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miércoles, 6 de junio de 2018

Francisco felicita al padre Gutiérrez, el creador de la Teología de la Liberación, en su 90 cumpleaños

El viernes, 8 de Junio, sabremos si se abre la puerta o no para la ordenación de hombres casados, "empezando" en la Amazonía


 

Esta noticia puede leerse también en Katholisches

Obispo modernista alemán acusa a Francisco de modernista



El obispo Gerhard Feige, de Magdeburgo (Alemania), un modernista radical, ha acusado al papa Francisco de hacer un giro en U respecto a la Comunión a los protestantes.

Feige criticó a Francisco el 6 de junio en katholisch.de, por haber pedido un acuerdo unánime sobre la Comunión a los protestantes, pero después retrocedió.

Según un emocionado Feige, esto lleva a “decepciones”, “amarguras” y a la “resignación”.

Para él [y para todos los demás] es incomprensible que el cardenal de Colonia, Reiner Maria Woelki, esté a favor de la Comunión a los protestantes, pero después no quiere oficializarla.

Para Feige es “asombroso” también que Francisco no se opusiera a la Comunión para los adúlteros, pero sí lo hace con la Comunión a los protestantes.

La discusión alemana sobre la Comunión a los protestantes es una maniobra engañosa, porque ha sido una regla no escrita durante décadas que se puede dar la Comunión a los protestantes en Alemania.

Ejercicio de misericordia: de qué modo la arquidiócesis de Múnich trata de matar un monasterio



La arquidiócesis de Múnich está tratando de clausurar a las Hermanas Franciscanas, de Reutberg (Alemania), según escribió el 6 de junio Peter Seewald en kath.net.  Seewald publicó varios libros-entrevista con Joseph Ratzinger.

Actualmente, sólo viven dos hermanas en Reutberg, apoyadas por ciudadanos locales, incluyendo el alcalde. Si el monasterio es clausurado, todos sus bienes pasan a la arquidiócesis.

Desde el 2010 el cardenal de Múnich, Reinhard Marx, un íntimo aliado del papa Francisco, impuso por encima de las hermanas un superior externo y una compañía de administración. Hasta hoy, las hermanas pagaron por los servicios de ésta última 500.000 euros. El esposo de la propietaria de la compañía es miembro del comité financiero de la arquidiócesis de Múnich.

La arquidiócesis rechazó hermanas de al menos cinco diferentes comunidades que querían ir y ayudar. Otra hermana logró quedarse por breve tiempo. Pero luego la arquidiócesis le ordenó que se fuera, porque ella estaba “estabilizando” la comunidad de Reutberg.

Oficialmente, la arquidiócesis afirmó que en un acuerdo con la abadesa a la hermana se le pidió que retornara [a su comunidad], pero la abadesa dijo por escrito que ésa fue una decisión exclusiva de la arquidiócesis.

Una mujer que conoce a las hermanas desde su niñez consideró ingresar a la Orden, pero se le ordenó (¡sic!) que se alejara. Otras mujeres que mostraron interés también fueron echadas.


Respected Predecessor of New La Plata Archbishop “Tucho” Fernández’ Ordered to Depart His Diocese Immediately


Duración 4:10 minutos

Secretario de Estado del Vaticano invitado a una asamblea de oligarcas



El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, participará en la asamblea del grupo Bilderberg que se celebrará este año, un encuentro secreto de alrededor de 150 oligarcas de Occidente. La asamblea se llevará a cabo en Torino (Italia), desde el 7 al 10 de junio.

Hasta hace poco, las listas de los asistentes a estos encuentros anuales eran estrictamente confidenciales, se mantenían en secreto y eran conocidas por muy pocos. Incluso la existencia de las asambleas anuales del grupo Bilderberg fue firmemente negada durante mucho tiempo por los que participaban en ellas. Siempre hubo una completa y total prohibición de cobertura por parte de los medios de comunicación.

El fallecido presidente cubano Fidel Castro llamó a los miembros del grupo Bilderberg una camarilla “para instalar un gobierno mundial”. El Observatorio Novus Ordo calificó correctamente a la asamblea de un “emprendimiento encubierto, conspirativo y anticatólico”.

