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viernes, 28 de abril de 2023

Los cardenales Roche y Cantalamessa lo confirman: el rito de Paulo VI corresponde a una nueva teología


 



Los cardenales Arthur Roche y Raniero Cantalamessa han reconocido de modo indirecto (tal vez involuntariamente) lo que los críticos del Novus Ordo Missae de Paulo VI llevan más de cincuenta años diciendo: que el nuevo rito corresponde a una nueva teología que «se aleja de manera impresionante, en conjunto y en detalle, de la teología católica de la Santa Misa, tal como fue formulada en la XXII Sesión del Concilio de Trento» [1].

El 19 de marzo pasado, al ser interrogado por sus compatriotas de la radio BBC sobre las restricciones a la celebración del rito latino tradicional, el prefecto del Dicasterio para el Culto divino declaró: «Como ustedes saben, la teología de la Iglesia ha cambiado. Antes el sacerdote representaba, a distancia, a todo el pueblo: [los fieles] se canalizaban a través de esta persona que era la única que celebraba la Misa. No es sólo el sacerdote el que celebra la liturgia, sino también los que están bautizados [junto] con él; ¡nada menos!» [2] [Todo lo destacado en negrita lo hemos resaltado nosotros.]

Pocos días más tarde, en el cuarto sermón de Cuaresma para la Curia Romana, el cardenal Cantalamessa, Predicador de la Casa Pontificia, remachó: 
 
«La liturgia católica se ha transformado, y en poco tiempo ha pasado de ser una acción con una marcada impronta sagrada y sacerdotal a ser una actividad más comunitaria y participativa, donde todo el pueblo de Dios tiene su parte, cada uno con su propio ministerio […]
 
»Al comienzo de la Iglesia y durante los tres primeros siglos, la liturgia era verdaderamente una liturgia, es decir, la acción del pueblo (laos, pueblo, es uno de los componentes etimológicos de leiturguía). De san Justino, de la Traditio Apostolica de san Hipólito y de otras fuentes de la época, obtenemos una visión de la Misa ciertamente más cercana a la reformada de hoy que a la de siglos atrás. ¿Qué pasó después de eso? La respuesta está en una palabra molesta que no podemos evitar: ¡clericalización! En ninguna otra esfera se ha observado más claramente que en la liturgia.
 
»El culto cristiano, y de modo especial el sacrificio eucarístico, se transformó rápidamente, en Oriente y Occidente, y dejó de ser una acción realizada por el pueblo para ser una actividad del clero.» [3].

¿Es conforme al dogma católico decir que el sacrificio eucarístico es una acción realizada por el pueblo y que pasó a ser primordialmente una acción del clero por culpa de una clericalización improcedente? Claro que no. En la Santa Misa, el celebrante no es un mero presidente de la asamblea, sino el único sacerdos que ofrece el sacrificio in persona Christi.

Para zanjar cualquier duda, basta leer lo que dijo al respecto Pío XII en su encíclica Mediator Dei: 
«Sólo a los Apóstoles y a los que, después de ellos, han recibido de sus sucesores la imposición de las manos, se ha conferido la potestad sacerdotal, y en virtud de ella, así como representan ante el pueblo a ellos confiado la persona de Jesucristo, así también representan al pueblo ante Dios» (n° 54).
Por eso, en la Santa Misa, «el sacerdote representa al pueblo sólo porque representa la persona de nuestro Señor Jesucristo, que es Cabeza de todos los miembros por los cuales se ofrece; y que, por consiguiente, se acerca al altar como ministro de Jesucristo, inferior a Cristo, pero superior al pueblo (San Roberto Belarmino, De missa, II c.l. ). El pueblo, por el contrario, puesto que de ninguna manera representa la persona del divino Redentor ni es mediador entre sí mismo y Dios, de ningún modo puede gozar del derecho sacerdotal» (n° 104).

Sin duda, es importante que los fieles presentes participen en el sacrificio del altar con los mismos sentimientos que tuvo Jesucristo en la Cruz y que «ofrezcan aquel sacrificio juntamente con Él y por Él, y con Él se ofrezcan también a sí mismos» (n° 99).

Pero, para evitar todo equívoco, Pío XII reitera que «por el hecho de que los fieles cristianos participen en el sacrificio eucarístico, no por eso gozan también de la potestad sacerdotal» (n° 102).

La insistencia del papa Pacelli era necesaria, porque ya entonces algunos pretendían erróneamente «que el precepto que Jesucristo dio a los Apóstoles en su última cena, de hacer lo que Él mismo había hecho, se refiere directamente a todo el conjunto de los fieles» y juzgaban que «el sacrificio eucarístico es una estricta concelebración» (n°103).

Contra ese error, la Mediator Dei enseñaba que «aquella inmolación incruenta con la cual, por medio de las palabras de la consagración, el mismo Cristo se hace presente en estado de víctima sobre el altar, la realiza sólo el sacerdote, en cuanto representa la persona de Cristo, no en cuanto tiene la representación de todos los fieles» (n°112).

