BIENVENIDO A ESTE BLOG, QUIENQUIERA QUE SEAS



martes, 12 de marzo de 2019

¿Qué pinta Zanchetta, apartado por abusos sexuales, en el retiro del Papa? (Carlos Esteban)




A la espera del correspondiente motu proprio, pocos colofones más aptos puede tener la minicumbre de los abusos que el hecho de que el Papa se lleve con él al obispo emérito Gustavo Zanchetta, que se hizo ‘selfies’ obscenos que llegaron en su día a Roma, al retiro de Cuaresma de la Curia.

El Papa se retiró el pasado domingo a la Casa del Divin Maestro para empezar unos ejercicios espirituales de una semana como preparación de la Cuaresma, en compañía de miembros de la Curia romana, un retiro que el biógrafo papal Austen Ivereigh considera erróneamente como excepcionales por su duración y su carácter estricto. Ivereigh pretende en un mensaje desde su cuenta de Twitter que antes de Francisco los retiros de Cuaresma en la Santa Sede duraban un solo día. En realidad, los retiros de Cuaresma de la Curia duraban siempre seis días; 2013 -año que Ivereigh toma como referencia- fue la única excepción, porque coincidía con una situación de sede vacante.

El propio Francisco anunció en Twitter el inicio de los ejercicios, en una entrada en la que pedía las oraciones de los fieles “para mí y mis colaboradores”. La sorpresa ha sido conocer que uno de esos ‘colaboradores’ que estarán con él en el Divin Maestro, en Aricia, según ha podido saber el británico Catholic Herald, no es otro que Gustavo Zanchetta, obispo emérito de Orán, en Argentina, que Francisco elevó primero al episcopado y al que, cuando tuvo que renunciar por abusos de poder y sexuales, encontró un jugoso cargo en la APSA, la ‘inmobiliaria’ vaticana, del que se supone ha sido suspendido. El Herald asegura haber tenido confirmación por parte del propio Zanchetta en una llamada telefónica.

El caso Zanchetta es el ejemplo perfecto de todo lo que falló para que se pudiera llegar a la presente situación de crisis de encubrimientos y abusos sexuales, y la actitud del Papa con él lo es de por qué la minicumbre, las banalidades que han salido de ella y lo que vendrá supone un mero ejercicio de imagen y ‘contención de daños’.

¿Por qué se ha llevado el Papa a Zanchetta a unos ejercicios espirituales de la Curia, donde solo tienen cabida sus más estrechos colaboradores, si ni siquiera ocupa ya cargo alguno? ¿Qué transmite Su Santidad dando este tratamiento de privilegio a un prelado que se hacía ‘selfies’ ‘en actitudes obscenas’ para enviar a quién sabe quiénes? ¿Cómo puede nadie creer que ‘tolerancia cero’ sea algo más que una consigna vacía?

El caso Zanchetta es, probablemente, el mayor escándalo de este pontificado en lo referido a los escándalos de encubrimientos. Hace algo más de un mes, el diario local argentino El Tribuno publicó que la verdadera causa de la renuncia del joven obispo de Orán, Gustavo Zanchetta, no era la enfermedad que alegaba, sino las denuncias por abusos de poder y sexuales contra él. Zanchetta había sido uno de los primeros y sorprendentes nombramientos episcopales de Francisco, no solo porque era relativamente joven, sino porque no parecía reunir las condiciones habituales para tan alto cargo y, sobre todo, porque el Papa actuó directamente, saltándose el procedimiento ordinario de atender las propuestas de la Conferencia Episcopal Argentina y la opinión de los vicarios diocesanos. Sencillamente, era su amigo de cuando Zanchetta trabajaba en la Conferencia Episcopal.

