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miércoles, 18 de noviembre de 2020

NOTICIAS VARIAS 18 de noviembre de 2020




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Las fuerzas secretas que actúan en la historia (De Mattei)

QUE NO TE LA CUENTEN

Los protocolos de los sabios del Covid

La pandemia de la acedia. Conversación breve con el P. Horacio Bojorge

MENTE ALTERNATIVA

DOCUMENTAL: LA ALIANZA MUNDIAL POR LA LIBERTAD

Selección por José Martí

#StopLeyCelaá: las ciudades en las que habrá manifestaciones el domingo 22 de noviembre



Este domingo habrá movilizaciones en muchas ciudades españolas contra el ataque a la libertad de educación que ha lanzado del Gobierno con su Ley Celaá.

PSOE y Podemos llevan su ofensiva contra la democracia también a los centros educativos
PSOE y Podemos mienten sobre la educación diferenciada y se saltan una sentencia del TC

“La reforma de la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE) es fuertemente intervencionista, promueve la restricción de derechos y libertades ciudadanas y atenta contra la pluralidad de nuestro sistema educativo que es clave en una sociedad democrática”, denuncian desde la plataforma Más Plurales, Más Libres, Más Iguales, formada por diversas asociaciones de padres y de centros además de sindicatos del ámbito de la educación, y que ha convocado para el 22 de noviembre manifestaciones con vehículos en muchas ciudades de España.

Las convocatorias pueden consultarse en su web: masplurales.es. Indico aquí las que figuran en este momento:

Madrid

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Desde Cibeles a Cuzco.

Albacete

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida desde el Estadio Carlos Belmonte.


Almería

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida desde el Parqie Comercial La Rambla, y recorrido por Rambla Federico García Lorca descendente, se dobla en Avda. Obispo Orberá hasta Puerta Purchena, Paseo de Almería y se sube otra vez por la rambla Obispo Orberá.


Badajoz

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida desde el aparcamiento del Estadio Nuevo Vivero.


Burgos

Martes 24 de noviembre, 18:00h: Calle Vitoria, frente a la Subdelegación del Gobierno.


Cáceres

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida desde el Recinto Ferial.


Cádiz

Domingo 22 de noviembre, 12:00h: Salida desde la Glorieta Ingeniero de la Cierva, y recorrido por Avda. Ana de Vuya, Avda. Andalucía, Cuesta de las Calesas, Plaza de Sevilla y Plaza de San Juan de Dios.


Córdoba

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida desde la calle Ingeniero Juan de la Cierva, y recorrido por Avda. de Cádiz, Pza. Andalucía, Puente de San Rafael, Avda. del Corregidor, Avda. Conde Vallellano, Paseo de la Victoria, República Argentina, Avda. Conde Vallellano, Avda. de Cádiz y calle Ingeniero Juan de la Cierva.


Ciudad Real

Domingo 22 de noviembre, 11:00h
: Salida desde el Recinto Ferial.

Jaén

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida desde el IFEJA y recorrido por Carretera de Granada, Avda. de Granada, Avda. de Madrid, Glorieta Donantes de Sangre, Dr. Eduardo García Triviño, Plaza Jaén por la Paz, Parque de la Concordia y Paseo de la Estación.


La Coruña

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Palacio de Deportes de Riazor.


Cuenca

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Desde el Paseo del Ferrocarril.


Granada

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida del Recinto Ferial y recorrido por Avda. Juan Pablo II, Avda. Madrid, Dr. Oloritz, Avda. Constitución, Gran Vía, Reyes Católicos, Recogidas, Rotonda Neptuno, Camino de Ronda y Rotonda Helicóptero (Camino de Ronda).


Guadalajara

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida desde el aparcamiento de El Corte Inglés, y recorrido por Paseo del Ocio, Camino Huerta de la Limpia, Glorieta de los Scouts, c/Sigüenza, Paseo Dr. Fernández Iparraguirre, Boixareu Rivera, Pza. Bejanque, calle Zaragoza y Glorieta El Fuerte. Vuelta por los mismos sitios a la inversa hasta El Corte Inglés.


Huelva

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida desde el aparcamiento del MediaMarkt y recorrido por todos los centros concertados de la ciudad.


Huesca

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida del aparcamiento de Alcampo.


León

Domingo 22 de noviembre, 12:00h: Plaza de la Inmaculada, ante la Subdelegación del Gobierno.


Logroño

Domingo 22 de noviembre, 11:00h
: Punto de encuentro en Parque Rioja, y recorrido por Las Tejeras, La Cava, Portillejo, Avda. Burgos, Marqués de Murrieta, Gran Vía, Vara de Rey, Muro del Carmen, Avda. de la Paz, Avda. de Zaragoza y Río Lomo.