De ahí que no se puedan condenar las misas privadas sin participación del pueblo, ni la celebración simultánea de varias misas privadas en diferentes altares, invocando erróneamente «el carácter social del sacrificio eucarístico» (n° 118) [4]

Esos extractos de la gran encíclica litúrgica de Pío XII demuestran que, mal que le pese al cardenal Cantalamessa, la escarnecida clericalización de la Santa Misa no es fruto de un deterioro humano producto de la historia, sino de un designio divino. Jesús instituyó el sacrificio eucarístico y el sacerdocio ministerial simultáneamente, y otorgó a sus ministros el privilegio exclusivo de renovarlo sobre los altares de manera incruenta hasta la consumación de los tiempos.

Conviene observar, además, que el predicador de la Casa Pontificia metió sus sandalias de capuchino en arenas movedizas al declarar que las primeras comunidades cristianas tenían «una visión de la Misa ciertamente más cercana a la reformada de hoy que a la de siglos atrás». Si eso fuera cierto, cabrían dos posibilidades:

• En el mejor de los casos, el concepto encarnado en la nueva Misa de Paulo VI representaría una regresión teológica porque desde el primer tercio hasta la segunda mitad del siglo XX hubo un «desarrollo orgánico» del Depósito de la Fe en lo que se refiere al sacerdocio y el Sacrificio del Altar; es decir, que se entiende mejor su sentido teológico. En efecto, «la superación del pasado reciente para recuperar el más antiguo y original» no es un «enriquecimiento» [5], como afirmó el cardenal Cantalamessa, sino un empobrecimiento, ya que oculta a la Iglesia la luz que emana de las definiciones dogmáticas de varios concilios ecuménicos sobre la Misa: el Segundo de Nicea, el Cuarto de Letrán, el de Florencia y (principalmente) el de Trento, así como del fulgor que irradiaron sobre ella muchos gigantes de la teología y de la devoción eucarística; santos como Tomás de Aquino, Roberto Belarmino, Leonardo de Puerto Mauricio y Pedro Julián Eymard.

• En el peor de los casos, la visión de la Misa encarnada en el Novus Ordo Missae de Paulo VI representaría una ruptura teológica con los dogmas de fe definidos «en los siglos que nos precedieron», y que sustentan el supuesto concepto clericalista del sacerdocio y la Eucaristía que conforma la Misa tradicional en latín, cuya estructura, hasta el Novus Ordo Missae de 1969 del papa Paulo VI, permaneció prácticamente inalterada desde los cambios realizados por los papas San Dámaso I (m. 384) y San Gregorio I (m. 604) .

El cardenal Arthur Roche parece entenderlo de esta forma. Para él, «la teología de la Iglesia ha cambiado».

Infelizmente, el nuevo rito de Paulo VI no sólo significa un cambio de teología en lo que respecta a la supuesta clericalización de la liturgia antigua. Después de la publicación de Desiderio desideravi, mostré que los principios que invoca el papa Francisco en defensa de la reforma litúrgica contradicen la Mediator Dei en varios aspectos. En particular, destaqué los siguientes:

1. La inversión sistemática entre el fin primario de rendir culto a Dios y el fin subsidiario de santificar las almas [6];

2. El oscurecimiento de la centralidad de la Pasión redentora, en beneficio de la Resurrección gloriosa [7];

3. La acentuación del memorial en desmedro del sacrificio [8]; y

4. La degradación del sacerdote celebrante, que se convierte en presidente de la asamblea [9].

En vista de esos cambios radicales, me preguntaba si la nueva misa de Paulo VI se correspondía con la fe de siempre [10]. Los cardenales Roche y Cantalamessa acaban de reconocer que es una forma de entender la liturgia, porque la teología de la Iglesia en relación con la Misa habría cambiado.

Antes que esos ilustres purpurados, esos conspicuos representantes del progresismo francés, Alain y Aline Weidert, habían declarado lo mismo. En el periódico La Croix, publicaron un artículo de encomio al motu proprio Traditionis custodes, bajo el expresivo título: «La fin des messes d’autre “foi”, une chance pour le Christ ! » (El fin de las misas de otra fe, una oportunidad para Cristo; es un juego de palabras: autre foi –otra fe– y autre fois —antes, en otro tiempo–;en ambos casos, la fonética no varía).

No abordaron la supuesta clericalización de la liturgia tradicional en menoscabo del pueblo, sino que se centraron en la transición de la Misa como sacrificio propiciatorio a la Misa como celebración eucarística y jubilosa de la Alianza: «El espíritu de la liturgia de otra fe, su teología, las normas de la oración y de la Misa de antes (la lex orandi del pasado), ya no pueden, sin discernimiento, seguir siendo las normas de la fe de hoy, su contenido (nuestra lex credendi). […]
 
»Una fe que derivase todavía de la lex orandi de ayer, que hizo del catolicismo la religión de un dios perverso que hace morir a su hijo para aplacar su ira, una religión de un mea culpa y una reparación perpetuos, conduciría a un antitestimonio de fe, a una imagen desastrosa de Cristo. […]
 
