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miércoles, 31 de agosto de 2022

Queda aprobada en Consejo de Ministros la nueva ley del aborto



Duración 2:08 minutos

Respetar todas las opiniones (Bruno Moreno)



“El respeto de todas las opiniones, aun de las más falsas o perversas, no es más que la orgullosa negación del respeto debido a la Verdad, Para amar sinceramente la verdad y el bien es necesario no tener ninguna simpatía por el error y el mal. Para amar verdaderamente al pecador y contribuir a su salvación es menester detestar el mal que hay en él”.

Fray Reginald Garrigou-Lagrange OP, La naturaleza de Dios.

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Pocas cosas me irritan más que oír a alguien decir que “respeta todas las opiniones”. Quien dice algo así o bien no sabe lo que dice o no dice más que tonterías. Respetar todas las opiniones es, en realidad, imposible, porque equivale a negar el bien, la verdad, la lógica, la razón y el propio ser, sin los cuales no se puede afirmar nada con sentido. A fin de cuentas, si una opinión y la contraria son igualmente respetables, eso significa que la verdad y el error son igualmente respetables, con lo que cualquier razonamiento pasa a ser fútil y carente de sentido. Por lo tanto, cuando alguien empieza declarando que respeta todas las opiniones, de inmediato se deduce que sus propias opiniones no son respetables, sino disparatadas.

Por definición, sólo se pueden respetar lo bueno, lo verdadero y lo bello, porque nada que no sea bueno, verdadero o bello es digno de la veneración del hombre. Lo malo, lo erróneo y lo feo a lo sumo se pueden tolerar, con el fin de preservar un bien mayor y siempre con el deseo de que lo tolerado acabe desapareciendo como merece.

Esto, que es un principio básico para toda criatura pensante, se ha oscurecido desgraciadamente en la mentalidad de nuestra época. La rebelión contra Dios que está en el origen de la modernidad ha llevado al hombre a sucumbir ante los tres grandes disparates trillizos del voluntarismo, el relativismo y el feísmo, que pretenden que no hay cosas buenas, verdaderas o bellas en sí mismas, sino que todo depende de lo que decida uno mismo (o de lo que decidan la moda, los expertos, el Estado o quien sea).

Es la vieja tentación gnóstica, que rechaza la creación como algo malo y busca liberarse de ella. Las consecuencias las vemos por todas partes, por ejemplo cuando la televisión intenta convencernos de que ser hombre o mujer es cuestión que el propio interesado decide a voluntad. O cuando se pretende que no hay nada bueno ni malo y lo único importante es lo que uno siente en su interior. O, por dar un ejemplo más cercano, cuando los pobres fieles tienen que tragarse (y pagar) horrendas iglesias de cemento que no suscitan más que desesperanza y revulsión, pero son obra de algún arquitecto famoso y carísimo.

“Liberarse” del respeto debido a la verdad, la belleza o el bien y del correspondiente desprecio debido a sus opuestos, aunque sea con la excusa de no ofender a nadie, solo puede conducir a la destrucción del ser humano. Ante esta tentación, los cristianos debemos ser santamente intolerantes y recordar sin descanso que el error y el mal, lejos de ser dignos de respeto, no merecen más que nuestro desprecio, nuestro rechazo y nuestro aborrecimiento.

Bruno Moreno

Aborto: el Partido Popular acepta jugar con las reglas tramposas de la izquierda




Empieza la liga de fútbol y el Equipo Azul, el favorito para ganar esta temporada, se las tiene que ver, una vez más, con los trucos del Equipo Rojo.



Los efectos de jugar con las reglas tramposas que impone el equipo rival

Desde hace años, la estrategia del Equipo Rojo consiste en jugar sucio y hacer trampas, y además quejarse si el Equipo Azul no se deja amedrentar y les planta cara. Parece increíble que esa estrategia tan burda tenga éxito, pero es así por dos motivos: la prensa deportiva afín al Equipo Rojo forma parte de esa estrategia y critica al Equipo Azul haga lo que haga (sobre todo si gana), y además sucesivos entrenadores del Equipo Azul han decidido plegarse a esas críticas, pidiendo a sus jugadores que cuando sus rivales les den patadas, les dejen pasar sin más incluso a riesgo de dejar la portería indefensa y que les metan un gol.

Para evitar las tentaciones de que planten cara a sus rivales, los entrenadores del Equipo Azul exigen a sus jugadores que se aten las manos a la espalda antes de empezar el partido. “Así la prensa deportiva afín al Equipo Rojo no podrá decir que somos agresivos y nos portamos mal”, presumen los entrenadores del Equipo Azul. El resultado es que los jugadores azules tienen que hacer un esfuerzo mucho mayor para ganar que el Equipo Rojo, ya que han aceptado jugar con las reglas impuestas por éste. De hecho, el Equipo Azul ha sancionado repetidas veces a sus jugadores que decidieron desatarse las manos al jugar, acusándoles de estar ayudando al Equipo Rojo con esa actitud.

El PP optó por esa solución por miedo, pereza intelectual y tibieza

Lo que acabamos de ver, aunque parezca absurdo, es una descripción metafórica de la política española desde hace décadas. Hace ya muchos años, el Partido Popular decidió someterse a los caprichos de la izquierda, después de que el PSOE y sus medios afines desplegasen una insistente campaña consistente en identificar cualquier discrepancia de los dogmas de la izquierda como un indicio de franquismo o de fascismo. El miedo a las críticas de los medios afines al PSOE, unido a una creciente pereza intelectual y la tibieza a la hora de defender sus principios, llevó al PP a aceptar competir en el ruego político con las reglas impuestas por la izquierda. Unas reglas que no tienen nada que ver ni con la Constitución, ni con la libertad ni con la tolerancia, sino que consisten, básicamente, en someterse a sus dogmas ideológicos.

Limitarse a vender gestión tampoco funciona

En virtud de esta estrategia, el PP ha abandonado la batalla de las ideas contra la izquierda, limitando su actividad a venderse como un mejor gestor que el PSOE. Y esto último con el inconveniente de tener que hacerse cargo del desastre económico que dejan los socialistas cada vez que gobiernan, lo que significa que el PSOE despilfarra dinero a manos llenas, como si no hubiese mañana, y cuando el PP vuelve al poder y se ve obligado a hacer ajustes, es acusado por la izquierda de imponer “recortes”. Y es que los socialistas no se conforman con que sus rivales se sometan a sus dogmas ideológicos en otros asuntos. El PSOE también quiere que el PP asuma su desastroso recetario económico socialista, a fin de que éste tampoco tenga contestación.

Nueva ley del aborto: la oposición de Vox y el silencio del PP

Ayer vimos el último episodio de esa estrategia. El Consejo de Ministros aprobó un proyecto de reforma de la ley del aborto de 2010 con el que pretende facilitar todavía más que se mate a los hijos por nacer, evitar que las madres que van a abortar tengan siquiera información sobre el hijo del que pretenden deshacerse, imponer el adoctrinamiento sexual en los colegios incluso a los más pequeños y hacer listas negras de los médicos que se niegan a perpetrar abortos. Como viene ocurriendo con otros proyectos legislativos del PSOE, se trata de un proyecto que lesiona derechos fundamentales, empezando por el más básico de todos, que es el derecho a la vida.

Frente a ese nuevo ataque del PSOE a los derechos fundamentales, Vox ha reiterado que “seguirá luchando para defender la vida”. De hecho, Vox es el único partido provida del Congreso. Por el contrario, el PP ha respondido con un silencio sepulcral a la aprobación de ese proyecto abortista. Los canales de comunicación de ese partido no han dicho ni una palabra sobre ello. Finalmente, el PP filtró a un medio afín que no hará campaña contra la nueva ley del aborto porque sería “caer en la trampa del Gobierno”.

El PP ha caído de lleno en las trampas de la izquierda

Esa actitud del PP no es nueva. El PP viene lanzando mensajes parecidos desde hace muchos años. Según el PP, llevarle la contraria a la izquierda es caer en su trampa y en su juego, una idea más bien extraña que desde Génova 13 se dedican a justificar por el hecho de que el PP siempre se amilana en esos debates y se pone a temblar en cuando alguien de la izquierda le llama “facha” o “retrógrado”. Al final, el miedo del PP a ser criticado por la izquierda le ha llevado a asumir, sin más, muchos de los dogmas ideológicos izquierdistas. De hecho, durante el mandato de Aznar y durante el de Rajoy, a pesar de disponer de amplias mayorías absolutas, el PP no derogó las leyes abortistas del PSOE (ni la de 1985 ni la de 2010), a pesar de haber recurrido las dos ante el Tribunal Constitucional.