Zanchetta se marchó bruscamente, sin siquiera despedirse de los fieles o de sus propios sacerdotes, alegando una enfermedad indefinida. Una extraña enfermedad, porque fue a sestear a la diócesis de Corrientes, invitado por su obispo, y en pocas semanas disfrutaba en Madrid de la hospitalidad del cardenal arzobispo Carlos Osoro. Y al poco estaba viviendo con el mismo Papa y disfrutando de un puesto creado ex profeso para él.

El bombazo de El Tribuno obligó al Vaticano a reaccionar, y el interino portavoz Gisotti se presentó ante los medios diciendo que a) Zanchetta había sido suspendido de sus funciones en la APSA, b) que el Vaticano solo conocía el asunto del ‘malestar’ de sus sacerdotes y los abusos de poder (reconociendo así que le dejaron colar la mentira de la enfermedad, por cierto), y c) que de los abusos sexuales se acababan de enterar por las noticias de la prensa.

Cuando, poco después, salieron voces asegurando que habían enviado a la Curia fotos obscenas de Zanchetta, Gisotti se reafirmó: Roma no sabía nada de todo eso.

Pero más tarde El Tribuno publicó que documentos internos de la Iglesia “demuestran que autoridades de la institución, incluido el Papa Francisco, conocían las denuncias de abuso sexual y desmanejos económicos que pesaban contra el ahora exobispo de Orán Gustavo Zanchetta, antes de darle un alto cargo en el Vaticano y trasladarlo a Roma. El religioso envió fotos íntimas desde su celular, acosó a seminaristas, no registró la venta de un importante inmueble y manejó fondos discrecionalmente”.

Carlos Esteban

NOTICIAS VARIAS (Adelante la Fe, Il Settimo Cielo, Life Site News, InfoCatólica, Infovaticana, The Wanderer, Secretum Meum Mihi, Life Site News) del 8 al 12 de marzo de 2019





IL SETTIMO CIELO

Después de las condenas de los cardenales Pell y Barbarin. La Iglesia bajo asedio, perdida

Adulterio y homosexualidad. Las dos palabras desaparecidas

ADELANTE LA FE

La dictadura ideológica siempre más en dirección al pensamiento único

Fe, Gracia y Experiencia Mística

De 4.000 a 5.000 sacerdotes celebran, actualmente, la Misa Tradicional en todo el mundo


LIFE SITE NEWS

THE WANDERER


INFOCATÓLICA


Reino Unido: padres musulmanes consiguen detener programa de adoctrinamiento LGTB para niños de 4 años

El obispo de Mainz quiere que se siga estudiando el acceso a la comunión de protestantes casados con católicos

Fieles de Tennessee plantan cara a su párroco gay por defender las relaciones homosexuales y su obispo les ignora

El cardenal Müller defiende la inocencia del cardenal Pell y considera su condena propia de la época de Enrique VIII

La Iglesia en España sufrió un descenso de seminaristas en 2018 pero aumentó el número de ordenados

INFOVATICANA

Feministas asaltan el Arzobispado de Valladolid con proclamas abortistas

El obispo electo de Cartagena y la inasible primavera

Asaltan la parroquia de Sanchinarro y roban el Santísimo

US bishop: Church is ‘divided’ because of bishops who ‘compromise’ on morality

Müller: La condena de Pell va “contra toda razón y justicia”

Dos misioneros entre las víctimas del avión estrellado en Etiopía

El obispo electo de Cartagena y la inasible primavera

Pell y las malditas finanzas vaticanas

SECRETUM MEUM MIHI

Obispo bajo investigación, Gustavo Zanchetta, compañero de Francisco en ejercicios espirituales cuaresmales Les pido a t...

Francisco invita a audiencia privada al líder de los Mormones © Mormon Newsroom.org ¿Qué se puede pensar cuando Ud. junt...


Utah, EEUU: Estudiante católico de cuarto grado obligado por su profesora a quitarse ceniza de la frente Información de ...

Un cardenal francés, condenado por ocultar los abusos de un cura pederasta. Cardenal presentará su dimisión ante el Papa...