Lamentablemente, nuestras misas [tradicionales] siempre se caracterizan por un señalado carácter expiatorio de finalidad propiciatoria para aniquilar los pecados (mencionados 20 veces), alcanzar nuestra salvación y salvar las almas de la venganza divina. “Propiciación’ que las comunidades Ecclesia Dei defienden con uñas y dientes, con sus sacerdotes sacrificadores, formados para hablar del Santo Sacrificio de la Misa, que es una verdadera inmolación.» […]

Prosiguen los Weidert: «Si queremos poder ofrecer algún día o una fe y una práctica cristiana atractivas, debemos aventurarnos, mediante la reflexión y la formación, a descubrir un fondo aún inexplorado (sin explotar) de la salvación por Jesús, no poniendo en primer lugar su muerte contra (“por”) los pecados sino su existencia como Alianza. Porque, “en efecto, su humanidad, unida a la persona del Verbo, fue instrumento de nuestra salvación” (Vaticano II, Sacrosanctum concilium, 5). ¡La opción es clara! No entre sensibilidades y estéticas religiosas diferentes, sino entre sacrificios interminables para borrar los pecados y Eucaristías que sellan la Alianza/Cristo» [11].
 
«Cuánta razón tuvo el papa Francisco al afirmar en Desiderio desideravi que sería banal leer las tensiones, desgraciadamente presentes en torno a la celebración, como una simple divergencia entre diferentes sensibilidades sobre una forma ritual». [12]

De hecho, los cardenales Roche y Cantalamessa acaban de concordar volens nolens con furibundos modernistas como el matrimonio Weidert, que considera que el rito de S. Pío V es la misa de «otra fe».

Siendo así, en el Vaticano no pueden extrañarse de que la fidelidad al Depósito de la Fe obligue a los católicos tradicionalistas a resistir sin cejar una legislación litúrgica ilegítima, que pretende imponer una construcción litúrgica artificial (Ratzinger dixit), y se aparta en puntos esenciales de los dogmas definidos en el Concilio de Trento, mientras se restringe gradualmente, hasta su extinción, un rito santo de la Misa que se desarrolló armónicamente a lo largo de los siglos.

José Antonio Ureta

1. Cards. A. Ottaviani y A. Bacci, carta a Paulo VI, introductoria del Breve estudio crítico del Novus Ordo Missae.

2. BBC, March 19, 2023

3. http://www.cantalamessa.org/?p=4080&lang=es

4. Pío XII, encíclica Mediator Dei (Nov. 20, 1947), Vatican.va

5. Cantalamessa, Mysterium Fidei!

6. Una crítica doctrinal de Desiderio desideravi: La primacía de la adoración

7. Oscurecimiento de la centralidad de la Pasión redentora

8. Del sacrificio del Calvario al recuerdo de la Presencia

9. De sacerdotes del Sacrificio a presidentes de asambleas

10. ¿El Novus Ordo como arma para promover “otra fe”?

11. Aline y Alain Weidert, en La Croix, 10-02-2022,

12.https://www.vatican.va/content/francesco/es/apost_letters/documents/20220629-lettera-ap-desiderio-desideravi.html, n° 31.

jueves, 27 de abril de 2023

La Agenda 2030, VOX, el PP y Bildu: algunos detalles que Libertad Digital pasa por alto



Anteayer vimos aquí la viñeta del gran Borja Montoro sobre la Agenda 2030 que ha sido colgada en un edificio de Madrid.



La lengua gruesa y la piel fina de Jiménez Losantos

La viñeta, que está muy bien, no ha gustado a todo el mundo. Libertad Digital publicó ayer una noticia con este título: "Vox imita a El Jueves para equiparar a Feijóo y Ayuso con Bildu, Podemos y Maduro". Comparar una viñeta de Borja Montoro con la basura que publica El Jueves sí que es una equiparación infame. Pero en el plano de las manipulaciones, hay afirmaciones mucho peores que ésa.

Recordemos, sin ir más lejos, que el dueño del diario digital que publicó ese titular, Federico Jiménez Losantos, acusó a Vox de ser "la herramienta de la ETA" en 2019. Se refería a un partido en el que militan personas como Santiago Abascal, José Antonio Ortega Lara, Francisco José Alcaraz, Juan de Dios Dávila, Ana María Velasco Vidal-Abarca, Antonio Salvá y Nerea Alzola, por citar sólo algunos nombres de miembros de Vox que son víctimas de ETA o fueron amenazados de muerte por ETA. Jiménez Losantos tienen lengua muy gruesa para atacar a otros y una piel muy fina cuando se trata de encajar críticas contra sus afines.

La doble vara de medir de Libertad Digital con el PP y con Vox

Hay que decir que Jiménez Losantos no es el único que ha caído así de bajo. En diciembre, Ayuso comparó a Vox con los proetarras por el mero hecho de no apoyar sus presupuestos a cambio de nada. Libertad Digital no criticó aquella declaración de Ayuso y ni siquiera la publicó. La historia se repitió hace dos semanas, cuando el coordinador general del PP, Elías Bendodo, metió a Vox en el mismo saco que a Bildu (pero no al PSOE ni al PNV), afirmando de ellos que "dicen que suman pero sólo dividen y restan". Libertad Digital tampoco criticó esas palabras de Bendodo y ni siquiera las publicó. Pero ahora el diario de Jimenez Losantos se pone sensible y acusa a Vox de equiparar a Ayuso con Bildu. Por lo visto, en LD sólo les molestan ciertas cosas si las dice Vox.