Así pues, cada vez que dice que no va a caer en la “trampa” de la izquierda o que no va a seguir su “juego” como argumentos para huir de importantes debates, lo que hace el PP es, precisamente, aceptar jugar con las reglas tramposas de la izquierda. Unas reglas según las cuales si quieres tomar parte en el debate público en España debes someterse a los dictados ideológicos de la izquierda o arriesgarte a ser señalado como un “fascista”, con las consecuencias que eso conlleva habitualmente (actos de intimidación, amenazas, agresiones…). En realidad, lo que hace la izquierda es suprimir el debate público e imponer una dictadura ideológica, una dictadura en la que la izquierda impone sus ideas y se dedica a insultar y perseguir al que discrepa. Por eso Vox es tan necesario: porque es el único partido dispuesto a plantar cara a la izquierda, que es la única forma de recuperar el pluralismo político y la libertad de expresión que la izquierda ha ido reduciendo hasta el ridículo con su tramposa estrategia.

Elentir

martes, 30 de agosto de 2022

Noticias del 27 al 30 de agosto de 2022


EL ESPAÑOL DIGITAL

- Oposición a los intentos (¿coacciones?) de Defensa para inocular a sus miembros


- Pedro Sánchez, fabricante de miseria en España


CONTANDO ESTRELAS

- Hablamos Español y AEB: dos discursos muy distintos y sólo uno defiende nuestra libertad



CHIESA E POST CONCILIO

- Obispo Viganò / 'Agere sequitur esse'. La visión "teológica" del Gran Reinicio


ADELANTE LA FE

- De Washington a Buenos Aires (Mons. Aguer)


WANDERER

- No ver lo evidente


IL SETTIMO CIELO

- Dos cardenales y un historiador acusan al papa Francisco de traicionar al Concilio


Selección por José Martí

domingo, 28 de agosto de 2022

De la muerte (Juan Cruz)



¿Qué es la muerte? La muerte es la separación temporal del alma y del cuerpo.

¿Por qué es la muerte una separación? Porque la muerte no hace más que desunir las partes de que está compuesto el hombre, pero no las destruye. La muerte no destruye el alma, que por ser una sustancia simple y espiritual, es naturalmente inmortal. No destruye los elementos del cuerpo, pues nada de cuanto Dios ha creado vuelven a la nada.

¿Por qué hemos dicho que es temporal esta separación? Porque el día deja resurrección, el alma volverá a juntarse con su propio cuerpo.

¿De qué despoja la muerte al hombre? La muerte despoja al hombre de todo lo que posee en este mundo, y reduce su cuerpo a polvo. “Pero el hombre, una vez muerto, y descarnado y consumido, dime ¿Qué se hizo de él?” (Job., XIV, 10).

¿Qué nos enseña la fe tocante a la muerte? Nos enseña: 1° que la muerte es inevitable. “Polvo eres, y a ser polvo tornarás” (Gen., III, 19). 2° Que la muerte es el castigo del pecado. “La muerte se fue propagando en todos los hombres, por aquel solo Adán en quien todos pecaron” (Rom., V, 12). 3° Que moriremos una sola vez. “Está decretado a los hombres el morir una sola vez” (Hebr., IX, 27). 4° Que la muerte fija irrevocablemente nuestra suerte. “Si el árbol cayere hacia el Mediodía o hacia el Norte, doquiera que caiga, allí quedará” (Ecl., XI, 3) – “Mientras tenemos tiempo, hagamos bien a todos” (Gal., VI, 10), porque viene la noche de la muerte, cuando nadie puede trabajar” (Juan IX, 4).

¿Quiénes son los que niegan estas dos últimas verdades de nuestra santa fe? Los partidarios de la metempsicosis, los cuales pretenden que las almas pasan por una serie indefinida de existencias, transmigrando de un cuerpo a otro más o menos perfecto, según que hayan vivido con mayor o menor santidad en el cuerpo precedente.

¿Conocemos la hora de nuestra muerte? Dios se ha reservado el secreto no solamente del tiempo y del lugar de nuestra muerte, sino también de la manera como hemos de morir y del estado en que se encontrará nuestra alma en aquella hora decisiva. “Velad vosotros, ya que no sabéis ni el día ni la hora” (Mat., XXV, 13).

¿Por qué permite Dios que ignoremos la hora de nuestra muerte? Para enseñarnos que siempre debemos estar dispuestos a comparecer delante de Él. “Estad siempre prevenidos, porque a la hora que menos pensáis vendrá el Hijo del hombre” (Luc., XII, 40).

¿Es la muerte igual para todos los hombres? No: pues la del justo es preciosa a los ojos del Señor (Salmo CXV, 15), y la de los pecadores es funestísima (Salmo XXXIII, 23).

¿Por qué es preciosa la muerte del justo? 1° Porque la muerte es el término de su destierro. “Ay de mí, que mi destierro se ha prolongado” (Salmo CXIX, 13). 2° Porque lo saca de su prisión. “Saca de esta cárcel a mi alma para que alabe tu santo nombre” (Salmo CXLI, 8) – “Oh qué hombre tan infeliz soy yo! ¡Quién me librará de este cuerpo de muerte” (Rom., VII, 24). 3º Porque lo introduce en la morada de la luz y de la felicidad. “Amaneció la luz al justo, y la alegría a los de recto corazón” (Salmo XCVI, 11).

La muerte ¿es para el justo una verdadera muerte? No: pues para el justo, morir es entrar en la verdadera vida. “No moriré, sino que viviré y publicaré las obras del Señor” (Salmo CXVII, 17).

¿Por qué es horrible la muerte del pecador? 1° Porque para él la muerte es la pérdida eterna de todo lo que ha amado. “¿Conque así me ha de separar de todo la amarga muerte?” (I Reyes XV, 33). 2° Porque lo precipita en la muerte eterna. “Horrenda cosa es por cierto caer en manos del Dios vivo” (Hebr., X, 31).

Ya que la muerte decide nuestra suerte eterna, ¿qué debemos hacer? Debemos: 1° Pensar a menudo en la muerte. Nada hay más saludable que este pensamiento para desasir nuestra alma de los bienes corruptores de la tierra, e inclinarla a reducir el cuerpo a servidumbre, pues dentro de poco esos bienes le serán quitados y el cuerpo será pasto de los gusanos. “He dicho a la podredumbre: Tú eres mi padre; y a los gusanos: Vosotros sois mi madre y mi hermana” (Job., XVII, 14). 2º Persuadirnos íntimamente de que la muerte está cerca. “En verdad que como una sombra pasa el hombre” (Salmo XXXVIII, 7) – “Estoy cierto de que pronto saldré de él (el cuerpo)” (II Pedro I, 14). 3° Poner pronto en orden nuestra conciencia. “Dispón de las cosas de tu casa; porque vas a morir, y estás al fin de tu vida” (Isaías XXXVIII, 1). 4° Estar siempre dispuestos a comparecer delante de Dios, pues la muerte vendrá como un ladrón (Mat., XXIV, 43). 5° Desear ardientemente el morir con la muerte de los santos. “Ojalá pueda yo lograr el morir como los justos, y que sea mi fin semejante al suyo” (Núm., XXIII, 10) – “Deseo verme libre de las ataduras de este cuerpo y estar con Cristo” (Filip., I, 23).
Juan Cruz

Los alemanes bombardean el Vaticano | Actualidad Comentada | 26-08-2022 | Pbro. Santiago Martín FM



Duración 13:08 minutos


La realidad del Evangelio frente a las utopías modernas (Padre Alfonso Gálvez)



sábado, 27 de agosto de 2022

Monseñor Viganò sobre las escandalosas declaraciones de Vincenzo Paglia sobre la Ley 194



 
Las salidas de Mons. Paglia ya no debería sorprender a ningún católico. Su inspiración modernista, misericordiosamente abierta al mundo y cerrada a la Verdad, supera toda imaginación y es el emblema más eficaz de la herejía firmemente arraigada en la Iglesia hasta las cumbres más altas. A partir de aquí antecedentes sobre la APV. Pero Mons. Vigano. Aquí está el índice de sus intervenciones anteriores y relacionadas. Comunicado sobre las escandalosas declaraciones de Vincenzo Paglia sobre la Ley 194


El presidente de la Pontificia Academia para la Vida, Vincenzo Paglia, en el curso de una entrevista concedida a RaiTre el 26 de agosto ( aquí ), definió la infame Ley 194 sobre el aborto como "un pilar de nuestra vida social", escandalizando a millones de fieles católicos italianos. al Magisterio y aún atentos a las feroces palabras de Juan Pablo II contra ese horrible crimen que en Italia sacrificó a más de seis millones de criaturas inocentes en el altar del egoísmo y de la ideología liberal anticristiana.

