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domingo, 30 de abril de 2017

Se confirma: Francisco logra que no se nombre Gran Maestre de la Orden de Malta. Un Lugarteniente interino cambiará la Constitución para que sean elegibles caballeros no profesos como el repartidor de condones



Finalmente, se ha confirmado como cierto lo apuntado en la entrada de hace un par de días (ver aquí), en las que daba cuenta de la interferencias de Francisco en el proceso de elección del nuevo Gran Maestre de la Orden de Malta y su intención de que en su lugar se nombrara un lugarteniente por un año, para que diera tiempo a reformar la Constitución de la Orden para, entre otras cosas, que a partir de ahora puedan ser elegidos como Gran Maestre caballeros no profesos, como el tristemente famoso repartidor de condones. 


Frey Giacomo Dalla Torre del Tempio di Sanguinetto ha sido elegido esta mañana Lugarteniente del Gran Maestre de la Soberana Orden de Malta. El órgano electoral, el Consejo Pleno de Estado, se ha reunido en la Villa Magistral en Roma, una de las dos sedes institucionales de la Orden de Malta.

El Lugarteniente del Gran Maestre prestará juramento ante el Delegado Especial del Papa ante la Soberana Orden de Malta, el arzobispo Angelo Becciu, y los miembros del Consejo Pleno de Estado mañana por la mañana, en la iglesia de Santa Maria de Aventino.

Frey Giacomo Dalla Torre del Tempio di Sanguinetto sucede a Frey Matthew Festing, 79º Gran Maestre, que renunció a su cargo el 28 de enero de 2017.

El Papa Francisco ha sido notificado por carta del resultado de la votación. También han sido informados los Grandes Prioratos, Subprioratos y Asociaciones nacionales de la Orden de Malta en todo el mundo, así como los 106 países con los que la Orden mantiene relaciones diplomáticas.

El nuevo Lugarteniente del Gran Maestre, elegido para un mandato de un año, afirma su compromiso de trabajar en estrecha colaboración con el Consejo Soberano de la Orden con vistas a fomentar las actividades diplomáticas, sociales y humanitarias y enriquecer la vida espiritual y el compromiso de sus 13.500 miembros y sus más de 100.000 voluntarios y trabajadores.

Perfil de Frey Giacomo Dalla Torre del Tempio di Sanguinetto

Nacido en Roma, Italia, en 1944. Se licenció en Humanidades en la Universidad de Roma, con especialización en Arqueología Cristiana e Historia del Arte, y asumió puestos académicos en el Instituto Pontificio Urbaniana, a cargo de la enseñanza de griego clásico. Igualmente, fue archivero y bibliotecario jefe en las importantes colecciones del Instituto, y ha publicado una larga lista de ensayos y artículos sobre distintos aspectos de la historia del arte medieval.

Entró a formar parte de la Soberana Orden de Malta en 1985 y tomó los votos solemnes en 1993. De 1994 a 1999 fue Gran Prior de Lombardía y Venecia, y de 1999 a 2004 fue miembro del Consejo Soberano. En el Capítulo General de 2004 resultó elegido Gran Comandante de la Orden y, tras el fallecimiento del 78º Gran Maestre, Frey Andrew Bertie, se convirtió en Lugarteniente ad interim. Desde 2008 Frey Giacomo Dalla Torre es Gran Prior de Roma.

El primer compromiso oficial del nuevo Lugarteniente del Gran Maestre será la 59ª peregrinación internacional de la Orden de Malta a Lourdes, que tendrá lugar del 5 al 9 de mayo de 2017. Cada año, más de 7.000 miembros y voluntarios acuden de todo el mundo para participar en esta peregrinación y atender a cerca de 1.500 peregrinos enfermos y discapacitados. La peregrinación a Lourdes es uno de los momentos más significativos en la vida espiritual de los miembros y voluntarios de la Orden.

La reforma constitucional

Una de las primeras y más importantes misiones de Frey Giacomo Dalla Torre del Tempio di Sanguinetto durante su mandato de un año será trabajar en el proceso de reforma de la Constitución y el Código de la Orden.

La Carta Constitucional fue promulgada en junio de 1961 y reformada en 1997.