Agenda 2030: un proyecto ideológico apoyado por el PP y por Bildu

El caso es que la viñeta en cuestión es una crítica a los que apoyan la Agenda 2030, un proyecto ideológico controvertido y del que sólo discrepa Vox de todos los partidos del Congreso. Es muy lógico que aparezcan miembros del PP en una viñeta sobre ese proyecto. El 24 de noviembre de 2022, la propia web del PP recordó que "fue el Ejecutivo de Rajoy el que firmó el Acuerdo de París y asumió la Agenda 2030".

Por otra parte, la Comunidad de Madrid tiene un "Consejo Asesor para el desarrollo de la Agenda 2030", que forma parte del gobierno que preside Ayuso. El gobierno gallego del PP tiene una comisión con el mismo fin, que fue aprobada en 2019, cuando Feijóo era el presidente de la Xunta. Ese mismo año, Bildu apoyaba abiertamente la Agenda 2030, diciendo que "debe ser la guía de todas las políticas" en la Diputación Foral de Álava y se quejaba de la falta de fondos para implementarla:

.@mrezolap : la agenda 2030 debe ser la guía del trabajo político de todo el territorio pero se financia a cargo de los fondos de cooperación al desarrollo, una partida que no alcanza el 7% del presupuesto#ArabaBizia#ArabaDuina pic.twitter.com/767kRi7E5X

— EH Bildu Araba (@ehbilduaraba) February 6, 2019

Así pues, no es esa viñeta la que ha puesto al PP y a Bilbu juntos y apoyando la Agenda 2030: lo han hecho esos dos partidos. Lo que se limita a hacer la viñeta es señalar ese hecho. Y por lo visto, a Jiménez Losantos y a Libertad Digital les molesta que una viñeta haga constar un hecho que cualquiera puede comprobar con una sencilla búsqueda en Google. Curioso concepto del periodismo el que tienen algunos.

LD confunde una denuncia del PP con una resolución de la JEC

El citado titular no es el único digno de lamentar en las últimas horas en ese diario. Ayer, Libertad Digital publicaba otra noticia afirmando que Vox se niega a retirar esa lona "pese a la denuncia del PP ante la JEC". A ver, señor Jiménez Losantos: no sé si los deseos del PP son órdenes para usted, pero no tienen por qué serlo para los demás. Una denuncia del PP no es una resolución de la Junta Electoral y no obliga a nadie. Cualquier periodista con un mínimo de cultura debería saberlo.

Primero multan opiniones y ahora intentan censurar una viñeta

Por lo demás, recuerdo que el gobierno de la comunidad de Madrid (del PP) ha puesto multas por motivos de opinión que han sido anuladas por la Justicia por vulnerar derechos fundamentales. Y ahora el PP intenta censurar una viñeta porque no le gusta. Caray con los "constitucionalistas" del PP. Parece que algunos políticos están tan acostumbrados a que se cumplan sus dictados sin rechistar en tantos sitios que ya dan por hecho que todos debemos subordinar nuestros derechos a sus deseos y caprichos. Pues ya pueden esperar sentados.

ELENTIR

martes, 25 de abril de 2023

NOTICIAS 25 de Abril de 2023




LA GACETA DE LA IBEROSFERA

La dictadura de Daniel Ortega cierra tres universidades más

José Antonio: desenterrar a un fusilado que pidió el fin de la Guerra Civil y un gobierno de concentración

Más de una cuarta parte de los españoles continúa en riesgo de pobreza mientras el Gobierno supera el récord de gasto

Hungría, un ejemplo para Europa: así ha logrado proteger la familia, y aumentar los matrimonios y la natalidad

Meloni sigue el ejemplo de Orbán y propone eliminar impuestos a quienes tengan al menos dos hijos

INFOVATICANA

El Papa nombra al prelado del Opus Dei consultor del Dicasterio de la Evangelización

La Academia por la Vida aclara, sin desmentir, las palabras de su presidente sobre la eutanasia

SPECOLA

El futuro de la Iglesia y la santidad, otra entrevista del Papa Francisco, preparando la guerra, ‘Navarro el portavoz’, el perseguido Padre Buela, ‘la fe y el futuro’.

INFOCATÓLICA

Gádor Joya hace balance de su trayectoria provida y de su paso por la política (Javier Navascués)

La justicia argentina niega el cambio de nombre en los registros de bautismo para las personas trans (Javier Olivera Ravasi)

La Constitución, la Escuela Católica y el Cheque Escolar

El Papa presidió la primera reunión del renovado Consejo de Cardenales

Trump asegura que volverá a defender los principios provida si vuelve a la Casa Blanca

Los restos de José Antonio Primo de Rivera ya descansan en el cementerio madrileño de San Isidro

RELIGIÓN EN LIBERTAD

Borges y Haribo se van del programa soez de TV3 que ofendió a la Virgen: más acciones de protesta

El obispo de Santander, contundente contra la Agenda 2030: «Esconde un cambio de civilización»

Selección por José Martí

¡ESTÁN PERVIRTIENDO A LOS NIÑOS EN LOS COLEGIOS! por Agnus Dei Prod

AGNUS DEI PROD


DURACIÓN 19:10 MINUTOS


El PROGRESISMO que tanto se cacarea en los medios de comunicación y en la política está llevando a las sociedades a la mayor época de PERVERSIÓN MORAL de todos los tiempos a nivel global. 