La justa indignación del cuerpo eclesial ante las declaraciones del Presidente de una Academia encargada por Juan Pablo II precisamente para combatir el aborto va acompañada del aplauso de los defensores de la "salud reproductiva" y de la "interrupción del embarazo", siempre dispuestos a acusar al Iglesia de intromisión cuando habla con la voz de Cristo, pero de alabanza en cuanto sus peores exponentes se prostituyen al pensamiento único y hacen suyas las instancias inhumanas del neomaltusianismo.

Como Pastor y Sucesor de los Apóstoles no puedo dejar de condenar con la mayor fuerza las escandalosas palabras de Paglia, que contradicen el Evangelio y la enseñanza de los Romanos Pontífices.

El Nuevo Orden Mundial, las Naciones Unidas, la OMS, la Unión Europea, el WEF, la Comisión Trilateral, el Club Bilderberg y todas las organizaciones que siguen la Agenda 2030 consideran la bárbara matanza en el vientre de una persona inocente como una ley, como una "pilar de la vida social". Es emblemático y revelador que la secta de apóstatas que infestan la Jerarquía católica y han ocupado su cúspide se encuentran alineadas con las posiciones ideológicas de los enemigos de Cristo no solo en temas aparentemente inconexos -como la narrativa de la psicopandemia y la ideología verde- sino también en negación de los fundamentos mismos de la Ley Natural, incluido el respeto a la vida desde la concepción hasta la muerte natural.

Es desconcertante que nadie, entre mis Hermanos en el Episcopado y menos entre los miembros del Colegio Cardenalicio, se atreva a alzar la voz para condenar las delirantes palabras de Paglia y pedir su renuncia inmediata a la Pontificia Academia para la Vida.

Los fieles, amonestados por buenos sacerdotes, aléjense de estos lobos disfrazados de corderos y pidan al Señor que intervenga para salvar a Su Iglesia, ocupada por un Sanedrín de corruptos y pervertidos que siguen crucificando a Jesucristo en Su Cuerpo Místico.

+ Carlo Maria Viganò, Arzobispo
27 de agosto de 2022

miércoles, 24 de agosto de 2022

Propuesta de un debate (Pío Moa)



Le Figaro ha publicado un artículo de un señor Emilio Silva en respuesta a mi entrevista con Isabelle Schmitz en Le Figaro histoire. Me parece excelente la iniciativa porque puede abrir el necesario debate intelectual y democrático que vengo proponiendo en vano desde hace muchos años. Y sería muy justo que el debate partiera de Francia, porque en España no solo no ha sido posible, sino que se han dictado leyes para impedirlo; y porque la guerra de España tiene un alcance histórico e ideológico que va más allá de la propia España.

Para empezar conviene establecer una diferencia. Yo soy un historiador independiente de cualquier poder o partido político, que lleva muchos años silenciado por los grandes medios en España, mientras que Silva preside una asociación subvencionada por el poder socialista con dinero público, que se nos obliga a pagar a todos, y de acuerdo con una ley que trata de imponer a los españoles, desde el poder, su versión de la historia, persiguiendo la discrepancia y atacando así las libertades de investigación, opinión y expresión. Esta diferencia de entrada no es banal.

Que el señor Silva se ampare en una ley totalitaria ya hace sospechar que su versión ha de ser falsa. Claro que, a pesar de la sospecha, esa versión podría ser correcta en términos históricos y el franquismo haber practicado un «genocidio». La palabra pretende equiparar al franquismo con el nazismo, una idea que no se sostiene ideológica, política ni históricamente, pero que tiene gran efecto emocional sobre las personas desinformadas, así que habrá también que hablar de ello.

En todas las guerras se cometen atrocidades por unos y otros, por lo que interesa ante todo entender cómo se ha llegado a ella. Y una de mis conclusiones es la decisiva responsabilidad del PSOE (mucho mayor que la de los comunistas o los anarquistas) en la destrucción de la legalidad republicana, la preparación deliberada de la guerra, el terror y la entrega de la soberanía a Stalin. Son conclusiones extraídas, no de la propaganda franquista, sino de la muy abundante documentación de la izquierda, que he investigado durante diez años. Es evidente que al poder socialista le interesa mucho ocultarlo y sustituir la historia por una «memoria» emocionalmente manipulada. Y al no poder rebatir mis tesis, ocultarlas e impedirles circular es uno de los objetivos básicos que esta ley contra las libertades públicas.

En segundo lugar conviene entender el carácter y objetivos de los bandos en pugna, y ese es otro tema de fondo a debatir. ¿Fue una guerra entre fascistas y demócratas como suele plantearse? Lo veremos también.

Y finalmente, es revelador el empleo del término «revisionismo», como si fuera un pecado mortal. Claro que soy revisionista, porque investigo, y la revisión es una exigencia elemental de la razón y la ciencia, opuesta precisamente al despotismo dogmático que las leyes de «memoria» quieren imponer.

Propongo al señor Silva, o a cualquier otro, empezar por las ideas y prácticas del PSOE acerca de la república, en especial a partir del verano de 1933.

Pío Moa

martes, 23 de agosto de 2022

¡Jesucristo, tan humano y tan divino! (Padre Alfonso Gálvez)




Homilía del Domingo 11º después de Pentecostés. 13 de agosto de 2012

AUDIO 37:39 MINUTOS



Elogio del «indietrismo» (Monseñor Héctor Aguer)



Filosofía espiritual del “indietrismo”

Los términos “indietrismo” e “indietrista” ya ocupan un lugar en el lenguaje eclesiástico, en el más alto nivel. Obviamente, se los ha acuñado y se los emplea según una interpretación peyorativa, y aún despectiva. No habría vicio peor en la Iglesia que esa presunta rémora al cambio y al progreso. Yo, en cambio, los comprendo atribuyéndole un sentido elogioso. El italianismo puede expresarse en un castizo axioma italiano: Per andare avanti bisogna prima tornare indietro. ¿Cómo se explica esta paradoja? ¡Para avanzar es preciso retroceder! Refiriéndonos a la marcha de la Iglesia, se puede decir: al verdadero progreso (un progreso no progresista), el católico se dirige hundiendo sus raíces en la gran Tradición eclesial. Los “indietristas” van acompañados en la vituperación por los “restauracionistas”. El equívoco consiste en que no es menester restaurar la Tradición, que ella es siempre vital y actual; no es una pieza de museo. Restaurar significa reconocerla, otorgarle el valor que la caracteriza como totalidad, rechazando las pretensiones progresistas.

Tornare indietro no equivale a retroceder hacia el refugio de un pasado mítico, sino a encaminarse esperanzadamente a un futuro que no es una gnosis progresista, sino que se enfila homogéneamente en la línea de la gran Tradición. Ésta, siempre actual, utiliza un lenguaje renovado (habla nove) pero no introduce la heterogeneidad de cosas nuevas (nova). La distinción procede del siglo V; su autor es San Vicente de Lerins, un monje galo-romano, obispo y Padre de la Iglesia. Su fórmula reza, en buen latín, que la enseñanza, la liturgia, las instituciones eclesiales, se desarrollan in eodem scilicet dogmate, eodem sensu, eademque sententia. Eodem es la mismidad. La heterogeneidad, la intromisión en la vida eclesial y en su marcha de la cultura secular, o los inventos que mentes eclesiásticas calenturientas pretendan transmitir al futuro constituyen el error, la herejía. En aquellos términos del Lerinense, o en otros sinónimos se ha expresado siempre la ortodoxia de la Gran Iglesia, la Katholiké, repudiando toda división (hairesis), toda herejía. Es oportuno, al modo de una rápida digresión, reconocer que se llama ortodoxia no sólo a la rectitud (ortós) doctrinal, sino también al verdadero culto, a la adoración, la Gloria de Dios. Dóxa, en el Nuevo Testamento es la Gloria, que cantaron los pastores y los ángeles en Belén ante el asombroso Misterio de la Encarnación.

