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sábado, 19 de diciembre de 2020

De la Ciencia a Dios Documental Completo (Manuel Carreira)



Duración 2:07:40

https://youtu.be/VYSKpgGRZ1Y


IV DOMINGO DE ADVIENTO: Amor, Alegría y Penitencia

PADRE ALFONSO GÁLVEZ

Duración 8:59 minutos

https://www.alfonsogalvez.com/podcast/episode/3c6bcc03/iv-domingo-de-adviento


Homilía predicada el 5 de diciembre de 1982. Texto evangélico: Lc. 3: 1-6.

LA CULTURA DE LA MUERTE Y LA VACUNACIÓN



En Italia, como en muchos otros países, está abierto el melón de la ‘eutanasia’ y es lógico que sea noticia lo sucedido en España, que entra en la asquerosa lista de países que aprueban la ley de eutanasia, ‘muerte asistida’, o cómo la queramos llamar. Hay muchos católicos que siente impotencia al ver cómo incluso correligionarios suyos defienden ésta, y otras aberraciones, y se siguen llamando católicos. No vamos a repetir argumentos tan bien explicados por Santiago Martín en su último video ALGUNOS CATÓLICOS… MEJOR «QUE SE VAYAN, ni los elogios de Paco Pepe al mismo ,haciéndonos ver que esto es lo que deberían decir los obispos, que siguen mudos dejando abandonados a los más débiles, ¡éstos sí son débiles y no los ‘migrantes’ de los muros y los puentes!. Hace 35 años, en el 1985, se aprobó en España la primera ley del aborto y ya nos toca la eutanasia. La generación que ha sobrevivido al aborto aprueba la muerte de sus padres; todo muy macabro, todo muy lógico.

Si nos venden que está bien, muy bien, asesinar a un niño inocente, estará bien, muy bien, quitarse de encima al viejo que no sirve de nada y estorba, viejo, enfermo, triste, gordo, flaco, o lo que toque. En esas estamos y así quedamos retratados para la posteridad como una sociedad enloquecida, asesina y animalizada. No olvidemos que nuestro Dios es el Dios de la vida y estos ‘estorbos molestos’ que nos quitamos de encima son sus preferidos y su sangre clama al cielo; muy contento no lo debemos de tener. 

España ha optado por promulgar una ley de eutanasia que prevé la administración de fármacos letales a los pacientes que padecen enfermedades dolorosas e incurables y que han expresado el deseo de morir. Es una ley similar a la de Bélgica, los Países Bajos, Luxemburgo, más ‘abierta’ que Suecia y Finlandia, Francia, Alemania y Austria y Suiza. Esta es la gloriosa lista de países que permiten legalmente el asesinato de los más débiles. Los que aprobaron las leyes del aborto ven como sus hijos aprueban su asesinato, es demasiado lógico, demasiado cruel.

Unido a esta cultura de la muerte está el debate en torno a las famosas vacunas que pretenden imponernos para salvarnos la vida. Todo muy deprisa y muy poco razonado para no ser sospechoso. Hoy tenemos varios artículos que entran en la moralidad, o no, de esta vacunación y en sus consecuencias. 

De la vacuna Covid, aún no sabemos la duración y el tipo de inmunidad, todo el proceso es experimental, desconocemos las reacciones alérgicas, no están solucionados los riesgos de almacenamiento, distribución precipitada y es más que discutible la ‘obligación’ de vacunarse anulando la libertad personal. No es extraño que muchos pensemos que quieren que desaparezca del hombre la imagen de Dios, para configurarlo a una imagen diabólica. Crear un mundo nuevo sin Dios para terminar siendo todos zombis.

El Papa Francisco lo tiene muy claro y quiere que la vacuna sea para todos y gratis sin entrar en otros argumentos, pero haciendo buena la vacuna y señalando como ‘herejes’ a los que discuten sus bondades.,Él, por ahora, no parece predicar con el ejemplo.

Specola

La supuesta ‘censura’ del mensaje provida de Francisco (Carlos Esteban)

 INFOVATICANA


Se quejaba el otro día Francisco, en carta privada dirigida a sus antiguos alumnos, de que los medios censurasen -en el sentido, al menos, de ignorar su mensaje- sus reiteradas defensas del no nacido y su oposición al aborto, y hoy aparece en el blog del vaticanista Sandro Magister, Settimo Cielo, la carta de un sobrino del predecesor de Bergoglio al frente de la archidiócesis de Buenos Aires, José Arturo Quarracino, en la que su autor se pregunta por qué el Santo Padre no da a sus declaraciones contra el aborto la misma publicidad y ‘oficialidad’ que a sus otros proyectos favoritos, como ecología o inmigración.

En un sentido, esa dicotomía ha sido uno de los principales hilos conductores del presente pontificado. No es tanto que ‘censuren’ al Papa como que el propio Papa elige para sus declaraciones provida canales -entrevistas, cartas y comunicaciones privadas- que en sí mismo tienen menos fuerza y menos recorrido mediático que documentos o alocuciones oficiales.

