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domingo, 19 de febrero de 2023

La religión del estado. Algunas observaciones sobre el culto globalista (Arzobispo Vigano)




EN UNA INTERVENCIÓN INTERESANTE en Fox News titulada La iglesia del ambientalismo ( aquí ), el periodista Tucker Carlson destacó una contradicción que muchos pueden haber pasado por alto pero que creo que es extremadamente reveladora.

Carlson recuerda que la Constitución estadounidense prohíbe la religión de estado, pero desde hace un tiempo los gobiernos demócratas imponen el culto globalista al pueblo estadounidense, con su agenda verde , sus dogmas del despertar , sus condenas con la cultura cancel , sus sacerdotes de la OMS. , los profetas del WEF. Una religión a todos los efectos, omnicomprensiva no sólo para la vida de los individuos que la practican, sino también en la vida de la nación que públicamente la confiesa, adapta sus leyes y sentencias, inspira la educación y toda acción de gobierno.

En nombre de la religión globalista, sus seguidores exigen que todos los ciudadanos se comporten de acuerdo con la moral del Nuevo Orden Mundial, aceptando acríticamente -y con una actitud de devota sumisión a la autoridad religiosa- la doctrina definida ex cathedra por el Sanedrín de Davos . .

A los ciudadanos no se les exige compartir las razones que justifican las políticas sanitarias, económicas o sociales impuestas por los gobiernos, sino un asentimiento ciego e irracional, que va mucho más allá de la fe. Por ello no está permitido impugnar la psicopandemia, criticar la gestión de la campaña de vacunación, argumentar la infundabilidad de las alarmas climáticas, oponerse a la evidencia de la provocación de la OTAN a la Federación Rusa con la crisis de Ucrania, pedir investigaciones sobre el portátil de Hunter Biden o el fraude electoral que impidió que el presidente Trump se quedara en la Casa Blanca, o negarse a ver niños corrompidos con obscenidades LGBTQ.

Tras tres años de locura incomprensible para una mente racional pero sobradamente justificable en términos de fideísmo ciego, la propuesta de una clínica americana de pedir a los pacientes que abandonaran parte de la anestesia para reducir su huella de dióxido de carbono y "salvar el planeta" ( aquí) no debe, por tanto, leerse como un pretexto grotesco para reducir los gastos hospitalarios en detrimento de los pacientes, sino como un acto religioso, como una penitencia a aceptar voluntariamente, como un acto éticamente meritorio. El carácter penitencial es indispensable en esta operación de conversión forzada de las masas, porque contrapesa el absurdo de la acción con la recompensa de un bien prometido: al ponerse la máscara (que no sirve) el ciudadano fiel ha cumplido su gesto de sumisión, se "ofreció" a sí mismo a la divinidad (¿el Estado? ¿la comunidad?); una sumisión confirmada con el acto igualmente público de la vacunación, que representó una especie de "bautismo" en la fe globalista, la iniciación en el culto.

Los sumos sacerdotes de esta religión llegan a teorizar el sacrificio humano con el aborto y la eutanasia: un sacrificio exigido por el bien común, para no sobrepoblar el planeta, para no sobrecargar la salud pública, para no sobrecargar la seguridad social. Incluso las mutilaciones a las que se someten quienes profesan la doctrina de género y la privación de las facultades reproductivas inducidas por el homosexualismo no son más que formas de sacrificio e inmolación del yo, del propio cuerpo, de la propia salud, hasta la vida misma (suponiendo, por ejemplo, una terapia génica experimental probadamente peligrosa y a menudo fatal).

La adhesión al globalismo no es opcional: es la religión del Estado, y el Estado "tolera" a los no practicantes en la medida en que su presencia no impida que la sociedad ejerza este culto. En efecto, en su presunción de legitimarse por principios "éticos" para imponer a los ciudadanos lo que representa un "bien" superior indiscutible, el Estado también obliga a los disidentes a realizar los actos básicos de la "moral globalista", castigándolos si no los cumplen. con sus preceptos.

Comer insectos y no carne, inyectarse drogas en lugar de llevar una vida sana; usar electricidad en lugar de gasolina; renunciar a la propiedad privada, la libertad de movimiento; sufrir controles y limitaciones de derechos fundamentales; aceptar las peores desviaciones morales y sexuales en nombre de la libertad; renunciar a la familia para vivir aislado, sin heredar nada del pasado y sin transmitir nada a la posteridad; borrar la propia identidad en nombre de la corrección política ; negar la fe cristiana para abrazar la superstición wokY; condicionar el trabajo y la subsistencia al respeto de reglas absurdas son todos elementos destinados a formar parte de la vida cotidiana del individuo, una vida basada en un modelo ideológico que, visto más de cerca, nadie quiere ni ha pedido y que justifica la propia existencia sólo con el coco de un apocalipsis ecológico no comprobado e improbable. Esto atenta no sólo contra la tan cacareada libertad de religión en que se basa esta sociedad, sino que quiere llevarnos poco a poco, inexorablemente, a hacer este culto excluyente, como único admitido.

La “iglesia del ambientalismo” se define como inclusiva pero no tolera la disidencia y no acepta confrontar dialécticamente a quienes cuestionan sus dictados. Cualquiera que no acepte el antievangelio de Davos es ipso facto un hereje y por lo tanto debe ser castigado, excomulgado, separado del cuerpo social, considerado enemigo público; debe ser reeducado a la fuerza, tanto con un incesante martilleo mediático, como mediante la imposición de un estigma social y formas reales de extorsión del consentimiento, comenzando por que el "informado" se someta contra su voluntad a la obligación de vacunar y continuando en la locura de las llamadas “ciudades de 15 minutos”, anticipadas además con detalle en los puntos programáticos de la Agenda 2030 (que en definitiva son cánones dogmáticos por el contrario).

El problema de este inquietante fenómeno de superstición de masas es que esta religión de Estado no se ha impuesto de facto.sólo en los Estados Unidos de América, sino que se ha extendido a todas las naciones del mundo occidental, cuyos líderes han sido convertidos al verbo globalista por el gran apóstol del Gran Reset, Klaus Schwab, autoproclamado "papa" y por tanto investido de una autoridad infalible e incontestable. Y así como en el Anuario Pontificio podemos leer la lista de Cardenales, Obispos y Prelados de la Curia Romana y de las Diócesis repartidas por todo el mundo, así en la web del Foro Económico Mundial encontramos la lista de los “prelados” del globalismo, desde Justin Trudeau hasta Emmanuel Macron, descubriendo que no solo los presidentes y primeros ministros de muchos Estados pertenecen a esta "iglesia", sino también numerosos funcionarios, responsables de organismos internacionales y de las grandes multinacionales, de los medios de comunicación. A estos también hay que añadir los "predicadores" y "misioneros" que trabajan por la difusión de la fe globalista: actores, cantantes, influencers, deportistas, intelectuales, médicos, profesores. Una red muy poderosa, muy organizada, extendida no solo en la cúpula de las instituciones, sino también en universidades y juzgados, empresas y hospitales, organizaciones periféricas y municipios locales, asociaciones culturales y deportivas, de modo que es imposible escapar del adoctrinamiento incluso en una escuela primaria provincial o en una pequeña comunidad rural.

Es desconcertante -lo reconoceréis- que el número de conversos a la religión universal pueda contar también con exponentes de religiones mundiales, y entre ellos hasta Jorge Mario Bergoglio -a quien los católicos consideran también cabeza de la Iglesia de Roma- con todo el séquito de eclesiásticos a los fieles. La apostasía de la jerarquía católica ha venido a adorar al ídolo de la Pachamama, la “Madre Tierra”, la personificación demoníaca del globalismo “amazónico”, ecuménico, inclusivo y sostenible. Pero no fue precisamente Juan Podesta quien abogó por el advenimiento de una "primavera de la Iglesia" que sustituyera su doctrina por un vago sentimentalismo ecologista, encontrando pronta realización de sus deseos en la acción coordinada que llevó a la dimisión de Benedicto XVI y la elección de Bergoglio?

Lo que estamos presenciando no es otra cosa que la aplicación inversa del procedimiento que condujo a la expansión del cristianismo en el Imperio Romano y luego en todo el mundo, una especie de venganza de la barbarie y el paganismo sobre la Fe de Cristo. Lo que Julián el Apóstata intentó hacer en el siglo IV, a saber, restaurar el culto a los dioses paganos, hoy es perseguido con celo por nuevos apóstatas, todos unidos por una "rabia sagrada" que los hace tan peligrosos como convencidos de que pueden tener éxito. en sus intenciones en razón de los medios exterminados a su alcance.

En realidad esta religión no es más que una declinación moderna del culto a Lucifer: la reciente actuación satánica en los premios Grammy patrocinados por Pfizer [ aquí] es solo la última confirmación de una pertenencia a un mundo infernal que hasta ahora se había mantenido en silencio porque todavía se consideraba innombrable. No es ningún secreto que los ideólogos del pensamiento globalista son todos indiscriminadamente anticristianos y anticlericales, significativamente hostiles a la moralidad cristiana, ostentosamente adversos a la civilización y cultura que el Evangelio ha moldeado en dos mil años de historia. No sólo eso: el odio inextinguible hacia la vida y hacia todo lo que es obra del Creador -desde el hombre hasta la naturaleza- revela el intento (casi exitoso, aunque delirante) de alterar el orden de la Creación, de modificar plantas y animales, de cambiar el propio ADN humano a través de intervenciones de bioingeniería, para despojar al hombre de su individualidad y su libre albedrío, haciéndolo controlable e incluso maniobrable a través del transhumanismo.