En los años ’50 del siglo pasado, más o menos, el dominico Marín Sola proponía “la evolución homogénea del dogma católico”, y en 2007, Benedicto XVI, en su motu proprio Summorum Pontificum, ponía en legítima circulación la Misa de siempre, que nunca había sido abolida. Estos datos explican el auténtico sentido del “indietrismo”. Entre paréntesis, cabe pensar que el motu proprio Traditiones custodes se opone a la unánime Tradición de la Iglesia, y descarta las decisiones de los papas San Juan Pablo II, y Benedicto XVI. Muchísimos obispos no lo toman en cuenta, y a modo de un indulto permiten a sacerdotes y fieles celebrar con el Misal aprobado, en 1962, por Juan XXIII.

Desde hace una década, el clima se ha enrarecido en la Iglesia. Con el pretexto de afirmar el valor y vigencia del Concilio, que algunos inquietos impugnan, se difunde el contrabando, la mercadería falsa del posconcilio, que es la deformación del Vaticano II. No viene al caso –quiero decir que es ajeno a mi propósito en estas líneas- discutir si en efecto Concilio y posconcilio difieren, y en qué medida. Los historiadores, dentro de un siglo por lo menos –recién ha transcurrido poco más de medio siglo desde 1965, año en que se clausuró aquella gran asamblea-, estudiarán con la perspectiva y objetividad que el tiempo concede el Concilio de los papas Juan y Pablo; y establecerán si fue una jornada gloriosa de la Iglesia, o una auténtica calamidad, al igual que otras que se padecieron en el pasado. Aunque diversos grupos discuten ya sobre este problema, conviene recordar que Benedicto XVI ha señalado que el Concilio son los 16 documentos promulgados, votados por una mayoría que en algunos casos se acercaba a la unanimidad. Asimismo, habría que evocar los dichos del papa Montini: “Nosotros esperábamos una floreciente primavera, y sobrevino un crudo invierno”; “por alguna rendija el humo de Satanás se introdujo en la Casa de Dios”. La Iglesia es un Misterio; está integrada por santos y pecadores. Si subsiste siempre siendo ella misma, es por la presencia de Jesús –que Él nos ha asegurado- y la unión de los miembros santos con Él, los santos del Cielo y los que, en la secreta hondura de Ella, viven en la Tierra. Así ha afrontado los más tormentosos avatares.

Lo que vengo escribiendo parece un largo proemio; espero con él haber dado razón de la existencia del “indietrismo” y los “indietristas”, que lejos de desaparecer serán siempre más, porque la mayoría de ellos son jóvenes que atraerán a otros jóvenes. El “indietro” asegura el “avanti”. Es un juego desconcertante de la Providencia de Dios.

La fisonomía espiritual del “indietrista” tiene idealmente por base la fe en la unicidad e identidad de la Iglesia, y el amor a ella, a pesar de las apariencias contrarias que exhibe el progresismo. Como se ha dicho, Cristo y los santos del Cielo y de la Tierra, unidos a Él constituyen la Iglesia. Según el Misterio de la Encarnación y su lógica en la que cabe la infirmitas Christi, la Iglesia que como dijo Pascal es “Cristo extendido y perpetuado”, soporta inviernos y noches, la historia lo muestra. Esta realidad –las limitaciones- no pueden conmover la fe de un “indietrista”, ni recluirlo en la amargura de una crítica resentida, despiadada. Al contrario, la consideración de aquellas lo impulsan a amarla con dolor penitencial, y a orar por todos sus miembros. La súplica tendrá por objeto la deseada Luz de la Verdad, y la superación de las circunstancias negativas, con la conversión de los responsables de las aflicciones. De un modo particular, ha de rezar por los pastores del Pueblo de Dios, para que lo apacienten con caridad según la voluntad del Señor. La mirada de la Fe se posa en el Resucitado, y lo contempla en medio de los siete candelabros de oro, como Señor de la Iglesia (cf. Ap 1, 12ss.). La humildad y la caridad –suelo y cima- sostienen esa mirada propia de la Fe.

Dos dimensiones que expresan la rectitud de la Fe o bien su caída en el relativismo son la Liturgia y la cultura cristiana. El Culto Divino está desviado en el culto del hombre; la banalización y la degradación de la Liturgia son prácticamente universales. Me detengo en unos pocos ejemplos que muestran el extremo al que se puede llegar. Dos hechos se registraron en este rincón sureño que es la Argentina: un obispo celebrando misa en la playa, sin ornamentos, salvo la estola sobre su hábito playero y un mate en lugar del Cáliz; y un sacerdote celebrando disfrazado de payaso. Para muestra basta un botón, reza el refrán, aunque la pérdida de exactitud, solemnidad y belleza son generales. En Italia un caso recentísimo: un párroco ofició el Santo Sacrificio en el mar, en una colchoneta inflable, con jóvenes feligreses en traje de baño, que asistían desde la costa. Parece que su obispo se limitó a reprenderlo, pero la Fiscalía local abrió una investigación de oficio por el delito de “ofensa a la Religión”, penada por la legislación italiana. Se dirá que son casos insólitos, pero ¿hubieran ocurrido 50 o 60 años atrás? Además, se destacan en medio de una banalización general: la Liturgia exige que quien asiste se sienta bien, y pase un buen rato.

La Fe es el fundamento de una cultura cristiana, una visión del mundo y del hombre –Weltanschauung, dicen los alemanes- En el proceso de evangelización se recrea de continuo lo que lleva el sello del cristianismo, y que implica un juicio sobre los valores y antivalores vigentes en la sociedad que recibe el Evangelio, para resolver acerca de su compatibilidad y para purificarla de los errores y defectos que contenga. Actualmente la autoridad de la Iglesia se acusa de imponer una cultura ajena al pueblo evangelizado, y pide perdón por ello. Este es el momento de observar que la Fe llega en el “envase” de una cultura: las verdades de la Fe están formuladas según la síntesis del pensamiento judío y la metafísica griega, desposorio que ya había comenzado en el período del Antiguo Testamento, como lo demuestra la traducción de los LXX, que vertió en la lengua griega la Torá, los Nebiyim, y los Ketuvim, de Israel. El Señor encomendó a los Apóstoles hacer discípulos (mathēteusate, Mt 28, 19) en todos los pueblos (panta ta ethnē, Mt 28, 19). La enseñanza y el Bautismo van constituyendo una manera de pensar, sentir y obrar; no se trata de una ideología ni de una gnosis, como lo son los “nuevos paradigmas” preconizados por el progresismo. No toda cultura ancestral es compatible con la novedad de la Fe y la vida cristiana; la inculturación del cristianismo transmite una Tradición que purifica los valores vigentes y asume lo mejor de ellos sin que aquella tradición sea menoscabada o alterada.

Me detengo ahora en dos cuestiones finales que preocupan a los “indietristas” y los afligen a causa de las más recientes posiciones de Roma. La primera es el relativismo en la expresión de la doctrina y la casuística laxista que pretende revisar las posiciones tradicionales en materia de Teología Moral. El caso más notorio es el propósito de cambiar la prohibición de la anticoncepción artificial, decidida por Pablo VI en la encíclica Humanae vitae (1968). El nombramiento de Mons. Vincenzo Paglia al frente del organismo correspondiente (Pontificia Academia para la Vida) es una movida inicial en la dirección predicha. Ahora se agita la cuestión de la infalibilidad de la que no goza el texto del Papa Montini. Es verdad que el Pontífice no declaró hacer uso de esa prerrogativa, pero el contexto indica la voluntad de establecer una doctrina definitiva ante una opinión contraria a la Tradición que se había difundido bajo el viento del “espíritu del Concilio”. Es doloroso recordar que la posición errónea sostenida en la cultura contemporánea había penetrado en la Iglesia; varias Conferencias Episcopales se declararon contra la Humanae vitae. Ahora Roma pareciera querer sumarse al error contra el Orden Natural, hacia lo cual apunta el nombramiento del obispo Paglia. Lo que corresponde –lo digo modestamente, y con todo respeto- es que el Sumo Pontífice ratifique la enseñanza de su predecesor, pues se trata de una cuestión indiscutible.

