BIENVENIDO A ESTE BLOG, QUIENQUIERA QUE SEAS



sábado, 21 de noviembre de 2020

STOP A LA LEY CELAÁ, POR LA IMPOSICIÓN OBLIGATORIA DE LA IDEOLOGÍA MARXISTA




COLOCO AQUÍ DOS VÍDEOS DE MAS PLURALES, QUE ES LA ORGANIZACIÓN QUE CONVOCA LAS MANIFESTACIONES DE ESTE DOMINGO, 22 DE NOVIEMBRE 2020, EN TODA ESPAÑA. 

MOTIVO: STOP A LA LLAMADA LEY CELAÁ o LOMLOE PUES ... LOS HIJOS, EN CONTRA DE LO QUE DICE CELAÁ, SÍ SON DE LOS PADRES (Y DE DIOS). LOS PADRES SON LOS PRIMEROS RESPONSABLES, ANTE DIOS, DE LA EDUCACIÓN ... Y, DESDE LUEGO, LOS HIJOS NO SON DEL ESTADO, CUYO OBJETIVO ES ADOCTRINARLES CON IDEAS FALSAS Y PERVERSAS.



Duración 1:35 minutos



Duración 3:10 minutos

MANIFIESTO

La reforma de la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE) es fuertemente intervencionista, promueve la restricción de derechos y libertades ciudadanas y atenta contra la pluralidad de nuestro sistema educativo que es clave en una sociedad democrática. Es una reforma que conduce hacia el dominio sistémico del Estado, dotando a las Administraciones con facultades cada vez más amplias en detrimento de las familias como primeras educadoras de sus hijos. La LOMLOE permite distribuir a los alumnos por centros reduciendo significativamente la elección educativa de sus padres, un derecho avalado por la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Se inventa un derecho a la educación pública -cuando el derecho reconocido en la Constitución es el derecho a la educación-; la enfrenta al modelo de educación concertada, ampliamente implantado en Europa, rompiendo la complementariedad de redes recogida en la Constitución; devalúa la enseñanza de la asignatura de Religión en la escuela aplicando un laicismo impropio y pone en duda la supervivencia de los centros de educación especial, entre otros aspectos.

Por todo ello, gran diversidad de entidades y colectivos ciudadanos de docentes, familias, alumnos y titulares de centros pedimos la protección y la continuidad de la pluralidad de nuestro sistema educativo actual, puesto que:

  • La sociedad española es diversa y democrática. Fundamenta su convivencia sobre los valores de la tolerancia y la participación. Por ello, la escuela más adecuada para una sociedad como la nuestra debe ser una escuela también plural, gratuita y universal. Esto sólo es posible si hay una diversidad de escuelas con proyectos educativos y pedagógicos propios y autonomía de los centros para dotarse de ellos y ponerlos en práctica.

  • La enseñanza concertada posibilita un modelo plural, heterogéneo e inclusivo. Deseamos una educación pública plural y de calidad, pero eso no se logra legislando contra la enseñanza concertada y su diversidad de proyectos. La hostilidad que manifiesta la LOMLOE hacia la enseñanza concertada crea un escenario de desigualdad de oportunidades para las familias que desean una enseñanza plural asequible a todos.

  • Defendemos la pacífica y armónica convivencia de las tres redes: pública, privada concertada y privada. No aceptamos que la LOMLOE permita a las autoridades educativas imponer la distribución del alumnado basada en la planificación arbitraria de la Administración por encima de necesidades reales de escolarización manifestadas por las familias.

  • El Estado tiene igualmente la obligación de financiar adecuadamente los centros educativos públicos y concertados para garantizar la gratuidad real de ambos. Y esta financiación, respetando la naturaleza e idiosincrasia de cada red de centros, debe cubrir sus necesidades materiales y sus recursos humanos en igualdad de condiciones, pues ambas redes deben prestar un servicio educativo de igual calidad al alcance de todos.

  • A través del control político de la educación, estamos asistiendo también a una agresión a la libertad de conciencia en favor de la imposición de una ideología laicista impropia de un Estado no confesional. La asignatura de Religión, que se cursa con absoluta normalidad en casi todos los países europeos, es una opción mayoritaria de las familias españolas que la eligen libre y voluntariamente cada año y cuya voluntad debe ser respetada.