Este odio satánico se expresa en la determinación de imposibilitar a los cristianos la práctica de su religión, hacer respetar sus principios, poder aportar su propia contribución a la sociedad y, en última instancia, en el deseo de inducirlos a hacer el mal, o por lo menos para que no puedan hacer el bien, y mucho menos difundirlo; y si lo hacen, desvirtuar sus motivaciones originales (amor a Dios y al prójimo) pervirtiéndolas con lamentables fines filantrópicos o ambientalistas.

Todos los preceptos de la religión globalista son una versión falsificada de los Diez Mandamientos, una inversión grotesca de ellos, una inversión obscena. En la práctica, utilizan los mismos medios que la Iglesia ha utilizado para la evangelización, pero con el objetivo de condenar las almas y someterlas no a la Ley de Dios, sino a la tiranía del diablo, bajo el control inquisitorial de la anti-iglesia. de Satanás. En esta perspectiva también encaja el señalamiento de grupos de fieles católicos tradicionales por parte de los servicios secretos americanos, confirmando que la enemistad entre el linaje de la Mujer y el de la serpiente (Gén 3, 15) es una realidad teológica en la que creen ante todo enemigos de Dios, y que una de las señales del fin de los tiempos es precisamente la abolición del Santo Sacrificio y la presencia de la abominación desoladora en el templo (Dan 9, 27). Los intentos de suprimir o limitar la Misa tradicional unen iglesia profunda y estado profundo, revelando la matriz esencialmente luciferina de ambos: porque ambos saben muy bien cuáles son las Gracias infinitas que se derraman sobre la Iglesia y el mundo con esa Misa, y quieren prevenirlos porque no se interponga en el camino de sus planes. Ellos mismos nos lo demuestran: nuestra batalla no es sólo contra criaturas de carne y hueso (Ef 6,12).

La observación de Tucker Carlson pone de relieve el engaño al que somos sometidos diariamente por nuestros gobernantes: la imposición teórica del estado laico ha servido para eliminar la presencia del Dios verdadero de las instituciones, mientras que la imposición práctica de la religión globalista sirve para introducir a Satanás en las instituciones, con el objetivo de instaurar ese Nuevo Orden Mundial distópico en el que el Anticristo pretenderá ser adorado como un dios, en su loco delirio de sustituir a Nuestro Señor.

Las advertencias del Libro del Apocalipsis adquieren cada vez mayor concreción cuanto más el plan sigue sometiendo a todos los hombres a un control que impide toda posibilidad de desobediencia y resistencia: sólo ahora comprendemos lo que significa no poder comprar ni vender sin el pase verde, que no es otro que la versión tecnológica de la marca con el número de la Bestia (Ap 13, 17).

Pero si no todos están todavía dispuestos a reconocer el error de haber abandonado a Cristo en nombre de una libertad corrompida y engañosa que escondía intenciones indecibles, creo que hoy muchos están dispuestos -psicológicamente antes que racionalmente- a tomar nota del golpe con el que un lobby de peligrosos fanáticos está logrando tomar el poder en Estados Unidos y en el mundo, empeñados en hacer cualquier gesto, hasta el más temerario, para mantenerlo.

Por un chiste de la Providencia, el laicismo del Estado -que en sí mismo ofende a Dios al negarle el culto público al que tiene derecho soberano- podría ser el argumento con el que acabar con el proyecto subversivo del Gran Reseteo. . Si los americanos -y con ellos los pueblos del mundo entero- son capaces de rebelarse contra esta conversión forzada, exigiendo que los representantes de los ciudadanos respondan por sus acciones ante los detentadores de la soberanía nacional y no ante los líderes del Sanedrín globalista, será quizás sea posible poner fin a esta carrera hacia el abismo. Pero para hacerlo, necesitamos la conciencia de que esta será solo una primera fase en el proceso de liberación de este lobby infernal,

Durante demasiado tiempo, los ciudadanos y los fieles se han sometido pasivamente a las decisiones de sus líderes políticos y religiosos, ante la evidencia de su traición. El respeto a la Autoridad se basa en el reconocimiento de un hecho “teológico”, es decir, del Señorío de Jesucristo sobre las personas, las naciones y la Iglesia. Si los que tienen autoridad en el Estado y en la Iglesia actúan contra los ciudadanos y contra los fieles, su poder es usurpado y su autoridad nula. No olvidemos que los gobernantes no son los dueños del Estado y los dueños de los ciudadanos, así como el Papa y los obispos no son los dueños de la Iglesia y los dueños de los fieles. Si no quieren ser como padres para nosotros; si no quieren nuestro bien y hacen de todo para corrompernos en cuerpo y espíritu.

+ Carlo Maria Viganò, Arzobispo
16 de febrero de 2023

sábado, 25 de junio de 2022

Discurso de Mons. Carlo Maria Viganò en el II Festival de Filosofía "Antonio Livi"

CHIESA E POST CONCILIO



Laqueus contritus est,
Et nos liberati sumus .
Sal 123, 7


Me alegra poder enviar mis saludos a los participantes de la segunda edición del Festival de Filosofía dedicado a la querida memoria de Mons. Antonio Livi. Vuestra presencia en este día demuestra que los deseos formulados en julio del año pasado empiezan a materializarse con el compromiso y la colaboración de muchas personas dispuestas. A todos ellos, así como a los organizadores del Festival, vaya mi aliento y el aseguramiento de mis oraciones.

Esta reflexión mía -a más de dos años del inicio de la gran farsa de la psicopandemia y del golpe del Gran Reseteo- no tendrá, sin embargo, las connotaciones oscuras de mi anterior intervención, sino que se basará más bien en una valoración de los hechos que , para simplificar, podríamos definir realista, en sentido positivo. No es precisamente optimismo, porque este exagera en positividad lo que el pesimismo supera en negatividad. El realismo me parece más correcto y correspondiente a la verdad.

La primera razón de este "realismo positivo" se basa en la virtud teologal de la Esperanza: sabemos con confianza filial que el Señor nos concede todos los medios necesarios para merecer el Paraíso, y que no nos expone a ninguna prueba, salvo las que con Su Gracia podemos vencer. Nuestra pequeña victoria sobre la tentación de pecar es una victoria de Dios: omnia possum in eo qui me confortat , todo lo puedo en Aquel que me fortalece (Fil 4, 13). No hablamos, pues, de un sentimiento humano basado en una ilusión, sino de una conciencia basada en la promesa del Salvador: sufficit tibi gratia mea , mi gracia os basta (2Cor 12, 9).

La segunda razón para mirar positivamente el presente es quizás más subjetiva, pero en mi opinión no debe subestimarse. Estos dos años de delirio mundial nos han mostrado el verdadero rostro del adversario, revelando quién actuó por sed de poder, quién por lucro, quién siguiendo un plan criminal contra Dios y contra el hombre. Sabemos bien qué escandalosos conflictos de intereses acechan en la cúpula de las autoridades; conocemos bien a quienes se han vendido al globalismo neomalthusiano, apoyando una narrativa tan claramente falsa como delirante; todos conocemos bien a quienes, desde las sedes del Parlamento, desde las redacciones de los medios de comunicación, desde las asociaciones profesionales, desde los sindicatos e incluso desde las iglesias, se han convertido en cómplices de innumerables violaciones de los derechos naturales, así como responsables de la muerte de millones de personas en todo el mundo. Y conocemos de nombre a quienes con frío cinismo han planeado la pandemia para poder inocular un suero genético que comprometa irremediablemente el sistema inmunológico, esterilice a hombres y mujeres, provoque abortos en mujeres embarazadas y provoque la muerte de jóvenes por infartos. Los horrores del nazismo y el comunismo palidecen ante la crueldad despiadada de los teóricos de la despoblación mundial, según los cuales -cingolani en la cabeza- cuatro mil millones de seres humanos deberían ser eliminados. Es impensable que semejante crimen, cometido en todas partes con las mismas acciones coordinadas y bajo una sola supervisión, quede impune. Y sí, ciertamente será castigado por la mano del Altísimo, en cuya presencia claman las víctimas de la eugenesia globalista,

El año pasado nuestra mirada se volvió con gran aprensión hacia la evolución de los acontecimientos, que aparentemente seguían la agenda de los globalistas del Foro Económico Mundial de manera aparentemente indefectible . Cada vez más personas entendieron que se enfrentaban a un plan, de hecho, llamémoslo con el término apropiado: una conspiración .- tramado por conspiradores sin moral, pero se sintieron impotentes y abrumados. Incluso nosotros, aunque teníamos muy claro desde el principio lo que estaba pasando, teníamos muchos motivos para temer un recrudecimiento del régimen dictatorial que se estaba instaurando. Y la crisis ruso-ucraniana de principios de año pareció confirmar este repunte. Recibimos confirmación, hace unos días, nada menos que de Bergoglio, de que mucho antes del inicio de la operación militar rusa en Ucrania, la OTAN quería provocar la intervención de Moscú para tener un pretexto para imponer la transición ecológica, tras las sanciones de la comunidad. La pandemia por el control social, la guerra y la crisis económica por el cambio verde , el crédito social, la abolición de la propiedad privada, la renta universal.