El otro tema es la afirmación de la Verdad y la unicidad de la Religión Católica como la única verdadera Religión. Muchos comentarios al Concilio Vaticano II han apuntado a una interpretación relativista del diálogo interreligioso. Próximamente se realizará una reunión de líderes religiosos de todo el mundo; el Papa ha sido invitado, y participará de ella. ¿Qué mensaje puede transmitir esa reunión cumbre, sino que todas las religiones son igualmente válidas? En la senda del Vaticano II habría que aclarar que aunque las diversas religiones contengan algunos valores, la Católica es la única verdadera querida por Dios. Puede afirmarse esta doctrina tradicional sin ofender a nadie. También en este caso el “indietrismo” recupera una afirmación que era indiscutible 60 años atrás. Ese tornare indietro asegura el futuro del catolicismo, ¡siempre avanti!

+ Héctor Aguer

Arzobispo Emérito de La Plata

Académico de Número de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas.

Académico de Número de la Academia de Ciencias y Artes de San Isidro.

Académico Honorario de la Pontificia Academia de Santo Tomás de Aquino (Roma).

Buenos Aires, lunes 22 de agosto de 2022.

Memoria de la Santísima Virgen María Reina.-

lunes, 22 de agosto de 2022

¿Comunión en la mano? No, gracias (Padre Ildefonso de Asís)

ADELANTE LA FE


En los últimos años, por desgracia, y con la excusa del covid-19, se ha impuesto de forma arrolladora la recepción en la mano del Cuerpo de Cristo. En España, y fuera de España, son muy pocas las Iglesias donde en la Santa Misa apenas unos pocos fieles comulgan con reverencia en la boca (y menos aún de rodillas) siendo en muchos casos observados como “extraños” por los demás fieles y por no pocos sacerdotes. Es un terrible cáncer que se ha hecho viral, nunca mejor dicho, y se ha convertido en algo así como una “pandemia espiritual”.

Ante el mencionado hecho no vale solo lamentarse y orar: es necesario dar argumentos sólidos desde la moral, la liturgia y el derecho canónico ante esta ofensiva diabólica contra la Eucaristía gestada, sorprendentemente, en el interior de la misma Iglesia. Veamos:

Desde el derecho canónico: denunciar el tremendo ABUSO clerical que supone obligar a los fieles a comulgar en la mano en bastantes templos. Un abuso contrario al derecho canónico ante el cual nadie forma “comisiones” para luchar contra dicho abuso y a la vez se multiplican los “perdones” en relación a otra clase de abusos en mucha ocasiones nada demostrados.

Desde la liturgia: recordar que solo el sacerdote tiene las manos ungidas para tocar el Cuerpo de Cristo, y añadir que la comunión en la mano es un elevado riesgo de profanación de las formas eucarísticas así como de su destino final al suelo de la Iglesia, bolsillo o guantes de los fieles…etc.

Desde la moral: porque así como el sacerdote, por muy amigo que sea de un matrimonio, no tiene potestad para acariciar a la mujer del amigo al ser ello cosa única del esposo, cualquier laico por muy fervoroso que sea no tiene potestad para tocar el Cuerpo de Cristo (salvo caso excepcional)

Pero en este breve artículo quiero compartir otro argumento que me vino de un fiel laico quien, con nula formación teológica y mucha sabiduría popular, me expresó en una ocasión y que con gusto repito aquí: “¿Comulgar en la mano? No, gracias; porque yo quiero que la comunión me la de CRISTO y no otra persona, ni siquiera yo mismo. Si el sacerdote es CRISTO durante la Misa, solo Él debe darme la comunión. No quiero que me la de nadie más: ni monja ni catequista ni sacristán…ni yo quiero tomarla en mano porque entonces me la daría yo mismo y quiero recibirla de CRISTO”.

He pensado muchas veces en ese argumento de un laico cuyo anonimato respeto y que personalmente, como sacerdote, me parece acertadísimo. Hagamos eco del mismo en esta oleada demoníaca que pretende, y consigue, protestantizar la liturgia, adulterar la fe católica y sobre todo consigue ofender a DIOS.

Padre Ildefonso de Asís

sábado, 20 de agosto de 2022

San Bernardo de Claraval


San Bernardo de Claraval (1090 - 1153)

Nació en el año 1090, en Fontaine, cerca de Dijon, Francia y murió en Claraval el 21 de agosto de 1153. Sus padres fueron Tescelin, señor de Fontaine y Aleth de Montbard, pertenecientes ambos a la alta nobleza de Borgoña. Bernardo, tercero de una familia de siete hijos, seis de los cuales eran varones, fue educado con un cuidado especial porque aún antes de nacer un hombre devoto le había vaticinado un gran destino. Cuando tenía nueve años, Bernardo fue enviado a una famosa escuela en Chatillon-sur-Seine que seguía la antigua regla de San Vorles. Tenía gran inclinación a la literatura y se dedicó algún tiempo a la poesía. Ganó la admiración de sus maestros con su éxito en los estudios y no menos destacable fue su crecimiento en la virtud. El gran deseo de Bernardo era progresar en literatura, con vistas a abordar el estudio de la Sagrada Escritura para hacerla su propia lengua, como así fue. "Todo en él era piedad," dice Bossuet. Tenía una devoción especial a la Santísima Virgen y nadie ha hablado de manera más sublime de la Reina de los Cielos. Bernardo tenía apenas diecinueve años cuando murió su madre. Durante su juventud no le faltaron tentaciones, pero su virtud triunfó sobre ellas, muchas veces de forma heroica, y desde entonces pensó en retirarse del mundo y llevar una vida de soledad y oración.

San Roberto, Abad de Molesmes, había fundado en el año 1098 el monasterio de Cîteaux, a unas cuatro leguas de Dijon, con el propósito de restaurar la regla de San Benito en todo su rigor. A su regreso a Molesmes dejó el gobierno de la nueva abadía a San Alberico, que murió en el año 1109. San Esteban Harding le sucedió (1113) como tercer Abad de Cîteaux, cuando Bernardo, joven de la nobleza de Borgoña, pidió la admisión en la Orden a la edad de treinta años. Tres años después San Esteban envió al joven Bernardo, el tercero en dejar Cîteaux, al frente de un grupo de monjes para fundar una nueva comunidad en el Valle de Absinthe, o Valle de la Amargura, en la Diócesis de Langres. Bernardo lo llamó Claire Vallée, de Clairvaux (Claraval), el 25 de Junio del año 1115, y los nombres de Bernardo y Claraval son inseparables desde entonces. Durante la ausencia del Obispo de Langres, Bernardo fue investido como Abad por Guillermo de Champeaux, Obispo de Châlons-sur-Marne, que vio en él al hombre predestinado, siervo de Dios. Desde ese momento, nació una fuerte amistad entre el Abad y el obispo, que fue profesor de teología en Notre Dame de París y fundador del convento de San Víctor.

Los comienzos de Claraval fueron confusos y penosos. El régimen era tan austero que afectó a la salud de Bernardo y solamente la autoridad de Guillermo de Champeaux, y la del Capitulo General, pudieron hacer que mitigase sus austeridades. Sin embargo, el monasterio progresó rápidamente. Acudieron gran número de discípulos deseosos de ponerse bajo la dirección de Bernardo. Su padre, el anciano Tescelin, y todos sus hermanos entraron en Claraval como religiosos, quedando en el mundo solamente Humbeline, su hermana, que ingresó pronto en el convento benedictino de Jully, con el consentimiento de su marido. Claraval se quedó pronto pequeño para los religiosos que acudieron, siendo necesario enviar grupos a fundar nuevas comunidades. En el año 1118 se fundó el Monasterio de las Tres Fuentes en la Diócesis de Châlons; en 1119 el de Fontenay en la Diócesis de Auton (ahora Dijon) y en 1121 el de Foigny, cerca de Vervins, en la Diócesis de Laon (ahora Soissons). A pesar de esta prosperidad, el Abad de Claraval tuvo sus pruebas. Durante una ausencia de Claraval, el Gran Prior de Cluny, Bernardo de Uxells, envió al Príncipe de los Priores, en expresión de Bernardo, a Claraval para atraerse al primo del Abad, Roberto de Châtillon. Esto fue ocasión de la más larga y sentida carta de Bernardo.

