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sábado, 9 de enero de 2021

EXECUTIVE INTELLIGENCE REVIEW: A QUIÉN BENEFICIA LA INSURRECCIÓN EN EL CAPITOLIO DE EEUU

 MENTE ALTERNATIVA

DURACIÓN 20:29 MINUTOS


El corresponsal en México de la revista Executive Intelligence Review, Ing. Gerardo Castilleja, habla del caso Assange y del caos que se vive en los Estados Unidos tras el fraude electoral y la insurrección de bandera falsa al Capitolio el 6 de enero de 2021. ¿Realmente beneficia a Trump un evento como ese, o fue una oportuna cortina de humo lanzada por sus enemigos para evitar que algunos senadores expusieran las evidencias del fraude en el Congreso?

lunes, 9 de noviembre de 2020

La verdad existe de por sí independientemente de quien le dé crédito

ADELANTE LA FE


El mundo en el que vivimos está, por decirlo con una expresión evangélica, «dividido contra sí mismo» (Mt.12,25). A mi juicio, esta división se compone de realidad y de ficción: por un lado la realidad objetiva, y por otra la ficción mediática. Esto se aplica también a la pandemia, la cual el filósofo Giorgio Agamben ha analizado en la compilación de intervenciones titulada A che punto stiamo, recientemente publicada por la editorial Quodlibet, pero se aplica mejor todavía a la surrealista situación política de los EE.UU., en la cual las pruebas de un un enorme fraude electoral han sido impunemente censuradas en los medios informativos dando por hecho la victoria de Joe Biden.

La realidad del Covid contrasta claramente con lo que nos quieren hacer creer los medios que siguen la línea oficial, pero ello no es suficiente para desmontar el gigantesco montaje de falsedades que ha sido aceptado con resignación por la mayor parte de la población. La realidad de los fraudes electorales, de las evidentes violaciones del reglamento y la falsificación sistemática de los resultados contrasta a su vez con el discurso de los gigantes de la información, para los cuales Joe Biden es el nuevo presidente de los Estados Unidos, y punto. Y así tiene que ser: no hay alternativas a la presunta furia devastadora de una gripe estacional que ha causado el mismo número de víctimas mortales que el año pasado, ni a la irremediabilidad de la elección de un candidato corrupto y sometido al estado profundo. Tanto es así que Biden ya ha prometido restablecer el confinamiento en los EE.UU.

No se tiene en cuenta la realidad, se prescinde totalmente de ella, dado que se interpone entre el plan y su realización. El Covid y Biden son dos hologramas, dos creaciones artificiales listas en todo momento para ajustarse a las exigencias del momento y ser sustituidas respectivamente por el Covid 21 y por Kamala Harris. Se lanzan acusaciones de irresponsabilidad por la celebración de mítines de partidarios de Trump, pero no pasa nada si en la vía pública se concentran los de Biden, como ya sucedió en EE.UU. con las manifestaciones del movimiento Black Lives Matter y en Italia con las celebraciones partidistas del 25 de abril. Lo que para algunos es delito, a otros se les consiente sin dar explicaciones, sin lógica y sin criterios racionales. Porque el mero hecho de votar por Biden, de ponerse la mascarilla, es un salvoconducto absoluto; en cambio, si se es de derecha, se vota por Trump o se pone en duda la eficacia de las pruebas PCR es un motivo de condena que no requiere pruebas ni proceso. Automáticamente te tildan de fascista, soberanista, populista y negacionista, estigma social ante el que deben retirarse en silencio cuantos son objeto de él.

Volvamos a la división entre buenos y malos que es objeto de ridiculización cuando es afirmada por una parte –la nuestra– y erigida en postulado incontestable cuando la emplean nuestros adversarios. Ya lo vimos con los comentarios desdeñosos a mis palabras sobre los hijos de la Luz y los hijos de las tinieblas, como si mi tono apocalíptico fuera fruto de una mente delirante en lugar de la simple constatación de la realidad. Pero al rechazar con desdén esta división bíblica de la humanidad la han confirmado, limitándose a arrogarse el derecho de conceder patentes de legitimidad social, política y religiosa.
Los buenos son ellos, aunque propugnen el asesinato de inocentes, y nosotros tendremos que darles la razón. Los demócratas son ellos, aunque para ganar las elecciones tengan que recurrir siempre a fraudes que saltan a la vista. Los paladines de la libertad son ellos, aunque nos la vayan cercenando día a día. Los honrados y objetivos son ellos, aunque su corrupción y sus delitos los ven ya hasta los ciegos. La actitud dogmática que desprecian y ridiculizan en otros es algo indiscutible e incontrovertible cuando son ellos quienes la promueven.
Pero como ya tuve oportunidad de decir, olvidan un pequeño detalle que no alcanzan a comprender: la verdad existe de por sí independientemente de quien le dé crédito, porque por sí misma, ontológicamente, tiene su propia razón de validez. La verdad no se puede negar, porque es un atributo de Dios, es Dios mismo. Y todo lo que es verdadero participa de esa primacía sobre la mentira. Por tanto, teológica y filosóficamente podemos tener la certeza de que esos engaños tienen las horas contadas, porque bastará arrojar luz sobre ellos para que se desmoronen. Luz y tinieblas, ni más ni menos. Dejemos ahora que se arroje luz sobre las imposturas de Biden y los demócratas sin dar un paso atrás. El fraude que han tramado contra Trump y contra Estados Unidos no podrá sostenerse por mucho tiempo, como tampoco se sostendrán los fraudes mundiales del Covid, la culpa de la dictadura china, la complicidad de los corruptos y los traidores y el sometimiento de la iglesia profunda.

En medio de este panorama de mentiras erigidas en sistema y propagadas por los medios con un descaro desconcertante, la elección de Joe Biden no es sólo algo que desean, sino que se considera inevitable, y por tanto verdadera y definitiva. Aunque no haya terminado el escrutinio; aunque el control de votos y las denuncias de fraude no hayan hecho más que comenzar; Biden tiene que ser presidente, porque así lo han decidido ellos: el voto de los estadounidenses sólo es válido si lo ratifica este discurso; de lo contrario se convierte en deriva plebiscitaria, en populismo, en fascismo.

No sorprende, pues, el entusiasmo grosero y violento con que exultan los demócratas por su candidato in pectore, ni la incontenible satisfacción de los medios informativos y los comentaristas oficiales, como tampoco la constatación de sometimiento cómplice y adulador al estado profundo por parte de los dirigentes políticos de medio mundo. Asistimos a una competición a ver quién llega primero, abriéndose paso a codazos para hacer alarde, para hacer ver que siempre se creyó en la victoria aplastante del títere demócrata.

Pero si la actitud lisonjera de los jefes de estado y secretarios de partido es parte del trillado guión de la izquierda internacional, desconciertan sobremanera las declaraciones de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, las cuales se apresuró a reproducir la agencia Vatican News, que con inquietante cortedad de miras se atribuyen el mérito de haber apoyado al segundo presidente católico en la historia de los EE.UU., olvidando el importante detalle de que Biden es un abortista empedernido y apoya la ideología LGTB y el mundialismo anticatólico

José H. Gómez, arzobispo de Los Ángeles, profanando la memoria de los mártires cristeros de su país natal, sentencia lapidario: «El pueblo estadounidense ha hablado». Qué más dan los fraudes electorales denunciados y sobradamente probados; el fastidioso formalismo del voto popular, si bien adulterado de mil maneras, se considera concluido en favor del abanderado del pensamiento único. Hemos leído, y nos ha causado náuseas, los mensajes de James Martin SJ y de toda la caterva de aduladores impacientes por subirse al carro de la victoria para compartir con Biden el efímero triunfo. A quien disiente, a quien pide claridad, a quien recurre a las autoridades judiciales para hacer valer sus derechos no se le reconoce legitimidad, y se ve obligado a callar, resignarse y desaparecer. Peor aún: tiene que sumarse al coro exultante, aplaudir y sonreír. Quien no acepta, atenta contra la democracia y es condenado al ostracismo. Como se ve, sigue habiendo dos bandos, pero esta vez es algo legítimo e indiscutibles porque son ellos los que lo imponen.

Resulta significativo que la Conferencia Episcopal de EE.UU. y la organización abortista Planned Parenthood expresen satisfacción por la presunta victoria electoral de la misma persona. Tal unanimidad recuerda el apoyo entusiasta de las logias masónicas a la elección de Jorge Mario Bergoglio, que tampoco estuvo exenta de sospechas de fraude en el cónclave y era igualmente deseada por el estado profundo, como es sabido por los correos de John Podesta y los vínculos de McCarrick y sus compinches con los demócratas y con el propio Biden. Dios los cría y ellos se juntan.

Con estas palabras se confirma y sella la impía alianza entre el estado profundo y la iglesia profunda, el sometimiento de la cúpula de la jerarquía católica al Nuevo Orden Mundial renegando de las enseñanzas de Cristo y de la doctrina de la Iglesia. El primer e ineludible paso para entender la complejidad de lo que actualmente sucede y verlo desde una perspectiva sobrenatural y escatológica es darse cuenta de ello. Sabemos y creemos firmemente que Cristo, única Luz verdadera del mundo, ya ha vencido a las tinieblas que lo ocultan.

