lugar de 1940 a 1958- ordenó el Jefe del Estado español en ese momento, Francisco Franco, tras la Guerra Civil española. Un lugar dedicado a los combatientes caídos de ambos bandos de la contienda, donde se rezaría por su eterno descanso, dejando como garantes de tal misión a una pequeña comunidad benedictina.

Mucho se ha hablado de la dejadez de la Iglesia respecto a este lugar y, en concreto, con la obsesión del actual Gobierno de España, que se empecinó hace un año en sacar de ese lugar los restos del impulsor de todo aquello, Francisco Franco, sin encontrar ninguna pega por parte de la jerarquía eclesiástica española. Esta semana, el mismo Gobierno ha anunciado que “resignificará” el lugar, dejándolo como un cementerio civil y extinguiendo la Fundación de los monjes que allí viven. Por ahora el silencio de la Iglesia, de nuevo, se hace pesado.

No era así hace 60 años, cuando el Papa -nada menos que Juan XXIII- concedió la condición de Basílica a este lugar. Un honor que dejaba entrever el aprecio de entonces a la intención de la obra que había impulsado Franco. ¿Defenderán los obispos españoles la voluntad de Juan XXIII?

Les ofrecemos la Carta Apostólica Salutiferae Crucis, por la que Su Santidad Juan XXIII elevó al honor y dignidad de Basílica menor a la iglesia de la Santa Cruz del Valle de los Caídos:

Yérguese airoso en una de las cumbres de la sierra de Guadarrama, no lejos de la Villa de Madrid, el signo de la Cruz Redentora, como hito hacia el cielo, meta preclarísima del caminar de la vida terrena, y a la vez extiende sus brazos piadosos a modo de alas protectoras, bajo las cuales los muertos gozan el eterno descanso. Este monte sobre el que se eleva el signo de la Redención humana ha sido excavado en inmensa cripta, de modo que en sus entrañas se abre amplísimo templo, donde se ofrecen sacrificios expiatorios y continuos sufragios por los Caídos en la guerra civil de España, y allí, acabados los padecimientos, terminados los trabajos y aplacadas las luchas, duermen juntos el sueño de la paz, a la vez que se ruega sin cesar por toda la nación española. Esta obra, única y monumental, cuyo nombre es Santa Cruz del Valle de los Caídos, la ha hecho construir Francisco Franco Bahamonde, Caudillo de España, agregándola una Abadía de monjes benedictinos de la Congregación de Solesmes, quienes diariamente celebran los Santos Misterios y aplacan al Señor con sus preces litúrgicas.

Es un monumento que llena de no pequeña admiración a los visitantes: acoge en primer lugar a los que a él se acercan un gran pórtico, capaz para concentraciones numerosas; en el frontis ya del templo subterráneo se admira la imagen de la Virgen de los Dolores que abraza en su seno el cuerpo exánime de su Divino Hijo, obra en que nos ha dejado el artista una muestra de arte maravilloso. A través del vestíbulo y de un segundo atrio, y franqueando altísimas verjas forjadas con suma elegancia, se llega al sagrado recinto, adornado con preciosos tapices historiados; se muestra en él patente la piedad de los españoles hacia la Santísima Virgen en seis grandes relieves de elegante escultura, que presiden otras tantas capillas. En el centro del crucero está colocado el Altar Mayor, cuya mesa, de un solo bloque de granito pulimentado, de magnitud asombrosa, está sostenida por una base decorada con bellas imágenes y símbolos. Sobre este altar, y en su vértice, se eleva, en la cumbre de la montaña, la altísima Cruz de que hemos hecho mención. Ni se debe pasar por alto el riquísimo mosaico en que aparecen Cristo en su majestad, la piadosísima Madre de Dios, los apóstoles de España Santiago y San Pablo y otros bienaventurados y héroes que hacen brillar con luz de paraíso la cúpula de este inmenso hipogeo.

Es, pues, este templo, por el orden de su estructura, por el culto que en él se desarrolla y por sus obras de arte, insigne entre los mejores, y lo que es más de apreciar, noble sobre todo por la piedad que inspira y célebre por la concurrencia de los fieles. Por estos motivos, hemos oído con agrado las preces que nuestro amado hijo, el Abad de Santa Cruz del Valle de los Caídos, nos ha dirigido, rogándonos humildemente que distingamos este tan prestigioso templo con el nombre y los derechos de Basílica Menor. En consecuencia, consultada la Sagrada Congregación de Ritos, con pleno conocimiento y con madura deliberación y con la plenitud de nuestra potestad apostólica, en virtud de estas Letras y a perpetuidad, elevamos al honor y dignidad de Basílica Menor la iglesia llamada de Santa Cruz del Valle de los Caídos, sita dentro de los límites de la diócesis de Madrid, añadiéndola todos los derechos y privilegios que competen a los templos condecorados con el mismo nombre. Sin que pueda obstar nada en contra. Esto mandamos, determinamos, decretando que las presentes Letras sean y permanezcan siempre firmes, válidas y eficaces y que consigan y obtengan sus plenos e íntegros efectos y las acaten en su plenitud aquellos a quienes se refieran actualmente y puedan referirse en el futuro; así se han de interpretar y definir; y queda nulo y sin efecto desde ahora cuanto aconteciere atentar contra ellas, a sabiendas o por ignorancia, por quienquiera o en nombre de cualquiera autoridad.