La propuesta de reforma constitucional se centrará en particular en las potenciales debilidades institucionales. Efectivamente, la reciente crisis ha revelado vulnerabilidades en el sistema de controles y equilibrios y en la gobernanza, que serán objeto de estudio. La reforma se centrará en la necesidad de la Orden de reforzar su vida espiritual y de aumentar el número de Caballeros Profesos. Ya se ha lanzado un proceso de consultas, invitando a todos los miembros de la Orden a aportar sugerencias.

Lugarteniente del Gran Maestre

De conformidad con la Constitución de la Orden, el Lugarteniente del Gran Maestre permanece en el cargo durante un año con los mismos poderes que un Gran Maestre. El Lugarteniente del Gran Maestre debe volver a convocar al Consejo Pleno de Estado antes del final de su mandato.

El Lugarteniente del Gran Maestre es el soberano y superior religioso de la Orden, y debe dedicarse enteramente al desarrollo de las obras de la Orden y dar a sus miembros un ejemplo de vida según los principios cristianos. Ostenta la máxima autoridad. Junto al Consejo Soberano, promulga las disposiciones legislativas no cubiertas por la Constitución, adopta decisiones gubernamentales y ratifica acuerdos internacionales. 

El Lugarteniente del Gran Maestre reside en la sede del Gobierno de la Orden, el Palacio Magistral en Roma

CATHOLICVS

Un Papa "de baja intensidad", como dictan los tiempos (Sandro Magister)




Los diagnósticos más actualizados del fenómeno religioso en Occidente convergen al definirlo "de baja intensidad". Líquido, sin dogmas, sin autoridades vinculantes. Muy visible, pero irrelevante en la escena pública.

También el catolicismo está siguiendo este modelo. Y el pontificado de Francisco se adapta espectacularmente a esta nueva fenomenología, tanto en sus éxitos como en sus límites.

Como buen jesuita, Jorge Mario Bergoglio instintivamente favorece los signos de los tiempos. Ni siquiera intenta detener la creciente diversificación existente dentro de la Iglesia. Más bien al contrario, la anima.

No responde a los cardenales que le someten los "dubia" y le piden que clarifique.

Deja que se difundan las opiniones más temerarias, como las del nuevo general de los jesuitas, el venezolano Arturo Sosa Abascal, según el cual no se puede saber qué dijo exactamente Jesús "porque no había grabadoras".

Y él mismo las dice, sin temor a causar el tambaleo de los artículos fundamentales del Credo.

El pasado 17 de marzo, en una audiencia en el Palacio Apostólico, para explicar qué entiende él por "unidad en la diferencia", dijo que "también dentro de la Santísima Trinidad todos están peleándose a puerta cerrada, mientras que fuera la imagen es de unidad"

[Con todo mi respeto a su persona, debo decir que sus conocimientos teológicos, en este sentido, son pésimos. ¿Qué teología ha estudiado este hombre?]

El 19 de abril, en una audiencia general la plaza de San Pedro, dijo que la muerte de Jesús es un hecho histórico, pero que su resurrección no lo es; es sólo un acto de fe.

[Decir que históricamente Jesucristo no resucitó equivale a tachar de mentirosos a todos los evangelistas y particularmente a san Pablo, quien dijo: "Si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra fe ..." (1 Cor 15, 17). Y más adelante: "Si sólo para esta vida tenemos puesta la esperanza en Cristo, somos los más desgraciados de todos los hombres" (1 Cor 15, 19). Pero continúa diciendo: "Pero no, Cristo ha resucitado de entre los muertos, como primicia de los que durmieron" (1 Cor 15, 20). De manera que: ¿A quién le hacemos caso: ¿a la palabra de un simple hombre, aunque sea el Papa, o a la palabra de Dios, expresada, de un modo pleno, en el Nuevo Testamento? En la respuesta que demos a esta pregunta nos jugamos nuestra propia salvación eterna. Seamos cautos y andemos vigilantes porque el caballo de Troya se ha introducido en la Ciudad de Dios]

El 4 de abril, en una homilía en Santa Marta, dijo que Jesús, en la cruz, "se hizo diablo, serpiente".