  • La intrusión en la LOMLOE de un concepto de inclusión radical conduce a los actuales centros de educación especial a su desaparición a pesar de contar con un alto grado de satisfacción de las familias que escolarizan allí a sus hijos. Pedimos al Gobierno una dotación suficiente de recursos para atender a los alumnos con discapacidad en los centros ordinarios y en los colegios de educación especial.

  • La pluralidad educativa, la libertad de elección de centro y la formación en los valores éticos, filosóficos o religiosos contribuyen a un mejor rendimiento y desarrollo integral de la persona. La identificación de las familias con el proyecto educativo elegido favorece una mayor implicación en la educación de sus hijos, y las evidencias demuestran que una mayor implicación familiar está relacionada con un mejor rendimiento escolar, especialmente de los más desfavorecidos.

  • Mejoras reales para el personal docente y no docente de los centros. La LOMLOE abandona a los profesionales de la concertada y de educación especial al no introducir ni una sola mejora que permita equiparar y mejorar sus condiciones. La nueva ley de educación debe garantizar que se aporte financiación suficiente para mejorar las condiciones laborales, retribuciones y jornada de los docentes, personal de administración y servicios y personal complementario de todos los centros de la red concertada y de educación especial.

    Porque a todos -centros, familias, docentes y alumnos- nos une el mismo objetivo: un sistema educativo más equitativo, de calidad y que contribuya a una sociedad mejor.

NOTICIAS 21 de noviembre de 2020




LA GACETA

Polonia abrirá de nuevo los comercios, pero exige responsabilidad para salvar cientos de miles de trabajos

INFOVATICANA

Qué es el Gran Reinicio

¿Qué pinta Jeffrey Sachs en la Santa Sede?

Combatir el islamismo

Obispo norteamericano conmina a Biden a arrepentirse de su postura abortista

¿Dónde se esconden los intelectuales cristianos?

INFOCATÓLICA

La nueva primera ministra de Perú, proabortista y defensora de la ideología de género

Cánada: Grupos de discapacitados protestan contra la eutanasia

El gobierno de España niega que la matanza de Paracuellos del Jarama fuera un crimen de lesa humanidad

Mons. Thomas Daly: «La primera misión de cualquier escuela católica debería ser la salvación de las almas»

Selección por José Martí

El informe McCarrick y la «homoherejía dentro de la Iglesia» (Roberto De Mattei)

 ADELANTE LA FE


El pasado 12 de noviembre la Santa Sede dedicó un amplio y documentado informe al caso McCarrick, cuestión que ha concluido con la reducción al estado seglar del cardenal estadounidense culpable de actos de pedofilia. Entre los numerosos comentarios suscitados, uno de los razonables es el de Ricardo Cascioli en La nuova bussola del pasado día 13: «A la espera de que aparezcan más revelaciones y detalles relativos al ex cardenal arzobispo de Washington Theodore McCarrick –escribe Cascioli–, saltan a la vista dos cuestiones, ambas ligadas a la homosexualidad: la primera es la tolerancia de la práctica homosexual, incluso en el clero; la segunda es la ocultación de la existencia de un lobby gay y de un sistema que favorece trayectoria profesional de eclesiásticos con esa tendencia.

Con respecto a lo primero, aunque el informe presenta a McCarrick como abusador en serie, la gran reacción no se produjo hasta que en 2017 se realizó la primera denuncia por abusos a un menor.

En la práctica se dice que los comportamientos inmorales entre adultos no están bien, pero al fin y al cabo se toleran; en cambio, las alarmas saltan cuando la víctima del abuso es un menor de edad, en cuyo caso se castiga severamente por la vía penal. Como si los numerosísimos sacerdotes que han compartido lecho con McCarrick, y condenados por ello a una vida sacerdotal como mínimo desequilibrada, carecieran de importancia. Como si la devastación moral y de la fe provocada por un obispo abusador –vocaciones perdidas, sacerdotes que repetirán a su vez los abusos, nombramientos episcopales manchados por relaciones morbosas– fueran un problema de menor cuantía. Cierto es que se alzaban con insistencia voces que desaconsejaban la promoción de McCarrick a sedes prestigiosas, pero la alarma no saltó hasta que entre los acusadores apareció un menor de edad.

