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martes, 15 de noviembre de 2022

Así es la iniciativa provida contra la que Irene Montero lanzó un bulo calumnioso


Los activistas proaborto llevan años recurriendo a las más burdas mentiras para justificar y promover ese cobarde crimen contra los más indefensos.



La mentira, un arma habitual de los activistas proaborto

El objetivo de esas mentiras es triple: el primer lugar, deshumanizar y cosificar a la víctima del aborto, para que esta atrocidad parezca algo tan inocuo como quitarse un grano y la sociedad acabe acostumbrándose a ese crimen; en segundo lugar, engañar a las madres embarazadas, haciéndoles creer que el aborto no tiene efectos adversos para ellas; y en tercer lugar, desprestigiar a quienes defienden el derecho a la vida de los hijos por nacer, presentándolos como personas odiosas que se dedican a insultar y acosar a las mujeres.

El bulo calumnioso lanzado por Irene Montero contra los provida

Un nuevo ejemplo de las mentiras de los activistas proaborto lo hemos tenido a raíz de unas declaraciones de la ministra Irene Montero en un viaje a Argetina. Una vez más, la dirigente de extrema izquierda ha acusado falsamente a los provida de acosar e insultar a las mujeres que van a abortar, una mentira que los grupos de presión proaborto y sus medios afines no cesan de repetir, pero sobre la que no han mostrado ni una sola prueba de tales cosas. Simplemente se aferran a la vieja máxima de la propaganda de que una mentira repetida muchas veces acaba tomándose por una verdad. El viejo "miente, que algo queda".

Pero esta vez la ministra ha añadido una mentira más a su repertorio habitual de bulos: ha acusado a los provida de acosar a las mujeres "metiéndolas en camiones o furgonetas en las que las obligan a hacerse ecografías para poder mostrarles los fetos y por tanto intentar convencerlas de que no interrumpan el embarazo". Esto es algo peor que una mentira: es una calumnia, ya que la ministra está imputando falsamente dos delitos (coacciones y secuestro) a los provida. Si la ministra tuviese pruebas de esos delitos (no las ha presentado) debería acudir a los tribunales a presentarlas. En realidad ha mentido, y lo que debe hacer una ministra que lanza calumnias es dimitir o ser cesada.



Así es en realidad la iniciativa provida a la que calumnia Montero

Por lo demás, en España sólo hay una iniciativa que dispone de un vehículo que ofrece ecografías a las mujeres que van a abortar: se llama Ambulancia Vida. Es un proyecto que no recibe subvenciones y se mantiene sólo gracias a donativos y a la labor que hace un grupo de voluntarios, entre los que hay profesionales sanitarios. Esta iniciativa cuenta con todos los permisos legales para desarrollar esa actividad y ofrece ecografías de forma gratuita y VOLUNTARIA a aquellas mujeres que quieren hacérselas. Ya os hablé sobre esa iniciativa aquí en 2016, cuando inició su andadura de la mano de la plataforma Derecho a Vivir.

Si hubiese siquiera una sola denuncia de alguna mujer contra la Ambulancia Vida, los políticos proaborto y sus palmeros mediáticos ya se habrían encargado de difundirla por doquier, aunque fuese una denuncia falsa. Pero no ha habido ni una. Y como no hay denuncias, Irene Montero se inventa falsas acusaciones para desprestigiar a los provida. Una auténtica miserable, y no ya porque recurra a la mentira para ensuciar el honor de quienes no opinan como ella (lo cual ya es despreciable), sino porque lo hace para seguir promoviendo una atrocidad contra los más inocentes e indefensos. Ya no se puede caer más bajo.


Podéis escuchar aquí las palabras de Irene Montero y el testimonio de una de las mujeres que recibieron la ayuda de los voluntarios de la Ambulancia Vida (hoy, gracias a ellos, es madre de un precioso niño):

Duración 2:14 minutos


La actitud de Montero es un recordatorio de que el mal existe

Para terminar, hay que reconocer que el hecho de que esa ministra mienta responde, ante todo, a una tradición ideológica: Irene Montero ha reconocido que es comunista, y el movimiento totalitario al que pertenece ha tenido la desfachatez de llamar "democracias populares" a brutales dictaduras. Recurrir a mentiras y calumnias para defender una atrocidad es lo que comunistas como ella vienen haciendo sin cesar desde hace más de un siglo. Esto debería servirnos, además, de recordatorio: el mal existe y hay personas que se dejan corromper moralmente hasta extremos escalofriantes. Lo que hacen al mentir es peccata minuta al lado del hecho de defender una matanza de inocentes.

Elentir