Se trata de un pensamiento que busca inculcar la destrucción de la Iglesia Católica (donde se encuentra la verdadera libertad) para pasar a una sociedad atea, laica y sin compromiso religioso, es decir, autodestructiva. 

Ariza: ‘Defendemos la existencia de esta TV para proteger la verdad y que la sociedad mejore’



Duración 4:57 minutos

viernes, 21 de abril de 2023

Los restos mortales de José Antonio Primo de Rivera saldrán el lunes del Valle de los Caídos



Los restos de José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange, serán trasladados el próximo lunes desde su emplazamiento en la basílica del Valle de los Caídos al cementerio madrileño de San Isidro, después de que sus familiares solicitaran la exhumación a raíz de la Ley de Memoria Democrática.


Esta operación, adelantada por Infovaticana.com, se lleva a cabo después de que en 2019 se exhumaran a la fuerza, por decisión del Gobierno, los restos mortales de Francisco Franco.

Pocos días después de la aprobación definitiva de la ley, los familiares se dirigieron al abad del Valle de los Caídos y a la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid y solicitaron al Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial los permisos necesarios para llevar los restos del fundador de Falange hasta el cementerio de San Isidro, en Madrid.

La familia de Primo de Rivera señaló en el comunicado que «el proceso de exhumación debe permanecer y permanecerá dentro de la estricta intimidad familiar, sin que pueda convertirse en una exhibición pública propensa a confrontaciones de ninguna clase entre españoles». Los familiares enlazaban así con la voluntad de concordia nacional manifestada por el propio José Antonio en el testamento que redactó la noche antes de morir fusilado por los republicanos.

Según explicaron los sobrinos mediante un comunicado, lo hacían para cumplir con la voluntad de su tío de ser enterrado en un cementerio sagrado y de acuerdo con el rito católico. La ley de imposición de la memoria establece que en las criptas adyacentes a la basílica, de forma obligatoria, «los enterramientos existentes en la misma tienen el carácter de cementerio civil», de manera que enterrar ahí el cadáver de José Antonio contravenía claramente su última voluntad.

Su requerimiento fue atendido por el Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial el mes pasado, cuando aprobó la licencia urbanística para la retirada de la losa sepulcral. La fecha elegida para la exhumación coincide con el día en el que se cumplirán 120 años del nacimiento en Madrid del fundador de la Falange.

Primo de Rivera fue fusilado por un tribunal republicano en la cárcel de Alicante el 20 de noviembre de 1936, y sus restos mortales se llevaron a hombros de falangistas, a pie, hasta el Valle de los Caídos en 1959.

Su tumba es la única individual que queda en el Valle de los Caídos tras el traslado de los restos mortales de Franco, ya que los más de 33.000 enterrados, combatientes de ambos bandos de la Guerra Civil, que descansan en los columbarios externos al templo lo están en emplazamientos colectivos.

domingo, 16 de abril de 2023

El estado de Washington propone retirar la custodia a los padres que se nieguen al cambio de sexo de sus hijos



Si la profesora de primaria convence a su pequeño Jimmy de que, en realidad, es una niña, échese a temblar, al menos si vive en el estado de Washington, porque tendrá que elegir entre colaborar con su mutilación o perder su custodia.

Un nuevo proyecto de ley aprobado en el estado de Washington trata de dar una vuelta de tuerca más a la abolición de los derechos de los padres al permitir la existencia de «refugios» que hormonen y/o mutilen a menores sin el consentimiento de los padres. Para empezar, con esta propuesta de ley a los padres no les asiste siquiera el derecho a saber dónde están sus hijos menores si estos están en uno de esos «refugios» si los primeros se resisten al procedimiento, digamos, «médico».

«Esencialmente, el proyecto de ley permitiría a un niño irse de casa de sus padres para recibir ‘atención médica’ en un albergue o familia colaboradora, y ese albergue o familia no estaría obligado a notificar a los padres sobre el paradero de su hijo», declara el diputado republicano Chris Corry a The Epoch Times. «Obviamente, es una violación fundamental de los derechos de los padres y algo que les preocupa profundamente en todo el estado de Washington».

Para el también republicano Peter Abbarno señaló que el quid del debate sobre el proyecto de ley era permitir al estado «esencialmente ocultar dónde está el niño».

Las redes de abuso de menores, naturalmente, se frotan las manos ya que crea una vía potencial para que los depredadores se aprovechen de los niños vulnerables que pueden estar buscando refugio o servicios médicos, por no hablar de las consecuencias a largo plazo en la salud mental y física de niños sin la madurez o la capacidad para tomar decisiones informadas sobre su atención médica.