Es gravísimo que el problema se aborde de esa manera, haciendo caso omiso de que el segundo delito –los abusos contra menores– es hijo del primero.

Por lo que respecta al segundo aspecto, la reconstrucción del asunto McCarrick confirma que por supuesto se trata de un borrón en la historia de la Iglesia, pero con todo es un episodio que gracias a las medidas fijadas sobre todo por el papa Francisco difícilmente podrá volver a suceder. Según el vaticanista Tornielli, es «una dolorosa página de la cual la Iglesia aprende».

Es dudoso, sobre todo porque se ha hecho la vista gorda al hecho de que lo que ha permitido la imparable trayectoria de McCarrick es una trama de poder que se conoce por el nombre de lobby gay, que favorece el nombramiento y la promoción de obispos con unas características determinadas. La lectura del informe publicado ayer da a entender que el caso McCarrick es fruto de la combinación de una serie de factores: la personalidad exuberante (por usar un eufemismo) del personaje, la falta de normas claras, la imprecisión de las acusaciones, los errores de buena fe del Papa, la flaqueza de otros para gobernar… Desde luego, cada uno de estos elementos ha tenido su peso, pero el verdadero problema es que si no existiera una trama de relaciones y complicidades a diversos niveles la trayectoria de algunos habría resultado poco menos que imposible.»

Suscribo las observaciones de Cascioli y me limito a releer lo que escribí en Corrispondenza Romana el 3 de julio de 2013, cuatro meses después de la elección del papa Francisco, cuando él empleó la expresión lobby gay: «La actitud de ciertas autoridades eclesiásticas deja estupefacto. Cuando tienen conocimiento de una situación inmoral en una parroquia, un colegio o un seminario no proceden a averiguar la verdad, despedir al culpable y limpiar la suciedad. Se limitan a expresar su molestia o su desaprobación, por quien ha denunciado el mal, y en el mejor de los casos se limitan a tener en cuenta la manera en que puede afectar a la justicia civil, por temor a verse metidos en un pleito. Callan sobre algo que tiene ante todo importancia moral y canónica. Su lema podría ser tolerancia cero para los pedófilos y tolerancia máxima para los homosexuales. Estos últimos siguen ejerciendo tranquilamente sus cargos de párrocos, obispos y directores de colegio, formando a la homomafia que el papa Francisco califica de lobby gay.

La afirmación del Papa va más allá de la grave denuncia sobre suciedad en la Iglesia que hizo el cardenal Ratzinger el Viernes Santo de 2005 en vísperas de su elección al pontificado. También en ese caso el futuro Benedicto XVI quiso desde luego referirse a la plaga moral que en forma de pedofilia, efebofilia o simple homosexualidad se está propagando por la Iglesia. Pero las declaraciones de Francisco tienen más alcance y enlazan con las de Pablo VI en la homilía del 29 de junio de 1972, cuando afirmó que por alguna grieta había penetrado en el templo de Dios el humo de Satanás. Lo que sucediendo no es ni más ni menos que la consecuencia de aquel humo de Satanás que hoy envuelve y sofoca a la Iglesia. ¿Tomará el papa Francisco cartas en el asunto? Ésta es la dolorosa pregunta de todos los que rezan y combaten por una auténtica reforma doctrinal y moral del Cuerpo Místico de Cristo».

Planteamos esa interrogante en julio de 2013. Han pasado ocho años, y durante el pontificado de Francisco se ha agravado la situación. Ha promovido el lobby gay que entonces parecía reprobar, y las únicas veces que ha intervenido la Santa Sede, como en el caso de McCarrick, han tenido que ver con casos de pedofilia, no de homosexualidad. Habría sido de más utilidad un informe de 450 páginas no sobre el caso McCarrick sino sobre lo que un estudioso polaco de este fenómeno, el padre Dario Oko, ha definido como la homoherejía que ya se ha propagado por la Iglesia.

(Traducido por Bruno de la Inmaculada)

El cardenal Becciu se defiende | 20.11.2020 | P. Santiago Martín FM



Duración 10:52 minutos