+Carlo Maria Viganò, arzobispo

8 de noviembre de 2020, domingo XXIII después de Pentecostés

La extraña alianza entre el Vaticano y Biden (Carlos Esteban)



Desde la COPE hasta la propia Conferencia Episcopal de Estados Unidos, la opinión oficial de la jerarquía católica parece especialmente satisfecha con la presunta victoria de Biden, hasta el punto de saltarse la puntillosa diplomacia eclesial para llamarle presidente electo simplemente porque así le ha declarado la prensa.

Ya sabemos que los católicos no debemos ‘obsesionarnos’ por el aborto, aunque en realidad no sabemos muy bien por qué. Si uno cree realmente que el feto es completamente humano, dotado de la misma dignidad que cualquier persona, siendo totalmente inocente e implicando su aniquilación a su propia madre, no entiendo bien cómo no podría ser el tema político que más podría interesar a la Iglesia Católica. Desde su consagración como derecho constitucional hasta hoy ha causado más de cincuenta millones de víctimas. ¿No clama al cielo? ¿Qué causa puede haber más clara y, a la vez, más (literalmente) sangrante?

Pues ya ven: el ‘católico’ Biden es un abierto y vociferante partidario del aborto, hasta el punto de anunciar que promocionará una ley federal asegurando este ‘derecho’ en el caso de que el Supremo dé la vuelta al caso Wade contra Roe, mientras que Trump ha sido el presidente más provida desde los setenta. ¿Por qué, entonces, tanto alborozo por parte de la jerarquía católica?

Se explica así: Biden ha anunciado que volverá a los acuerdos de París contra el Cambio Climático (en realidad, una transferencia de renta hacia China) y que legalizará a los inmigrantes ilegales, que casualmente son las obsesiones políticas del Santo Padre.

Pero Su Santidad también ha resaltado en numerosas ocasiones otro valor central en la política internacional, subrayándolo recientemente tras insistir sobre ello en su última encíclica, Fratelli tutti. La guerra provoca muertos indudables, pérdida de vidas que incluso los más ardientes abortistas concederán que son humanas.

Es lo que uno nunca ve señalado en, digamos, los alegatos del mediático jesuita James Martin cuando trata de diluir el escándalo del aborto con la pena de muerte, como si eso produjese una especie de empate entre su hombre, Biden, y el ‘diabólico’ Trump. Nunca, digo, fuente jerárquica alguna hace mención del hecho de que Biden ha votado a favor de todas las innecesarias y remotas guerras iniciadas por Estados Unidos desde la Administración Clinton (bombardeos sobre Belgrado), y Obama, Nobel de la Paz, arrojó más bombas sobre más países que ningún otro presidente desde la Segunda Guerra Mundial.

Por el contrario, Trump no solo no ha iniciado ninguna, sino que ha sido instrumental para dos paces que parecían imposibles: entre las dos Coreas y entre Israel y los países árabes. ¿Han oído un solo aplauso por este logro? ¿Ha felicitado el Vaticano a Trump por su extraordinario historial como pacífico y pacificador?

Lo que uno concluye, al final, con no poca tristeza es que incluso en esto nuestra Iglesia institucional sigue a las élites seculares y se sube al carro de un maniqueísmo que no tiene asidero alguno en nuestra doctrina moral.

Carlos Esteban

viernes, 6 de noviembre de 2020

El Vaticano revela su preferencia por el ultraabortista Biden (Carlos Esteban)

 INFOVATICANA


Lo hace a través de su órgano oficial online, Vatican News, con un artículo titulado: “El futuro del clima mundial depende también del voto en los Estados Unidos”. No recordamos ninguno en plena campaña que recordara que el futuro de la masacre del aborto depende de ese mismo voto.

Porque, naturalmente, ese “futuro del clima mundial” solo se salvará si gana el tándem Biden-Harris. Que ambos se hayan mostrado entusiastas de ‘amarrar’ el ‘derecho’ al aborto y ampliarlo todo lo posible no parece quitar el sueño a los responsables de la comunicación vaticana, al menos no tanto como el ‘clima’.

Naturalmente, el titular es, si no completamente falso, al menos lo bastante dudoso como para que resulte desconcertante en un una fuente oficial de la Santa Sede. Incluso si supiéramos con total certeza que el clima mundial entra de forma estable y continuada en una nueva fase -algo que lleva sucediendo desde que exista el planeta, mucho antes de la aparición del ser humano, no digamos de su uso de combustibles fósiles-, es un salto de fe enorme suponer que la firma de unos acuerdos iba a obrar el milagro de detener semejante proceso planetario. De hecho, este tipo de acuerdos lleva décadas firmándose sin que el efecto sea otro que el de enriquecer a los profetas del apocalipsis verde.

Quizá los más maliciosos pudieran, pero creo que muy pocos de los que escuchamos en su día decir al Santo Padre que los católicos no debíamos “obsesionarnos” con temas de vida y familia podíamos sospechar que se acabaría primando una teoría pseudocientífica impuesta por el poder y los medios sobre la masacre deliberada, masiva y protegida por las autoridades de niños no nacidos en el vientre de sus madres.


En general, los medios vaticanos se han mostrado renuentes, por decirlo suave, a reconocer los avances logrados por Donald Trump en el vital frente provida, y la propia jerarquía eclesiástica norteamericana ha jugado mayoritariamente a quitar hierro de esta tragedia para impedir que los fieles dejen de votar demócrata
.

Carlos Esteban

jueves, 5 de noviembre de 2020

Archbishop Viganò to American Catholics: Do Not Be Discouraged by the Enemy, Even in This Terrible Hour




MESSAGE
OF ARCHBISHOP CARLO MARIA VIGANÒ
TO AMERICAN CATHOLICS
AND TO ALL AMERICANS OF GOOD WILL


Dear Brothers and Sisters,

As devout Christians and faithful citizens of the United States of America, you have intense and heartfelt concern for the fate of your beloved country while the final results of the Presidential election are still uncertain.

News of electoral fraud is multiplying, despite the shameful attempts of the mainstream media to censor the truth of the facts in order to give their candidate the advantage. There are states in which the number of votes is greater than the number of voters; others in which the mail-in vote seems to be exclusively in favor of Joe Biden; others in which the counting of ballots has been suspended for no reason or where sensational tampering has been discovered: always and only against President Donald J. Trump, always and only in favor of Biden.

In truth, for months now we have been witnessing a continuous trickle of staggered news, of manipulated or censored information, of crimes that have been silenced or covered up in the face of striking evidence and irrefutable testimony. We have seen the deep state organize itself, well in advance, to carry out the most colossal electoral fraud in history, in order to ensure the defeat of the man who has strenuously opposed the establishment of the New World Order that is wanted by the children of darkness. In this battle, you have not failed, as is your sacred duty, to make your own contribution by taking the side of the Good. Others, enslaved by vices or blinded by infernal hatred against Our Lord, have taken the side of Evil.

Do not think that the children of darkness act with honesty, and do not be scandalized if they operate with deception. Do you perhaps believe that Satan’s followers are honest, sincere, and loyal? The Lord has warned us against the Devil: “He was a murderer from the beginning and does not stand in truth, because there is no truth in him. When he tells a lie, he speaks in character, because he is a liar and the father of lies” (Jn 8:44).

In these hours, while the gates of Hell seem to prevail, allow me to address myself to you with an appeal, which I trust that you will respond to promptly and with generosity. I ask you to make an act of trust in God, an act of humility and filial devotion to The Lord of Armies. I ask that all of you pray the Holy Rosary, if possible in your families or with your dear ones, your friends, your brothers and sisters, your colleagues, your fellow soldiers. Pray with the abandonment of children who know how to have recourse to their Most Holy Mother to ask her to intercede before the throne of the Divine Majesty. Pray with a sincere soul, with a pure heart, in the certainty of being heard and answered. Ask her – she who is the Help of Christians, Auxilium Christianorum – to defeat the forces of the Enemy; ask her – she who is terrible as an army set in battle array (Song 6:10) – to grant the victory to the forces of Good and to inflict a humiliating defeat on the forces of Evil.

Have your children pray, using the holy words that you have taught them: those confident prayers will rise to God and will not remain unheard. Have the elderly and sick pray, so that they may offer their sufferings in union with the sufferings that Our Lord suffered on the Cross when he shed His Precious Blood for Our Redemption. Have young ladies and women pray, so that they turn to her who is the model of purity and motherhood. And you, men, must also pray: your courage, your honor and your boldness will be refreshed and strengthened. All of you, take up this spiritual weapon, before which Satan and his minions retreat furiously, because they fear the Most Holy Virgin, she who is Almighty by Grace, even more than Almighty God*.

Do not allow yourselves to be discouraged by the deceptions of the Enemy, even more so in this terrible hour in which the impudence of lying and fraud dares to challenge Heaven. Our adversaries’ hours are numbered if you will pray, if we will all pray with Faith and with the true ardor of Charity. May the Lord grant that one single devout and faithful voice rise from your homes, your churches, and your streets! This voice will not remain unheard, because it will be the voice of a people that cries out, in the moment when the storm rages most fiercely, “Save us, Lord, we are perishing!” (Mt 8:25).

The days that await us are a precious occasion for all of you, and for those who unite themselves spiritually to you from every part of the world. You have the honor and privilege of being able to participate in the victory of this spiritual battle, to wield the powerful weapon of the Holy Rosary as our fathers did at Lepanto to repel the enemy armies.