Selección por José Martí

Feministas asaltan el Arzobispado de Valladolid con proclamas abortistas (Carlos Esteban)



Algo más de una docena de participantes en la ‘huelga’ feminista del 8 de marzo ha irrumpido en el Arzobispado de Valladolid, donde se presentaba la XXIV edición de las Edades del Hombre, con megáfonos, entre gritos a favor del aborto y en contra de la religión en las escuelas.

El incidente no ha ido a más, e imaginamos que no será el único que dejará este día de una ‘huelga’ que es más un día de fiesta laboral, ya que nadie parece tener muy claro contra quién se hace, viendo que gobierno, oposición, instituciones públicas, medios y empresas rivalizan para complacer y festejar a las feministas.

“Aunque estamos en un país libre y de libre opinión”, que les vayan “a vocear a la puerta de casa no es plato de buen gusto”, ha señalado el delegado diocesano de Patrimonio de Valladolid, Jesús García Gallo, según recoge el diario ABC. No sabemos qué es más patético, si el hecho de que el delegado diocesano juzgue un asalto así meramente como “no es un plato de gusto”, sino, al parecer, un acto que se enmarca en las “libertades de opinión”, o que lo que le moleste sea el hecho de ‘vocear’, y no el que reivindiquen que las madres puedan matar a sus hijos en su vientre sin sanción social.

Lo que hace tristemente risible este caso, como decenas de otros tantos del mismo cariz, es la demostración -por otra parte innecesaria- de que los denodados esfuerzos de la jerarquía eclesiástica para congraciarse con la causa feminista no solo no mansa a este colectivo frontalmente anticristiano, sino que parece estimularle al ataque.

A lo largo del día hemos asistido a un rosario de declaraciones de autoridades eclesiásticas, incluido el Santo Padre, felicitando a las mujeres en general o al movimiento feminista en particular y apoyando sus reivindicaciones, sin que nada de todo eso sirva para que dejen de considerar a la Iglesia, como declaraba recientemente una monja, “bastión del Patriarcado”.

El feminismo no es un movimiento a favor de la mujer, es una ideología abominable, tentáculo de la izquierda, que busca enfrentar a hombres y mujeres y defiende políticas absolutamente incompatibles con cualquier concepción cristiana de la vida. Seguir fingiendo que no se escucha o no se entiende lo que de verdad representa, lo que sus líderes y seguidores exigen a gritos, solo lleva a aumentar la confusión doctrinal y moral de la Iglesia y evidenciar su conversión en un accesorio religioso del pensamiento secular.

El Papa ha felicitado a las mujeres, como han hecho incontables príncipes de la Iglesia. Bien está tenerlas en cuenta y, cuando convenga, celebrar su contribución, pero no dar por buenos los ‘días internacionales’ que se le antojen a la ONU y celebrarlos como tras tantas festividades de guardar, cuando la ONU no va hacer lo mismo con nuestras fiestas.
Carlos Esteban

El obispo electo de Cartagena y la inasible primavera (Carlos Esteban)



Sebastián Chico, recién elegido obispo de Cartagena, ha permitido la celebración de un funeral por Francisco Franco, y los nuevos fariseos, los de la Cofradía de la Misericordia Selectiva, llevan desde entonces rasgándose las vestiduras y pidiendo su cabeza.

“¿Quién está engañando al Papa Francisco y colándole este tipo de obispos, que no comulgan con su primavera?”, se preguntan, supuestamente, representantes del clero murciano en un texto deliciosamente victoriano de José Manuel Vidal en Religión Digital, en una atribución que, apostaríamos la cabeza, ha salido de la pluma y la confusa cabeza del periodista.

Se escandaliza Vidal con un ímpetu y un tono de ir a pedir las sales que hemos echado a menudo de menos en su portal con asuntos de mayor gravedad y fundamento, pero nos tememos que en Religión Digital hace tiempo que, por lo que parece, la Iglesia es cosa buena cuando hace política de izquierda y ya está tardando en prohibir ser alguna otra cosa.