Lecturas variadas: Junio 2018



La Presencia Real de Jesucristo en la Eucaristía (Adelante la Fe)

San Pío V, el gran reformador (padre Cipola) (Rorate Caeli)

En torno a la presencia de Jesucristo en toda la Sagrada Forma y en cada una de sus partículas (Infovaticana)

La Inquisición. Textos de Ricardo G. Villoslada

Selección por José Martí

Noticias varias del 1 al 6 de junio de 2018


INFOVATICANA

La humillación de Héctor Aguer, predecesor de ‘Tucho’ Fernández en La Plata 

El Obispo Tobin “pone en guardia” a los católicos frente a las marchas del ‘Orgullo’ (Carlos Esteban)

Ministro de Familia italiano: ‘No nos asusta hacer frente a la dictadura del pensamiento único’

La intercomunión: una montaña rusa doctrinal

El Secretario de Estado Vaticano, Pietro Parolin, confirma su asistencia a Bilderberg

La nueva ministra de Sanidad, alineada con el PP en la defensa a ultranza del aborto

KATHOLISCHES

La venganza de Francisco

CATHOLIC FAMILY NEWS

Un hombre de palabra ... Pero su Palabra es el problema!

CONTANDO ESTRELAS



INFOCATÓLICA

El Club Bilderberg invita al cardenal Parolin a su reunión de este año





ADELANTE LA FE

El Corpus, un día que da esperanza (Christopher Fleming)

Parolin, confirma su asistencia a Bilderberg

NUOVA BUSSOLA QUOTIDIANA

Aborto,  mal de males que son infinitos - VIDEO


FIRST THINGS



Selección por José Martí
Un hombre de palabra ... Pero su Palabra es el problema!Un hombre de palabra ... Pero su Palabra es el problema!

The evolution of the Catholic Church into oblivion BY REV.THOMAS COLLINS




Over the past fifty years, many of the Catholic faithful have been extremely scandalized, and even traumatized, by the willingness of so many Church leaders, including myself, to be incrementally drawn into a moral capitulation to the tyranny of progressive secularism. While, through the gracious fidelity of the Holy Spirit, the Catholic Church is to both be and act as the pillar and foundation of truth (I Tim 3:15), many of us in the hierarchy have been more than willing to abdicate our responsibility to proclaim the whole truth of God for the sake of trying to make the Gospel more relevant to the defective and desecrating premises of secular society.

This tendency to value popularity over fidelity and expediency over integrity is nothing new. It was clearly manifested in Aaron’s capitulation to the Israelites’ consensus that a golden calf had to be forged and worshipped at the base of Mt. Sinai. And it was again manifested when Pilate conceded to the demand of the Sanhedrin, supported by the Jewish mob in the praetorium, that Jesus be crucified. Fifty years ago, its seductive seeds were again planted among the People of God, when a number of theologians, dissenting against Humanae Vitae’s reaffirmation of the need to respect God as the absolute Lord of Life , asserted the supremacy of conscience over this objective moral truth.

And sadly, when Cardinal Patrick O’Boyle sought to clearly reassert the fact that one’s personal conscience must be brought into conformity with objective moral truth, he was denied decisive backing by the Vatican. Since then, the alleged “supremacy of conscience” has been further expanded to justify an ever-expanding list of sins. And whereas a sincere conscience must be rooted in truth, the dissenters have asserted that a sin-seared conscience, continually being morphed to conform to one’s emotions, convenience and agenda, must be reverenced and never challenged by the revealed truth of God. Relevance, apparently, is to be given higher regard than Revelation.

Thus it is that we have witnessed Church leadership in a tailspin. It is no wonder, then, that on June 29, 1972, Pope Paul VI sadly noted that from some fissure, the smoke of Satan had entered the sanctuary of the Church. Note, for example, how the handling of the clergy sex abuse scandal has apparently been guided by expediency, rather than by integrity. At first, expediency seemed to demand that those who dared to “slander good priests” and to “create scandal” by reporting these serious sins be castigated and bullied into silence. But then, as the fear of the lawsuit did what the fear of the Lord was not allowed to do, those same “scandalmongers” and “slanderers” received apologies and were praised for their heroism. Note also how the compounding of sin by those same abusive unrepentant clergy was largely ignored.