Pray with the certainty of Our Lord’s promise: “Ask and it shall be given unto you, seek and you shall find, knock and the door shall be opened unto you” (Lk 11:9). The King of Kings, from whom you ask the salvation of your Nation, will reward your Faith. Your testimony, remember this, will touch the heart of Our Lord, multiplying the heavenly Graces which are, more than ever, indispensable in order to achieve victory.

May my appeal, which I address to you and to all people who recognize the Lordship of God, find you to be generous apostles and courageous witnesses of the spiritual rebirth of your beloved country, and with it the entire world. Non praevalebunt.

God bless and protect the United States of America!

One Nation under God


+ Carlo Maria Viganò, Archbishop

Former Apostolic Nuncio to the United States of America

November 4, 2020

miércoles, 4 de noviembre de 2020

Los hermanos terroristas del Papa Francisco, los ‘accidentes’ de Niza y Viena, guerra de votos en Estados Unidos.



Los terroristas que atentaron en Viena, en Niza y en tantos otros sitios, son terroristas islámicos, lo dicen ellos y quiénes somos nosotros para negárselo

El ministro del Interior austriaco dijo que el terrorista asesinado «simpatizaba con el grupo terrorista Isis», era conocido por los servicios secretos austríacos, siendo uno de los 90 islámicos austriacos que querían ir a luchar en Siria; era un inmigrante que había jurado lealtad al nuevo líder de Isis. 

No podemos olvidar que dos jóvenes vieneses de origen turco se comportaron heroicamente durante la masacre y salvaron a un policía herido. 

Angela Merkel: “Los alemanes apoyamos a nuestros amigos austriacos con participación y solidaridad. El terrorismo islámico es nuestro enemigo común. La lucha contra estos asesinos y sus instigadores es nuestra lucha común ”. 

Erdogan amenaza a Europa: «Ningún europeo en cualquier parte del mundo puede caminar con seguridad por las calles». Parece que lo que estamos padeciendo tiene algo que ver con el islamismo y esas cosas; cerrar los ojos no es bueno, porque nos hace vivir en una irrealidad absurda

El Papa Francisco sigue con sus fraternidades universales, evitando mencionar el origen de tanta violencia y sigue con sus muros y puentes, puertos y puertas abiertas, siempre que no sean las suyas, que siguen bien cerrados: «En estas horas dramáticas, rezo con muchos otros que siguen los trágicos acontecimientos en el corazón de nuestra ciudad a través de los medios de comunicación, por las víctimas, los servicios de emergencia; y que no haya más derramamiento de sangre». 

No llegamos a saber muy bien de que se habla, ¿un terremoto?, ¿un accidente?, ¿un rayo ha partido a alguien?, ¿problemas con un volcán? Son bien conocidas las dotes del Papa Francisco para crear confusión, aquí la vemos una vez más y además con un retraso de 16 horas.

El pasado fin de semana se recibió una carta con amenazas extremistas en el obispado de Turín. Las amenazas «de sabor francés» están supuestamente dirigidas al arzobispo Cesare Nosiglia, quien siempre ha mantenido una buena relación con la comunidad islámica local. Leemos en Il Giornale: «Debemos tener cuidado. Unos arrabales no son un laboratorio de integración, sino una bomba de tiempo que podría estallarnos en la cara»; «las señales son los diversos episodios de violencia y delitos menores por parte de bandas compuestas principalmente por jóvenes marroquíes, pero también por algunos egipcios de segunda generación, que saquearon tiendas de lujo durante los disturbios por las restricciones». 

En Italia han saltado todas las alarmas al saber que el asesino de Niza dio positivo a pesar de la cuarentena después de aterrizar en Lampedusa, viajó por toda Italia con el pase en el bolsillo, y terminó en Niza donde sembró la muerte y el terror en la catedral. Puede que al final tengamos que agradecer a los hermanos musulmanes que nuestros obispos salgan del ‘ dolce far niente’.

Estamos en horas decisivas en las elecciones de Estados Unidos en las que el perdedor en las encuestas está ganando. Trump no es católico pero se ha convertido en un referente para el catolicismo de los Estados Unidos; nunca ha violado la doctrina social católica, ni siquiera en términos de hospitalidad y pobreza, además de haber luchado por los principios no negociables más que cualquiera de sus predecesores. Los números parecen ajustados pero su victoria apunta con fuerza con el sorprendente apoyo hispano y de la comunidad negra. Todos los partidarios de los nuevos órdenes se revolverán, estamos en momentos decisivos y cuatro años pueden ser fundamentales para Estados Unidos y para todo el mundo.
Specola

viernes, 30 de octubre de 2020

CARTA ABIERTA DE MONSEÑOR VIGANO AL PRESIDENTE DE LOS EE.UU. DE AMÉRICA DONALD J. TRUMP

 ADELANTE LA FE


Sábado 25 de octubre de 2020
Solemnidad de Cristo Rey

Señor Presidente:

Permítame que me dirija a Ud. en estos momentos en que el futuro del mundo está amenazado por una conspiración mundial contra Dios y contra la humanidad. Le escribo como arzobispo, como sucesor de los Apóstoles y como ex nuncio apostólico en los Estados Unidos de América. Me dirijo a Ud. en medio del silencio de las autoridades civiles y religiosas. Espero que acoja estas palabras mías como la «voz del que clama en el desierto» (Jn.1,23).

Como le decía en la carta que le dirigí el pasado mes de junio, el momento histórico que atravesamos contempla a las fuerzas del Mal dispuestas en orden de batalla para librar una guerra sin cuartel contra las del Bien. Fuerzas del Mal que se muestran poderosas y organizadas en oposición a los hijos de la Luz, que están desorientados y desorganizados y han sido abandonados por sus dirigentes temporales y espirituales.

A diario observamos cómo se multiplican las ofensivas de quienes se proponen destruir los cimientos mismos de la sociedad: la familia natural, el respeto a la vida humana, el amor a la patria, la libertad educativa y la libre empresa. Vemos cómo jefes de estado y dirigentes religiosos están contribuyendo al suicidio de la cultura occidental y su alma cristiana, en tanto que se niegan derechos fundamentales de los ciudadanos y de los creyentes en nombre de una emergencia sanitaria que cada vez se manifiesta más plenamente como elemento indispensable para la instauración de una tiranía inhumana y sin rostro.

Está en marcha un plan de alcance mundial llamado Gran Reseteo. Lo ha diseñado una élite internacional que se propone subyugar a toda la humanidad imponiendo medidas coactivas para limitar drásticamente las libertades individuales y las de pueblos enteros. En algunos países el plan ya ha sido aprobado y costeado; en otros, está aún en sus etapas iniciales. Por detrás de los dirigentes mundiales que son cómplices y ejecutores de tan infernal programa se ocultan personajes sin escrúpulos que financian el Foro Económico Mundial y el simulacro de pandemia Event 201 promoviendo su plan.

El Gran Reseteo tiene por objeto imponer una dictadura sanitaria destinada a implantar medidas liberticidas ocultas tras tentadoras promesas de garantizar un ingreso universal y anular toda deuda personal. Dichas concesiones del Fondo Monetario Internacional tendrán un precio: la renuncia a toda propiedad privada y la adhesión a un programa de vacunación contra el Covid-19 y el Covid-21 promovida por Bill Gates con la colaboración de las grandes compañías farmacéuticas. Más allá de los enormes intereses económicos que motivan a quienes promueven el Gran Reseteo, la imposición de la vacuna vendrá acompañada de la exigencia de portar un pasaporte sanitario internacional. Quienes rechacen estas medidas serán confinados en campos de concentración o bajo arresto domiciliario, y se le confiscarán todos sus bienes.

Supongo, señor Presidente, que ya estará al tanto de que en algunos países el Gran Reseteo se activará entre finales de este año y el primer trimestre de 2021. A tal fin, se tienen pensados más confinamientos, los cuales se justificarán oficialmente por unas supuestas segunda y tercera ola de la pandemia. Usted conoce bien los medios que se han utilizado para sembrar el pánico y legitimar unas limitaciones draconianas de las libertades individuales provocando astutamente una crisis económica de alcance mundial. La intención de sus artífices es que dicha crisis mundial haga irreversible el recurso de las naciones al Gran Reseteo, dando con ello el golpe de gracia a un mundo cuya existencia y memoria misma quieren borrar del mapa. Pero ese mundo, señor Presidente, comprende personas, afectos, instituciones, fe, cultura, tradiciones e ideales; personas y valores que no funcionan como autómatas, que no obedecen como máquinas, porque están dotados de alma y corazón, porque están ligados por un vínculo espiritual que obtiene fuerzas de lo alto, de ese Dios al que quieren desafiar nuestros adversarios, como hizo Lucifer al comienzo de los tiempos con su non serviam.

Como todos bien sabemos, esta alusión al enfrentamiento entre el Bien y el Mal y este tono apocalíptico molestan a muchos; según ellos, exaspera los ánimos y agudiza las divisiones. No es de extrañar que el enemigo se enoje al ser descubierto justo cuando creía que había llegado a la fortaleza que quiere conquistar sin oposición. Lo que sí sorprende es que no haya nadie que dé la voz de alarma. La reacción del estado profundo a quienes denuncian su plan es desequilibrada e incoherente pero comprensible. Justo cuando la complicidad de los medios de difusión dominantes había conseguido realizar la transición al Nuevo Orden Mundial de forma inadvertida y casi indolora sale a la luz una caterva de engaños, escándalos y crímenes.