Otros también han señalado que el Gobierno no debería involucrarse en brindar atención de afirmación de género a menores, y que tales decisiones deberían dejarse en manos de los padres y los profesionales médicos.

La mayoría de los padres, dijo Corry, «irían hasta los confines de la tierra para encontrar a su hijo» si desaparecieran después de una discusión. «Y el hecho de que tengamos un proyecto de ley que podría convertirse en ley que informa a los padres que no se lo van a decir es ya demasiado». Corry le dijo a The Epoch Times que, según el proyecto de ley, un desacuerdo entre un niño y sus padres sobre el deseo del niño de una transición médica constituye «abuso y negligencia», sólo porque el padre no «ha afirmado adecuadamente lo que el niño quiere».

Según la ley, si hay un desacuerdo entre el menor y los padres sobre la conveniencia de iniciar una terapia «de asignación de género» (hormonación y, con frecuencia, castración o mastectomía), los padres podrían ser acusados de «abuso y negligencia» y perder la custodia de su hijos.

Carlos Esteban

Discurso completo de Santiago Abascal en Oviedo



Duración 41:14

sábado, 15 de abril de 2023

San Juan Pablo II, intolerablemente calumniado |Actualidad Comentada 2023

NOTICIAS 15 de ABRIL de 2023



LA GACETA DE LA IBEROSFERA

Ayuso cumple con la Agenda 2030: inmigración,
ideología de género y «cambio climático»

El Gobierno ordena derribar la presa de Valdecaballeros (Badajoz) y dejará sin agua a una comarca que vive de la ganadería

Abascal, en Oviedo: «La Agenda 2030 es el infierno para el futuro de España»

Países Bajos extenderá la eutanasia a los niños menores de 12 años

¿Es «progresista» el Gobierno que abandona a los más vulnerables de la sociedad?

EL DEBATE

¿Qué hace la UE por los cristianos perseguidos?

VOX POPULI

Feijóo critica que en la Ley de Vivienda de Sánchez no se hable de okupación

INFOVATICANA

Crecen los ataques contra iglesias en Estados Unidos (Carlos Esteban)

INFOCATÓLICA

Selección por José Martí

Perspectiva Católica: EL SÍNODO ALEMÁN 13|04|223



Duración 58:25 minutos

lunes, 10 de abril de 2023

‘¿Memoria histórica o Ministerio de la Verdad?’: Defensa de la concordia entre los españoles (por Fernando Sánchez Dragó)



Este artículo se publicó el 4 de marzo de 2021 en La Gaceta. Es un capítulo del libro «Memoria Histórica», amenaza para la paz, impulsado por el Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR).

Empezaron llamándola así: «Memoria Histórica». Ahora la llaman «Memoria Democrática». Pronto la llamarán –ya ha habido alguna que otra sugerencia en ese sentido– Ministerio de la Verdad. No estamos en 1984, pero la sombra de Orwell es alargada. Y la de Aldous Huxley y su mundo feliz también. Y la de tantos otros. Utopías que se convierten en distopías.

¡Ah! Permitan que me presente. Lo haré a la vuelta de algunas consideraciones de carácter general. Este es un artículo difícil. Me dirijo a personas que nada saben de mí e ignoran si soy de fiar, y que, excepciones aparte, por ser de otras nacionalidades, aunque todos europeos, tampoco sabrán gran cosa de lo que fue la guerra civil librada en España desde el 18 de julio de 1936 hasta el 1 de abril de 1939. Es natural que así sea. Yo vengo en calidad de testigo, no sé muy bien si de cargo, si de descargo o de ambas cosas.

Las guerras civiles dejan en el país donde transcurren heridas que tardan mucho en cicatrizar. En ellas, a diferencia de las que no lo son, no se ventilan cuestiones de fronteras, de economía, de creencias religiosas, de diplomacia o de geopolítica y afanes de poder territorial. Quienes mueren no son soldados anónimos —desconocidos, suelen llamarlos– al servicio de una bandera, sino gente cercana y provista de nombre y apellidos: padres, madres, abuelos, hermanos, parientes, amigos, vecinos, compañeros de trabajo o de vida menuda y cotidiana. No hay familia en mi país que no guarde memoria fúnebre, ni histórica ni democrática, sino estrictamente personal, de uno o varios de sus miembros fallecidos, asesinados, exiliados o discriminados por aquella guerra, por sus abusos, por sus excesos y por sus coletazos.

En España, al morir en noviembre de 1975 el hombre que fue aupado al poder tras el desenlace de la contienda, mis compatriotas, y yo mismo, hicieron (hicimos) un notable y venturoso esfuerzo para zanjar las huellas, las heridas, los resentimientos, los ánimos de venganza, los revanchismos y los sentimientos de culpa individual o colectiva. No fue fácil, pero se hizo. Se llamó Transición. Con ella, y de su mano, llegó la democracia, la constitucionalidad, el Estado de Derecho… Los vencedores y los vencidos, y los descendientes de los unos y de los otros, hicieron borrón y cuenta nueva, jubilaron sin finiquito el Régimen que muchos, pero no todos, consideraban una dictadura, aplicaron la fórmula ‒Paz, Piedad, Perdón‒ de don Manuel Azaña, último Presidente de la Segunda República, e inauguraron un período de buena voluntad y de libertades públicas y privadas que aún hoy, mal que bien y tambaleándose por múltiples razones de índole partidista y secesionista que aquí no vienen al caso, se mantiene relativamente incólume.