Brillan indudablemente más, y se le da mucho más espacio en medios, incluidos los vaticanos, a esos proyectos que le alían con instituciones con frecuencia hostiles no solo a la Iglesia sino a la cultura cristiana en general, como en el reciente Consejo para un Capitalismo Inclusivo.

Lo que se preguntan muchos cristianos es: ¿qué pesa más cara a la opinión pública internacional, un comentario ocasional comparando el aborto con la contratación de un asesino a sueldo, o la alianza con empresas y fundaciones como la Ford o la Rockefeller, cruciales en la campaña internacional para la reducción de la población en todo el mundo y entusiastas abortistas?

Sin duda esta alianza, como los estrechos lazos que ha forjado con la ONU y su Agenda 2030 o el Pacto Educativo, tiene un grandioso objetivo benéfico del que cree que la Iglesia debe participar. Pero es obvio que cuando uno se asocia con otros en grandes empresas siempre se siente presionado para no irritar a los socios con referencias que éstos encontrarán ingratas.

Es algo parecido a lo que sucede con sus pactos secretos con el gobierno chino. Puede estar justificado llegar a acuerdos con la peor tiranía y la más abiertamente anticristiana para arrancarle algunas ventajas o, como parece ser el caso, para normalizar las relaciones de la Santa Sede con esa superpotencia emergente. Pero cualquiera advierte que esa coyunda parece haber impedido a Su Santidad pronunciarse con contundencia contra la represión que ejerce Pekín sobre sus habitantes, muy especialmente contra las minorías étnicas y religiosas y aún más particularmente contra los fieles católicos. Todos recordamos su modo de salirse por la tangente cuando fue preguntado en vuelo por la represión de las protestas de Hong Kong, en un lenguaje y con una vaguedad marcadamente distinta a la que emplea para fulminar sobre sus temas favoritos.

Así, puede decir que Trump “no es cristiano” porque “construye muros” (no ha construido ninguno), lo que no dirá de su presunto sucesor por su entusiasmo en la eliminación de niños por nacer. O de la tiranía china. O incluso del gobierno de su propia tierra, que acaba de legalizar el aborto. Sí, todos sabemos lo que el Papa piensa del aborto. Pero también sabemos lo que piensa de la fraternidad universal, y no se priva de repetirlo a tiempo y a destiempo.

Todo esto es esencial en una época de información incesante, en tiempo real y constante. Los fieles notan esto, en el sentido de que los ciudadanos en general advierten los mensajes no sólo por la literalidad de una frase, sino por muchas otras señales, desde la insistencia hasta las ocasiones elegidas para transmitirlos, desde los nombramientos clave hasta lo que se omite.

No creo ser irrespetuoso con el Santo Padre al afirmar que si realmente quiere que su mensaje provida no pase desapercibido, tiene sobrados medios para conseguirlo, aunque pierda algunos amigos de ocasión.

Carlos Esteban

LA OMS POR FIN ADMITE QUE HAY UN ‘PROBLEMA’ CON LA PRUEBA PCR Y EL DIAGNÓSTICO DEL COVID-19




El “problema” admitido por la OMS se produce a raíz de la ola de juicios internacionales y nacionales interpuestas por ciudadanos y asociaciones de médicos y abogados por la verdad en Portugal, Alemania, España y otros países, que exponen la mala conducta de los funcionarios de salud pública y los responsables de la formulación de políticas por confiar en una prueba de diagnóstico no apta para su propósito. Esta locura de hacer pruebas a todos y cada uno, incluso sin síntomas, ha sido un escándalo mundial de salud pública y debe ser detenido, y todos los funcionarios de altos cargos cómplices de este crimen deben ser procesados.

Por John O’Sullivan

En un comunicado emitido el 14 de diciembre de 2020, la Organización Mundial de la Salud finalmente admitió lo que médicos y profesionales de la medicina han estado diciendo durante meses: la prueba de PCR utilizada para diagnosticar la COVID-19 es un proceso impredecible que produce demasiados falsos positivos.

Este “problema” admitido por la OMS surge a raíz de los juicios internacionales que exponen la incompetencia y la mala conducta de los funcionarios de salud pública y los responsables de la formulación de políticas por confiar en una prueba de diagnóstico no apta para su propósito.

Esta admisión de la Organización Mundial de la Salud es que el quid del “problema” es un proceso cíclico totalmente arbitrario que “significa que se necesitaron muchos ciclos para detectar el virus”. En algunas circunstancias, la distinción entre el ruido de fondo y la presencia real del virus objetivo es difícil de determinar”.

El organismo de las Naciones Unidas está buscando claramente distanciarse de la prueba fatalmente defectuosa, ya que un número creciente de demandas judiciales están procesando a través de los tribunales exponiendo la locura de confiar en una prueba que incluso el inventor, el profesor Kary B. Mullis dijo que nunca fue diseñada para diagnosticar enfermedades. [1]

El profesor Mullis recibió el Premio Nobel de Química en 1993. Mullis murió justo antes de que comenzara la pandemia. ¿Casualidad?

El 22 de noviembre de 2020 informamos que un caso judicial histórico en Portugal había dictaminado que la prueba de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) utilizada en todo el mundo para diagnosticar la COVID-19 no era adecuada para el propósito. Lo más importante es que los jueces dictaminaron que una sola prueba PCR positiva no puede ser utilizada como un diagnóstico efectivo de la infección.