Hasta hace unos meses era fácil tildar de conspiracionistas a quienes denunciaban estos terribles planes que ahora vemos ejecutados hasta en sus más mínimos detalles
Hasta el pasado mes de febrero nadie habría podido imaginar que en todas las ciudades se arrestaría a las personas por el mero hecho de querer pasear por la calle, respirar, mantener abiertos sus negocios e ir a la iglesia los domingos.
Y sin embargo ahora está sucediendo por todo el mundo, hasta en un país de postal como Italia, que muchos estadounidenses consideran un país de cuento, con sus monumentos antiguos, sus iglesias, sus ciudades con encanto y sus pueblos típicos. Y mientras los políticos se atrincheran en sus palacios promulgando decretos como sátrapas persas, las empresas quiebran, las tiendas cierran y a la gente se le impide vivir, viajar, trabajar y rezar. Las catastróficas consecuencias psicológicas de esta operación ya están a la vista, empezando por los suicidios de empresarios desesperados y de nuestros hijos, apartados de sus amigos y compañeros de colegio, a los que mandan asistir a clase solos en casa ante la computadora.

San Pablo habla en las Sagradas Escrituras del que detiene la manifestación del misterio de iniquidad, el katejon (2 Tes.2,6-7). En el ámbito religioso, ese obstáculo para el mal es la Iglesia, y en particular el papado; en el político, son los que impiden la implantación del Nuevo Orden Mundial.

Como ahora es patente, aquel que ocupa la silla de San Pedro ha traicionado su misión desde el mismo principio a fin de defender y fomentar la ideología mundialista, apoyando el plan de la iglesia profunda, la ofensiva final de los hijos de las tinieblas.

Señor Presidente: usted ha declarado que quiere defender su nación, una nación bajo Dios*, las libertades fundamentales y los valores no negociables que hoy en día se niegan y combaten. Usted, estimado presidente, es quien contiene el avance del estado profundo, el asalto final de los hijos de las tinieblas. (*One Nation Under God, frase tomada del Juramento de Lealtad a la Patria y a la bandera que se recita solemnemente en ciertos actos públicos y en las escuelas del país antes de empezar las clases cada mañana. N. del T.)

Por esa razón, es necesario que todas las personas de buena voluntad se convenzan de la importancia histórica de las inminentes elecciones. No tanto por tal o cual punto del programa político, sino porque es la inspiración general de lo que hace lo que mejor encarna este contexto histórico particular a ese mundo, nuestro mundo, el cual quieren eliminar a base de confinamientos. El adversario de usted es también el nuestro; el enemigo de la especie humana, aquel que es «homicida desde el principio» (Jn.8,44).

En torno a usted se congregan con fe valerosamente quienes lo consideran el último baluarte contra la dictadura mundial. La opción contraria sería votar por alguien que está manipulado por el estado profundo, gravemente comprometido por escándalos y corrupción, que hará con los Estados Unidos lo que Jorge Mario Bergoglio está haciendo en la Iglesia, el primer ministro Conte en Italia, el presidente Macron en Francia, el presidente del gobierno Sánchez en España y tantos otros. El carácter sobornable de Joe Biden –como el de los prelados del círculo mágico del Vaticano– lo expondrá a ser utilizado inescrupulosamente, permitiendo que poderes ilegítimos interfieran en la política interna y en el equilibrio internacional. Es evidente que los que lo manipulan tienen ya preparado a otro peor para sustituirlo en cuanto se les presente la ocasión.

Con todo, ante un panorama tan sombrío, ante el avance aparentemente incontenible del enemigo invisible, hay un destello de esperanza. 

El adversario no sabe amar, y no entiende tampoco que no basta con garantizar un salario universal ni con anular hipotecas para subyugar a las masas y convencerlas para que se dejen marcar como ganado

Quienes llevan mucho tiempo soportando los abusos de una autoridad odiosa y tiránica están redescubriendo que tienen alma; empiezan a entender y no están dispuestos a vender su libertad a cambio de la homogenización y la anulación de su identidad; empiezan a comprender el valor de los lazos familiares y sociales, de los vínculos de fe y cultura que unen a la gente honrada. 

El Gran Reseteo está destinado al fracaso, porque quienes lo planificaron no se dieron cuenta de que todavía hay personas dispuestas a tomar las calles para defender sus derechos, para proteger a sus seres queridos, para que sus hijos y sus nietos tengan un futuro

La inhumanidad niveladora del plan mundialista se hará irremediablemente añicos ante la firme y valerosa oposición de los hijos de la Luz. El enemigo tiene de su parte a Satanás, que no sabe otra cosa que odiar. Pero nosotros tenemos de nuestra parte al Señor Todopoderoso, al Dios de los ejércitos dispuestos en orden de batalla, así como a la Santísima Virgen, que aplastará la cabeza de la serpiente antigua. «Si Dios está por nosotros, ¿quién contra nosotros?» (Rm.8,31).

Señor Presidente, usted es muy consciente de que en estos momentos cruciales los Estados Unidos de América están considerados el muro de contención contra el que se ha desatado la guerra que han declarado los partidarios del mundialismo. Cifre su confianza en el Señor, cobrando ánimo con las palabras del apóstol Pablo: «Todo lo puedo en aquel que me conforta» (Fil. 4,13). 

Ser instrumento de la Divina Providencia supone una gran responsabilidad para la cual Ella le concederá todas las gracias de estado que necesite, pues se las están implorando fervientemente a Dios muchos que lo están apoyando con sus oraciones.

Con esta esperanza celestial y la garantía de mis oraciones por Ud., por la Primera Dama y por sus colaboradores, le imparto mi bendición de todo corazón.

¡Dios bendiga a los Estados Unidos de América!

+Carlo Maria Viganó

Arzobispo titular de Ulpiana

Ex Nuncio Apostólico ante los Estados Unidos de América

(Traducida por Bruno de la Inmaculada)

miércoles, 28 de octubre de 2020

Padre James Martin: “No vas a ir al infierno por votar a Biden” (Carlos Esteban)

 INFOVATICANA


El mediático jesuita James Martin se ha lanzado a la palestra a escasos días de las elecciones norteamericanas para tranquilizar a su parroquia: es lícito, dice, votar por Biden o por Trump. Añadir que se le ve el plumero es una obviedad.

“No vas a ir al infierno por votar a Biden”, tuitea Martin, redactor del órgano de los jesuitas de Estado Unidos, America, y consultor de comunicación vaticano, glosando un vídeo propio sobre la cuestión. “Ni por Trump. No importa lo que te diga el que sea. La doctrina católica dice que debes seguir tu conciencia formada. Así que: aprende del Evangelio. Entiende el magisterio de la Iglesia. Estudia los programas. Escucha a tu conciencia. Y vota”.
Es curioso cuando los mismos que no suelen hacer referencia alguna en sus mensajes a las postrimerías u otras realidades sobrenaturales hacen referencia al infierno, que nunca aparece sino en sus referencias políticas, casi como una mera metáfora.
Somos pocos y nos conocemos bien, así que cualquier disimulo sobra: Martin no está diciendo eso para mantener una equidistancia moral entre Biden y Trump, sino para animar al voto católico al primero pese a su postura rabiosamente abortista.

A diferencia de Martin, yo no tengo ni idea de si alguien va a ir al infierno por votar a Biden, aunque no entiendo por qué habría de ser imposible. Votar a Biden -que no es votar a Biden, un anciano con flagrantes síntomas de demencia senil que no va a gobernar realmente en ningún caso- significa asentar y ampliar una matanza de inocentes con las bendiciones de la ley que se mantiene desde los años setenta, con un número de víctimas que se cuenta ya en millones. Cualquier otro asunto -inmigración, políticas sociales, sanidad- palidece ante esta masacre en la que colaboran el estamento sanitario, las autoridades y las propias madres de las víctimas. No es, como pretenden los entusiastas de la teoría de la ‘túnica inconsútil’, un asunto más, un dato a tener en cuenta en el voto, como en 1861 la esclavitud no era un tema más.

El elefante en la habitación en este caso es la alianza tácita entre el episcopado americano y el Partido Demócrata, sumado al hecho más que evidente de que los vientos que soplan desde Roma son visceralmente contrarios a Donald Trump y todo lo que representa.

Ahora, el votante americano puede pensar que la política migratoria que abandera Trump es inmoral, o su política social o lo que se quiera. Pero tendrá reconocer que se mueve en parámetros discutibles, prudenciales. Cuál sea la política correcta, moral, en esos casos depende de un juicio prudencial en el que es legítimo no llegar a un acuerdo. Uno puede ser partidario de abolir las fronteras; otros, de abrir un poco la mano o de regularlo de otra manera. La Iglesia, al fin, ha presidido durante décadas cuando la política normal de los países era luchar contra la inmigración ilegal -por eso se llama ilegal, después de todo- sin que haya llamado la atención sobre su inmoralidad.

Nada de esto, en cambio, sucede con el aborto. No hay mucho margen aquí: matar a un ser humano inocente nunca puede ser otra cosa que aborrecible, y hasta la llegada de Francisco éste ha sido un frente clave en la guerra cultural liderada por los católicos y sus pastores.