[¡Otro disparate teológico y sin sentido!]

Y estas son sólo las últimas de una serie, no pequeña, de frases osadas que, sin embargo, resbalan como agua sobre el mármol, que no tienen ningún efecto en la pública opinión, católica o no, para la que este Papa sigue siendo popular también porque dice de todo, y con toda tranquilidad.

Luca Diotallevi, uno de los más diligentes sociólogos de la religión, ha individuado diversas similitudes entre el pontificado de Francisco y el fenómeno Donald Trump, entre ellos el común resentimiento contra el establishment.

Quien sufre las consecuencias es la curia romana, sobre todo la congregación para la doctrina de la fe, que actualmente es la sombra de lo que era, cuando vigilaba sobre la más mínima palabra que salía de la pluma o de los labios de un Papa. Francisco la ignora totalmente.

También han desaparecido los episcopados nacionales, empezando por la conferencia episcopal italiana, antes poderosa y ahora aniquilada.

La metamorfosis de este catolicismo "de baja intensidad" es clamorosamente evidente en la escena política. Los Estados Unidos e Italia son dos ejemplos de ello.

En ambos países, los católicos tienen una mayor presencia numérica, también en los vértices del país, respecto al pasado. 

En los Estados Unidos son católicos el vicepresidente, Mike Pence, y el jefe de estrategia política de Trump, Steve Bannon. Son católicos cinco de los nueve jueces del tribunal supremo, como también el 38 por ciento de los gobernadores. Son católicos el 31,4 por ciento de los miembros del congreso, diez puntos más que los ciudadanos adultos de todo el país.

Sin embargo, a pesar de este fuerte presencia de los católicos en política, los principios irrenunciables de la Iglesia en materia de divorcio, aborto, eutanasia y homosexualidad no inciden con igual fuerza sobre las leyes. Al contrario, cada vez se alejan más.

En Italia pasa lo mismo. Los últimos primeros ministros, desde Mario Monti a Enrico Letta, Matteo Renzi o Paolo Gentiloni, son todos católicos practicantes, como lo es también el actual presidente de la república, Sergio Mattarella. Y son católicos un gran número de los miembros del gobierno y de los diputados de todos los partidos.

Pero la influencia de la Iglesia en campo político actualmente es casi nula, como demuestran las leyes sobre las uniones homosexuales y el final de la vida.

Hace tiempo que no existe un "catolicismo político" del nivel de un don Sturzo o un De Gasperi. Pero también hay un Papa cuya voluntad deliberada es evitar que él o la Iglesia se impliquen en compromisos de alta intensidad sobre cuestiones políticas que dividen las conciencias. Y también por esto es tan popular.

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Esta nota ha sido publicada en "L'Espresso" n. 17 del 2017, en los kioscos el 30 de abril, en la página de opinión titulada "Settimo Cielo" confiada a Sandro Magister.

He aquí el índice de todas las notas precedentes:


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En la foto debajo del título, la primera persona a la derecha es la teóloga argentina Emilce Cuda, docente en la Pontificia Universidad Católica de Buenos Aires, muy cercana al arzobispo Víctor Manuel Fernández, rector de la misma universidad y escuchado consejero y escritor fantasma del Papa Francisco.

Ha sido ella la que ha referido las palabras del Papa acerca de la Santísima Trinidad, dentro de la cual "todos están peleándose a puerta cerrada, mientras que fuera la imagen es de unidad", pronunciadas el 17 de marzo durante una audiencia en el Catholic Theological Ethics in The World Church, del que forma parte, y que hizo públicas el vaticanista inglés Austen Ivereigh, biógrafo de confianza de Jorge Mario Bergoglio.

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Para la categoría de “low-intensity religion”, religión de baja intensidad, aplicada a las nuevas formas del fenómeno religioso, leer los ensayos de Bryan S. Turner, "Religion and Modern Society", Cambridge University Press, 2011, y de Luca Diotallevi: "Fine corsa. La crisi del cristianesimo come religione confessionale", Edizioni Dehoniane, Bologna, 2017; este último incluye un capítulo sobre "Il cattolicesimo italiano al tempo di Francesco”.

Sandro Magister