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miércoles, 4 de noviembre de 2020

Los hermanos terroristas del Papa Francisco, los ‘accidentes’ de Niza y Viena, guerra de votos en Estados Unidos.



Los terroristas que atentaron en Viena, en Niza y en tantos otros sitios, son terroristas islámicos, lo dicen ellos y quiénes somos nosotros para negárselo

El ministro del Interior austriaco dijo que el terrorista asesinado «simpatizaba con el grupo terrorista Isis», era conocido por los servicios secretos austríacos, siendo uno de los 90 islámicos austriacos que querían ir a luchar en Siria; era un inmigrante que había jurado lealtad al nuevo líder de Isis. 

No podemos olvidar que dos jóvenes vieneses de origen turco se comportaron heroicamente durante la masacre y salvaron a un policía herido. 

Angela Merkel: “Los alemanes apoyamos a nuestros amigos austriacos con participación y solidaridad. El terrorismo islámico es nuestro enemigo común. La lucha contra estos asesinos y sus instigadores es nuestra lucha común ”. 

Erdogan amenaza a Europa: «Ningún europeo en cualquier parte del mundo puede caminar con seguridad por las calles». Parece que lo que estamos padeciendo tiene algo que ver con el islamismo y esas cosas; cerrar los ojos no es bueno, porque nos hace vivir en una irrealidad absurda

El Papa Francisco sigue con sus fraternidades universales, evitando mencionar el origen de tanta violencia y sigue con sus muros y puentes, puertos y puertas abiertas, siempre que no sean las suyas, que siguen bien cerrados: «En estas horas dramáticas, rezo con muchos otros que siguen los trágicos acontecimientos en el corazón de nuestra ciudad a través de los medios de comunicación, por las víctimas, los servicios de emergencia; y que no haya más derramamiento de sangre». 

No llegamos a saber muy bien de que se habla, ¿un terremoto?, ¿un accidente?, ¿un rayo ha partido a alguien?, ¿problemas con un volcán? Son bien conocidas las dotes del Papa Francisco para crear confusión, aquí la vemos una vez más y además con un retraso de 16 horas.

El pasado fin de semana se recibió una carta con amenazas extremistas en el obispado de Turín. Las amenazas «de sabor francés» están supuestamente dirigidas al arzobispo Cesare Nosiglia, quien siempre ha mantenido una buena relación con la comunidad islámica local. Leemos en Il Giornale: «Debemos tener cuidado. Unos arrabales no son un laboratorio de integración, sino una bomba de tiempo que podría estallarnos en la cara»; «las señales son los diversos episodios de violencia y delitos menores por parte de bandas compuestas principalmente por jóvenes marroquíes, pero también por algunos egipcios de segunda generación, que saquearon tiendas de lujo durante los disturbios por las restricciones». 

En Italia han saltado todas las alarmas al saber que el asesino de Niza dio positivo a pesar de la cuarentena después de aterrizar en Lampedusa, viajó por toda Italia con el pase en el bolsillo, y terminó en Niza donde sembró la muerte y el terror en la catedral. Puede que al final tengamos que agradecer a los hermanos musulmanes que nuestros obispos salgan del ‘ dolce far niente’.

Estamos en horas decisivas en las elecciones de Estados Unidos en las que el perdedor en las encuestas está ganando. Trump no es católico pero se ha convertido en un referente para el catolicismo de los Estados Unidos; nunca ha violado la doctrina social católica, ni siquiera en términos de hospitalidad y pobreza, además de haber luchado por los principios no negociables más que cualquiera de sus predecesores. Los números parecen ajustados pero su victoria apunta con fuerza con el sorprendente apoyo hispano y de la comunidad negra. Todos los partidarios de los nuevos órdenes se revolverán, estamos en momentos decisivos y cuatro años pueden ser fundamentales para Estados Unidos y para todo el mundo.
Specola