Votar es un acto cargado de responsabilidad, y desde luego no seré yo quien reparta culpas o indique cuál es la única opción permisible. Pero es presuntuoso y absurdo determinar que, como cualquier otra acción libre relevante, no pueda ser un pecado, e incluso un pecado mortal.

You won’t go to hell for voting for Biden. Or for Trump. No matter what anyone is telling you. Catholic teaching is to follow your formed conscience. So: Know the Gospels. Understand church teaching. Study the issues. Listen to your conscience. And vote. https://t.co/jZ0urgEDWs

— James Martin, SJ (@JamesMartinSJ) October 27, 2020

Carlos Esteban

martes, 6 de octubre de 2020

El ‘católico’ Biden promete una ley federal para perpetuar el ‘derecho’ al aborto (Carlos Esteban)

 INFOVATICANA


El candidato demócrata a la Presidencia de los Estados Unidos, Joe Biden, ha prometido que si es elegido aprobará una ley federal que haga del aborto un derecho indiscutible en todo el país.

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El aborto es en Estados Unidos un derecho constitucional reconocido por la jurisprudencia del Tribunal Supremo asentada en el caso Roe vs Wade en los años setenta del pasado siglo. Eso significa que los estados no pueden castigar el aborto o restringirlo de modo significativo.

Pero lo que un Supremo puede hacer, otro posterior puede deshacerlo: esa es la clave de la nominación de jueces del alto tribunal por parte del presidente de turno. Hasta ahora, los miembros proaborto del tribunal superaban a los contrarios o, si se prefiere, los progresistas eran más que los conservadores. Pero el presidente Trump ha metido en el Supremo a dos jueces presuntamente conservadores y ha nominado a un tercero, Amy Coney Barrett, católica y provida, con lo que, por primera vez en muchas décadas, podría vislumbrarse el fin del régimen abortista en un futuro no muy lejano.

Esto, naturalmente, aterra al bando que tiene en el aborto su sacramento, por no hablar de la poderosísima red de abortorios Planned Parenthood. Y, dado que el Partido Demócrata es el partido de los proabortistas, la iniciativa presentada por Biden es la única manera de contrarrestar el temido vuelco del supremo: una ley federal, aplicable a todo el territorio de la Unión, que proclame el aborto como un derecho. Eso, en principio, debería hacerlo inmune a una hipotética sentencia futura del Supremo que contradiga la dictada en el caso de Roe vs Wade.

La sangrante ironía de todo el asunto es que Biden es católico. No solo eso, sino que hace de su fe un elemento de su campaña, igual que usa su ‘cercanía’ con Su Santidad el Papa Francisco.

La decisión de Biden no hace sino agravar el aprieto en que se encuentran los obispos norteamericanos. El episcopado estadounidense es tradicionalmente demócrata, entre otras cosas porque su base social es tradicionalmente demócrata, pero también porque políticas como la facilitación de la inmigración masiva aumenta previsiblemente su ‘parroquia’.

Desde finales del siglo pasado, se habían valido de una ‘doctrina’ pergeñada por el cardenal Bernardin, la de la ‘túnica inconsútil’, para no oponerse al menos a los demócratas: el voto no debe decidirse por una medida, por grave que sea, que proponga un partido, sino por el conjunto global de su política. Es retorcido, pero así funciona.

De hecho, la estrategia de comunicación de los políticos católicos abortistas, como el gobernador de Nueva York, Andy Cuomo, la ‘speaker’ de la Cámara, Nancy Pelosi, o el propio Biden, solía ser que ellos están ‘personalmente’ contra el aborto, pero que no consideran justo imponerlo a los demás, como si oponerse a matar a un niño por nacer fuera una pintoresca rareza católica.

Pero Biden ha subido la apuesta con esta última defensa cerrada de la masacre de nasciturus más allá de lo que permite seguir alegando que Biden es católico o que el episcopado puede permitirse en buena conciencia mantenerse neutral en este asunto.

Roe v. Wade must remain the law of the land. pic.twitter.com/1Gq6Ncc2IK

— Joe Biden (@JoeBiden) October 6, 2020

Carlos Esteban

sábado, 19 de septiembre de 2020

La muerte de una juez del Supremo abre una profunda crisis en EE UU (Carlos Esteban)




La muerte de madrugada de la juez Ruth Bader Ginsburg a los 87 años, a poco más de un mes de las presidenciales norteamericanas más transcendentales en décadas, ha abierto una profunda crisis política y hace posible imaginar un futuro sin aborto en el país.

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El momento no podía ser más dramático. Estados Unidos está viviendo la campaña electoral más dura y radicalizada en muchas décadas, en medio de acusaciones cruzadas de fraude electoral y golpe de Estado, con la crisis del Covid dividiendo los estados y dificultando acercarse a las urnas el 3 de noviembre y decenas de ciudades víctimas de violentas protestas raciales que parecen no tener fin.

A un lado tenemos un presidente, Donald Trump, el más pro-vida desde Roe vs Wade (la sentencia que convirtió el aborto en derecho constitucional), odiado a muerte por el establishment, y al otro un Partido Demócrata que ha radicalizado sus posturas progresistas al máximo, especialmente su compromiso con el aborto, y que se ha convertido en rehén de las ‘tribus’ de colectivos de supuestos agraviados. Y, en medio de este desbarajuste, muere la juez más progresista del Supremo, Ruth Ginsburg.

¿Por qué es tan importante? Porque, a efectos de la política interior, la contribución más importante que puede hacer un presidente norteamericano en su mandato es la elección de jueces para el Supremo -que es también allí el Constitucional- cuando se produce una vacante, porque el cargo es vitalicio salvo que el sujeto renuncie voluntariamente.

El Supremo es el único intérprete autorizado de la Constitución, y la principal razón de que la Carta Magna norteamericana no haya tenido que sustituirse en toda su historia es, sencillamente, porque el tribunal le hace decir lo que estime oportuno, estirando el texto cuanto se les antoje. ¿Cómo, si no, podría nadie encontrar en un documento legal de finales del XVIII un supuesto ‘derecho constitucional’ al aborto, o la imposición del matrimonio homosexual, por citar solo dos casos flagrantes? Para muchos observadores, esto convierte al tribunal en una especie de ‘dictadura colegiada’ de nueve personas, responsable de los principales experimentos de ingeniería social en el país.

Hasta ahora, en el mandato de Trump se han producido dos vacantes, cubiertas tras una desesperada lucha en el Congreso por sendos candidatos de Trump, Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh. Solo quedaba uno, la (hasta ahora) incombustible Ginsburg para cambiar la mayoría en el tribunal hacia el lado conservador, permitiendo vislumbrar la posibilidad de que en un futuro se revierta la sentencia que en los setenta hizo del aborto provocado un derecho constitucional.

¿Hay tiempo? Esa es la gran cuestión. Para complicar las cosas, los testigos de la muerte de Ginsburg aseguran que sus últimas palabras fueron para pedir que fuera el próximo presidente, surgido de las urnas de noviembre, quien elija a su sustituto. Este supuesto deseo en su lecho de muerte carece en absoluto de valor jurídico o institucional, pero sí un gran peso propagandístico.

El equipo de Biden ya ha saltado para demandar que se respete el deseo de la difunta, y legiones de demócratas han acudido a las redes sociales con amenazas de ‘quemar’ el país si a Trump se le ocurre intentar colar a uno de los suyos en el Supremo. Claro que es una amenaza un tanto hueca, dado que ya están quemando el país desde la muerte a manos de la policía de George Floyd.

Naturalmente, los trumpistas están urgiendo al presidente a que haga lo contrario, y nombre a toda prisa un sustituto para Ginsburg. A su favor tienen un argumento crucial: visto que la elección promete ser muy disputada y con toda probabilidad contestada por el perdedor, se abre la posibilidad de que haya que recurrir al Supremo para que decida en caso de disputa, como sucediera en Florida en las elecciones que enfrentaron a George W. Bush y Al Gore. Para ello es crucial que el tribunal esté completo.

Por primera vez desde los setenta, el fin del ‘reinado’ del aborto constitucional parece al alcance de la mano, pero en unas circunstancias tan explosivas que amenazan con una verdadera guerra civil.

Carlos Esteban

lunes, 14 de septiembre de 2020

Entrevista de Marco Tosatti con Mons. Carlo Maria Viganò


TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL DE LA ENTREVISTA DE MARCO TOSATTI A MONS. VIGANÒ.  Puede verse también en Adelante la Fe



Marco Tosatti: Excelencia, usted fue nuncio en Estados Unidos, una realidad que por lo tanto conoce muy bien. El candidato demócrata, Joe Biden, dice ser católico, pero está a favor del aborto hasta el noveno mes y del matrimonio entre personas del mismo sexo. ¿Es posible entonces ser católico, y a nivel oficial, es decir, con opciones políticas y públicas, oponerse a la enseñanza de la Iglesia, y no en elementos secundarios, sino en cuestiones vitales?

Su Exc. Mons. Carlo Maria Viganò: La pregunta que me haces, querido Tosatti, requiere una respuesta articulada, pero ante todo requiere una reflexión seria y el reconocimiento lúcido de las responsabilidades de quienes crearon las condiciones para llegar a la situación actual.