Apparently the sacrilege of offering Mass and receiving Holy Communion in a state of serious unrepented sin by such abusive clergy has not been taken very seriously by the hierarchy. If it was, we would have had at least a month of Masses of reparation and serious reparational fasting. But, sadly, the impression that was given, guided by the demands of secularist expediency, that the desecration of the Blessed Sacrament is not to be considered a serious sin. As a consequence of this, is it any wonder that so many in the state of objectively serious unrepented sin feel free to follow the dictates of their sin-seared consciences, and approach the Eucharistic Christ with a sense of entitlement, rather than humble reverent gratitude.

The prioritizing of popularity and expediency over the integrity of truth is also manifest in other liturgical changes. For example, Communion in the hand was initiated as an act of disobedience to the liturgical discipline of the Church. The pseudo-sophistication of those who asserted, “As adults, we can feed ourselves,” tended to reject the basic spiritual truth that we all must approach God as repentant, humble and grateful beggars. When Church leaders finally capitulated to their demands, they established clear norms for this practice. But these norms have rarely been fully implemented. And those priests who do seek to respect and fully implement them are often treated as being either too strict or as lacking pastoral sensitivity.

In addition, we should note that this practice also tends to leave Eucharistic particles on the church floor, thus turning the bag in the church vacuum cleaner into a de facto tabernacle.

The demands of expediency also have guided many of us Church leaders into a pandering to sinners, rather than calling them to conversion. The cry, “All are welcome” tends to ignore why they are welcome. They are welcome to join us into ingoing repentance and renewal in God’s gracious love and mercy. In a good doctor’s office, all are welcome, but they are welcome for a purpose - to enter into a discipline of healing and healthy living, not to abide in sin. In contrast to such a therapeutic welcome, many in the Church have become so caught up in welcoming, that they are afraid to call people to accountability. Convenience, not accountability to our covenantal commitments, is seen as the standard for good pastoral practice.

And so we relax Church discipline. We allow corn beef and cabbage dinners when St. Patrick’s Day falls on a Friday in Lent, we transfer to Sunday the celebrations of Ascension and of Corpus Christi, and we carefully avoid telling parishioners that the Third Commandment does not say, “Keep holy the Lord’s Day, if you feel like it.”

Thus thousands of Catholics, who have missed Mass without a serious reason, feel free to receive Holy Communion in the state of objectively serious sin. And while the discipline of truth without the discipleship of love can be experienced as tyranny, it is also true that the discipleship of love without the discipline of truth leads to spiritual anarchy. Jesus Himself pointed out, “If you love Me, keep My commandments”. (Jn 14:15, 15:10)

All this points to a basic paradigm shift, into which many in the Church have been seduced. Whereas, for centuries, the Church has proclaimed the Kingdom of God to the world, we have been more recently seeing the Church proclaiming the New World Order and its ever-changing dictates of political correctness. The Kingdom of God is rooted in a dynamic of evocation. For God is always calling us forth into a greater intimacy with Himself, His love, His truth and each other. The word, evocation, affirms a personal call of God to intimacy with Himself. And this redemptive and regenerative call goes out to all dimensions of our humanity, forming us anew in His image and likeness.

Having such a common call, we have a common destiny and common point of reference in His Word made flesh, Jesus Christ. Sadly, though, in recent years, this paradigm has been largely eclipsed, as so many in the Church have come to embrace the secularist paradigm of self-fulfillment indicated by the word, evolution. Evolution, unlike evocation, is an intrinsically impersonal dynamic (Note, for example, the secular excitement over the recent development of sex robots, which offer sexual gratification with no need for personal commitment or intimacy). Unlike covenantal love, which has as its source, sustenance and summit reverence for the mystery of Divine Intimacy, evolution is rooted in accumulating power and control. It values survival over integrity, and thus is willing to desecrate the sacred whenever such desecration is expedient for one’s survival.

That is one reason why we so rarely hear the secular world use the word, virtue. For virtue is based on accountability to truth and reverence for the sacred. Instead, even among the hierarchy today, we are more likely to hear the word, values. Unlike virtues, values are amenable to subjective agendas and moral ambiguity. Virtues incarnate truth. Values mutilate the truth. Note. for example, how many of the Jewish leaders had become so accustomed to mutilating the Word of God to make themselves look righteous that, when the Word of God became flesh, they were not content until they had desecrated and mutilated that Word on a cross in order to vindicate their own self-righteousness. As indicated above, they tragically made the mistake of valuing expediency over integrity (Jn 11:49-50).