Estos globalistas son tan predecibles en sus delirantes delirios de dominación que despiertan la indignación de quienes los escuchan hablar de filantropía mientras exterminan, esterilizan o enferman crónicamente a millones de personas; la solidaridad y la justicia social, mientras teorizan la explotación de la mano de obra barata y provocan un aumento desastroso del desempleo; de la ecología, mientras se contamina el planeta con miles de millones de mascarillas inútiles o con las baterías de litio de los coches eléctricos. Y si os fijáis, parece que exigen un acto de sumisión a sus partidarios, por lo que cuanto más absurdas e ilógicas o incluso despectivas sean las razones que dan para legitimar sus decisiones, mayor debe ser la abdicación de la razón y la sumisión servil de la la voluntad en los sujetos.

Heterogénesis de fines: precisamente aquellos que nos han deslumbrado durante décadas hablando de libertad, elección consciente, derecho a criticar, objeción de conciencia y desobediencia civil, se muestran hoy como celosos ejecutores de las más ridículas disposiciones sanitarias, de las más absurdas normas de higiene, de las más viles discriminaciones. Y con la misma obediencia ciega, los apóstoles del antifascismo van hoy de la mano de Pravij Sektor y el batallón Azov, mientras los izquierdistas que ayer denunciaron el imperialismo estadounidense y la dependencia de Italia de la OTAN ahora exaltan las dotes de gobierno de un actor cocainómano esclavizado. al estado profundo que aprovecha los símbolos neonazis y celebra como héroes nacionales a los criminales de guerra antisemitas.

Creo que múltiples elementos pueden hacernos creer que el asalto que la élite globalista había planeado con la Agenda 2030 y con el Gran Reset ha fracasado . Esto no quiere decir que la guerra esté ganada, sino que la Providencia se ha dignado cambiar el curso de los acontecimientos como para darnos una última oportunidad de arrepentimiento, una oportunidad para enmendar los errores y pecados cometidos y ponerles remedio. Ciertamente la pseudopandemia y la crisis ucraniana han empujado a muchas almas a multiplicar sus oraciones y penitencias, implorando a Dios una tregua que permita a la humanidad despertar de la narcosis en la que se encuentra hundida desde hace décadas, si no siglos.

El fracaso de las élites lo confirman las admisiones de muchos de sus exponentes, que ya dan por sentado el fin de la globalidad. Los fanáticos que aún intentan mantener unido el edificio psicopandémico que se derrumba no se han dado cuenta de que sus jefes los están dejando a su suerte; otros, con la típica intuición de los cortesanos, se apresuran a reposicionarse ante el ya urgente cambio de relato. Pronto se admitirá que la pandemia y la crisis ucraniana fueron parte de un plan subversivo global, llevado a cabo con la complicidad de líderes mundiales, gobernantes, jefes de estado, políticos, periodistas, médicos, profesores, magistrados, fuerzas del orden, clérigos. .

Pero precisamente porque esta traición ahora es manifiesta; precisamente porque las mentiras que se han difundido se han revelado en su falsedad y pretexto; precisamente porque se ha entendido que es la autoridad actual la que corrompe y corrompe irreparablemente, es de esperarse una reacción desesperada, un contragolpe: porque ya no tienen nada que perder, y saben que lo que no consiguen hoy con uno último suspiro, no lo entenderán mañana, cuando su conspiración sea universalmente conocida y universalmente maldita.

No es, como decía, una victoria: es una tregua que nos permite hacer nuestro papel en el proceso de reconstrucción que nos espera a todos. Un proceso que debe ser moral antes que material, del corazón antes que de la mente.

El colapso de la sociedad global y el fin del falso bipolarismo revolucionario (derecha / izquierda, EE.UU. / URSS, liberalismo / socialismo, progresismo / conservadurismo) requerirá de un compromiso colectivo, en el que el componente católico debe jugar un papel protagónico, para ser líder. Pero para ser protagonistas, para competir en la arena política, es necesario tener una sólida formación religiosa, moral, intelectual y política. Tener ideales, ideales santos y heroicos, animados por el deseo de cada uno de santificarse en cualquier ámbito de su vida, desde el estudio al trabajo, desde la familia al compromiso social. Y digo santificarse, para ser agradable a Dios que para esto nos creó y nos hizo a su imagen y semejanza.

La sociedad debe ser restaurada a su dimensión espiritual, curando la herida secular infligida por el laicismo, el liberalismo y el comunismo. Cristo Rey debe reinar sobre los italianos antes que sobre Italia. El laicado católico está llamado a dar testimonio de su Fe en dos frentes: uno social, reconstruyendo lo destruido, restaurando lo que se ha dejado derrumbar. Escuelas, universidades, profesiones, oficios. Una herencia íntimamente cristiana de la civilización.

El otro frente debe ser el de la formación de quienes sirven a la comunidad. Educamos a nuestros hijos para que sean buenos cristianos y buenos ciudadanos, buenos padres y madres de familia, trabajadores honrados, ejemplo de edificación para los demás. Les enseñamos a no avergonzarse de profesar el catolicismo, ya no considerar un deshonor amar a la patria. Formamos gobernantes que piensen en el bien común y no en su propio beneficio; que cumplen con su deber sabiendo que deben rendir cuentas al Señor.

Y no olvidemos cuántos, en estos dos años de locura colectiva, no se han doblegado a los dictados de una autoridad esclava de la élite. Que su ejemplo sea un acicate para los jóvenes, que necesitan modelos de coherencia, y para la futura clase dominante, que estará llamada a sustituir a esta generación de temerosos cortesanos y cobardes conspiradores.

En definitiva, este es el verdadero cambio de los últimos meses: haber descubierto que el progreso, la fraternidad, la inclusión, la resiliencia, la sostenibilidad son sólo mentiras que tras una apariencia de solidaridad horizontal esconden una gran decepción, un fraude, un plan criminal. Habiendo entendido que no puede haber fraternidad donde no se reconoce al Padre común; que no hay solidaridad si no se ama a Dios y al prójimo por Él; que la verdadera libertad no es ni voluntad ni libertinaje, sino la facultad de moverse dentro de los confines del Bien; que el Estado, como sociedad formada por ciudadanos llamados a ser hijos de Dios por el bautismo, no puede profesar ser ateo o aconfesional, sino que debe reconocer públicamente la sumisión de la autoridad civil y de todos sus miembros a la suprema autoridad de Dios, y conformar sus leyes a ella. Porque esta es la voluntad de Dios: No todo el que me dice Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos . (Mt 7,21).

Pongamos a Dios en el centro de nuestra vida, en el centro de la familia y de la sociedad, en el centro de la Iglesia. Todo lo demás vendrá solo.

Monseñor Carlo María Viganò

miércoles, 25 de mayo de 2022

Viganó advierte que la OMS se hará con el control de la soberanía de los países en caso de futuras pandemias



El ex nuncio apostólico en Estados Unidos, ha vuelto a cargar contra el tratado de la Organización Mundial de la Salud calificándolo como «un ataque a la soberanía nacional».

El arzobispo Carlo María Viganó ha compartido su postura a través de un artículo de opinión publicado en el portal LifeSiteNews y que reproducimos a continuación:

( LifeSiteNews ) – En los próximos días, las Naciones adheridas a la Organización Mundial de la Salud (OMS) votarán resoluciones sobre el manejo de pandemias por parte de la OMS. Estas resoluciones transferirán la soberanía en materia de salud de los ciudadanos a un organismo supranacional financiado en gran parte por la industria farmacéutica y la Fundación Bill & Melinda Gates.

Si estas resoluciones son aprobadas por mayoría, la OMS tendrá autoridad internacional exclusiva en caso de pandemia para imponer todas las reglas, incluidas cuarentenas, bloqueos, vacunas obligatorias y pasaportes de vacunas. También debe tenerse en cuenta que esta organización goza de inmunidad, por lo que sus miembros no pueden ser juzgados ni condenados si cometen delitos. Los tecnócratas no electos tendrán paradójicamente más poder que el que los ciudadanos confieren a sus representantes mediante su voto democrático.

Dado que la cesión de soberanía es considerada delito de alta traición por las leyes de toda nación, y que los parlamentos no pueden legislar contra los intereses de la Nación, y mucho menos violar las libertades naturales y los derechos fundamentales de los ciudadanos a quienes representan, creo que no pasará desapercibido para nadie que este intento de la OMS de apropiarse de un poder que propiamente pertenece a las naciones individuales tiene como objetivo impedir cualquier tipo de oposición a la “Agenda 2030”, que en el campo de la salud también pretende cumplir la reducción drástica de los servicios médicos y hospitalarios, la privatización de la industria de la salud y la prevención de enfermedades por medio de vacunas.