Era el 22 de septiembre de 2015, el día de la llegada del Papa Francisco a Washington, con motivo de su viaje apostólico a Estados Unidos. Durante la cena en la Nunciatura, a la que asistieron algunos miembros del séquito papal, le dije al Papa Francisco: "Creo que en la historia de los Estados Unidos nunca ha habido una Administración con tantos católicos en la cima: el vicepresidente Joe Biden, el secretario". de estado John Kerry, la presidenta del Congreso Nancy Pelosi. Los tres se declaran ostentosamente católicos, abortistas, a favor del matrimonio entre homosexuales y la ideología de género en desafío a las enseñanzas de la Iglesia. ¿Cómo se puede explicar esta contradicción? "Y agregué: "Un jesuita, el padre Robert Frederick Drinan, SJ del Boston College, se desempeñó como representante del estado de Massachusetts en la Cámara de Representantes en Washington durante diez años, de 1971 a 1981. El padre Drinan fue uno de los más acérrimos defensores y promotores del aborto!". El Papa Francisco no reaccionó en lo más mínimo, como tampoco reaccionó el 23 de junio de 2013 cuando, respondiendo a una pregunta específica suya, le revelé quién era realmente el Cardenal McCarrick.

Otro jesuita, el Padre Vincent O'Keefe, sj (a quien Bergoglio, como Provincial de la Compañía de Jesús, no puede dejar de conocer, habiendo sido O'Keefe Vicario General del Padre Arrupe) como Presidente de la Universidad de Fordham, junto con el entonces rector de la Universidad de Notre Dame, el padre Theodore M. Hesburgh, organizó en 1967, dos años después de la clausura del Consejo, una reunión de todos los presidentes de las universidades católicas americanas de Estados Unidos en Land O'Lakes en Wisconsin, durante la cual firmaron un documento, conocido como la Declaración de Land O 'Lakes , que declaró la independencia de sus universidades y colegiosCatólicos de todas las autoridades y de todos los vínculos de fidelidad al Magisterio de la Iglesia. Este documento, que denuncié enérgicamente en un Informe mío a Bergoglio y a los Dicasterios romanos competentes, tuvo consecuencias devastadoras para la Iglesia y para la sociedad civil de los Estados Unidos.

No es de extrañar, por tanto, que la formación de cientos de miles de jóvenes católicos, algunos de los cuales luego se convirtieron en líderes políticos, condujo a esta traición al Evangelio, cuyas desastrosas consecuencias vemos hoy. No en vano, Theodore McCarrick, entonces presidente de la Universidad Católica de Puerto Rico, estuvo entre los firmantes de ese documento de rebelión.

MT: Su análisis, por tanto, no se detiene en una observación del fenómeno actual, sino que se remonta a causas remotas, detrás de las cuales hay una mente que ha planificado un proyecto a largo plazo.

CMV: Lo que quiero enfatizar es la estrecha conexión entre la rebelión del clero ultraprogresista - jesuitas a la cabeza - y la formación de generaciones de católicos, conformados según la ideología modernista, que se fusionaron en el Concilio, que sirvió de premisa no solo para 1968. en el ámbito político, sino también para la revolución doctrinal y moral en el ámbito eclesial. Sin el Vaticano II ni siquiera hubiéramos tenido la revolución estudiantil que cambió radicalmente la vida del mundo occidental, la visión de la familia, el papel de la mujer, el concepto mismo de autoridad.

En definitiva: la responsabilidad de esta traición a los políticos autodenominados  católicos recae íntegramente en el clero infiel, laico y regular, subordinado a la ideología modernista, y en la Jerarquía que no ha sabido ni querido intervenir con la debida firmeza para evitar este incalculable daño al conjunto del cuerpo social. En este sentido, estado profundo e iglesia profunda evidentemente actuaron en concierto, con el objetivo de desestabilizar científicamente tanto el orden civil como el eclesiástico. Hoy tenemos la oportunidad de comprender la situación actual y es una vez más tarea de la Autoridad hacer todo lo posible para detener esta carrera hacia el abismo: la Santa Sede y la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos (USCCB) tienen el deber de llamar a la obediencia. tanto a los clérigos rebeldes como a los laicos a quienes todavía siguen engañando e incluso apoyando públicamente.

MT: ¿Cree que es necesaria una intervención autorizada de los obispos, para un llamado a la coherencia sobre principios no negociables?

CMV: Cuando la Congregación para la Doctrina de la Fe emitió instrucciones muy claras sobre la exclusión de los políticos católicos, inconsistentes con la enseñanza de la Iglesia, de la Sagrada Comunión, fue el mismo McCarrick, junto con el Arzobispo Wilton Gregory, entonces presidente de la USCCB, quien trabajó para evitar que se apliquen en los Estados Unidos. La corrupción moral y la desviación doctrinal están intrínsecamente ligadas, y para curar eficazmente estas heridas del cuerpo eclesial es fundamental actuar en ambos frentes. Si esta diligente intervención no se lleva a cabo, los obispos y los líderes de la Iglesia responderán ante Dios por la traición a su tarea de pastores.

MT: ¿Cómo ve una relación entre el Consejo y la protesta estudiantil?

CMV: Es innegable, incluso sólo desde el punto de vista histórico y sociológico, que existe una relación muy estrecha entre la revolución conciliar y los sesenta y ocho. Los mismos protagonistas del Vaticano II lo admiten, entre los que destaca Joseph Ratzinger:

«La adhesión a un marxismo anárquico y utópico […] fue apoyada en la vanguardia por muchos capellanes universitarios y asociaciones juveniles, que vieron florecer las esperanzas cristianas. El hecho dominante se encuentra en los sucesos de mayo de 1968 en Francia. Dominicos y jesuitas estaban en las barricadas. La intercomunión realizada durante una Misa ecuménica en apoyo de las barricadas fue considerada una especie de hito en la historia de la salvación, una suerte de revelación que inauguró una nueva era del cristianismo ”. (1)

Uno de los expertos del Consejo, el padre René Laurentin, escribe:

«Las peticiones del movimiento de mayo de 1968 coincidieron en gran medida con las grandes ideas del Concilio, en particular la Constitución conciliar sobre la Iglesia y el mundo. Ya el Vaticano II fue en cierta medida el desafío de un grupo de obispos contra la Curia, que intentaba crear un concilio institucionalmente prefabricado ». (2)

Y el teólogo argentino Padre Álvaro Calderón afirma:

“Si hay algo que llama inmediatamente la atención de cualquiera que estudie el Concilio Vaticano II es el cambio liberal en el concepto de autoridad. El Papa se despojó de su autoridad suprema en favor de los obispos (colegialidad); los obispos se despojaron de su autoridad en favor de los teólogos; los teólogos renunciaron a su propia ciencia en favor de la escucha de los fieles. Y la voz de los fieles no es más que fruto de la propaganda ». (3) Esta visión es ampliamente afirmada con orgullo también en el frente progresista (4) , que en 1968 vio cumplidas las mismas demandas de la revolución conciliar. Esto es confirmado por Mons. Jacques Noyer, obispo emérito de Amiens:

«Estoy convencido de que el espíritu que inspiró la preparación, celebración y ejecución del Concilio Vaticano II es una gran oportunidad para la Iglesia y para el mundo. Es el Evangelio ofrecido a los hombres de hoy. En profundidad, mayo de 1968 fue un movimiento espiritual, incluso místico, acorde con el sueño del Concilio ». (5)

Sin el "visto bueno" de la Iglesia, el mundo nunca hubiera aceptado ni siquiera hecho suyas las instancias de rebelión del movimiento estudiantil. Más allá de las Actas del Concilio, fue precisamente el espíritu del Vaticano II el que marcó el fin de la sociedad jerárquicamente constituida, de los valores tradicionales comunes al mundo occidental: hasta entonces, conceptos como autoridad, honor, respeto por los ancianos, espíritu de mortificación y se compartía el servicio, el sentido del deber, la defensa de la familia y de la patria y, aunque en forma debilitada respecto al pasado, se practicaba.

Viendo que la Iglesia católica, faro de verdad y civilización de las naciones, había abierto sus puertas al mundo, no dudó en deshacerse de su gloriosa herencia, llegando a revolucionar la liturgia y diluir la moral, era para las masas. una señal inequívoca, una especie de aprobación de la agenda que en ese momento aún no se atrevía a revelarse del todo, pero de la que se captaban todos los signos distintivos. La Iglesia y la sociedad fueron destruidas, la autoridad civil y religiosa se vio comprometida, el matrimonio y la familia fueron desacreditados, el amor a la patria y el sentido del deber ridiculizados o acusados ​​de fascismo. ¡En el silencio de una Jerarquía intrigante! Aquellos que, como yo, ingresaron al seminario inmediatamente después del concilio,

No puede haber ninguna duda sobre esto. Si éste no fuera el caso, no explicaría la financiación sustancial que organizaciones globalistas como la Sociedad Abierta Soros han destinado a las actividades de la Compañía de Jesús y presumiblemente a otras entidades católicas. (6) Todas las premisas resumidas con el Vaticano II y con la revolución estudiantil las encontramos hoy coherentemente propuestas por los líderes vaticanos en el frente eclesial y por los gobernantes en el frente político globalista. Por tanto, no es de extrañar que las prioridades del programa político de Bergoglio coincidan con las de Joe Biden. El migracionismo, el ambientalismo, el ecologismo maltusiano, la ideología de género, la disolución de la familia, el globalismo son comunes al estado profundo e iglesia profunda . La oposición formal de Bergoglio al aborto y al adoctrinamiento de niños LGBT es desmentida en la práctica tanto por el apoyo del Episcopado a quienes lo promueven en la política, como a quienes teorizan el uso del control de la natalidad y el reconocimiento de los derechos de los niños. sodomitas. El caso del padre James Martin, sj es emblemático, porque confirma el mismo sentimiento entre los exponentes del globalismo y la intelectualidad católica progresista. La marca común que tienen en común estos movimientos es la mentira y el engaño, la división y la destrucción, el odio a la Tradición y a la civilización cristiana. En definitiva, la aversión teológica a Cristo, típica de Lucifer y sus seguidores.