Thus it is that we need to remember that words do matter. They establish the basic premises for human communication. If words are desecrated, human relationships become desecrated. As long as Christians uncritically capitulate to the secular agenda of establishing desecrating words such as expediency and evolution as the linchpins of human development, the secularists, silently snickering with condescending cynicism, will gladly acclaim our sychophancy as enlightenment. But if, by the gracious fidelity and mercy of God, we firmly assert anew our accountability to the splendor of truth and the sacredness of the human word, we will witness in even more glorious ways the reality of a basic truth of our Faith - the Word becoming flesh was not only an event in history, but also a profoundly transcendent Mystery, which wondrously transforms all time and all dimensions of our common humanity.

May God, in His gracious and compassionate mercy, deliver us from the quagmire of confusion and bring to fruition the graces He has so faithfully bestowed on us in spite of our sins and negligence.


Rev. Thomas R. Collins is a Catholic priest in the service of the people of Virginia.

OBLIVION It's approaching, quicker than most realize.


Duración 5:57 minutos



If you've followed Church Militant or The Vortex with any regularity, you have probably heard us say at one time or another that the Church in America will be essentially extinct in about seven years — maybe, maybe 10 on the outside. This is owing largely to demographics and an epic failure on the part of leaders to not just try and stem the tide of secular humanism which has infected the Church on every level, but rather, the leaders’ willingness to rush headlong into the filth.

We've taken a number of hits about talking like this — just like we took hits for saying there was a crisis of homosexual men in the priesthood who were accelerating this decline. We were right then and sadly, we are right now as well. I mentioned this to a bishop I know in Texas and his response to me was: "Michael, that's quite the statement."

Yeah, I know. It is, but it's true. If it's quite the statement, it's only because it's true. The Church is in ruins in America. Does anyone seriously think that what just happened in formerly Catholic Ireland is isolated to just Irish Catholics? This is a worldwide failure of the episcopate to respond to the crisis of faith — largely owing to their own crises of faith — meaning many of them no longer possess supernatural faith. And — consider this for a moment — them having cast it aside, Almighty God is under no obligation to give it back to them.

The Church is plunging headlong into oblivion. We've been warned about it for decades. The future Pope Benedict, Fr. Ratzinger, said it back in the late 1960s. Pope Paul VI said it in the 1970s. All that would be left is a smattering of faithful. Father John Hardon warned of it over and over. All these men were contemporaries and they all saw events unfolding right before their eyes. All they did was follow these events to their natural conclusions. Just like Church Militant does when it hears multiple inside reports — by the hundreds — of the conditions of the Church nearly everywhere and looks at the demographics.

At some point you just have to say, as the old saying goes, a million people can't be wrong. Well, of course they can be, but the point remains. There is simply too much evidence to conclude anything other than extinction. To wit, for the first time we have ever seen, a priest is publicly stating this is true — all of it.

In an article entitled "The Evolution of the Catholic Church into Oblivion," Fr. Thomas Collins of Virginia lays it all out, saying what we've been saying here for years now. We've provided the article hyperlinked in the transcript for you on our website, and in the description on YouTube, to read this excellent piece and consider it.

I know we get the rap of being naysayers and negative and blah blah. Stupid criticisms because they are not true. If your house is on fire and I say, get out, your house is burning and you're gooing to die if you don't, am I a naysayer? Well, even if we are naysayers, at least we'll be living, breathing naysayers. You'll be dead.

What we want to do in this Vortex is simply point you to Fr. Thomas Collins article and suggest to you read it, carefully. In a few short paragraphs, he goes right down the last 50 years and points the finger at where the finger needs to be pointed in sizing up and assigning blame for the meltdown. The leadership of the Church.

He's only saying publicly what hundreds, if not thousands of priests say privately: The time has come to publicly admit this catastrophic failure and turn this around.

Happy reading, and thank you, Father, for your honesty.


Michael Voris

Tocando el mal con la punta de los dedos



Viendo el debate entre providas y abortistas que se ha desarrollando en la Cámara de Diputados, no puedo dejar de pensar en la última frase de Chesterton. Según Maisy Ward, “La cuestión es bien clara ahora. Es entre la luz y la oscuridad, y todos deben elegir en qué lado están”.