La psicopandemia ha demostrado la esclavitud de los gobernantes, del sistema político, de los medios de comunicación, del poder judicial, de toda la industria médica y hasta de la misma Santa Sede a los dictados de un grupo de funcionarios de un ente supranacional que tiene un flagrante conflicto de interés. Los desastrosos efectos adversos del suero de ARNm experimental recién ahora se están reconociendo, mientras que muchos esperan con razón que los responsables de estas decisiones rindan cuentas ante un tribunal independiente.

Por lo tanto, suena absurdo, por decir lo menos, que ahora se quiera dar un poder de decisión vinculante a la OMS, cuando en su gestión de la reciente emergencia pandémica y la campaña de vacunas se hizo el mayor daño en términos de número de muertes y de pacientes que han sufrido daños permanentes en su salud. Además de la impunidad de la que goza por los crímenes que ha cometido gracias al silencio de los principales medios de comunicación, la OMS también tiene discreción total sobre cómo responder a las próximas emergencias que obviamente están siendo planeadas por el lobby farmacéutico. La marginación del personal de salud que apela al Juramento Hipocrático corre el riesgo de convertirse en la norma para eliminar toda voz de disidencia.

En este sentido, es significativo que las Naciones que se oponen al Nuevo Orden Mundial –como Rusia y Brasil– son conscientes de las gravísimas consecuencias que acarrearía la ratificación de estas resoluciones, y por ello se oponen a su aprobación. Durante su mandato, el presidente Donald Trump también envió una señal inequívoca al detener la financiación del Tesoro de los EE. UU. a la OMS. Esta fue una de las razones por las que el estado profundo bloqueó su reelección en 2020, apoyando a un individuo corrupto y comprometido cuyo hijo Hunter está involucrado en la financiación de biolaboratorios estadounidenses en Ucrania.

Expreso, por tanto, todo mi apoyo a los ciudadanos -especialmente científicos, médicos y juristas- que denuncian esta amenaza a la soberanía nacional de las Naciones adherentes, y que piden que se arroje luz sobre los hechos pasados ​​y las consecuencias que las decisiones de la OMS han causado para la salud de la población mundial. Exhorto a los jefes de Estado y de gobierno que serán llamados a expresar su opinión sobre la ratificación de estas resoluciones a rechazarlas, ya que son contrarias al bien común y pretenden dar el golpe de Estado global que la OMS y el Foro Económico Mundial (WEF) han planeado durante años bajo los nombres de la “Agenda 2030” y el “Gran Reinicio ”.

La gobernanza de la salud global es uno de los elementos fundamentales del Nuevo Orden Mundial, como lo han dejado claro expertos autorizados que no están comprometidos con el sistema, y ​​como tal debe ser rechazada y opuesta. La lógica de control, lucro y patologización masiva debe ser sustituida por una política de salud pública que tenga como objetivo primordial la salud de los ciudadanos y la protección de sus derechos inalienables.

La Santa Sede debe reafirmar derechos, proteger a los indefensos

La Santa Sede -que es Observadora Permanente en las Naciones Unidas y también en la OMS desde hace un año- tiene el deber de reafirmar el derecho de las personas a aceptar o rechazar tratamientos de salud, especialmente ante el peligro concreto de efectos adversos, que aún son parcialmente desconocidos, de este tratamiento genético experimental. Y si hasta ahora Bergoglio y su camarilla se han dejado engañar por los delirios de Gates, Schwab y Soros, ha llegado el momento de que la Iglesia Católica defienda a los más débiles, a los no nacidos indefensos, a los niños y a los ancianos, así como a los que tienen sido chantajeado por el cinismo de empresarios y conspiradores para obligarlos a ser inoculados con un suero contaminado por líneas de células fetales abortadas.

El actual silencio cómplice del Vaticano, tras los precipitados pronunciamientos que hizo al inicio de la pandemia y sus vergonzosos avales a las grandes farmacéuticas, será imputado a la condena del sanedrín romano, que se ha hecho cómplice de un crimen contra Dios y hombre. Jamás en toda la historia la Jerarquía se ha prostituido al poder temporal de manera tan servil y abyecta. Oremos para que algunos obispos encuentren el coraje de distanciarse de la línea colaboracionista de Bergoglio y encuentren las palabras para abrir los ojos de esas buenas personas que hasta ahora han sido engañadas por la propaganda globalista.

viernes, 21 de enero de 2022

"No será la Constitución sino la Fe lo que os salve" (Monseñor Viganò)



El pasado sábado, 15 de enero, miles de personas salieron a la calle en Roma para manifestarse contra la imposición del pasaporte covid y la vacunación obligatoria en Italia. El ex Nuncio apostólico de Estados Unidos, Carlo María Viganó, quiso mandar un mensaje a los allí presentes para alentarles a seguir adelante con sus reivindicaciones y defenderse de «las absurdas restricciones impuestas por gobiernos sumisos al Gran Reinicio».

Discurso completo del arzobispo Carlo María Viganó:

Alabado sea Jesucristo. Queridos hermanos: permitidme que me dirija a todos como un pastor que se preocupa ante todo por la salvación de las almas. Dirijo estas palabras a cada uno de vosotros: a quien tiene la gracia de ser cristiano y a quien todavía está alejado de Dios; a quienes son conscientes de la dimensión espiritual de esta batalla y a quienes creen que se trata simplemente de un atentado contra las libertades civiles; a quienes conocen el cariz anticristiano de lo que sucede y a quienes están exasperados por las absurdas restricciones impuestas por gobiernos sumisos al Gran Reinicio.

Vuestra protesta se une a la de millones de personas más. Es una protesta valiente que ha brotado porque compartís algunos principios fundamentales como el derecho a las libertades naturales, el conocimiento sobre tratamientos y el respeto a las convicciones personales en materia de salud y en lo relativo a la sociedad civil. Si sabéis manifestaros con firmeza y pacíficamente en defensa de vuestros derechos inalienables, cuando todo esto acabe este día será digno de ser recordado. Os exhorto, pues, a no ceder a las provocaciones de quienes no desean otra cosa que reprimir por la fuerza vuestro disentimiento.
Esta batalla no puede ni debe terminar en una reivindicación de derechos y libertades que prescinda de la Verdad y de la Justicia. Como he dicho ya en otras ocasiones, la libertad sólo es libertad si se ejerce dentro de los límites del Bien. Quienes hoy os discriminan, os impiden trabajar, ir a clase, viajar y entrar en restaurantes y tiendas, son los mismos que desde hace décadas os dicen que tenéis libertad para ofender a Dios, quebrantar sus Mandamientos, divorciaros y matar a los niños en el vientre materno y a los ancianos y enfermos en la cama del hospital; que sois libres para decidir cuándo vivir y cuándo morir, o para determinar qué está bien y qué está mal; que podéis renegar de vuestro pasado, de la civilización cristiana, de vuestra identidad de católicos e italianos. Porque todo esto responde a la ideología de la muerte, el pecado y el vicio que motiva sus acciones.¡Pero eso no es libertad! La libertad a la que debéis aspirar, hermanos, se funda en Nuestro Señor Jesucristo, que dijo: «La verdad os hará libres» (Jn.8,32), y de Sí mismo, «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida» (Jn. 14,6).
¡Volved a Dios! Dejad que reine en vuestros corazones, manteniéndolos en su gracia por medio de la oración y los sacramentos. Dejad que reine en vuestra familia, donde la fidelidad de los esposos, la educación de los hijos y el cuidado de los ancianos y los débiles constituye una defensa formidable ante quienes se proponen destruir el tejido de la sociedad. Dejad que reine en la sociedad civil, ajustando las leyes del Estado a la Ley de Dios, empezando por respetar la sacralidad de la vida y del bien común. Dejad que reine en los tribunales de justicia, los colegios, las universidades, los puestos de trabajo y los hospitales.

Si pensáis que podréis zafaros de las cadenas de esta tiranía por vuestras propias fuerzas, os equivocáis; porque precisamente si dejáis de lado al Señor todas vuestras acciones estarán abocadas al fracaso, por muy loables que sean. Tened, por el contrario, la valentía para reivindicar con denuedo vuestra identidad, dar testimonio de vuestra Fe y hacer valer vuestros derechos como cristianos. Y sobre todo, queridos hermanos, tened el valor para colocaros bajo la protección de Jesucristo, que dijo: «Yo he vencido al mundo» (Jn.16,33). 
Si libráis esta batalla espiritual bajo la bandera de Cristo Rey, la victoria está asegurada, y se retirarán los sicarios de esta dictadura infernal, porque Satanás no puede vencer a Aquel que con su Sacrificio anuló el poder del Diablo, ni a Aquella que por decreto divino le aplastará la cabeza.
Os ruego, os lo imploro: cerrad filas bajo la Cruz de Cristo, y colocaos bajo el manto de la Virgen Santísima. Lo que os salve no será la Constitución, ni la Declaración de los Derechos Humanos, sino la Fe. Aquella Fe que hizo grande a Europa, que edificó la civilización cristiana, que hizo florecer las artes y las ciencias. La fe que nos mueve a tender la mano a los pobres, a consolar a los enfermos y moribundos y a consolidar en la Caridad los vínculos de hermandad que hoy en día vemos destruidos y negados por una ideología que todo lo permite, todo lo tolera menos el Bien.