MT: Excelencia, ¿no cree que esta correspondencia entre el Estado profundo y la Iglesia profunda encuentra confirmación también en las relaciones con China?

CMV: La dictadura comunista china es cortejada tanto por el estado profundo como por la iglesia profunda : Joe Biden está al servicio de los intereses económicos y políticos de Beijing tanto como Jorge Mario Bergoglio. Poco importa si los derechos humanos se violan sistemáticamente en China, si los católicos leales a la Iglesia católica son perseguidos o si una dictadura odiosa masacra a millones de personas inocentes con la planificación del aborto masivo: los intereses de la agenda globalista también prevalecen sobre la evidencia. de los horrores cometidos por la dictadura china.

Añado: la actividad de apoyo que llevan a cabo los jesuitas es significativa, desde la época en que McCarrick fue a China para preparar el célebre acuerdo que luego sería ratificado por el Vaticano bajo el pontificado de Bergoglio. Un acuerdo que despertó una gran perplejidad incluso en la prensa secular. Recientemente, un artículo del Times titulado " El Papa es el admirador improbable de Beijing ", en el que Dominic Lawson denunciaba que " cada vez más naciones han expresado su preocupación por la creciente evidencia de la existencia de campos de concentración e incluso genocidio en la provincia china de Xinjiang ”, especificando que“ hubo silencio de la única entidad que tiene a toda la humanidad sufriente en el centro de su misión. Me refiero a la santa sede". Y añade: " Es imperdonable no condenar el genocidio "(7) . Por otro lado, durante el Ángelus del pasado 5 de julio, la omisión de Francisco de referencia a los hechos de Hong Kong causó sensación, luego de haber difundido el texto a la prensa (8) , para no molestar a Xi Jinping ...

Esta subordinación del movimiento globalista y de la Santa Sede a China es alarmante y también se confirma en los encuentros del padre Spadaro, SJ y otros jesuitas con exponentes del Partido Comunista, durante el encierro, para la difusión de La Civiltà Cattolica en la edición china.

MT: Más allá de la situación actual, en la que los candidatos católicos del Partido Demócrata obviamente no son consecuentes con el Magisterio de la Iglesia, ¿cómo debería ser un verdadero político católico?

CMV: Un católico, para serlo, no solo debe ser bautizado, sino que debe vivir coherentemente con la Fe que recibió en la Fuente sagrada. La fe va de la mano de las buenas obras, como enseña la Sagrada Escritura: sin poner en práctica nuestro habernos convertido en hijos de Dios por la incorporación al Cuerpo Místico, nuestras palabras son vacías y nuestro testimonio es inconsistente, es más, es un escándalo para el fieles y para los que no creen. Por tanto, el padre James Martin se equivoca al limitarse al aspecto meramente burocrático; sus palabras son refutadas por las del Salvador: « Ustedes son mis amigos si hacen lo que les mando" (Jn 15, 14). La amistad con Dios, que consiste en el estado de gracia del alma, depende de nuestra obediencia a las órdenes de Nuestro Señor. No a sugerencias o consejos: ¡a pedidos! Y otra vez: " No el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos " (Mt 7, 21).

Añado que el infierno no está reservado para los no católicos: entre las llamas eternas hay muchas almas bautizadas, incluso religiosos, sacerdotes y obispos, que han merecido la condenación por su rebelión a la voluntad del Señor. Dejemos que los autodenominados católicos adultos y sus tutores lo piensen antes de escuchar resonar las palabras de Cristo: « Nunca te conocí; apartaos de mí, hacedores de iniquidad ”(Mt 7, 23).

Un católico que apoya el aborto o la ideología de género niega no solo el Magisterio, sino la propia Ley de la naturaleza, que constituye la base moral común a todos los pueblos de todos los tiempos y lugares. La gravedad de la incoherencia entre la pertenencia a la Iglesia y la fidelidad a su enseñanza se ve sin embargo afectada por la dicotomía artificial entre doctrina y pastoral, que se deslizó a partir del Vaticano II y alcanzó su formulación más evidente con Amoris laetitia. Pero en una inspección más cercana, incluso el llamado "estado secular" plantea serios problemas, porque reconoce el derecho de la sociedad civil a negar la realeza divina de Cristo y a rechazar su Ley, pero al mismo tiempo pide a los laicos que den testimonio de la fe en el que la primacía de la verdad católica se rebaja al mismo nivel que el error.

Sin embargo, está claro que el político "católico" que no traduce la integridad de la doctrina de la Iglesia en la práctica no puede ser votado por los católicos, y mucho menos aprobado por la Jerarquía. El autodenominado católico Joe Biden, que apoya el aborto prenatal, es decir, el infanticidio, quien incluso antes de Obama apoya la ideología de género y celebra la boda de dos hombres, no es católico. Punto.

MT: Joe Biden ha elegido a Kamala Harris como vicepresidenta, quien defendió a Planned Parenthood, la compañía de abortos más grande del mundo, en su puesto de magistrada de California cuando fue acusada de comerciar con partos fetales abortados. ¿Cuál es el significado de esta elección?

CMV: La cultura de la muerte que subyace a la ideología anticristiana que prevalece hoy en día es coherente consigo misma: el asesinato de criaturas inocentes es uno de los puntos esenciales de quienes quieren anular no sólo el cristianismo, sino la humanidad y la creación, en la que se muestra la obra del Creador divino.

Como he dicho varias veces, este proceso de disolución se lleva a cabo en dos niveles: uno ideológico, por quienes deliberadamente quieren el mal y pretenden implementar su propio plan infernal en etapas forzadas; otro, económico, por parte de quienes apoyan la ideología no necesariamente por convicción, sino por lucro. Entonces, los sacrificios humanos que incluso durante la emergencia de Covid se siguieron celebrando en las clínicas de aborto, aportan ganancias a Planned Parenthood.ya toda la cadena de la muerte que comercializa los órganos de los bebés abortados. No olvidemos que el lobby del aborto, como el movimiento LGBT, se encuentra entre los principales financiadores de las campañas electorales de la izquierda en todo el mundo. Si empresas de orientación ideológica a favor de la cultura de la muerte financian generosamente a ciertos partidos políticos, no es de extrañar que los candidatos de esos partidos a su vez apoyen a sus patrocinadores con leyes que los favorecen.

MT: Un obispo estadounidense, Mons. Thomas Tobin dijo que por primera vez los demócratas no presentan candidatos católicos. El padre James Martin, sj respondió que Biden fue bautizado como católico y por lo tanto lo es. ¿Qué nos hace entender este ida y vuelta del Estado de la Iglesia Estadounidense?

CMV: Ya he dicho antes que por “candidaturas católicas” nos referimos a las candidaturas de políticos que no sólo se autodenominan católicos, sino que también son coherentes con la Fe y la Moral que enseña la Iglesia. Si ser católico no tuviera ningún impacto concreto, no tendría sentido votar por un candidato que de hecho no difiere de los demás. El padre Martin, sj, es un sofista, porque pretende no ver la brecha que existe entre parecer y ser católico, entre explotar la "denominación" para la ventaja electoral y ser verdaderos testigos del Evangelio en la vida privada, en materia civil y política, y en las instituciones. ¿Y el padre James, sj, bautizado, confirmado, ordenado sacerdote, incluso hizo votos solemnes de castidad y obediencia, es ... LGBT. Otro, uno de los Doce, lo traicionó, Padre Martín.

MT: ¿Por qué, Excelencia, la Iglesia mira con tanto interés la ideología dominante, que también es claramente anticristiana?

CMV: Este es un problema que llevamos encima desde hace setenta años. El clero católico, y en particular la Jerarquía, ha sufrido desde entonces un sentimiento de inferioridad que lo coloca por debajo de sus interlocutores en el mundo. Se sienten ontológicamente inferiores. Consideran inadecuada la enseñanza de Cristo, que con torpeza tratan de adaptar a la mentalidad secular. Temen parecer anticuados, no acordes con los tiempos, incluso con siglos de retraso, como decía otro ilustre jesuita (rip) ...

Este complejo tan grave es la consecuencia directa de una dramática pérdida de fe. El mensaje salvífico de Cristo es irreconciliable con las seducciones del mundo; Es indigno e ilegítimo adulterar el Magisterio de tal manera que complazca al mundo, abusando de una autoridad sagrada que, en cambio, tiene como objetivo predicar a " todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar todo lo que os he mandado ”(Mt 28, 19-20).