En marzo de 2004 –¿o fue en abril?– ese espíritu, el de la Transición y la reconciliación, que era, al parecer, más frágil de lo que todos pensábamos, mostró sus primeras grietas, que hoy, tres lustros después, se han multiplicado y ensanchado, y podrían derribar el edificio. Fue entonces cuando llegó a la presidencia del gobierno un lunático –el autoproclamado socialista Rodríguez Zapatero— que no tardó en empuñar la azada para reabrir las fosas comunes (o no) de los muertos en la guerra convirtiéndolas en trincheras. La Ley de Memoria Histórica, tan dañina como inútil, jaleada por unos y denostada por otros, volvió a desatar las hostilidades entre las dos Españas que hoy como ayer siguen helando el corazón de los españolitos que vienen al mundo –fue un poeta celebérrimo y de indiscutida e indiscutible autoridad moral quien recurrió a esa metáfora– y que ya no tienen ni la más mínima idea del horror que precedió al alzamiento militar, pero también popular, del 18 de julio y al que de él se derivó. Así andamos. La citada ley nacía al dudoso calor de una confusión semántica que, por su obviedad, hasta el más iletrado o desinteresado de los observadores puede percibir. Ahora, abundando en el error y en la coerción ideológica, la memoria a la que la ley citada hace referencia es, además de «Histórica», «Democrática» (sic). Ese addendum, descaradamente oportunista y totalitario, es ocurrencia muy reciente del actual gobierno: ése, presidido por Pedro Sánchez, del que forma parte un partido de pedigrí bolchevique y chavista, ahora madurista, que desea fragmentar el país, inmovilizar a sus habitantes con la camisa de fuerza del pensamiento único y arriar el principio básico de la Constitución vigente.

¡Acabáramos! Pocos éramos, decimos en España, y parió la abuela. La memoria es memoria, y punto. Puede ser triste o alegre, oscura o luminosa, exacta o incierta, pasajera o duradera, pero es siempre individual, personal, subjetiva y, por ello, legítima en su diversidad y no sujeta en ningún caso a adjetivaciones de índole partidista, parasitaria y doctrinaria. La única memoria histórica que puede y debe existir es la de los historiadores que manejen datos, sólo datos, demuestren su veracidad y los interpreten con objetividad, honestidad y ecuanimidad, pero no, nunca, como ahora se pretende, la del Boletín Oficial del Estado ni, menos aún, la del Código Penal.

Otro escritor, Juan Eslava Galán, que es también, como yo mismo, historiador, dice en el prefacio de mi penúltimo libro (España Guadaña. Arderéis como en el 36, 2019), que trata precisamente del flatus vocis y concepto espurio que aquí analizo, lo que sigue:

Uno de los propósitos de este libro es la refutación de la ocurrencia zapateril de la memoria histórica. A esa memoria le ocurre como a las personas de edad: recuerda lo ocurrido hace mucho tiempo, pero olvida lo reciente. Recuerda los días aciagos en que unos españoles mataban a otros llevados por ese odio cainita tan entrañablemente nuestro, pero olvida la reconciliación de sus hijos, cuando los dos bandos, derechas e izquierdas, se abrazaron y acordaron la Transición.

Sobre la guerra de España, de la que suele decirse que fue la última guerra romántica de la historia, han corrido no ya ríos, sino mares de tinta. La bibliografía referente a ella cuenta con un aluvión de epígrafes. Hace casi medio siglo ‒no sé ahora‒ ya superaban los dos mil. En ellos se vierten no sólo opiniones muy dispares, sino también datos abiertamente contradictorios. Discútanlos cuanto quieran los historiadores y pónganse o no de acuerdo, pero no se arrogue ningún gobierno el papel represor de ser juez y parte, magistrado y fiscal, en tan esquinado y resbaladizo asunto.