En el año 1119 Bernardo asistió al primer Capitulo General de la Orden, convocado por Esteban de Cîteaux. Aunque aún no tenía treinta años, Bernardo fue escuchado con la mayor atención y respeto, especialmente cuando expuso sus pensamientos acerca de la revitalización del espíritu primitivo de orden y fervor en todas las órdenes monásticas. Este Capitulo General fue el que dio forma definitiva a las constituciones y regulaciones de la Orden en la "Cédula de la Caridad", confirmada por el Papa Calixto II el 23 de Diciembre de 1119. En 1120 Bernardo compuso su primera obra "De Gradibus Superbiae et Humilitatis" y sus homilías "De Laudibus Mariae". Los monjes de Cluny habían visto, con satisfacción, que los de Cîteaux no destacaban entre las ordenes religiosas por regularidad y fervor. Por esta razón los "Monjes Negros" cayeron en la tentación de acusar a las reglas de la nueva Orden de impracticables. A petición de Guillermo de San Thierry, Bernardo se defendió a sí mismo publicando su "Apología", que consta de dos partes. En la primera parte, prueba su inocencia respecto a las invectivas contra Cluny que le habían sido atribuidas, y en la segunda, expone las razones de su ataque contra los abusos. Declara su profunda estima a los Benedictinos de Cluny, a quien ama igual que a las demás órdenes religiosas. Pedro el Venerable, Abad de Cluny, respondió al Abad de Claraval sin ofender a la caridad lo más mínimo, y le aseguró su gran admiración y sincera amistad. Entretanto, Cluny estableció una reforma, y el mismo Suger, ministro de Luis el Gordo y Abad de San Denis, se convirtió por la apología de Bernardo, terminando de inmediato su mundanal vida y restaurando la disciplina en su monasterio. El celo de Bernardo no acabó aquí sino que se extendió a los obispos, al clero y a los fieles, así como obtuvo destacadas conversiones de personas profanas entre otros frutos de su labor. La carta de Bernardo al Arzobispo de Sens es un verdadero tratado "De Officiis Episcoporum". Por entonces escribió su obra sobre la "Gracia y Libre Albedrío".

En el año 1128 Bernardo asistió al Concilio de Troyes, que había sido convocado por el Papa Honorio II y fue presidido por el Cardenal Matthew, Obispo de Albano. El propósito de este concilio era solucionar ciertas controversias de los obispos de París y regular otros asuntos de la Iglesia de Francia. Los obispos nombraron a Bernardo secretario del concilio y le encargaron la redacción de los estatutos del sínodo. El Obispo de Verdún fue depuesto después del concilio. Entonces recayeron sobre Bernardo injustos reproches, siendo incluso denunciado en Roma por injerencias en asuntos que no conciernen a un monje. El Cardenal Harmeric, en nombre del Papa, escribió a Bernardo una severa carta de amonestación. "No es digno" le dijo "que ranas ruidosas e impertinentes salgan de sus ciénagas para molestar a la Santa Sede y a los cardenales". Bernardo respondió a la carta diciendo que si él había asistido al concilio, había sido arrastrado a ello a la fuerza, como así era. "Ahora bien, ilustre Harmeric", añadió, "si tanto lo deseabas, quién habría sido más capaz de liberarme de la necesidad de asistir que tú mismo? Prohibe a esas ranas ruidosas e impertinentes salir de sus agujeros, abandonar sus ciénagas . . . Entonces, tu amigo, ya no se expondrá a las acusaciones de orgullo y presunción ". Esta carta causó una fuerte impresión en el cardenal y justificó a su autor ante sí mismo y ante la Santa Sede. En este concilio, Bernardo indicó las líneas generales de la Regla de los Caballeros Templarios, que pronto se convertirían en el ideal de la nobleza francesa. Bernardo lo alaba en su "De Laudibus Novae Militiae".

La influencia del Abad de Claraval se notó pronto en los asuntos provinciales. Defendió los derechos de la Iglesia frente a las intromisiones de reyes y príncipes, y recordó sus deberes a Enrique, Arzobispo de Sense, y a Esteban de Senlis, Obispo de París. A la muerte de Honorio II, que ocurrió el 14 de febrero de 1130, un cisma quebró a la Iglesia al ser elegidos dos papas, Inocencio II y Anacleto II. Inocencio II desterrado de Roma por Anacleto se refugió en Francia. El rey Luis el Gordo convocó un concilio nacional de los obispos de Francia en Etampes, y Bernardo, emplazado allá con el beneplácito de los obispos, fue elegido para juzgar entre los dos papas rivales. Él decidió a favor de Inocencio II, motivando su reconocimiento por los principales poderes católicos, fue con él a Italia, serenó los ánimos que agitaban el país, reconcilió Pisa con Génova, y a Milán con el papa y con Lotario. Por deseo de éste, el papa fue a Lieja a consultar con el emperador sobre las mejores medidas a tomar para su regreso a Roma, pues allí Lotario iba a recibir la corona imperial de manos del papa. Desde Lieja el papa volvió a Francia, visitó la Abadía de San Denis, y después la de Claraval, donde su recibimiento tuvo un carácter simple y puramente religioso. Toda la corte pontificia quedó impresionada por la santa conducta de esta comunidad de monjes. En el refectorio solo se encontraron unos cuantos peces para el papa y, en lugar de vino, se sirvió zumo de hierbas como bebida, dice el cronista de Cîteaux. No se sirvió al papa y a sus seguidores un banquete festivo, sino una fiesta de virtudes. El mismo año, Bernardo estuvo otra vez al lado de Inocencio II, para quien era un oráculo, en el Concilio de Reims; y luego en Aquitania, donde consiguió de momento separar a Guillermo, Conde de Poitiers, de la causa de Anacleto.

En 1132, Bernardo acompañó a Inocencio II a Italia y en Cluny el papa abolió los derechos que Claraval pagaba a esa famosa abadía -- acción que dio lugar a una disputa entre los "Monjes Blancos" y los "Monjes Negros" durante veinte años. En el mes de mayo, el papa apoyado por la armada de Lotario entró en Roma, pero sintiéndose Lotario demasiado débil para resistir a los partidarios de Anacleto, se retiró tras los Alpes, e Inocencio solicitó refugio en Pisa en Septiembre de 1133. Entretanto el abad había vuelto a Francia en junio y continuó trabajando a favor de la paz que comenzó en 1130. A finales de 1134 hizo un segundo viaje a Aquitania, donde Guillermo X había recaído en el cisma. Éste hubiera muerto por sí solo si Guillermo hubiera estado desapegado de la causa de Gerardo, que había usurpado la Sede de Burdeos y retenido la de Angulema. Bernardo invitó a Guillermo a la misa que celebró en la iglesia de La Couldre. En el momento de la comunión, colocando la Sagrada Forma sobre la patena, fue a la puerta de la iglesia donde estaba Guillermo y, apuntando hacia la Sagrada Forma, conjuró al Duque a no menospreciar a Dios como hacía con sus sirvientes. Guillermo cedió y el cisma terminó. Bernardo marchó otra vez a Italia, donde Roger de Sicilia estaba tratando de apartar a los de Pisa de su obediencia a Inocencio. Recuperó a la ciudad de Milán para la obediencia, ya que había sido seducida y descarriada por el ambicioso prelado Anselmo, Arzobispo de Milán, recusó a éste y volvió finalmente a Claraval. Creyéndose al fin tranquilo en su claustro, Bernardo se dedicó, con renovado vigor, a la composición de sus piadosos y sabios trabajos, que le han merecido el titulo de "Doctor de la Iglesia". Ahora escribió sus sermones sobre el "Cantar de los Cantares ". En 1137 fue forzado de nuevo a abandonar su soledad, por orden del papa, para poner fin a la querella entre Lotario y Roger de Sicilia. En la conferencia de Palermo, Bernardo convenció a Roger sobre los derechos de Inocencio II y acalló a Pedro de Pisa que apoyaba a Anacleto. Éste murió apesadumbrado y decepcionado en 1138, y con él el cisma. De nuevo en Claraval, Bernardo se ocupó en enviar comunidades de monjes desde su atestado monasterio a Alemania, Suecia, Inglaterra, Irlanda, Portugal, Suiza e Italia. Algunas de ellas, por disposición de Inocencio II, tomaron posesión de la Abadía de las Tres Fuentes, cerca de Salvian Waters en Roma, de donde salió elegido el Papa Eugenio III. Bernardo resumió su comentario al "Cantar de los Cantares", asistió en 1139 al Segundo Concilio General de Letrán y Décimo Ecuménico, en el que fueron definitivamente condenados los aún partidarios del cisma. Por esta época, Bernardo recibió en Claraval la visita de San Malaquías, metropolitano de la Iglesia de Irlanda, creándose entre ellos una estrecha amistad. San Malaquías hubiera tomado con alegría el hábito cisterciense, pero el Soberano Pontífice no hubiera dado su permiso. Sin embargo murió en Claraval en 1148.