Dado en Roma, junto a San Pedro, bajo el anillo del Pescador, el día siete del mes de abril del año mil novecientos sesenta, segundo de nuestro Pontificado.
D. Card. Tardini

jueves, 17 de septiembre de 2020

La respuesta de los obispos españoles ante la amenaza de derribar la mayor cruz del mundo




Este martes, con motivo de la presentación de su ley de manipulación de la historia, Carmen Calvo dijo que el Gobierno se plantea derribar la Cruz del Valle de los Caídos.

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Una exhibición de odio anticristiano que recuerda a la de 1936

Con su amenaza de derribar la Cruz, el Partido Socialista se suma al odio de los comunistas de Podemos, que hace dos años reclamó derribar esa Cruz afirmando que es “simbología fascista” (sic): una exhibición de talibanismo anticristiano que recuerda peligrosamente a la destrucción del Cerro de los Ángeles, incluyendo el fusilamiento de una imagen de Cristo en 1936 por fanáticos izquierdistas. Cabe preguntarse si con esa provococación los socialistas y sus aliados comunistas pretenden captar el apoyo de la ultraizquierda más fanática y del fundamentalismo islámico, pues ambos tienen como denominador común su furibundo odio al Cristianismo.

Un acto de profanación que sería abiertamente ilegal

A eso hay que añadir que la vicepresidenta socialista ya ha adelantado que pretende expulsar a los monjes benedictinos de la Abadía del Valle de los Caídos. La propuesta del Gobierno incluiría desacralizar la Basílica del Valle, una profanación que atenta contra el Acuerdo entre el Estado español y la Santa Sede sobre asuntos jurídicos, firmado el 3 de enero de 1979 y cuyo Artículo I señala: “Los lugares de culto tienen garantizada su inviolabilidad con arreglo a las Leyes”.

Como ya he señalado otras veces, los citados acuerdos entre España y la Santa Sede tienen rango de tratado internacional, según ratificó el Tribunal Constitucional en su sentencia 66/1982, por lo que en este caso es aplicable lo que señala el Artículo 96 de la Constitución Española sobre dichos tratados: “Los tratados internacionales válidamente celebrados, una vez publicados oficialmente en España, formarán parte del ordenamiento interno. Sus disposiciones sólo podrán ser derogadas, modificadas o suspendidas en la forma prevista en los propios tratados o de acuerdo con las normas generales del Derecho internacional”. Es decir, que ese acuerdo no puede ser derogado ni lesionado por una ley ordinaria, de modo que lo anunciado por el Gobierno sería una clara ilegalidad, además de un grave ataque contra la libertad religiosa.

Una afrenta y una provocación contra todos los cristianos

Por otra parte, el anuncio del Gobierno del posible derribo de la citada Cruz tendría una relevancia mundial. Y es que la del Valle de los Caídos es la mayor cruz monumental del mundo. Con sus 150 metros de alto (la altura de un edificio de 50 pisos), está a mucha distancia de la segunda más grande, la de Dambana ng Kagitingan (Filipinas), con 95 metros de altura y construida en 1970 con un diseño muy parecido a la cruz de San Lorenzo de El Escorial. Su derribo sería una afrenta y una provocación contra todos los cristianos del mundo, algo que cabe enmarcar en la visceral cristianofobia que viene caracterizando al PSOE desde sus inicios, un odio al Cristianismo que le llevó a tomar parte en la brutal persecución anticatólica perpetrada por la izquierda durante la Guerra Civil Española, una persecución con millares de víctimas.

Indignación entre el pueblo católico y silencio entre sus obispos

El anuncio hecho anteayer por el Gobierno ha provocado indignación entre muchos católicos y también entre muchos españoles que no lo son. Unos y otros se sienten escandalizados por el hecho de que en plena pandemia, y ante los más de 50.000 muertos que ya nos ha costado la incompetencia y las graves negligencias de este Gobierno en materia sanitaria, la prioridad de socialistas y comunistas sea iniciar una nueva persecución anticatólica, como lo hicieron en 1936.

Desde el martes por la mañana, en las redes sociales muchas personas se han preguntado cuál sería la respuesta de la Conferencia Episcopal Española, que agrupa a los obispos de nuestra Nación. Cuando el rebaño está siendo atacado, es lógico que el pastor acuda en su auxilio. En las últimas horas hemos visto declaraciones en defensa de la Cruz de cargos electos de Vox, de varias asociaciones y también de sacerdotes que participan activamente en las redes sociales. He estado buscando y rebuscando en la web de la Conferencia Episcopal, en sus redes sociales y en los medios de comunicación, y nada: ni una sola palabra de nuestros obispos ante ese ataque del Gobierno contra la Cruz, la Basílica y la Abadía del Valle de los Caídos.

La CEE sí que se pronunció sobre el Ramadán hace unos meses

Ayer, el digital izquierdista Religión Digital aseguraba, citando a fuentes oficiales, que los obispos españoles “no tienen previsto hacer valoración alguna” sobre el citado anteproyecto de ley. Cuesta entender este silencio de nuestros obispos ante ese ataque. Hace unos meses, la CEE sí que se pronunció para dirigir un mensaje de afecto a los musulmanes por el Ramadán, pero ante la amenaza del Gobierno español de derribar la mayor cruz del mundo, silencio absoluto. Cabe preguntarse si para recibir el apoyo de nuestros obispos, los monjes benedictinos del Valle de los Caídos tendrán que ponerse un turbante y peregrinar a La Meca… Termino recordando una cita del Evangelio de San Lucas: “Os digo que si éstos callan, gritarán las piedras”.