Exhorto también a quienes están comenzando a reconocer los engaños y mentiras que llevamos dos años denunciando: ¡tened un gesto de orgullo, honradez y honor!

Médicos y demás personal sanitario: no violéis el juramento que hicisteis callando ante lo que sucede en los hospitales. 

Magistrados y fuerzas del orden: no os hagáis cómplices de traidores y corruptos que obedecen a la oligarquía mundialista para destruir las naciones y esclavizar a los ciudadanos. 

Políticos y representantes de las instituciones: denunciad los abusos perpetrados por autoridades que nadie ha elegido y conspiran contra vuestro pueblo.

Periodistas: defended la verdad y no seáis cómplices de autoridades que se cimentan en mentiras y crímenes. 

Comerciantes, hosteleros y tenderos: abrid vuestros establecimientos y dejad de apoyar los delirios de unas autoridades que intentan imponerse mediante la fuerza y la intimidación. 

Sacerdotes, párrocos y obispos siempre dispuestos a la acogida de inmigrantes e irregulares: no olvidéis que el Señor nos mandó amar al prójimo, o sea al próximo; no sigáis el discurso de la pandemia, no cerréis los templos a los fieles, y sobre todo tened presente que quien salva es Nuestro Señor Jesucristo, no un suero experimental producido con fetos abortados.

Cada uno de los que hoy estáis congregados en esta plaza, y en toda Italia, que descubra la humanidad que se ha visto comprometida en estos meses de locura colectiva. Cese la discriminación, y con ella la odiosa marginación de los sanos, la segregación de los disidentes, la criminalización de quienes hasta ayer eran nuestros hermanos y hoy se ven privados de trabajo y medios de subsistencia. ¡En nombre de Dios, salgamos de esta locura!

Cuando las autoridades conspiran contra las naciones y abusan de su autoridad contra sus ciudadanos, son obligadas la desobediencia civil y la objeción de conciencia. Vuestros hijos os agradecerán cuanto hagáis, siempre y cuando actuéis iluminados por la Fe e inflamados por la Caridad. Si lo que queréis es volver a ser libres para ofender a Dios y quebrantar su Ley, no saldréis jamás de esta infernal distopía.

Cada vez que pedimos al Señor que nos dé nuestro pan de cada día, antes de hacer esa petición material le decimos: «Venga a nosotros tu Reino, hágase tu voluntad». Porque solamente donde reina Cristo hay justicia, paz, concordia y prosperidad.

Por eso, os invito a recitar todos juntos con Fe y confianza filial en la ayuda de Dios la oración que el Señor nos enseñó: Padre nuestro que estás en el Cielo…

+ Carlo Maria Viganò, arzobispo

jueves, 13 de enero de 2022

Información sobre la Pandemia sin censura y sin conflictos de intereses




Todos los artículos



Selección de algunos de los artículos


21 de diciembre de 2021

[Vídeos] ¿Qué es el Nuevo Orden Mundial? 
El NOM y su relación con la Agenda 2030



13 de diciembre de 2021

El Protocolo del Dr. Zelenko ha salvado miles de vidas. 
¿Por qué se ha saboteado y censurado?



2 de diciembre de 2021

[Video] Los secretos de las Vacunas experimentales Covid19 de ARNm sintético



25 noviembre 2021

[Conferencia] La Ingeniería Social de El gran Reinicio y la nueva normalidad: Agenda 2030



4 de noviembre de 2021

[Telemisión] Serie: Abrir es vivir. La gestión de la crisis sanitaria como proyecto de Ingeniería Social.



28 de octubre de 2021

Project Veritas: Informantes exponiendo las Vacunas Covid19. Las 5 partes en español



21 de octubre de 2021

La declaración de Roma: Miles han muerto por Covid porque se les han negado tratamientos tempranos eficaces (Ivermectina – Hydroxycloroquina)



14 de octubre de 2021

[Serie Documental] Las otras voces de la Pandemia. Bizitza



1 de octubre de 2021

Vacunas Covid19: Según datos oficiales son los fármacos experimentales más tóxicos y letales de la historia



23 de septiembre de 2021

Primer debate sobre la Pandemia Covid19 después de 18 meses. La exministra de sanidad y el Pdte del Colegio de Médicos abandonan al escuchar la cifra oficial de MUERTOS POR VACUNAS.



14 de junio de 2021

El informe prohibido de Biólogos por la Verdad (España)



10 de Junio de 2021

[Conferencia] La Ingeniería Social de El gran Reinicio y la nueva normalidad: Agenda 2030



3 de junio de 2021 

Doctores de todo el mundo son censurados y atacados por decir la Verdad sobre el Covid19



20 de marzo de 2021

[Video] Demandas internacionales por el FRAUDE de los Test PCR como prueba diagnóstica. Abogado Reiner Fuellmich.



11 de marzo de 2021, actualizado a 7 de diciembre de 2021

[Documental] The Big Reset Movie. El documental sin censura sobre la verdad de la pandemia en español


Selección por José Martí

viernes, 7 de enero de 2022

Mensaje de S. E. monseñor Carlo Maria Viganò convocando una cruzada mundial del Rosario



Al cabo de dos años de mentiras y engaños, la humanidad sometida por la oligarquía mundialista asiste a los últimos coletazos del leviatán. Y mientras en muchos lugares va aflorando la verdad, revelando el fraude y la traición de muchos, da la impresión de que éstos quieren desencadenarlos más cada vez imponiendo leyes cada vez más absurdas para someter a esclavitud en nombre de una emergencia sanitaria que tiene por objeto legitimar las restricciones a las libertades fundamentales, la segregación de quien no cede al chantaje y la criminalización de los disidentes.

Nos hemos dado cuenta de la dimensión espiritual de esta batalla, en la que un virus creado en laboratorio haría posible la instauración del Gran Reinicio que el Nuevo Orden Mundial tenía proyectado desde hace tiempo hasta en sus más mínimos detalles con miras a borrar todo rastro de nuestra identidad cristiana, y junto con ella todo lo que queda de la civilización y de la cultura que la religión ha inspirado en la sociedad.

Hemos entendido también que en la pérfida dejación de funciones por parte de las autoridades no sólo participan quienes rigen el destino de las naciones, sino también la jerarquía católica, con vistas a transformar a la Iglesia de Cristo en sierva de la ideología mundialista. Hemos presenciado consternados como el estado profundo y la iglesia profunda se alían contra Dios y contra el hombre a fin de instaurar en la Tierra el reinado del Anticristo.

Así como la Virgen quiso mostrarles a los pastorcillos de Fátima las penas del Infierno y las almas condenadas, también a nosotros se nos ha mostrado el modelo de sociedad infernal que la élite mundialista quiere instaurar en el mundo: una sociedad sin Dios, sin verdad, sin Bien, en la que reinan la muerte, el odio, la impiedad, el vicio y el pecado, y en la que la criatura se rebela contra el Creador.

Para librar una batalla espiritual hacen falta armas espirituales. Lo han entendido bien millares de católicos, hombres sobre todo, que en varios lugares del mundo han empezado a rezar públicamente el Rosario por la liberación de su patria. Tan loable y valerosa iniciativa es el comienzo de un contraataque cristiano y un resurgir de la Fe, además de un acto solemne de veneración a la Madre de Dios.

Las fuerzas humanas son incapaces por sí solas de hacer frente al peligro que nos acecha. Por eso, es preciso que entendamos lo importante e insustituible que es recurrir a la oración y la ayuda de Dios con el arma invencible que nos ha dado la bienaventurada Virgen María para combatir al enemigo del género humano.
Convoco una cruzada mundial del Rosario a fin de obtener mediante la poderosa intercesión de la Virgen Santísima la intervención y el triunfo de Dios sobre las fuerzas del mal desencadenadas. Uno la mía a la súplica de todos vosotros en el rezo de los tres tercios del Rosario.
Álcese confiado y firme en todas las naciones y ciudades del mundo el clamor de nuestra plegaria. Como hijos atribulados, nos arrojamos a los pies de nuestra Madre invocándola con la certeza de que nos dará oídos. Hagamos nuestras las palabras de San Bernardo: «Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a tu protección, implorando tu asistencia y reclamando tu socorro haya sido abandonado de ti».

Postrémonos de rodillas a rezar en nuestra casa, en los templos, en las calles y plazas de nuestras ciudades. Reconociendo que todos necesitamos la ayuda de la Virgen y del Santo Rosario, honremos el orden divino ante el caos infernal cifrando nuestra esperanza en Aquella que nos fue dada como Madre al pie de la Cruz, y que como Madre nos ama y socorre, como ha hecho siempre a lo largo de la historia.

Que en esta cruzada nos acompañen hasta los más pequeños, cuya inocencia conmueve al Cielo. Y que se nos unan espiritualmente los ancianos y los enfermos, ofreciendo sus padecimientos asociados a la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo. El Demonio siente pavor ante la oración de los niños y la penitencia de los que sufren, porque en la pureza y el sacrificio ve la imagen de Cristo, que lo ha derrotado.

