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lunes, 30 de enero de 2017

Recordando el Conmonitorio (por José Martí) (1 de 2)


Escribo en este Blog, en dos entradas, lo que fue objeto de una sola entrada de introducción en mi otro blog, aunque allí fui redactando luego, día a día, lo más importante de los distintos capítulos del Conmonitorio.


La razón de hacerlo así es que considero que es fundamental la fidelidad a la doctrina recibida. Y nadie mejor que san Vicente de Lerins, en su conocida obra "El Conmonitorio" para hacernos recordar y traer a nuestra memoria aquello que es lo específicamente católico. 




Se poseen escasos datos sobre la vida de este santo. Por Genadio sabemos que era de origen francés y sacerdote en el monasterio de la isla de Lerins (llamada hoy de San Honorato). Docto en las Sagradas Escrituras y en el conocimiento de los Dogmas, compuso un tratado contra los herejes. Muere en el reinado de Teodosio y Valentiniano, hacia el año 445. Su obra más importante es el Conmonitorio, que está escrita tres años después del Concilio de Éfeso, es decir, el año 434.

El Conmonitorio es un pequeño libro, lleno de vigor y ciencia, que ha atraído la atención de los estudiosos, sobre todo a partir del siglo XVI. Sus afirmaciones han sido muy tenidas en cuenta en momentos de confusión doctrinal, porque en él se encuentra respuesta ante los riesgos de escepticismo y de relativismo teológico.

En esta obra, San Vicente de Lerins se propuso facilitar, con ejemplos de la Tradición y de la historia de la Iglesia, los criterios para conservar intacta la verdad católica.

No recurre a un método complicado. Las reglas que ofrece para distinguir la verdad del error pueden ser conocidas y aplicadas por todos los cristianos de todos los tiempos, pues se resumen en una exquisita fidelidad a la Tradición viva de la Iglesia.

El Conmonitorio constituye una joya de la literatura patrística. Su enseñanza fundamental es que los cristianos han de creer quod semper, quod ubique, quod ab ómnibus: sólo y todo cuanto fue creído siempre, por todos y en todas partes

Varios Papas y Concilios han confirmado con su autoridad la validez perenne de esta regla de fe. Sigue siendo plenamente actual este pequeño libro escrito en una isla del sur de Francia, hace más de quince siglos.

Los TEMAS CLAVE DEL CONMONITORIO son: 

a) La fidelidad a la Tradición. 
b) El progreso dogmático.

Dedicamos esta entrada al primer punto


(a) Doctrina sobre la Tradición

Según san Vicente de Lerins, quien hace referencia a la lectura de los Santos Padres que le han precedidopara discernir la verdad de la fe católica de la falsedad de la malicia herética, hay que acudirprimero a la autoridad de la Ley divina, es decir, la Sagrada Escritura,  y luego a la Tradición de la Iglesia Católica

El término católico, que significa universal, hay que entenderlo en  toda la riqueza de su contenido; es decir, universal en el tiempo ( siempre) y universal en el espacio (en todas partes).

Así lo expresa: "En la misma Iglesia católica es necesario velar con gran esmero para que profesemos como verdadero aquello que ha sido creído en todos los lugares, siempre y por todos. 

La expresión suena mejor en latín: "Quod semper, quod ubique, quod ab ómnibus creditum est".

La Revelación no es obra humana sino de Dios; y la doctrina es un tesoro que Dios ha confiado a su Iglesia: por eso tiene, esencialmente, carácter de depósito que la Iglesia debe transmitir íntegramente a todas las generaciones

Esto decía San Pablo a Timoteo"Guarda el depósito. Evita las novedades profanas y las contradicciones de la falsa ciencia, pues algunos que la profesaban perdieron la fe" (1 Tim 6, 20-21). 

Y dice San Vicente de Lerins en el número 22 del Conmonitorio, con relación a ese párrafo del apóstol san Pablo:

"Este grito es el grito de alguien que sabe y que ama. Preveía los errores que iban a surgir y se dolía de ello enormemente. ¿Quién es hoy Timoteo sino la Iglesia Universal, en general, y de modo particular, el cuerpo de los Obispos quienes -ellos principalmente- deben poseer un conocimiento puro de la religión cristiana y, además, transmitirlo a los demás?"

"¿Y qué quiere decir 'guarda el depósito'? Pues "estáte atento a los ladrones y a los enemigos; no suceda que mientras todos duermen, vengan a escondidas a sembrar la cizaña en medio del buen grano que el Hijo del hombre ha sembrado en su campo" (cfr Mt 13, 24-30)

"Pero,  ¿qué es el depósito? Es aquello que debes creer, no lo que has encontrado tú; lo que recibiste, no lo que tú pensaste; lo que es fruto de la doctrina, no de tu ingenio personal; lo que no está reservado para tu uso privado sino que pertenece a una tradición pública. Algo que ha llegado hasta tí, pero que tú no has producido; no puedes comportarte como si fueras su autor, sino su simple custodio. No eres tú quien lo ha iniciado sino que eres su discípulo; no te corresponde dirigirlo, sino que tu deber es seguirlo". 

Y más adelante: "Lo que te ha sido confiado es lo que debes custodiar junto a tí y transmitirHas recibido oro, devuelve oro. No puedo admitir que sustituyas una cosa por otra. Tú no puedes, desvergonzadamente, sustituir el oro por plomo; o tratar de engañar, dando bronce en lugar de metal precioso. Quiero oro puro y no algo que sólo tenga su apariencia".

Acaba este número 22 diciendo: "Pero has de estar atento a enseñar solamente lo que has aprendidono suceda que por buscar maneras nuevas de decir la doctrina de siempre, acabes por decir, también, cosas nuevas

La descripción con respecto a lo que está pasando hoy en día es perfecta. 

José Martí