Elentir

miércoles, 22 de julio de 2020

18 de Julio de 1936. Por qué recordar



Un año más llega el 18 de julio, fecha a la que convencionalmente – en realidad el movimiento comenzó un día antes, en las Canarias y en el África español – se adscribe el Alzamiento Nacional, la insurrección nacional española que se convirtió en una Cruzada en defensa de la fe y de la patria, contra el anarco-comunismo, más cristofóbico y antirreligioso que “social”.

Este 18 de julio llega después de que los restos mortales de Francisco Franco Bahamonde (1892-1975), botín comunista, hayan sido arrancados, contra la voluntad de los familiares, del sepulcro de la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los caídos en la que reposaban, y transferidos por fuerza a otro lugar. Tal profanación sacrílega de una tumba en un recinto sagrado era deseada por el gobierno rojo-violeta madrileño.

Sin embargo, parece que se ha conseguido gracias al hecho de que la Santa Sede, consultada por las autoridades españolas, ordenase a los benedictinos a los que se les tiene encomendada la basílica, guiados por el heroico abad dom Santiago Cantera Montenegro, que cesasen en su justa resistencia (cfr. Corriere della Sera, entrevista a Pedro Sánchez Pérez-Castejòn – jefe del gobierno ibérico – por Aldo Cazzullo, 8-7-2020).

Exhumar restos mortales con las fuerzas de seguridad del estado es siempre algo particularmente odioso. Pero llega a ser abominable si, como es el caso, ocurre con el consenso de los sucesores eclesiásticos, de los que fueron salvados por el Generalísimo. Éstos, levantándose contra la tiránica república, permitieron la supervivencia de la Iglesia en España, que el Frente Popular había condenado a la extinción por exterminio. Así lo demostró el enorme número de mártires – ya que fueron asesinados in odium fidei, o Ecclesiae – acreditados en número superior a dos mil, en un espacio y tiempo (1931-1939) bastante limitado, así como la declaración de la cesación del culto en la zona controlada por el Frente Popular, por parte del ministro del gobierno rojo Manuel Irujo Ollo (1891-1981).

Por eso hoy es particularmente sentido mi escrito anual de defensa consciente de la memoria, primero negada, después vilipendiada y calumniada, de esos mártires y héroes que defendieron la fe y pararon al comunismo, a los que ya pocos desean pagar su deuda de gratitud.

Es cuestión obvia y conocida que cuando, en una controversia, de un lado surgen argumentos a favor del adversario, éstos tienen particular fuerza probatoria de sus razonamientos.

Gregorio Marañón Posadillo (1887-1960) probablemente es nombre que poco o nada dice a nuestros contemporáneos, más allá de la denominación de un hospital en Madrid. Sin embargo, se trata de uno de los protagonistas de la comunidad científica y de la actividad político-cultural de la España de entreguerras. Fue no sólo clínico internista y endocrinólogo de fama internacional, docente universitario, académico de España, sino también político y ensayista. En su residencia, el 14 de abril de 1931, tuvo lugar la reunión que decidió el exilio del rey Alfonso XIII (1886-1941) y la proclamación de la segunda república española. Esto no le impidió criticar los incendios de iglesias y conventos con los que la misma fue “festejada”.

Después fue elegido diputado republicano de las Cortes Constituyentes. El 11 de febrero de 1933 se encontraba entre los co-fundadores de la Asociación “Amigos de la Unión Soviética”.

Cuando el 18 de julio de 1936 supo del Alzamiento, mientras se encontraba en Portugal, volvió de inmediato a Madrid “para defender la república”.

Pero pronto debió cambiar de opinión, y sobre todo arrepentirse, porque sus propósitos críticos contra la violencia roja y su llamada a que la república asumiese un carácter liberal y nacional hicieron que rápidamente fuese incluido en el elenco de “enemigos del pueblo”, a lo cual iba aparejado un grave riesgo. Por ello, a finales de 1936, no tuvo de hecho más opción que refugiarse en Francia, en París, y no para huir de los nacionales de Franco. A finales de 1937, publicó un importante artículo, mediante el cual, no con la autoridad de político – decía –, sino con la del testimonio de los hechos, explicaba y valoraba los sucesos que se estaban desarrollando en su patria.

Y esta publicación constituye un valioso testimonio, procediendo de un adversario, que ayuda a entender la absoluta legitimidad y justicia del Alzamiento Nacional.

En dicho artículo, Marañón reconoció la existencia de un liberalismo daltónico, que no veía el color rojo, y del que él se consideraba miembro, a pesar de ser el comunismo la negación total de cualquier principio de libertad. Por ello, declaraba que la alternativa verdadera para España era “comunismo sí, comunismo no”, y él se decantaba sin dudarlo por el “no”. Sin embargo, muchos liberales – hoy diríamos muchos “moderados” – se sometían a la hegemonía cultural-psicológica de los comunistas (“el enemigo está únicamente a la derecha, se trata únicamente del reaccionario”), y por temor a ser excluidos de la clase intelectual, de ser considerados “enemigos del pueblo” y no “hombres modernos” (hoy diríamos “políticamente correctos”), se habían situado del lado de los rojos [en español, en el original]. Los cuales, según Marañón, se habían propuesto desde el primer momento tener la “cobertura” de dichos liberales, sin la cual nunca hubiesen tenido la posibilidad de ser los protagonistas de la lucha política en España. Él acusó al liberalismo, y no sólo al español, de una ceguera que le llevaba a “vender su alma al diablo comunista”, al igual que en el pasado había favorecido al terror jacobino. Concluía su artículo con estas palabras, “[…] en política la única dinámica psicológica del cambio es la conversión, nunca la convicción. Y se debe siempre sospechar de quien cambia porque dice haber sido convencido”. Y él se había “convertido” al bando nacional, tanto que en 1942 volvió a la patria y allí se quedó, con libertad para publicar sus escritos y siendo respetado hasta su muerte en 1960.