Resuene en todo lugar nuestra sentida oración. Imploremos a la Mediadora de todas las gracias que ponga fin a esta destrucción de nuestro mundo, nuestra libertad, nuestra identidad y nuestros afectos. Pidámosle que nos abra los ojos para que no nos dejemos arrastrar al abismo de la desesperación, el odio y los conflictos sociales por quienes siembran división para atacar los cuerpos y las almas. 

Supliquemos a nuestra Madre que ilumine la mente vacilante de los padres, ignorantes del suero genético que inoculan a sus retoños; que motive a los médicos a sanar a sus pacientes en vez de seguir cínicos procedimientos ineficaces; que estimule a los gobernantes, los jueces y las fuerzas del orden a trabajar en pro del bien común y no obedecer a dictadores inmorales. Roguémosle que convierta a los pastores a los que el Señor ha confiado su grey y a los que pedirá cuentas de toda alma. Para que todo esto sea posible, imploremos el perdón de nuestros pecados y de los pecados públicos de las naciones, porque sólo con el arrepentimiento y el propósito de enmienda para no ofender más a su divino Hijo podemos contar con que nos escuche.

"Animado con esta confianza, a ti también acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes, y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante tu presencia soberana. No deseches mis humildes súplicas, oh Madre del Verbo divino, antes bien, escúchalas y acógelas benignamente." 

+Carlo Maria Viganò, arzobispo

6 de enero de 2022

In Epiphania Domini

***

ORACIÓN DE SAN BERNARDO EN LATÍN


Memorare, o piissima Virgo Maria, 
a saeculo non esse auditum 
quemquam ad tua currentem praesidia, 
tua implorantem auxilia, tua petentem 
suffragia esse derelictum. 

Ego, tali animatus confidentia, 
ad te, Virgo virginum, Mater, curro; 
ad te venio, coram te, 
gemens peccator, adsisto. 

Noli, Mater Verbi, verba mea despicere, 
sed audi propitia, et exaudi. Amen.

viernes, 3 de diciembre de 2021

Viganò: "Italia es una nación bendecida por Dios y tiene un papel clave contra el Nuevo Orden Mundial"



Hay un hombre que en este momento está literalmente aterrorizando a la jerarquía de la iglesia anticatólica de Bergoglio y a las altas esferas del poder globalista. Este hombre fue objeto de feroces ataques mediáticos que primero lo desacreditaron y difamaron hasta el punto de calificarlo como una especie de "peligro" real para la sociedad. 

Este hombre es el arzobispo Carlo Maria Viganò. Desde hace más de un año, Viganò se ha convertido en una guía espiritual para todos los católicos, cristianos e incluso no creyentes que se sienten completamente perdidos y abandonados en esta época de gran aflicción moral y desierto de valores. Viganò consigue llegar a todos los sedientos de razón y justicia en este mundo al revés en el que vive la humanidad. 

Desde el inicio de la operación terrorista del coronavirus, Monseñor ha hablado con voz tranquila y firme. Inmediatamente denunció el plan del Gran Reset de Davos y la matriz globalista que concibió la farsa pandémica.

Al mismo tiempo, también denunció la corrupción e infiltración de la masonería en la institución que sobre todo debería haber presidido y defendido a los fieles y al mundo de este asalto infernal, es decir, la Iglesia Católica. Probablemente la "culpa" del arzobispo sea precisamente ésta. Su "culpa" es la de haber dicho y difundido verdades que los poderosos no querían que se dijeran. 

En esta entrevista que nos concedió, Viganò ayuda a comprender una vez más lo que está en juego en esta batalla que pretende esclavizar a la humanidad para arrastrarla hacia el totalitarismo del Nuevo Orden Mundial.

Monseñor también recuerda a los perseguidos por haber permanecido anclados a su Fe, y por no haberse inclinado ante este régimen, que no deben derrumbarse. Ser expulsado de una sociedad injusta y malvada debe ser un honor para todos aquellos que han sufrido la infame discriminación y persecución. 

Ésta es probablemente la razón por la que muchas personas miran a este hombre en este período histórico. Es uno de los pocos pastores que logra hablar con sencillez al corazón de los hombres comunes. Estas son sus palabras dirigidas a cada uno de nosotros.

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- Excelencia, recientemente ha sido víctima de feroces ataques mediáticos que se han intensificado cada vez más. El director de La Stampa, Giannini, llegó a llamarlo “sinvergüenza” en la televisión en vivo, y Bruno Vespa dijo que Dios debe “perdonarlo” por sus posiciones sobre las vacunas y la llamada pandemia. ¿Por qué los medios de comunicación italianos le consideran una especie de enemigo público y por qué parecen tenerle tanto miedo?

Como ya he tenido ocasión de observar, es típico de un régimen totalitario deslegitimar cualquier forma de disensión, inicialmente con el ridículo del oponente, hecho objeto de burla para desacreditarlo; luego con su patologización (o psiquiatrización), haciéndolo pasar por un loco para ser internado; por tanto, con su criminalización y con la creación de las condiciones para su separación del consorcio civil.

Mentiras, insultos y agresiones personales -como la última en mi contra, por el semanario Viernes de la República- forman parte de esta puesta en escena, en la que los sumos sacerdotes de Covid se rasgan la ropa ante cualquier objeción a su falsedad. Por otro lado, La Stampa y La Repubblica pertenecen a la familia Elkann, emparentada con los Rothschild desde el siglo XVI. John Elkann en 2016 precedió al ensayo La cuarta revolución industrial de Klaus Schwab, en el que el presidente del Foro de Davos describe en detalle el Gran Reinicio. La adhesión a la narrativa oficial por parte de la élite implica también la acción de descrédito y calumnia contra quienes se oponen a ella, según modalidades sectarias de conspiradores.

Eso sí, en el ensordecedor silencio de los obispos y en la propaganda de Santa Marta a favor del suero genético, es obvio que una voz discordante denunciando el golpe de Estado en curso por parte de la élite globalista perturba y es intolerable para quienes exigen un asentimiento irracional a  sus declaraciones contradictorias.

- En este sentido, los medios de comunicación incluso han llegado a enviar verdaderos espías a las misas de esos sacerdotes, como Don Giorgio Ghio, que denuncian el daño de las vacunas y la deriva anticristiana que pesa sobre la sociedad actual. El espíritu de la verdadera Iglesia tradicionalista no solo no parece extinguirse, sino que parece haberse reavivado. En su opinión, ¿es este espíritu el que más aterroriza al poder globalista?


Afirmo que las intromisiones de la autoridad civil en el ámbito eclesiástico violan el Concordato entre la Santa Sede y la República Italiana, y que la CEI no es la contraparte legítima del Gobierno en la negociación de protocolos y acuerdos que, como contratos por un no- beneficiario, son nulas. Dicho esto, creo que todo sacerdote tiene el derecho, de hecho el deber, de advertir a sus fieles sobre el peligro concreto (y todo menos hipotético) que representa la inoculación de la droga experimental, tanto más cuando toda la farsa psicopandémica es claramente instrumental para el establecimiento de una dictadura, el control de la ciudadanía y la violación de los derechos naturales y constitucionales bajo el pretexto sanitario.

La esclavitud de la Jerarquía Católica, de las Conferencias Episcopales, de los Obispos y de los párrocos a la narrativa oficial es tan descarada y cortesana, que pone en evidencia la infiltración de la iglesia profunda que he denunciado repetidamente. Una infiltración que se inició hace al menos setenta años y que hoy se manifiesta por su soberbia y por la persecución de voces disidentes tanto en lo que se refiere a la supuesta emergencia pandémica, como en lo que concierne a desviaciones doctrinales, morales y disciplinarias mucho más graves o inquietante complicidad con el estado profundo .

Esta evidencia de la traición a los Pastores ha llevado, como ocurre contextualmente en el ámbito civil, a una oposición espontánea que parte de la base - desde el laicado y desde el Clero - y que afecta significativamente tanto a la pandemia como a la crisis de la Jerarquía. . Por un lado tenemos a los partidarios del Gran Reset con su ideología anticatólica y anticristiana, flanqueados por la iglesia de Bergoglio. Por otro lado, tenemos a los que se oponen al Nuevo Orden Mundial, que encuentran la culminación natural de su propio establecimiento de valores en el inmutable Magisterio católico y en la liturgia tradicional. Ciudad del diablo y Ciudad de Dios: la división es siempre la misma, porque las fuerzas en el campo se despliegan en dos frentes ontológicamente opuestos y enemigos.

- Un ex coronel de los servicios secretos rusos, Vladimir Kvachov, definió la pandemia como una especie de operación terrorista diseñada expresamente para provocar una reducción de la población de la tierra y establecer una especie de dictadura mundial. En un artículo publicado por la Fundación Rockefeller en 2010 y titulado "Operation Lockstep" se habla explícitamente del estallido de una pandemia que permite a los gobiernos implementar medidas autoritarias y represivas de libertad personal para posteriormente construir una especie de supergobierno global. Estas medidas represivas son las mismas que hemos visto aplicadas durante el último año y medio, como las máscaras y el distanciamiento que han desatado una psicosis y un odio social probablemente nunca visto en las sociedades occidentales.