Lugo

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida desde FRIGSA por la Ronda Muralla hasta San Fernando.


Málaga

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida desde Avenida de la Aurora, frente a las puertas del Edificio de Servicios Múltiples, y recorrido por Puente de la Misericordia, Linaje, Alameda de Colón, Avda. Manuel Agustín Heredia, Paseo de los Curas, Avda. Cánovas del Castillo, Plaza de la Malagueta, Paseo Marítimo Pablo Ruiz Picasso, Idris, Paseo de Sancha, Avda. Príes, Paseo de Reding, Paseo del Parque, Plaza de la Marina, Alameda Principal y Avda. de Andalucía (frente a El Corte Inglés).


Murcia

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida desde el Carrefour Zaraiche, Avda. Juan Carlos I.


Orense

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Ruta circular desde Expourense.


Oviedo

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Desde el Carlos Tartiere hasta el Campo de San Francisco.


Palencia

Jueves 26 de noviembre, 18:00h: Plaza de la Inmaculada, ante la Catedral de San Antolín.


Pamplona

Domingo 22 de noviembre, 10:30h: Salida del aparcamiento de la Morea y recorrido por la ciudad hasta el aparcamiento de la UPNA.


Santander

Domingo 22 de noviembre, 11:00h
: Salida desde el Campo de Deportes del Sardinero, por Cuatro Caminos y vuelta al Sardinero.

Sevilla

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida desde el Estadio Benito Villamarín, y recorrido por la Avda. de la Palmera, Paseo de las Delicias, Paseo de Cristóbal Colón, Arjona, Torneo, Plaza Cayetana de Alba, Resolana, Parlamento de Andalucía y San Juan de Ribera.


Teruel

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida del Palacio de Exposiciones y Congresos.


Toledo

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida desde el Recinto Ferial.


Valladolid

Martes 24 de noviembre, 18:00h: Plaza del Milenio, frente a la Delegación del Gobierno.


Vigo

Domingo 22 de noviembre, 12:00h
: Desde Samil por Avenida de Europa, Plaza de España, Marqués de Alcedo, calle Venezuela y vuelta a Samil.

Zaragoza

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida desde el aparcamiento Río Ebro.



ELENTIR

Los prelados europeos bendicen (su versión de) el Gran Reinicio (Carlos Esteban)



“Con nuestra fe cristiana en el Cristo Resucitado tenemos la esperanza de que Dios puede convertir todo lo que sucede en algo bueno, incluso aquellas cosas que no comprendemos y que parecerían malas”, reza la carta abierta enviada por los presidentes de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea. Y resucito la frase no solo por contener la única referencia de todo el texto que lo hace reconociblemente cristiano, sino también porque es la más cierta, quizá la única cierta: nuestra esperanza es que Dios convierta en bueno algo que nos cuesta tanto comprender y que nos parece tan malo como la actual jerarquía eclesiástica.

Es un destilado de las preocupaciones de los prelados de hoy, en línea milimétricamente ajustada a la visión geopolítica ahora en boga en el Vaticano y en marcado contraste con lo que han sido hasta ahora los mensajes prioritarios de los pastores católicos, que empeora por la repetición de tópicos que ya eran bastante cuestionables en su primera formulación.

Por ejemplo: “La pandemia que nos ha azotado en estos últimos meses ha sacudido muchas de nuestras seguridades anteriores y ha revelado nuestra vulnerabilidad y nuestra interconexión”. Uno apenas sabe por dónde coger esta frase, que es solo el eco de uno de los mensajes más repetidos de Su Santidad.

Podríamos empezar por decir que lo que de verdad nos ha ‘azotado’ estos últimos meses no ha sido tanto una ‘pandemia’ de naturaleza y dimensiones bastante modestas para lo que ha vivido nuestra historia, como la reacción de los gobiernos, copiándose unos a otros en un perfecto ensayo del anhelado gobierno global medidas que no han hecho más que empeorar la situación, no han logrado sus objetivos sanitarios, han arruinado economías enteras, dejado en la calle a millones de personas y permitido a los gobiernos recortar libertades hasta extremos inconcebibles.

Pero es más esperpéntica la segunda parte de la frase, esa de que una epidemia que ha matado a poco más del 0.0001% de la humanidad ha sacudido “nuestras seguridades anteriores”, como si antes de la llegada del Covid el hombre hubiera sometido la enfermedad y desterrado la muerte. En cuanto a la ‘interconexión’, la referencia parece un cruel sarcasmo cuando uno piensa hasta qué punto es precisamente la ‘interconexión’ lo que acelera las plagas y su negación misma, a nivel personal, es lo que se nos impone, con universal aplauso de nuestros pastores.