Es útil transcribir también el modo en que se presenta a Marañón por parte de la redacción de la revista, antes de leer su testimonio en ella.

“El autor del notable estudio que presentamos a nuestros lectores es d. G. Marañón, de la Academia de España. Médico, ensayista, […] fue fundador de una gran asociación republicana, cuya actividad comenzó a difundirse en España un año antes de la caída de la monarquía. La prueba del republicanismo del dr. Marañón, por tanto, no es necesaria, lo que permite considerar este artículo como particularmente significativo”.

Y llego así a la parte que más importa, a mi juicio.

“[…] los partidos y la prensa de derecha anunciaban una serie de catástrofes si el movimiento republicano triunfase […]. Sería ahora arbitrario discutir sobre lo que hubiese sucedido si no hubiera sido proclamada la república – hecho a mi juicio inevitable dadas las circunstancias. En la narración de la historia queda absolutamente prohibido intentar saber lo que habría podido ocurrir si no sucediera lo que en realidad sucedió. Sin embargo, está fuera de duda que las profecías de las derechas extremas y de los monárquicos, que se oponían a la república, se cumplieron por completo: desórdenes continuos, huelgas sin motivo, incendios de iglesias y conventos, persecución religiosa, exclusión del poder de los liberales que habían apoyado el movimiento aunque se opusieran a la lucha de clases, rechazo a tratar con tolerancia tampoco a aquellas gentes de derecha que de buena fe aceptaban el régimen republicano aún sin aclamarlo, como es natural, en su versión extremista. Los liberales escucharon estas profecías con desprecio suicida. […] Sin embargo, sea cual sea el porvenir político de España, no cabe ninguna duda de que en esta fase de la historia es el reaccionario y no el liberal el que ha tenido razón” (G. Marañón Posadillo, Al margen de la guerra civil española. Liberalismo y comunismo, en Revue de Paris, anno 44, n. 24, 15 de diciembre de 1937, pp. 799-817).

Hay otro testimonio que puede bien añadirse al esfuerzo de restituir la verdad a la memoria de Franco y de su obra, en el día aniversario de la insurrección nacional que ve a España presa de nuevo de los enemigos de Dios, de la Iglesia, y de la misma naturaleza humana, comenzando por la identidad sexuada de la persona.

Procede de Churchill (1874-1965), que aunque no fue adversario directo del Alzamiento, ciertamente no puede ser llamado “franquista”,

«[…] el asesinathos jefes militares, todos los cuales habían servido fielmente a la república», habrían querido evitar, y por ello habían puesto en guardia al «Gobierno contra los peligros hacia los que se dirigía» (cfr. Winston Leonard Spencer Churchill, España nos ofrece una lección práctica [2 de octubre de 1936], en Idem, Passo a passo, trad. it. Mondadori, Milán 1947, p. 61).

Las fuerzas de Franco «no pueden ser acusadas de descender al grado de bestialidad y de atrocidad […] de la acción diaria efectuada por los comunistas, los anarquistas y la […] nueva organización trotskista, extremista al máximo. Sería un error, desde el punto de vista de la verdad, […] poner en el mismo plano a ambas partes en lucha » (W. Churchill, ibidem, p. 63).

Giovanni Formicola

domingo, 19 de julio de 2020

Siete motivos para prohibir el comunismo si se prohíbe la apología del franquismo



La izquierda española lleva años proponiendo ilegalizar la apología del franquismo. Lo considera una necesidad democrática, pero ese argumento hace aguas.