Y es que el contraste es impresionante. En los breves 7 minutos otorgados a cada intervención, en el alma de cada ponente, en sus rostros, parece concentrarse de modo físico el bien en unos casos, el mal en los otros. Es tal el espesor, la densidad de estas opciones, que uno se siente tentado a pensar en un Juicio Final adelantado, cifrado en una opción fundamental: a favor o en contra de la vida, o de la Luz, o del Bien. Opción que se parece a un acto de fe. 
Siempre me llamó la atención que cuando Cristo resume la pauta de la salvación eterna, recurre al menos “activo” de los actos: “Quien no cree ya está juzgado”

Quien vea el debate, y animo a todos a hacerlo, encontrará de un lado mayormente personas admirables, que escriben las ponencias con su propia sangre: padres adoptivos de discapacitados, hijos producto de violaciones que agradecen a sus madres no haber recurrido al crimen, mujeres que han abortado hoy abiertas en dos por la pena y el arrepentimiento. Mujeres que han llevado un embarazo con el bebé y el cáncer a cuestas. Heroísmo a fuego blanco, en un tiempo de tibieza. A veces hay en los expositores como un olor de santidad y de destellante claridad, y uno se dice “la mejor gente está acá, en este momento”. Cuando la integridad moral se encarna en Seriedad, se martiriza en testimonio de la razón, brota esta luz, esta joya de la moral que son las virtudes. Aun en la Cámara de Diputados.

Por el otro lado, un abismo de negrura, que justifica la frase de Peter Kreft: “han invertido sacrílegamente el sentido de la frase Esto es mi Cuerpo”. El núcleo de los cientos de intervenciones a favor de la ley consiste en el repudio de la propia naturaleza y la reivindicación de la voluntad desnuda y omnímoda expresada en el derecho a abortar. Se niegan a los argumentos científicos, a la evidencia, a los propios principios liminares de los derechos humanos. Asombra y causa espanto la ausencia de dudas en el lado oscuro, los argumentos siniestros y perversos, hasta que se entiende, casi en una impresión táctil, que hay algo duro, frío y cerrado a toda luz de la razón. Es la elección del mal, casi en una inversión de la sindéresis que la metafísica declara imposible pero que puede sintetizarse en el himno de las célebres brujas: “lo bueno es lo malo, lo malo es lo bueno”. También en la mayoría de estas intervenciones, se intuye y frecuentemente lo confirman expresamente las expositoras, que están escritas con sangre, pero la de sus hijos. El remordimiento, ahogado en una fuente de sangre, sigue burbujeando.

Una palabra para el iniciador de este proceso, ese Kerensky de country: La concentración del bien y del mal no deja lugar a las jugadas oportunistas, a las fullerías de tahúr barato y a las maquiaveladas de salón. La prescindencia se pagará, probablemente pronto, y la sangre no paga sino con un campo de sangre.

Ludovicus

La humillación de Héctor Aguer, predecesor de ‘Tucho’ Fernández en La Plata (Carlos Esteban)



Víctor Manuel ‘Tucho’ Fernández, amigo y confidente del Papa, ya tiene su obispado. Pero la humillación a que se ha sometido su predecesor, Héctor Aguer, tiene pocos precedentes cercanos.

Que el amigo y confidente del Papa, Victor Manuel ‘Tucho’ Fernández -o, como le apodan en la Curia, ‘Il Coccolato’- tenía la púrpura a la vuelta de la esquina estaba cantado; suya es la mano, dicen, que escribió el ‘programa’ de Francisco, Evangelii Gaudium. Que la diócesis con más probabilidades de corresponder a Tucho sería La Plata, también.

Matando, además, dos pájaros de un tiro, porque el titular hasta ahora de la diócesis argentina, Héctor Aguer, no era muy de la cuerda de Su Santidad. Así que nada más cumplir Aguer 75 años el pasado 24 de mayo, presentó su renuncia como está estipulado, y al Vaticano le faltó tiempo para aceptársela, lo que no es demasiado común.

Menos común, y bastante triste, es lo que ha seguido. El encargado de negocios de la Nunciatura en Argentina, al tiempo que le anunciaba que su renuncia había sido aceptada, le transmitió otras instrucciones bastante más duras: la misa de Corpus Christi, en la que pronunció su homilía de despedida, sería su última liturgia pública; no iba a ocuparse de la diócesis en funciones hasta la llegada de Fernández, sino que se nombraba administrador apostólico a Mons. Bochatey; debía irse de la arquidiócesis inmediatamente después de la celebración, no podrá residir en ella como arzobispo emérito, una ‘deportación’ en toda regla, ni tampoco se ocupará del traspaso de la sede a su sucesor.