¿Y qué preocupa a nuestros prelados de esta peste? ¿Los muertos y enfermos, la dificultad de los fieles para acudir a los sacramentos, las amenazas que ha hecho surgir contra la libertad religiosa, el cierre de iglesias y la interrupción de la Santa Misa? ¡Dios les libre de tener ideas tan ‘clericales’ y ‘rígidas’! No, les preocupaba “que la propia Unión Europea, como proyecto económico, político, social y cultural, estuviera en peligro”. De algún modo que ignoramos y en algún momento que se nos ha pasado por alto, es postura oficial de la Iglesia católica que el proyecto económico, político, social y cultural de la Unión Europea -que incluye ‘valores’ de tan profunda raigambre cristiana como el derecho universal al aborto y el matrimonio homosexual- es un bien positivo y deseable.

Pero no se quieren parar aquí. “No debemos limitarnos a dedicar todos nuestros esfuerzos a volver a la “vieja normalidad”, sino que debemos aprovechar esta crisis para lograr un cambio radical para mejorar. Ello obliga a replantear y reestructurar el actual modelo de globalización”. ¿Les suena? Todo el mundo está hablando de ello, al menos todo el mundo que cuenta. No, los descartados están a otras cosas, pero la gente que cuenta, desde el Foro Económico Mundial a la Comisión Europea, todos hablan del Gran Reinicio (Great Reset). Ahora, con la bendición de Su Santidad.

De hecho, dicen, “el Papa Francisco, con su Encíclica Laudato Si’, ha proporcionado una brújula para conformar una nueva civilización”. La brújula no es demasiado específica, hay que reconocer, y en muchas partes recuerda más bien a recetas que en la reciente historia se han traducido en trágicos fracasos. Pero da igual, si todos nos cogemos de las manos seguro que nos sale una “nueva civilización”, ese paraíso en la tierra que ha sido una permanente tentación para los ideólogos.

Carlos Esteban

A mis veintisiete años, así he descubierto la Misa tradicional. Y volveré a ella. Un artículo del blog de Aldo María Valli



Queridos amigos de Duc in altum, hoy os propongo una carta que he recibido y que en mi opinión merece una gran atención (sobre todo por parte de los sacerdotes). Me la ha mandado una joven de veintisiete años que, con sencillez y frescura, y por ello con profundidad, relata su descubrimiento de la Misa tradicional.

A.M.V.


Traducido por Miguel Toledano para Marchando Religión

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Querido Sr. Valli, mi novio Stefano y yo tenemos veintisiete años y estamos atravesando un período difícil, como creyentes y practicantes, que sin embargo nos alejamos a menudo de la oración y padecemos una cierta confusión sobre nuestro plan de vida y de pareja.

El domingo pasado volvimos a misa después de un periodo de ausencia; fuimos a la parroquia del barrio, pero en lugar de encontrar lo que buscábamos, esto es, alivio y guía espiritual, salimos nerviosos y cansados: la luz del confesionario estuvo apagada todo el tiempo, el sacerdote pronunció un sermón larguísimo y confuso, la monja que dirigía los cantos desentonaba hasta tal punto que resultaba difícil a los presentes evitar la risa, los chicos de confirmación que intervenían en la misa – o sea, tres, de los cuales uno estaba disfrazado de esqueleto por Halloween – ni siquiera sabían leer correctamente el salmo responsorial (tartamudeos, dudas, pérdida del hilo de la frase). En varias ocasiones, el sacerdote interrumpió la lectura del Evangelio de forma expresa y por motivos absurdos: ruidos procedentes del patio de la parroquia debido a la preparación del belén, frente a los que mandó a una catequista que les dijera que interrumpiesen su trabajo; después sonó un móvil (entonces hizo una pausa hasta que cesó de sonar), luego una ambulancia y una moto (otra pausa). En resumen, era imposible concentrarse en la oración: ni solemnidad ni recogimiento. Esto ha sido un caso extremo, pero nos hemos dado cuenta de que cada vez que vamos a misa ocurre algo parecido; en realidad, no vemos seriedad en la celebración, de lo cual tenemos necesidad. Los sermones, además, casi nunca logran proporcionarnos puntos de reflexión; a menudo se trata de mezclas torpes de reproches simplones y cantinelas retóricas sobre que Dios nos ama tal cual somos. Los que tenemos veintitantos llevamos toda la vida oyéndolo – todo vale, no hay problema, haz lo que quieras, escucha tu corazón – basta ver la publicidad de los yogurts en televisión, no hace falta ir a misa; quizás porque esta especie de mantra no vale para mucho; vamos, que al final tenemos siempre una sensación de pérdida y de infelicidad.