A pesar de que lo anuncié, todavía no me he presentado… Soy escritor y periodista muy conocido y reconocido, aunque también muy discutido. Tengo ochenta y cuatro años, más de cincuenta libros y de siete mil piezas de periodismo en mi historial, he recibido numerosos premios de ámbito nacional e internacional y he sido profesor de lengua, literatura e historia de España en trece universidades de siete países. No lo digo, señorías de la Unión Europea, por presumir ni en busca de condecoraciones, sino porque quiero prestar y de ese modo avalar mi voluntario testimonio en el proceso abierto por el gobierno español y sus adláteres sobre los presuntos crímenes del franquismo. Creo tener autoridad para ello. Mis papeles están en regla. En septiembre de 1936 fusilaron sin juicio previo a mi padre en Burgos, mi tío paterno fue condenado a muerte al terminar la guerra y pasó varios años en la cárcel, yo mismo di con mis huesos en ella, fui detenido en no pocas ocasiones, sufrí cinco procesos, permanecí un total de diecisiete meses en la cárcel y casi ocho en prisión domiciliaria, estuve seis años en el exilio… ¿Basta con eso? ¿Se admite mi testimonio? ¿Se me reconoce la condición de víctima del franquismo? ¿Tengo derecho a hablar? Les recuerdo que, a diferencia de muchas de las personas llamadas a declarar por los órganos de propaganda del gobierno español, mi testimonio no es de oídas. Soy testigo presencial de los supuestos delitos que se juzgan y de la época en la que se cometieron. No pueden decir otro tanto quienes tienen ahora menos de cincuenta años por más que se recabe su opinión sobre aquella época y aquellos hechos. Les aseguro que mis palabras no son fruto de ideología alguna, por carecer yo de ella, ni del afán de medro. Al contrario: pueden salirme caras. Escribo esto movido por el aprecio de la verdad. Las cosas no fueron como muchos, sin haberlas vivido, las cuentan y las juzgan. Nadie me torturó. Todos los españoles, todos, fueron víctimas de una guerra cuya estúpida crueldad se divide a partes iguales entre los dos bandos intervinientes en ella. Y en cuanto a la posguerra, cierto es que los años del franquismo lo fueron de sombras para algunos, sobre todo al principio, pero también de luces para otros. En la España de Franco que yo conocí sólo sufrían persecución quienes desde posturas radicales –las mías, por ejemplo– y buscando pelea se enfrentaban al Régimen. Créanme si les digo que éramos pocos. Mis recuerdos lo son de un país civilizado, ilustrado y habitable. Basta de mentiras. No reabramos trincheras. No demos vivas a una República que en tantas cosas lo fue de infamia ni a un Régimen autoritario que hace cuarenta y cinco años exhaló su último suspiro. Dejemos la memoria a secas en el ámbito de la libre memoria personal, ni histórica ni democrática, de quienes la tenemos. Sobreséase el asunto. ¿Habeas corpus? Pues aquí está el mío, Señorías.
Apéndice: muertos de segunda clase

Comprimo y reescribo otro testimonio. El 17 de julio de 1936 llegó a Madrid la noticia de que la guarnición de Melilla se había sublevado. Fernando Sánchez Monreal, jovencísimo periodista, pero ya director de la agencia Febus, no lo pensó dos veces. Salió de casa con lo puesto, rumbo al sur, y dejó en ella a Elena Dragó, su esposa, embarazada, sin imaginar que nunca volvería a verla. El 14 de septiembre, después de una asombrosa peripecia, fue capturado y fusilado en las cercanías de Burgos por sedicentes miembros de la Falange fundada por José Antonio Primo de Rivera. Que Dios los perdone. Elena, un año después, emprendió la búsqueda de su marido campo a través de un país en llamas. Lo hizo acompañada por el hijo que ambos habían engendrado y que con el correr del tiempo dedicaría ímprobos esfuerzos a la brega de encontrar los restos de su padre. Supe de esta historia, ha escrito una colega de sólido y solvente quehacer, cuando conocí a Dragó. Éstas son sus palabras, transcritas en una de mis columnas:

«Yo, Emma Nogueiro, también joven periodista que sólo sé de la guerra lo que los libros me han enseñado, me embarqué hace unos meses en la incierta tarea de culminar la investigación que él había emprendido. En ésas andábamos cuando nos cerró el paso la España Cainita. Lo he comprobado. Durante muchos meses perseguí a varios miembros de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica. Llamadas, mensajes, reuniones, peticiones… Todo en vano. Después de escuchar una y otra vez que el Gobierno no da subvenciones, que la citada Asociación, experta en postureo, hace lo que puede y que son muchos los que buscan a los suyos, logré que le hiciesen a Fernando una prueba de ADN, pero la esperanza duró poco. Después de recoger la saliva del único hijo del difunto, nunca más volví a saber de tan falaz Asociación. Bueno, miento. Llamé compulsivamente al artífice de la prueba, que me esquivaba, di por fin con él y me quedé helada al escuchar el argumento que aducía para justificar lo injustificable: «Sánchez Dragó es una persona incómoda para la Asociación por sus posturas políticas y eso frena cualquier iniciativa que lo implique». De momento no voy a revelar el nombre de la persona que lo dijo, pero dispongo de una grabación que recoge sus palabras. ¿Memoria histórica? ¿Cerrar heridas? ¿Hacer justicia? Sarcasmo es alardear de ello cuando se empuña el rejón del poder político para cavar trincheras. Aún están a tiempo de rectificar y de impedir que el hijo de aquel joven periodista cargado de vida, colmado de futuro y segado en agraz, y yo misma, denunciemos a los responsables de tan abyecto delito de discriminación en la sede judicial que corresponda».

En ésta, por ejemplo, añado yo. Obren, Señorías, en conciencia, y hagan todo lo posible para que la inicua Ley de Memoria Democrática impuesta por el gobierno social-comunista de Sánchez Castejón y Pablo Iglesias sea derogada antes de que su impacto y el totalitarismo que traerá consigo sean irreversibles.

Por Fernando Sánchez Dragó