![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiibaRdAP2txjE2SzdD4OB4EAdxbjlnlIkL05dWnCyahKJ-9r81jGbo-cgQ8_rZ-ATLWwjFOGqfhhswsntlbWErcQo66KOCgKWXoI7WeIr6o2w16jBLyCVaSjB1RUOORHMyFBkXMKXFCbQetNQ5EOmhcVKt0JAuOfd12GqAYHvevotXDShNyufTDYYOYg/w640-h360/Captura%20de%20Pantalla%202023-05-01%20a%20las%2013.32.15.png)
Duración 33:17 minutos
https://youtu.be/yGFbbQwm7Mc
Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios (1 Cor 2, 12), el Espíritu de su Hijo, que Dios envió a nuestros corazones (Gal 4,6). Y por eso predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los gentiles, pero para los llamados, tanto judíos como griegos, es Cristo fuerza de Dios y sabiduría de Dios (1 Cor 1,23-24). De modo que si alguien os anuncia un evangelio distinto del que recibisteis, ¡sea anatema! (Gal 1,9).