De hecho, leyendo el texto se diría que ya está prohibida bajo pena de excomunión latae sententiae. El titular de la noticia lo deja claro, negro sobre blanco: ‘Sacerdotes de Murcia acusan al obispo electo de Cartagena de ultraconservador y simpatizante de Vox’. Solo puede acusarse de lo que es inmoral o criminal, de modo que para Vidal ser conservador -ser ‘ultraconservador’ es un mero sinónimo hiperbólico- y votar a Vox son lo uno o lo otro. Probablemente, ambas cosas.

Pero lo asombroso no es lo que pueda opinar Vidal, que aquí ya nos conocemos todos; lo asombroso es que pueda escribir ese titular sin advertir el disparate. Leemos en el texto: “¿Quien informa al Papa Francisco, para que meta la pata hasta este extremo?”, se pregunta indignado un venerable sacerdote murciano. Y añade: “Esto es escandaloso. ¿Quieren entregar la Iglesia de España a la extrema derecha política?”.

Tener, de todos los obispos de España, uno que podría, según las malas lenguas, votar -o no- a Vox, un partido perfectamente legítimo y con una visión bastante más cercana a la católica que cualquiera de los políticos que enamoran a Vidal, significa “entregar la Iglesia de España a la extrema derecha política”. Lo dice, ya saben (guiño, guiño), “un venerable sacerdote murciano”.

¿Y cuáles son exactamente los cargos? Copiamos a Vidal, como si fuéramos un Thomas Rosica cualquiera: “Al parecer, el día 20 de Noviembre, aniversario de la muerte del dictador Francisco Franco se habría celebrado una misa en el seminario diocesano, con la bandera de la dictadura presente en la capilla, con el objetivo de contentar a un grupo de seminaristas ‘pro Vox’”.

Realmente este Chico no sé en qué está pensando; esa no es forma de hacer carrera en la Iglesia de la Renovación Perpetua. Todavía, si se hubiera tomado libertades con un hijo de confesión, como McCarrick, o simplemente se hubiera hecho fotos masturbándose al estilo de Zanchetta -el obispo emérito que, oh sorpresa, el Papa se ha llevado con él a los Ejercicios Espirituales de Cuaresma-, tendría un pase y la misericordia clerical caería copiosa sobre él.

Mucho nos tememos que, de seguir por este abominable camino, el obispo cartagenero podría acabar haciendo algún disparate como, no sé, negarle la comunión a un adúltero público o a un protestante confeso.

Ahora en serio: ¿qué ha hecho mal Chico? Franco vivió y murió como católico, por no hablar del pequeño detalle de que su ‘golpe’ fue considerado por Roma ‘cruzada de liberación’, por aquello de que los muy tolerantes republicanos estaban matando clérigos como conejos y violando monjas como si fuera una competición. En ese caso, celebrar un funeral por su alma inmortal no es en absoluto reprochable.

Pero pongámonos en el otro caso, en el extremo de Vidal, y pensemos en Franco como un sanguinario tirano opresor, asesino de su pueblo. Es decir, supongamos que era un hombre malo, cargado de culpas odiosas. ¿No es eso mayor, y no menor, razón para celebrar un funeral por su alma? ¿Pretende Vidal negar los auxilios debidos a los difuntos a los que él considere malvados, en serio? ¿Y quién es él para juzgar? ¿Se va a crear una sección de difuntos ‘insalvables’, a los que se negarán las misas funerales, y con la política, además, como único criterio?

Habla mucho Su Santidad contra los pelagianos y gnósticos entre nosotros los católicos, pero debería echarles un ojo a los nuevos donatistas como Vidal, que se escandalizan de que se den misas por los muertos inconvenientes.


Carlos Esteban