En un pontificado que se pretende centrado en la misericordia, es forzoso advertir que se trata de una compasión bastante selectiva. Aguer, literalmente, no tiene dónde ir. Sus planes eran, como no es extraño entre los obispos eméritos, permanecer en la que ha sido todos estos años su diócesis, residiendo en el ex-seminario menor de La Plata.

El futuro personal de Aguer a sus 75 años se presentaba, en fin, tan incierto, que al final de su última misa del Corpus, el obispo ortodoxo de la ciudad, presente durante la celebración, tomó el micrófono y le ofreció a Aguer alojarse en su propia casa.

Carlos Esteban

La Misa Antigua no debería ser llamada “extraordinaria”, sino la “más forma más antigua y constante” (Monseñor Schneider)

Francisco bloquea el documento de los obispos alemanes a favor de la intercomunión. El texto íntegro de la carta (Sandro Magister)


Monseñor Ladaria, Prefecto para la Doctrina de la Fe

*
Al recibir en esta mañana, lunes 4 de junio, a una delegación de la Iglesia evangélica alemana, el papa Francisco puso en guardia frente a la "precipitación de apresurarse hacia adelante" y tuvo que decir que "algunos temas, pienso en la Iglesia, en la Eucaristía y en el ministerio eclesial, merecen reflexiones puntuales y bien compartidas".
En esta fase se puede visualizar una velada alusión a la controversia que explotó entre los obispos católicos de Alemania: si admitir o no a la Comunión eucarística también a los cónyuges protestantes.
Pero no sólo eso. Precisamente esta misma mañana ha llevado a los obispos alemanes una carta del neo-cardenal Luis Francisco Ladaria Ferrer (en la foto), prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que fija puntos firmes precisamente sobre esa cuestión.
La carta se reproduce íntegramente más bajo, traducida del original alemán. Tiene la fecha del 25 de mayo. El día anterior, 24 de mayo, Francisco había recibido a Ladaria, para acordar la redacción definitiva.
El antecedente de esta carta es el documento votado por mayoría el pasado mes de febrero por el Conferencia Episcopal Alemán, presidida por el cardenal Reinhard Marx, arzobispo de Múnich, que dice cómo y cuándo permitir la comunión a los cónyuges protestantes.
Contra ese documento habían apelado a Roma y a la Congregación para la Doctrina de la Fe siete obispos, entre ellos el cardenal de Colonia, Rainer Maria Woelki:
Luego de ello hubo el 3 de mayo en Roma, convocada por el Papa, una cumbre entre las autoridades vaticanas y los representantes alemanes de los dos partidos en desacuerdo.
La cumbre concluyó con un comunicado, en el que se informaba que Ladaria había transmitido a los obispos alemanes el pedido del papa Francisco de "encontrar, en un espíritu de comunión eclesial, un resultado en lo posible unánime".
Esto hizo que la discusión continuara en forma cada vez más acalorada, no sólo en Alemania, sino en todo el mundo:
Pero ahora, esta carta del prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, escrita y enviada "con el explícito consenso del Papa", bloquea la publicación del documento de los obispos alemanes que encendió la controversia y envía la cuestión a una reflexión más madura a nivel de la Iglesia "universal" y de relaciones ecuménicas con otras Iglesias, distintas a las [Iglesias] protestantes.
A continuación presentamos la carta. En la primera de sus hojas el papa Francisco puso su firma autógrafa: "F. 25.5.18"
*
Congregación para la Doctrina de la Fe
Prot. N. 212/2018 - 64727
Ciudad del Vaticano
Palacio del Santo Oficio
25 de mayo de 2018
A Su Eminencia Reverendísima
Señor Cardenal Reinhard Marx
Arzobispo de Múnich y Freising
Presidente de la Conferencia Episcopal Alemana
Kardinal-Faulhaber Str. 7
D-80333 München
República Federal de Alemania
¡Eminencia, llustrísimo señor presidente!
Al término de nuestra fraterna conversación del 3 de mayo del 2018, sobre el documento "Mit Christus gehen…" ["Caminar con Cristo. Sobre el camino de la unidad. Matrimonios interconfesionales y participación común en la Eucaristía. Un subsidio pastoral de la Conferencia Episcopal Alemana"] hemos establecido juntos que yo informaría al Santo Padre respecto al encuentro.