Lo he estado pensando y afirmando desde el inicio de la psicopandémica, cuando en mayo del año pasado denuncié los peligros y absurdos de esta grotesca farsa. Conozco bien los escenarios de la Fundación Rockefeller, así como los prefigurados por el Gran Reset del Foro Económico Mundial (cuyo presidente se reunió el 14 de noviembre de 2019 con el primer ministro Conte y hace unos días con Draghi) y los de Estados Unidos (Agenda de las Naciones 2030).

Esta operación, que requirió una preparación muy minuciosa y requiere la colaboración de amplios sectores del sector público y privado, así como la connivencia del poder judicial, la policía y las fuerzas de información, se configura como un verdadero golpe de Estado, con el que la La pandemia es la excusa con la que hacer que las violaciones de los derechos fundamentales parezcan inevitables y establecer el régimen totalitario del Nuevo Orden. Y en este Nuevo Orden rige la superstición pandémica, con sus brujos, sus pagodas vacunas, sus rituales irracionales, sus excomuniones contra los pecadores vitandi , es decir, contra los que no aceptan apostatar de la razón incluso ante la Fe para abrazar la locura y furia ideológica.

- En la sociedad del Gran Restablecimiento que Vuestra Excelencia ha denunciado en varias ocasiones, el transhumanismo juega un papel fundamental. Las tecnologías avanzan a tal velocidad que se habla abiertamente de la posibilidad de controlar el comportamiento humano a través de dispositivos electrónicos insertados en el cerebro de un ser humano. Klaus Schwab, presidente del foro de Davos y principal ideólogo de esta sociedad posthumana, teorizó este nuevo prototipo de humano / autómata. Por tanto, la tecnología ya no parece estar al servicio del hombre, sino que, por el contrario, se convierte en una herramienta para someter y aniquilar la esfera de libertad del propio hombre. En su opinión, ¿el objetivo último del transhumanismo es precisamente este, es decir, privar al hombre del libre albedrío que le ha dado Dios?

El transhumanismo es un proyecto infernal, en el que el diablo imita la obra creadora de Dios pervirtiéndola y corrompiéndola. La obediencia al suave yugo de la Ley de Dios es reemplazada por la esclavitud y la sumisión a la tiranía de Satanás, en la que ni siquiera hay tolerancia para el bien y todos están obligados a hacer el mal, a aceptarlo, a legitimarlo. Y aunque solo Dios puede leer nuestra conciencia, Satanás intenta violar el santuario de nuestra parte espiritual para controlarla e inducirnos a hacer el mal incluso en contra de nuestra voluntad.

En su último libro The Great Reset, Klaus Schwab escribe: ' También estamos investigando nuevas formas de usar e implantar dispositivos internos que monitorean nuestros niveles de actividad y química sanguínea y cómo estos pueden asociarse con el bienestar, la salud mental y la productividad en el hogar. y en el trabajo. También estamos aprendiendo más sobre el funcionamiento del cerebro y siendo testigos de emocionantes desarrollos en el campo de la neurotecnología ». Es una ilusión que sólo Lucifer puede concebir, y que está condenada al fracaso total precisamente porque se manifiesta en su matriz anticristiana, porque desafía la divina realeza de Jesucristo. Un delirio en el que la criatura, rebelde al orden divino, se levanta en lugar del Altísimo, repitiendo con la misma infortunada determinación el NO usado por Lucifer.

Satanás es simia Dei : en todo lo que hace para alejarnos de Dios y arrastrarnos al infierno, siempre vemos el grotesco intento de imitar al Salvador, de usurpar su señorío, de pervertir su enseñanza, de robarle almas. El Diablo quiere ser adorado en lugar de Dios, quiere que el Anticristo reine sobre el mundo y someta a toda la humanidad a su propia tiranía, reemplazando a la Iglesia de Cristo con la anti iglesia de Satanás, es decir, con la Religión de la Humanidad, ecuménica y ecológica.

- Ha hablado varias veces en sus intervenciones en video y escritos sobre la amenaza inminente del Nuevo Orden Mundial. Varios jefes de estado, políticos destacados en el escenario internacional y miembros de las familias más poderosas del mundo, como George H. Bush, Henry Kissinger, Nicolas Sarkozy y David Rockefeller, solo por nombrar algunos, han utilizado expresamente esta expresión para definir la meta política a alcanzar. En el curso de la crisis del Coronavirus, hemos escuchado a otros políticos volver a usar este término con frecuencia. El gobernador de Veneto, Luca Zaia, incluso dijo que las vacunas se utilizarán precisamente para establecer un Nuevo Orden Mundial. ¿Puede explicar qué subyace a esta idea del Nuevo Orden Mundial y por qué las vacunaciones masivas jugarían un papel tan importante en su realización?

El Nuevo Orden Mundial no es nuevo ni es un orden : representa la loca ambición de Satanás de derrocar el plan providencial de Dios, cancelar la verdadera Religión, que es la única que conduce a la salvación eterna y reemplazar el ordo christianus con el caos. infernal: mentira en lugar de Verdad, injusticia y opresión en lugar de justicia, arbitrariedad y licencia en lugar de obediencia a la Ley de Dios, muerte en lugar de vida, enfermedad en lugar de salud, la legitimación del Mal y la condena del Bien, la persecución del el bien y la exaltación de los malvados, la ignorancia en lugar de la verdadera cultura y la sabiduría, la fealdad y lo horrible en lugar de la belleza, la división y el odio en lugar de la armonía y el amor.

Satanás no quiere ser adorado cubriéndose con los atributos de Dios, sino pretendiendo hacerse adorable en todo lo que lo hace malvado, obsceno, falso, grotesco y monstruoso. Quiere la subversión total, una subversión ontológicamente diabólica y anticristiana, es el Nuevo Orden, obtenido con el golpe global impuesto con el pretexto de una emergencia provocada deliberadamente.

La campaña de vacunación, desprovista de toda validez científica, sirve sobre todo como una aparente legitimidad para la adopción de controles y rastreo, hoy con la excusa (que es falsa, dado que los vacunados pueden infectar y contagiarse) de limitar la propagación de Covid. , mañana con el uso del sistema de crédito social para la emergencia verde, igualmente falso y pretexto. El paso verde se concibe como la marca de la Bestia mencionada en el Apocalipsis, para permitir o prohibir a las personas comprar, vender, viajar, gastar, comer, vivir.

En segundo lugar, la inoculación de un suero genético experimental que conduce a un debilitamiento del sistema inmunológico natural de los individuos constituye un delito muy grave, porque transforma a las personas en enfermos crónicos, es decir, en clientes de por vida de empresas farmacéuticas y sanitarias privadas. , con un aumento exorbitante de los beneficios de la élite globalista y un empobrecimiento de la población. Incluso este elemento aparentemente secundario revela la matriz subversiva del Gran Reinicio., porque no se trata solo de un atentado a la salud de las personas, sino de un atentado a la seguridad nacional de los Estados, que encuentran a sus Fuerzas Armadas afectadas por los efectos secundarios de la vacunación y la exclusión de los soldados no vacunados. En mi opinión, este es un punto poco considerado por quienes analizan las criticidades de la situación actual, y que muestra la voluntad de quienes, constituidos en autoridad, cooperan en la destrucción de las naciones para esclavizarlas al Nuevo Orden.

- Manteniéndonos aún en el tema del Nuevo Orden Mundial, Su Excelencia en una de sus intervenciones en video explicó cómo el Concilio Vaticano II a principios de la década de 1960 asumió un papel fundamental en la preparación del camino para este proyecto. En este sentido, el Concilio fue el evento que construyó una nueva iglesia liberal separada de la tradición católica y cercana al espíritu del mundo moderno, que en cambio debería haber combatido y contenido. Básicamente, la institución que debería haber sido el katechon, la fuerza que impide la manifestación del Anticristo, se ha convertido en su portavoz y promotor. ¿Es posible afirmar en este sentido que fueron las fuerzas masónicas que se infiltraron en la Iglesia incluso entonces las que dieron vida a esta transición? La fase de apostasía que vive la Iglesia en este momento histórico, según usted, es de hecho la realización de la visión que tuvo León XIII en 1884 y las profecías de Fátima en 1917 y Akita en 1973 que anunciaban cómo sería la Iglesia. plagado de herejías durante las siguientes décadas?

La revolución conciliar representa el 1789 de la Iglesia - según la misma admisión de uno de los protagonistas del Concilio, el Cardenal Suenens - que desde el Vaticano II hace las demandas revolucionarias, la ideología liberal, el comunismo, el colectivismo y más en general su propio espíritu de el mundo, la teoría de género, la disolución del cristianismo no sólo en el ámbito doctrinal, sino también en el ámbito moral y cultural, es decir, como elemento vivificante de la Civilización Cristiana. Esta traición, obtenida de manera no diferente a las que caracterizaron la acción de las Logias contra las Monarquías Católicas, se consuma precisamente con una infiltración que actuó en dos frentes: uno ideológico y otro práctico.