En el año 1140 encontramos a Bernardo comprometido en otros asuntos que perturbaron la paz de la Iglesia. A finales del siglo XI, las escuelas de filosofía y teología, apasionadas por los debates y espíritu de independencia que las arrastraron a controversias político-religiosas, se convirtieron en una verdadera liza pública sin otro motivo más que la ambición. Esta exaltación de la razón humana y del racionalismo encontraron un ardiente e influyente defensor en Abelardo, el más elocuente e instruido hombre de la época después de Bernardo. "La historia de las calamidades y la refutación de su doctrina por San Bernardo", dice Ratisbonne, "forman el mayor episodio del siglo XII ". El tratado de Abelardo sobre la Trinidad había sido condenado en 1121 y él mismo había quemado su libro. Pero en 1139 propugnó nuevos errores. Bernardo, informado de ello por Guillermo de San Thierry, escribió a Abelardo, quién le contestó de una manera insultante. Bernardo le denunció al papa, ocasionando un concilio general a celebrar en Sens. Abelardo pidió un debate público con Bernardo; éste mostró los errores de su oponente con tal claridad y lógica que fue incapaz de responder, y fue obligado a jubilarse tras ser condenado. El papa confirmó el dictamen del concilio, Abelardo se sometió sin resistencia y se retiró a Cluny, donde vivió bajo la autoridad de Pedro el Venerable, muriendo dos años después.

Inocencio II murió en 1143. Sus dos sucesores, Celestino II y Lucio, reinaron poco tiempo, y a continuación, Bernardo vio a uno de sus discípulos, Bernardo de Pisa, Abad de las Tres Fuentes y conocido después como Eugenio III, elevado a la Silla de San Pedro. Bernardo le envió, a petición suya, diversas instrucciones que componen el "Libro de Meditación ", cuya idea predominante es que la reforma de la Iglesia debe comenzar con la santidad de su cabeza. Los asuntos temporales son simplemente secundarios, los principales son la piedad, la meditación o consideración, que deben preceder a la acción. El libro contiene una hermosísima página sobre el papado, que ha sido siempre profundamente estimada por los soberanos pontífices, muchos de los cuales la usaron como lectura ordinaria.

Por entonces llegaron alarmantes noticias del Este. Edesa había caído en manos de los turcos, y Jerusalén y Antioquía estaban amenazadas con parecido desastre. Delegaciones de los obispos de Armenia solicitaron ayuda al papa y el rey de Francia también envió embajadores. El papa encomendó a Bernardo predicar una nueva Cruzada y concedió para ella las mismas indulgencias que Urbano II había otorgado a la primera. Se convocó un parlamento en Vezelay, Burgundia, en 1134, y Bernardo predicó antes de la asamblea. El rey Luis el Joven, la reina Leonor y los príncipes y señores presentes se postraron a los pies del Abad de Claraval para recibir la cruz. El santo se vio obligado a usar porciones de su hábito para hacer cruces con las que satisfacer el celo y ardor de la multitud, que deseaba tomar parte en la Cruzada. Bernardo se trasladó a Alemania y los milagros que se multiplicaban casi a cada paso contribuyeron indudablemente al éxito de la misión. El emperador Conrado y su nieto, Federico Barbarroja, recibieron la cruz de los peregrinos de manos de Bernardo, y el papa Eugenio fue en persona a Francia para alentar la empresa. Con motivo de esta visita se celebró un concilio en París, en 1147, en el que fueron examinados los errores de Gilberto de la Porée, Obispo de Poitiers. Él insinuó entre otros disparates que la esencia y los atributos de Dios no son Dios, que las propiedades de las Personas de la Trinidad no son las personas mismas, en resumen que la Naturaleza Divina no se ha encarnado. La discusión se acaloró por ambas partes. La decisión se pospuso para el concilio que tuvo lugar en Reims el año siguiente (1148) y en el cual Eon de l'Etoile era uno de los jueces. Bernardo fue elegido por el concilio para redactar una profesión de fe exactamente opuesta a la de Gilberto, quien por último declaró a los Padres: "Si creéis y afirmáis algo distinto que yo, estoy dispuesto a creer y decir lo que vosotros ". La consecuencia de esta declaración fue que el papa condenó las afirmaciones de Gilberto sin denunciarle personalmente. Después del concilio, el papa visitó Claraval donde celebró un Capitulo General de la Orden y advirtió la prosperidad de la que Bernardo era el alma.

Los últimos años de la vida de Bernardo se vieron entristecidos por el fracaso de la Cruzada que había predicado, cuya completa responsabilidad recayó sobre él. Él había acreditado la empresa con milagros, pero no había garantizado su éxito contra el extravío y perfidia de los que participaron en ella. La falta de disciplina y presunción de las tropas alemanas, las intrigas del príncipe de Antioquía y de la reina Leonor y, finalmente, la avaricia y evidente traición de los nobles cristianos de Siria, impidiendo la toma de Damasco, parecen haber sido la causa del desastre. Bernardo consideró su deber enviar una apología al papa, y ésta figura en la segunda parte del "Libro de Meditación". Allí explica como con los cruzados, al igual que con los hebreos, en cuyo favor el Señor había multiplicado sus prodigios, sus pecados fueron la causa de sus infortunios y desgracias. La muerte de sus contemporáneos sirvieron de aviso a Bernardo de su próximo fin. El primero en morir fue Suger (1152), sobre quien el Abad escribió a Eugenio III: "Si hay algún vaso precioso adornando el palacio del Rey de Reyes, es el alma del venerable Suger". Thibaud, Conde de Champagne, Conrado, emperador de Alemania, y su hijo Enrique, murieron el mismo año. Desde el comienzo del año 1153, Bernardo sintió aproximarse su muerte. El tránsito del papa Eugenio le dio el golpe fatal, al apartarle del que consideraba su mejor amigo y consolador. Bernardo murió a los sesenta y tres años, tras pasar cuarenta en el claustro. Fundó ciento sesenta y tres monasterios en diferentes partes de Europa; a su muerte alcanzaban los trescientos cuarenta y tres. Fue el primer monje cisterciense inscrito en el calendario de los santos y fue canonizado por Alejandro III el 18 de enero de 1174. El papa Pío VIII le concedió el titulo de Doctor de la Iglesia. Los cistercienses le honran como solo se honra a los fundadores de órdenes, por la maravillosa y extensa actividad que dio a la Orden de Cîteaux.

