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sábado, 23 de enero de 2021

Jérôme Lejeune Venerable. Palabras de una discípula. Dra. Pilar Calva

 QUE NO TE LA CUENTEN


Duración 9:06 minutos


Le negaron el Nobel, pero ganó el Cielo. Roma declara Venerable a Jérôme Lejeune

Como señala hoy Infocatolica, (21 de enero de 2021) Roma acaba de reconocer el ejercicio de las virtudes en grado heroico del Dr. Jérôme Lejeune, famoso médico pediatra francés.

En 1969, Jérôme Lejeune (estando aún en la «cresta de la ola» y siendo aclamado en todos los centros de investigación), se desata una desengrenada campaña anti-vida a partir de la píldora anticonceptiva y el aborto generalizado. A pesar de su prestigio, Lejeune, se declara abiertamente en contra, tanto por ser católico como por ser médico.

¿Qué pasó luego? La conspiración del silencio. A partir de allí, se le cerraron repentinamente todas las puertas.

«Creo que en 1971 -narra su hija en una de sus biografías- fue a Estados Unidos y realizó un discurso en el National Institute for Health y después de esto mandó un mensaje a mi madre diciendo: «Hoy he perdido mi Premio Nobel». En el discurso habló sobre el aborto, diciendo, «ustedes están transformando su instituto de salud en un instituto de muerte».

Lejeune soñaba con curar el «síndrome de Down», para ello creó una fundación que a día de hoy continúa su trabajo. Como contaba su hija en una entrevista en 2011:
" El tratamiento real no existe en la actualidad, ya que los investigadores están trabajando en solucionar este problema genético. El patrimonio genético de los niños es correcto, simplemente se repite como un disco rallado. Mi padre siempre decía que un niño con síndrome Down es más niño que otros; es cómo si no estuviese acabado del todo. Así que si ese gen pudiese ser silenciado el niño podría ser normal. Y este es realmente el futuro de la medicina, reparar el código genético. Por tanto no es descabellado que podamos tratarlos algún día. La dificultad estriba en que se gasta mucho dinero en realizar el diagnóstico y en matarlos, hasta tal punto que si pudiéramos tener sólo un 10% de este dinero para investigación, podríamos ya haber conseguido la cura".
Muchos países se han marcado el objetivo de conseguir eliminar el síndrome por el método de eliminar a la persona: el aborto eugenésico.

Oración

Oh Dios, que has creado al hombre a tu imagen y le has destinado a compartir Tu Gloria, te damos gracias por haberle dado a tu Iglesia al profesor Jerónimo Lejeune, eminente servidor de la vida.

Él supo poner su penetrante inteligencia y su fe profunda al servicio de la defensa de la vida humana, especialmente de la vida en gestación, en el incansable empeño de cuidarla y sanarla. Testigo apasionado de la verdad y de la caridad, supo reconciliar, ante los ojos del mundo contemporáneo, la fe y la razón.

Concédenos por su intercesión, según tu voluntad, la gracia que te pedimos, con la esperanza de que pronto sea contado entre el número de tus santos. Amén.

Con aprobación eclesiástica
Mons. ANDRÉ VINGT-TROIS
Arzobispo de París

Se ruega comunicar las gracias recibidas a :

Postulation de la cause de béatification et de canonisation du Serviteur de Dieu Jérôme Lejeune Abbaye Saint-Wandrille
F- 76490 SAINT-WANDRILLE – FRANCIA

Ora pro nobis.

Pregunta a la doctora María Pilar Calva Mercado sobre qué vacunas proceden de fetos abortados

 QUE NO TE LA CUENTEN


Duración 3:18 minutos


Este video está tomado de una conferencia magistral de la Dra María Pilar Calva Mercado, médica genetista y discípula del venerable Dr. Lejeune. Su título es "Juicio ético y genético de las vacunas contra el Covid-19" cuya duración es 1:31:12

Padre Javier Olivera Ravasi

Su arzobispo recuerda a Pelosi que ningún católico puede ser abortista (Carlos Esteban)

 INFOVATICANA



Tras la extraña diatriba de la ‘católica’ Nancy Pelosi contra los católicos que votaron a Trump por su postura provida, el arzobispo de San Francisco, la archidiócesis de la ‘speaker’, le ha respondido que “ningún católico puede en buena conciencia favorecer el aborto”.

“Nuestra tierra está empapada de la sangre de los inocentes y hay que pararlo”, declaró Salvatore Cordileone, arzobispo de San Francisco, en una declaración respondiendo a la presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la demócrata Nancy Pelosi.

Parece evidente que es Pelosi, y no los presuntos votantes católicos de Trump, la que ostenta una postura incoherente, siendo una ardiente abortista mientras se declara devota católica, pero el arzobispo ha hecho bien en dejarlo claro: “Nancy Pelosi no habla en nombre de la Iglesia”.

“Y sobre la cuestión de la igual dignidad de la vida humana en el vientre materno, [Pelosi] también habla en contradicción directa a un derecho humano fundamental que la doctrina católica ha defendido de forma consistente durante dos mil años”, añade Cordileone, quien dijo, asimismo, que el uso que hace Pelosi de la expresión “derecho a decidir” para referirse al aborto “es una pantalla de humo para perpetuar toda una industria que se aprovecha de uno de los males más repugnantes imaginables”.

No es la primera vez para Pelosi. El predecesor de Cordileone, George Niederauer, calificó en su día el apoyo de Pelosi al aborto de “completamente incompatible con la doctrina católica”.

Carlos Esteban

Cardenal Müller: Nunca debe ser vedado el camino al Santísimo Sacramento

 GLORIA TV


Hoy, santa Inés estaría “disgustada por el espectáculo de la Pachamama”, predicó el cardenal Gerhard Müller en su iglesia titular de Santa Inés en Roma, al celebrar su memoria el 21 de enero.

Para Müller, este espectáculo fue organizado por cristianos [= Francisco] que han olvidado el primer mandamiento.

Al referirse al Covid-19, Müller dijo que la salud, la riqueza y la longevidad son bienes relativos. Resaltó que “no podemos poner todas nuestras esperanzas en una vacuna, como hacen los gentiles”.

El remedio para la muerte es Cristo, quien se ofrece a nosotros en los sacramentos, especialmente en la Eucaristía como comida para la vida esencial, dijo Müller: “Ahora es la hora para abrir ampliamente las puertas de las iglesias”. Y además: “No se debe vedar a nadie el camino hacia Cristo en el Santísimo Sacramento”.