Explicaré a continuación algunos motivos por los que sería ilógico e inconstitucional ilegalizar la apología del franquismo pero no la del comunismo, como pretenden partidos como el PSOE, Podemos e Izquierda Unida:
  1. Porque sería una discriminación por razón de ideología, algo contrario al Artículo 14 de la Constitución, que prohíbe la discriminación por motivos de opinión, y al Artículo 16, que garantiza la libertad ideológica y que prohíbe “ser obligado a declarar sobre su ideología”. Lo lógico sería ilegalizar la apología de TODA dictadura, con independencia de su ideología, igual que es ilegal la apología de toda forma de terrorismo, sean cuales sean sus motivaciones políticas o ideológicas.
  2. Porque transmitiría la idea de que hay dictaduras buenas y malas. Desde un punto de vista democrático, toda dictadura es mala, con independencia de que haya algunas peores que otras. Sin embargo, algunos de los partidos que proponen ilegalizar la apología del franquismo al mismo tiempo ensalzan a dictadores como Lenin (como hace Izquierda Unida) y como Fidel Castro (como ha hecho Podemos). Así pues, cabe deducir que no quieren ilegalizar el franquismo por ser una dictadura, sino por no haber sido una dictadura comunista, y eso en un país democrático es inaceptable.
  3. Porque daría por hecho que hay víctimas de primera y de segunda categoría en las violaciones de derechos humanos. Entre las primeras se contarían las del franquismo, que recibirían un trato preferente por parte del Estado, y entre las segundas estarían las víctimas del comunismo, que serían marginadas y olvidadas simplemente por la ideología de sus torturadores y asesinos. Esta discriminación sería abiertamente inconstitucional y contraria al Artículo 2 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
  4. Porque blanquearía un movimiento totalitario que ha matado a millones de personas. El comunismo fue el primer gran movimiento totalitario del siglo XX. Ha matado a más de 100 millones de personas. Ya sólo la primera dictadura comunista, que fue la instaurada en Rusia por Lenin, mató a mucha más gente que el franquismo y con métodos de tortura y asesinato mucho más bestiales. ¿Por qué hacer una excepción legal con la apología de ese terror totalitario? ¿Simplemente porque tiene admiradores en el Gobierno de España?
  5. Porque implicaría ignorar una amenaza totalitaria todavía vigente. El franquismo, igual que el fascismo, desapareció hace décadas. Hoy en día ya no queda ninguna dictadura de ese signo en el mundo. Las organizaciones franquistas y fascistas son puramente marginales. Sin embargo, aún hoy más de 1.500 millones de personas -la quinta parte de la humanidad- siguen sometidas a dictaduras comunistas (China, Corea del Norte, Cuba, Laos y Vietnam), y esa ideología está promoviendo nuevas dictaduras también en Venezuela y Nicaragua. Todavía hoy sigue habiendo importantes partidos comunistas y postcomunistas en países democráticos (en España incluso están en el Gobierno), e incluso están presentes en el Parlamento Europeo.
  6. Porque en España aún se hacen manifestaciones ensalzando a genocidas comunistas como Lenin y Stalin, y ante eso no hacen ni dicen nada los mismos partidos de izquierda que piden ilegalizar la apología del franquismo, a pesar de que el Código Penal español prohíbe expresamente la apología de los delitos de genocidio y de sus autores, una ley que nunca se aplica a la extrema izquierda. ¿Por qué?
  7. Porque sería como admitir que la ideología comunista hace impunes a sus partidarios de cualquier crimen, empezando por los delitos de genocidio y de lesa humanidad cometidos por las dictaduras comunistas. ¿Cuánto tardaría en transmitirse eso a los delitos de terrorismo? Algunos -entre ellos no pocos partidarios de ilegalizar el franquismo- ya llevan años blanqueando a bandas terroristas de extrema izquierda y a sus apologistas.
Por supuesto, sé que la izquierda que ahora gobierna en España no tendrá en cuenta estas consideraciones. Recordemos que en 2006 el PSOE rechazó condenar los crímenes del comunismo en el Consejo de Europa, y sus socios de Gobierno son aún más radicales. Eso sí, llegado el momento, bastaría cambiar una línea de su ley para incluir la prohibición de la apología del cualquier dictadura o movimiento totalitario, y entonces no podrán quejarse de una eventual prohibición del comunismo en España. Al fin y al cabo, ellos ofrecieron la receta para llegar a ese punto.

Elentir

lunes, 22 de junio de 2020

LA VERDADERA NOCIÓN DE CIVITAS HUMANA, SEGÚN LA DOCTRINA DE LA IGLESIA, ES CONTRARIA AL COMUNISMO (2 de 5)



III. OPUESTA Y LUMINOSA DOCTRINA DE LA IGLESIA


25. Expuestos los errores y los métodos violentos y engañosos del comunismo bolchevique y ateo, es hora ya, venerables hermanos, de situar brevemente frente a éste la verdadera noción de la civitas humana, de la sociedad humana; esta noción no es otra, como bien sabéis, que la enseñada por la razón y por la revelación por medio de la Iglesia, Magistra gentium.

Suprema realidad: ¡Dios!

26. La afirmación fundamental es ésta: por encima de toda otra realidad está el sumo, único y supremo ser, Dios, Creador omnipotente de todas las cosas, juez sapientísimo de todos los hombres. Esta suprema realidad, Dios, es la condenación más absoluta de las insolentes mentiras del comunismo. Porque la verdad es que no porque los hombres crean en Dios, existe Dios, sino que, porque Dios existe, creen en El y elevan a El sus súplicas todos los hombres que no cierran voluntariamente los ojos a la verdad.

El hombre y la familia según la razón y la fe

27. En cuanto a lo que la razón y la fe católica dicen del hombre, Nos hemos expuesto los puntos fundamentales sobre esta materia en la encíclica sobre la educación cristiana [13]. El hombre tiene un alma espiritual e inmortal; es una persona, dotada admirablemente por el Creador con dones de cuerpo y de espíritu (...) que supera extraordinariamente en valor a todo el inmenso mundo inanimado. Dios es el último fin exclusivo del hombre en la vida presente y en la vida eterna; la gracia santificante, elevando al hombre al grado de hijo de Dios, lo incorpora al reino de Dios en el Cuerpo místico de Cristo
Por consiguiente, Dios ha enriquecido al hombre con múltiples y variadas prerrogativas: el derecho a la vida y a la integridad corporal; el derecho a los medios necesarios para su existencia; el derecho de tender a su último fin por el camino que Dios le ha señalado; el derecho, finalmente, de asociación, de propiedad y del uso de la propiedad.
28. Además, tanto el matrimonio como su uso natural son de origen divino; de la misma manera, la constitución y las prerrogativas fundamentales de la familia han sido determinadas y fijadas por el Creador mismo, no por la voluntad humana ni por los factores económicos. De estos puntos hemos hablado ampliamente en la encíclica sobre el matrimonio cristiano [14] y en la encíclica, ya antes citada, de la educación cristiana de la juventud. 