Las obras de San Bernardo son las siguientes:

"De Gradibus Superbiae", su primer tratado; "Homilías sobre el Evangelio 'Missus est'" (1120); "Apología a Guillermo de San Thierry", contra las pretensiones de los monjes de Cluny; "Sobre la conversión de los clérigos", libro dirigido a los jóvenes eclesiásticos de París (1122); "De Laudibus Novae Militiae", dirigido a Hughes de Payns, primer Gran Maestre y Prior de Jerusalén (1129). Esta obra es un elogio de la orden militar fundada en 1118 y una exhortación a los caballeros para conducirse con valor en su condición. "De amore Dei", donde San Bernardo muestra que la manera de amar a Dios es amarle sin medida, y da diferentes grados de este amor; "Libro de preceptos y gobierno " (1131), que contiene respuestas a cuestiones sobre ciertos puntos de la Regla de San Benito sobre las que el abad puede, o no, dispensar; "De Gratiâ et Libero Arbitrio", en la que prueba el dogma católico de la gracia y libre albedrío de acuerdo con los principios de San Agustín; "Libro de Meditación ", dirigido al papa Eugenio III; "De Officiis Episcoporum", dirigido a Enrique, Arzobispo de Sens. Sus sermones son también numerosos:

"Sobre el Salmo 90, 'Qui habitat'" (alrededor de 1125); "Sobre el Cantar de los Cantares ". San Bernardo explica, en ochenta y seis sermones, únicamente los dos primeros capítulos del Cantar de los Cantares y el primer verso del tercer capítulo. También sus ochenta y seis "Sermones para todo el año" y sus "Cartas" en número de 530. Se han encontrado entre sus obras muchas cartas, tratados, etc. que se le atribuyen falsamente, tales como "La Escala del Claustro " que es una obra de Guigues, Prior de La Gran Cartuja, las Meditaciones, la Edificación de la Casa Interior, etc.

M. GILDAS

Transcrito por Janet Grayson

Traducido por Miguel Villoria de Dios

miércoles, 17 de agosto de 2022

Noticias del 17 de agosto de 2022


EL ESPAÑOL DIGITAL: La verdad sin complejos.

- Crece el escándalo: Defensa obliga a la «vacunación» de sus miembros por medios ¿coercitivos e inconstitucionales?

https://www.xn--elespaoldigital-3qb.com/crece-el-escandalo-defensa-obliga-a-la-vacunacion-de-sus-miembros-por-medios-coercitivos-e-inconstitucionales/

CONTANDO ESTRELAS

- Un inexplicable silencio mediático ante una escandalosa y cínica declaración de Sánchez

https://www.outono.net/elentir/2022/08/17/un-inexplicable-silencio-mediatico-ante-una-escandalosa-y-cinica-declaracion-de-sanchez/

INFOVATICANA

- Continúa el asedio a la Iglesia en Nicaragua: el régimen sandinista arresta a otro sacerdote.

Selección por José Martí

El Papa Francisco define a Cuba como un símbolo. ¿Acerca de?



En un servicio de streaming de Televisa-Univision, las declaraciones del Papa no pueden dejar de haber despertado consternación en quienes sufren en esta isla-cárcel comunista.
"Quiero mucho al pueblo cubano", dijo Francesco. “También confieso que mantengo una relación humana con Raúl Castro”. Su referencia a Raúl Castro es como decir que, aunque ama a los presos de esta prisión, se lleva bien con el director responsable de su sufrimiento. Para aumentar la confusión, el Papa llamó a Cuba "un símbolo" y un país con "una gran historia".
Los comentarios se producen poco más de un año después de las protestas antigubernamentales más grandes que ha visto el país en décadas para exigir la liberación del comunismo. Las protestas habían sido tan intensas que muchos pensaron que el fin del régimen podría estar a la vista. Sin embargo, el régimen comunista reprimió brutalmente las manifestaciones pacíficas. Muchos manifestantes fueron objeto de detenciones arbitrarias, torturas y penas de prisión draconianas. El Vaticano y Occidente dejaron pasar ese aniversario sin comentarios.

Mientras tanto, la miseria continúa. Una reciente epidemia de dengue demuestra la gravedad de la situación y la indiferencia de Occidente ante el sufrimiento de Cuba.

La enfermedad del dengue es transmitida viralmente por mosquitos y causa fiebre, vómitos e incluso la muerte. La prevención y el tratamiento de la fiebre del dengue no son complicados en la mayoría de los países modernos. Los programas de fumigación y erradicación de mosquitos suelen prevenir una propagación significativa de la enfermedad. Aunque no existe un tratamiento específico para la fiebre del dengue, el diagnóstico temprano y el tratamiento hospitalario adecuado mitigan sus efectos y minimizan las muertes en la mayoría de los países normales.

Sin embargo, Cuba no es un país normal y todo parece conspirar contra un tratamiento médico adecuado.

Para empezar, la mayoría de las agencias gubernamentales tienen informes contradictorios sobre la extensión de la enfermedad. Nadie sabe cuántos están afectados, ya que el sistema de salud no tiene material de prueba. Las estadísticas gubernamentales son notoriamente poco confiables. Los videos compartidos en las redes sociales por los cubanos que sufren presentan una imagen más precisa de la devastación de la enfermedad y la presión sobre el sistema de salud pública. Escenas dramáticas en la sala de emergencias y en los hospitales muestran la impotencia de la mayoría de los pacientes, ya que los médicos no tienen nada que ofrecer.

Contribuir a la epidemia de dengue es la falta de disponibilidad de medicamentos y servicios simples. No hay redes protectoras en las ventanas para mantener alejados a los mosquitos. Las personas usan agua almacenada incorrectamente en sus hogares, ya que la mayoría tiene acceso limitado al agua corriente. Los repelentes y mosquiteros no están fácilmente al alcance de la población. También falta el larvicida y el diésel necesario para la fumigación.

Las cosas empeoran si la persona con dengue llega al hospital. Los pacientes deben traer su propia ropa de cama. Muchos hospitales carecen de agua corriente y suministros básicos como guantes, jeringas y otros materiales. Hay escasez de medicamentos que están fácilmente disponibles en las farmacias de otros lugares. La falta de gasolina afecta los servicios de ambulancias para transportar pacientes que necesitan atención urgente.

Peor aún son los cortes de luz que duran varias horas al día. Los funcionarios culpan a un "déficit de producción de energía", lo que significa que varias plantas de generación no funcionan porque, como la mayoría de las demás infraestructuras del país, carecen de mantenimiento o reparación. La escasez crónica de alimentos y los disturbios civiles también contribuyen al desastre.

Este es claramente un país que vive en un estado de emergencia y que necesita ayuda. Sin embargo, ha vivido en este estado durante décadas y sus funcionarios insisten en que no necesita ayuda. El pobre país comunista solo empeora a medida que se derrumba con su ideología fallida, que nunca puede producir prosperidad.
De hecho, aún peor es que los teólogos de la liberación y los izquierdistas occidentales señalan a Cuba como un modelo, o incluso un paraíso, para el mundo. Difunden el mito de que Cuba tiene uno de los mejores sistemas de salud del mundo. Mientras tanto, su gente está muriendo de escasez de salud.
Efectivamente, Cuba es un símbolo . Por un lado, simboliza la continuación de la tiranía, la miseria y la brutalidad comunistas. Para Occidente, Cuba es un doloroso símbolo de su propia indiferencia e hipocresía. Los que aún resisten en Cuba son símbolo de la valentía y la perseverancia cristianas que anticipan el día en que serán libres para escribir la "gran historia" que les espera.

John Horvat - Fuente

NOTICIAS del 16 de agosto de 2022


EL ESPAÑOL DIGITAL

- La Ley del silencio (A propósito de las llamadas "vacunas" Covid

https://www.xn--elespaoldigital-3qb.com/la-ley-del-silencio/


- ‘Rasgando la Penumbra’: la revista a la vanguardia del futuro

https://www.xn--elespaoldigital-3qb.com/rasgando-la-penumbra-la-revista-a-la-vanguardia-del-futuro/

LA GACETA

- El Foro de Davos propone que la Inteligencia Artificial limite las ‘opiniones odiosas’ (Carlos Esteban)


https://gaceta.es/mundo/el-foro-de-davos-propone-que-la-inteligencia-artificial-limite-las-opiniones-odiosas-20220816-0750/

- Por quién doblan las campanas (Fernando Sánchez Dragó)

https://gaceta.es/opinion/por-quien-doblan-las-campanas-20220816-1814/

CHIESA E POST CONCILIO


- “Nicaragua, Mons. Álvarez arriesga su vida. Que el Papa hable"

https://chiesaepostconcilio.blogspot.com/2022/08/nicaragua-mons-alvarez-rischia-la-vita.html

Selección por José Martí