Por eso, me propuse hacer algo que ya pensaba desde hace tiempo: participar en una misa de rito tradicional. Confiando encontrar la solemnidad, recogimiento y guía que buscábamos, elegimos una iglesia del centro de Roma donde celebran misa los padres lefebvrianos: mujeres con velo (blanco para las solteras, negro para las casadas), hombres con chaqueta y corbata, sacerdotes y monaguillos vestidos como en algunos cuadros del siglo diecinueve, rito y cantos en latín. Cuando salimos de la iglesia, Stefano no me ocultó su desaprobación, incluso casi su enfado: «O sea,» empezó a decir sacudiendo la cabeza y agitando las manos «todo en latín, no se entiende nada, cero participación, además todo el rato de rodillas sin siquiera saber por qué, todo cantado, casi dos horas, homilía sin sentido, así no hay nada que hacer, es la primera y última vez…». 

Mientras hablaba, yo permanecí en silencio, porque, al contrario que él, yo estaba contenta. Había habido momentos en los que, aun sin comprender las palabras y sin saber responder en latín (no teníamos misal), inexplicablemente me conmovía: las señoras que estaban delante se arrodillaban y yo les seguía, con lo que podía intuir los momentos en los que debía rezar con mayor devoción; los cantos salmodiados, incluso no comprendiendo su significado, se elevaban hacia el cielo con tal elegancia que yo estaba segura de que mis oraciones subían con ellos. Encontré la debida concentración para rezar; es verdad que no siempre, porque algunos momentos eran tediosos, a menudo teníamos que estar de rodillas y a mí, sin reclinatorio, me dolía un poco, pero valió la pena. El sermón, además, que el sacerdote pronunció en italiano, me llegó; en el sentido como si fuese un bofetón, pero al mismo tiempo me proporcionó un gran alivio; ¿por qué? Me pregunté. Porque el sacerdote dijo: recuerda los novísimos; o sea: recuerda que cuando mueras, serás juzgado y no es verdad que todo lo que tú hagas está bien, al contrario. Si no vives rectamente, ejercitando las cuatro virtudes cardinales, entonces Dios no te reconocerá. No temas la muerte, la muerte es normal, puede venir de repente, en cualquier momento; no vivas como si nunca hubieses de morir. Sino que debes vivir con rectitud, de forma que Dios te pueda acoger cuando llegue el momento.

¡Qué alivio! Qué alivio poder escuchar: así es como debes obrar; está en tus manos y el camino es claro. Por el contrario, qué horrible es el vacío en el que se nos deja vagar a menudo, en el que pretendemos la ilusión de poder hacer o tener cualquier cosa, y luego resulta que es un espejismo malvado que según te acercas a él se va alejando siempre de ti, y la muerte es un agujero negro del que no se puede hablar, más allá de como un abismo en el que «todo es posible».

En el colegio, mis profesores favoritos eran los más severos. Les tenia miedo, pero me gustaban, porque a la larga comprendía que ellos eran los que verdaderamente se preocupaban por los alumnos. Los más buenos también eran más indiferentes y si me ponían una buena nota no obtenía de ello mucha satisfacción. Por eso creo necesitar una Iglesia severa, que me señala con el dedo por mis errores a fin de que pueda corregirlos. No soy ni tan buena ni tan fuerte como para lograrlo yo sola y admitirlo es para mí una gran liberación.

Lo siento que Stefano no piense como yo, pero tengo confianza. Yo volveré y rezaré más, haciéndolo con el máximo recogimiento. Estoy segura de que dará fruto.

Giovanna

Roma

IVÁN ESPINOSA A FAVOR DE LOS DISCAPACITADOS Y EN CONTRA DE LA LEY CELAÁ

 LA8ZARAGOZA

Duración 4:04 minutos

NO TE VAS A CREER LO QUE DICE ESTE COMUNICADO PODEMONGUER

 EL TEATRO DE WILL

Duración 10:48 minutos



El Cardenal George Pell y sus puntos de vista sobre el infierno



El cardenal George Pell dijo el 15 de noviembre en el sitio web FirstThings.com que él acostumbraba luchar para reconciliar el amor de Dios con el castigo eterno.

Durante décadas creyó que casi todo el mundo se salvaría, que muy pocos irían al infierno y que muchos necesitarían purificarse en el purgatorio, aunque sabía que los Doctores de la Iglesia enseñaban que la mayoría de la raza humana está condenada.

El cardenal era muy consciente de la advertencia de Cristo en Lc 13, 24: “Esfuércense para entrar por la puerta estrecha, porque les digo que muchos querrán entrar y no podrán”.

Él “cambió” sus puntos de vista cuando un obispo estadounidense le dijo que la crucifixión de Cristo y la actividad sacerdotal serían inútiles si no hubiera castigo eterno.

Ahora, Pell dice que él era un “sentimentalista cómodo” que desconocía el terrible sufrimiento causado por el pecado y subestimaba “la terquedad de la voluntad humana”.

Él cree que no tomar en serio el hecho que Cristo juzgará a todos en el último día está “en el corazón de la crisis de la fe y de la moral”.