Mientras los líderes de la Iglesia persistan en no comportarse de manera coherente con su papel y con la enseñanza de Cristo, será imposible pedir una coherencia igual a los laicos, que toman un ejemplo de ellos. La confirmación viene precisamente del hecho de que hay políticos autodenominados "católicos" que hoy cuentan con el apoyo de clérigos y obispos autodenominados "católicos". Y que quienes, a pesar de no ser católicos, defienden la vida y la ley de la naturaleza, se encuentran acusados ​​de populismo, incluso frente a los dictadores del siglo pasado (9), y ni siquiera a un cristiano (10) . O como en el caso del padre James Altman, recientemente acusado por su obispo de ser " divisivo y motivo de escándalo ". (11)

MT: ¿Cuál es el papel de Planned Parenthood en la política estadounidense? Es un instrumento de libertad y afirmación de derechos, como pretenden los "progresistas", o ...

CMV: Planned Parenthood juega el papel opuesto y espejo en la sociedad globalista al que tenían las instituciones caritativas y las fundaciones para la protección de la vida en las naciones cristianas. En la sociedad cristiana, los niños son acogidos con amor e incluso en situaciones de pobreza y dificultad son asistidos, educados y educados para convertirse en buenos cristianos y ciudadanos honestos, poniendo en práctica la palabra del Evangelio. En la sociedad anticristiana, Planned Parenthood se encarga de matar a estos inocentes, poniendo en práctica la cultura de la muerte inspirada en el que fue "asesino desde el principio" (Jn 8, 44). No olvidemos que Planned Parenthood junto con las otras multinacionales del aborto, son funcionales al delirio maltusiano de la Cúpula Mondialista que está planeando una drástica aniquilación de la población mundial.

MT: Soros y otros están tratando de presionar a Zuckerberg para que Facebook restrinja la presencia y actividad pro-vida. ¿Las elecciones de Biden y Kamala Harris, y estas maniobras de limitar a quienes defienden la vida a qué tipo de escenario mundial conducen?

CMV: El Evangelio se ha extendido por todo el mundo gracias a la predicación de los Apóstoles y al testimonio de los Mártires y Confesores de la Fe. De manera similar, el anti-evangelio de la Sinagoga de Satanás se está difundiendo gracias a la predicación de los hijos de las tinieblas, el testimonio de personajes públicos, gente del espectáculo, autodenominados filántropos . 

Al final, siempre vuelve la división en dos bandos: por un lado el bien y por otro el mal, en la guerra bíblica entre el bien y el mal. Y si una vez nuestros santos destruyeron ídolos y templos paganos para no dejar lugar a los adoradores del diablo, hoy es inevitable que los seguidores del único pensamiento se unan para profanar y destruir las iglesias, para derribar las cruces y estatuas de los santos, borra todo recuerdo de la fe en Cristo. Ayer hubo la censura de los libros prohibidos, para proteger a los sencillos que se habrían envenenado en el alma; hoy hay censura del bien, porque el mal no lo tolera.

El escenario mundial que está tomando forma está ante nuestros ojos: hasta que entendamos que no puede haber diálogo con los obradores de iniquidad (Mt 7, 22), que no hay compatibilidad entre la luz de Cristo y las tinieblas de Satanás, no seremos capaz de ganar la batalla porque ni siquiera habremos reconocido que estamos en guerra con los poderes infernales. Y en una guerra hay necesariamente dos bandos opuestos: quien se niega a servir bajo la bandera de Cristo, inevitablemente termina ayudando a los servidores del Maligno. Esta conciencia es clara en nuestros enemigos, pero no parece tan clara en quienes no consideran la vida cristiana como una "milicia".

Permítanme recordar las palabras del presidente Trump al final de la reciente Convención: " Nuestros oponentes les dicen que su redención solo puede provenir del poder que les da.". Esta "redención" consiste en negar los derechos soberanos de Dios sobre los individuos, sociedades, naciones, reemplazando el suave yugo de Cristo por la odiosa tiranía de Satanás. Y es, en efecto, un vuelco de la Redención, es decir, la redención del esclavo, que el Salvador logró en la madera de la Cruz. Así que no nos dejemos engañar por las melifluas palabras de quienes usurpan la metáfora bíblica de los hijos de la luz y los hijos de las tinieblas, para establecer el reino de Lucifer: las tinieblas y el caos que vemos en las ciudades americanas son fruto de la misma ideología que aprueba el aborto postnatal y el matrimonio entre personas del mismo sexo, así como los patrocinadores del BLM y los movimientos Antifa son precisamente los demócratas y las fundaciones "filantrópicas" que se oponen furiosamente a la reelección de Trump. (12)

La insinuación de Biden, o más bien la ignominiosa usurpación de la famosa exhortación de Juan Pablo II « ¡No tengáis miedo! Por lo tanto, suena como el insidioso engaño de la serpiente para recoger el fruto del árbol, en lugar de la valiente invitación que el Pontífice polaco lanzó al mundo lejos de Cristo. Y es extraño que la indignación del arzobispo Wilton Gregory, muy dispuesto a censurar la visita de la pareja presidencial al Santuario de San Juan Pablo II, hoy no aligere ni al oponente Joe Biden, que explota la imagen para su campaña electoral como un católico pervertido del mismo Pontífice y de Bergoglio.

Esas palabras contundentes y autoritarias de Juan Pablo II, hoy, harían temblar a los demócratas y quizás a los propios obispos:

«¡No temas acoger a Cristo y aceptar su poder! ¡Ayuda al Papa y a todos aquellos que quieran servir a Cristo y, con el poder de Cristo, servir al hombre y a toda la humanidad! ¡No tengas miedo! ¡Abrid, ciertamente, abrid de par en par las puertas a Cristo! A su poder salvador se abren las fronteras de los estados, los sistemas económicos así como los políticos, los vastos campos de la cultura, la civilización, el desarrollo. ¡No tengas miedo! Cristo sabe "lo que hay dentro del hombre". ¡Solo él lo sabe! " (13)

Hoy, el poder salvífico de Cristo es reemplazado por la " voz de la creación que nos advierte que regresemos al lugar que nos corresponde en el orden natural creado ". La Pasión redentora de Nuestro Señor es reemplazada por el " gemido de la creación ", y los flagelos de la Justicia divina por la " ira de la Madre Tierra ", de la pachamama ...

El presidente Trump dijo: “ Nuestros oponentes les dicen que su redención sólo puede provenir del poder que les da. En este país no buscamos a los políticos para obtener la salvación, no confiamos en el gobierno para salvar nuestras almas, sino que ponemos nuestra fe en el Dios Todopoderoso ”. Creo que esta confianza en Dios, que evidentemente debe corresponder a una coherencia de vida y testimonio cristiano, confirmará también en esta circunstancia de las elecciones presidenciales que " la diestra del Señor ha obrado maravillas ", como nos recuerda el Salmo 117.

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1. Joseph Ratzinger, Les principes de la théologie catholique , Téqui, París 1985, p. 433
2. René Laurentin, Crisis de la Iglesia y Segundo Sínodo Episcopal , Morcelliana, Brescia 1969, p. 16 3. Álvaro Calderón, La lámpara bajo el celemín. Cuestión disputada sobre la autoridad doctrinal del magisterio eclesiástico del Concilio Vaticano II , Ed. Rio Reconquista, Argentina 2009
4. Ver https://www.atfp.it/rivista-tfp/264-ottobre-2018/1494-il-maggio-68-e-il-concilio-vaticano-ii | Véase también: https://www.agensir.it/italia/2018/04/26/il-sessantotto-agostino-giovagnoli-storico-profondo-legame-con-il-concilio-che-ne-ha-anticipato-alcuni - rasgos / | https://notedipastoralegiovanile.it/index.php?option=com_content&view=article&id=13936:il-68-e-la-sua-ricaduta-sul-fronte-ecclesiale&catid=353&Itemid=1074 | Véase también la interesante cronología publicada en Archivio 900: http: // www
. Archivio900.it/it/documenti/doc.aspx?id=177 5. https://www.atfp.it/rivista-tfp/264 -Octubre-2018/1494-Mayo-68-y-Vaticano-II-
6. https://www.marcotosatti.com/2020/09/08/open-society-di-george-soros- fondos-los-jesuitas / https://t.co/2alWhlx0R5?amp=1
7. https://www.thetimes.co.uk/article/the-pope-is-beijings-unjected-admirer-knkvp2qv3
8. https://www.lanuovabq.it/it/hong-kong-la-santa -Arcos-de-asiento-al-régimen-chino
9. https://www.adnkronos.com/fatti/cronaca/2020/09/08/papa-populismo-europa-recorda-terribili-degenerazioni-passate_QIC4RJ8Dyn07BJD6d82JBI.html? refresh_ce
10. https://www.toscanaoggi.it/Documenti/Papa-Francesco/La-conference-stampa-del-Papa-sul-volo-di-rparmi-dal-Messico
11. https: // quincy-network. s3.ca-central-1.amazonaws.com/wp-content/uploads/sites/10/2020/09/Statement-Father-James-Altman-090920.pdf
https://www.lifesitenews.com/news/watch -el-sacerdote-nos-advierte-a-los-votantes-que-no-puede-ser-católico-y-ser-demócrata; https://www.youtube.com/watch?v=V3C5yXw9u98
12. El dominio antifa.com conduce al sitio de la campaña de Joe Biden: joebiden.com
13. https://www.vaticannews.va/it/papa/news/2019-10/22-ottobre-1978-giovanni- paul-ii-no-tengas-miedo.html