Lo que es la sociedad

Derechos y deberes mutuos entre el hombre y la sociedad

29. Pero Dios ha ordenado igualmente que el hombre tienda espontáneamente a la sociedad civil, exigida por la propia naturaleza humana. En el plan del Creador, esta sociedad civil es un medio natural del que cada ciudadano puede y debe servirse para alcanzar su fin, ya que el Estado es para el hombre y no el hombre para el Estado. Afirmación que, sin embargo, no debe ser entendida en el sentido del llamado liberalismo individualista, que subordina la sociedad a las utilidades egoístas del individuo, sino sólo en el sentido de que, mediante la ordenada unión orgánica con la sociedad, sea posible para todos, por la mutua colaboración, la realización de la verdadera felicidad terrena, y, además, en el sentido de que en la sociedad hallen su desenvolvimiento todas las cualidades individuales y sociales insertas en la naturaleza humana, las cuales superan el interés particular del momento y reflejan en la sociedad civil la perfección divina; cosa que no puede realizarse en el hombre separado de toda sociedad. 

Pero también estos fines están, en último análisis, referidos al hombre, para que, reconociendo éste el reflejo de la perfección divina, sepa convertirlo en alabanza y adoración del Creador. Sólo el hombre, la persona humana y no las sociedades, sean las que sean, está dotado de razón y de voluntad moralmente libre.

30. Ahora bien: de la misma manera que el hombre no puede rechazar los deberes que le vinculan con el Estado y han sido impuestos por Dios, y por esto las autoridades del Estado tienen el derecho de obligar al ciudadano al cumplimiento coactivo de esos deberes cuando se niega ilegítimamente a ello, así también la sociedad no puede despojar al hombre de los derechos personales que le han sido concedidos por el Creador —hemos aludido más arriba a los fundamentales— ni imposibilitar arbitrariamente el uso de esos derechos. Es, por tanto, conforme a la razón y exigencia imperativa de ésta, que, en último término, todas las cosas de la tierra estén subordinadas como medios a la persona humana, para que por medio del hombre encuentren todas las cosas su referencia esencial al Creador. Al hombre, a la persona humana, se aplica lo que el Apóstol de las Gentes escribe a los corintios sobre el plan divino de la salvación cristiana: Todo es vuestro, y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios (1Cor 3,23). 
Mientras el comunismo empobrece a la persona humana, invirtiendo los términos de la relación entre el hombre y la sociedad, la razón y la Revelación, por el contrario, la elevan a una sublime altura.
El orden económico -social (...)

31. Hemos demostrado (...) que los medios para s
alvar al Estado actual de la triste decadencia en que lo ha hundido el liberalismo amoral no consiste en la lucha de clases y en el terrorismo ni en el abuso autocrático del poder del Estado, sino en la configuración y penetración del orden económico y social por los principios de la justicia social y de la caridad cristiana. (...)

Jerarquía social y prerrogativas del Estado


32. (...) Y aquí se hace necesaria una advertencia: es errónea la afirmación de que todos los ciudadanos tienen derechos iguales en la sociedad civil y no existe en el Estado jerarquía legítima alguna. Bástenos recordar, a este propósito las encíclicas de León XIII antes citadas, especialmente las referentes a la autoridad política [17] y a la constitución cristiana del Estado [18]. En estas encíclicas encuentran los católicos luminosamente expuestos los principios de la razón y de la fe, que los capacitarán para defenderse contra los peligrosos errores de la concepción comunista del Estado
(...) El hombre, lo mismo que el Estado, tiene su origen en el Creador, y el hombre y el Estado están por Dios mutuamente ordenados entre sí; por consiguiente, ni el ciudadano ni el Estado pueden negar los deberes correlativos que pesan sobre cada uno de ellos, ni pueden negar o disminuir los derechos del otro. Ha sido el Creador en persona quien ha regulado en sus líneas fundamentales esta mutua relación entre el ciudadano y la sociedad, y es, por tanto, una usurpación totalmente injusta la que se arroga el comunismo al sustituir la ley divina, basada sobre los inmutables principios de la verdad y de la caridad, por un programa político de partido, derivado del mero capricho humano y saturado de odio. 

Belleza de esta doctrina de la Iglesia

33.(...) La doctrina católica no separa la justa preocupación por los bienes temporales de la solicitud activa por los bienes eternos. Si subordina el bien temporal al eterno, según la palabra de su divino Fundador: Buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todo lo demás se os dará por añadidura (Mt 6,33) está, sin embargo, bien lejos de desinteresarse de las cosas humanas y de perjudicar el progreso de la sociedad y sus ventajas temporales; porque, todo lo contrario, esta doctrina sostiene y promueve esta actividad del modo más racional y más eficaz posible. La Iglesia, en efecto, aunque nunca ha presentado como suyo un determinado sistema técnico en el campo de la acción económica y social, por no ser ésta su misión, ha fijado, sin embargo, claramente las principales líneas fundamentales, que si bien son susceptibles de diversas aplicaciones concretas, según las diferentes condiciones de tiempos, lugares y pueblos, indican, sin embargo, el camino seguro para obtener un feliz desarrollo progresivo del Estado.