Entre los miles de doctores enojados que argumentan que las pruebas de PCR no deben usarse está el Dr. Pascal Sacré. Él escribió esto:

“Este mal uso de la técnica RT-PCR se utiliza como una estrategia implacable e intencionada por algunos gobiernos, apoyados por los consejos de seguridad científica y por los medios de comunicación dominantes, para justificar medidas excesivas como la violación de un gran número de derechos constitucionales, la destrucción de la economía con la quiebra de sectores activos enteros de la sociedad, la degradación de las condiciones de vida de un gran número de ciudadanos comunes, con el pretexto de una pandemia basada en un número de pruebas RT-PCR positivas, y no en un número real de pacientes”.

Pruebas científicas claras y concluyentes demuestran que estas pruebas no son exactas y crean un porcentaje estadísticamente significativo de falsos positivos. Los resultados positivos indican con mayor probabilidad “enfermedades respiratorias ordinarias como el resfriado común”. [2]

Sin embargo, nada de esto es nuevo para la ciencia. Estos hechos se conocieron al menos antes de 2007 después de que un informe del New York Times titulado “Faith in Quick Test Leads to Epidemic That Wasn’t” (La fe en las pruebas rápidas conduce a una epidemia que no lo fue) mostrara claramente lo científicamente inexactas que son las pruebas de PCR, con muchas declaraciones impactantes de expertos médicos sobre el uso de estas pruebas, exponiendo claramente cómo dan lugar a falsos positivos y conducen a exageraciones peligrosas y falsas alarmas. [3]

En su artículo de 2007, el New York Times citó una cita profética de la Dra. Elizabeth Talbot, epidemióloga estatal adjunta del Departamento de Salud y Servicios Humanos de New Hampshire, quien dijo:

“Uno de los aspectos más preocupantes de la pseudo-epidemia es que todas las decisiones parecían tan sensatas en ese momento”.

Los que dirigen nuestras instituciones públicas han permitido que la historia se repita. A la cabeza de la línea de incompetencia y malversación está la propia ONU. En la reunión informativa para los medios de comunicación sobre COVID-19, el 16 de marzo de 2020, el Director General de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus dijo:

“Tenemos un mensaje simple para todos los países: Prueba, prueba, prueba”.

Esta locura de hacer pruebas a todos y cada uno, incluso sin síntomas, ha sido un escándalo mundial de salud pública y debe ser detenido. Todos los funcionarios de altos cargos cómplices de este crimen deben ser procesados.



Sobre el autor

John O’Sullivan es CEO y co-fundador (con el Dr. Tim Ball) de Principia Scientific International (PSI). John es un experimentado escritor científico y analista legal que ayudó al Dr. Ball a derrotar al principal experto mundial en clima, Michael Mann en el “juicio científico del siglo”. O’Sullivan es reconocido como el visionario que formó el grupo original de científicos ‘Slayers’ en 2010, que luego colaboró en la creación del primer desacuerdo a gran escala sobre la teoría de los gases de efecto invernadero, además de su nuevo libro de seguimiento.

Referencias

[1] Kary Mullis : « Le test PCR ne permet pas de savoir si vous êtes malade », vidéo accessible sur YouTube, 9 octobre 2020.

[2] David DeGraw, Torsten Engelbrecht and Konstantin Demeter, https://www.globalresearch.ca/national-security-alert-covid-tests-scientifically-fraudulent-epidemic-false-positives/5720271

[3] New York Times,’Faith in Quick Test Leads to Epidemic That Wasn’t,’ Gina Kolota, Published: January 22, 2007


Fuentes

World Health Organization — WHO Information Notice for IVD Users. Nucleic acid testing (NAT) technologies that use real-time polymerase chain reaction (RT-PCR) for detection of SARS-CoV-2.

John O’Sullivan / Principia Scientific International — WHO Finally Admits COVID19 PCR Test Has A ‘Problem’.

Arte crítico: Francisco "se ha condenado a través de este pesebre"

ES NEWS


La escena de Navidad del Vaticano parece pertenecer “a una religión diferente” y “no tiene nada que ver con el mundo cristiano”, escribe Vittorio Sgarbi, un famoso crítico de arte y político italiano, en el sitio web NicolaPorro.it (Ver vídeo aquí).

Las figuras no son reconocibles y los animales deambulan sin sentido por el espacio sin tener nada que ver con lo sagrado, observa Sgarbi: “Son una caricatura, una falsedad, algo que no puedes mirar sin el doloroso pensamiento de cómo el mundo religioso ha sido traicionado”.

Sgarbi habla de un “acto de humillación”, porque las figuras se transforman en algo distinto a ellos mismas: “Este Papa se ha condenado a sí mismo a través de este pesebre, al hacer algo que ha derribado, burlado y dado vueltas al espíritu mismo del nacimiento de Cristo. Esto es inaceptable”.

El arte y la fe han coincidido durante mucho tiempo, advierte Sgarbi: “Aquí no hay ni arte ni fe”.