Ya en la audiencia del 11 de mayo de 2018 hablé con el papa Francisco sobre nuestro encuentro y le entregué una síntesis de lo conversado. El 24 de mayo de 2018 discutí nuevamente la cuestión con el Santo Padre. Inmediatamente después de estos encuentros me gustaría darle a conocer los siguientes puntos, con el explícito consenso del Papa.
1. Los múltiples esfuerzos ecuménicos de la Conferencia Episcopal Alemana, en particular la intensa colaboración con el Consejo de la Iglesia Evangélica de Alemania, merecen reconocimiento y aprecio. La conmemoración común de la Reforma en el 2017 ha mostrado que en los años y décadas pasadas se encontró una base que permite dar juntos testimonio de Jesucristo, el Salvador de todos los hombres, y de trabajar juntos en forma activa y decidida en muchos ámbitos de la vida pública. Esto nos anima a avanzar con confianza por el camino de una unidad cada vez más profunda.
2. Nuestra conversación del 3 de mayo de 2018 mostró que el texto del subsidio plantea una serie de problemas de extraordinaria relevancia. Por eso el Santo Padre ha llegado a la conclusión que el documento no está maduro para ser publicado. Los motivos esenciales de esta decisión pueden resumirse como sigue:
a. La cuestión de la admisión a la Comunión de los cristianos evangélicos en matrimonios interconfesionales es un tema que afecta a la fe de la Iglesia y tiene una relevancia para la Iglesia universal.
b. Esa cuestión tiene efectos sobre las relaciones ecuménicas con las otras Iglesias y con otras comunidades eclesiales que no hay que subestimar.
c. El tema remite al Derecho eclesial, sobre todo a la interpretación del canon 844 del Código de Derecho Canónico. Porque en algunos sectores de la Iglesia hay respecto a esto cuestiones abiertas, los competentes dicasterios de la Santa Sede ya se han encargado de producir una oportuna declaración de esas cuestiones a nivel de la Iglesia universal. En especial, parece oportuno dejar al obispo diocesano el juicio sobre la existencia de una "grave necesidad inminente".
3. Para el Santo Padre es una gran preocupación que en la Conferencia Episcopal Alemana siga vivo el espíritu de la colegialidad episcopal. Como el Concilio Vaticano II ha subrayado, "las conferencias episcopales pueden llevar hoy una múltiple y fecunda contribución para que el sentido de colegialidad se realice concretamente" (Constitución dogmática "Lumen gentium" n. 23).
Llevando esto a su conocimiento le ofrezco saludos fraternales y deseos de bendición.
Suyo en el Señor
Luis F. Ladaria, S.I.
Obispo titular de Thibica
Prefecto
Con copia a:
Su Eminencia Reverendísima
Señor cardenal Rainer Maria Woelki
Arzobispo de Colonia
Su Excelencia Reverendisima
Felix Genn
Obispo de Münster
Su Excelencia Reverendísima
Karl-Heinz Wieseman
Obispo de Spira
Su Excelencia Reverendísima
Rudolf Voderholzer
Obispo de Ratisbona
Su Excelencia Reverendísima
Gerhard Feige
Obispo de Magdeburgo
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POST SCRIPTUM – Durante la tarde el cardenal Marx ha difundido la siguiente declaración:
"La carta del prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, fechada el 25 de mayo de 2018, ha llegado esta tarde, 4 de junio de 2018, al presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, el cardenal Reinhard Marx. En la conversación del 3 de mayo en Roma se dijo a los obispos participantes que ellos debían encontrar ' en lo posible un resultado unánime, en espíritu de comunión eclesial'. Por eso el presidente [de la Conferencia Episcopal Alemana] está sorprendido que haya llegado de Roma esta carta, antes de haber encontrado esa solución concordante. El presidente ve expresada en la carta la necesidad de posteriores conversaciones en el interior de la Conferencia Episcopal Alemana, todo en el Consejo permanente y en la Asamblea plenaria de otoño, pero también con los respectivos dicasterios romanos y con el mismo Santo Padre".

¡Ni un minuto más! ¿Lo de la Plata fue una simple aceptación de renuncia o también iba acompañada de desahucio?



Cardenal Marx tomado por sorpresa, pero no se rinde. Seguirá haciendo cabildeos por la intercomunión