34. La gran sabiduría y extraordinaria utilidad de esta doctrina está admitida por todos los que verdaderamente la conocen. Con razón han podido afirmar insignes estadistas que, después de haber estudiado los diversos sistemas económicos, no habían hallado nada más razonable que los principios económicos expuestos en las encíclicas Rerum novarum y Quadragesimo anno. También en las naciones cristianas no católicas, más aún, en naciones no cristianas, se reconoce la extraordinaria utilidad que para la sociedad humana representa la doctrina social de la Iglesia; así, hace ahora apenas un mes, un eminente hombre político no cristiano del Extremo Oriente ha opinado sin vacilación que la Iglesia, con su doctrina de paz y de fraternidad cristiana, aporta una contribución valiosísima al establecimiento y mantenimiento de una paz constructiva entre las naciones. E incluso los mismos comunistas —cosa que sabemos por relaciones fidedignas que afluyen de todas partes a este centro de la cristiandad—, si no están totalmente corrompidos, cuando oyen la exposición de la doctrina social de la Iglesia reconocen la radical superioridad de ésta sobre las doctrinas de sus jerarcas y maestros. Solamente los espíritus cegados por la pasión y por el odio cierran sus ojos a la luz de la verdad y la combaten obstinadamente.

La Iglesia ha obrado conforme a esta doctrina

35. Pero los enemigos de la Iglesia, aunque obligados a reconocer la superior sabiduría de la doctrina católica, acusan, sin embargo, a la Iglesia de no haber sabido obrar de acuerdo con sus principios, y por esto afirman que hay que buscar otros caminos. 
Toda la historia del cristianismo demuestra la falsedad y la injusticia de esta acusación. Porque, limitando nuestra breve exposición a algún hecho histórico característico, 
ha sido el cristianismo el primero en proclamar, en una forma y con una amplitud y firmeza hasta entonces desconocidas, la verdadera y universal fraternidad de todos los hombres, de cualquier condición y estirpe, contribuyendo así poderosamente a la abolición eficaz de la esclavitud, no con revoluciones sangrientas, sino por la fuerza intrínseca de su doctrina, que a la soberbia patricia romana hacía ver en su esclava una hermana en Cristo. (...)
38. Se puede afirmar, por tanto, con toda certeza, que la Iglesia, como Cristo, su fundador, pasa a través de los siglos haciendo el bien a todos. No habría ni socialismo ni comunismo si los gobernantes de los pueblos no hubieran despreciado las enseñanzas y las maternales advertencias de la Iglesia; pero los gobiernos prefirieron construir sobre las bases del liberalismo y del laicismo otras estructuras sociales, que, aunque a primera vista parecían presentar un aspecto firme y grandioso, han demostrado bien pronto, sin embargo, su carencia de sólidos fundamentos, por lo que una tras otra han ido derrumbándose miserablemente, como tiene que derrumbarse necesariamente todo lo que no se apoya sobre la única piedra angular, que es Jesucristo

Necesidad de recurrir a medios de defensa

39. Esta es, venerables hermanos, la doctrina de la Iglesia, la única doctrina que, como en todos los demás campos, también en el terreno social puede traer la verdadera luz y ser la salvación frente a la ideología comunista. Pero es absolutamente necesario que esta doctrina se proyecte cada vez más en la vida práctica, conforme al aviso del apóstol Santiago: Poned en práctica la palabra y no os contentéis sólo con oírla, engañándoos a vosotros mismos (St 1,22); por esto, lo más urgente en la actualidad es aplicar con energía los oportunos remedios para oponerse eficazmente a la amenazadora catástrofe que se está preparando, Nos albergamos la firme confianza de que la pasión con que los hijos de las tinieblas trabajan día y noche en su propaganda materialista y atea servirá para estimular santamente a los hijos de la luz a un celo no desemejante, sino mayor, por el honor de la Majestad divina.

40. ¿Qué es, pues, lo que hay que hacer? ¿De qué remedios es necesario servirse para defender a Cristo y la civilización cristiana contra este pernicioso enemigo? Como un padre con sus hijos en el seno del hogar, Nos queremos conversar con todos vosotros en la intimidad acerca de los deberes que la gran lucha de nuestros días impone a todos los hijos de la Iglesia; avisos que deseamos dirigir también a todos aquellos hijos que han abandonado la casa paterna.

martes, 21 de enero de 2020

Inmolar las aulas a la ideología (Roberto Esteban Duque)



Querer silenciar el derecho que asiste a los padres en la educación de sus hijos, inmolando las aulas en el altar pagano de leyes abominables que implementan la «ideología de género» en las escuelas, debe conducir al derecho a resistir, a la obligación de practicar la resistencia de las familias, exigiendo el respeto a no imponer un credo totalitario que refrende en los colegios públicos o concertados la confusión creada por la ley. 

La histérica reacción gubernamental a la objeción de conciencia simbolizada en el «pin parental», reclamando una adhesión sin fisuras a la ingeniería de cuerpos y almas, al nuevo hombre corporativo diseñado desde una dictadura educativa alojada en una democracia formal, y activando la judicialización de la acción política, conmina con destruir la familia con el único propósito de cancelar este espacio de libertad que de otro modo escaparía a su férrea vigilancia.

La concepción moral del Estado, por medio de la supremacía moral otorgada a la Ley sobre el Derecho, está provocando una indignación justificada en buena parte de la sociedad. El reconocimiento legal de la indiferenciación sexual causará un daño inconmensurable difícil de reparar en futuras generaciones. El prometeísmo de la ley, su instrumentalización al servicio del poder o su utilización para instaurar la moralidad pública, nos lleva a un nuevo sistema de creencias, sustentando por blasfemos creyentes que pretenden definir el sentido de la existencia humana desde la subordinación de la persona a un nuevo orden estatal. El cambio de mentalidad pretendido a través de la educación sólo podrá tener éxito cuando los hijos, adoctrinados por el Estado, se conviertan no ya en extranjeros al mundo de sus padres sino en verdaderos parricidas, quedando al fin libres de cualquier hipoteca opresiva basada en la autoridad y en las costumbres.