En el frente ideológico, la ortodoxia se ha corrompido con herejías y errores filosóficos de los que todavía hoy sufrimos las nefastas consecuencias; En el aspecto práctico, se ha corrompido la moral de los individuos, sometiéndolos a sus pasiones para dominarlos, haciéndolos esclavos de sus vicios para chantajearlos, promoviendo a los más corruptos a la cúspide de aquellas instituciones que, con su comportamiento escandaloso , primero habrían desacreditado y deslegitimado. ¿Qué credibilidad puede reclamar la Iglesia en materia de moral sexual, cuando sus más altos Prelados son sucios pervertidos? ¿O en cuestiones de honestidad, cuando los funcionarios de la Santa Sede están implicados en escándalos financieros y especulaciones bursátiles?

Por tanto, es necesario volver a la Tradición ya valores hoy anulados y olvidados como la honestidad, el sentido del deber, la fidelidad, el amor a la patria, el honor y la disciplina. Un retorno al Christianus ortodoxo tanto en el ámbito civil, con una reforma radical de los estados; y en el ámbito eclesiástico, con la remoción de los falsos pastores y la restauración de todo lo destruido por la furia ideológica revolucionaria del Vaticano II. Si queremos que termine la prueba a la que nos somete la Providencia, es fundamental que se elimine la causa de los castigos que el Señor nos inflige, es decir, todo este sistema anticristo que surge de los principios masónicos y de la Revolución.

Restauramos la autoridad como expresión del poder de Cristo, y damos formación moral y espiritual a los que gobiernan: una tarea difícil, pero que hay que hacer ahora si queremos transmitir a nuestros hijos los valores que los harán buenos. Cristianos y buenos ciudadanos, responsables ante Dios de su propio comportamiento y deseosos de obedecerle, proclamarle Rey, rendirle honores públicos. Reconocido como Rey nuevamente, Nuestro Señor no permitirá que Sus hijos perezcan en la batalla, y les dará una victoria resplandeciente. Pero hasta que entendamos el error que subyace a los horrores actuales, no podemos esperar la intervención de Dios.

- Recientemente, Bergoglio habló explícitamente de la necesidad de darle vida al Gran Reset tanto que argumentó que ya no habrá vuelta a la normalidad. Bergoglio, por tanto, se convirtió en un apóstol de la religión universal tan deseada por las logias masónicas cuyo objetivo final es eliminar por completo el cristianismo. ¿Es posible decir que Bergoglio es la conclusión natural de la herejía del Vaticano II? En su opinión, ¿la apostasía de la que hablan las profecías reconocidas por la Iglesia Católica y las visiones del Beato Holzhauser ya ha alcanzado su punto culminante y está a punto de llegar a su conclusión?

Bergoglio es uno de los seguidores más convencidos de la religión globalista: abraza todas sus demandas, promueve sus planes, propaga su doctrina, lucha contra sus enemigos. Si no cumpliera el papel que se le reconoce dentro del cuerpo eclesial, podría ser considerado el profeta del Nuevo Orden Mundial y el principal enemigo de la Iglesia de Cristo. El hecho de que sea universalmente considerado jefe de la Iglesia pone de manifiesto una evidente incompatibilidad, un gravísimo conflicto de intereses, una clara traición a la autoridad amparada.
Y las mismas modalidades que le permitieron suceder a la renuncia de Benedicto XVI revelan la intervención de fuerzas hostiles a la Iglesia, materializada con el manejo de la mafia en St. Gallen e incluso antes esperada por el Estado profundo , como surgió de los correos electrónicos de John Podesta habla de una "primavera de la Iglesia" que acompañaría al mundo y renunciaría a anunciar el Evangelio.

Este "pontificado" es la aplicación coherente de los principios establecidos por el Vaticano II, como afirma con orgullo el propio Bergoglio. Todo lo que ha dicho y hecho desde 2013 está en consonancia con los errores que implican los textos conciliares, sus silencios conspiradores, sus malentendidos culpables.

Pero como todo lo que es obra del Diablo, no tiene esperanzas de éxito, y solo sirve para hacernos comprender una verdad muy evidente que aún no somos capaces de reconocer: la única esperanza de salvación radica en abrazar plenamente la Fe Católica. , como Nuestro Señor lo enseñó a los Apóstoles y como la Santa Iglesia nos lo propuso para creer durante dos mil años. Todos los errores, los intentos de acomodarse a la mentalidad del siglo, los compromisos para hacerse un hueco en el mundo, las traiciones a cambio de poder vienen de Satanás y, como tales, están condenados al fracaso.

Si Cristo Rey vuelve a reinar en la Iglesia, incluso antes que la sociedad civil, se dignará concederle buenos y santos Pastores, y un pontífice valiente, que denuncia la apostasía, combate los errores, reúne a los buenos alrededor de la Cruz de Cristo. Porque la Iglesia, Cuerpo Místico de Cristo, también está destinada a la Pasión, pero en la dignidad e integridad de ser precisamente Esposa del Cordero Inmaculado, y no concubina de los eternamente derrotados.

Por eso espero y rezo para que la Providencia conceda al mundo un tiempo de paz y conversión, en el que los Pastores y el Rebaño vuelvan a la fidelidad al Evangelio, para que puedan afrontar dignamente la última persecución antes del Juicio Final. Si este tiempo propicio fuera inaugurado por la Consagración de Rusia al Inmaculado Corazón, creo que realmente podríamos enmarcar los hechos presentes en esa perspectiva escatológica que encuentra cumplimiento en la victoria de Cristo sobre el Diablo.

- Su Excelencia en los últimos días ha lanzado un llamamiento público para construir una especie de Alianza Global Anti-Globalista. En su opinión, ¿debería esta alianza tener su base inspiradora en Italia, un país históricamente odiado por la masonería y el poder globalista?


Italia es una nación bendecida por Dios y por la presencia de la sede del Papado. Su civilización, compuesta por el patrimonio histórico, cultural y artístico de sus ciudades pero unida en el vínculo de la fe católica, siempre ha sido objeto de la acción desintegradora de Satanás y sus siervos. La masonería odia a Italia: odia su gloriosa historia, intrínsecamente ligada al advenimiento del cristianismo primero y luego a su difusión; odia sus tradiciones, todas imbuidas de cristianismo; odia su arte eminentemente cristiano; odia su cultura y civilización, una voz elocuente del poder de la Fe en informar cada área de la vida humana; odia a los santos, que arrebataron millones de almas del infierno con su predicación y su ejemplo; odia a sus habitantes,

Por eso creo que Italia debe jugar un papel principal en la oposición a la tiranía del Nuevo Orden, proponiéndose como la sede natural de esta Alianza Antiglobalista mundial. Y dado que el regreso de una monarquía católica es difícil de imaginar en este momento, creo que las formas de gobierno de los municipios y estados previos a la unificación pueden brindar una gran inspiración a quienes deseen proponer una reforma de los gobiernos civiles consistente con los principios cristianos y compatible con las necesidades de la modernidad: pienso en particular en la Alegoría del Buen Gobierno pintada al fresco en el Palazzo Comunale de Siena, en la que las Virtudes teologales iluminan y dirigen las Virtudes cardinales y cívicas.

-Son muchas las personas que se enfrentan a serios problemas personales y sociales debido a la aplicación del certificado verde lanzado por el gobierno de Draghi. Muchos están renunciando a su salario para no someterse a la vacunación y están tomando las calles para protestar contra la deriva autoritaria sin precedentes que Draghi ha traído a Italia. ¿Qué te apetece decir a todos los que están sufriendo en este difícil momento histórico por esta represión y a los que se dejan llevar por la desesperación creyendo que en realidad no hay nada más por hacer?

Respondo con las palabras de Nuestro Señor: « Les he dicho estas cosas para que tengan paz en Mí; en el mundo tendréis tribulación, pero anímate, yo he vencido al mundo ”(Jn 16, 33). A quienes sufren discriminación por sí mismos y por los de sus seres queridos; a los que han sido obligados a vacunarse por el indigno chantaje de la autoridad civil y por la escandalosa connivencia de la autoridad eclesiástica; a los que se niegan valientemente a someterse a normas ilegítimas y tiránicas; a los que se ven privados de los medios de sustento por su consistencia, les digo: ustedes son prueba de que la fuerza y ​​la violencia con que se impone el Mal puede acaso llegar a afectarlos en los bienes, en el cuerpo, en los afectos; pero nunca, nunca podrán quitar la serenidad de haber permanecido fieles al Señor.

¿Crees que los mártires son personas con poderes especiales? Los verdaderos Mártires fueron, son y serán personas como tú y como yo, personas con mil defectos tal vez, pero animados por el amor de Cristo, es decir, por la Caridad, dispuestos a dar la vida para no negar lo sobrenatural y divino. amor. Y si pudieron, con la ayuda de Dios, afrontar la muerte en atroces tormentos, ¿quieres que no puedas, bajo el manto de la Santísima Virgen, resistir a estos tiranos tan crueles como cobardes? Siéntete honrado por el privilegio que se te concede de merecer el Cielo: tu fidelidad, tu fortaleza ante las imposiciones de un poder hostil, merecerá la ayuda y protección del Cielo incluso en las pequeñas cosas. Permanece en la Gracia de Dios, que es el único bien que nadie te podrá quitar: el resto se ocupará de Aquel a quien invocamos como Auxilio de los cristianos. Y cuando interviene la Virgen, el infierno tiembla.

Cesare Sacchetti