La acción disolvente que sobre la familia está creando el nuevo gobierno, donde se prioriza la salvaguardia de las libertades individuales y la coordinación de derechos, responde a una concepción roussoniana que ve al hombre naturalmente inocente, y a su obrar, tanto mejores cuanto más cerca estén de una espontaneidad sin influencias o bajo el estricto sometimiento de un Estado-gendarme donde la concreción del poder se establece a través de leyes optimizadoras de un pensamiento que deviene mera ideología. 

El estatismo que todo lo impregna espolea el sano juicio frente a la barbarie: nadie renunciaría a la influencia educativa y moral sobre sus hijos, ni abandonaría a éstos a cualquier influjo de un pensamiento único que determine la educación de los niños.

El odio a la naturaleza humana, el mismo orden del ser que la clase política está empeñada en dilapidar desde las legislaciones y el Estado, el desaforado tránsito antropológico que la sociedad europea padece, nos precipita hacia un positivismo jurídico y un poder absoluto del legislador, donde el individuo está cada vez más aislado y es más controlable desde la fragmentación de la sociedad creada por el legislador

El fin inevitable es la desontologización de la persona y del sexo, la degradación pertinaz del matrimonio y la familia, la institución más vulnerable y necesaria de la sociedad. Si, como afirma Chesterton, «mientras los hijos sean pequeños siempre tendrán que obedecer a alguien», procuremos que, lejos de someterse a una intencionada finalidad política de deconstrucción de la sociedad y restaurando pacientemente las raíces y los fundamentos antropológicos, esa obediencia recaiga en quienes más amor les procuran desde sus primeros pasos.

Roberto Esteban Duque

martes, 7 de enero de 2020

Sánchez presidente: los comunistas entran en el Gobierno de España, tras 84 años (Eulogio López)



Por 167 votos contra 165 Pedro Sánchez Pérez-Castejón será presidente del Gobierno español, con un gobierno de coalición con los comunistas de Podemos y con un apoyo de lo más variado: burgueses y proletarios independentistas, tanto vascos como catalanes.

Y tras ser votado para el cargo, Sánchez se entretuvo con los fotógrafos, incluso se hizo una foto con ellos, pero se negó a responder a los redactores, tal y como lleva haciendo desde que pergeñó su progresista Gobierno de coalición. Porque al hablar hay que pensar, para mirar no es estrictmente necesario. 
Sánchez se entretuvo con los fotógrafos, incluso se hizo una foto con ellos, pero se negó a responder a los redactores
En resumen, Pedro Sánchez Pérez-Castejón ha llegado mucho más allá en su izquierda progresista que cualquiera de sus antecesores: gobierno de coalición con los comunistas, algo que no ocurría en España desde septiembre de 1936, ya iniciada la guerra civil. A eso, unan que la calición social-comunista sólo se mantendrá con el apoyo de los anticonstitucionalistas de ERC y PNV, dos febriles odiadores de España. 

Pablo Iglesias lloró tras saberse vicepresidente (minutos finales del vídeo que se puede ver en el tuit inferior). Este viejo corazón no puede resistir tantas emociones pero no dejamos de pensar que la investidura de Sánchez, que ha tenido lugar este martes 7 de enero, ha resultado un tanto gazmoño.

A partir de ahora, quienes están en peligro son, por este orden: los católicos, el Rey, los medios informativos, los débiles, los propietarios y la excelencia. Este es un gobierno muy creativo.
Los catolicos serán los primeros en ser atacados por el Ejecutivo social-comunista. No olviden que lo único que une a socialistas, comunistas y ncionalistas es su cristofobia. En ese terreno compiten Sánchez e Iglesias y el primero ya ha hablado de asfixia económicamente a la iglesia, eliminar la enseñanza católica y promulgar la eutanasia. Para hacer boca. Y ha inaugurado el término clerical como insulto. 
No olviden que lo único que une a socialistas, comunistas y ncionalistas es su cristofobia
El Rey que no se atrevió a hacer lo que tenía que hacer -canalizar la operación Borrell- para pararle los pies a los independentistas, se ha convertido ahora en rehén de un Sánchez a quien poco le importa que el Rey no siga en Zarzuela si él continúa en La Moncloa. SM Felipe VI se ha labrado su propia ruina y puede acabar en el exilio.

Con el nuevo Gobierno tampoco lo pasarán bien los medios informativos. Nada más terminar la sesión, el nuevo presidente se fotografió con los fotógrafos pero no se detuvo ni un minuto con los periodistas. En nombre de la lucha contra las falsas noticias, Sánchez se dispone a cargarse a la prensa independiente.

A la progresía nunca le han gustado los débiles: ni los niños no nacidos ni los ancianos terminales. Por eso, ha decidido legalizar la eutanasia.
 
Ojo a los propietarios, que contra ellos apunta toda la política de PSOE y de Podemos, basada en la subvención, para el nuevo Gobierno la propiedad es un robo y lo que importa es controlar, a través de Hacienda, el dinero de los demás.

Por último, y no menos importante la excelencia, y con ella más meritocracia, lo va a pasar mal. No olviden que el socialismo -no digamos nada el comunismo- es la generalización de la envidia.

No lo duden: hubiera sido mejor convocar unas terceras elecciones.

Eulogio López